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FILIAL – CAÑETE
FACULTAD DE INGENIERÍAS Y
ARQUITECTURAS
E.A.P.: ING.CIVIL
FILIAL – CAÑETE
“FACULTAD DE INGENIERÍAS Y ARQUITECTURAS”
E.A.P.: ING.CIVIL
CICLO: VI
FECHA: 02/10/2018
CAÑETE- PERU
INDICE
PORTADA .............................................................................................................................................................................. pág.1
CARÁTULA ............................................................................................................................................................................ pág.2
ÍNDICE ................................................................................................................................................................................... pág.3
INTRODUCCION ................................................................................................................................................................. pág.4
DEDICATORIA....................................................................................................................................................................... pág.6
2.2. FUNCIÓN:...................................................................................................................................................... 13
CONCLUSIONES ........................................................................................................................................................................ 28
BIBLIOGRAFIA ........................................................................................................................................................................... 32
INTRODUCCIÓN
Desde tiempos ancestrales, el hombre ha construido barreras sobre los ríos para
almacenar, controlar o derivar el agua. La presencia de esas barreras genera lagos
artificiales llamados embalses; al sistema formado por ese vaso de almacenamiento y la
barrera, denominada cortina, se le conoce como presa. El objetivo más común de una presa
es regular los escurrimientos de un río, almacenando temporalmente el volumen que
escurre en época de lluvias, para que luego éste sea usado en el estiaje. Aunque el principal
fin es la satisfacción de la demanda, cada vez más presas se construyen con múltiples
propósitos, y por sus características es típico que tengan una cierta capacidad para el
control de las avenidas, es decir, de amortiguar los efectos de los eventos que ingresan al
vaso (Ramírez-Orozco 2010). Las presas son construidas de diversos materiales según los
recursos económicos disponibles, la geología de la zona en cuestión y la finalidad de la
obra. Entre estos materiales se encuentran la madera, el hormigón armado y el suelo
(tierra, o materiales sueltos).
Las presas de materiales sueltos son las más frecuentemente construidas en el mundo, por
los grandes ahorros económicos que conlleva su construcción y por la posibilidad de
aprovechar los materiales disponibles en el sitio. A pesar de solo poseer una extensión
territorial de 110860 km2, Cuba no está exenta de esta generalidad, contando con 238
presas de materiales sueltos, de un total de 242 que existen en el país. Este número
significativo de presas se traduce en beneficios, no obstante, resulta indiscutible que tales
beneficios están acompañados de riesgos, debido a las fuerzas destructivas
desencadenadas por un escape incontrolado del agua contenida en el embalse, pudiendo
ocasionar daños a las personas, las propiedades, y/o alterar las condiciones ambientales
aguas abajo de la ubicación de la misma
DEDICATORIA
En primer lugar a Dios por habernos permitido llegar hasta este punto y habernos dado
salud, ser el manantial de vida y darnos lo necesario para seguir adelante día a día para
lograr nuestros objetivos, además de su infinita bondad y amor.
A nuestras madres por habernos apoyado en todo momento, por sus consejos, sus valores,
por la motivación constante que nos ha permitido ser personas de bien, pero más que nada,
por su amor. A nuestros padres por los ejemplos de perseverancia y constancia que lo
caracterizan y que nos ha infundado siempre, por el valor mostrado para salir adelante y
por su amor.
A nuestra maestra por su gran apoyo y motivación para la culminación de nuestros estudios
profesionales, por su apoyo ofrecido en este trabajo, por habernos transmitidos los
conocimientos necesarios.
A nivel internacional se ha investigado los distintos tipos de fallas de las presas de tierra.
Existen muchos criterios de especialistas como Sherard, Woodward et al. (1963), Armas
(2002), Santayana (2010) y Fernández (2012).
1. Rebase de la cortina.
2. Sifonamiento mecánico.
3. Agrietamiento transversal.
4. Deslizamiento del talud aguas abajo.
5. Sismos.
6. Licuación.
7. Pérdidas por filtración.
De forma similar Santayana (2010) describe las causas principales de rotura en presas de
materiales sueltos (tabla 1.1). El mismo autor hace una distribución de fallos en función
de la edad de la presa (ver tabla 1.2), que los autores de esta monografía han graficado
(figura 1.1) para mejor interpretación.
CAUSA PORCENTAJE
Rebosamiento 30
Deslizamientos 15
Fugas en conductos 13
Erosión de taludes 5
Desconocida 5
Nº de años Falla por Falla por Falla por Falla por Fuga
desde el fin de en Conducto %
Rebase Filtración Deslizamiento
la
%
construcción % %
0-1 9 16 29 23
1-5 17 34 24 50
5-10 9 13 12 9
10- 20 30 13 12 9
20-30 13 12 12 5
30-40 10 6 11 4
40-50 9 6 0 0
50-100 3 0 0 0
Fernández (2012) expresó de forma gráfica las causas de fallas de presas de tierra
agrupándolas en tres grandes grupos (figura 1.2).
Tanto en los estudios de Santayana (2010) como en los de Fernández (2012), resulta difícil
distinguir las fallas por Sifonamiento de las fallas por filtraciones, ambas muy diferentes
en cuanto a los daños que pueden causar a la estructura, y a los bienes y vidas humanas
que se encuentren aguas debajo de las mismas.
En primer término, es necesario establecer que se considera falla cuando una presa no
satisface las funciones para las cuales fue creada. Conviene indicar que tomar en
consideración esta definición al pie de la letra, implica considerar como presas falladas a
las que no almacenan agua cuando esa era su principal finalidad.
Peña and Caro (1997), clasifican las fallas de presas de tierra en tres formas:
Es obvio que pueden darse situaciones de difícil catalogación en alguno de los grupos
anteriores. Particularmente es difícil marcar una frontera entre lo que sería un incidente
o un fallo menor que pueda ser ya reparado dentro de lo que sería el normal mantenimiento
de las presas. A continuación se describen las fallas según clasificación de Armas (2002),
la más exhaustiva de las expuestas hasta el momento.
Los autores de este trabajo discrepan de lo dicho por Santayana (2010), debido a que sólo
se limita a los casos en que el vertedor es de compuerta, con el cual sí se puede controlar
el nivel del agua.
pueden ser a su vez arrastradas. Ello puede conducir a un fenómeno progresivo que va
desde aguas abajo hacia aguas arriba, creándose huecos tubulares y cavernas que pueden
conducir a la ruina de la obra (Millán, Berini et al., 2010).
Según lo expuesto por Armas (2002), para evitar el sifonamiento por la cortina,
deben adoptarse las siguientes medidas durante el proyecto y la construcción:
Utilizar suelos plásticos en la medida de lo posible, Ip 15 %, que son suelos no
propensos al sifonamiento mecánico, o sea, resistentes al arrastre de partículas.
Compactar los mismos con energía de compactación alta, a fin de lograr mayor
trabazón entre partículas.
Compactar con humedades en un rango de valores entre 2 % de la humedad
óptima del Próctor Estándar y grados de compactación por encima del 90 % de dicha
energía.
Si los suelos tienen Ip < 15 %, entonces el suelo se considera propenso al
sifonamiento y solo nos queda, como medida para evitar este fenómeno, aplicar
energía de compactación alta.
Además de estos requerimientos constructivos sobre el tipo de suelo: homogeneidad
del terraplén, humedad y energía de compactación; la práctica moderna del diseño
y construcción de presas de tierra incluye medidas que tienden a evitar este tipo de
falla.
Estas son:
Disminuir el gradiente hidráulico, “i”, bajo la presa, bien sea cortando el flujo de
filtración o alargando el mismo con estructuras tales como: dentellones, paredes de
suelo, suelocemento u hormigón (diafragmas), tablestacas, delantales e
inyecciones.
Controlar la salida del agua de filtración al pie y sobre el talud, de modo que no se
produzcan arrastres de partículas de suelo. Esto se logra mediante la colocación de
drenajes con filtro invertido.
Levantamiento
Tubificación retrógrada
La tubificación retrógrada se puede producir en prácticamente todos los suelos (en los no
cohesivos si algún estrato o estructura impide el desmoronamiento del túnel), desde aguas
abajo hacia aguas arriba, siguiendo preferentemente el camino de concentración de las
líneas de filtración. El conducto se forma por las zonas geológicamente más débiles, por
planos de estratificación permeables, o en cualquiera otra zona de concentración del flujo
donde la energía llega sin sufrir grandes pérdidas debidas a la fricción (figura 1.2).
Fractura hidráulica
Consiste en la brusca irrupción del agua a través de las grietas de los terraplenes, bajo los
efectos de la carga hidráulica, ejerciendo subpresiones (fuerzas dirigidas de abajo hacia
arriba) y presiones en todas direcciones, principalmente durante el primer llenado del
embalse o al producirse alguna variación brusca de su nivel (figura 1.4).
Pozos o Sumideros
Las fallas por deslizamiento de taludes pueden ocurrir en tres etapas de la vida útil de las
presas de tierra:
Al final de la construcción
Durante la operación
Después de un desembalse rápido
Estas fallas han sido menos frecuentes que las ocurridas durante la operación; y por su
naturaleza nunca han sido catastróficas (la presa está vacía, al menos parcialmente, los
equipos de construcción aún en obra, facilitan la reparación). Se han presentado sobre todo
en presas cimentadas en arcillas blandas, con gran porción de la superficie de falla a través
de ese material y pueden ser rápidas o lentas, según si el material de cimentación es
homogéneo o tenga estratificaciones que favorezcan el movimiento (figura 1.6).
Las fallas por deslizamiento de taludes que han ocurrido durante el período de operación
de las presas de tierra, han sido sobre todo de dos tipos: profundas, con superficie de falla
invadiendo generalmente terrenos de cimentación arcilloso, y superficiales, afectando sólo
pequeños volúmenes del talud. El talud afectado es siempre el de aguas abajo (figura 1.7).
Este tipo de deslizamiento afecta al talud de aguas arriba y es muy peligroso, debido a que
puede obstruir el paso del agua por las galerías y obras de toma (figura 1.8).
Figura 1.8: Falla por deslizamiento de talud por vaciado rápido, (Perlea, 1984).
Para evitar la falla por estabilidad de los taludes se debe seleccionar suelos granulares,
que son más resistentes al esfuerzo cortante, los que deben ser colocados en el terraplén
con energía de compactación altas y humedades bajas. Otra medida que está en poder de
los ingenieros, es proyectar los taludes con factor de seguridad contra el deslizamiento
cumpliendo con los que establecen las normas, lográndose entonces los taludes más
económicos, que garanticen que no se produzca la falla por deslizamiento.
En presas de materiales sueltos los fenómenos a tener en cuenta durante un sismo suelen
ser: la ocurrencia de deformaciones plásticas, licuación o movilidad cíclica de materiales
granulares saturados, localización de deformaciones en superficies de deslizamiento,
acumulación de deformaciones permanentes, agrietamiento, problemas de grandes
deformaciones y flujo de agua con erosión de partículas (Oldecop, Zabala et al. 2013).
Teniendo en cuenta lo planteado por Armas (2002), el fenómeno de licuación (para el cual
también se utiliza el término “licuefacción”, que resulta un anglicismo y por ello debe
evitarse), está asociado a limos y arenas no plásticas. En el caso de una presa de tierra, la
licuación de materiales en la cortina conduce a un derrame de los mismos en grandes
áreas, hasta adoptar taludes irregulares y muy tendidos, que en algunos casos pueden
sobrepasar el valor 1:10.
Como ya se dijo, los suelos más susceptibles a la licuación son los finos, no cohesivos, de
estructura suelta y saturados. Estas características describen a las arenas finas y
uniformes, y a los finos no plásticos, o sus mezclas. Las arenas sueltas con D10 < 0,1mm y
coeficiente de uniformidad, Cu < 5 y los limos con Ip < 6% son los materiales más
peligrosos, tanto en la cortina como en el terreno de cimentación de una presa de tierra.
ya sea a través de la cimentación o la cortina, que impida que el mismo alcance su objetivo
de almacenar agua.
Estas filtraciones son debidas en su mayoría a malos estudios de la geología del vaso del
embalse, los suelos con estratos kársticos o zonas de cavernas son muy propenso a este
tipo de fallo debido a la permeabilidad que poseen.
Otras razones importantes que causan fallas en las presas de arco son:
Otro tipo de represa es la presa de contrafuertes. Esta presa es única en el caso de que las
fuerzas horizontales se transfieran a la base de la roca. Esto se lleva a cabo por medio de
un componente vertical de la presión del agua. Esta es la fuerza que se analiza para la
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RECURSOS HIDRAÚLICOS
BIBLIOGRAFIA