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Townsley, Braham 1994 Los Yaminahua

Santos, Fernano y Barclay, Frederica (eds) Guía Etnográfica de la Alta Amazonia. Vol. II, pp. 239-360
A pesar de que los Yaminahua solo han tenido contacto directo y relaciones sostenidas con el mundo foráneo en los
últimos veinte cuarenta años, su mundo social se ha visto profundamente afectado por la presencia de elementos
foráneos durante un tiempo mucho más prolongado de lo que es dato permitirá suponer. Sin duda, el hecho más
significativo en su historia aculturativa fue el auge del caucho a fines del siglo XIX y principios del XX.
Hasta mediados del siglo XIX no se dispone de documentación histórica para el área que constituía el territorio de
los Yaminahua y de otros grupos pano del sudeste. No hubo visitante foráneos que documentaran y brindasen
informes de primera mano hasta los viajes realizados por el explorador ingles Chandless, quien púbico dos informes
de sus exploraciones de los ríos Yurúa Purús (1866 y 1869).
Con la aparición del comercio y el incremento en la demanda de mano de obra indígena, lo que originalmente había
sido un patrón típicamente amazónico de incursiones y raptos de mujeres y niños a pequeña escala, se convirtió
paulatinamente en un mercado de esclavos de gran alcance, en el que grupos del Ucayali intercambiaban con los
comerciantes esclavos capturados por hachas, cuchillos y presumiblemente una diversidad de otros bienes.
El consiguiente auge del caucho, con su concomitante afluencia de caucheros mestizos vino a constituir el más
violento trastorno en la historia de la expansión occidental hacia el área.
La combinación del estilo predador y móvil de la extracción de látex, y del establecimiento de una red de varaderos
transitados regularmente implico que muy pocas zonas del territorio Yaminahua quedaran sin ser visitadas por los
caucheros. Como resultado de ello, los dos grupos entraron inevitablemente en contacto en forma regular y, por lo
general, de manera violenta.
Además de la venta de niños como esclavos, los indígenas de la zona fueron buscados para otros fines similares: las
mujeres para servir como cocinera y compañeras sexuales de la población cauchera eminentemente masculina, y los
hombres para trabajar en el proceso mismo de extracción de caucho.
Mercado cauchero amazónico colapso finalmente entre los años de 1912 y 1914, debido a que los capitales
europeos y norteamericanos encontraron una forma más barata para abastecer al mercado estableciendo
plantaciones de caucho en el sudeste asiático.
El efecto inmediato del drástico descenso de población fue obviamente la profunda distorsión de la estructura de los
asentamientos locales y de las relaciones entre dichos asentamientos. Muchas aldeas y grupos locales quedaron
reducidos a una fracción de su tamaño original y descendieron por debajo del nivel mínimo necesario de población
para permitir su adecuada subsistencia –dada la necesidad de trabajo comunal que existe en las economías
tradicionales de sociedades que carecen de instrumentos de metal – y su defensa ante las incursiones de oblaciones
vecinas, fuesen estas indígenas foráneos.
Como resultado de esto, fragmentos de comunidades y grupos locales anteriormente autónomos se vieron forzados
a fusionarse formando comunidades compuestas. Tales comunidades eran y son hasta ahora intrínsecamente
inestables y tienen una marcada tendencia a escindirse.
Aún hoy en día los Yaminahua consideran que la mayoría de las antiguas epidemias fueron causadas no por
contactos con no-indígenas, sino por brujería.
Los instrumentos de metal -las “cosas” poseídas por los foráneos- las cuales son valiosas no solo en sí mismas (es
decir por su valor de uso), sino por el misterioso y poderoso mundo social que representan , cuya aura de potente
exotismo se adhiere a estas “cosas” y contribuye su valor de cambio y de status.
A partir de la década de los treinta en adelante, la situación comenzó a cambiar y nuevamente una importante
oleada de población mestiza dejo sentir su presencia en la zona. Esta nueva ola de inmigrantes, aunque más gradual
y menos violenta que la de la época cauchera, tenía sus raíces en la expansión del mercado internacional de recursos
naturales: en dicha ocasión se trataba de la explotación de maderas finas.
En 1942 los Yaminahua de alto Purús, quienes por entonces vivían en las cabeceras de los ríos ubicados entre el
Manu y el Purús, entraron en contacto con un grupo de Piro y Marinahua al servicio de Esteban Menéndez, un
mestizo del Purús ansiosos por reclutar mano de obra que le sumistrara madera y pieles de animales a efectos de
comercializarlas rio abajo en el Brasil.
En la década de los cincuenta, los Yaminahua del Purús también fueron visitados por misioneros y desde entonces
han mantenido relaciones permanentes con misioneros protestantes norteamericanos del Instituto Lingüístico de
Verano, así como con misioneros católicos dominicos.
Para librase de las epidemias de influenza y tos convulsiva que la mitad de la población Yaminahua se separó y migro
hacia el remoto rio Huacapistea. Sin embargo, los miembros de este grupo no pretendieron aislarse por competo de
la población no-indígena o de sus bienes, y muchos hombres continúan regresando al Mapuya a trabajar con sus
patrones. Obtener lo que actualmente ellos consideran como objetos necesarios –para lo cual deben mantener
relaciones con los no-indígenas- a la par que evitar las consecuencias negativas que estas relaciones implican,
constituye un permanente dilema para los Yaminahua.
COMENTARIO
Las prácticas predadoras por parte de los mestizos conllevan a esclavizar a comunidades que viven en la Amazonia,
en este caso a los Yaminahua. Para los Yaminahua la extracción del caucho significo la perdida de gran parte su
población, destinada a la explotación de hombres y niños en el trabajo de extracción del caucho y violación de las
mujeres, a la vez, hacían de cocineras para población cauchera. Pasado el periodo de Caucho, la relación de los
Yaminahua con los grupos foráneos se hizo necesaria, a pesar de mantenerse aislados. Las herramientas producidas
por el no-indígena serán de utilidad a los Yaminahua. Hecho que implica un dilema para la comunidad Yaminahua.
Las practicas colonizadoras, en nombre del progreso, invisibilizan todo proceso por el cual recorre para lograr dicho
objetivo. Muerte, esclavitud, violación, etc. es el rastro que deja el proyecto moderno escindiendo conciencias de
grupos humanos. Trastornos que conlleva formar parte del mundo moderno.

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