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OBJETIVOS:
1 Saber cuales son los bienes que pueden darse en comodato
2 Saber cuales son los riesgos en el comodato, pérdida o deterioro del bien
CONTRATO DE COMODATO
Es más, el vigente C.C. presenta otras figuras novedosas con relación al derogado; así la relativa al
deber de restitución que corresponde al comodatario dentro de determinadas circunstancias (tales los
supuestos de los Artículos 1745 y 1747). La prohibición de retener el bien, salvo la justificada excepción
de recuperar lo gastado extraordinariamente y con carácter de urgencia para la debida conservación
del bien dado en comodato (1748). La responsabilidad de los herederos del comodatario que hubiese
enajenado el bien con o sin conocimiento de la existencia del contrato (1749) y las reglas sobre
caducidad deja acción para reclamar por el deterioro o modificación del bien y para el reintegro de los
gastos extraordinarios (1753 y 1754).
Está definido en el nuevo Código que dice: “Por el comodato el comodante se obliga a entregar
gratuitamente el comodatario, un bien no consumible, para que lo use por cierto tiempo o para cierto fin
y luego lo devuelva”. (Art. 1728).
El derogado decía: en su Art. 1587: “Por el comodato de una persona entrega a otra gratuitamente
alguna cosa para que se sirva de ella por cierto tiempo o para cierto fin y luego la devuelva
CAPACIDAD DE LAS PARTES.- Comodante y comodatario no sólo deben tener capacidad civil de
ejercicio, sino la libre disposición de sus bienes (capacidad de disponer).
FORMA.- Hay libertad de forma, como lo hemos ya anotado. El Art. 1730 señala que la existencia y
contenido del comodato se rigen por lo dispuesto en la primera parte del Art. 1605 que hemos
mencionado al estudiar la forma del Suministro y del mutuo, respectivamente. La frecuencia con que se
practica el comodato hace que su existencia sea demostrable por cualquiera de los medios que permita
la ley, lo cual es congruente con el hecho de que se trata de un acto de confianza y de buena fe. A
nadie que no tengamos aprecio y, sobre todo confianza, vamos a prestarle bienes de cierto valor
económico, o que sean de importancia para nosotros. No requiere de solemnidad.
PLAZO.- Dijimos que es un contrato necesariamente temporal, generalmente de corta duración; ello
depende del acuerdo entre comodante y comodatario; en la práctica el plazo lo fija el comodante. Hay
un comodato que se le llama precario, en el cual no se señala duración, plazo; se refiere a él, el Art.
1737 que dice: “Cuando no se ha determinado la duración del contrato, el comodatario está obligado a
restituir el bien cuando el comodante lo solicite”.
La prueba para acreditar que se pactó un plazo corresponde al comodatario. En esta clase de
comodato la restitución del bien se puede producir en cualquier instante, por la sola decisión del
comodante; no es necesario que se produzca la circunstancia de la necesidad urgente o imprevista;
creemos que el comodante puede pedir la devolución del bien de su propiedad, cedido gratuitamente
su uso, en cualquier instante, sin mayores explicaciones, sin expresión del motivo de su necesidad,
como decía el Maestro José León Barandiarán: “Hay como una especie de condición resolutoria
potestativa en favor del comodante”.
En caso de urgencia imprevista esta marcado por el numeral 1736: “Si el comodante necesita con
urgencia imprevista el bien o acredita que existe peligro de deterioro o pérdida si continua en poder del
comodatario, puede solicitar su devolución antes de cumplido el plazo o de haber servido para el uso”.
La regla general es que sean bienes no consumibles, ya que tiene que devolverse el mismo bien (un
carro, un piano, una maquina de escribir, un televisor, una bicicleta, un libro, etc.). Quedan al margen
de este contrato la energía de trabajo, los derechos a usar gratuitamente de una determinada facultad.
Lo dicho, sin perjuicio de la excepción contemplada por el Art. 1729 que dice: “Hay comodato de un
bien consumible si sólo es prestado a condición de no ser consumido”. Es el que se denominaba,
‘Comodato por razones de ostentación”; por ejemp1o bebidas alcohólicas de gran calidad exhibidas en
una feria, que se usan sin consumir su contenido.
1) Entregar el bien en el plazo convenido, disposición nueva (Inc. lo. Art. 1735).
2) Comunicar oportunamente al comodatario si el bien adolece de algún vicio que conoce;
3) No solicitar la devolución del bien; antes del plazo estipulado y, en defecto de pacto antes de
haber servido al uso para el que fue dado en comodato, salvo el caso previsto por 1736, antes
mencionado (necesidad urgente del bien) por parte del comodante o peligro de pérdida o
deterioro si continúa en poder del comodatario.
4) Pagar los gastos extraordinarios que hubiese hecho el comodatario para la conservación del
bien. El comodante debe reintegrar los gastos extraordinarios hechos por el usuario para la
conservación del bien prestado. En cambio, los gastos ordinarios sí debe hacerlos el
comodatario, porque ya tiene el derecho del uso gratuito del bien ajeno.
3) Debe permitir inspeccionar el bien al dueño o comodante, cuando éste quiera establecer el
estado de conservación del bien o del uso que el comodatario le está dando.
4) Costear los gastos de conservación y de uso ordinario del bien, como una contrapartida por el
uso gratuito que hace del bien.
5) Devolver el bien en el plazo convenido o después del uso para el que fue dado en comodato
(Inc. 5o. Art. 1738; conc. 1728 y 1736). Se tiene como excepción el caso del fallecimiento del
comodatario (Art. 1733); el derecho no se transmite a los herederos. En el caso del Art. 1736,
se debe devolver por urgencia y, luego en el caso del comodato precario (1737).
El efecto jurídico de la no devolución del bien por el comodatario, es el derecho del comodante a
accionar judicialmente para la inmediata restitución del bien y con el consiguiente pago de daños y
perjuicios.
Es el Art. 1738 el que numera las obligaciones antes mencionadas, dispositivo que no tiene carácter
imperativo; consecuentemente, se puede pactar en otro sentido. Por lo demás, el Art. 1738 guarda
concordancia con los numerales del 0.0. Vigente, Nos.1734, 1740, 1741 al 1744.
COMODATO PLURAL.
Si el bien se ha dado en comodato a dos o más personas para que lo usen al mismo tiempo, todas son
responsables solidariamente. Se trata de un caso de solidaridad legal (Art. 1752). Acá es válido el
pacto en contrario, dice la Expos. De Motivos (Pág. 434 de la Compilación de la Dra., de De Baker
tomo VII). Vemos como acá, se invierte la figura obligación al, pues, en este caso la mancomunidad
requerirá estipulación expresa. (y. Propos. Nos. 307 - 309 sobre oblig. Solidarias). El Cód. Anterior
estableció igualmente la responsabilidad solidaria entre los comodatarios, cuando éstos son dos o más
(Art. 1602 cod. 1936).
Esta cuestión está vinculada también con los efectos del contrato de comodato, esto es, obligaciones
del comodante y el comodatario. Luego se vincula con la conocida Teoría de los riesgos, puesto que
todo bien materia de una determinada relación jurídica, está expuesto a las contingencias de su pérdida
o su deterioro, con motivo de su uso, cuando ha sido a su vez el bien, materia de transferencia de
dominio o simplemente de su uso, como en el caso del comodato. Se refieren a esta cuestión las
disposiciones contenidas en los Arts. 1732, 1739, 1742, 1743 y 1751).
Al comodante le corresponden los aumentos del bien, dado en comodato, por ser su propietario.
Recíprocamente, deberá soportar el menoscabo o pérdida de la cosa prestada, a no mediar culpa del
comodatario (1732).
Si el bien se deteriora por efecto desuso para el que ha sido entregado, no responsabiliza al
comodatario, así, como no responde éste por el “casus”, sino únicamente responde de los riesgos que
le sean imputables a su culpa. En suma responde el comodatario de la pérdida o el deterioro del bien
recibido en comodato, cuando lo destina a un uso distinto al normal; cuando abusa de la cosa o cuando
la emplea por un plazo mayor al autorizado y, en este caso, aunque la pérdida y el deterioro no le sean
imputables a su culpa. (Arts. 1739 y 1738, lncs. 1 y 2); sin embargo, de acuerdo a las normas
generales, si el comodatario prueba el “casus” habría alcanzado igualmente el bien, aunque lo hubiera
devuelto oportunamente o no hubiera usado el bien diversamente; se liberará de responsabilidad (Art.
1741), concordante con los Arts. 1728, inc. 2o. Del 1738, 1139, 1315 y Art. II del T.P.).
El comodatario, conforme al Art. 1742, debe pagar el precio del bien dado en comodato si perece por
causa que no le es imputable, cuando hubiese podido evitarla sustituyéndolo con uno de su propiedad.
2° El comodante es quien encuentra el bien; tiene 2 opciones: A) Se queda con el bien que él
mismo lo halló, devolviéndola al comodatario la suma que éste pago o B) o entregará el
bien hallado al comodatario, el que habiendo ya pagado su precio, pasa a ser el nuevo
dueño del bien;
Puede concluir el comodato por cualquiera de los modos extintivo de las obligaciones, con algunas
excepciones; como el caso de la compensación, en que conforme al inc. 2 del Art. 1290 no se permite
la compensación.
Casos especiales de conclusión del comodato. La muerte del comodatario que constituye una
excepción a la regla general de que las obligaciones se transmiten activa y pasivamente a los here-
deros. El fundamento es que la decisión del comodante de prestar gratuitamente un bien al
comodatario se funda en consideraciones estrictamente de carácter personal.
El Art. 1733 expresa: “Las obligaciones y derechos que resulten del comodato no se transmiten a los
herederos del comodatario, salvo que el bien haya sido dado en comodato para una finalidad que no
pueda suspenderse. La última parte es una excepción no considerada en la ley anterior (conc. con Art.
1218 - 1363 -660 y 1749). Si fallece el comodante el contrato subsistirá con sus herederos, hasta su
terminación, no se extingue el comodato”.
CONTESTE BREVEMENTE.