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BISAGRAS
Se denomina bisagra a un objeto formado por dos piezas que tienen un eje común, el
cual les permite moverse en conjunto para unir dos elementos. También llamado pernio
o gozne, este herraje posibilita la apertura y el cierre de las ventanas y las puertas.
CLASIFICACIÓN DE BISAGRAS.
su grado de apertura, que varía hasta los 180°, dependiendo del mueble al que
va destinada.
su grado de visibilidad, distinguiéndose las invisibles y las de tipo barril;
su sistema de colocación, diferenciándose la manual a tornillos y la automática
que precisa el uso de maquinaria.
TIPOS DE BISAGRAS.
BISAGRAS DE LIBRO
Son de las más usadas en bricolaje por su sencillez y funcionalidad. Existen multitud de
tipos de bisagras de libro (rústicas, de latón, cincadas, etc.) y en infinidad de tamaños,
pero todas se basan en lo mismo, dos hojas que se abren (como un libro) y que pueden
atornillarse a los cantos o a los laterales de los tableros a unir, según el tipo de bisagra
y según queramos como sea la apertura.
bisagra ramal
El montaje es muy sencillo y puede hacerse por los cantos, por el lateral y el canto, o
por los laterales (con una bisagra ramal como la tercera de arriba) atornillando
directamente. La siguiente figura explica el montaje por canto y lateral:
BISAGRAS DE PIANO
Son como las de libro, pero de muy larga longitud. De esta forma se convierten en unas
bisagras muy fuertes ya que están sujetas por multitud de tornillos. Pueden cortarse a
la medida con unas tijeras de cortar chapa o con una sierra de metal. Su nombre viene
de su utilización en tapas de las teclas de los pianos.
BISAGRAS DESMONTABLES
Son unas bisagras que sirven en aplicaciones en las que deseemos desmontar la unión
sin quitar los tornillos. Tienen un pasador que al quitarlo desmonta la bisagra. Se pueden
desmontar y montar cuantas veces queramos.
Con el nombre de pernios se conocen las bisagras de puertas y ventanas. Son algo
difíciles de poner para un aficionado ya que se debe hacer un cajeado previo donde
encajen las pletinas del marco y del canto de la puerta. El cajeado puede hacerse
manualmente con formón o con una fresadora para pernios. También se podría hacer
con una fresadora normal utilizando los accesorios específicos.
También existen bisagras de pernio para puertas pequeñas (muebles, etc). El sistema
difiere del anterior, y tienen dos tornillos de rosca madera o rosca métrica para
atornillarlos por el canto. En el caso de rosca métrica habrá que instalar primero una
tuerca de empotrar.
Se utilizan cuando queremos que dos tableros abran como si fueran las hojas de un
libro. Tienen dos cilindros estriados que se empotran en los cantos de los tableros,
haciendo previamente taladros del diámetro adecuado al diámetro de dichos cilindros.
BISAGRAS DE CAZOLETA
Son de las más utilizadas en todo tipo de muebles y sobre todo en muebles de cocina.
Son invisibles desde fuera del mueble, cierran solas a partir de un cierto ángulo, son
desmontables y suelen ser regulables. Como inconveniente tienen la relativa dificultad
de su montaje. Constan de dos partes principales, la cazoleta con la bisagra
propiamente dicha y el soporte para el lateral del mueble. La cazoleta sirve para guardar
el resorte cuando la bisagra está cerrada.
Pero, a nivel aficionado, esa distancia (D) se puede hacer constante e igual a 5 mm,
independientemente del tipo de bisagra y colocación de las puertas (interiores o
exteriores respecto al lateral). Es decir, la distancia desde el centro de la cazoleta al
borde de la puerta es igual a la mitad del diámetro de la cazoleta más 5 mm. Por ejemplo,
en una bisagra con cazoleta de 35 mm, la distancia será 35/2 + 5 = 22,5 mm. En una
con cazoleta de 26 mm, 26/2 + 5 = 18 mm. Este punto lo marcaremos con un punzón, y
con ayuda de la fresa del tamaño adecuado y del soporte vertical, haremos el agujero
ciego donde encastraremos la cazoleta.
Sabiendo esta medida fija (D = 5 mm) y cerrando la bisagra con su soporte acoplado,
podremos calcular el ancho de cada puerta respecto de armazón. Siempre hay que
descontar 1 o 2 mm para que las puertas no rocen entre sí.
Una vez encastradas y atornilladas las cazoletas, se presenta la puerta (con las bisagras
montadas en sus soportes) para marcar los puntos donde debemos atornillar los
soportes de las bisagras al lateral. Seguidamente, se atornillan los soportes sueltos al
lateral con los tornillos (3) y por último se monta la puerta apretando los tornillos
posteriores de fijación de las bisagras (2).
Por último, queda la regulación. Para dejar perfectamente cuadradas las puertas, estas
bisagras permiten ser reguladas en diferentes parámetros.
La altura se regula con los tornillos del soporte de todas las bisagras (3) aflojándolos y
moviendo la puerta para arriba o para abajo. Cuando la puerta esté a la altura correcta
se vuelven a apretar. Para regular la separación de la puerta respecto al mueble se debe
aflojar el tornillo posterior de fijación de todas las bisagras (2) y sacar o meter
ligeramente la puerta. Cuando esté en su sitio, volveremos a apretarlos. Por último, con
los tornillos de regulación (1) podremos nivelar la puerta para que se cuadre con
respecto al bastidor. Es decir, estos tornillos separan o acercan la puerta con respecto
al lateral.
Constan de una U metálica que abraza el vidrio y tiene un pivote sobre el que gira el
gira el mismo. La U tiene unos tornillos (con punta plástica) que presionan fuertemente
el vidrio para que no se salga. Para la instalación se hace un agujero en la base del
BISAGRAS ESPECIALES
EN PUERTAS Y VENTANAS.
Las puertas suelen tener dos o tres bisagras que favorecen su desplazamiento. Así una
persona puede abrir o cerrar la puerta, acercándola o alejándola del marco según lo
desee. Lo habitual es mover la puerta desde su manija, picaporte, tirador o pomo: la
fuerza aplicada hace que la bisagra cumpla su función.
Cuando una bisagra comienza a chirriar, es decir, a emitir un ruido agudo y punzante a
causa de haber perdido su lubricación, su uso comienza a generar molestias,
especialmente de noche. Por esta razón, es muy importante mantener las bisagras de
todas las puertas y ventanas en buen estado.
Los pasos para lubricar una bisagra son pocos y sencillos, además de no requerir el uso
de herramientas demasiado específicas. El primer paso es comprar el lubricante más
adecuado. Sobra decir que en este producto no deberíamos escatimar en gastos, ya
que un ahorro considerable puede acarrear la necesidad de aplicarlo con mucha
frecuencia, o incluso puede no dar el resultado deseado.
Algunos de los lubricantes de bisagras más recomendables son los de silicona (que se
comercializan en aerosol y son muy fáciles de aplicar), la grasa de litio (resiste de forma
efectiva el polvo y se consigue en casi todas las tiendas de autopartes) y los aceites
comestibles (ideales para salir de un apuro, pero mucho menos efectivos que los dos
anteriores).
CHAPAS DE SEGURIDAD
es un mecanismo que puede ser accionado mediante una llave metálica que encaja en
la misma por un agujero situado habitualmente en la parte central del cilindro de la
cerradura y que se denomina comunmente como “ojo”.
Existen actualmente múltiples variantes de cerraduras, como por ejemplo las electro-
mecánicas o las electrónicas, en las cuales la llave acostumbra ser una tarjeta plástica
o de materiales similares como el PCV, sin embargo, el 80% de las cerraduras que
tenemos hoy en día son cerraduras de accionamiento a través de cilindros metálicos,
con llaves de sierra o puntos, un sistema que es también común en las cerraduras de
seguridad.
seguridad, por un lado, las cerraduras de seguridad mecánicas y por otro lado las
cerraduras de seguridad electrónicas. Hablemos primero de las cerraduras de seguridad
mecánicas:
Cerraduras tubulares
El sistema de apertura es el mismo que el que ofrece el propio picaporte. Una de las
principales ventajas de esta variedad de cerraduras es que se pueden cerrar desde
dentro con tan solo pulsar un botón. Esta opción es muy interesante, porque se impide
que terceras personas puedan entrar en una habitación o baño. Si quieres disfrutar de
su seguridad, tan solo debes pulsar el botón y nadie la podrá abrir desde fuera.
Este tipo de cerraduras se suele instalar en las puertas de los baños o en las
habitaciones, lo cual hace que la cerradura ofrezca mucha intimidad. Pero no solo son
usadas en las viviendas, también se usan mucho en los establecimientos públicos, como
por ejemplo los baños de un centro comercial entre otros.
Cerraduras de sobreponer
Este tipo de cerraduras suelen ser puestas en las puertas exteriores de las viviendas.
Se ponen en la parte interior de la puerta, lo que hace que la gran parte de la cerradura
quede a la vista.
Para evitar que un ladrón pueda abrir esta puerta, es importante poner medidas de
seguridad anti palanca. Muchas de estas cerraduras pueden ser abiertas a través de
este sistema. Por este motivo, muchas personas suelen combinar esta cerradura con
otras complementarias, para conseguir que el grado de seguridad sea el máximo
posible.
Cerraduras embutidas
Conocidas bajo el nombre de cerraduras empotradas, son de las más comunes en las
puertas de entrada de la gran mayoría de viviendas. Puede decirse que es la cerradura
principal y luego a esta se la pueden añadir otras cerraduras complementarias, con el
fin de conseguir una mayor seguridad.
Como el propio nombre indica, estas cerraduras están empotradas en las puertas, lo
que hace que solo podamos ver el hueco por donde hay que meter la llave.
Este modelo no solo se instala en puertas exteriores de madera, sino que en muchas
ocasiones también se instala en puertas metálicas, porque dan muy buenos resultados.
A través del pestillo de la cerradura, la puerta puede ser abierta o bloqueada. Para
accionar o bloquearlo, tan solo hay que meter la llave y girarla. Es importante adquirir
siempre un modelo antibumping y si se puede, adquirir una cerradura que cuente con
sistema antibloqueo. Así si un ladrón la intenta manipular, la cerradura se bloqueará y
finalmente no podrá forzar la puerta para entrar a robar.
Cerraduras cilíndricas
En muchas ocasiones son conocidas bajo el nombre de cerraduras con perfil europeo.
Es otro modelo de cerradura muy utilizado en las puertas de entrada a las viviendas. Su
sistema en forma de cilindro es bastante sencillo, pero solo se puede accionar si la llave
que se introduce es la correcta. La llave accionará la cerradura levantando las pestañas
del cilindro. Cuando esto se produce, el cilindro abre o cierra los sistemas de seguridad
de la puerta. Además, gracias a los nuevos avances, estas cerraduras ya pueden ser
compradas con la tecnología antibumping, para evitar que los ladrones puedan forzarla
a través de este sistema. Esto ha provocado que esta variedad se haya vuelto bastante
más segura.
Cerraduras digitales
Cerraduras de gorjas
A este modelo se la llama de gorjas o borjas. Esta variedad de cerraduras hasta hace
unos años era de las más seguras del mercado, por lo que tuvieron un gran auge. Pero
con el paso del tiempo esta variedad de cerradura ha pasado un poco al olvido, ya que
las cerraduras cilíndricas le han comido el terreno, haciendo que las mismas sean cada
vez menos usadas.
Destacaban por tener unas llaves con un tubo o espiga realmente larga y un diente al
final de la llave. Esta llave era bastante grande, lo que hacía que llevarla en el bolsillo
no fuera para nada cómodo. Por este motivo, la gran mayoría de personas que las
usaban, finalmente las terminaron por cambiar, para poder disfrutar de una mayor
comodidad.
Cerrojos
Si estás buscando una buena alternativa a tu cerradura de toda la vida para poder
aumentar la seguridad de tu vivienda, con un buen cerrojo la podrás conseguir.
Muchos de estos modelos cuentan con un botón que impide que otras personas puedan
abrir el cerrojo mientras el sistema de seguridad este activo. Además, muchos modelos
cuentan también con cadena de seguridad, para aumentar un poco más la seguridad
que ofrecen.
Cerraduras invisibles