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ANÁLISIS SOBRE LA DISCRIMINACIÓN EN EL CONSUMO PERÚ

1. ¿QUÉ SIGNIFICA O QUÉ IMPLICA EL DERECHO A LA IGUALDAD?


Para responderlo debemos recurrir a nuestra Constitución Política (la vigente,
de 1993), que reconoce nuestros derechos fundamentales. En su artículo 2 se
prevé que “toda persona tiene derecho […] a la igualdad ante la ley”
Esta noción tiene dos alcances. Por un lado, está la igualdad de la ley en
cuanto contenido, que fija un límite constitucional ante la actuación del
legislador. Esto quiere decir que al crearse una nueva ley no se puede
desfavorecer, excluir, privilegiar ni cometer arbitrariedad entre la ciudadanía.
Por otro lado está la igualdad en la aplicación de la ley: es una obligación de
todos los órganos incluidos los órganos jurisdiccionales para no aplicar la ley de
manera distinta entre personas que se encuentren en casos o situaciones
similares (Eguiguren 1997: 63-64). Ambos alcances son un reto para todo
Estado, pero este último en particular supedita un mayor esfuerzo pues coloca a
todo el sector público ante una visión de trato igualitario.
La doctrina más actual ha señalado que:
[…] la igualdad ha de leerse como una aspiración normativa de gran
importancia,
y se le considera un estándar básico del contenido de la dignidad humana. En
esta línea, la igualdad a la que nos referimos no implica una falsa identidad
entre todos los seres humanos, sino que apunta al reconocimiento de una
equivalente dignidad atribuible a toda persona —mínimum de humanidad
respecto del cual no cabe distinciones, que es merecedora de una especial
protección frente a otros entes y bienes existentes (Gutiérrez y Sosa 2013: 99).
Nuestro Tribunal Constitucional también se ha pronunciado al señalar que la
igualdad, además de derecho, es un principio:
[…] la igualdad consagrada constitucionalmente, detenta la doble condición de
principio y derecho fundamental. En cuanto principio, constituye el enunciado
de un contenido material objetivo que, en tanto componente axiológico del
fundamento del ordenamiento constitucional, vincula de modo general y se
proyecta sobre todo el ordenamiento jurídico. En cuanto derecho fundamental,
constituye el reconocimiento de un auténtico derecho subjetivo, esto es, la
titularidad de la persona sobre un bien constitucional, la igualdad, oponible a un
destinatario.1
Este criterio se ha mantenido en el tiempo y se ha agregado que:
7. […] Contrariamente a lo que pudiera desprenderse de una interpretación
literal,
se trata de un derecho fundamental que no consiste en la facultad de las
personas para exigir un trato igual a los demás, sino a ser tratado de igual
modo a quienes se encuentran en una idéntica situación.
8. Constitucionalmente, el derecho a la igualdad tiene dos facetas: igualdad
ante la ley e igualdad en la ley. La primera de ellas quiere decir que la norma
debe ser aplicable por igual a todos los que se encuentren en la situación
descrita en el supuesto de la norma; mientras que la segunda implica que un
mismo órgano no puede modificar arbitrariamente el sentido de sus decisiones
en casos sustancialmente iguales, y que cuando el órgano en cuestión
considere que debe apartarse de sus precedentes, tiene que ofrecer para ello
una fundamentación suficiente y razonable.
9. La igualdad, además de ser un derecho fundamental, es también un principio
rector de la organización del Estado Social y Democrático de Derecho y de la
actuación de los poderes públicos.2
2. DERECHO A NO SER DISCRIMINADO:
La ley no solo contempla el derecho a la igualdad si no es va más allá y se
encarda de que nadie sea “discriminado por su origen, raza, sexo, idioma,
religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra índole.3
¿Pero eso realmente se aplica en la práctica?
Para entender esto debemos conceptualizar que es Discriminar, para ello se
debe entender que discriminar es tratar de manera desigual a las personas por
motivos específicos y reprochables para la sociedad, como origen, raza, sexo,
idioma, religión, opinión y condición económica, entre otros, esto se produce en
los actos más mínimo por ejemplo cuando se prefiere a unas personas frente a
otras debido al lugar de donde provienen o han nacido, por el color de su piel y
sus características físicas, por ser hombre en vez de mujer, por el idioma que
hablan, por la fe que profesan, entre otras razones.

1 Discriminación en el consumo y trato diferenciado ilícito en la jurisprudencia del Indecopi.


2 Sentencia del 01 de julio de 2009, emitida en el Expediente Nº 03843-2008-PA/TC
3 Articulo 2 inciso 2 de la constitución política del Peru
En otras palabras se trata más bien de los prejuicios de algunos que se
consideran mejores frente a otros por contar con un rasgo o con una cualidad
que consideran superior o que es preferida socialmente.
Estas conductas, propias de quienes no aprecian a los seres humanos por sus
capacidades, valores y por su naturaleza, atentan contra la normal convivencia
en sociedad, pero sobre todo evidencian una vulneración nociva contra la
dignidad de las personas.
3. DISCRIMINACIÓN EN EL CONSUMO
La discriminación se manifiesta también durante el consumo, en las relaciones
que se forjan entre consumidores o usuarios y proveedores en un mercado:
cuando una persona quiere acceder a un producto o un servicio ofrecido por un
proveedor empresa, empresario, negociante y a cambio obtiene negativa,
rechazo, obstaculización o maltrato por razones injustificadas y específicamente
relacionadas a su raza, sexo, orientación sexual, origen, idioma, condición
socioeconómica, credo y opinión política.
Acá se detecta discriminación en el consumo, sin importar si el afectado es solo
una persona o si pertenece a un grupo mayoritario o minoritario.
Estas situaciones, además de evidenciar una trasgresión a un derecho
fundamental y humano, provocan una distorsión en el mercado. Se genera,
pues, una desigualdad entre los consumidores y el público en general en el
acceso de bienes y servicios que deben ser vendidos o puestos a disposición
en igualdad de condiciones, siempre que existan iguales situaciones de hecho.
4. CONCLUSIONES:
Como se puede apreciar, la protección de los consumidores contra los actos de
discriminación es sumamente importante.
Más importante que buscar que los consumidores obtengan productos o
servicios
idóneos o de buena calidad, es procurar que sus derechos como personas no
sean vulnerados por los proveedores de dichos bienes o servicios.
En la resolución que hemos citado, el Indecopi se ha pronunciado sobre un
supuesto de discriminación muy grave y que, lamentablemente, es muy
frecuente en nuestro país, esto es, la discriminación hacia las personas por su
orientación sexual.
De allí su especial importancia, pues se trata de actos que atentan contra el
desenvolvimiento normal de la vida de las personas.
5. ANÁLISIS RESOLUCIÓN 2135-2012/SC2-INDECOPI - EXPEDIENTE 272-
2011/CPC
En la presente resolución se aprecia que el Sr. Miguel Angel Céliz Ocampo
interpuso una denuncia en contra de Rímac Internacional Compañía de
Seguros y Reaseguros por infracción de los artículos 1º.1 literal d) y 38° del
Código de Protección y Defensa del Consumidor, debido a que la denunciada
incurrió en un acto de discriminación al haber impedido injustificadamente la
suscripción de la hija del denunciante al seguro de asistencia médica “Red
Salud”.
El denunciante señaló que mediante diversos correos electrónicos, Rímac le
informó que no emitiría la póliza de seguro para la señorita Céliz pues en
ejercicio de su autonomía privada determinaba libremente las políticas de
suscripción de sus productos, prefiriendo los riesgos de baja siniestralidad, por
lo que al presentar las personas con Síndrome de Down una probabilidad
superior de padecer patologías colaterales, tal riesgo no sería asegurable. En
opinión del denunciante, lo anterior involucraba un flagrante caso de
discriminación.
A este respecto, de una revisión del expediente se aprecia claramente que el
señor Céliz no solicitó a Rímac que diseñara un nuevo producto para su hija,
esto es, un seguro de asistencia médica especial para personas con Síndrome
de Down, sino más bien que la afiliara al seguro de asistencia médica “Red
Salud” que tiene para la generalidad de personas. Debido a ello, será materia
de evaluación si la negativa de Rímac a otorgarle dicho seguro (“Red Salud”)
que ofrece en el mercado configura el tipo infractor de discriminación
sancionado por el Código y, por tanto, son impertinentes los alegatos
formulados por la denunciada respecto de las consecuencias de obligarla a
diseñar un nuevo producto.
Por lo que se eclaró fundada la denuncia interpuesta por el señor Céliz en
contra de Rímac por infracción a los artículos 1.1º literal d) y 38º del Código de
Protección y Defensa del Consumidor, en la medida que el proveedor
denunciado incurrió en un acto de discriminación al haber impedido
injustificadamente la suscripción de la señorita Céliz a su seguro de asistencia
médica “Red Salud”

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