Aplicaciones

El campo magnético ha sido estudiado y utilizado para el desarrollo de varias tecnologías, una de
ellas es la carga inductiva de dispositivos electrónicos.

Para entenderla, necesitamos tener presente la Ley de Faraday, la cual nos dice que un cambio en
el campo magnético que atraviesa una espira conductora (flujo magnético) produce una fuerza
electromotriz en esta. Sabiendo esto, podemos conectar una espira a la toma de corriente, y
debido a la corriente alterna que transmite, generaríamos un campo magnético cambiante en el
tiempo. Por otra parte, podríamos conectar otra espira a la batería de un dispositivo y colocarlo
cerca de la primera; esto produciría un flujo de electrones en el dispositivo que lo cargaría.

Esta tecnología, a pesar de ya haber sido comercializada hace bastante tiempo, todavía tiene
mucha área de desarrollo. Esto se debe a que la transmisión de energía no es tan eficiente como
se pensaría (alrededor de 50%). Y la gran cantidad de dispositivos que utilizan este tipo de carga
solo agravian el problema energético que tiene el planeta, pues mucha de esta se desperdicia en
calor.

El avance en el desarrollo de los automóviles autónomos ha generado que la industria automotriz

haya puesto mucho interés en poder llevar la carga inductiva adelante, pues esto aumentaría el
nivel de independencia de los vehículos. Gracias a esto, el estudio y desarrollo de esta tecnología
se ha convertido en un campo interesante, innovador y muy redituable.