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Resumen
Aunque la relación entre corrupción y vulneración de derechos humanos puede resultar
intuitivamente evidente (los derechos humanos tratan de limitar el poder y la corrupción es un
abuso de poder), su investigación es relativamente reciente. En este sentido es importante
conocer en qué medida las agendas de la lucha contra la corrupción y de lucha a favor de la
vigencia de los derechos humanos pueden vincularse y enriquecerse mutuamente; y, en
particular, cómo los sistemas jurídico internacionales de protección de los derechos humanos
pueden ser útiles en la lucha contra la corrupción. En concreto, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos se ha constituido en un campo jurídico internacional de ámbito regional
propicio para explorar las posibilidades de combatir la corrupción a partir del conocimiento
individual de casos de vulneración de derechos humanos a través del vínculo de la
discriminación estructural.
Palabras clave
Corrupción, derechos humanos, Derecho Internacional, Corte Interamericana de Derechos
Humanos.
Abstract
Relationship between corruption and human rights can be intuitively obvious: human rights
try to limit power and corruption is an abuse of power. However, the investigation of such
relationship is relatively recent. It is important to know how human rights movement and the
agenda against corruption can be linked and mutually enriched. Particularly, it is interesting to
see how human rights international legal systems can be useful in the fight against
corruption. Inter-American Court of Human Rights has become a regional international legal
1 La autora de este artículo se ha beneficiado del apoyo brindado por el proyecto “Identidades y
ciudadanías. Fundamentos político jurídicos de la diversidad”, financiado por el Ministerio de Economía
y Competitividad. Plan Nacional I+D, número de expediente DER2012-36142. Asimismo, la autora
quiere expresar su agradecimiento a los evaluadores anónimos de la revista que revisaron el artículo.
field auspicious to explore the possibilities to fight against corruption from individual cases of
human rights violation through the link of structural corruption.
Keywords
Corruption, Human Rights, Inter-American Court of Human Rights, International Law.
2 “La corrupción amenaza el imperio de la ley, la democracia y los derechos humanos, socava la buena
gobernabilidad, la honestidad y la justicia social, distorsiona la competencia, obstaculiza el desarrollo
económico y pone en riesgo la estabilidad de las instituciones democráticas y los fundamentos morales
de la sociedad”, Preámbulos del Convenio Penal contra la Corrupción y el Convenio Civil contra la
Corrupción (en vigor desde el 1 de noviembre de 2003), convenios números 173 y 174,
respectivamente, del Consejo de Europa.
3 “La corrupción es una plaga insidiosa que tiene un amplio espectro de consecuencias corrosivas para
Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en La Habana (Cuba) del
27 de agosto al 7 de septiembre de 1990, artículos 15 y 87.
University of Pennsylvania Journal of International Law, 31, pp. 125-202, accessible en la siguiente
dirección electronica: http://scholarship.law.upenn.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1116&context=jil
(fecha de consulta: 3 de noviembre de 2015).
7 Para una explicación amplia del desencuentro entre los defensores de los derechos humanos y la
lucha contra la corrupción, véase ASTHANA, A. N. (2012), Human Rights and Corruption: Evidence
From a Natural Experiment, en Journal of Human Rights, 11, pp. 526-536.
pago de sobornos en el total de sus ingresos (por ejemplo, Global Corruption Barometer, 2013, p. 9),
como por el hecho de que es en los países más pobres donde la población paga más sobornos: hasta
un 75% de la población dice haber tenido que pagar sobornos el último año para el acceso a servicios
públicos en Liberia o Sierra Leona, frente a menos del 5% de Australia, Noruega o España, entre otros
(Global Corruption Barometer, 2013, p. 11).
14 Puede existir discriminación aun cuando no se afecte un derecho específico (aparte del derecho a la
igualdad). El Artículo 26 del PIDCP prohíbe cualquier discriminación por ley o por hechos en cualquier
campo regulado y protegido por las autoridades públicas y su aplicación no se limita a aquellos
derechos contemplados en el PIDCP. Por ello las normas anti discriminación dejan claro que la
prohibición no se limita a los derechos establecidos por el instrumento específico, sino que se trata de
una prohibición general. Por ejemplo, el Artículo 26 del PIDCP, el Artículo 3 de la CADHP, el Artículo
24 de la CADH y el Protocolo No. 12 de la Convención Europea de Derechos Humanos (CEDH)
establecen derechos autónomos para la igualdad. Su aplicación no se limita a los derechos contenidos
en esas Convenciones, sino que prohíben cualquier tipo de discriminación (ICHRP, 2009, pp. 37 y 39).
causal con una violación de derechos específicos más que de una manera remota
(el acto corrupto es uno más entre un conjunto de factores que rodean la
vulneración de un derecho fundamental) (ICHRP, 2009, p. 28 y ss). Como veremos,
la posibilidad de establecer un vínculo con relevancia legal entre el acto de
corrupción y la violación de los derechos es lo que permitirá abordar la corrupción
desde los instrumentos internacionales de protección de derechos humanos.
15 CASTRESANA, C. (2007), “Prosecution of corruption cases and respect of human rights”, en The
International Council on Human Rights Policy. Review Meeting. Corruption and Human Rights. Geneva,
28-29 July, accessible en http://www.ichrp.org/files/papers/123/131_-_Carlos_Castresana_-_2007.pdf
(fecha de consulta: 20 de noviembre de 2015).
16 “El dinero sustraído anualmente mediante la corrupción sería suficiente para alimentar a la población
ss.
18 “En el marco jurídico internacional de derechos humanos se han desarrollado estándares específicos
Derechos Humanos sobre las consecuencias negativas de la corrupción en el disfrute de los derechos
humanos, accesible en www.ohchr.org/EN/HRBodies/HRC/.../A_HRC_28_73_SPA.doc (fecha de
consulta: 8 de noviembre de 2015).
20 “El Estado tiene que ofrecer protección frente a todo efecto negativo para los derechos humanos
derivado de actos de corrupción protagonizados por el sector privado” como se entiende en los
Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos: Puesta en Práctica del Marco de
Naciones Unidas para “Proteger, Respetar y Remediar”, que aunque no establece una conexión
explícita entre empresa, derechos humanos y corrupción, sí entiende que el Estado ha de velar por que
la corrupción no interfiera en su obligación de ofrecer protección frente a los atentados contra los
derechos humanos cometidos en el ámbito empresarial (CDH, 2015, pp. 4 y 5).
21 TERRACINO, J. B. (2007), “Hard Law Connections Between Corruption and Human Rights”, en The
International Council on Human Rights Policy. Review Meeting. Corruption and Human Rights. Geneva,
28-29 July, accessible en http://www.ichrp.org/files/papers/130/131_-_Julio_Bacio_Terracino_-
_2007.pdf (fecha de consulta: 20 de noviembre de 2015).
22 NASH ROJAS, C. (2014) (Director de Proyecto), Pedro Aguiló Bascuñán y María Luisa Bascur
23Gathii menciona como ejemplo a seguir el papel del Banco Asiático de Desarrollo en la medida
asume como objetivos el acceso social de los pobres a los bienes y servicios públicos (p. 186)
Por otro lado, las mismas medidas de lucha contra la corrupción pueden dar
lugar a violaciones de los derechos humanos. Hemos visto los efectos de una
atención sesgada a los derechos en la lucha anticorrupción en el caso de Kenia.
Desde una perspectiva aún más crítica se ha expuesto el peligro de que el discurso
anticorrupción evite la realización de derechos económicos, sociales y culturales,
incluso expandiendo la capacidad coercitiva del Estado y, por tanto, su poder para
cometer violaciones de muchos derechos civiles y políticos. El discurso
anticorrupción no es neutral, ha solido ignorar los derechos y las necesidades de las
comunidades más marginadas, y con frecuencia ha estado ligado a unas agendas
de liberalización económica que debilitan los métodos tradicionales para respetar los
derechos económicos, sociales y culturales sin proveer instrumentos nuevos con
dicha finalidad (Rajagopal, 199924).
24 RAJAGOPAL, B. (1999), “Corruption, Legitimacy and Human Rights: The Dialectic of the
Relationship” en Connecticut Journal of International Law, 14, 2, pp. 1-11, accessible en la siguiente
dirección electrónica: http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=940042 (fecha de consulta:
el 28 de noviembre de 2015).
25 Transparencia Internacional (2008), “Los derechos humanos y la corrupción”, en Dcomeuntos de
condiciones específicas para las violaciones de derechos humanos (Castresana, 2007, pp. 1 y 11).
27 TI pone como ejemplos la desarticulación de redes informales de suministro de agua que existen
Corruption, and the Policy of Repression” en Policy Studies Journal, 36, 1, pp. 1-18.
30 CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS (2013), Informe resumido acerca de la mesa redonda sobre
las consecuencias negativas de la corrupción en el disfrute de los derechos humanos, accesible en la
siguiente dirección: https://www.unodc.org/documents/treaties/UNCAC/COSP/session5/G1313231s.pdf
(fecha de consulta: 12 de noviembre de 2015).
31 Que, entre otros aspectos, incide en la indemnización de las víctimas (especialmente la Convención
Civil sobre Corrupción del Consejo de Europa de 1999), y la misma CNUCC contempla tanto la
necesidad de adoptar medidas para eliminar las consecuencias de los actos de corrupción (artículo 34)
como el derecho de los perjudicados por la corrupción a obtener una indemnización (artículo 35).
32 TERRACINO, J. B. (2008), “Corruption as a violation of human rights” en International Council on
a más grupos sociales servirá para ir más allá de exigir el cumplimiento de los aspectos procesales y
añadir la idoneidad de los servicios: “adoptar un enfoque de derechos humanos complementaría esto
identificando si las decisiones cubren necesidades sociales y cumplen objetivos sociales esenciales”
(ICHRP, 2011, p. 47).
35 PETERS, A. (2015), “Corruption and Human Rights”, en Basel Institute on Governance. Working
dificultad probatoria de los actos de corrupción, de modo que para ser exitosos, los casos requieren
evidencia de alta calidad y cooperación entre víctimas, abogados y defensores de derechos humanos
(ICHRP, 2011, p. 40).
37 Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Sobre los defensores de los
marzo de 1999. Esta Declaración no crea nuevos derechos, sino que articula los derechos existentes
de manera que facilitan su aplicación a las necesidades y a la experiencia de los defensores de los
derechos humanos, proveyéndoles apoyo y protección en el contexto de su trabajo.
39 En el Comentario a la Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los grupos y las
instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades básicas universalmente
reconocidos, realizada por la Relatora Especial en julio de 2011 se denuncia el ataque a la libertad de
expresión de los denunciantes e informantes de corrupción (pp. 87 y 94), y la persecución a los
movimientos de demanda de democracia y contra la corrupción (p. 108). Sin embargo, el primer
Informe del Relator Especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos
(presentado por el Secretario General a la Asamblea General de Naciones Unidas el 5 de agosto de
2014) no hace ninguna mención particular a los denunciantes de corrupción; tal vez por la completa
asimilación de los mismos a los defensores de derechos humanos.
Por último, en las Recomendaciones del Informe final del Comité Asesor del
Consejo de Derechos Humanos aprobado por la Asamblea General de Naciones
Unidas el 5 de enero de 2015 se da por generalmente aceptada la necesidad de
vincular las medidas de lucha contra la corrupción con la efectividad y la protección
de los derechos humanos, pero se echa en falta las estrategias que lleven a
medidas concretas en ese sentido. En el Informe se recomienda, entre otros
aspectos: la necesidad de distinguir y recopilar prácticas positivas en la vinculación
de las medidas anticorrupción y protección de derechos humanos para inferir
directrices generales; la realización por los órganos competentes del Consejo de
Derechos Humanos de un estudio integral sobre las aportaciones que el combate de
la corrupción y las instituciones de derechos humanos pueden hacerse mutuamente
al integrar sus respectivos enfoques; definir los criterios para determinar si un acto
de corrupción da lugar a una conculcación de derechos humanos y si una
vulneración de derechos humanos da lugar a corrupción; reforzar la protección de
denunciantes y periodistas de acuerdo a la Declaración sobre los Defensores de los
Derechos Humanos; desarrollar las medidas preventivas atendiendo explícitamente
las necesidades de los grupos vulnerables; usar los procedimientos especiales del
Consejo de Derechos Humanos para integrar una perspectiva de derechos humanos
en las estrategias de lucha contra la corrupción (por ejemplo, con una relator
especial); integrar el examen de la corrupción como posible causa de las
vulneraciones de derechos humanos en el examen periódico universal; prestar una
especial atención a lo largo del examen de comunicaciones del procedimiento de
denuncia del Consejo de Derechos Humanos para indicar toda conexión con actos
de corrupción; y, fomentar un enfoque interinstitucional de los órganos de Naciones
Unidas que incluya, en particular, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga
y el Delito, como depositaria de la CNUCC (CDH, 2015, pp. 15-17).
Revista Derecho PUCP, 63, pp. 333-347, accesible en la siguiente dirección electrónica:
http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechopucp/article/view/2981 (fecha de consulta: 4 de
noviembre de 2015).
41 Véanse la Declaración de Seúl, XI Conferencia Internacional Anticorrupción, Seúl, mayo del año
2003; y la Declaración de Nairobi, adoptada por la Conferencia Regional sobre las Dimensiones de la
Corrupción en los Derechos Humanos, convocada por la Comisión de Derechos Humanos de Kenia
(KNCHR), marzo del año 2006.
42 Firmada en Caracas el 29 de marzo de 1996.
43 Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención Interamericana contra la
Corrupción (MESICIC).
44 LAUZÁN, S. y TORO, C. (redacción) (2009), Anti-corrupción: actualizando los desafíos. Segunda
de septiembre de 2001.
47 Para ver ejemplos de ese tratamiento de la corrupción por las diferentes herramientas del SIDH
véase González y Nash, 2011, p. 69 y siguientes, o directamente la página web de la OEA. Al mismo
tiempo, desde el Centro de Estudios de Derechos Humanos de la Universidad de Chile se ha
impulsado esta perspectiva de abordar la corrupción desde el enfoque de derechos humanos tanto
fomentando el debate y la reflexión sobre ello, como facilitando formación a los profesionales para
plantear los casos desde ese prisma. En ese sentido, véase el Capítulo V. Guía para afrontar un caso
de corrupción desde el enfoque de derechos humanos, en Nash, 2014.
48 Es fundamental tener en cuenta la dificultad probatoria de los actos de corrupción. Respecto a este
tema y otros obstáculos para vincular corrupción y derechos humanos en el ámbito del SIDH, véase
González y Nash, 2011, pp. 77 y ss.
El fundamento último del papel jugado por la Corte son las obligaciones
internacionales de los Estados al firmar las convenciones de derechos humanos, y
la correspondiente responsabilidad por su incumplimiento. Un Estado es
responsable de una violación de los derechos humanos cuando se puede demostrar
que sus acciones (u omisiones) no se ajustan a las obligaciones nacionales o
internacionales en materia de derechos humanos: respetar, proteger y garantizar.
Por tanto, la responsabilidad del Estado puede ser tanto directa como por falta de la
diligencia debida para impedir que otros vulneren los derechos humanos49. La
obligación de garantía supone que el Estado debe crear las condiciones necesarias
para que las personas sujetas a su jurisdicción gocen plenamente de los derechos
internacionalmente consagrados. En ese sentido destaca el deber de garantizar el
principio de igualdad y no discriminación que ha sido elevado a ius cogens por la
Corte IDH50.
49 Peters (2015) afirma que la obligación de proteger se desarrolló en relación a los daños que emanan
no discriminación ha ingresado en el dominio del jus cogens. Sobre él descansa el andamiaje jurídico
del orden público nacional e internacional y permean todo el ordenamiento jurídico”, párrafo 269 de la
Sentencia de la Corte IDH en el Caso Comunidad Indígena Xakmok Kásek vs. Paraguay del 24 de
agosto de 2010. En el mismo sentido: “Este Tribunal ya ha considerado que el principio de igualdad
ante la ley, igual protección ante la ley y no discriminación, ha ingresado, en la actual etapa de la
evolución del derecho internacional, en el dominio del jus cogens”, párrafo 240 de la Sentencia de la
Corte IDH en el Caso Vélez Loor versus Panamá del 23 de noviembre de 2010.
51 La Convención Americana sobre Derechos Humanos (también llamada Pacto de San José) fue
2011, p. 67).
determinar las medidas para remover los escenarios de corrupción que conllevan las
violaciones de derechos humanos (Nash et al., 2014, pp. 109-111).
En tercer lugar, en los casos en los que la Corte admite como probado el
contexto de discriminación sistemática atentatoria de los derechos humanos, puede,
y de hecho lo ha hecho, adoptar medidas de no repetición, transformadoras del
contexto, más apropiadas que las clásicas medidas reparatorias individuales. El
objeto de las disposiciones de la Corte siempre es remediar la situación de las
víctimas, pero si es necesario también habrá que intentar mejorar los problemas
55 Párrafo 151 de la Sentencia de la Corte IDH en el caso Campo Algodonero vs. México del 16 de
noviembre de 2009.
56 BRICEÑO-DONN, M. (2008), “Personas privadas de libertad: una aproximación de la Corte
57 “La Corte recuerda que el concepto de “reparación integral” (restitutio in integrum) implica el
restablecimiento de la situación anterior y la eliminación de los efectos que la violación produjo, así
como una indemnización como compensación por los daños causados. Sin embargo, teniendo en
cuenta la situación de discriminación estructural en la que se enmarcan los hechos ocurridos en el
presente caso y que fue reconocida por el Estado (supra párrs. 129 y 152), las reparaciones deben
tener una vocación transformadora de dicha situación, de tal forma que las mismas tengan un efecto no
solo restitutivo sino también correctivo” (párrafo 450 de la Sentencia de la Corte IDH en el caso Campo
Algodonero vs. México del 16 de noviembre de 2009).
58 Por ejemplo, se ha ordenado la tipificación de la desaparición de niños (Sentencia de la Corte IDH,
Caso Fornerón e Hija vs. Argentina, 27 de abril de 2012): “el Estado debe adoptar las medidas que
sean necesarias para tipificar la “venta” de niños y niñas, de manera que el acto de entregar un niño o
niña a cambio de una remuneración o cualquier otra retribución, cualquiera que sea su forma o fin,
constituya una infracción penal, de conformidad con los estándares internacionales y lo establecido en
la presente Sentencia” (párrafo 177).
59 Véase Viana, 2008, p. 50-51 y Nash et al, 2014, p. 89-90, para relación resumida de medidas de no
repetición de la Corte.
6. Conclusión
La corrupción supone, en cualquiera de sus acepciones, un abuso de poder. Los
derechos humanos nacen como instrumento para impedir que el poder implique una
vulneración de los derechos fundamentales necesarios para garantizar la dignidad
de la persona. Los derechos humanos exigen la igualdad y la no discriminación
como fundamento básico. La corrupción supone, por definición, discriminación: en el
acceso a los recursos, a los servicios públicos, al proceso de decisión política. Los
derechos humanos exigen la participación política de todos los ciudadanos en su
comunidad y dicha participación, en todas sus vertientes, es fundamental para
combatir la corrupción. Del mismo modo, los derechos a la libertad de expresión y el
derecho a la información suponen en el lenguaje de los derechos humanos lo que la
transparencia supone en la lucha contra la corrupción. Un sistema de rendición de
cuentas efectivo es el mejor antídoto frente a la corrupción; la rendición de cuentas
es el modo en el que pueden hacerse efectiva la obligación de garantía asumida por
el Estado respecto a los derechos humanos.
Bibliografía
CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS (2015), Informe final del Comité Asesor del
Consejo de Derechos Humanos sobre las consecuencias negativas de la corrupción
en el disfrute de los derechos humanos, accesible en
www.ohchr.org/EN/HRBodies/HRC/.../A_HRC_28_73_SPA.doc (fecha de consulta:
8 de noviembre de 2015).