Los destinatarios del Reino son encontrados

Debemos comenzar este sermón preguntando ¿qué es el Reino de Dios y que relación
tiene con la Iglesia? Es importante este tema ya que el Señor pasó la mayor parte del
tiempo enseñando sobre el Reino más que la iglesia y no porque esta no fuera importante
sino mas bien por el trasfondo del A.T. y mas aun por los propósitos eternos de Dios.

Cuando se intenta dar una respuesta en cuanto a este tema existen miradas de varios
ángulos, desde San Agustín que no diferenció entre Iglesia y Reino y en vez de convertirse
en una iglesia al servicio de los demás se transformó en una Iglesia que gobierna e impone
sus demandas a los otros, pero para algunos el Reino es el cumplimiento a las promesas
hechas en el A.T. pero para una mayor claridad debemos acudir a las parábolas, la mayoría
de ellas nos enseñan algo del Reino, ¿qué nos dicen? ¡Que el Reino se ha acercado a los
seres humanos, puede venir, llegar, aparecer, estar activo, que Dios puede quitar el Reino a
los seres humanos pero ellos no pueden darse el Reino unos a otros. Los seres humanos
pueden entrar en el Reino pero nunca se dice que lo levanten o constituyan. Las personas
pueden recibir el Reino heredado y poseerlo pero nunca lo establecen. Pueden rechazar el
Reino, es decir, negarse a recibirlo o a entrar en él pero no lo pueden destruir. Las personas
pueden predicar el Reino, pero sólo Dios se lo puede dar!

Algunos conciben el Reino como una realidad ética, como algo que es producido por los
seres humanos que actúan inspirados por el amor, en cambio otros piensan de manera
totalmente diferente diciendo que el Reino nada tiene que ver con los hombres, los hombres
no producen el Reino sino que mas bien el Reino no viene por acción humana, sino que
es la irrupción de Dios en la historia, otros cuando piensan en el Reino de Dios en las
parábolas ven el lado social, esto lo hacen pensando en la audiencia de Jesús, dicen; ellos
no necesitaban una definición de lo que era el Reino, se comprendía en un sentido
colectivo, el Reino implicaba justicia social, prosperidad y felicidad tal como lo habían
anticipado la ley y los profetas. Otros sin embargo lo asociaron a la cultura, a una forma
de vivir en la sociedad, muchos opinan en que el Reino “ya” comenzó con la venida de
Cristo pero que “todavía no” llega su consumación, una postura interesante es la que dice
que “los signos del Reino no siempre se han dado en la iglesia, sino muchas veces
fuera de ella y hasta en contra de ella” y aún más “el Reino apunta a una realidad
concreta de amor, justicia y derecho” este esta llamado a ejercer influencia en las
instituciones sociales y políticas. Pero pregunta ¿el Reino de Dios se identifica con alguna
forma política determinada, sea monarquía, democracia o socialismo? La respuesta es
un rotundo NO, el Reino no ha tomado forma concreta en ningún tipo de Estado debido a
que ninguna es definitiva y perfecta. Entonces ¿cuál es la relación iglesia-sociedad-
Reino? Una forma de respuesta es decir que la función de la iglesia es la de ser crítica y
constructiva e iluminar a la sociedad hacia su marcha en el cumplimento del Reino.

¿Qué mas podemos decir? Que el Reino de Dios es su soberanía activa sobre el mundo y no
únicamente sobre la Iglesia, la Iglesia anticipa el Reino, muestra y demuestra en su
interior como es el Reino, pero no es el Reino, el Reino es mucho mas amplio, mucho mas
trascendente, es mas que la reunión de unos pocos, es la irrupción de Dios en la Historia,
y no deberíamos pensar que lo que pasa en los países es un mero episodio, es mas bien el
actuar de Dios en esta historia, la Historia “es el escenario del Reino”
Con todas esta definiciones nuestra mirada de lo que es el Reino y de quien es Dios debiera
por lo menos cambiar un poquito, nuestro Dios es Señor no solo de la iglesia o de nuestra
vida personal, él es el Señor de la Historia.

El gran tema es que este gran Dios se mete en nuestra pequeña o mas bien en nuestra micro
historia personal, y así lo enseña Lucas 15:1-7, es por eso que titule este sermón “Los
destinatarios del Reino son encontrados”

Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, 2 y los fariseos y los
escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos
come.3 Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: 4 ¿Qué hombre de vosotros,
teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto,
y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? 5 Y cuando la encuentra, la pone sobre
sus hombros gozoso; 6 y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles:
Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. 7 Os digo que
así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y
nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

Las dos parábolas siguientes nos recuerdan lo mismo, en esta que es la primera nos
recuerda al Pastor que deja las 99 y va por la uno hasta encontrarla, la segunda es una
situación similar pero en este caso es una mujer que busca una dracma (una moneda) hasta
encontrarla también y en la última es la del pródigo que vuelve al hogar y en las tres
parábolas se repite los mismos eventos, gozo, alegría, fiesta, porque lo perdido se ha
hallado.

Ahora nos centraremos en nuestra parábola. El Señor se dirige a sus acusadores,

invirtiendo las cosas y mostrando que no eran verdaderos amigos de Dios. Para los fariseos
los pastores pertenecían a una profesión impura y quizá este sea el elemento mas fuerte de
la parábola. Cien era posiblemente el numero promedio de un rebaño. Los maestros judíos
enfatizaban el perdón pero que Dios busque a los pecadores no lo concebían.

Cualquiera que alguna vez haya pedido algo muy valioso sabe lo exasperante que es buscar
y no encontrar. Esta misma frustración es la que yace en el fondo del texto, el pastor busca,
pero esta búsqueda parece ser muy importante ya que el rebaño no era muy grande y es
posible que el propietario sea el mismo pastor. Lo que Jesús esta diciendo es que esta
dispuesto a correr el riesgo de dejar a cargo las 99 e ir por la perdida. Pero el regocijo y la
alegría de encontrar a la oveja perdida hace que se olvide de todo el esfuerzo. Esta parábola
es de las mas sencillas que comunican tanto la verdad del pastor que busca como la
emoción del encuentro.

La búsqueda no siempre es fácil, sin embargo, la alegría que hay cuando se encentra lo
perdido es emocional, de adentro. Aunque hay búsquedas que pueden durar años.

Quiero ilustrar esta parábola con una historia muy real: había una mamá que tenia
muchos hijos, todos criado en la fe, un día uno de ellos comenzó a deslizarse a tal punto
que comenzaron las desobediencias, las permisiones, las llegadas tardes a la casa, la mamá
muy preocupada comienza a salir de la casa por las noches a buscar a su hijo, sin auto, sola
y en peligro, dice ella “a veces escuchaba ruidos afuera en la calle y salía en pijamas a
buscar a mi hijo” preguntaba a los vecinos, amigos y conocidos si habían visto a mi hijo,
cuando ya se hacia tarde y no tenia respuesta se me pasaba el enojo y la
rabia…comenta…LO ÚNICO QUE QUERIA ERA ENCONTRARLO…ya no me
importaba si esta tirado en algún lugar, borracho o drogado…no me importaba ni siquiera
en que lugar estaba…solo quería a mi hijo de vuelta en casa…
¿Qué hace el pastor cuando encuentra a la oveja pedida?
Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; 6 y al llegar a casa, reúne a
sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja
que se había perdido. 7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que
se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

¿Cuántos en esta tarde pueden afirmar y decir ¡“he sido encontrado por Dios”!? ¿Cómo nos
ha encontrado Dios? ¿cuál era nuestra situación? Les pregunto a todos ustedes esta tarde ¿si
una mamá estuvo dispuesta a correr riesgos por ir en busca de su hijo? ¿hasta que lugar,
hasta donde se ha metido Dios para buscarte? ¿existe un lugar de donde te puedas escarpar
del Dios que tanto te ama? ¿existe un refugio tan seguro donde Dios no se pueda meter?
¿cuál es tu escondite? Pídele al Señor, tal como la alabanza: ¡¡“Encuentra mi escondite,
alcánzame si huyo”!!

¡El gran Dios, Señor de la Historia,(la macro), él que gobierna las naciones, el Rey
Eterno, el que gobierna el mundo, se quiere meter en tu pequeña (micro) historia…!
si el mundo no se le ha ido de las manos a Dios…mucho menos tu vida se le ira de las
manos…en él estarás seguro/a. Dios vuelve a hacer la misma pregunta que en el principio
(Génesis) ¡¿dónde estas? ¿dónde te escondes? ¿por qué huyes? ¿a que le temes? ¡el pastor
de pastores no te hará daño! El te busca para abrazarte y llenarte de su amor.

Esta parábola que cuenta Jesús es debido a que “Los cobradores de impuestos y otros
pecadores de mala fama a menudo venían a escuchar las enseñanzas de Jesús. Por eso
los fariseos y los maestros de la ley religiosa se quejaban de que Jesús se juntaba con
semejantes pecadores, ¡y hasta comía con ellos!” NTV. Un par de creyentes movidos por
el Señor un día deciden ir con cámara oculta en mano y mucha oración a un prostíbulo y
predicar el evangelio, pagan el servicio, los llevan a una habitación y estando ahí, le regalan
una flor a la mujer y le dicen que es parte de Dios y que Dios las busca y las ama
profundamente, una de las muchachas llorando cuenta que de pequeña creyente asistía a
una iglesia evangélica. Aunque quizá no avalemos estos métodos para evangelizar, mi
pregunta es ¿hasta donde ha ido Dios para buscarnos? ¡Si hoy estas aquí es porque Dios
te sigue buscando! ¡Y no solo eso el pastor de los pastores no solo te busca sino que el
mismo se entregó en sacrificio por nuestros pecados por nuestras rebeldías, el vino y
murió para reconciliarnos con el Padre! ¿responderás hoy a su llamado? ¿le dirás
heme aquí, aquí estoy?

Vuelvo a repetir, el Dios de la Historia, el que gobierna el cosmos, los planetas, las
naciones, ¡hoy quiere meterse en tu historia y hacer de ella una nueva historia!
¿responderás a su llamado? Te invito a que alces la mano en señal que sientes y crees
que Dios te esta llamando y esa muestra será tu respuesta que le dices ¡aquí estoy, te
necesito, no huiré mas, voy contigo! ¡venga él vencido/a por su amor, hallado por Él!