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UNIDAD I – La ética contemporánea: dialéctica de lo particular y lo U-S

A- El doble movimiento de la Ética Contemporánea. - Fariña


La transmisión de la ética se asienta hoy en un doble movimiento que se expresa en la dialéctica de lo particular y
singular.
Primer movimiento:
De la intuición al “Estado del arte”
• El conocimiento ya existe y antecede por lo tanto a la situación.
• Es la dimensión deontológica (codificaciones éticas disponibles). Da cuenta del “deber hacer”. Es lo
particular.
• La expresión más depurada de esta lógica son los llamados “códigos de ética”.
• Su método es el de los tres tiempos de toda legislación: vistos, considerandos, resolución.
En los considerandos se enuncia el eje, el valor, a partir del cual se intenta intervenir sobre la situación.
Es el “Estado del arte” que antecede a la situación.
La resolución es la instancia en la que se arbitra una medida para modificar la situación descripta en los
vistos, en los términos señalados por los considerandos
 Tránsito de los juicios morales al universo de conocimientos disponibles en materia de ética profesional.
Implica situar el problema en el estado del arte, el cual da cuenta de los avances alcanzados por la
disciplina. De este modo, el primer movimiento permite deducir el accionar deseable del profesional ante
situaciones dilemáticas de su práctica. Da cuenta de que debería hacer y porque.
 Un primer movimiento que revela los elementos generales que revela los elementos generales de una
situación para confrontarlos a un análisis del estado del arte y del campo normativo, categorías teóricas
establecidas y consensuadas, pero interpretadas a la luz de la dimensión del sujeto; y un segundo
movimiento que recorta el caso en su singularidad. (el segundo movimiento: recorta el caso en su
singularidad)

Segundo movimiento:
Es suplementario del anterior, dando cuenta de las singularidades en situación. Son aquellos escenarios dilemáticos,
para los cuales no existe en sentido estricto un conocimiento disponible, sino que es la situación misma la que funda
conocimiento al sustraerse de la lógica precedente. Interroga la norma más allá de todo campo reflexivo,
suplementando el universo al decretar su incompletad. No da cuenta, del “que debería hacer” (pauta deontológica
particular), sino del que hacer allí donde la situación se revela a posteriori como desbordando el conocimiento que la
antecede.

B - ¿Qué es esa cosa llamada Ética? - Fariña

Toda violación a la Ética, conlleva a una mala praxis, pero no toda mala praxis involucra un problema de ética.
Después del ejemplo de la terapeuta que teje, y de todo lo que entreteje esa cuestión, Fariña nos da una primera
lección: el horizonte ético escapa a las evidencias inmediatas.
Historia del capitulo de los Simpson. Bart tatuándose un corazón con la palabra mother, es interrumpido por la madre
quedando solo moth (polilla). Marge intercepta el destino incestuoso del tatuaje original, desviándolo a declarar su
amor a una polilla.

C - Lo Universal – Singular – Fariña

El tema que es central en ese ejemplo, es la prohibición, no hay lugar para el amor de Bart en Marge.
La evidencia de esa prohibición es que constituye la función de la ley.
Ese universal de la castración simbólica se realiza en la forma de lo singular. Es decir, nada sabemos de él, sino a
través de su emergencia singular. En Bart , en la fórmula moth(er) mama polilla, será la marca que realice, en el
cuerpo de bart, la función universal.
Lo universal existe entonces, a través de lo singular, y recíprocamente. El efecto singular, es una de las infinitas
formas posibles de realización de lo universal.
Sobre la dimensión universal-singular se comenzará a dibujar el horizonte de la ética.
Lo universal es diferente de lo General. Como universal se entiende aquel rasgo que es propio de la especie: su
carácter simbólico. Lo general, es lo que pudiendo ser una característica de todos los miembros e la especie no hace a
su condición misma.
Lo particular no se comprende separado de lo universal- singular y, a su vez, lo universal- singular no existiría sin lo
particular. Lo particular es un efecto de grupo. En otras palabras, un sistema de códigos compartidos. Si lo U-S
denotaba lo propio de la especie, lo particular será el soporte en que se realiza ese U-S.

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Esquema:

UNIVERSAL--------LENGUJE----------Castración simbólica. Ley.


PARTICULAR------LENGUA-----------Complejo de Edipo
SINGULAR----------HABLA-------------mothe(er)

Universal: común a toda la especia- lenguaje, la ley.


Singular: Habla de cada sujeto
Particular: complejo de Edipo, porque el crimen de Edipo plasmado en la tragedia de Sófocles es una de las formas de
representar la esencia del acto prohibido.

UNIVERSAL

E
T
Moral código --------------------- I---------------- PARTICULAR
C
A

SINGULAR

Particularismo: El efecto particularista es distintivo de la falla ética y se verifica en la pretensión de que un rasgo
particular devenga condición universal. Es justamente en ese efecto donde radica el núcleo de la violación a los
derechos humanos. Este se verifica cuando el campo particular de reconocimiento de un grupo (etnia, religión,
lengua), que solo debiera sostener en una de las variaciones posibles, la condición humana, aspira a colmarla,
pretendiendo que todos sean eso.
Se utiliza el termino MORAL para describir los sistemas de valores, y se reserva el termino ETICA para la disciplina
que estudia dichos entes.

D - Particular, Universal, Singular – Ignacio Lewkowics

La singularidad es lo que se sustrae del termino de uno, es la presentación “de algo” incalificable según el lenguaje de
la situación. El universal es lo que va más allá de “todos”. Para cada universal postulado, un algo singular lo obliga a
ir más allá de su aparente totalidad. El universal es la potencia de desborde, de exceso, es el gesto de ir más allá de las
totalizaciones supuestamente clausuradas al devenir
Hablaremos de singularidades cuando ese algo que se presenta hace desfallecer las capacidades clasificatorias de la
lengua de la situación, cuando ese algo no se deje contar como un individuo por ninguna de las propiedades
discernibles- estructurantes- de la situación. El término será singular cuando no pertenezca al universo en que
irrumpe, si su presentación hace tambalear las consistencias previamente instituidas. En la singularidad que irrumpe
fracasan las legalidades constituidas.
Se dirá entonces que una ley de un código que regula una situación cualquiera es siempre particular: esta sometida (o
suspendida) hasta la sorpresiva irrupción de una singularidad que – destotalizando como particular la legalidad del
universo previo- exija un gesto de suplementación (universalización) en nombre de una nueva ley más alta.
La singularidad no es una función monótona. Requiere de una intervención subjetiva que la produzca. No es
concebible una singularidad de por si.

E – Moral Y ética – Ariel

Noción de orden suplementario según Alejandro Ariel: ejemplo de alguna de las 4 dimensiones:

El concepto “suplementario” es tomado por Ariel de Alfred Jarry. Ariel habla de un orden suplementario en tanto no
es opuesto ni complementario al orden social. Se trata de un “en más” (más allá, opinión personal de Sebas) al orden
social. Este nivel excede y desorganiza el orden social cada vez que crea. Es una desorganización necesaria, en tanto
a partir de ella es posible el acto creador. De no ocurrir así, el acto creador será un dormir en las condiciones de la
estética de la época.
Dentro del orden suplementario Ariel ubica a la ETICA y el ESTILO. La ética es una existencia que se afirma.
Implica un acto. Es una afirmación en tanto ACTO. Es la posición de un sujeto frente a su soledad. No es la posición

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en lo social por su relación a los otros, sino frente a lo que está dispuesto a afirmar y firmar. La ética propone otro
plano de existencia y en ese sentido es atemporal, atemática y existencial. El estilo es una afirmación en tanto
CREACION. Comunica la existencia y no yerra en los signos. También es la posición del sujeto frente a su soledad, la
diferencia es que no es frente a lo que está dispuesto a afirmar, sino frente a lo que se dispone a crear más allá de la
belleza (término perteneciente a la estética que se ubica en el otro orden). Es atemático, no histórico y atemporal.
Del lado del orden moral Ariel ubica a la moral y a la estética. La moral es lo pertinente a la conducta social de un
sujeto entre otros. Son los deberes del sujeto frente al Estado, frente a la ley. La moral es temática porque siempre se
sitúa sobre algún tema y es temporal porque está sujeta a una época determinada. La moral tmb es subsistencial,
permite algún ordenamiento de la existencia de ese sujeto en lo social. La moral es la pereza de la existencia, es un
dormir en los signos del Otro. La estética son las condiciones de posibilidad de la experiencia de la belleza en el orden
social. Se da en un cierto espacio y en un cierto tiempo. La estética en lo social es un crimen para el sujeto, porque
propone el “para todos”.
El texto no brinda mayores ejemplos sobre los 4 órdenes, se la pasa divagando acerca de dos variantes de la estética
pero es irrelevante.

F - Interés ético de la tragedia (Fariña) /Del acto ético (Fariña) / Sófocles: Antígona

El sentido del acto ético: se trata de la puesta en juego de lo U-S de la especie, realizado sobre una superficie
particular. Lo U-S carece de toda existencia fuera de lo particular.
En Antígona, lo importante es el valor simbólico que adquiere el rito funerario en tanto soporte del juego U-S.
El punto de desencuentro, el punto de enfrentamiento entre Creonte y Antígona es el tema de dos legalidades que cada
uno sostiene de un modo distinto. Creonte en su discurso aplasta la subjetividad misma, él sostiene la ley de la ciudad
y Antígona sostiene la ley de los dioses (la ley del deseo).

Breve síntesis argumental de la Antígona (Sófocles) incluyendo el tema de Los Siete sobre Tebas (Esquilo), Edipo
Rey y Edipo en Colono:

EDIPO REY: Edipo es el rey mítico de Tebas, hijo de Layo y Yocasta, que mató, sin saberlo, a su propio padre y
desposó a su madre. Al nacer Edipo, el Oráculo de Delfos auguró a su padre, Layo, que aquel, al crecer, le daría
muerte y desposaría a su mujer. Layo, queriendo evitar tal destino, ordenó a un súbdito que matara a Edipo. Apiadado
de él, en vez de matarlo, el súbdito lo abandonó en el monte Citerón, colgado de un árbol por los pies. Un pastor halló
el bebé y lo entregó al rey Pólibo de Corinto. Peribea o Mérope, la esposa de Pólibo y reina de Corinto, se encargó de
la crianza del bebé, llamándolo Edipo, que significa "de pies hinchados" por haber estado colgado. Al llegar a la
adolescencia, Edipo, por habladurías de sus compañeros de juegos, sospechó que no era hijo de sus pretendidos
padres. Para salir de dudas visitó el Oráculo de Delfos, que le auguró que mataría a su padre y luego desposaría a su
madre. Edipo, creyendo que sus padres eran quienes lo habían criado, decidió no regresar nunca a Corinto para huir de
su destino. Emprende un viaje y en el camino hacia Tebas, Edipo encuentra a Layo en una encrucijada, discuten por la
preferencia de paso y lo mata sin saber que era el rey de Tebas, y su propio padre. Más tarde Edipo encuentra a la
esfinge, un monstruo que daba muerte a todo aquel que no pudiera adivinar su acertijo, atormentando al reino de
Tebas. A la pregunta de cuál es el ser vivo que camina a cuatro patas al alba, con dos al mediodía y con tres al
atardecer, Edipo responde correctamente que es el hombre. La esfinge, furiosa, se suicida lanzándose al vacío y Edipo
es nombrado el salvador de Tebas. Como premio, Edipo es nombrado rey y se casa con la viuda de Layo, Yocasta, su
verdadera madre. Tendrá con ella cuatro hijos: Polinices, Eteocles, Ismene y Antígona. Al poco, una terrible plaga cae
sobre la ciudad, ya que el asesino de Layo no ha pagado por su crimen y contamina con su presencia a toda la ciudad.
Edipo emprende las averiguaciones para descubrir el culpable, y gracias a Tiresias descubre que en realidad es hijo de
Yocasta y Layo y que es él mismo el asesino que anda buscando. Al saber Yocasta que Edipo era en realidad su hijo,
se da muerte, colgándose en el palacio. Horrorizado, Edipo se quita los ojos con los broches del vestido de Yocasta y
abandona el trono de Tebas, escapando al exilio.

EDIPO en COLONO: Edipo, ciego y desterrado de Tebas, llega errante a Colono demo del Ática, al norte de Atenas,
ayudado por su hija Antígona. Los habitantes de Colono le piden que se marche, pero él, sabiendo que éste era el
lugar en el que había de morir según el oráculo, se niega a hacerlo. Se recurre a Teseo, rey de Atenas, quien asegura a
Edipo su protección y le promete que será enterrado en suelo ático. De esta forma su espíritu protegerá Atenas. El
rugir de los truenos advierte a Edipo que la hora de la muerte se está acercando. Se retira y un mensajero cuenta que
tras bendecir a sus hijas, se ha apartado a un lugar solitario y que ha muerto solo, en presencia de Teseo. El mensajero
desconoce la forma exacta de su muerte. Se presenta también en esta obra el conflicto entre los dos hijos de Edipo,
que acabará de manera trágica.

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LOS SIETE CONTRA TEBAS (tragedia de Esquilo): La acción se desarrolla dentro de la ciudad de Tebas durante el
asedio del ejército argivo a la ciudad, a causa de la negativa de Eteocles de ceder su turno para reinar en la ciudad que
había pactado con su hermano Polinices. Su padre Edipo había lanzado previamente una maldición contra ambos
hermanos. El coro de tebanas trata de que Eteocles cambie de opinión y no vaya a combatir frente a su hermano, pero
éste, que sabe que está haciendo efecto la maldición de su padre, marcha a combatir a la séptima puerta. Un mensajero
informa a las tebanas de que todo ha marchado bien en seis de las puertas y que la ciudad de Tebas se ha salvado pero
que en la séptima puerta los dos hermanos Eteocles y Polinices se han dado muerte en uno al otro. Un heraldo informa
de que los magistrados tebanos han decidido que Eteocles sea enterrado con los debidos ritos pero que a Polinices
debe dejársele insepulto y sin honores. Sin embargo Antígona, hermana de ambos, manifiesta su propósito de
desobedecer la orden y dar también sepultura a Polinices.

ANTIGONA: Edipo, tuvo dos hijos varones: Polinices y Eteocles. Ambos acordaron turnarse anualmente en el trono
tebano pero, tras el primer año, Eteocles no quiso ceder el turno a su hermano, por lo que el primero llevó un ejército
foráneo contra Tebas. Ambos hermanos se dieron muerte mutuamente, pero son los defensores de Tebas los que
vencen en el combate. (esta es la sinopsis de la tragedia anterior, si querés ahorrarte el párrafo previo).

Antígona cuenta a su hermana Ismene que Creonte, actual rey de Tebas, impone la prohibición de hacer ritos fúnebres
al cuerpo de Polinices, como castigo ejemplar por traición a su patria. Antígona pide a Ismene que le ayude a honrar el
cadáver de su hermano, pese a la prohibición de Creonte. Ésta se niega por temor a las consecuencias de quebrantar la
ley. Antígona reprocha a su hermana su actitud y decide seguir con su plan. Creonte anuncia ante el coro de ancianos
su disposición sobre Polinices, y el coro se compromete a respetar la ley. Posteriormente, un guardián anuncia que
Polinices ha sido enterrado, sin que ningún guardián supiera quien ha realizado esa acción. El coro de ancianos cree
que los dioses han intervenido para resolver el conflicto de leyes, pero Creonte amenaza con la muerte a los
guardianes porque cree que alguien los ha sobornado. Pero pronto se descubre que ha sido Antígona la que ha
enterrado a su hermano. Antígona confiesa y señala a Creonte que ha desobedecido porque las leyes humanas no
pueden prevalecer sobre las divinas y se muestra orgullosa de ello y sin temor a las consecuencias. Creonte la increpa
por su acción, sospecha que su hermana Ismene también está implicada y, a pesar del parentesco que lo une a ellas, se
dispone a condenarlas a muerte. Ismene, llamada a presencia de Creonte, y a pesar de que no ha desobedecido la ley,
desea compartir el destino con su hermana y se confiesa también culpable. Sin embargo, Antígona, resentida contra
ella porque ha preferido respetar la ley promulgada por el rey, se niega a que Ismene muera con ella. Finalmente, es
solo Antígona la condenada a muerte. Será encerrada viva en una tumba excavada en roca. El hijo de Creonte,
Hemón, se ve perjudicado por la decisión de su padre, ya que Antígona es su prometida. Señala a su padre que el
pueblo tebano no cree que Antígona merezca la condena a muerte y pide que la perdone. Creonte se niega a ello y
manda traer a Antígona para que muera en presencia de su hijo. Hemón se niega a verla y sale precipitadamente.
Antígona va camino de su ejecución y, si bien no se arrepiente de su acción, ha perdido la altivez y resolución que
mostraba antes, al dar muestras de temor ante su muerte. El adivino Tiresias interviene en ese momento para señalar a
Creonte que las aves y los perros arrancan trozos del cadáver de Polinices y los dejan en los altares y los hogares,
señal de que los dioses muestran señales de cólera. Acusa a Creonte de imprudente y vaticina que alguien de la sangre
de Creonte pagará sus errores con su muerte. El coro de ancianos también aconseja al rey que cambie de actitud.
Creonte, ante las profecías de Tiresias, cede y se dispone a rectificar sus faltas. Un mensajero explica a Eurídice, la
esposa de Creonte, cómo su esposo, tras suplicar perdón a los dioses, lavó y honró el cadáver de Polinices, erigiéndole
un túmulo funerario. A continuación se disponía, juntos con los guardianes, a liberar a Antígona del sepulcro donde
había sido encerrada, pero ésta fue hallada ahorcada y Hemón se había suicidado clavándose una espada tras encontrar
a su prometida muerta. Quedó abrazado a ella mientras moría.Creonte aún tiene que soportar otra desgracia más, pues
al volver a palacio con su hijo muerto en brazos, es informado de que su esposa Eurídice también se ha suicidado al
conocer las noticias. El coro finaliza con un llamamiento a obrar con prudencia y respetar las leyes divinas.

Cuestión ética central en Antífona


En Antígona el acto ético aparece en toda su plenitud. Es allí donde Antígona se enfrenta con la opción de obedecer a
Creonte, dejando el cadáver de Polinisis a la intemperie, o enterrar a su hermano y ser castigada. Enterrar a su
hermano es ir más allá de las normas, asumiendo la responsabilidad de un acto que la conduce a la muerte, sin
detenerse ante el temor o la compasión.
Interrogada por Creonte, Antígona reconoce la existencia del edicto del rey, pero aclara que son otras las leyes que ella
obedeció al enterrar a su hermano. La referencia a los Dioses en el texto debe ser contemplada bajo el esquema que
presenta la respuesta de las mediaciones normativas: es decir, lo que el coro a firma respecto a entrelazar las normas
de la tierra con la justicia de los hombres, a partir de lo cual se constituye uno como ciudadano. Despedirse de un ser
querido requiere de un proceso de transformación del objeto amoroso, denominado por Freud como “trabajo de
duelo”. El duelo es singular, pero se realiza estrictamente en las coordenadas de lo universal-singular, encontrando su
soporte en lo particular. Mientras que la peculiaridad del objeto recae en lo universal, lo particular está dado por el rito

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funerario. El entierro de Polinices es para Antígona condición necesaria para que lo universal-singular pueda
desplegarse. Justamente ese entierro es lo que Creonte ha prohibido. El deseo de sepultura de Antígona no supone
reivindicación alguna de lo que su hermano fue en vida, tiene más que ver on una renuncia a toda forma de ideal,
dando así a su acto una dimensión ética.
El tema ético central en Antígona consiste en el valor que adquiere el rito funerario en tanto soporte del juego
universal-singular. El sentido singular del trabajo de duelo no existe a priori. Las formas particulares le dan
consistencia al acto.
Lacan: El duelo aparece como un trabajo a realizar dado que este agujero no puede ser colmado ya que queda allí
abierto y es el conjunto del significante el que intenta resolver su sutura. El orden simbólico introduce a un sujeto a la
cultura y no lo abandona ni aun después de muerto, es necesario preservar algo del registro de ese ser, en el duelo o en
la lápida. El trabajo de duelo es una satisfacción dada a lo que se produce de desorden en razón de la insuficiencia de
los elementos significantes, para hacer frente al agujero creado en la existencia. Si ese dispositivo falla y los
elementos simbólicos no se presentan a suturar aquello que falta, retorna entonces desde lo real la figura espectral del
muerto. La posición de Antígona representa un límite radical que más allá de todo contenido, de todo lo bueno o malo
que haya podido hacer Polinices, mantiene el valor único del ser de su hermano. Antígona debe hacer ese sacrificio
en la medida en que a ella no le es permitido simbolizar esa pérdida, en la medida en que esa ausencia radical que es
la figura de Polinices echa sobre sus espaldas todo el peso de una herencia criminal. Polinices tiene para ella todas las
marcas del objeto irrepetible, objeto del cual no puede desprenderse, no se trata de que algo intenten ocupar ese sitio,
el sitio de la perdida, sino de que la perdida sea posible.

Mediaciones instrumentales y mediaciones normativas. Su tratamiento en la segunda entrada del coro de Antígona
CORO:

Estrofa 1: Ubica el logro del hombre al lograr emanciparse de la naturaleza. Diseñando embarcaciones para surcar los
mares y arados para trabajar la tierra, inagotable avanza el hombre. En la antistrofa, que sirve como respuesta que
amplía el panorama de la primera, afirma que el hombre h conseguido someter al resto de las especies que pueblan la
tierra: el caballo, el toro, los pájaros, criaturas del océano, etc. Para hacerlo, debió redoblar su ingenio en la creación
de herramientas cada vez más sofisticadas: el lazo, las redes, los ardides. Estas estrofas establecen el carácter
formidable del hombre en tanto ha creado las mediaciones instrumentales.
En la segunda estrofa (“y aprendió por sí solo el lenguaje y la ideas etéreas, y los comportamientos que imprimen un
orden a las ciudades”), se hace referencias a otro tipo de mediaciones, esta vez entre seres de la misma especie. La
segunda parte de la segunda estrofa hace referencia a la ley. Si el lenguaje es el mediador subjetivo por excelencia, la
legislación, que imprime un orden al caos, será su correlato social.
Por estas dos estrofas comprendemos porqué afirma el coro que el hombre es formidable. Por la antistrofa de la
segunda estrofa se subraya que justamente por esta característica es que el hombre tiene problemas éticos: a veces
obra en el sentido del bien, otras del mal. Un ciudadano será aquél que logre armonizar su proceder en la tierra (la
moral de las normas de lo PARTICULAR) con la justicia de los Dioses (UNIVERSAL). Es decir, mientras hay
normas que cambian de acuerdo a conductas particulares, existen ciertos principios que permanecen de acuerdo al
horizonte universal-singular del acto humano
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UNIDAD II: La articulación entre los derechos humanos y la ética profesional.

A- Deontología y psiquiatría – Tomkiewicz

Cuenta que una inyección producía dolor a un enfermo, pero sabía también que se la aplicaba por su bien.
En un servicio donde trabajaba se acercaban personas que pagaban para tener derecho a un “Electroshock
ambulatorio”. Eran personas afectadas por un estado llamado “melancolía”.
En el mismo servicio había chicas y muchachos jóvenes a quienes también se les aplicaba electroshock, eran
esquizofrénicos, pero éstos jóvenes rechazaban el electroshock, se les aplicaba contra su voluntad. Él rechaza el
uso del electroshock con estos enfermos ante el asombro de grandes psiquiatras de la época que lo consideraban
normal, legítimo y médico, aún cuando era aplicado contra la voluntad del enfermo.
Reflexiona: Al darle un Valium a un enfermo que está muy ansioso de alguna manera le estoy impidiendo hablar y
reflexionar acerca de las causas de su ansiedad. Cuando comienza a darle Valium no puede saber si él no tendrá
necesidad de Valium toda su vida. Ahora, si el mismo joven ansioso, en lugar de venir a consultar va, para calmar
su ansiedad a comprar un cigarrillo de haschich, dejará inmediatamente de ser considerado como un enfermo cuyo
medicamento es reembolsado por la Seguridad Social; se transformará en un toxicómano al que la policía, la
justicia y la opinión pública tendrán el derecho de castigar y reprimir. El cigarrillo de haschich le impedirá hablar y

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reflexionar acerca de las causas de su ansiedad del mismo modo que el Valium. Pero si se le da Valium él es un
buen médico, y el que le vende el cigarrillo es un traficante de droga.
Da otros ejemplos de drogas aplicadas a diferentes enfermos recordando que según la OMS la finalidad de los
médicos debe ser el salvaguardar la salud, es decir el bienestar físico y mental de la gente.
En 1962 se realizaban en el marco de la NASA para poder ir a la luna experiencias del llamado “aislamiento
sensorial”. El resultado dio lugar a la definición del “síndrome psíquico del aislamiento sensorial” con
alucinaciones, crisis de agresividad, desestructuración del esquema corporal y situaciones de sufrimiento tan
agudo que las personas preferían morir a continuar. Algunos años más tarde un médico proponía el aislamiento
sensorial como medio terapéutico para esquizofrénicos, delirantes, depresivos. No se pedía el consentimiento de
los enfermos. ¿Para qué? Son locos y la opinión de un loco es por definición una no-opinión.
El autor se pregunta: ¿Dónde termina la medicina y dónde comienza el castigo, la violación, la tortura?
Lo que nos permite habitualmente tolerar esta confusión es tal vez el carácter de aquellos a quienes se aplican, a
quienes se imponen todos estos métodos; locos, delincuentes, homosexuales, etc.

B- Las minorías según Benetton – Fariña

Cuando se habla de diferencias, de diversidades humanas, las más de las veces estas ingresan bajo la forma de
minorías. Una minoría es un grupo que es objeto de un trato diferencial por parte de otro – provisoriamente lo
llamamos mayoría.

Dimensión humana (factores constantes/rasgos antropológicos)

Minorías

Dimensión Histórica (factores contingentes o variables)

Si nos centramos en la dimensión humana, existen 2 factores que se reconocen como constantes a lo largo de distintos
casos de minoría.

1. El que llamamos movilización erótica sexual (hemos cambiado el deseo sexual genital por el de saber –
ejemplo del alumno desnudo).
2. Cuado el rasgo de una persona se hace de carácter grupal estamos en presencia de una minoría

Un tratamiento riguroso del tema del rechazo entre los grupos humanos a causa de sus diferencias y en particular del
rechazo y persecución de las minorías, debe partir, de la distinción básica que queda planteada. Por un lado, la
agresividad constitucional en el humano (carácter antropológico) y por otro lado, las condiciones históricas que
moldean su aparición en distintas épocas (carácter histórico)

Si nos centramos en la dimensión histórica vemos que en todas las formas de minoría que la humanidad conoció hasta
el advenimiento del capitalismo, siempre el rasgo del objeto de movilización ha sido un elemento del orden de lo
natural. Entendemos por natural aquellas marcas que el ser humano trae al nacer o adquiere en la muy temprana
infancia y que lo acompañan de modo indeleble a lo largo de toda su vida.
Los objetos sociales que eran objeto de discriminación injusta, hoy tienden a ser integrados, esto no es porque no
existan minorías en el capitalismo, sino porque el efecto de movilización tiende a desplazarse a un nuevo objeto, nos
sorprenderíamos si a un aula entrase alguien extremadamente pobre. Lo que hoy moviliza hoy hasta el asco y la
repulsa no es ya el color de piel, la religión o la lengua, sino la pobreza extrema.
Hoy es la cantidad de dinero que tenemos en el bolsillo lo que define nuestra pertenencia a mayorías o minorías.

Minorías del PRE capitalismo (religión, raza, lengua, genero, etc.)

Dimensión historia

Minorías del capitalismo avanzado (Dinero)

C- Consideraciones Sobre la ética profesional: dimensión clínica y campo deontológico – jurídico – Gabriela
Z Salomone

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2 dimensiones de la Ética Profesional:
Deontología: practica, regulación, marco normativo, ley para todos los individuos.
Clínica: sujetos no individuos, lo posible para ese sujeto, construir en el encuentro con el analista, lo singular.
Generalmente la Ética profesional es tomada como sinónimo de Deontología y eso conlleva ciertas dificultades.
Una ética profesional asociada exclusivamente a la deontología genera un desdoblamiento de la función profesional
que toma dos caras, por una parte un profesional con deberes de ciudadano, atendiendo a exigencias sociales y legales
de la profesión, siguiendo su practica en función de un sujeto de derecho, y por otra parte un profesional que lidia con
el sufrimiento de paciente, operando con otra concepción de sujeto.
Las prácticas en salud mental revisten gran complejidad en lo referente a la Ética profesional, ya que esta última
involucra un campo normativo (códigos de ética, deberes profesionales) y las exigencias que la dimensión clínica
presenta. Con esto último se hace referencia a la perspectiva que toma en cuenta al sujeto, la singularidad en situación.
El campo normativo configurado sobre una lógica de lo general recorta los problemas desde una perspectiva
particular. En cambio, la dimensión clínica constituye un modo de lectura sustentado en la categoría de lo singular. El
termino singular esconde su enorme potencia cualitativa tras una inocente apariencia cuantitativa. Lo singular supone
una operatoria de suplementación respecto de las referencias previas. La dimensión clínica introduce una lógica
distinta, lógica de sujeto, que remite a una falta estructural, la prohibición fundante. Es una ética ligada a la
descompletud, se trata de la lógica de la castración.
Por lo dicho anteriormente, debemos saber que la práctica sostenida en la deontológica hace desvanecer la dimensión
del sujeto..
Si bien hay profesionales que optan por obedecer a lo normativo y otros lo desechan, es importante tener en cuenta la
complejidad de la ética profesional, ya que la confluencia de ambas dimensiones, la normativa y la clínica, dan cuenta
de diferentes aspectos de la responsabilidad ligada a la práctica de la profesión.
Lo que nos propone la autora es una articulación, entre ambas dimensiones. Establecer la ética profesional en su doble
dimensión, campo normativo y dimensión clínica. Ya que desde lo normativo no debemos desconocer los principios
que sustentan nuestro quehacer, pero debemos introducir la dimensión del sujeto en el encuentro.

Campo Normativo: códigos deontológicos y orden jurídico

La deontología refiere a los deberes relativos a una práctica determinada, los cuales, en su forma de enunciados
normativos, se plasman en los llamados “códigos de Ética”. Se aboca al estudio de los deberes y obligaciones de los
psicólogos, lo cual incluye el tratamiento de ciertas problemáticas propias de ese campo, tales como, confidencialidad,
explotación, competencia, idoneidad, integridad, capacitación, respeto por los derechos y dignidad de las personas,
responsabilidad profesional y científica, ámbitos de la incumbencia. También se ocupa de los deberes y obligaciones
de los psicólogos en lo referido a declaraciones públicas, publicaciones, actividades de investigación, supervisión,
docencia, etc.
1) Establece una serie de pautas que regulan la práctica, funcionando como una referencia anticipada a situaciones
posibles y por venir. El campo normativo tiende a configurarse y a funcionar en tanto universo. Los códigos (como
las leyes y las normativas institucionales) deben expedirse con respecto a todos los casos posibles, en todas las
circunstancias posibles, para todos los sujetos posibles. La formulación de la norma y el criterio que sustenta deben
permitir que una variedad de casos sean contemplados en ella. La norma ordena, pero la condición es que ordene más
allá del uno a uno, haciendo homogéneos a los “cada uno” en un “todos”. Lo singular que un sujeto comporta, siempre
diverso y heterogéneo, no estará contemplado en la norma; este hecho introduce el problema de la articulación entre el
campo normativo y la clínica. Sin embargo, debemos señalar que, si la jurisprudencia es el conjunto de sentencias -no
el conjunto de casos-, entonces alude a los modos previos de aplicación e interpretación de la norma.
2) Resumen el conocimiento alcanzado en el campo profesional hasta cierto momento histórico (Estado del Arte), el
cual funciona como fundamento de las normativas. Estado del Arte y regulaciones profesionales constituyen el
conocimiento que antecede a una situación dada.
3)Las normativas de los códigos encuentran una referencia jerárquicamente superior en las normas jurídicas.
Los códigos de Ética, al ser producidos en el seno de una comunidad que participa de la comunidad mundial, resumen
los valores consensuados y sostenidos por la comunidad en su conjunto, no sólo la comunidad profesional. En este
sentido, los códigos condensan los valores morales de un tiempo histórico determinado. Muestran el compromiso
ético de resguardar al ser humano, velando por los derechos fundamentales.
El circuito queda entonces configurado de la siguiente manera: práctica profesional - normativa deontológica - ley
social - Constitución Nacional - normativa internacional - declaración universal de los Derechos Humanos -.

La aplicabilidad del código

- Excepción a las normas: Hay puntos y excepciones a esos puntos, como por ejemplo al secreto profesional.
La normativa determina que ciertos motivos clínicos o terapéuticos pueden ser excepción legitima al secreto
profesional

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- La interpretación de la norma: Habrá que evaluar, en situaciones reales, no ideales, si las situaciones están
consideradas dentro de cada norma. Será necesario interpretar la norma, no se podrá aplicar la norma de
modo automático. Debemos interpretar si la formulación general de la norma se ajusta al caso particular al
que nos enfrentamos.

Consideraciones sobre la posición ética:

Lo que constituye la perspectiva ética propiamente dicha es la articulación del campo normativo deontológico-jurídico
y la dimensión propia del sujeto, la clínica.
Lo normativo coincide con lo general, evocando un sujeto anónimo, todos y a la vez ninguno, se asienta en
concepciones basadas en una noción de sujeto que difiere considerablemente de aquella que nos guía en la práctica
clínica. Se organiza sobre la lógica de universo cerrado y consistente donde se excluye lo singular en tanto diverso y
heterogéneo. La perspectiva ética nos orienta en el sentido de incluir esa dimensión singular excluida de lo particular,
y reflexionar sobre su articulación. La consistencia del universo normativo es ilusoria. El sujeto es convocado desde
su punto de inconsistencia, excluido de lo particular, ya sea en su cualidad de único (1er mov de la ética), o en su
recorte singular (2do). El conocimiento antecede a la situación, la confrontación con el caso nos compele a interrogar
las normas y saberes previos para reordenarlos en función del caso a analizar.
La interpretación funda la lógica NO TODO y convoca al sujeto a responder.
Desde la posición ética se busca la articulación sujeto-ley.
Se configurarán dos posiciones distintas:
- Abordar el campo normativo desde un posicionamiento moral, de mera obediencia.
- Una posición bien distinta es la posición ética de responsabilidad. Aquí ninguna referencia funciona como
determinación absoluta. Sino que el sujeto acepta ese punto de indeterminación radical que lo convoca a
responder de un modo singular – no anónimo-

La disposición a interpretar la norma supone una mirada sobre el código que se sustraiga a la intención dogmatizante,
se trata de una posición subjetiva que acepta la lógica de la falta.

D- La singularidad en los códigos de ética – María Elena Domínguez

Eira y deontología: La ética concebida clásicamente como la ciencia que estudia los comportamientos morales de los
sujetos humanos, será en este sentido, la disciplina confinada a recopilar las acciones adquiridas como hábitos,
supuestamente universales, para extraer de allí reglas generales que tendrán valor de éticas. Siendo así “la teoría o
ciencia del comportamiento moral de los hombres en sociedad”
La deontológica, pos su parte del deon, deontos, significa obligación, deber y logia indica conocimiento. En su
vertiente etimológica es definido como la ciencia de los deberes o la teoría de las normas morales. Se comprende
como el conjunto de reglas que un grupo establece para sí en función de una concepción ética común.
Pareciera ser entonces que ética y deontológica coexisten en sintonía pero, la diferencia radica en que la deontológica
legisla aquello que se debe hacer, lo esperable en el marco de las relaciones humanas que regula, mientra que la ética
reflexiona sobre el obrar humano, sobre los actos del sujeto que no pueden ser anticipados por la norma.
La perspectiva de ética que se sitúa se halla soportada en la practica y teoría sicoanalítica y se sustenta en la pregunta
(lacan) ¿ha actuado usted en conformidad con el deseo que lo habita? Dentro de ese marco el deseo ICC es la
referencia. La cura analítica lejos de buscar normativizar al sujeto según algún ideal moral implicará el pasaje por la
castración y la lógica del no-todo. La concepción de la ética se sostiene en el saber-hacer en acto que se contrapone al
saber absoluto. La ética no será pues un asunto pertinente a la ciencia como acumulación de saber sino al deseo en
tanto que indomesticable agrieta esa dimensión.
Se llamara ética a las: singularidades en que se ponen en juego los universales que exceden cualquier ley particular”
Entendemos por particular, aquellos usos, costumbres y valores que comparte un grupo en un lapso histórico dado. El
universo de discurso compartido y consensuado. Llamaremos éticas a aquellas singularidades que produzcan un
quiebre respecto de ese universo de discurso del cual emergen. “Una ley de un código que regula una situación
cualquiera es siempre particular: esta sometida hasta la irrupción sorpresiva de una singularidad que – destotalizando
como particular la legalidad del universo previo- exija un gesto de suplementación en nombre de una nueva ley – mas
alta” Se produce un exceso respecto a las totalizaciones dadas.

La lectura de los códigos de ética: Los códigos son enunciados deontológicos de un determinado periodo histórico,
aquellas mediaciones normativas que regulan los vínculos profesionales. Pero este corpus, lejos de exigir una
obediencia bogará por la toma de posición soportada en su deseo. Se deberá saber transmitir. Debemos tomar posición
en la lectura de los códigos, en resguardo de la singularidad que se encuentra en la praxis.

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Tendrá que haber una lectura que sosteniendo la incompletad de saber de la letra produzca un salto cualitativo al
saber-hacer en acto: allí donde la estrategia del lector sostendrá su deseo. Asi ética y deontología se concilian en la
transmisión del deseo del analista, recortado como un exceso respecto del universo normativo previo.

E- Addenda: El doble movimiento de la Ética contemporánea: ¿una lectura posible sobre la singularidad en
los códigos? – María Elena Domínguez

El doble movimiento de la ética se nos presenta como un modo de situar la dialéctica existente entre las categorías de
lo particular y lo U-S dentro del ámbito propio de la ética.
La ética contemporánea a la luz de esta dupla engloba por un lado: “el universo de conocimientos disponibles en
materia de ética profesional y constituye una suerte de estado del arte… que da cuenta de los avances alcanzados por
las disciplinas y que permite deducir el accionar deseable por el psicólogo ante situaciones dilemáticas de la practica
profesional” y por otro lado “la singularidad en situación”
La deontológica es parte de la ética en tanto es la primera parte de su doble movimiento. El segundo movimiento, es
llamado por el primero, y es el de la singularidad. Es el del acto ético. Singularidad que solo existe si alguien la
nomina, solo si ese otro analista puede atraparla con los oídos dentro del dispositivo analítico.
Se trata de un saber hacer en acto. Entonces primero y segundo movimiento quedaran conciliados y suplementados
por un tercero que se produce en acto, que va del segundo al primero transmitiendo en el acto de lectura del texto
normativo el deseo del analista. Deseo que no se soporta en ningún ideal moral

Cuadro

Afirmación:

- La singularidad es homologa al acto ético del 2° movimiento


- Los códigos son un conjunto que agrupa deberes y obligaciones de los profesionales que constituye el
fundamento mismo del actuar ético
- La entrada a la situación
- Un saber que sustenta el quehacer en contenidos éticos establecidos a priori a la situación y que determinan
el “deber hacer”

Negación:

- La singularidad no es homologa al acto ético del 2° movimiento


- El corpus deontológica del 1° movimiento no es un catalogo totalizador de saber sino un compilado abierto
de experiencias instituyentes producto del hacer en acto del analista
- La salida de la situación
- Un saber que se funda a posteriori de la situación en relación al hacer. La situación funda saber. Se trata del
saber hacer en acto

Negación de la negación:

- Una singularidad solo lo es para la situación en la que irrumpe si existe el trabajo subjetivo de lectura,
producción y nominación.
- Los códigos son un catalogo de singularidades decididas producto del encuentro en la praxis con una
singularidad
- La lectura de la situación, estrategia del lector soportada en su deseo.
- Un “saber hacer ahí con” cada vez en acto que evidencia el pasaje del saber a la invención. El saber normal
no asiste en el hacer

Si encontramos la llave del saber hacer, saber hacer con el síntoma, se abrirá la puerta que permita oír al sujeto más
allá de la identificación.

F- Singularidades Codificadas - Ignacio Lewkowicz

El eje simbólico que conecta un universal con un singular es el eje formal privilegiado para pensar las situaciones
éticas.
En cualquier legislación hay tres momentos: los vistos, donde se diagnostica una situación en la que aparece un punto
de inconsistencia. Los considerandos, en los que se enuncia el eje, el valor, a partir del cual se intenta intervenir sobre
la situación. Y la resolución en la que se abrirá una medida para modificar la situación descrita en los vistos.

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Nuestra lectura apunta a ver que los considerandos implícitos en la prescriptiva están siempre orientados por el eje de
lo simbólico. Así el fundamento implícito de cualquier normativa, es el despliegue o la suplementación simbólica.
El Codex es la suma de diversidad de experiencias, así planteado, es un sistema abierto de experiencias instituyentes.
Es el cuerpo historial de las singularidades decididas. Admite nuevas implementaciones, pero no señala el punto en
que esta abierta, parece cerrado, solo una nueva singularidad lo abrirá. Es de ahí que al Codex no hay que leerlo como
códigos totalizantes morales que incluyen toda experiencia posible, sino más finamente como transmisión de una
experiencia y por lo tanto como condición de posibilidad de la experiencia. Esa transmisión de la experiencia significa
transmisión de la singularidad problemática decidida en una prescripción, y no como principio capaz de cubrir la
totalidad de las situaciones.

G- Abuso sexual en psicoterapia – Fariña

El dormirse en una sesión implicaría mala praxis, y solo al despertarse esta ante un dilema ético.
Toda violación a la ética conlleva una mala praxis, pero no toda mala praxis involucra un problema de ética.
El analista debe estar dispuesto a mantener la abstinencia, porque es eso y no otra cosa lo que el paciente requiere de
él.
Caso Joe Feigon: Psiquiatra de 60 años al que le retiraron la mantenido relaciones sexuales durante ocho años con
una paciente cuyo amante e hijos estaban también en tratamiento con él. La junta hizo hincapié en la manipulación de
los cuatro pacientes (dos de ellos menores) por parte de Feigon. Este caso es de abuso sexual. Violación de la pauta
ética de la abstinencia. Las relaciones sexuales que Feigon mantuvo con su paciente contaron con el consentimiento
de ella.
Caso Jules Masserman: Presidente de la Academia Norteamericana de Psicoanálisis y de la Asociación de Psiquiatría.
Fue denunciado por una de sus pacientes a quien el profesional abusaba sexualmente luego de inyectarla con Amytal.
La adicción de la paciente al Amytal fue creada por Masserman quién se negaba a retirárselo para crear las
condiciones de dependencia que facilitarán su conducta sexual. Se lo suspendió durante 5 años y luego optó por el
retiro voluntario. Violación de la ética. Cometió directamente una violación.
Caso Margaret Bean Bayog: Tenía como paciente a Paul Lozano. Fue internado varias veces por sus pensamientos
suicidas y sus intentos fallidos. La dra realiza una supervisión donde le informan que el tratamiento marcha bien y que
si interrumpe el tratamiento el paciente podría suicidarse. Se interrumpe el tratamiento porque la dra le exige que le
pague entre 100 y 120 la sesión. Lozano viaja por una rotación y muere tras inyectarse una dosis letal de cocaína. La
familia de Lozano inicia acciones contra Bean bong acusándola de haber manipulado y seducido a su paciente
causándole la muerte. Se basan para ello en varias cartas y fotografías de la terapeuta encontradas entre las
pertenencias de Paul Lozano, las cuales habían sido enviadas o entregadas por ella durante el tratamiento. La terapeuta
continúa con su labor de terapeuta bajo supervisión de un psiquiatra. Es un caso de mala praxis. Consultó con un
supervisor, deseaba hacer su trabajo lo mejor posible y estaba dispuesta para ello a escuchar la opinión de un tercero.
El hecho de que éste le aconsejara seguir adelante e incluso reforzara su vínculo imaginario con el paciente, no puede
atribuírsele a la terapeuta. Nunca evaluamos la gravedad ética de una conducta por las consecuencias que de ella
emanen para la víctima, sino por el análisis de los valores puestos en juego en la situación misma.

H- Puntualizaciones Sobre el amor en transferencia – Freud

*Freud, S. Puntualizaciones sobre el amor de transferencia


Apuntes de la clase de Carlos Gutiérrez: Frente a una paciente mujer que se ha enamorado del médico que la
analiza. Se pueden pensar dos desenlaces posibles: que se casen o interrumpir el tratamiento. Freud sostiene que el
punto de vista del analista debe ser distinto.
Freud dice:
“El médico (…) tiene que discernir que el enamoramiento de la paciente ha sido impuesto por la situación analítica
y no se puede atribuir a la excelencias de su persona.”
“A primera vista no parece que del enamoramiento en la transferencia pudiera nacer algo auspicioso para la cura.
(…) Luego meditando un poco, uno se orienta: cuanto estorbe proseguir la cura puede ser la exteriorización de una
resistencia. Y en el surgimiento de esa apasionada demanda de amor la resistencia tiene sin duda una participación
grande.”
Dice Gutiérrez: El análisis debe seguir y la cura se despliega en la transferencia, es ella misma el campo de batalla
donde se despliega la cura. Los preceptos morales no sirven para el psicoanálisis. Lo que el psicoanálisis comparte
con los preceptos morales es la no satisfacción de lo amoroso, pero se llegó allí por conveniencia analítica.
Freud: “(…) sustituir la imposición moral por unos miramientos de la técnica analítica, sin alterar el resultado” (la
no satisfacción de lo amoroso).

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Si se hace que la paciente sofoque lo pulsional es como llamar lo reprimido a la conciencia para reprimirlo
nuevamente.
Freud: “Exhortar a la paciente, tan pronto como ella ha confesado su transferencia de amor, a sofocar lo pulsional,
a la renuncia y a la sublimación, no sería para mí un obrar analítico, sino un obrar sin sentido. (…) Uno habría
llamado lo reprimido a la conciencia sólo para reprimirlo de nuevo.”
“La técnica analítica impone al médico el mandamiento de denegar a la paciente menesterosa de amor la
satisfacción apetecida. La cura tiene que ser realizada en la abstinencia. (…) Hay que dejar subsistir en el enfermo
necesidad y añoranza como unas fuerzas pulsionantes del trabajo y la alteración y guardarse (evitar) de
apaciguarlas mediante subrogados.”
“Consentir la apetencia amorosa de la paciente es tan funesto para el análisis como sofocarla.” “Uno retienen la
transferencia de amor, pero la trata como algo no real, como una situación por la que se atraviesa en la cura, que
debe ser reorientada hacia sus orígenes inconscientes y ayudará a llevar a la conciencia lo más escondido de la
vida amorosa de la enferma, para así gobernarlo.”
Gutiérrez:
Transferencia recíproca  contratransferencia. Hay que estar advertido y cuando se presenta vencerla con una
posición de neutralidad.
El amor de transferencia es resistencia. Pero el amor de transferencia es anterior, la resistencia se sirve de él. Se
trata de un amor auténtico. El médico fue quien tendió el señuelo.
Freud: “La participación de la resistencia en el amor de transferencia es indiscutible y muy considerable. Sin
embargo, la resistencia no ha creado este amor; lo encuentra ahí, se sirve de él y exagera sus exteriorizaciones.
(…) Este enamoramiento consta de reediciones de rasgos antiguos y repite reacciones infantiles. Pero ese es el
carácter de todo enamoramiento.”
“No hay ningún derecho a negar el carácter de amor ‘genuino’ al enamoramiento que sobreviene dentro del
tratamiento analítico.” Freud dice que es tan anormal como los enamoramientos que se dan fuera de la cura
analítica. “Es provocado por la situación analítica, es empujado hacia arriba por la resistencia que gobierna a esta
situación y carece de miramiento por la realidad objetiva (…) estos rasgos que se desvían de la norma constituyen
lo esencial de un enamoramiento.”
Los motivos éticos y técnicos coinciden. No hay técnica hay una posición ética.
“Para el obrar médico (el amor de transferencia) es el resultado inevitable de una situación médica, como lo sería
el desnudamiento corporal de una enferma o la comunicación de un secreto de importancia vital. Esto le impone la
prohibición firme de extraer de ahí una ventaja personal. (…) Motivos éticos se suman a los técnicos para que el
médico se abstenga de consentir el amor de la enferma.”

Tomando como referencia el artículo de Sigmund Freud "Puntualizaciones sobre el amor de transferencia" y la clase
teórica dictada sobre el tema:
¿Cuál es la posición que debe adoptar el profesional, a partir de la cual no debe responderse a las demandas amorosas
de los pacientes?
El profesional debe comprender que él tendió el señuelo a ese enamoramiento al introducir el tratamiento analítico
para curar la neurosis. Por ello, se le impone la firme prohibición de extraer de ello una ventaja personal. La
condescendencia de la paciente no modifica nada, no hace sino volcar toda la responsabilidad sobre su propia persona.
Motivos éticos se suman a los técnicos para que el médico se abstenga de consentir el amor de la enferma: su meta es
que esta mujer alcance la libre disposición sobre su capacidad de amar, sin dilapidarla en la cura, sino que la tenga
aprontada para la vida real cuando después del tratamiento esta se lo demande. Por alto que el analista tase el amor,
tiene que valorar más su oportunidad de elevar a la paciente sobre un estadio decisivo de su vida. Ella tiene que
aprender de él a renunciar al ppio de placer, renunciando a una satisfacción inmediata. Debe dejarse subsistir en el
enfermo necesidad y añoranza como unas fuerzas pulsionales del trabajo y la alteración, y guardarse de apaciguarlas
mediante subrogados.
En dos párrafos consecutivos, Freud se refiere a la abstinencia con relación al paciente y la neutralidad con relación al
profesional ¿Cuál es la relación entre ambos términos, tan importante para la ética profesional?
El profesional debe guardarse de desviar la transferencia de amor, evitando disgustar de ella a la paciente. Con igual
firmeza, debe abstenerse de corresponderle. Se retiene la transferencia de amor, pero se la trata como algo no real,
como una situación por la que se atraviesa en la cura, que debe ser reorientada hacia sus orígenes inconcientes y
ayudará a llevar a la conciencia lo más escondido de la vida amorosa de la enferma, para así gobernarlo. La paciente,
cuya represión de lo sexual no ha sido cancelada, sino sólo empujada al trasfondo, se sentirá entonces lo bastante
segura para traer a la luz todas las condiciones de amor, todas las fantasías de su añoranza sexual, todos los caracteres
singulares de su condición enamorada, abriendo desde aquí el camino hacia los fundamentos infantiles de su amor.
¿cuáles son las razones por las que el profesional no debe intentar satisfacer las demandas de amor de los pacientes?
Porque en ese caso, la paciente alcanzaría su meta. Sería un gran triunfo para ella y una derrota para la cura:
conseguiría repetir en la vida, mediante el acto, algo que sólo deben recordar y reproducir como material psíquico,

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conservándolo en dicho ámbito. Posteriormente, ella sacaría a la luz todas las inhibiciones y reacciones patológicas de
su vida amorosa sin que fuera posible rectificarlas en algo, para concluir finalmente en el arrepentimiento.
¿Qué diferencia existe entre lo que habitualmente se llama amor verdadero y el amor de transferencia?
En realidad, no puede negarse el carácter de “genuino” al enamoramiento que sobreviene dentro del tratamiento
analítico. De cualquier modo, se singulariza por los siguientes rasgos: 1. Es provocado por la situación analítica. 2. Es
empujado hacia arriba por la resistencia que gobierna a esta situación. 3. Carece en alto grado del miramiento por la
realidad objetiva, es menos prudente, menos cuidadoso de sus consecuencias, más ciego en la apreciación de la
persona amada de lo que querríamos concederle a un enamoramiento normal.

I – Ética y psiquiatría – Badiou


Si lo humano es la negación de lo inhumano cabria temer que la locura penetre en el campo de lo que lo humano no
puede reconocer como propio? En resumen, el hombre no seria mas que una salud normal, una deficiencia del cuerpo.
Los nazis defendían lo humano desde lo inhumano. Sostenian que la vida digna y creadora del almean normal era la
negación de la vida obscura y vana del loco. Estaban convencidos de que lo humano solo se afirma por su negación y
que era preciso eliminar de la humanidad todo lo que ella incluia de subhumanidad (los judíos) i de inhumanidad (los
locos). Este es el ESQUEMA DE NEGACION: AFIRMAR LO HUMANO CONTRA LO INHUMANO. La ética
sostiene una definición positiva de la humanidad del hombre. La locura puede considerarse una dimensión posible de
la experiencia humana.
El enemigo del psiquiatra es la idea de loco definitivo, del incurable.
La enfermedad es una situación. La ética no renuncia jamás a buscar en esa situación una posibilidad hasta entonces
inadvertida. Aunque esa posibilidad sea ínfima. Lo ético es movilizar, para activar esa posibilidad minúscula, todos
los medios intelectuales y técnicos disponibles. Solo hay ética si el psiquiatra, día tras día, confrontado a las
apariencias de lo imposible, no deja de ser un creador de posibilidades
Contra la fijación y la regresión mortal, el psiquiatra pone la ciencia al servicio del más pequeño movimiento, del más
sutil progreso. Además el psiquiatra es portador del axioma de la igualdad, entre locos y no locos, y ese axioma no es
solo suyo, sino de toda la humanidad.

J- El acto de juzgar entre el dilema y el problema ético – Maria Elena Domínguez

Una situación es dilemática si nos confronta con una disyuntiva ante la cual tenemos que decidir, pero es preciso que
se trate de una verdadera decisión. Se diferencia opción de elección. La decisión se liga a la producción de una
singularidad subjetiva, una variable que se inventa, el sujeto debe tomar cierta posición en su enunciación misma. La
opción es propia de la lógica binaria de los algoritmos computaciones.

Si hay dilema es porque el sujeto se halla dividido por una pregunta ante la cual es convocado a responder. De allí que
su respuesta sitúe la responsabilidad o al menos arbitre una vía para hallar la resolución. Finalmente diremos que el
dilema deja al sujeto dividido por esa pregunta, en las puertas del acto, del acto de juzgar. He ahí su articulación con la
ética vía el acto. Un acto que ubicaremos en consonancia con el eje Universal-Singular.
El problema ético por su parte, si bien también convoca al sujeto a responder –circunscribiendo la responsabilidad- no
sitúa en su centro un dilema y sus alternativas, sino un asunto sobre el que hay que tomar la palabra, sobre el que hay
que legislar en resguardo de lo singular. De esta manera no podrá situarse únicamente en el despliegue del eje
particular y del estado del arte, que si aparee socorriendo en el quehacer al dilema.
Un acto que podrá incluir la lectura en lo particular, consensuado, codificado, de las razones que de ese acto, eje ético
de intervención, han quedado cristalizadas en alguna sentencia normativa, entendida esta como catálogo de
singularidades decididas, como catálogo de actos de juzgar. Siendo así que la lectura clínica será la que podrá situar el
problema, formalizándolo cada vez.
En este sentido, el dilema conduce al análisis de cierta inconsistencia que se revela en el universo de discurso –
particular por cierto- escudriñando alternativas posibles de conclusión soportadas en una elección.
El problema ético acota el campo de la situación, arma situación y no busca producir sujeto, sujeto dividido. Si l a
situación se funda a partir de un problema común, de allí que puedan situarse los nombres de los problemas éticos y
que podamos clasificarlos y pensar la situación localizando el problema en términos de esencia leyendo su
especificidad
Diremos para comenzar que tanto en una como en la otra lo que intermedia es el acto de juzgar. En ambas se requiere
que al concepto provisto por el estado del arte, que contiene la regla, se lo suplemente con un acto que legisle,
permitiendo así que el practicante decida si ese caso particular ingresa o no bajo esa regla universal.
Juzgar no implica aplicar una regla universal a un caso particular sino ver si la regla se aplica, cada vez; he allí el acto.
La decisión, en un sentido fuerte, implica una elección que se hace sin garantías. Una elección que implica
responsabilidad.

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Ante una situación dilemática, confrontada ésta con el estado del arte se tratará del arte de juzgar, diagnosticar cada
vez más allá de la regla y de la clase. De allí que un dilema en lugar de resolverse completando la clasificación,
ubicando el caso particular como uno más de esa serie diagnóstica, se lo suplemente singularmente. Así considerando
el no-todo de la clasificación, se arbitra la vía para llegar a situarlo como tal o cual problema. Ello implicará
considerar la relación que existe entre las lógicas que rigen el clasificar y las exigencias que ello impone a una
práctica de lo singular. El problema ético no busca producir sujeto, sino singularidad leyéndola sancionándola y
nominándola.
En suma, se trata de admitir lo real de la práctica, aquello que no estando totalmente establecido en la teoría, en el
estado del arte, nos convoca al acto de juzgar, al arte de juzgar.
K- El principio de neutralidad y la regla de abstinencia – Salomone (opcional)
Sabemos que la Regla de Abstinencia es el fundamento de la cura psicoanalítica. Se pueden distinguir dos tipos bien
diferenciados de indicaciones técnicas: uno, corresponde a la Regla de Abstinencia, y el otro, al Principio de Neutralidad.
Frecuentemente, se toma a los conceptos de neutralidad y abstinencia como sinónimos. Sin embargo, analizar sus
diferencias nos permitirá establecer la articulación entre ambos
La Regla de Abstinencia es una indicación técnica y, como tal, debe ser observada por el analista a lo largo del tratamiento
y como condición de posibilidad del mismo, siendo pura y exclusiva responsabilidad suya
Mientras que en razón de la Regla de Abstinencia el analista es compelido a impedir la satisfacción pulsional del paciente,
es en la observación del Principio de Neutralidad en lo que quedará impedido de buscar las propias satisfacciones en los
tratamientos que conduce. Es decir, el Principio de Neutralidad es una imposición de abstinencia para el analista
La posición de neutralidad supone que el analista sustraiga de los tratamientos que conduce sus propias expectativas
conscientes, su propia actividad espiritual, sus ideales, sus valores morales, su ambición pedagógica, así como sus
pretensiones terapéuticas. En suma, la posición de neutralidad se funda básicamente en que el analista se sustraiga como
persona para dar lugar así a su función
Entonces el concepto de Neutralidad es una recomendación técnica para el analista que implica una imposición de
abstinencia para él, en tanto agente de una función.
Implica abstenerse de la ambición terapéutica así como de la ambición pedagógica. Abstenerse de inculcarle al paciente los
propios ideales o aquellos valores que corresponden a la moralidad de la época; abstenerse de dirigir la vida del paciente y
abstenerse de proponer nuevas metas a las mociones pulsionales liberadas de los síntomas. Pero también, este lugar le
impone no responder a la demanda de amor o a cualquier otro tipo de demanda del paciente, y excluir sus propios
sentimientos contratransferenciales.
En otros términos, el concepto de Neutralidad obliga al analista a abstenerse de satisfacer la propuesta, siempre presente,
del paciente (y la propia tentación) de concretar un pacto narcisista que configuraría la relación analítica en la dimensión
especular, imaginaria.
Desde la posición de neutralidad, se abstiene de ofrecerse como un yo que forme parte de la serie de objetos especulares
que, en tanto portadores de satisfacción sustitutiva, obturan la falta. Nos hemos deslizado entonces nuevamente a la
dimensión de la Regla de Abstinencia. La Regla de la Abstinencia encuentra su condición de posibilidad en el Principio de
Neutralidad.
L- La responsabilidad profesional: Las perspectivas deontológica, jurídica y clínica - Salomone
Los códigos deontológicos distinguen diversos aspectos de la responsabilidad del psicólogo. Se indica expresamente
una responsabilidad hacia los destinatarios de la práctica, hacia el público en general, hacia la Psicología como
profesión y hacia la Psicología como ciencia.
La responsabilidad profesional en el campo deontológico
En este campo, la responsabilidad profesional se dirime en términos de pautas deontológicas y jurídicas que generan
obligaciones, regulando la práctica profesional. El psicólogo debe atender a las exigencias sociales y legales de la
profesión, dirigiendo su práctica en función de un sujeto de derecho. Los códigos deontológicos resguardan los
derechos de las personas; las normas protegen los derechos de aquéllos sobre los que se dirige la intervención
psicológica, estableciendo en coincidencia los deberes profesionales. Las normativas deontológicas plasmadas en los
códigos de ética profesional se organizan en relación a diferentes temáticas (competencia, idoneidad, secreto
profesional, investigación, docencia, etc.), y se fundamentan en los principios generales establecidos por los propios
códigos.
Es claro que los códigos deontológicos resguardan los derechos de las personas, especialmente de aquéllas que son
objeto de la práctica profesional. Los códigos fomentan el respeto y la protección del derecho a la privacidad,
autodeterminación, libertad y justicia, promoviendo fundamentalmente la protección de los Derechos Humanos
Responsabilidad Profesional y Mala praxis

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La mala praxis constituye un concepto jurídico referido fundamentalmente a las conductas que ponen en riesgo o
dañan directamente aquellos bienes jurídicos tutelados por las leyes y, en consecuencia, también por las normas
deontológicas.
La mala praxis se configura en relación a la noción de responsabilidad civil que, como ciudadano, le compete al
psicólogo en relación al contrato de prestación de servicios (jurídicamente hablando) que establece con el paciente
Desde la perspectiva jurídica, la responsabilidad se contrae al incumplir una obligación; en otros términos, la
responsabilidad significa asumir las consecuencias de un daño, causado por acción u omisión. La responsabilidad
civil, entonces, consiste en la obligación que recae sobre una persona de reparar el daño que ha causado a otro. En este
sentido, la mala praxis no es exclusiva de la práctica psicológica sino que podría imputarse a cualquier profesional tal
como un arquitecto, un ingeniero, un abogado, un médico.
Tal incumplimiento de las obligaciones puede resultar de un propósito deliberado (dolo) o bien, por negligencia,
imprudencia, impericia, o inobservancia de los reglamentos. La Imprudencia es entendida como falta de tacto, de
mesura, de cautela, falta de precaución, de discernimiento y del buen juicio debido por parte del profesional de la
salud, lo cual lo lleva a asumir riesgos innecesarios. Es un acto positivo, que se realiza sin contar con todos los
elementos requeridos. . En suma, podría definirse como hacer más de lo debido.
La Negligencia es entendida como la falta de cuidado y abandono de las pautas ya estudiadas, probadas e indicadas de
tratamiento. Es un acto negativo; un psicólogo podría ser acusado de negligencia si no realiza la Inter consulta
pertinente con un médico cuando sea necesario para, por ejemplo, descartar el origen orgánico del cuadro
(organicidad) a tratar y así arribar a un diagnóstico adecuado, Sintéticamente, podría definirse como hacer menos de
lo que se debería hacer.
La Impericia significa la falta o insuficiencia de conocimientos sobre los procedimientos básicos o elementales para
la atención de un caso, que se presumen y se consideran adquiridos por la obtención del título profesional y el
ejercicio de la profesión. Es un elemento negativo (por ejemplo, equivocar un diagnóstico y basar el tratamiento sobre
ese diagnóstico errado). Se define entonces por la falta total o parcial de pericia, entendida como la sabiduría, los
conocimientos científicos y técnicos, la experiencia y la habilidad en el ejercicio de la profesión. En suma, se trata de
la incompetencia o falta de capacidad y autoridad para resolver según arte.
La Inobservancia de los reglamentos o deberes a su cargo (apartamiento de la normativa legal aplicable). Es
también un hecho negativo que casi siempre es acompañado por una actitud de indiferencia o de negación respecto de
las disposiciones dictadas por una norma o por un reglamento a cumplir.
Respecto de la responsabilidad penal, se debe tener en cuenta que la mala praxis no está tipificada como delito. En
cambio, sí se sancionan las consecuencias de una mala praxis, por ejemplo, los homicidios o lesiones culposas
Responsabilidad Profesional y dimensión clínica
La Ética Profesional involucra por una parte, el campo normativo que sustenta las exigencias sociales, legales y
deontológicas de la profesión (códigos de ética, deberes profesionales), pero también habrá de considerar las
exigencias que la dimensión clínica presenta. Una noción de ética profesional que contemple estos dos campos, el
deontológico-jurídico y la dimensión clínica, permite establecer una noción de responsabilidad profesional que,
aunque más compleja, apunta más nítidamente al corazón de nuestra práctica
L - De la eugenesia a los crímenes nazis - Juan Jorge Michel Fariña
a) Luego de la primera revolución industrial y ya en pleno siglo xix, la obra del fisiólogo francés Claude Bernard
(1813-1877) constituye la consolidación de la medicina experimental y plantea las primeras cuestiones éticas del
mundo moderno. La vivisección, la noción de "sujeto experimental", las relaciones entre lo viviente, lo normal, lo
patológico, comienzan a constituir el centro de las preocupaciones. Dos de las preguntas de Claude Bernard
contenidas en sus Principesiii, anticipaban ya algunos de los debates actuales: "¿Tenemos derecho de realizar
experiencias de vivisección sobre el hombre?", "¿Se pueden hacer experiencias o vivisecciones sobre los condenados
a muerte?". A ambas, Bernard responde de manera afirmativa.
b) La eugenesia: la ciencia del mejoramiento del linaje ( ... ) que, particularmente en el caso del ser humano, se ocupa
de todas las influencias susceptibles de dar a las razas mejor dotadas un mayor número de oportunidades de prevalecer
sobre las razas menos buenas. Este movimiento tomaría dos formas, ya promoviera el desarrollo de las “razas mejor
dotadas” – eugenesia positiva–, ya contribuyera a limitar el desarrollo de las “menos buenas” –eugenesia negativa–.
La eugenesia negativa se expresó fundamentalmente en políticas de eutanasia y esterilización.
Si bien el movimiento eugenésico no nació en Alemania, encontró allí su mayor desarrollo.
1919 – 1933: Se implementaron políticas gubernamentales de eugenesia “positiva”, tales como créditos fiscales para
estimular el crecimiento demográfico en las familias consideradas “valiosas”, como así también medidas “negativas”,
como la esterilización de las personas “genéticamente inferiores”. Fue también el inicio de los experimentos con seres
humanos, aunque todavía de manera solapada.

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1933 – 1939 El Estado biológico nazi: El régimen nazi proclamó la “raza nórdica” como ideal eugénico, y como acto
fundacional, en julio de 1933, promulgó la Ley para la Prevención de la Descendencia con Enfermedades
Hereditarias. La ley fue firmada por el propio Hitler, dando lugar a la creación de más de 200 cortes eugenésicas, las
cuales se ocupaban de aplicar la esterilización a hombres y mujeres que “padecieran” alguna de las nueve
enfermedades consideradas hereditarias: retardo mental, esquizofrenia, trastorno bipolar, epilepsia, enfermedad de
Huntington, ceguera genética, sordera genética, deformidad física grave, alcoholismo crónico. Estos tribunales
ordenaron la esterilización de aproximadamente 400.000 alemanes. Rápidamente, las políticas del Estado eugenésico
se centraron en la población judía. En 1935 se promulgó en Nüremberg la “Ley de protección de la sangre”, que
penalizaba los matrimonios entre alemanes judíos y no judíos. Siguieron la anexión de Austria, en 1938 y el episodio
de la noche de los cristales rotos, que ya anticipaban los grados más brutales de la segregación.
1939 – 1945: Los médicos nazis y la solución final: Con la declaración de la guerra, la implementación de las políticas
de exterminio se tornó mucho más abierta. En palabras de Kart Brandt, médico personal de Hitler, “matar a los
incurables sería mucho más fácil y sencillo en tiempos de guerra, ya que la resistencia pública no tendría la misma una
influencia. En octubre de 1939 se profundizaron los programas de eutanasia, extendiéndose a todo los enfermos
considerados “incurables”. Pero eso era sólo el comienzo. Rápidamente, la eliminación alcanzó a los judíos,
considerados por la medicina y la antropología nazi, como raza sub-humana.

UNIDAD III: Principios éticas y deontología profesional.


A- La causa del psicólogo forense – Carlos Gutiérrez
El psicólogo cumple funciones en múltiples espacios de intervención. El compromiso ético opera como fondo de
toda actividad profesional y la condiciona sin exclusiones.
La idea de que el psicólogo debe adaptarse a los requerimientos de quien demanda no es sostenible en forma
tajante ni aun en el ámbito del tratamiento clínico. Por ejemplo, en el ámbito judicial, el psicólogo debe remitirse a
cumplir su trabajo sin presiones y elevar el informe requerido sin otro condicionamiento que el criterio
profesional. Si el informe en cuestión es útil para la defensa, es algo que debe decidir el sujeto y sus representantes
legales. El psicólogo debe evitar que su función profesional sirva de cobertura a cualquier forma de engaño.
Ramírez pone énfasis en la cuestión de la demanda, mostrando la distancia que existe entre un paciente que
demanda tratamiento y el sujeto que el psicólogo forense debe entrevistar, tarea que reclama el juez.
Partiremos de la ética de lo simbólico, una ética que encuentra su fundamento en el reconocimiento del sujeto
como ser simbólico, de un sujeto que se humaniza por el lenguaje, que a través de la palabra accede a la condición
de humano. Tal pasaje por el lenguaje constituye al sujeto deseante, al sujeto del inconsciente. La ética de lo
simbólico reside en el reconocimiento de tal condición y en sus actos lleva implícita la intención del desarrollo
simbólico del sujeto. Todo aquello que atente contra su posibilidad simbólica se erige como no ético. Por ejemplo
si un sujeto acusado de un homicidio revela su culpabilidad durante una entrevista con el psicólogo forense, este
deberá intervenir, en primer término, confrontando al sujeto con su acto, buscando reenviarlo a las coordenadas
simbólicas que lo hagan responsable.
El psicólogo no puede intervenir sometiéndose al dictado particularista, moral. Que un acto deje la conciencia
tranquila a quien lo lleve a cabo, no por ello se constituye en ético. Si responsable significa dar una respuesta, esta
no puede enajenarse ni aun en la figura del juez. Responder ante un dilema ético, elegir el camino correcto
rechazando el que se reconoce como incorrecto, no es algo que el psicólogo pueda eludir. El psicólogo no se
encuentra frente a dos obligaciones contradictorias, como lo pretende Ramírez, tiene una sola obligación y esta se
encuentra en la necesidad de respetar los principios éticos.
Ante la pregunta sobre cual debe ser la función del psicólogo forense, es necesario evitar los apresuramientos a
dos voces: por un lado los psicólogos, prestos a ocupar nuevas plazas en el mercado y por otro, el administrador de
justicia buscando más elementos de prueba.

B- Ética profesional – Acápite 1. Los antecedentes - Fariña


Ubicación histórica de las concepciones de Galton, Charles Richet y Alexis Carrel
Inicios del siglo XX, pleno auge de la medicina y la biología, desplazando a la filosofía a un rango inferior entre las
ciencias del hombre. Los avances científicos se van desarrollando conjuntamente con una dificultad para pensarlos
desde la filosofía y la política. Distintas corrientes, como el darwinisimo social y la escuela antropo-sociológica, van
confluyendo hacia fortalecer la noción de “raza”.
La ciencia moderna comienza a colocar en la balanza los supuestos beneficios que una acción médica puede traer a la
humanidad.
La pregunta no lo pide pero agrego: Carrel en 1934 tiene una visión médico filosófica que en cierta forma antecede al
nazismo: básicamente dice que todos aquellos criminales que han matado, raptado o etc...-incluyendo de paso a los
locos- deberían ser puestos en una cámara de gas, y la eutanasia sería el fin más apropiado para ellos. Seria algo así

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como “la supresión de los indeseables”, justificado bajo el principio de que el fin supremo de una civilización debe ser
el desarrollo de la personalidad humana (y perfeccionamiento agregaría yo).
Conceptos de eugenesia positiva y eugenesia negativa
La eugenesia es un concepto propuesto por Galton en 1883 para designar a la ciencia del mejoramiento del linaje que
se ocupa de todas las influencias susceptibles de dar a las razas mejor dotadas un mayor número de oportunidades de
prevalecer sobre las razas menos buenas. Este movimiento toma 2 formas: la eugenesia positiva promueve el
desarrollo de las “razas mejor dotadas”, mientras que la negativa contribuye a limitar el desarrollo de las “menos
buenas”. La eugenesia negativa se apoya en dos políticas fundamentales: la eutanasia y la esterilización. Es una
utilización de la medicina y la biología para justificar la discriminación social. Ejemplos: A. 1950 -33 estados de US
ya disponían de leches de esterilización. B. 1907 -RICHET obtiene el premio Nobel de Medicina gracias a su obra “la
selección humana”, la cual incluía un capítulo denominado “la eliminación de los anormales. C. 1907 -el Estado de
Indiana promulga una ley por la cual las cárceles debían incorporar un cirujano que analizara los casos de
delincuentes graves y esterilizara a aquellos que pudieran procrear.
Distintas corrientes van confluyendo en fortalecer la noción de raza, uno de sus resultados más fuertes será el
movimiento de la eugenesia, término propuesto por Galton para designar a la ciencia del mejoramiento del linaje que,
particularmente en el caso del ser humano, se ocupa de todas las influencias susceptibles de dar a las razas mejor
dotadas un mayor número de oportunidades de prevalecer sobre las razas menos buenas. Este movimiento tomaría dos
formas, ya promoviera el desarrollo de las “razas mejor dotadas” – eugenesia positiva-, ya contribuyera a limitar el
desarrollo de las “menos buenas”- eugenesia negativa-. Ésta última se apoyaría en dos políticas fundamentales: la
eutanasia y la esterilización
C – La responsabilidad profesional, entre la legislación y los principios éticos – Gutiérrez y Salomone
A partir de esta distinción, sostenemos que el profesional de la salud mental debe tomar como horizonte de su práctica
los principios éticos, –es decir, el resguardo de la subjetividad–, a la vez que debe promover una mirada crítica sobre
aquellos otros aspectos que degradan lo humano condicionando su práctica y, por lo mismo, poniéndola en riesgo.
Si bien la ley no dice que quien no realice la denuncia incurre en algún tipo de delito, hay que tener en cuenta que –
existiendo tal obligación– quien la omita, sería pasible de una eventual demanda por daños y perjuicios, en razón de
su actuación imprudente y negligente.
Por otra parte, el decreto reglamentario de la ley (Dec. 235 de 1996, art. 4º) establece el plazo máximo de 72 horas
para llevar a cabo la denuncia. No obstante, es interesante destacar que se relativiza este enunciado en los siguientes
términos:
La obligación de denunciar a que se refiere el artículo 2º de la ley 24 417 deberá ser cumplida dentro de un plazo
máximo de 72 horas, salvo [que] por motivos fundados a criterio del denunciante resulte conveniente extender el
plazo.
Así entonces, la denuncia en el fuero civil abre un abanico de posibilidades de intervención promovidas por el
juzgado: participación de un asistente social, indicación para el grupo familiar o sus miembros de iniciar tratamiento
psicológico gratuito, indicación de que el agresor abandone el hogar, etc.
Por otro lado, y precisamente porque ése es el espíritu de la ley, ella contempla un espacio de intervención profesional
anterior a la presentación judicial.
Como ya dijimos, la ley permite la postergación de la denuncia excediendo el plazo de 72 horas fijadas, en caso de
que el criterio profesional así lo dictare.
La sujeción a la ley no puede ser la única guía de la conducta profesional. Si bien ella brinda la posibilidad de hacer la
denuncia o de no hacerla, será estrictamente el criterio profesional el que deberá guiar el accionar del psicólogo.
Este criterio profesional no debe confundirse con los valores morales del terapeuta, sino que dependerá
exclusivamente de la responsabilidad a la que el terapeuta se ha comprometido en relación a los avatares psíquicos de
su paciente. Serán entonces los principios éticos los que delimitarán el campo profesional.
A modo de conclusión diremos entonces que el secreto profesional debe estar siempre sujeto al Principio de
Neutralidad. La posición de neutralidad nos guiará a la suspensión del secreto profesional cuando su mantenimiento
conduzca a favorecer alguna forma de ideal incompatible con un proceso de elaboración y desanudamiento. Ningún
ideal, ni de la persona del analista, ni de su paciente, ni los ideales sociales deberían detenerlo en su acción.
D - Supervisión y conflicto de intereses – Gutiérrez
Veremos lo que se entiende como un potencial conflicto de intereses. La advertencia adquiere autoridad en la medida
que se piensa a la tarea de supervisión incluida en un tipo de relación institucional en la que el supervisor tiene una
posición jerárquica distinta a la del supervisado. Es decir, la supervisión es entendida por el código como parte de un
trabajo de docencia y capacitación. Debido a ello, resulta muy pertinente la referencia a la objetividad necesaria para

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la evaluación de la tarea del supervisado. Tal objetividad debiera permitir discernir claramente los progresos clínicos
del candidato, la pertinencia de sus intervenciones, su capacidad teórica, etc. Si entre ambos hubiera, por ejemplo, un
vínculo amoroso, el conflicto de intereses se presentaría claramente: producto del amor, el interés de ver progresar a la
persona supervisada colisiona con el interés de evaluar en su justa medida su performance clínica. Debido a este
conflicto, la objetividad resulta menoscabada.
La supervisión es ─o debería serlo─ el lugar donde el supervisado lleva sus interrogantes, sus dificultades con la
ardua tarea clínica, sus limitaciones teóricas y, en fin, todo aquello que prueba la insuficiencia y la falta de garantía
por parte del terapeuta; de todo terapeuta. Ahora bien, para poder ocupar el lugar de aquel que ofrece su trabajo a la
supervisión de otro, la condición necesaria ─aunque no suficiente, claro─ es la de buscar un progreso de los
tratamientos que se conduce.
Por todo lo dicho, si consideramos las dos líneas de objeción a las relaciones múltiples en la supervisión ─ya sea la
que impide la objetividad en la evaluación o la que altera el trabajo de supervisión por transferencias superpuestas─,
podría decirse que en tales relaciones múltiples ─ya sean vínculos amorosos, comerciales, de amistad u otros─, es
posible que surjan problemas derivados de la transferencia.

E - El sujeto autónomo y la responsabilidad – Salomone


Teniendo en cuenta la responsabilidad por los actos ¿cuál es la noción de sujeto para el derecho y cuál para el
psicoanálisis? Dicho de otro modo, ¿cuál la noción de responsabilidad jurídica y cuál la de responsabilidad subjetiva?
Tal distinción es fundamentalmente conceptual, pero se trata de dos modos distintos para el sujeto de confrontarse al
campo de la responsabilidad.
La noción de responsabilidad de la que se trate estará directamente vinculada a una determinada noción de sujeto:
mientras que la responsabilidad subjetiva interpela al sujeto más allá de las fronteras del yo, asentándose en la noción
de sujeto del inconsciente, la responsabilidad jurídica se plantea en función de la noción de sujeto autónomo, la cual
restringe la responsabilidad al terreno de la conciencia, al ámbito de la intencionalidad conciente. Se trata de la
condición de ser responsable y responsable de si mismo. El sujeto autónomo es el sujeto de la voluntad y la intención.
El sujeto de derecho es el sujeto considerado autónomo; aquel capaz de hacerse responsable, no sólo por sus acciones
sino también por sus elecciones y decisiones. Cuando la persona no muestra estar en dominio de sus facultades
mentales por razones afectivas y/o intelectuales, pierde su cualidad de autónomo, y así se considera que no está en
condiciones de gozar de la libertad de manifestar una intención voluntaria. Se entiende que su responsabilidad ha
quedado restringida o anulada. El sujeto ya no considerado autónomo es eximido de su responsabilidad jurídica. El
sujeto del derecho es el sujeto imputable por definición: es aquel capaz de responder por sus actos. En términos
jurídicos la responsabilidad no es inmanente al sujeto, por lo mismo, tampoco es la cualidad de ser sujeto de derecho.
La imputabilidad estará vinculada al estado de conciencia que la persona tenga durante la comisión de un hecho
ilícito. Se lo considerará imputable si tal estado de conciencia le permite comprender y dirigir sus acciones al
momento de ejecutar el acto, de lo contrario se lo exime de responsabilidad penal.
El Psicoanálisis plantea un determinismo inconsciente que hace al sujeto responsable por definición. El campo de
responsabilidad subjetiva confronta al sujeto con aquello que perteneciéndole le es ajeno. El sujeto es, en estos
términos, siempre imputable, pero ya no en términos morales o jurídicos, sino éticos. En el campo de la
responsabilidad subjetiva, los motivos de la acción, propiciando su desresponsabilización sobre aquello que le
pertenece. Los efectos de desimplicación en el acto son en general de alto costo subjetivo. Freud responsabiliza al
sujeto de aquello que desconoce de sí mismo, aquello de lo que el sujeto considerado autónomo no puede dar cuenta.
Sin embargo, no imputa al sujeto en el campo moral por aquello que se le juega en lo inconsciente.
La ética aparece en la obra en términos de renuncia pulsional en la renuncia de lo pulsional se funda la ética. Es decir,
entonces que la ética queda asi ligada a la Ley, la cual obra con una radical función de limite. El sistema normativo
tendrá entonces por función la garantía de la limitación ética. El sujeto esta compelido a responder por sus actos tanto
en relación al Otro social como en relación al Otro de la Ley.
Nuestra responsabilidad profesional en este punto se centrara en propiciar un mas allá de la responsabilidad jurídica,
se trata de impedir que la sanción social, el castigo, le permita al sujeto quedarse únicamente en el campo de la
responsabilidad moral únicamente y le sirva de refugio para sustraerse a la responsabilidad subjetiva, la cual lo
confronta al campo de al verdad que lo determina.
El consentimiento informado se asienta fundamentalmente en el principio de autonomía y vela por el derecho de las
personas de someterse a un tratamiento sólo bajo su aceptación libre y voluntaria. No solo resguarda al profesional,
sino fundamentalmente al paciente. El tratamiento de la responsabilidad del CI coincide con la nocion de
responsabilidad en sentido jurídico.
La experiencia clínica nos obliga a relativizar la idea de sujeto autónomo.

F – experimento de Stanley Milgram

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Stanley Milgram desarrolló distintas versiones de su experimento, introduciendo en cada una de ellas variantes que
permitieran aislar los factores que explicaban la obediencia. La versión más difundida es la que se conoce como el
“experimento número 5” (Milgram, 1974).
Una prestigiosa universidad publicaba un aviso convocando candidatos para participar de una investigación sobre la
memoria. Cuando el candidato acudía a la cita se encontraba con otro participante –en realidad un colaborador del
equipo de investigadores– y ambos eran informados de la naturaleza del estudio del que iban a formar parte: los
efectos del castigo en el proceso de aprendizaje.
A través de un sorteo supuestamente azaroso, se le asignaba al candidato el rol de maestro, mientras que el
colaborador (aliado de los investigadores) adoptaba siempre la posición de alumno. El participante observaba
entonces cómo el investigador sujetaba al alumno a una silla en un cuarto contiguo y le colocaba electrodos en los
brazos. Se le explicaba al participante que su tarea consistiría en administrarle al alumno un test de aprendizaje basado
en pares de palabras relacionadas. El candidato, en el rol de maestro, debía leer al supuesto alumno tales
correspondencias de palabras a través de un sistema de intercomunicación. Una vez leída la serie, el alumno indicaba
sus respuestas pulsando botones; el maestro veía la respuesta a través de un tablero de luces. El dispositivo se
completaba con un imponente panel con interruptores. El participante era instruido entonces para administrar una
descarga eléctrica ante cada respuesta incorrecta del alumno. Los 30 interruptores con etiquetas de identificación
ubicadas en el panel indicaban la fuerza de la descarga, que iba desde 15 a 450 voltios, en incrementos de 15 voltios.
El participante debía comenzar con el interruptor más bajo e ir aumentando sucesivamente la descarga luego de cada
respuesta incorrecta. En realidad, el alumno no recibía descarga alguna, puesto que todos los aparatos eran falsos; no
obstante, este dato era ocultado al participante, por lo que creía estar administrando descargas de intensidad creciente.
Durante las primeras descargas, el alumno emitía quejidos; y a partir de la administración de los 150 voltios, el
participante ya escuchaba los gritos de protesta del alumno a través de la pared. El alumno pedía que se detuviera el
experimento, manifestando dolor y palpitaciones. Desde ese punto, hasta los 330 voltios, el alumno continuaba
gritando de dolor y exigía ser liberado. Luego de la descarga de 330 voltios, el alumno ya no gritaba ni protestaba al
recibir las descargas, sugiriendo de este modo que carecía de la capacidad para responder. Se le indicaba al maestro
que debía considerar la ausencia de respuesta como una respuesta incorrecta, y que debía continuar con el
experimento.
La variable dependiente más relevante estudiada por Milgram era evidentemente el momento en el cual el
participante, en el rol de maestro, se negaba a continuar. El experimentador, sentado a algunos metros de distancia del
participante, lo animaba a continuar frente a cualquier signo de resistencia verbal o no-verbal. El estudio continuaba
hasta que el participante oponía resistencia a cada uno de los cuatro estímulos verbales de exigencia creciente dados
por el experimentador, o hasta que el participante hubiera pulsado tres veces el interruptor del rango más alto del
generador de electricidad. Como se sabe, la conclusión más impactante del experimento fue descubrir que el 65% de
los participantes continuaban administrando las descargas hasta el final de los rangos que ofrecía el generador.

Desde el punto de vista ético-metodológico, el diseño del experimento de Milgram afecta cuestiones relativas al
cuidado de la integridad psico-física del sujeto de la experimentación, a la administración de consignas engañosas y al
consentimiento para participar de la experiencia. Como consecuencia de los experimentos realizados por Stanley
Milgram se instaló en la comunidad científica un debate ético que concluyó en una serie de prescripciones estrictas
que impedían eventuales réplicas.

La experiencia de Milgram está basada en la utilización de consignas engañosas, una modalidad de uso frecuente en
investigación social. El experimento era presentado a los voluntarios como un estudio sobre la memoria y el
aprendizaje, y los efectos del castigo sobre este último. Adrede no era revelada la verdadera naturaleza del
experimento, que consistía en una investigación sobre la obediencia a la autoridad.

(a) Los psicólogos no llevan adelante un estudio que involucre consignas engañosas a menos que hayan
determinado que el uso de las técnicas engañosas está justificado por el eventual y significativo valor
científico, educativo o aplicado y que no es posible utilizar procedimientos alternativos eficaces que no sean
engañosos.
(b) Los psicólogos no engañan a los futuros participantes acerca de una investigación que razonablemente les
pudiera causar dolor físico o un severo malestar emocional.
(c) Los psicólogos dan a conocer a los participantes las técnicas engañosas utilizadas como parte integral del
diseño y aplicación de un experimento tan pronto como sea posible, preferentemente al término de su
participación y nunca después de la finalización de la recolección de datos, permitiéndoles a los participantes
retirar los suyos.
Como se desprende de los puntos precedentes, las pautas éticas que rigen actualmente el uso del engaño en la
investigación no harían posible la realización de la experiencia de Milgram, tal como éste la implementó 50 años
atrás: el diseño no contempla los requisitos previstos en los acápites (b) y (c).

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La replica de Jerry Burger
Para poder realizar la experiencia, Burger tomó dos recaudos ético-metodológicos, que permitieran salvar las
objeciones (b) y (c), y mantener –a su criterio– la fuerza investigativa del diseño. Por una parte, apenas unos segundos
después de finalizado el procedimiento, le informaba al candidato la verdadera naturaleza del experimento,
reuniéndolo con el supuesto alumno para que pudiera verificar que éste no había recibido descarga eléctrica alguna.
Por otra, a los efectos de evitar el dolor físico o severo malestar emocional en los candidatos, interrumpía el
experimento inmediatamente después de que el sujeto administrara la descarga de 150 voltios –recordemos que el
rango de la consola llegaba hasta los 450 voltios. Esto último, debido a una hipótesis que presenta interés conceptual y
metodológico: según los resultados del experimento original, los 150 voltios constituyen un punto de no retorno en
materia de obediencia. Burger revisó cuidadosamente los datos de Milgram y concluyó que el 79% de las personas (26
de 33) que continuaban luego de los 150 voltios, llegaban a administrar las descargas más altas permitidas por el
generador. En otras palabras, los 150 voltios constituyen en un punto de inflexión, una barrera que una vez franqueada
indica la voluntad del sujeto de continuar hasta el final. Burger pudo así detener al sujeto ni bien éste aplicaba los 150
voltios, ahorrándole la sucesiva cuota de estrés y, al mismo tiempo, extraer conclusiones de su desempeño.
Para realizar su versión del experimento, Burger debió adoptar algunos recaudos éticos complementarios, a saber: (1)
estableció un doble proceso de selección de los candidatos para excluir aquellas personas que podrían reaccionar
negativamente ante la experiencia, (2) los participantes fueron informados, por escrito, que podían retirarse en
cualquier momento del experimento y quedarse no obstante con los 50 dólares que les fueron asignados por su
participación, (3) como en la experiencia original, se administró a los candidatos una leve descarga para que
verificaran el efecto del generador, pero mientras que Milgram aplicó 45 voltios, Burger se limitó a 15, (4) el
investigador a cargo de supervisar la prueba era además un psicólogo clínico experimentado, preparado para detectar
cualquier signo de estrés y detener la prueba si era necesario.

La versión de Derren Brown: especto de este punto, contamos con un valioso indicador a través de la ya mencionada
versión de Derren Brown. Al ser un programa para la televisión no hubo firma de consentimiento, pero sí garantía
verbal de que podían retirarse del experimento y conservar el dinero. Más del 50% continuó aplicando descargas hasta
los rangos más altos del generador sin apelar al derecho que los asistía. En este sentido, la emisión del programa de
Derren Brown, agrega un factor interesante a ser tenido en cuenta. Al presentarse como un programa periodístico, fue
virtualmente eximido de protocolos éticos en nombre de la libertad de prensa y del derecho a informar –compárese los
recaudos que debió tomar Burger con el pragmatismo que emana del programa de Brown–, no obstante este último
filmó a los candidatos sin su autorización expresa y llevó el generador hasta los rangos más altos.

G - Addenda: Milgram con Freud y Lacan – Fariña


Toda la dmatriz diseñáda por Milgram puede ser pensada en términos psicoanalíticos siguiendo la relación propuesta
por Schejtman entre el esquema L de lacan y el esquema propuesto por Freud en psicología de las masas y análisis del
yo. Situa la cuestión en 3 lugares que se recortan: el yo, el otro y el Otro, es decir el eje i(a) – i(a)’ que indica la
relación especular la identificación imaginaria, soportada en la instancia simbolica I (A). Seran estos tres lugares los
que reecontraremos en la experiencia de Milgram. El yo intercambiable entre el estudiante y el maestro, sorteado por
“azar”, que las descargas sean inexistentes refuerza la agresividad ya que siente empatía por el otro desde donde se
configura su angustia no reconocida. Soportado en la obediencia al I (A) que determina lo que espera del maestro, que
de las descargas. Freud propone en su esquema que la línea vertical que une al yo de un miembro de la masa con el yo
del otro, lo que nos parece homolograble al imaginario (a – a’). “Se hace masa como se hace yo por identificación
especular”. Es el efecto de masa el que constituye uno de los factores que explica el incremento de la obediencia,
requiriendo apenas de tres términos: un líder o que emane autoridad, un seguidor del líder que este dispuesto a
obederlo en nombre de un ideal compartido y una fictima que sea depositaria de la agresión que emana la situación.

UNIDAD IV: La ética ante situaciones extremas

A- Desastres Y catástrofes

La naturaleza, el propio cuerpo y la relación con el semejante son fuente de satisfacción y a la vez de permanente
sufrimiento para el ser humano. Los así llamados desastres y/o catástrofes son los modos en que estos tres factores se
manifiestan en sus formas extremas desbordando las capacidades materiales y simbólicas para enfrentarlos.
Desastre (del latín astra) alude a una alteración de la configuración astral, un desorden del cosmos. Se trata por lo
tanto de un trastrocamiento de los elementos que están por fuera de la órbita del sujeto. Desastre identifica por lo tanto
al evento, cuya gran magnitud lo torna potencialmente disruptivo.

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Catástrofe (del griego trophe, darlo vuelta todo) refiere a la alteración de las referencias simbólicas en los sujetos
cuando la magnitud del evento excede las capacidades singulares y colectivas.
El desvalimiento y la desprotección, si bien sentimientos infantiles, acompañan al hombre a lo largo de toda su vida.
En la humanidad hay formas de mitigar el desvalimiento, sea en las formas instrumentales, o normativas
Sin embargo, la naturaleza, el propio cuerpo y el orden social constituyen fuentes permanentes de amenaza. Ciertas
circunstancias, como las analizadas en este volumen, enfrentan al sujeto a la desprotección estructural a la que está
sometido desde el nacimiento.
El desastre, definido en términos sociales, físicos y sanitarios, se torna a su vez catástrofe subjetiva

Naturaleza: La vulnerabilidad frente a la naturaleza es propia de la condición humana. Mediante el desarrollo de las
fuerzas productivas (ciencia, técnica y tecnología) la humanidad ha generado los medios para protegerse de las
inclemencias de la naturaleza, emanciparse de las limitaciones que ésta le impone, y extraer de ella los elementos que
satisfagan sus necesidades. Pero siempre existe un núcleo irreductible, un punto de exceso en el que la naturaleza no
puede ser controlada. Algunas de esas manifestaciones agreden al individuo desde afuera, como los desastres
atmosféricos y geológicos. Otras, se desarrollan dentro de su propio cuerpo, como por ejemplo el virus del HIV o los
genes mutados identificados por el Proyecto Genoma Humano.

Accidentes: Los accidentes suponen la intervención del azar sumada al error humano, la negligencia o los intereses
creados. Los accidentes se sitúan en un punto de intersección entre la actividad humana y el orden natural. La
naturaleza, que se había visto transitoriamente superada, vuelve a imponer sus límites y, aquello que operaba como
mediación deviene un factor de agresión contra el propio ser humano. Ej.: accidentes de transportes o industriales

Economía: La economía está íntimamente ligada a la condición de escasez del ser humano. Puesto que los medios
para la supervivencia de la especie son limitados, se debe hacer de ellos una cuidadosa economía; es decir, una
adecuada administración de los recursos. El actual sistema económico ha significado un avance enorme con relación a
los sistemas económicos que lo precedieron, a la vez que ha traído consecuencias negativas. Entre ellas, la exclusión
de la mayor parte de la humanidad de los beneficios que el propio sistema genera. Esta paradoja constituye el carácter
potencialmente disruptivo de la economía actual que afecta diferencialmente a los diversos sectores de la sociedad.
Ejemplo, devaluación, desempleo, hiperinflación, etc.,

Armamento: Si bien la agresividad es propia de la condición humana, los modos de la agresión entre las personas
varían históricamente. Apoyada en el desarrollo científico tecnológico, la fabricación de armamento influye
directamente en la relación que el ser humano establece con el semejante en tanto rival.

Instituciones: La agresividad constitutiva de los seres humanos se ve exacerbada en nuestro tiempo histórico por un
deterioro de las mediaciones normativas. Los principios de legalidad, en creciente deterioro, son reemplazados por
una lógica inmediatista que genera el terreno propicio para la violencia en el tejido social. Se tratan en este capítulo
dos formas de esta violencia. La primera, la de la creciente inseguridad de la vida cotidiana, especialmente en los
grandes centros urbanos (secuestros express, robos, asaltos, violencia física). La segunda, la que se origina cuando las
instituciones destinadas a proteger y formar (policía, educadores, justicia, autoridades religiosas, familia) devienen
agentes de agresión.

B- La ética del analista ante lo siniestro - Ulloa

El psa se sostiene en el propósito de develamiento de la verdad que estando encubierta, por el propio sujeto que la
soporta se presenta como síntoma. Para Freud lo siniestro es aquella variedad de lo terrorífico que se remonta a lo
antiguo, a lo familiar. Nuestro país, convivió muchos años con el horror, muchos intentaron
distintas técnicas de ceguera, lo siniestro ataca literalmente a los ojos como reminiscencia catastrófica. Frente a las
desapariciones reaccionaron familiares y allegados, en general con pocos resultados.

Cuando uno se propone ser psicoanalista no solo lo interrogan afectados directos, sino también las evidencias sociales
que desde el acostumbramiento y la denegación promueven al olvido como otra forma de recrear la fuente oculta de lo
siniestro. El olvido como valor social, no solo instaura una cultura siniestra sino que promueve la repetición de los
hechos. El psicoanalista no podrá dejar de hacer justicia desde la promoción de la verdad como antídoto frente al
ocultamiento que anida lo siniestro.

C - La trasmisión de un patrimonio mortífero: premisas éticas para la rehabilitación de afectados – Viñar

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En el proyecto de Rehabilitación y Reparación que propone Viñar no hay salud en la trasmisión de un patrimonio
mortífero y violento. Hay apenas la pena de una reapropiación dolorosa, simbólica, menos loca y menos mortífera, en
el punto final que en el de partida.
Lo único que podemos hacer es lo que sabemos hacer: descifrar enigmas. Explorar como cada persona singular se
inscribe en el abanico de respuestas de lo que socialmente llamamos traumatismo o catástrofe social. Leer en cada
quien su sufrimiento y su silencio, leer con él lo que es reconocimiento y lo que es omisión y negación frente a lo
acontecido. El sufrimiento y el silencio que nos traen estos pacientes no requieren tratamientos especiales porque no
hay respuestas normalizables, sino un abanico de reacciones diferentes al mismo tratamiento. Se trata de reconocer en
él y con él cuando decir el decir es confesión traumática y repetititva y cuando es aventura simbólica de elaboración.
Reconocer y preguntarse cuándo el silencio como refugio de lo intolerable es a respetar y cuando a violentar.
No hay psicoterapia especial para torturados o fliares. Lo que hay es sensibilidad y disposición del terapeuta para
recorrer un itinerario de horror.
A veces la repetición traumática, la convocación en transferencia del traumatismo suscita y actualiza voces aun más
intolerables que el acontecimiento mismo. Y quienes resistieron o claudicaron a la tortura siempre hay algo a pagar en
el cuerpo o en el alma cuando fue atravesado, de una forma u otra, por una empresa de destrucción.
Mirar el horror de lo que paso y con ello construir el porvenir, sin la captura de la repetición traumática que redobla el
traumatismo, restablecer la disociación pasado-presente, y calmar la intrusión alucinante del traumatismo,
restituyéndolo a la categoría de recuerdo pensable, son un duro trabajo. Ese traumatismo que se mira con los ojos en
llamas y el rictus del hielo.

D – Veinte años son nada – Fariña y Gutiérrez

Holocausto, significa sacrificio al otro, termino que se quiere evitar.

El término responsabilidad, se remonta al vocablo latino respondere. De allí también proviene responso, literalmente
respuesta. Responsable es aquel del que se espera una respuesta. La pregunta por la responsabilidad no supone un
cuestionamiento a la persona sino una interpelación al sujeto. Se trata del deseo inconciente. La responsabilidad
alcanza al sujeto allí donde este no tiene conciencia de serlo. La culpa es el reverso de la responsabilidad, cuando la
responsabilidad se haya ausente, aparece la culpa.

La tortura es una situación de sometimiento absoluto, no hay elección posible para el sujeto . No hay un saber sobre
ese agujero, pero se vuelve necesario crear un saber, una memoria en torno al agujero.

E - Diagnostico y responsabilidad – Gutiérrez


Muchas veces en el ámbito jurídico, el acusado resulta desplazado como testigo para dejar lugar al experto que hable
por el. (Caso Althusser que mato a su mujer arrojado por el delirio, fue beneficiado por el estado de enajenación, a no
ha lugar, es decir no declarar en el juicio). Al quitarle la palabra al acusado, el mismo deja de ser sujeto de la
interpelación para ser objeto de una observación clínica.
Confundir el síntoma con el diagnostico, es borrar las huellas que conducen a la pregunta, a la interrogación del sujeto
por eso que el porta.
En la escena judicial se interpela al acusado concediéndole la palabra para que hable en su nombre de su acto. En ese
sentido opera como organizador simbólico para situar la responsabilidad. Esa interpelación, opera como la ocasión
indicada en la que pueda emerger una posición subjetiva. Por el contrario, cuando alguna forma de impunidad se pone
en marcha, con leyes exculpatorias o criterios de inimputabilidad basado en razones pedagógicas, los resultados tienen
un carácter devastador para la subjetividad.
F – La seducción totalitaria – Calligaris

El apunte Calligaris trabaja la cuestión de las perversiones como patología social. Toma el caso de Albert Speer.
Speer fue el primer arquitecto de Hitler y luego ocupó el cargo de ministro de armamentos del Reich, dirigiendo el
esfuerzo bélico e industrial del nazismo en sus últimos años. Al final de la guerra fue preso y condenado a 20 años. En
este período interesa destacar su autodefensa en el proceso de Nuremberg. Su posición es l siguiente: la
responsabilidad de lo sucedido es una responsabilidad colectiva de todos los dirigentes del partido nazi, entre los
cuales se incluye, pero de ninguna manera es responsabilidad del pueblo alemán. Es decir, Spree reivindica su propia
responsabilidad hasta sobre el horror del cual el pretende no haber “sabido”. Para Calligaris, la posición de Speer se
puede resumir en la siguiente frase: la guerra era inevitable porque estaban los medios técnicos para hacerla. Que la
técnica en cuanto tal implique su ejercicio es una visión problemática. Se puede inferir algo del lado de una cierta

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forma específica de alienación del sujeto. A partir de esto, la hipótesis central del texto es la siguiente: en el fondo,
cuando Speer defiende la idea de que lo que aconteció fue a consecuencia del desenvolvimiento de la técnica en
cuanto tal, está diciendo en cierto modo la verdad, aunque no toda. Lo que llama triunfo de la técnica, de la
instrumentación, sólo es triunfo en la medida en que los hombres mismos funcionan como parte de esta técnica,
quiero decir, funcionan como instrumentos. Para decir esto en otras palabras, pienso que en donde él habla de efecto
de la técnica (la guerra era necesaria porque habían los medios para hacerla), encuentro que podríamos hablar del
efecto, del interés y de la pasión humana en salir del sufrimiento neurótico banal alienando la propia subjetividad, o
mejor, reduciendo la propia subjetividad a una INSTRUMENTALIZACION. Esta pasión me parece una tendencia
inercial de cualquier neurótico: la pasión de la instrumentalización. Cuando hablo de instrumentalización quiero decir
“ser instrumento”.
Lo propio de una constitución neurótica es el hecho de que el saber, el saber paterno, siempre está supuesto. La
consecuencia de esto es que el sujeto está constantemente en la incertidumbre acerca de lo que quiere; acerca de
aquello que va a suceder. Si este saber fuese un saber sabido, sabríamos lo que hacer: es a esto a lo que llamo
instrumentalización: ser los instrumentos de un saber sabido y entonces compartible. Ese mismo semblante de certeza,
es una salida de la neurosis, una salida del sufrimiento neurótico banal. A este tipo de salida la llamo perversión,
porque se trata de una usurpación del lugar paterno, transformando el saber supuesto en un saber sabido. Lo esencial
es que sea sabido y compartido y de pronto los sujetos queden funcionando, sabiendo lo que deben hacer como
instrumentos de dicho saber. El contenido del saber no tiene la más mínima importancia.
Ejemplo respecto a nuestro país: el principio de obediencia debida. Calligaris cree en este principio, en la medida que
el goce de las personas envueltas estaba en el funcionamiento del aparato y no en la matanza. Pero aún así, la
obediencia debida no sirve como disculpa. Por el contrario, debería ser un agravante jurídico. Ahí es donde está lo
inaceptable: que, para poder conseguir una salida al sufrimiento neurótico, el sujeto pueda considerar que cualquier
precio es bueno.

G – Niños Desaparecidos: Lógica genocida y apropiación ilegal- Kletnicki


La existencia de un plan sistemático para la apropiación de hijos de personas víctimas de la desaparición forzada, o
de niños que han nacido durante el cautiverio de sus madres, ha sido uno de los rasgos distintivos de la dictadura que
devastó la República Argentina a partir del 24 de marzo de 1976
Sabemos que el genocidio es considerado uno de los crímenes más graves contra la humanidad, que tiene por objeto la
destrucción total o parcial de ciertos grupos de personas
Para el caso que deseamos abordar, la apropiación ilegal de aproximadamente 500 niños hijos de desaparecidos,
pensamos que la situación hace más evidente que el grupo que sufre la acción criminal se configura a partir de la
mirada del genocida, que es quien ―sólo a posteriori y a partir de su capricho― convierte a una serie absolutamente
heterogénea de criaturas completamente imposibilitada de constituir una comunidad, en la minoría receptora de su
violencia.
.La apropiación ilegal de estos niños es consecuencia directa de la persecución de sus padres biológicos por parte de la
dictadura militar. Esto quiere decir, que los hijos son desaparecidos porque lo han sido sus progenitores. Como efecto,
aparece a posteriori un nuevo grupo de muy singulares características: son los niños que han sido tomados como botín
de guerra, que han nacido durante el cautiverio de sus madres, o de corta edad cuando sus padres fueron detenidos,
secuestrados o asesinados.
Los autores se proponen argumentar una perspectiva a partir de entender que la lógica genocida está incrustada en la
dinámica del crimen filiatorio que constituye la apropiación ilegal.
La situación es enormemente compleja, ya que incluso hay que admitir que catástrofes como la nombrada ―en tanto
lugar de producción de las únicas marcas con las que se han podido contar― pueden ser en sí mismas generadoras de
subjetividad: decimos, por esa razón, que al secuestro y la desaparición física del niño, o del bebé aún por nacer, debe
adicionarse la siniestra categoría de apropiación psicológica, ya que desde la usurpación de los lugares paternos, y de
las marcas que desde esa posición se transmiten, se aportan las condiciones para estructurar un sujeto.
Hallamos específicamente en la verificación del robo de las funciones parentales el núcleo del crimen filiatorio, ya
que la función de filiar imprime sobre el niño un orden estructural y unos contenidos que no están en modo alguno
predeterminados. Ése es el eje fundamental de la cuestión: reside en reconocer que no hay sujeto en el inicio, que no
hay en el origen una condición subjetiva dada, siendo dicha subjetivación una posición de llegada, una adquisición
derivada de un proceso de construcción.
La apropiación ilegal ha forzado el crecimiento de un niño en el seno de una familia que no es la suya pero,
paradojalmente, en esa relación ha quedado inscripto en lo humano y ha podido eventualmente constituirse, con sus
fallas y fisuras, como sujeto deseante.

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Hay que considerar que la subjetividad no se rearma como un rompecabezas que se desarmó un día, buscando las
piezas dispersas y señalando su encastre correcto, ya que una vez que una situación se ha puesto en movimiento
generará una catarata de efectos sobre el sujeto, enfrentándonos con las huellas de lo probablemente irreparable.
Sabemos que la lógica genocida no se ha limitado a producir la desaparición física de los padres de las criaturas
secuestradas, sino que también se ha hecho extensiva a la supresión de la identidad, a la desaparición del niño que
debió ser, a la negación del nombre, de la historia, del deseo que lo esperaban, de manera que ha extendido sus
consecuencias a la interrupción de la trama generacional que funda el orden humano, y ha producido una ruptura que
no es sólo individual sino también social, colectiva, en tanto esos niños han quedado imposibilitados de habitar el
entramado generacional que les dio origen.
La inconsistencia de la ley para cubrir todo el campo de acontecimientos sobre los que legisla requiere la puesta en
acto de lo que llamamos responsabilidad subjetiva, ya que el vacío de certeza propio del campo jurídico sólo puede
ser suplementado por una decisión del sujeto.
Hemos dicho que el robo de las funciones parentales ha forzado el crecimiento de un niño en el seno de una familia
que no es la suya, y que ―a pesar de ello― es en el entramado ofrecido por esa relación que le resultaría posible
inscribirse en lo humano y constituirse como sujeto.
En determinados casos, los relativos al secuestro de niños de corta edad que han llegado a convivir son sus padres
biológicos, las precoces vivencias reconocidas pueden permanecer como huellas imborrables que, a su tiempo,
servirán para favorecer el restablecimiento de algunas de las condiciones que imperaban antes de la apropiación ilegal.
Pero la misma teoría sobre los avatares de la constitución subjetiva deberá ser aplicada, aunque nos pese desde la
perspectiva de la promoción de justicia, para analizar el carácter de indestructibles de algunas de las experiencias
tempranas que han sido vivenciadas con los apropiadores, en especial, aunque no exclusivamente, en el caso de los
bebés que han nacido en cautiverio.
Si el campo del derecho tiene como pretensión poner fin al delito, y restablecer con la sanción adecuada la situación
anterior al acto antijurídico, hallamos una enorme dificultad para pensar con igual criterio y optimismo sobre las
consecuencias de la apropiación en el sujeto.
Cuando se trataba de niños el alcance de la ley jurídica debía corresponderse necesariamente con la restitución de la
identidad, es decir, con situar ―como punto de partida― que el menor tenía que saber quién era, que debía
devolvérsele su nombre y su lugar en una genealogía, para dar así inicio a un proceso, que podía ser más o menos
extenso, tendiente a subjetivar la identidad recuperada. No sucede lo mismo con jóvenes.
Pero también se trata, del lado del sujeto, de la puesta en acto de un deseo del que no podemos hacerlo culpable, pero
del que tampoco debemos desresponsabilizarlo, ya que una vez que ha realizado su movida, y ha tomado la decisión
de saber o no saber, no podrá dejar de hacerse cargo de los efectos que produzca su jugada.
Hemos dicho que la lógica genocida aplicada por la dictadura militar no se limitó a producir la desaparición física de
los padres de las criaturas secuestradas, sino que además se hizo extensiva a su memoria y a su descendencia.
Sabemos, finalmente, que el derecho a la intimidad del joven que ha sido un niño apropiado ilegalmente entra en
conflicto con el de sus familiares biológicos a conocer inequívocamente su identidad, y que por otra parte se opone a
la obligación estatal de establecer plenamente cuál ha sido la verdad histórica, para propiciar su rescate en la memoria
colectiva, sancionar los crímenes y castigar a quienes los cometieron.
En resumen, la situación analizada conlleva tal grado de complejidad que concluíamos señalando que ni la ley social,
ni la intervención jurídica ni la conservación en lo colectivo de la memoria y la demanda de justicia, alcanzan
necesariamente para garantizar la reparación de lo que se ha fracturado en el campo de la constitución subjetiva y en
el plano social, en tanto puesta en evidencia de los límites para subsanar enteramente las consecuencias de un delito
de estas características.
Entendemos que, cualquiera sea la solución hallada, cualquiera sea el derecho privilegiado en la sanción jurídica,
queda resaltado un punto de inconsistencia que denuncia la presencia de una falta real, de un imposible, que no puede
recubrirse del todo con ningún elemento de lo simbólico.
Tras ello, la posibilidad de restituir la identidad queda subordinada ―en nuestros días y en el futuro― a la decisión
previa de quien ha sido apropiado ilegalmente: el sujeto deberá desear saber, tendrá que poder cuestionar sus certezas
y pronunciarse sobre el recorrido a seguir.

H - Memoria, Victima y sujeto – Gutiérrez y Lewkowicz


Victima Significa en su origen latino persona o animal destinada al sacrificio.
Holocausto: sacrificio del hijo ofrecido a Dios.

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El desaparecido, el muerto, el torturado, no son en si mismos lugares que justifiquen el homenaje o el aprobio. La
atribución de cualidades a la victima supone una marca distintiva, ya que con ello se lo distingue del resto, de la masa
vulgar. Pero estas marcas no son via de singularización: ellas le son atribuidas desde un campo que impide al sujeto
toda sustracción del mismo haciéndolo colapsar bajo el destino mortífero de esa marca.
Ir del síntoma al diagnostico sustituyendo uno por otro es borrar las huellas que conducen a una pregunta que invitan
al sujeto a interrogarse por eso que el porta. Hacer de un síntoma un diagnostico es transformar ese interrogante en
una convicción nosografica donde encuentran refugios malestares diversos. Con el síntoma se le dice al sujeto que el
es aquello que muestra (adicto, bulímico, etc.). Le permite al sujeto un refugio en donde se puede desentender de su
posición de sujeto deseante.
No hay que olvidar, porque eso significaría repetir el pasado. Las identidades colectivas se sostienen en el
borramiento de las diferencias singulares. No es posible prescindir de las marcas de la herencia.

I – Especificidad DE la tortura como trauma. El desierto humano cuando las palabras se extinguen – Viñar
Medicina y tortura, según Merlau - Ponty, guardan una afinidad tópica, ambas alojan en y colonizan el espacio de
intimidad del cuerpo sensible de alguien humano: uno lo salva, otro lo destruye.
El trauma se define como lo que el hombre le hace al hombre.
La mayor angustia no es la perdida de objeto, sino la ausencia de su representación.
La meta terapéutica busca un reencuentro con la temporalidad psíquica, con un devenir y una reapropiación del fueron
interior que permita discriminar el pasado del presente, que el sujeto pueda acceder a su actualidad con frescura y no
quede incrustado, anclado, al trauma como fuerza de atracción irresistible que satura de significación todos los
ámbitos de experiencia psíquica, que contamina al presente y al futuro en un determinismo lineal y fatal con aquel
pasado.
Se trata de no leer el trauma sino como cada sujeto lo registra, lo inscribe y lo significa: la singularidad de la
respuesta.
J- Carta abierta de un escritor a la Junta Militar – Walsh
Carta de Rodolfo Walsh – Buenos Aires 24 de Marzo de 1977
No esperó ser escuchado, sabiendo que sería perseguido pero por su compromiso a dar testimonio, escribió la carta a
la Junta Militar.

UNIDAD V: Ética y responsabilidad

Principales artículos del Código de Nuremberg


*Cualquier persona que cometa actos que constituyan un crimen bajo las leyes internacionales será responsable y por
consiguiente sujeto a castigo.
*El hecho de que las leyes internas no impongan castigo por un acto que constituya un crimen bajo las leyes
internacionales no exime a la persona que cometió el acto de su responsabilidad bajo las leyes internacionales.
*El hecho de que una persona que ha cometido un acto que constituye un crimen bajo las leyes internacionales sea
Jefe del Estado o un oficial responsable del Gobierno no le exime de la responsabilidad bajo las leyes internacionales.
*El hecho de que una persona actúe bajo las órdenes de su Gobierno o de un superior no le exime de la
responsabilidad bajo las leyes internacionales, siempre que se demuestre que tenía posibilidad de actuar de otra forma.

A – Ética Profesional – Dossier bibliográfico en salud mental – Acápite 3.3 El status de la responsabilidad
sobre los actos.
Discusiones ético-metodológicas en torno al experimento de Milgram según Benasayag.
La experiencia de Milgram en la universidad de Yale intenta dar un panorama sobre el conflicto entre la obediencia y
los valores éticos. La experiencia estaba destinada a explorar cómo se comporta un hombre cuando una autoridad
legítima le indica que debe actuar contra un tercer individuo. En palabras de Milgram, encontrar “cuando y cómo la
gente desafiaría a la autoridad frente a un imperativo moral claro. Los resultados de la experiencia indican que dos de
cada tres personas llegan a administrar descargas eléctricas consideradas peligrosas; esto ha sido usado para intentar
explicar la obediencia a órdenes aberrantes durante la guerra o situaciones de tortura. En su libro “Utopie et Liberté”,
Bensayag incluye un capítulo sobre la obediencia a las órdenes, en el cual analiza el experimento de Milgram desde la

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perspectiva psicoanalítica: “el torturador de la experiencia de Milgram no está en modo alguno ante la misma
elección que el torturador argentino de la realidad; al contrario que este último, aquel se halla en presencia de u n
“torturado voluntario” dispuesto a sufrir por el bien común (en este caso el conocimiento científico) y de un
experimentador que le recuerda permanentemente que está actuando en nombre de ese ideal.” Para Benasayag, las
conclusiones teóricas que extrae ilgram están fundadas en un a priori al experimento, y la elección del sujeto se
asienta sobre un “renunciamiento” en función de la adhesión previa al discurso cientificista. El caso del militar
torturador argentino es bien diferente y correspondería a otro tipo de obediencia a las órdenes criminales: “en este
caso no hay renunciamiento y el Estado, por definición, no puede proveer al torturador un discurso que le permita
justificar su acto. Su sola justifación es “la ley del más fuerte”, la relación dual.

B – Vergüenza y Responsabilidad – Jinkis

El deseo no es para el psicoanalista una categoría, sino la consecuencia estricta a la que expone el ejercicio de su
practica. Si el sujeto dividido por el lenguaje habla sin saber lo que dice, aquel deseo lo vuelve responsable de lo que
dice.
Responsable: aquel del que se espera una respuesta. NO conciente de lo que hace o que se hace cargo de lo que dice,
sino culpable de lo que hace y dice.
Toda psicología moderna esta hecha para explicar como un ser humano puede conducirse en la estructura capitalista.
(Lacan)
Si ocuparse de la venganza, de la traición, la apuesta, la indiferencia, el derecho, testimonia que el psicoanalista no
esta fuera de los asuntos de la polis, esto no significa que pueda desprenderse de sus vestiduras profesionales y
perderse entre la gente, sino que significa que esos asuntos son los suyos porque el, el psicoanalista, esta tomado por
ellos en su practica. “De la posición de sujeto somos siempre responsables” (Lacan)

C – Nota sobre Lacan y Sartre – El desicionismo – Aleman, J


Sastre formula el humanismo, pero no el habitual que considera al hombre centro del las cosas.
Entiende por humanismo que se admitan las consecuencias de que Dios no existe. Esto es, ser ateo quiere decir que no
hay ninguna garantía en el Otro con respecto a lo que sucede al existente como tal.
Habitualmente la esencia precede a la existencia, ejemplo del abre lata, objetivo crearlo. Pero hay un caso donde la
esencia no precede a la existencia y es en el existente humano, aqui la existencia precede a la esencia. Según sastre el
humano debe hacerse a si mismo, y el determinismo es mala fe.
Dirá que la elección constituye al sujeto, lo hace sujeto. Elección que no puede ser pensada con voluntad, como
decisión yoica, no puede ser pensada como un acto voluntarista. La elección es no reflexiva.

D – La Responsabilidad ante el aborto – Ariel


Para tratar el tema de la responsabilidad del sujeto frente a su propio acto, Ariel elige el tema del aborto. Un acto
implica una decisión, y no una acción. Una decisión sin socios, que tiene consecuencias para quien la produce y
también para los otros. Pero para los otros, mi acto constituye una acción. A veces, el aborto es una decisión, a veces
una conmoción, a veces una trasgresión, a veces una elección, obligación, terror o error. A nivel corporal, el aborto es
esencialmente en la mujer. Pero también hay aborto para el hombre: a nivel del cuerpo pulsional, un embarazo es
interrumpido para ambos. Ariel no considera al aborto desde el campo moral: si está bien o si está mal. Define a la
moral como la pertinencia de una conducta de un hombre respecto de otros hombres. Por ende, es temporal, inscripta
en det. Época histórica y geográfica, que genera lazos sociales en tanto permite que haya signos. Se sostiene del ideal
del yo de una época. Si se toma una decisión en términos morales, la consecuencia de ello es ser amado u odiado.
Tampoco se sirve del aspecto jurídico: implicaría entender la decisión como punible o no por parte del Estado. Es la
vinculación de la moral con la política de una época, por ende, tmb es temporal. Analizar al aborto desde una visión
religiosa tmb implicaría una postura moral: si bien es atemporal en tanto es inherente a una creencia, la religión es una
verdad moral que ordena las acciones de los sujetos desde la voluntad de las autoridades de la iglesia. Tampoco
considera al aborto desde el punto de vista de las neurosis: podría ser un síntoma, un acting out, una deuda, una
identificación, una venganza.
Se considera entonces al aborto desde la responsabilidad subjetiva. La mayoría de las decisiones sobre los abortos, se
toman por dentro de algunos de los campos mencionados: moral, religioso, jurídico, neurótico. Tomar una decisión
semejante por fuera de estos campos implicaría llamar a la analogía del arte: ir más allá de su tiempo y de sus
referentes, para un artista, es ser un creador (“ir por fuera”). Que es uno más allá de estos campos? Más allá de su

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filiación ? Más allá de la moral, la religión y etc ? Si todo es sonido, si está organizado desde antes de que uno
advenga al mundo, la única posibilidad de lo propio es el silencio. Este silencio tiene que ver con la castración. Todos
hemos sido creados. El silencio es aquello que permite el pasaje de creado a creador. ¿Hay responsabilidad subjetiva
en desistir de transitar ese pasaje de creado a creador? Si la responsabilidad es la habilidad para responder, es entonces
responsabilidad por ese uno. En tanto analistas, si nos toca acompañar a alguien en ese camino, debe hacerse en ley
de abstinencia. Abstenerse de la propia moral, de sus valores y de su religiosidad, de la relación con la ley. Sostenerse
de algún modo en esa dimensión de escucha. Freud sabía que la única fortaleza de un sujeto es asumir la condición de
su acto, para ponerlo en paz con su existencia.

E – Responsabilidad, otro nombre del sujeto – Juan Carlos Mosca


La responsabilidad interpela al sujeto, quien debe o puede, dar respuesta, responder por su acto. La responsabilidad la
referimos a la singularidad de un sujeto en acto.
Pieza Literaria de Jean Paul Sastre: El muro – personaje Ibbieta.
El interés no esta en lo judiciable sino en la subjetivacion de una acción, si es así ya no será una acción cualquiera,
sino que recae sobre el sujeto, poniéndose este en acto.
El muro trascurre en la España de la Guerra civil, un grupo de prisioneros republicanos en manos de la falange es
arrojado a un sótano y deberán esperan a la mañana siguiente a que los lleven al muro y los fusilen. Cuatro personajes,
tres condenados y un testigo, el medico belga. El quinto protagonista será convocado en ausencia.
Llega la mañana, todos salen del sótano, Ibbieta el protagonista debe esperar. Luego lo obligan a declarar, lo
interrogan, le piden que denuncie a un líder anarquista, a Ramón Gris.Le ofrecen la vida a cambio de declarar. Ya esta
planteado el problema ético. A ibbieta ya no le importa salvar a Ramón Gris, solo quiere morir valientemente. Ibbieta
sabe algunas cosas, sabe que morirá, donde esta Gris y que son todos mortales. El sabía que moriría pero no hablaría,
solo por testarudo y burlarse de ellos.
Ibbieta hablo, para mentir, para engañar y burlarse de ellos y dijo “esta escondido en el cementerio”. Quiso mentir
pero dijo la verdad, allí encontraron a Gris y lo mataron, la muerte de Ibbieta fue aplazada volviendo al patio con los
prisioneros.
La primera exculpación posible para Ibbieta es la ignorancia y el azar. Lo que el sabía es que Gris estaba en casa de su
primo. No sabía que había abandonado ese refugio y se hallaba escondido en el cementerio, mencionó ese lugar por
puro azar frente a los oficiales para burlarse de ellos, y sólo por azar coincidió su declaración con el sitio real donde
se hallaba el fugitivo. El azar quiso que con su elección de una confesión mentirosa terminara, sin saberlo, diciendo la
verdad. El azar implica incertidumbre y podría estimarse que no habría apuesta sin incertidumbre.
El determinismo encuentra en el resultado la ley que le determinó. El punto de interés es si la determinación elimina la
libertad, y por ende, la responsabilidad. Ibbieta solo podría decir que “metió la pata” y que Ramón Gris es un
testarudo que se peleó con su primo y cambió un seguro refugio por el cementerio. Lo demás lo hizo el azar, el destino
o las circunstancias.
Invocar el azar, lo no determinado, como principio, no es mas “liberador” de la alienación del Sujeto, porque en esa
forma se borra el sujeto de toda responsabilidad, borrando su acto.
Ibbieta recuperó su tiempo bajo la amenaza de perderlo, recuperó su mortalidad. Negando su responsabilidad bajo la
coartada del azar, y del destino volvería a perderlo. También salvó su vida, si ese fue su deseo, de eso es responsable.
La única cosa de la que puede sentirse culpable un sujeto es de haber cedido su deseo. Si Ibbieta es responsable de
un acto, este acto inscribió el deseo. Como precio del deseo carga con lo real de la culpa: la responsabilidad..
Lacan: la única cosa de la que puede ser culpable el sujeto es de haber cedido su deseo. El sujeto cede para
acomodarse a los mandatos superyoicos, renuncia para gozar del sometimiento, Freud dice que cuanto mas renuncia el
sujeto a sus deseos, mas se acomoda a esas demandas del superyo y mas culpa se siente. Entonces según lacan, solo
se puede ser culpable de haber cedido en su deseo, el yo no es propietario del deseo, pero si el sujeto es responsable
de su puesta en acto.
Responsabilidad: es otro nombre del sujeto

F – El sujeto dividido y la responsabilidad – Salomone


Responsabilidad subjetiva: aquella que se configura a partir de la noción de sujeto del ICC, sujeto no autónomo, que
por definición no es dueño de su voluntad e intención.
Hay que distinguir responsabilidad subjetiva de moral y jurídica. La responsabilidad moral y jurídica responde a una
misma lógica. La responsabilidad juridica es una forma de resp moral.
Freud insiste en responsabilidad que atañe al sujeto en relacion a aquello que desconoce de si mismo.

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No hay que enfrentar al sujeto con la dimension de valores compartidos, ni de confrontarlo con la referencia moral.
No se trata de la realidad objetiva sino de la realidad psiquica. Aquí es posible introducir nuevamente la distinción que
hace Freud en cuanto a la dimension moral y la dimension del sujeto. Freud ubica la responsabilidad en relación al
propósito ICC que, ajenamente a la voluntad del yo, propicio una accion.
Con respecto a los sueños, Freud dirá que el sujeto es responsable por el contenido de sus sueños. Y dice que el
soñante sabe lo que su sueño significa, pero no sabe que lo sabe. A ese punto de ajenidad, se conduce la
responsabilidad. Freud responsabiliza al sujeto de aquello que desconoce de si mismo.
La vergüenza nos pone en la pista de un sujeto interpelado por aquello que, aunque vivido como ajeno, le pertenece y
lo perturba. La interpelación llama al sujeto a responder. Hay un tiempo 1 y un tiempo 2 que interpela al primero
La responsabilidad subjetiva es el corazón de la dimensione tica.
El sujeto que situamos es el sujeto como efecto, como efecto de la palabra que divide.
G – Los carriles de la responsabilidad: el circuito del análisis – Maria Elena Domínguez
Circuito: compuesto por un Tiempo 1 donde se realiza una acción que se supone se agota a los fines para la que fue
realizada. Un Tiempo 2 con algún indicador que señala un exceso y donde el universo particular soportado en las
certidumbres yoicas se resquebraja posibilitando la emergencia de una pregunta sobre la posición que el sujeto tenia al
comienzo del mismo. Momento propicio para la emergencia de una singularidad que demuestre la incompletad del
universo previo. Finalmente habrá un tiempo 3 que verifique la responsabilidad subjetiva.
El tiempo 2 resignifica el tiempo 1, resignificación que dará cuenta de una respuesta del sujeto que advierta un cambio
de posición frente a sus circunstancias.
El recorrido del circuito es invariable en cuanto a la lógica que instrumenta: la retroacción. No responde
cronológicamente sino con lógica de retroacción, hace que vuelva sobre una acción que ya sucedió. Es esta
interpelación la que me hace volver sobre lo dicho.
((La parte de Lacan de los estatutos del síntoma no lo considero importante a los fines, pero cualquier cosa que
pregunten por esto, lo mas importante que la responsabilidad es una respuesta a la castración))
H – Responsabilidad subjetiva y culpa – Oscar D`Amore
Sujeto del acto coincide con la responsabilidad subjetiva
La culpa no es mas que la imputabilidad de un daño por el que hay que pagar, aquí tenemos el carácter económico que
comprende una deuda, contraer una deuda es contraer una culpa. (En términos jurídicos)
Tomaremos lo que dice Jinkis: Responsable no es conciente de lo que hace ni se hace cargo de lo que dice, sino que
es culpable de lo que dice y hace.
Desde ahí decimos que la respuesta esperable queda suspendida a ese pasaje por la culpa. La culpa es una condición
par el circuito de la responsabilidad subjetiva. Es la culpa la que obliga a responder
No hay responsabilidad subjetiva sin culpa: No estamos hablando de culpa en el sentido tradicional en que
entendemos el sentimiento de culpa. La culpa de la que hablamos depende de una operación simbólica, la
interpelación subjetiva.
La interpelación subjetiva es la puesta en marcha del circuito. Luego la culpa obliga a una respuesta ad hoc a la
interpelación; es decir, dado el tiempo 2 que es el tiempo de la interpelación en el circuito, se funda en su
resignificación el tiempo 1, facilita una respuesta, que aunque no es considerada todavía tiempo 3, aquel de la
responsabilidad subjetiva, responde a la interpelación. La retroacción que genera la interpelación resignifica porque
liga a los elementos disonantes que se convierten entonces en un tiempo 1, es decir que el tiempo 1 es ya un tiempo
resignificado por la interpelación a través de la culpa. La culpa hace a la retroacción, hace que se retorne sobre la
acción por la que se debe responder. Dado un tiempo 2, el de la interpelación, la ligadura al tiempo 1 es ya una
obligación a responder a esa interpelación. No hay forma de no responder, pues la interpelación exige respuesta. La
interpelación es lo que genera culpa en sentido lato. Es el llamado a responder para volver al surco de lo moral, en
este caso, la respuesta es particular. No hay singularidad en la vuelta al surco moral porque la respuesta resulta un
taponamiento de la dimensión ética.
La interpelación subjetiva se pone en marcha cuando la ley simbólica del deseo obliga a retornar sobre la acción y en
efecto el psicoanálisis procede de este modo, retorna sobre la acción más moral, más particular, favoreciendo la
interpelación para la responsabilidad subjetiva. El sentimiento de culpa se diluye en el efecto sujeto y es una respuesta
de dimensión ética. Pero también puede ser óptica cuando el circuito se cierra en el mero ser de la culpabilidad, en la
negación de la misma o en la anestesia de la intelectualización o de la proyección.
Se abre como respuesta a la interpelación un abanico de posibilidades: el sentimiento de culpa, la proyección, la
negación, la intelectualización y la formación sintomática, incluso a expensas de ese capítulo controvertido que

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conforma el sentimiento inconsciente de culpa. Cada uno de estos elementos puede ser considerado una respuesta que
dice si a la interpelación. Responden a la interpelación subjetiva...
Planteamos una diferencia respecto del tiempo 3 como responsabilidad subjetiva: otro nombre del sujeto. El efecto
sujeto es también una respuesta a la interpelación, pero allí hablamos de una dimensión ética. Y eso implica la noción
de acto en la que el sujeto se produce. Al hablar de efecto sujeto hablamos del acto ético, es el acto en que se produce
un sujeto de deseo inconsciente. Esto es lo que quiere decir que el estatuto del ICC es ético (lacan)
LLAMAMOS ETICAS A LAS SINGULARIDADES QUE HACEN DESFALLECER AL PARTICULAR PREVIO.

Especies de respuesta: Tenemos una respuesta culpogena, pura culpa anclada en el yo soy culpable. También esta la
negación, la prevención y las formaciones sintomáticas asociadas al sentimiento ICC de culpa. En ellas la culpa no
favorece al efecto sujeto.
Sabemos que no hay responsabilidad subjetiva sin culpa y también que la culpa puede llegar a venir como tapón
donde no hay advenimiento del sujeto

UNIDAD VI: Bioética y Filiación: Nuevas cuestiones Éticas y epistemológicas

A – Abuelas de Plaza de Mayo: Abuelas opinan sobre Doltó


Articulo que informa sobre la desinformación de la Dra. Dolto en cuanto a una parte de nuestra historia, que no es la
misma que ella identifica en sus declaraciones.
Los niños y bebes nacidos en cautiverio fueron violentamente arrancados de los brazos de sus madres, padres,
hermanos, abuelas, y abuelos y la gran mayoría sigue sufriendo el secuestro y la desaparición. Fueron ilegalmente
adoptados como propios, privados de su identidad, lo que implica que fueron tratados como objetos, parte del saqueo.
Las situaciones son de fraude y falsificación sin ley. Las figuras de los apropiadores son desde el lugar parental de la
impostura.
Identidad: estructura interna que consiste en lo que uno siente ser. Lo que funda esa identidad es el deseo de vida de
los padres unido a la propia pulsion de vida del bebe. El deseo de vida se va haciendo autónomo, pero debe pensarse
ligado al motor que lo genero, el deseo parental. Esta configuración de deseos que es origen de vida es basamento
identificatorio.
Las abuelas de plaza de mayo llaman restitución al acto de recuperación de los niños secuestrados, acto psíquicamente
fundante porque se asienta en la verdad y en la ley y libera al psiquismo infantil de la fundación falsa en la que se
encuentra capturado: porque reestablece un orden de legalidad familiar que posibilita el deseo, el encuentro con la
propia identidad y la inserción en la legitima cadena generacional.
En la situación de apropiación los niños fueron arrancados, sin palabras y con violencia real, sumergiéndolos en un
proceso de ocultamiento y de enajenación, arrancados de su identidad de su historia personal y familiar. En este tipo
de actos se desconoció toda ley.
En la situación de restitución no hay repetición, las palabras son dichas y desde la ley se permite el acceso a la verdad.
No hay arrancamiento. Hay articulación entre verdad y justicia. El contacto con la verdad es la posibilidad de tomar
vínculo con el proyecto de vida de sus padres y con la configuración de deseos que son origen
En la apropiación, a diferencia de la adopción no hay legitimación posible de hijo, porque no hay libre voluntad de
renuncia al proyecto de vida y deseo por parte de los progenitores, ni de los progenitores de sus progenitores
Estos niños son identificables, con familiares ubicables. Las abuelas han elegido el camino de la justicia para
recuperar la vida de los niños desaparecidos
B – Identidad y Responsabilidad – Lo Giudice y Olivares
Dos ejemplos de restitución:
Nos encontramos ante la misma circunstancia, secuestro y apropiación de niños durante el Terrorismo de Estado en
Argentina (1976/1983) y dos respuestas:

- Un juez que reniega de lo acontecido, intentando legislar como si la convivencia con los apropiadores fuese
por un abandono y no por una ruptura de la legalidad que perpetua en el secuestro de la niña
- Otro juez que logra efectivizar un reordenamiento simbólico restituyendo su lugar a la niña como sujeto de
derecho.

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Abuelas de plaza de Mayo: La invención de las abuelas, con la creación de su institución, fue un acto ético y
ciudadano como respuesta a la usurpación del poder por parte de las fuerzas armadas.
Hubo violencia, desaparición de personas e institucionalización de campos de concentración y exterminio, todo esto
en el marco del terrorismo de estado del 76.
El derecho y el psicoanálisis: Tanto el derecho como el psicoanálisis se encuentran involucrados en el acto de instituir
lo vivo con operaciones diferentes. Para el derecho el vínculo de filiación esta creado por las instituciones jurídicas.
Para el psicoanálisis instituir lo vivo será planteado desde las operaciones de subjetivacion necesaria para que el
pequeño sujeto se humanice. La flia es el ámbito donde se desarrolla el ser hablante. Lo simbólico, que precede al
sujeto, es la función ordenadora de la cultura que separa al hombre de la naturaleza, inscribiéndolo en la entrada del
lenguaje.
El niño al nacer necesitara de la función materna y paterna para vivir, y para constituirse subjetivamente se
identificara a sus padres, de ellos recibirá una marca simbólica, trazo identificatorio que le permitirá ser.
En este sentido desde el psicoanálisis se piensa la identidad: es ser inscripto por los padres en el sistema de
parentesco, reconociendo la igualdad y la diferencia, pues solo siendo diferente puedo particularizarme. Al nacer,
sostenido por el deseo de sus padres, se subjetivara, produciéndose como sujeto nuevo. La función de la familia tiene
a su cargo la transmisión de una constitución subjetiva que implica la relación con un deseo que no sea anónimo
El estado no debe negar lo acontecido, debe abrir paso a otra versión de lo acontecido. Si el hecho fue de orden
inédito, las soluciones deberían ser inéditas.
LA ENCRUCIJADA DE LA FILIACION
C – Introducción–
- Octubre de 1985 abuelas de plaza de mayo fundamentan la necesidad de dar carácter de ley a la iniciativa del banco
de datos genéticos. Se inauguraba así un capitulo de importancia donde se articulaba la genética, la legalidad social, y
las funciones de identidad e identificación
PRIMERA PARTE: En busca del hijo perdido: apropiación, cambio de identidad, restitución
D – Cuestiones éticas y epistemológicas ante la experimentación psicológica con niños – Fariña y Brinton Lykes
- Novela Los niños del brasil: clones de Hitler – genética más medioambiente-
-Argentina: 1984 – Diario La Capital –
“Los verdaderos padres son los padres psicológicos” Lidia Castagno de Vicentini, ella decía que el lazo con las
abuelas era irrelevante a los años de convivencia con los apropiadores
“Los verdaderos padres son los padres” dijeron un grupo de psicólogos ligados al movimiento de derechos humanos.
- Guatemala: Estrategia de mejoramiento llevada acabo por los militares de ese país.
- EEUU: ¿Qué es una madre? Caso de Baby M. Matrimonio que no podía tener hijos, pagaría a una joven por ser
inseminada artificialmente y por entregarles la criatura. La joven no quiso darlo
Las formas de experimentación sobre la filiación de los niños ya tenía antecedentes. Durante la Segunda Guerra
Mundial, cuando el III Reich soñaba con la hegemonía de la raza aria, dos estrategias se pusieron en práctica: la
primera, la de los célebres “Lebesborn” (fuentes de vida), maternidades en que las jóvenes alemanas eran fecundadas
por oficiales SS para asegurar un ritmo sostenido de natalidad; la segunda, la del secuestro de niños yugoslavos y
polacos que reunían los rasgos físicos arios, su traslado a Alemania y su adopción por parte de las familias nazis que
no podían tener hijos.

Las modificaciones de la filiación no pueden ser comprendidas fuera del contexto económico-político y del rol del
Estado como normatizador de los sistemas de propiedad.

E – Lecciones de Potestad – Fariña


Potestad:
Monólogo se inicia con un personaje en escena, El hombre cincuentón, macizo, se presenta a si mismo, a su mujer y a
su hija, reconstruyendo una escena ocurrida en el pasado. Se empieza a dibujar una escena familiar. La descripción de
la posición de la mujer subraya aún más el difícil vínculo que existe entre ellos. Problemas de comunicación,
problemas sexuales. La posición y movimientos de la hija acentúan los rasgos de identificación a su padre. Un marido

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ex deportista que reprocha a la mujer una indiferencia que lo desautoriza como macho; una esposa ausente, aislada
tras sus auriculares; una hija, aparentemente púber, estudiando su lección de historia en el living de la casa de familia.
Suena el timbre y al dirigirse a la puerta se encuentra con un desconocido que le quiere hablar a solas con su hija
Adriana. El se niega pero el desconocido insiste: “… por favor, ya no estamos en la época de antes…”El desconocido
ingresa luego de un forcejeo verbal y toma a Adriana del brazo. Ana María intenta impedir la acción pero es
hábilmente esquivada y golpeada contra una pared. El hombre, sujetado por un segundo personaje, contempla
paralizado como se llevan a Adriana.
Empieza a recrear anécdotas de la vida cotidiana de Adriana. Habían tenido dificultades para tener chicos y la llegada
de Adriana había representado la última esperanza. Luego recuerda lo que sufrió la nena y como conoció a los padres,
muertos. Tuvo que certificar dichas muertes.
La revelación contenida en la tercera parte de la obra resignifica el sentido de las dos primeras. La primera se sitúa en
1984 y corresponde a los funcionarios judiciales encargados de la restitución de la niña una vez que se verificó el
delito del médico raptor., Se confronta al espectador con este presunto “padre” que resulta ser a la vez cómplice de la
muerte de los padres de la niña. La referencia a Adriana guarda la impronta de su deseo sobre el de la niña: “Ella lo
copio de mi…”. El doble carácter de “padre” y de cómplice del genocidio resultaba intolerable.
¿Puede un hombre cumplir la función paterna respecto de un niño habiéndolo robado luego de participar en el
asesinato de sus verdaderos padres? Decididamente no. La pareja que intenta resolver sus frustraciones respecto de la
paternidad robando un niño, se condena a una doble imposibilidad. Por un lado, cancela cualquier posible función
parental respecto del menor, por otro, impugna definitivamente el vínculo que los une.
Mientras que el hombre puede sostener la farsa incluso más allá de las evidencias elementales, la mujer sabe de su
déficit respecto de esa hija y, cuando se desbarata la patraña, ya no puede seguir adelante con ella. Se trata de una
confirmación, por la negativa, de las diferentes posiciones que adoptan padre y madre frente a un daño en el hijo. Este
lugar de resignación estaba en rigor anticipado en el instante en que Ana María pretendió devenir madre aceptando el
“regalo” de su marido. Esta posición objeto respecto del hombre supone toda una elección. El “no preguntar”
representa un agravante desde el punto de vista de la responsabilidad subjetiva.

F – Niños desaparecidos: la construcción de una memoria - Kletnicki


La apropiación de hijos de personas victimas de la desaparición forzada, o niños que han nacido bajo cautiverio ha
sido un rasgo distintivo de la dictadura militar que asolo al país entre 1976 y 1983. Estos niños han quedado perdidos
del entramado generacional.
Al secuestro físico se le suma el psicológico, ya que desde una usurpación de los lugares paternos y de las marcas que
desde ese lugar se trasmiten, aportan las condiciones para estructurar un sujeto
La restitución es una pieza clave de una ética centrada en develar lo oculto, es el cese del efecto siniestro. Restitución
es volver a colocar el objeto en el lugar del que ha sido extraído y reparar los daños que ha sufrido.
Al hablar de estatuto ficcional de verdad, se hace referencia a una nueva paradoja para pensar los procesos de
subjetivación: se trata de determinar, en las circunstancias de la apropiación ilegal, sobre la verdad o falsedad de las
marcas que han sido inscriptas en el niño. En un extremo, se plantea que lo ofertado por los apropiadores implica la
constitución en una configuración identificatoria falsa, en la medida en que toda situación se asienta en el robo.
La verdad que revela el derecho es a medias: devela el delito y restituye al apropiador al lugar de criminal, oculto para
quien es objeto de apropiación. Así, lo desaloja de la paternidad. Eso no puede ser leído en la línea del borramiento de
la estructuracion del sujeto en las marcas que lo han constituido: no se indique que reacomode al niño que ya no es en
el lugar de donde se lo hubo sacado, ni que anule las identificaciones que le daban consistencia imaginaria (osea no es
volver a un punto anterior)
No hay del lado del sujeto adquisición de huellas falsas, aunque se descubra que los apropiadores no ignoraban que
inscribían una mentira. Por todo esto es importante diferenciar la huella que se trasmite y el rastro que ella funda, ya
que hay entre ambas dimensiones un vacío impreciso.
Cuando la ley se restituye, se le van dando fin a lo siniestro.
En algunas situaciones, no se trata de permanecer con los apropiadores, sino de la imposibilidad lógica de realizar una
elección... La subjetividad no se rearma como un rompecabezas que se desarmo un día, buscando las piezas dispersas
y señalando su encastre correcto, porque si hay reconstrucción posible se hará con otras piezas.
Se espera que las condiciones singulares, un suceso inesperado que desborde el equilibrio, muevan al sujeto a
iterrogarseen el intento de producir un saber sobre el pasado, que de comienzo a lo que hasta ese momento no había
tenido lugar.
Construir una memoria requiere de lo singular y de lo colectivo y es una tarea inaugural y permanente.

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FRASE IMPORTANTE: “... me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos. Para reconocer en vos a mi hijo y
para que reconozcas en mi lo que de tu padre tengo: los dos somos huérfanos de el…” – Juan Gelman . Carta abierta a
mi nieta o nieto. 12 de abril de 1995 – Revista Hijos.

G – Restitución del Padre – Gutiérrez

Los nombres de los padres: Se han dado varios nombres que terminan en callejones sin salida, el equivoco sobre la
legitima paternidad permanece oscurecido.
Es necesaria una decisión jurídica sobre la paternidad, la paternidad necesita una decisión desde la ley.
Jurídico: derecho y decir. Supone la ley atada a la palabra.
Dos ejemplos:
- La decisión del rey Salomón para dirimir la disputa entre dos mujeres que reclamaban un mismo niño
- El caso del ex subcomisario Samuel Miara, apropiador de los mellizos Matías y Gonzalo Reggiardo Tolosa.
a. Rey Salomón y su corte: dos prostitutas, ambas dicen que un niño es su hijo, una de ellas asfixio a su
verdadero hijo, y no se sabe cual. El rey les dirá que lo dividen en dos, y solo la verdadera madre cederá, no
permitiendo el daño al niño. Según Salomón la renuncia funda el lugar materno, ahí se encuentra la madre.
La que cede a su objeto más preciado, la que por su castración se somete a la ley paterna en una renuncia del
lado de la cultura, esa es la madre. Para que el orden humano sea tal, no solo se requiere a un padre, niño y
madre, también a la ley, que nombra todos los lugares, y permite que de la cría nazca un hijo encadenado a
una genealogía fundadora.
b. Matías y Gonzalo, apropiados por Miara, este fraguo documentación. Los mellizos llegan a manos de él, el
16 de mayo de 1977. Miara fue condenado por delito de robo de menores, sustitución de identidades y
falsificación de documentos. Un día recibe en donde estaba recluido a Gonzalo, el juez había prohibido ese
encuentro, fue clandestino. Otra cosa de importancia también fue que Miara le diga a Gonzalo que debía
enfrentar al juez, cambiándose de colegio, volviendo al anterior. Y también le dijo que desoiga cualquier
reglamentación
La conducta de Miara es una pura acción sin legitimidad. Solo la exacerbación de una potencia de destitución que
elimina toda posibilidad de ubicarse como padre. El eclipse subjetivo de Gonzalo prueba ese oscurecimiento.
El padre es el que dice la ley, El padre simbólico es el que introduce una tercera renuncia, la propia. No se trata de
ser padre sino de oficiar como padre. Este oficio no responde a ninguna forma de arbitrariedad, sino que es el
resultado de lo instituido por una tradición. Sin embargo cuando Miara miente y hace oír su orden, uno se
pregunta donde esta el padre, el padre esta desaparecido.
Nombrar como padres a quienes fueron apropiadores es renegar de la historia.
Restituir los niños a sus legítimas flias es un acto de restauración de la función paterna, la restitución no es del
niño sino del padre.
Si reintegrar al sujeto a su historia tiene algún sentido humano, solo lo será al sostener la ley desbaratando la
impostura.

UNIDAD VII: La etica en la perspectiva tecno cientifica

Tercera parte: LA CIENCIA SIN FICCIÓN: TECNOLOGÍAS DE REPRODUCCIÓN HUMANAS


El DOBLE DE LA CLONACIÓN Y LA DIVISIÓN DEL SUJETO
Función de la genealogía

Según Legendre, la genealogía instituye los tres principios básicos mediante los cuales la palabra humaniza. La
genealogía proporciona: un principio de identidad, a partir del cual el sujeto puede decir soy este que soy; un
principio de diferenciación subjetiva, mediante el cual el sujeto no se confunde con otros ni confunde a los otros con
él; y un principio de causalidad mediante el cual el sujeto es el que es y no se confunde con otros porque fue
engendrado por determinados padres.

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El discurso social otorga las condiciones discursivas para el primero de tales principios (subjetividad de la época:
imaginario que otorga consistencia al ser, lo idéntico a sí mismo). Pero es insuficiente para operar como
determinación para los otros dos.
El proceso de subjetivación es correlativo a la transmisión de un objeto inasible, que la familia porta. Antes de ser
nombrado y tratar de vivir su propia parte de sujeto, es en primer lugar la parte plena y entera de otros, de esos otros
privilegiados, los padres –literalmente los reproductores-, enfrentados con el objeto desconocido de su deseo, con lo
inasible de una transmisión. Ese inasible se encarna el y sostiene la reproducción humana de una generación a otra.

La función de la genealogía es separar, introducir la sucesión de las generaciones nombrando los lugares para permitir
que cada uno tenga el suyo; y que estos lugares no se confundan. Cuando se confunden, hay incesto. La palabra
nombra separando, ordenando la sucesión.

Renuncia y rechazo
La renuncia funciona respecto de algo que se tiene y se deja; en ocasiones, obligadamente. Etimológicamente
renuncia proviene de emisario, anunciador. El sujeto de la renuncia deja de ser el emisario que anuncia la palabra de
otro para tomar la palabra por sí mismo. Es aquel que abandona lo que tiene, que resigna lo que posee, aunque sólo lo
posea en la medida n que le es ofrecido.

Resignar proviene de seña, significa “señal, marca” y también “insignia, bandera”. En el caso de resignar las marcas
de la tradición supone haber pasado por ellas. Lo que está en juego es la operación de alineación-separación.

En el rechazo se pone en manera el auto-engendramiento en la pretensión de impedir la inscripción de marcas. Si bien


el sujeto se desentiende de las marcas, eso no significa que las marcas se desentiendan de él. Las marcas rechazadas
en el campo del Otro arraigan como un real que retornan como productor del rechazo de la operación de alienación-
separación.

La separación permite hacer lazo genealógico. El auto-engendramiento, en cambio, supone negarse a las marcas del
linaje. La diferenciación queda entonces afectada al no encontrar el sujeto su punto en la ligadura genealógica.

Deme dos
La clonación es una tecnología productora de lo idéntico. Allí no hay espacio para la diferenciación como operación
humana que la palabra habilita.
La clonación es el reino de la duplicación incesante de sí mismo que busca desplazar a la castración de su lugar de
marca irrepetible. El clon (= doble) no es otro sino algo nacido de sí mismo, auto-engendrado por un cuerpo que
busca alejar la posibilidad de la muerte. La producción de humanos no existe. Sería el lugar de una imagen al margen
de la palabra. La producción es creacionista.

En cambio, la reproducción es repetición sin mímesis, se repite aquello que nunca es idéntico. La reproducción es
sexuada. La reproducción es un acto de transmisión generacional que no transmite otra cosa que el límite de la
omnipotencia. La castración separa al sujeto al tiempo que lo divide fundándolo como deseante. El sujeto es dividido
(diferente al clon que es doble).

La pregunta útil y el enigma sin respuesta


¿Para qué sirve reproducir humanos? En principio la pregunta tiene un contenido utilitarista que se desliza hacia el
hombre, quien, se supone, debe servir para un determinado fin. Queda así determinado que el hombre tiene un destino
fijo y que está destinado por alguien quien le asigna un fin. El sujeto deviene así puro objeto de la ciencia como Otro
del saber absoluto. Ejemplo: filme Blade Runner.
Producción de humanos (denominadas réplicas) con fines precisos de custodios de colonias espaciales. El creador ha
decidido de antemano su destino y su función. Sabe día y hora en que morirán.

Las réplicas se preguntan por la fecha de su muerte: aquello que en el sujeto se presenta como pura incertidumbre.
Para resolver ese interrogante recurren a su padre. Su creador conoce la respuesta. El científico ha saturado de saber el
lugar del enigma. Pretende destituir toda ficción fundadora para ubicar su saber en el lugar de la fundación.

El replicante vacía ese lugar de saber: matando al que sabe. Cuando la destitución simbólica del Otro se hace
imposible, se torna posible el pasaje del acto parricidio.

La pregunta fundamental

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Es prudente salir de la pregunta ¿Para qué clonar? Pregunta sostenida en un principio utilitarista. Para preguntarse
¿Por qué clonar? Es una pregunta por el fundamento. En tanto pregunta por el fundamento, es conveniente dejar
vacío el lugar de la respuesta.

SABER CREACIONISTA Y FICCIÓN FUNDADORA


El Golem
Golem significa “amorfo”. Es un muñeco construido con arcilla que puede ser animado y vitalizado a partir de la
pronunciación de cierta secuencia de palabras. Pero la animación del Golem estaba sujeta a la posibilidad de conocer
y de adquirir sabiduría, lo que conducía a descifrar los textos sagrados y conocer el enigma de su ordenación.

La palabra clave era el nombre mismo de Dios, que en la religión judía no puede ser nombrado. El Golem llevaba
escrito sobre su frente el nombre EMET; que significa Verdad = Dios es verdad. El Golem tenía un crecimiento
incesante, lo cual se tornaba peligroso para su creador. Frente a esto, su creador borraba la primera letra de la palabra
EMET, quedando MET que significa muerte, Dios es muerto. El Golem en ese momento se deshacía en polvo.

Una leyenda cuenta que un rabino dejó crecer demasiado su Golem y para borrar la primer letra de su frente. Le pidió
al Golem que le atara las botas y al agacharse la borró la letra. El Golem se deshizo y cayó sobre el rabino matándolo.
Pero antes, al borrar la letra, la frase MET muerte engendra horror en el rabino por el carácter parricida de su acto.

Pero la principal característica del Golem es que no tiene capacidad locutiva. Es un mudo cuerpo sin nombre.

La verdad de la ficción
Hay un momento importante para la constitución subjetiva del niño, en el que luego de mantener la creencia en que
los padres lo saben todo al punto de saber acerca del propio pensamiento del niño, advierten que eso es en realidad
imposible. Se abre entonces la posibilidad de mentir.

Si el Otro no tiene todas las respuestas, se trata entonces de buscarlas por sí mismo. Ese saber sólo encuentra un lugar
por la vía de la superposición, de una creencia.

En la investigación el niño acude a sus padres, pero los padres generan versiones que el niño no cree y mantiene
entonces sus investigaciones en secreto. Puede surgir allí un conflicto psíquico a partir de una disociación. La versión
oficial dominará su psiquismo conciente. La versión que le aporte su investigación quedará en el icc, quedando
constituido el complejo nodular de la neurosis. Así, el no saber del otro, divide al sujeto constituyéndolo como sujeto
del icc.

La Verdad miente, la Ciencia no.


La ciencia se otorga una posición de saber absoluto sobre el origen. El saber de la ciencia disuelve el carácter ficcional
de la fundación y mítico del origen. En esta posición de la ciencia, lo que queda forcluido es el sujeto mismo.

En la perspectiva creacionista de la ciencia, todo ingresa en el campo del saber sin mito que lo recubra.

Además, en el mundo mercantil, las tecnologías reproductivas alcanzan un despliegue ilimitado. El problema se
plantea por establecer cuáles de estas tecnologías se erigen como cuestionables éticamente en medida que afectan la
condición simbólica de la especie.

El problema está en la confluencia de tres factores: condiciones de mercado libre compra-venta; desarrollo
tecnológico; avidez narcisista (no deseo) que reclama seres en relación al cuerpo.

En la intervención de estas coordenadas hay una variación de significación que conmueve el espacio de la
estructuración subjetiva.

UN DESEO QUE NO SEA ANÓNIMO


Debe poder definirse en qué condiciones la utilización de una tecnología determinada produce y promueve el
desarrollo de lo simbólico, y en qué casos fomenta su aplastamiento. Ejemplo: FIV por infertilidad o FIV como
manipulación genética para procesos eugenésicos.

Otro ejemplo es el de las tecnologías de diagnóstico prenatal que puede ser usado para ver la posibilidad de un aborto
o ser promotor de lo simbólico: el saber anticipado sobre la llegada de un hijo con un problema determinado (por
ejemplo, Síndrome de Down) puede permitir a unos padres que tengan decisión de no abortar un encuentro distinto
con ese niño diferente.

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Así, en este caso. La tecnología puede erigirse en soporte de las mediaciones simbólicas.

LAS NTR

 Permiten prescindir de la realización del acto sexual separando la procreación de la sexualidad.


 Deja de ser necesaria la organización familiar, que ha tenido a su cargo el patrimonio de la reproducción.
 En el caso de la clonación, puede omitirse la introducción del espermatozoide en el óvulo para originar un
nuevo ser. Esto implica privar al sexo masculino de su rol tradicional en la concepción.
 La ectogénesis permitirá realizar la gestación fuera del útero materno, prescindiendo de la mujer.

Lévi-Strauss habla de estructuras elementales de parentesco. Esta estructura tiene por función la transmisión, de una
generación a otra de aquello que garantice “que la cría humana sea parlante y tenga el mínimo de ubicación en un
sistema de intercambio”.

En la actualidad, la familia se presenta como la institución social encargada del sostén de esa transmisión de “un
núcleo real, no anónimo y singular”, que es necesario para la constitución subjetiva.

También las marcas inscriptas en el sujeto apuntan a la constitución de lo humano. ¿Para qué se desea al niño? ¿Qué
lugar ocupa en la novela familiar? ¿Qué se dice de él? ¿Cómo se habla de él? ¿Qué estructura familiar lo espera?

Ejemplo: es posible que se determine el sexo de un bebé con fines terapéuticos, especialmente ante enfermedades
hereditarias asociadas con uno de los sexos.
Esto no impide que una mujer madre de 5 varones demande esa técnica para concebir una nena, alegando que le
servirá para curar su depresión por no tenerla.

¿Esto promueve la constitución de lo simbólico o se presenta como forma de aplastamiento? Es indudable que se erige
una marca subjetivamente.

La vocación totalizadora de la ciencia encuentra su límite ante la complejidad de lo humano. La ciencia no puede dar
cuenta del deseo y del goce.

Duelo
El trabajo de duelo, tomado como intento de inscribir la pérdida real de un objeto, debe pensarse como operación
constitutiva del sujeto.

Intenta producir la inscripción simbólica de lo real que irrumpe. Es estructural de lo humano. Freud define al duelo
como la reacción frente a la pérdida de una persona amada o a una abstracción que haga sus veces. No es patológico.
El examen de realidad muestra que el objeto ya no existe más. La libido debe retirarse de ese objeto. Este trabajo se
realiza pieza por pieza con un gran gasto de energía. Mientras tanto, la existencia del objeto perdido continúa en lo
psíquico.

Una vez cumplido el trabajo de duelo, el yo se vuelve otra vez libre y desinhibido. Lacan conceptualiza al duelo como
el reverso de la forclusión: si en esto lo ausente en lo simbólico retorna desde lo real, ante la pérdida real en el duelo,
se trata de producir un reordenamiento de lo simbólico para cubrir la falta. Pero a partir de la insuficiencia de los
elementos significantes para colmar el agujero producido en lo real, el intento de cubrirlo fracasa.

Para Freud el duelo parece poder realizarse plenamente. Para Lacan, en todo duelo hay un resto incurable ya que es
condición del objeto, el ser irrepetible e insustituible.

Pero además debe agregarse por condición que Freud sólo presenta para la melancolía aquello ignorado que se perdió
del objeto y también de aquello que sólo ese objeto ahora ausente causaba.

Si un mito siempre aparece a falta de algo y para dar respuesta a la pregunta que esa falta provoca, si ubicamos la
función del mito como intento de cubrir lo real, no cualquier respuesta puede advenir a ese lugar: hay una relación
interna entre lo real interrogado y el mito que sirve para representarlo. La investigación del niño es orientado por
premisas específicas derivadas de los componentes de la pulsión sexual y, en este sentido, una explicación cualquiera
no puede servir ya que debe su integrado a un sistema conceptual que admite ciertos saberes y rechaza otros. Las
respuestas científicas no pueden ser condenadas de manera objetiva porque existen límites a la posibilidad de
significación.

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Cada teoría sexual infantil se constituye en obstáculo para la aprehensión de una realidad que se sostiene como
objetiva: busca saber aunque hay algo de lo que nada quiere saber.

Si las teorías sexuales infantiles obedecen a la realidad pulsional, ubicamos allí un límite a la significación. Un
conocimiento preciso existente en la ciencia y en los padres, no evitará el encuentro con esas producciones que no
respetan una lógica objetiva.

La búsqueda de un límite
En medida que el avance de la ciencia desconozca las determinaciones estructurales que constituyen al ser humano, se
verificará el empobrecimiento de lo subjetivo. Los desarrollos son más rápidos de las posibilidades de ser
simbolizadas, integradas por el sujeto.

Habiendo planeado que hay un real en juego anudado a la constitución del sujeto en relación con un deseo que no sea
anónimo, su desconocimiento tendrá como efecto la disolución de la constitución de sujeto en el deseo, de lo que se
esperan estragos.

Se verifica la ausencia de una teoría apropiada para pensar al sujeto y los procesos de humanización. El efecto es una
tecnologización de la vida, la sexualidad y el deseo.

Está en juego la deconstrucción de las categorías de maternidad, paternidad, filiación, familia, para proceder a su
reconstrucción como proceso tecnológico.

Conclusión
La especie humana necesita como característica específica constituyente de su especificidad, el intento de recubrir lo
real por la vía del símbolo, aunque sea una operación que nunca puede ser completada plenamente. Ejemplo: el duelo.
Pero allí donde lo real irrumpe y en medida que hay eficacia de lo simbólico, el intento es servirse de eso simbólico
para producir la inscripción de lo que se interroga en lo real.
Esa inscripción es siempre singular. Tiene como base la transmisión de un núcleo real, no anónimo y singularizado: la
donación y apropiación de marcas subjetivantes, la constitución de determinadas operaciones simbólicas y en medida
de que dichas operaciones han sido fundadas el reordenamiento que realiza la estructura.
Remarcamos Los límites a la pretensión absoluta de la ciencia.
Al situar como relativo al carácter antropológico de la especie, el intento de hacer simbólico lo real, a la vocación
totalizadora de la ciencia se le antepone una operación que resiste la plena formalización y por ende escapa a la
posibilidad de su dominio.
Ejemplo de la clonación : Una fotocopia genética no equivale a decir que el sujeto puede ser fotocopiado.
Pero el límite fijado por la estructura no es suficiente: se hace necesario que una ley social acompañe el límite citado
para impedir aquellos usos que transgredan lo propio de la condición humana.
La discusión plantea si la posesión del conocimiento implica siempre la necesidad de su uso, si lo que puede ser
hecho, debe hacerse. Son posibilidades técnicas de producción de un fenómeno determinado, no están en el mismo
registro que su necesariedad ética.
Limitaciones a este punto de vista
Proceso científico tecnológicos inscriptos en el interior de una lógica mercantil.
El avance de estas tecnologías se produce en un momento en que el sujeto ve reducido lo especifico de su condicion a
formas cada vez mas objetivadas.

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