Silvia Bertó Catalá

Sesión Nº 3

Gestión Musical
Fecha sesión: 31/10/2018

Miércoles 8:00-9:30 Fecha entrega: 07/11/2018

GESTIÓN CULTURAL: CONCEPTOS Y REFERENTES

1.

En esta sesión número 4, hemos hablado de distintos aspectos que tienen que ver con
la gestión cultural.

Para empezar, estuvimos leyendo distintas páginas web: la de Alfons Martinell, a quien
tenemos que tener como un referente e ir echándole un vistazo a sus documentos y
vídeos; y el de Gloria Bas Palmero, la profesora de gestión.

A continuación, vimos por encima (para que posteriormente se pudiese desarrollar y

saber más al respecto) los siguientes aspectos: competencias y perfiles para la materia
de gestión y producción (para, así, encontrar la aplicación de este campo multidiscipli-
nar en los intereses personales de cada uno); el concepto de política cultural y el de
gestión cultural (con sus referentes propios de la gestión artística, sus capacidades
generales, situándose dentro de un contexto con ideología neutra en el rigor
profesional…); y los sectores (Sector del Patrimonio y Sector de las Artes Visuales), los
ámbitos y los campos de actuación de la gestión cultural en general y el sector de artes
escénicas y música en particular (gestión municipal, gestión cultural de empresas, sec-
tor de la participación, sectores emergentes, cooperación cultural internacional…).

2.

Después de exponer todos los ingredientes, ahora nos disponemos a cocinar el plato.
Así que, qué mejor manera de empezar que con el orden en el que hemos presentado
cada uno de los componentes.

Alfons Martinell obtuvo una formación de gestores culturales como un eje importante
de creación de capital humano y de transferencia de experiencias significativas en la
política local. Además, se encontró con una preocupación creciente por la cooperación
cultural como práctica de asumir la necesidad de trabajar con mentalidad adaptada a
la interdependencia de una sociedad cada vez más global. Esta visión más interna-
cional de la gestión cultural le obligó a plantearse un punto de vista más amplio de las
políticas culturales y de la incorporación de la cultura en un multilateralismo activo.

Silvia Bertó Catalá

Sesión Nº 3

Gestión Musical
Fecha sesión: 31/10/2018

Miércoles 8:00-9:30 Fecha entrega: 07/11/2018

Por otra parte, tenemos el blog de Gloria Bas Palmero, en el que tenemos acceso a
distintas publicaciones que ha redactado ella misma: “Evolución histórica y legislativa
de los estudios superiores de Danza en España: el caso de la Comunidad Valenciana”,
“Notes preliminares de un Proyecto Internacional”, “Miradas desde la Gestión Cultural”,
y “Las enseñanzas de danza en la Comunitat: el principio del fin a la marginación”.

Dentro de las competencias básicas en la gestión, nos encontramos tres principios:

saber, poder y querer. Saber porque todo conocimiento nos da poder, que tenemos
que desarrollar con nuestras habilidades clave para realizar dicho trabajo. Y cuando ya
tenemos ese poder, lo único que nos queda es tener una actitud favorable, es decir, el
querer. Pues, hace más el que quiere que el que puede.

Se denomina gestión cultural al conjunto de acciones destinadas al desarrollo de ac-

tividades culturales. Como referentes más destacados dentro de este ámbito encon-
tramos a Lluís Bonet, Xavier Greffe y Ernesto Piedras. Sus capacidades son el
desarrollo cultural del territorio que intervienen, ser experto sobre las actividades de
diseño, producción, promoción y difusión cultural y transmitir la cultura como sector
básico para fomentar su desarrollo.

Sus sectores, ámbitos y campos de actuación son el Sector del Patrimonio y Sector de
las Artes Visuales y, como espacios encontramos, la gestión municipal, gestión cultural
de empresas, sector de la participación, sectores emergentes, cooperación cultural in-
ternacional…

3.

Llegamos a la conclusión de que todavía queda mucho por aprender dentro del ámbito
de la gestión. Por ahora, lo que vemos durante las sesiones son solo los conceptos
básicos; por lo que, con solamente dos semestres de materia, no da tiempo de obtener
un conocimiento amplio para, así, como competencia principal, poder llevar a gestionar
nuestra carrera profesional como se espera que lo podamos a hacer cuando finalice el
curso.

No obstante, gracias a esta reflexión, empezamos a ser conscientes de cuánto nos

queda por estudiar. Siempre teniendo en cuenta que no es simplemente retener lo que
se habla en las sesiones, sino de cogerlo como una semilla, para así cultivarnos de
ello; es decir, exprimirlo al máximo para, finalmente, sacarle todo su zumo posible.