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EL PROCESO DE LA INDEPENDENCIA DE MEXICO Jaime E. Rodriguez O. LA REVUELTA DE HIDALGO. “Una serie de factores econémicos, sociales y politicos thacfan del Bajfo un terreno ideal para la gestaciGa de una ‘gran insurrecciGn armada, Esta regiGn, situada al noroes- fe de la capital en el valle del rfo Lerma, entre Leén y ‘Querétaro, es una de las dreas agrcolase industrials més présperas de México. La ciudad de Guanajuato, ubicada ‘asi en el centro de dichs zona, era el lugar donde se halla- bala Veta Mace, una de las minas de plata mas ricas del mundo. Queréiaro, por su parte era el centro de [a i dustria textl. A diferencia del centro y el sur del pais, ‘que estaban poblados en general por comunidades indige- fas establecidas,e! Bajo fue colonizado pot Ios europcos después de la conguisa, los cuales atrajeron a indigenas, Imestios, mulatos y negros como trabajadores gracias 8 Jos altos salaros y alas seguras condiciones laborales. A fines del siglo XVII, la regién contaba con una poblaciéa saévil y dinémica, que en st mayorfa participaba dentro de la economia de mercado. El area se caracterizaba por su ra comercial ysu vast industria minera y tex ti, Las ciudades de Guanajuato y Querétaro tenfan {60 000 y 50-000 habicantes respectivamente; habia ade- ‘mds numeroans puebios y Gudades més pequefas disemi- ‘nados por toda la zona, En 1806, por ejemplo, ascendan 12288 154 las personas sujetas a tributo en la provincia de Guanajuato: 26% eran indios que vivian en pueblos; ‘50% eran mativos que trabajaban en las ciudades y el ‘campo como naberss, y 16% eran mulaios y negrog ees." , Hintéricament, la regin habia ofrecido grandes oper tunidades y movilidad social, pero a fines del siglo X¥IE las condiciones se deterioraron. El crecimiento demogré- fico redujo la posibilidad de que lor trabajadores, tanto rurales como urbanos, obtavieran salariossatsfactorios Vaso nun exalt 208 inden um cindro tad del Bojer wine Wall, “Mesean", 1887, Bening Mer, 971 pp ‘Baie braing, Hands, Fain, “Lie 1979, 99, 98378, Supe, ie 088; Mot, Mie saris ‘erapleos seguros. A medida que su situacién empeoraba, la expansidn de la industria minera condujo al crecimien: to dellas cudades y tambien a la transformacin agricola ‘el Bajo. Los propietarios de grandes haciendas, que an~ teriormente habian cultivado mate y eriado ganado, co- menzaron a producir trigo, frutas y legumbres en sus tierras irrigadas, articulos que tenfan una enorme deman- dda en las ciudades los pueblos. Por tant, Telegaron la produetién de mais a las parcelas marginales y desplaza- ron la crianza ganadera hacia regiones més éridas, exe, norte, Como resultado de esto, Ios precio de os ali tos se incrementaron en forma dramética. Si bien los ha- bitantes urbanor més présperos podtan qvenicee sin problemas a tales incrementos, la gente pobre del campo hallaba cada vez més diffi pagar el matzy el fil, de los ‘que dependia su deta, Debido a que la agricultura comer- ‘al terminé por predominar en la regién, los campesinos ‘vieron también imposible asegurar tierra suficiente para ‘reducir sus propios alimentos, En el pasado, las grandes hhaciendas solfan almacenar mats para luego venderlo a precios altos en tiempos de escasez. Sin embargo, en la e- sgunda mitad del siglo Xvitt mermé la produccién de este ‘cereal, mientras que aument6 la de los articulosalimenti= 2 Tico, lseratin, 1988, pp. _cios urbanos, cuyo costo era mayor.”* $430 Foran, Orie, 1876, p. Lag tensiones en la Nueva Espaiia del siglo XVit oe 7 cexacerbaron a causa de una serie de crisis agricolas que ‘ondujeron a periodos temporales pero severos de excasez Y a clevaciones en lor precios de ls alimentos. Durante {ales emergencias, el pals padecta hambre y enfermeda- ds. Entre 1720 y 1810 sobrevinieron diez de dichos de- sastres,siendo el peor el. que tuvo lugar en 1785, cuando ‘una helada excepcionalmente rigurosa destruyé las co- sechas de ma(z en diversas partes de Nueva Espafia. La erisis de 1785-1786 tuvo efectos particularmente devasta- dores en el Baio, ue enfrent6 una hambruna generalizada Se calcula que 300 000 personas perecieron en todo el teritorio novohispano debido a aquella catéstrofe natu rl. BL 154 de la poblacin rural muri6 de inanicin 0 por ‘enfermedad. En lugar de dar ayuda a los campesinos, las ‘autoridades concentraron sus esfuerzos en las ciudades, haciendo incluso que se les abasteiera con granos prove- nicntes de reas rurales afeetadas. El bajo clero, testigo presencial dela situacin, apelé alos funcionarios corres- pondientes para que se la remediara. El obispo de Mi- ‘hoacén Antonio San Miguel insté ala corona a que abo- Tiera los tributos, suprimiera las distinciones eticas, ‘ofreciera empleos'a toda la gente dentro del gobierno. y sistribuyera terra a los necesitados con objeto de mejo

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