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SIGLO XXI
Integrantes:
Aquino, Noemí
Fagoti, Lorena
Montenegro, Paola
Curso: 2do B
Año: 2.018
Justificación Grupal
Al principio, fue algo difícil que entre todos los integrantes nos pusiéramos de acuerdo,
dado que cada uno tiene sus propios pensamientos y/u opiniones, y nos paso que una
compañera dejo de cursar, eso de cierta forma desestabilizo al grupo. Sucedió que
algunas problemáticas que se fueron proponiendo ya estaban elegidas por nuestras
compañeras. Por lo tanto, nos tocó indagar un poco por internet sobre “¿Qué
problemáticas pueden surgir en la adolescencia?”. Ahí, nos encontramos con una gran
diversidad de problemáticas, de las cuales fuimos hablando y tratando de ver cual no
estuviera repetida entre las ya elegidas. Finalmente, nos quedamos con Problemáticas
Emocionales y de Comportamiento. Dentro de estas problemáticas, hay varios matices,
de los cuales seleccionamos Crisis en la Adolescencia, donde se habla sobre:
aislamiento, agresividad, rebeldía, ansiedad conflictiva en relación a la identidad y la
orientación sexual.
Interrogantes
Aquino, Noemí:
¿Será que los adolescentes repiten conductas estereotipadas en la sociedad, con el fin de
sentirse incluidos o de pertenecer a un determinado grupo social?
Montenegro, Paola: ¿Qué factores son los que influyen en el comportamiento de los
adolescentes? ¿Serán factores externos o los internos también son importantes?
Marco Teórico
Crisis de la Adolescencia.
El aislamiento adolescente.
La agresividad
La rebeldía
La adolescencia es una época de cambios, unos de los más significativos tiene que ver
con los “cambios físicos” y más concretamente con los sexuales, el desarrollo sexual, es
el cambio más importante que se produce en la adolescencia.
Al mismo tiempo se producen otros cambios que tiene que ver con “cambios en
personalidad” como es la búsqueda de mi identidad, y como tal la búsqueda de mi
identidad sexual.
Cuando hablamos de identidad nos referimos a la conciencia del YO, que es el núcleo
permanente de la identidad. La mayoría de las personas tienen una fisiología sexual
definida claramente como hombre o como mujer, y se saben, reconocen y sienten
hombre o mujer, en correspondencia directa con su fisiología. En este caso, decimos que
tienen una identidad sexual que se corresponde con la biología de su cuerpo. La
identidad sexual se refiere al propio etiquetaje del individuo como un ser:
Heterosexual: Las personas heterosexuales sienten una atracción romántica y
física por los miembros del sexo opuesto: los hombres heterosexuales sienten
atracción por las mujeres, y las mujeres heterosexuales sienten atracción por los
hombres. A veces, se conoce a los heterosexuales como "hetero".
Homosexual: Las personas homosexuales sienten una atracción romántica y
física por las personas del mismo sexo: las mujeres que sienten atracción por
otras mujeres son lesbianas; a los hombres que sienten atracción por otros
hombres se los conoce frecuentemente como gais. (El término gay se utiliza a
veces para describir a las personas homosexuales de cualquiera de los dos
sexos).
Bisexual: Las personas bisexuales sienten una atracción romántica y física por
los miembros de ambos sexos.
Las personas que no sienten una atracción sexual y no tienen interés en el sexo
suelen llamarse asexuadas. Es posible que las personas asexuadas no tengan
interés en el sexo, pero aún sienten una cercanía emocional con otras personas.
Este etiquetaje, que normalmente está relacionado con aquello que ha sido
experimentado como eróticamente atractivo, normalmente no se consolida hasta la
adolescencia. La identidad sexual incluye varios aspectos:
Identidad de Género: Sentido personal de ser masculino o femenino.
Rol sexual: expectación social y cultural, actitudes (estereotipos) y creencias de
conducta masculina o femenina.
Personalidad: comprende todos los rasgos individuales y la predisposición.
Orientación sexual: corresponde a los patrones de conductas físicas y de
atracciones emocionales y eróticas hacia los demás.
No tenemos ninguna duda de que la sede de la identidad sexual es el YO. Algunas
personas están completamente seguras de ser y sentirse con una identidad que
contradice el orden biológico y el social asignado. Y esta autenticidad radical y radicada
en el Yo debe tener absoluta prioridad. Cualquier otra intervención que no respete su
auténtica identidad debe considerarse una agresión intolerable que atenta contra los
derechos básicos de la persona.
Aquino, Noemí:
A partir del trabajo realizado pude concluir que los adolescentes no repiten conductas
estereotipadas con el fin de pertenecer a un grupo determinado, sino que éstas son el
resultado de los grandes cambios que atraviesan a nivel físico, psicológico y social.
Dichos cambios, relacionados con el crecimiento del cuerpo, el desarrollo de la
sexualidad, el desapego de las figuras paternas, la búsqueda de identidad y de
pertenencia a un grupo social extrafamiliar provocan en el sujeto una gran inestabilidad
emocional que se expresa en el comportamiento.
Es así que surgen conductas de:
Aislamiento: que posibilita la introspección y la búsqueda de intimidad, lo cual
favorece la separación gradual de las figuras paternas para formar parte de un
mundo centrado en la comunidad.
Agresividad: como medio de canalización de las emociones de confusión e
incertidumbre que generan los cambios físicos, psicológicos y químicos (gran
desarrollo hormonal) propios de esta etapa.
Rebeldía: ante los límites parentales y sociales en general, cuyo fin es la
búsqueda de identidad, donde el adolescente se pregunta quién es y qué quiere
de la vida y donde intenta tomar decisiones por sí mismo más allá de las normas
establecidas.
Es muy importante entonces, que tanto el entorno familiar como el social en general
tengan en cuenta estas conductas, para ayudarlos a atravesar esta etapa lo menos
conflictivamente posible y de manera saludable, es decir, sin que las mismas se vuelvan
patológicas, perdurando en el tiempo o exacerbándose más de lo debido.
En nuestro rol de adultos podemos colaborar (como lo describimos en el trabajo), no
respondiendo con agresividad, intentando ser un modelo a seguir mostrando coherencia
entre nuestro discurso y nuestros actos, empleando un lenguaje asertivo, no cediendo
ante los gritos y agresiones, y finalmente pidiendo ayuda profesional si es necesario.
El acompañamiento permanente, la comunicación, la no invasión de la intimidad
(dándoles un espacio propio, pero interviniendo si es necesario), permitirá el
afrontamiento de esta etapa de crisis, no sólo por parte de los adolescentes sino también
por parte de los adultos que conviven con ellos.
Fagoti, Lorena:
En relación al trabajo, puedo decir que en cierta medida todos pasamos por esta crisis en
la adolescencia, sin importar la cultura y el lugar en el mundo en el que se encuentre
este adolescente. Se puede decir que el adolescente transita en esta etapa de la vida un
periodo de autoconocimiento, que le permite construir una personalidad.
La inestabilidad emocional, los cambios físicos y psicológicos que se producen en el
adolescente, más la gran inseguridad a la hora de tomar decisiones y sus constantes
cuestionamiento, lo llevan a que se produzcan conflictos con sus padres, producto de la
búsqueda de más libertades y con uno mismo debido al desequilibrio en el que se
encuentra.
Y para terminar hay decir que, esta etapa, suele ser la que más marca a lo largo de la
vida, ya que en ella suceden los cambios más importantes que determinarán más que en
otras el carácter y comportamiento de la persona.
Por todo lo antes mencionado, es muy importante que los adolescentes están
acompañados y guiados por sus familias, principalmente sus padres, en sus escuelas y
con todo lo que los rodea. No solo por el bien de ellos mismo, sino por lo que pueden
sufrir los que están a su alrededor y ellos mismos.
Por eso, es de suma importancia mantener una relación abierta ante los adolescentes,
para así, ellos puedan sentir la confianza de comentar con los adultos las problemáticas
por las que esté pasando. Eso sí, vale aclarar que eso no significa que no haya límites.
Es muy importarte en esta etapa, pero de buena manera, delimitar los límites.
También, es de suma importancia que, tanto las familias como en la escuela, den
información a los adolescentes sobre todos los cambios que pueden sufrir en esta etapa
y brindar su apoyo para poder transitarla de la mejor forma posible.
Montenegro, Paola:
Con respecto a mi conclusión final de este trabajo puedo decir que pude entender más
como un adolescente puede llevar esta etapa de su vida, si bien, no todos la pasan de la
misma forma, son cosas por las que uno debe transitar, ya que son momentos propios de
esas edades. Para que esto no pase a mayores, tiene que haber del lado familiar una
cierta contención, pero a la vez, respetando sus debidos espacios, y comunicación, para
que no tenga una recaída en lo ya nombrado anteriormente. Así logrará llevar esta parte
de su adolescencia con más calma y los padres también podrán aprender de sus hijos.
Anexo
¿Qué es Famara?
La desestructuración familiar, la falta de valores sociales y relacionales, las carencias en
las habilidades parentales y paterno-educativas, la desmotivación durante la
adolescencia, el desempleo y sus consecuencias, la falta de habilidades sociales…
desembocan tarde o temprano en problemas psicológicos, familiares y sociales.
El CENTRO FAMARA nace en Las Palmas de Gran Canaria, en el seno de la
Asociación Social Famara para la Asistencia Profesional al Menor y la Familia con el
fin de ofrecer una respuesta ante la creciente necesidad de Atención Profesional
Especializada a los Menores y a las Familias, siempre desde la estrecha colaboración
con los Servicios Sociales que ya trabajan al servicio de la sociedad canaria.