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5 El Derecho a la igualdad
El principio de igualdad, como indica Gastón Gómez Bernales, posee una
innegable consagración en la constitución. En distintos enunciados de esta,
explícitamente se alude al principio de igualdad, basta leer la constitución para
darse cuenta de la amplia gama que posee en ella la igualdad, citado por P.
RUIZ TAGLE , el principio de igualdad a nivel del texto constitucional tiene un
amplio reconocimiento. Este principio sirve de fundamento para proteger una
concepción de persona en sentido amplio que caracteriza la Carta chilena
(encabezado del art 19). También sirve para definir y delimitar el rol el estado y
su relación con las personas (art 1) y es el principio matriz que debe guiar el
sistema electoral y la vida política (art 15 y 18). En particular la igualdad
constitucional sirve de referencia para la actividad legislativa en todas sus
facetas, especialmente respecto de la legislación procesal y penal. Finalmente
la constitución establece que la igualdad constitucional es un principio básico
del sistema educacional, la actividad empresarial, la política económica y
tributaria del estado. Incluyendo también los acuerdos del Banco Central que
según lo define la constitución es un ente autónomo
Para efectos constitucionales, el constituyente no provee de una definición de
igualdad indeterminación donde radica precisamente su mayor fortaleza, pues
no se rigidiza su concepto, lo anterior , eso sí, se ve complementado por lo
dispuesto en la ley antidiscriminación
Es posible destacar dos caracteres que se perfilan del principio de igualdad: es
relacional y normativa
Es relacional: por cuanto la igualdad es siempre un juicio de
valor que recaer o se formula sobre al menos dos objetos,
personal o situaciones. Pero además, arranca siempre desde un
cierto punto de vista, desde una dimensión que se considera
relevante para los efectos de la igualdad. Esta perspectiva
puede ser cualidad, un rasgo de la persona o de las cosas, un
ideal o varios, desde la cual se emite un juicio. En pocas
palabras, la igualdad implica una comparación
Es normativa la igualdad, al emanar desde un punto de vista
que se refiere a como se debe tratar a los seres humanos. Es
decir, se trata de un principio claramente normativo o
prescriptivo, ya que no se formula como descripción de la
realidad – desde el mundo del ser – si no desde el mundo del
deber ser
Igualdad “ ante “ la ley e igualdad “en “ la ley ( art 19 nº 2 )
El principio de igualdad resguardado en la aplicación del
Derecho por medio de la obligación de trato equivalente y no
discriminatorio de los poderes políticos, no permite un
control íntegro del poder o función del legislador, ya que al
revisar la aplicación igualitaria de la ley que hacen los
poderes públicos, no se revisa el respeto al principio de
igualdad en la categoría o distinción que el legislador efectúa
“ en “ la ley
Por ello, para evitar este vacío, el principio de igualdad se ha
extendido progresivamente. Esto es lo que se ha dado en
llamar igualdad “en la ley “a raíz de la cual se refuerza el
control de racionalidad y la exigencia de justificación de las
distinciones efectuadas por el órgano legislativo y contenidas
“en la ley “. Es lo que se podría llamar el respecto a la
igualdad “en la “constitución.
La carta de 1980 lo recoge en el artículo 19nº2 y cubre las siguientes
dimensiones
Abarca la ida clásica de igualdad según la cual la le debe
ser general para todo debe establecer privilegios en
función de la raza, posición económica u otros criterios
semejantes tales como el sexo de las personas, cuestión
que llevo a reformar la constitución en el sentido de que
“ hombres y mujeres son iguales ante la ley”
Se protege además la aplicación uniformes de la ley por
parte de los órganos públicos a las distintas situaciones y
personas. Se trata de una derivación de la exigencia de
trato igualitario y justo que la subordinación de estos
órganos a la ley se exige en un Estado de Derecho
Por ultimo en la esfera del derecho de igualdad se
garantiza, también la protección constitucional de la
igualdad “en la ley “, prohibiendo que el legislador, en
uso de su poder normativo (o de cualquier otra
autoridad, en uso de su potestad jurídicas) establezca
diferencias entre las personas y respectos de situaciones
o finalidades que resulten arbitrario, pues solo hay una
desigualdad que está prohibida por el constituyente: la
discriminación arbitraria. Además, en este punto hay
que considerar las dos técnicas que el legislador ocupa
para lograr la igualdad “en la ley”: la equiparación y la
diferenciación.
La igualdad por equiparación consiste en que la ley da
un trato igual a circunstancia o situaciones no
semejantes, cuyas diferencias deben considerarse
irrelevante para el disfrute, o para la aplicación de una
misma reglamentación normativa. Se trata de modo
igual la desigualdad. Así, por ejemplo dos personas
pueden tener diferencias en capacidad intelectual y
física, en edad, raza, opciones ideológicas y religiosas ,
peso se estima que tales diferencias son irrelevantes a la
hora de otorgar derechos civiles y políticos
La segunda diferenciación de la igualdad en la ley es la
igualdad por diferenciación, con consiste en una
diferenciación en el trato basado en circunstancia
diversas consideradas en ese caso relevante respecto a
los efectos o fines perseguidos por las normas. Se trató
de modo desigual lo que no es igual . por ejemplo, el
nivel de ingresos se considera una diferencia relevante a
efectos de establecer impuestos personales