Salarios abonados a los trabajadores que dedican la totalidad de su jornada a la
producción de un mismo producto, sin cambiar de sección y actividad. Debe
dedicar el 100% de su tiempo al mismo trabajo, para que la imputación directa del costo se pueda hacer sin problema. Si eso no sucediera, y un trabajador dedicara su jornada a la producción de 3 productos distintos, el coste de su salario se debería dividir entre tres. Materias primas empleadas en la producción de un bien o servicio. Si producimos vino, una de las materias primas elementales sería la uva. Se trata de un costo directo, en función del tipo de uva y la cantidad de la misma, el coste de producir una botella de vino será menor o mayor, lo cual se trasladará finalmente al precio de venta final de cara al consumidor. Insumos. Todos aquellos materiales necesarios para el proceso de producción, fabricación y transformación de un producto en un bien final. Por ejemplo, si producimos mesas, los clavos, el pegamento y el barniz empleados serían insumos. O, por ejemplo, para la producción del pan, los insumos serían el agua, la levadura y la sal. En definitiva, todos aquellos bienes que sirven de base para conseguir el producto final destinado a la venta. Indemnizaciones de aquellos trabajadores que forman parte de la cadena de producción y elaboración de un producto concreto. Tal y como el caso de los salarios, caso de ser un trabajador que trabaje en dos secciones a la vez, ya deberíamos establecer un criterio de asignación y no procedería considerarlo como coste directo.
En definitiva, toda empresa, que se dedique a la producción de bienes o realización de
servicios, presenta una serie de costes directos que debe tener la precaución de contabilizar y controlar para optimizar al máximo posible la cadena de producción.
Tomemos el caso de un restaurante de hamburguesas. Este establecimiento cuenta
con costos fijos como el alquiler de su edificio y los salarios de los empleados, y con costos variables como las materias primas: pan, hamburguesas, aderezo, etc. La sumatoria de todos estos costos (alquiler, salarios, materias primas) constituye el costo total del restaurante para mantenerse en funcionamiento. Todos los emprendimientos comerciales tienen la finalidad de generar beneficios económicos (ganancias). La obtención de beneficios está vinculada a los costos totales ya que, si los costos de producción son muy elevados, los ingresos conseguidos por las ventas difícilmente sean suficientes para lograr ganancias. Si una empresa tiene costos totales de 50.000 dólares por mes y recibe ingresos de 45.000 dólares en el mismo periodo, dará pérdidas. En cambio, si logra reducir los costos totales a 20.000 dólares y sigue generando ingresos por 45.000, logrará un beneficio de 25.000 dólares al mes. Otra posibilidad para maximizar las ganancias es subir los precios de venta, sin necesidad de modificar los costos.