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Universidad Autónoma de Baja California Sur

Departamento de Humanidades
Licenciatura en Filosofía
Filosofía práctica II

Por Jorge Cázares Murillo

Control de lectura: «Capítulo 2: Presuposiciones y fundamentos teóricos de Filosofía


para Niños», en Filosofía para Niños.
El eje central en el cual gira el discurso del presente capítulo es acerca del cuerpo teórico
determinado para la resolución de las prácticas de Filosofía para Niños1. En dicho sistema se
encuentran disciplinas y autores de la Filosofía así como de la Psicología, sobre todo de una
psicología pedagógica. A continuación se hará un esbozo de dicho cuerpo teórico.
Una de las primeras fuentes de la que se sirve la FpN es la misma que da pie a la Filosofía:
los presocráticos. Los presocráticos fueron aquellos filósofos que se caracterizan en la
Historia de la Filosofía por los estudios cosmológicos, puesto que tenían una facultad de
asombro, estupefacción por la physis, conduciéndose por las reflexiones y cuestiones acerca
de los fundamentos y las causas primeras de aquellos asuntos que no son tan evidentes a la
razón. De ahí que sea fundamental su implemento en la FpN, ya que los niños tienen
precisamente esa cualidad de asombro, la cual muchas veces es obstaculizada o desechada
por completo.
El método didáctico empleado es asimismo de naturaleza filosófica, utilizado en sus
orígenes por Sócrates: la mayéutica. Este empleo metodológico tiene un papel radical en la
FpN por su carácter interrogativo, pues es así como se les impulsa a filosofar a los infantes
sobre los diversos temas filosóficos; orientándolos a la reflexión personal, en primer lugar, y
posteriormente a una reflexión colectiva, por razón de que en la práctica hay un grupo de
niños que trabajan a la par. Cabe señalar que la mayéutica utilizada en este caso se aleja de
la socrática en el sentido de que Sócrates tenía la firme convicción de la reminiscencia; en

1 En lo que se sigue: FpN


FpN, en cambio, las respuestas a las que se llegan es por el ejercicio de todos sin suponer
presupuesto alguno de forma innata, al estilo socrático-platónico.
Ahora bien, el método mayéutico se desenvuelve en una forma de interacción específica
de la FpN, a la cual Eugenio Echeverría denomina como «comunidad de diálogo». Como se
ha mencionado antes, en las prácticas de FpN no es un individuo aislado a quien se le enseña
a filosofar, sino a un grupo. Por ello se intenta que los niños aprendan a reflexionar sobre los
temas filosóficos y que su razonamiento sea correcto, sí, pero además que aprendan a
expresarlo comprensiblemente, y estar, en efecto, abiertos al diálogo, a familiarizarse con
otras opiniones y otras perspectivas no necesariamente convergentes con las de ellos. La
finalidad es, por tanto, forjar al niño tanto individual como colectivamente. Una nota
importante de la comunidad de diálogo versa por el hecho de que son precisamente los niños
quienes forman el diálogo; asimismo, no son otros sino ellos quienes brindan los posibles
temas a tratar, a partir de las dudas o preguntas que tengan en las sesiones, guardándolas para
futuras prácticas; la selección del tema, además, es por decisión de ellos, democráticamente.
Desde otra perspectiva teórica-filosófica, la FpN se apoya del pragmatismo, siguiendo
sus ideas acerca de la no particularización del conocimiento a un solo punto de vista o
corriente de pensamiento; en cambio, se inclinan por la integración de los numerosos saberes,
recuperando sus efectos, sus consecuencias y sus prácticas, aterrizándolo en la comunidad de
diálogo en sentido de que los niños puedan estar abiertos a las distintas respuestas, a las
diferentes hipótesis. Así, con John Dewey optan por una «inteligencia crítica» que indague y
delibere razonablemente, lo cual permitirá luego una «democracia creativa», con ópticas
reconciliadoras de pensamiento y acción.
De la teoría constructivista la FpN recoge la crítica en contra de una educación
convencional (estudiante receptivo de información), y recupera la atención que el
constructivismo tiene del niño: un elemento imprescindible a la hora de la enseñanza. De ahí
que, siguiendo a Lipovetsky, le den importancia al lenguaje como forma de comunicación, y
aún más como el camino al conocimiento atravesando las dudas, respuestas, análisis e
hipótesis de los niños —señalando, una vez más, que dicho conocimiento es colectivo—.
Un caso especial dentro de la propuesta de FpN será Piaget, debido a que se le considera
una pieza importante en el sustento teórico (pero no como regularmente se le ve2) por su
noción de «desequilibrio cognitivo». Tal oscilación apuesta por que los niños no se queden
con sus viejas ideas, a veces mal fundamentadas y erróneas. Por otro lado, deben reformularse
las previas ideas por medio de preguntas, respuestas o supuestos a los cuales se llegue en el
ejercicio de reflexión de la comunidad de diálogo.
Uno de los autores más relevantes de la FpN es Paulo Freire. El autor brasileño propone
una educación liberadora frente a una educación bancaria. Este último tipo de educación tiene
un esquema donde el educador hace todo: educa, habla, conoce, disciplina; y, por otro lado,
el educando es quien es educado, disciplinado, quien escucha, el que no sabe, etc. La
educación liberadora se opone a la anterior óptica, para la cual nadie educa a nadie, sino que
los hombre se educan todos entre sí, por medio del mundo. Aquí, Lipman (el iniciador de
FpN) converge con Freire en que el educador es un facilitador, un guía, mientras que los
estudiantes deben ser autónomos, deben indagar y reflexionar por cuenta e iniciativa propia.
Por último, desde la psicología también es importante Jerome Brunner y su noción de
«andamiaje», puesto que a través de dicho concepto se puede reforzar la idea de que el
educador no es quien transmite simple y sencillamente el saber, sino que este debe apoyar a
un niño que aún no puede por cuenta propia. Así pues, el andamiaje sirve para que el niño
vaya construyendo a su medida la estructura de su conocimiento, y una vez terminada, retirar
el andamio.
De grueso modo, las anteriores fueron algunos de los ladrillos con los cuales se construye
la base conceptual y teórica para una FpN, la cual no se va con una escueta propuesta de
intentar que los niños filosofen por el hecho de que a alguien se le haya ocurrido. Los niños
piensan, pero necesitan ser encaminados para un pensamiento correcto que parta desde su
experiencia.

Guadalajara, Jalisco, a 03 de noviembre de 2018

2
Los niños, según escuelas normalistas y pedagógicas, no tienen desarrollado aún la
capacidad de un razonamiento riguroso.

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