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Pensar lo común hoy: Palabras

Bienes comunes

clave
Socialismo
Los bienes comunes en la construcción del Socialismo del Siglo XXI Apuesta comunal

Foto: MingaAlegre

La apuesta comunal que durante los últimos años tomía y a proponer un nuevo léxico para nombrar la experiencia
se ha venido desarrollando dentro del contexto de alternativas contemporánea de lucha: lo común. Llamamos común al con-
desplegado en el país y en América Latina, ha puesto de mani- junto de espacios y de bienes materiales e inmateriales (natu-
fiesto un abanico de posibilidades políticas que rebasan y ten- raleza, alimentos, agua, conocimientos, comunicación, tiempo,
sionan con creces la ficción del binomio Estado y propiedad entre otros) donde se produce y se reproduce la vida cotidiana y
privada. Frente a la histórica dicotomía estratégica que propone, se dota de sentido la existencia. Más allá de una colección de
por un lado, la privatización como solución a los males del con- bienes colectivamente usufructuados, lo común es una relación
Enrique Rey

trol estatal, y por el otro, la estatización (en tanto propiedad pú- social que a través del trabajo asalariado, la privatización y los
blica) como regulación y control a los males del capital, ha mecanismos representativos de la democracia liberal (por ejem-
emergido –durante las últimas dos décadas aproximadamente, plo), ha sido sustraída y propuesta bajo la fórmula del binomio
un conjunto de reflexiones que tienden a despachar esta dico- público/privado.
Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder Pensar lo común hoy: los bienes comunes en la construcción del Socialismo del Siglo XXI Enrique Rey

Hoy hablamos de la comunidad, de lo común, de los luego de una década de experiencias organi- tica, entre otras. Frente a la histórica dicoto- dignados en el continente europeo y el movimiento Oc-
comunes como forma de otorgarle sentido a nuestra zativas, de tensiones, conflictos, debates y re- mía estratégica que propone, por un lado, la cupy Wall Street en el territorio estadounidense. Los pri-
existencia, a aquello que ya está en nuestro cuerpo pero flexiones, las comunas emergen como un privatización como solución a los males del meros, cuestionan –por ejemplo- tanto los marcos de
que no coincide con las referencias existentes para nom- espacio que se constituye, al mismo tiempo, control estatal, y por el otro, la estatización gestión de lo público desarrollados por los Estados la-
brar nuestra experiencia política y ética. Hablar de lo como concreción histórica del socialismo y (en tanto propiedad pública) como regula- tinoamericanos (destrucción de la naturaleza, re-prima-
común es una forma de reorganizar nuestras formas de como punto de partida para el devenir del ción y control a los males del capital, ha emer- rización de las economías, etc.) como sus articulaciones
relacionarnos y nuestros modos de ser; una forma de cambio social. Sin embargo, alejados de toda gido –durante las últimas dos décadas con los procesos globales del capital financiero. Los se-
fabricar nuevos mundos. Mundos nuevos que no están mirada teológica que le asigna a la estructura aproximadamente, un conjunto de reflexio- gundos, proponiendo la dignidad como un principio
contenidos en una forma pre-definida y establecida. una serie de propiedades y características nes que tienden a despachar esta dicotomía y irreductible a toda vida humana, cuestionan los marcos
Pero lo común, no es la cara negativa del capitalismo. que le definen, como por “arte de magia”, la a proponer un nuevo léxico para nombrar la biopolíticos del sujeto ciudadano liberal (sujeto de de-
Como territorialidad donde se produce el mundo realización material de las alternativas plan- experiencia contemporánea de lucha: lo rechos y deberes que desde la sociedad civil expresa su
nuevo, lo común es el lugar de la creatividad, la desme- teadas, es necesario reconocer que –en la ac- común. Opuestos al Estado y al capital, a lo “indignación”) para revalorizar la vida en tanto relación

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sura y el por-venir. Lo común se mueve entonces en los tualidad- las comunas son un campo de público y lo privado, los debates y reflexiones fundante y “común” a la existencia humana1.
intersticios y en las periferias, en las ciudades y en los disputas en el cual las diversas subjetivida- que se han venido realizando alrededor de lo
espacios rurales. Siempre inestables, siempre frágiles, des históricas confluyen y ponen en tensión común se han acompasado a movimientos y Es en esta oposición y lucha entre la propiedad y lo
se despliegan en la experiencia de la creatividad. Y a di- temas que, rebasando el ámbito local, ad- organizaciones sociales cuyas luchas giran al- común donde se identifica como fuente del antagonismo
ferencia de aquella fragilidad que nos ha sido propuesta quieren centralidad dentro de los marcos de rededor de los bienes comunes, sus formas de y la conflictividad social en la actualidad, tal y como afir-
como vaciedad, la creatividad de lo común deviene por- la acción global por un mundo nuevo. gestión y los procesos de re-articulación del man Hardt & Negri, “la insuficiencia de las constitucio-
que no tenemos otra opción sino esa: crear. Como diría lazo social y nuevas relaciones sociales que nes republicanas modernas, en particular de sus
Gilles Deleuze: “uno no crea porque es lindo o porque Las discusiones y debates que se han reali- tensionan y ponen en cuestionamiento las no- regímenes de trabajo, propiedad y representación”
quiere ser famoso, sino porque está forzado, porque no zado a partir de las recientes crisis (financie- ciones de propiedad y reconocimiento. (2011: 5). Es la articulación de estos tres ejes y su proble-
tiene otra opción que inventar”. ras) del capital y de los procesos de transición matización la que revitaliza, frente al histórico devenir
hacia modelos alternativos por parte de los Ejemplo de ello, son las luchas contra el ex- dis-tópico de los socialismos realmente existentes, la
La apuesta comunal que durante los últimos años se ha “gobiernos progresistas” en América Latina, tractivismo y el neodesarrollismo en América tesis planteada por Marx & Engels en el Manifiesto del
venido desarrollando dentro del contexto de alternati- han puesto de manifiesto la necesidad de re- Latina, así como también las luchas de los in- Partido Comunista: “[…] los comunistas pueden resumir
vas desplegado en el país y en América Latina, ha basar los marcos estratégicos que tienen como
puesto de manifiesto un abanico de posibilidades polí- objetivo solucionar las problemáticas relacio-
ticas que rebasan y tensionan con creces la ficción del nadas a, por ejemplo, el cambio climático, las
binomio Estado y propiedad privada. Ciertamente, libertades democráticas, la participación polí- 1. Habría que recordar aquí tal vez a Marx & Engels cuando afirman que la burguesía “ha hecho de la dignidad personal un simple valor
de cambio. Ha sustituido las numerosas libertades escrituradas y adquiridas por la única y desalmada libertad de comercio” (s/f: 39).

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su teoría en esta fórmula única: abolición de la propie- por la justicia y la caridad. El amor al prójimo En este sentido, la misma ley natural que es más que la preservación de la propiedad (privada)
dad privada” (s/f: 51). Revitalizar, como afirmó Hardt era un deber y nadie podía dañar a otrx su otorga la propiedad también pone límites a en tanto fundamento primario de la vida humana. El
(2011), “lo común del comunismo” implicaría, entonces, vida, su libertad o sus posesiones. El estado ella. Estos límites están definidos por todo poder político, nos dirá Locke, “es el derecho de dic-

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visibilizar los procesos históricos de sustracción de “lo de naturaleza era “un estado de paz, buena aquello que podamos usar para nuestro be- tar leyes, incluida la pena de muerte, y en consecuen-
común” y el predominio de la propiedad privada y el voluntad, ayuda mutua y preservación” neficio antes de que se eche a perder. Acu- cia, todas las penas menores necesarias para la
Estado en el devenir histórico de la vida humana. (Locke, 2003: 19). mular más allá de eso no era justo pues todo regulación y preservación de la propiedad […] (Locke,
lo que “excede la parte que [se] puede utili- 2004: 6; énfasis E.R).
En este sentido, llamamos común al conjunto espacios y La preservación entonces, se constituía como zar pertenece a los demás” (Locke, 2003: 26).
de bienes materiales e inmateriales (naturaleza, alimen- un fundamento de la sociabilidad humana. El Preservándose lxs individuos a sí mismos Es en este relato del liberalismo, que Marx (1975,
tos, agua, conocimientos, comunicación, tiempo, entre producto del trabajo, la labor y el cuerpo, se preservan también al resto de la humanidad. 2001) en su momento calificó como las robinsonadas
otros) donde se produce y se reproduce la vida cotidiana constituía como un proceso de transformación dieciochescas o la cartilla infantil de la acumulación
Común

y se dota de sentido la existencia. Más allá de una colec- de la naturaleza, es decir de aquello que era Sin embargo, nos dicen los liberales, la in- originaria, donde se ponen en tensión las ficciones
ción de bienes colectivamente usufructuados, lo común común a todxs. El cuerpo, en tanto herramienta vención del dinero, en tanto bien no pere- políticas y sociales que configuran el mito fundacio-
es una relación social que a través del trabajo asalariado, de trabajo, se constituía como la propiedad irre- cedero y cuyo valor es definido por mutuo nal del capitalismo y el proceso de sustracción de “lo

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la privatización y los mecanismos representativos de la ductible a todo ser humano. El proceso de acuerdo entre los seres humanos, abrió la común”. Trabajo, propiedad y representación se
democracia liberal (por ejemplo), ha sido sustraída y tomar una parte de lo que es común y sacarlo, posibilidad de conservar y aumentar la pro- constituyen como los ejes articuladores de este pro-
propuesta bajo la fórmula del binomio público/privado. a través del trabajo, del estado en que lo dejó la piedad. El dinero permitió entonces que los ceso. En primer lugar, el trabajo como eje articulador
naturaleza es lo que determina la propiedad seres humanos pudieran acumular, “recta- del tejido social que garantiza la producción y la re-
sobre las cosas del mundo. Así lo establece John mente y sin injuria”, más de lo que necesi- producción de la vida, atraviesa un proceso de diso-
I. Lo común sustraído: el estado de naturaleza o Locke, cuando afirma: taban para la producción y reproducción de ciación entre el productor y sus medios de
la cartilla infantil de la acumulación originaria sus vidas. Y como en el estado de natura- producción que convierte a lxs productorxs, en mano
leza hay quien ha trabajado y quien no, la de obra asalariada. En segundo lugar, la propiedad
En el principio, nos dice el relato liberal, el mundo era Vemos en las tierras comunes, que siguen única propiedad disponible, es decir la privada capitalista que emerge del proceso de explo-
habitado por una serie desagregada de individuos que siendo tales en virtud de un pacto, que el única instancia que se posee es su cuerpo, y tación del trabajo ajeno. En tercer lugar, el Estado y el
tenían poco o ninguna relación entre sí. El mundo exis- hecho de tomar cualquier parte de lo que es en tanto tal la ofrece, como fuerza de tra- poder político como instancia cuyo objetivo no es
tente era un mundo común a todxs, de perfecta libertad común y sacarlo del estado en que lo dejó la bajo, a otros/as. otro sino la regulación y la preservación de la propie-
e igualdad, en donde lxs individuos, de acuerdo a la “ley naturaleza, es lo que determina la propiedad, dad privada capitalista. Tres ejes de articulación que
natural” no acumulaban más posesiones que aquellas sin la cual las tierras comunales no tienen sen- Es de esta forma que el Estado, se consti- configuran una ficción que distingue, como ámbitos
que podían consumir. Era un estado de naturaleza guiado tido. (Locke, 2003: 24) tuye como una instancia cuyo objetivo no mutuamente excluyentes, lo público y lo privado, y

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que en la actualidad, tensiona el contexto de las al- II. ¿Qué significa pensar lo común hoy? de la productividad de la propiedad comu- Finalmente, frente a la finitud de los recursos y bienes,
ternativas y el devenir del cambio social en la histó- nal de la tierra. Al sumar todas las utilidades Hardin propone la regulación de la población mundial
rica dicotomía Estado/Mercado. Desde la década de los noventa el lenguaje parciales, nos dice Hardin: como mecanismo para hacer frente al irrefrenable con-
de los comunes ha sido objeto de múltiples sumo por parte de los habitantes de la tierra y por ende
Frente a los efectos del cambio climático y los procesos tensiones y disputas. Tanto los organismos a la destrucción de los bienes comunes globales:
de neoliberalización de la vida cotidiana, por ejemplo, multilaterales como el Banco Mundial y la (...) el pastor racional concluye que la única
los organismos multilaterales, los Estados y lxs ciuda- Organización de las Naciones Unidas, como decisión sensata para él es añadir otro animal
danxs, han desplegado un serie de estrategias que, o un cada vez mayor grupo de intelectuales a su rebaño, y otro más... Pero esta es la con- (...) la única manera en que nosotros podemos preservar y ali-
bien por la vía de la privatización o bien por la vía de (principalmente economistas y planificado- clusión a la que llegan cada uno y todos los mentar otras y más preciadas libertades es renunciando a la
la regulación estatal, buscan regular, atender y resolver res) han incluido dentro de sus discursos no- pastores sensatos que comparten recursos libertad de reproducción, y muy pronto. "La libertad es el re-
estos problemas. Controles espaciales, políticas y ac- ciones relacionadas a los bienes comunes. En comunes. Y ahí está la tragedia. Cada hombre conocimiento de la necesidad", y es el papel de la educación
tuaciones policiales contra la inseguridad, cierre de síntesis, los principales representantes del está encerrado en un sistema que lo impulsa revelar a todos la necesidad de abandonar la libertad de pro-
fronteras y aumento de los controles migratorios, polí- neoliberalismo y la privatización han absor- a incrementar su ganado ilimitadamente, en creación. Solamente así podremos poner fin a este aspecto
ticas para la disminución del impacto de las industrias bido el lenguaje de lo común y los comunes un mundo limitado. La ruina es el destino de la tragedia de los recursos comunes. (Hardin, 1995: 13)
sobre la naturaleza y la declaración de grandes zonas para proponerlo funcionalmente bajo el do- hacia el cual corren todos los hombres, cada
forestales como reservas ecológicas y patrimonios de minio de la estructura del mercado. uno buscando su mejor provecho en un
la humanidad, forman parte del repertorio de estrate- mundo que cree en la libertad de los recursos Como afirma David Harvey (2013), la discusión plante-
gias desplegadas. Tal vez sea Garret Hardin (1995) a quien se le comunes. La libertad de los recursos comunes ada por Hardin tiene que ver más con la propiedad capi-
deba el origen de esta discusión. En su texto resulta la ruina para todos. (1995: 5) talista del ganado que con la propiedad comunal en sí.
Lo anterior pone de manifiesto entonces, que las dis- “La tragedia de los comunes” propone como En su célebre trabajo El gobierno de los comunes, Elinor Os-
cusiones alrededor de lo común y los bienes comunes argumento irrefutable la preeminencia de trom (2000) afirma que dentro del marco normativo que
distan de ser, en sí mismas, un marco sustancial para el los derechos de propiedad privada sobre el En ese sentido, la privatización de la propie- prescribe soluciones al dilema de los comunes, se des-
devenir del cambio social y que, por el contrario, son uso del suelo y otros recursos. Hardin recu- dad comunal vendría a resolver la destrucción pliegan diversas estrategias y formas de gestión que re-
objeto de múltiples disputas y tensiones. Así como en rre a la metáfora del ganado y el pastizal del bien común. ¿Qué debemos hacer?, se pre- basan las soluciones propuestas, a saber: la privatización
el pasado, los gobernantes del mundo desarrollaron la como mecanismo para poner de manifiesto gunta el autor más adelante: “tenemos varias y/o la regulación centralizada en manos del Estado.
guerra como estrategia para defender al “mundo libre el deseo individual de cada pastor por maxi- opciones. Podemos venderlos como propie-
y democrático”, en la actualidad la “defensa de los co- mizar sus beneficios y utilidades individua- dad privada. Podemos mantenerlos como Más allá de realizar una lectura detallada de la obra de
munes” se constituye como una estrategia que visibili- les. Esta utilidad, según el autor, implicaría propiedad pública, pero asignando adecuada- Ostrom, consideramos que aquello que se pone de ma-
zando lo común perpetúa los marcos de su sustracción. –como producto del pastoreo, una reducción mente quien ha de entrar”(Hardin, 1995: 5). nifiesto en su obra no es más que la pregunta que inte-

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rroga por lo común y los comunes. Qué es un común y dos, lo común es una relación social que es- Los comunes entonces, atraviesan el tejido de la 2. Un segundo nudo de tensión se despliega alrededor
qué son los comunes, cómo se constituyen, qué elemen- tando sujeta a ciertos rangos de inestabilidad vida social no sólo en su dimensión económica, de las prácticas de comunalización. Ciertamente, no du-
tos enfatizar y cuáles son los riesgos dentro del contexto y maleabilidad, es sustraída y propuesta bajo sino también, en lo social, lo político y lo cultu- daríamos de caracterizar, por ejemplo, las luchas por
de las luchas por la emancipación y el cambio social. la fórmula del binomio público y privado, a ral. Alejándonos de las lecturas economicistas nuevas modalidades de transporte (como los movi-
través del trabajo asalariado, la privatización es necesario, en este debate, plantear la “ges- mientos que promueven el uso de la bicicleta como
Ciertamente, el contexto global en la actualidad pre- y los mecanismos representativos de la de- tión” de los comunes visibilizándolos en todas medio cotidiano de transporte) y de producción ali-
senta serios desafíos para el devenir de las luchas. La mocracia liberal (por ejemplo). sus dimensiones y no sólo como una colección mentaria (huertos urbanos), como movimientos que
geografía del capitalismo contemporáneo ha permitido de bienes colectivamente usufructuados que despliegan prácticas de comunalización en torno a
visibilizar el grado de complejidad y agilidad con el que En este sentido, la naturaleza, el tiempo, la deben ser “gestionados”. Y a este respecto exis- bienes comunes como la ciudad y la alimentación. Sin
éste se despliega. Nuevos modos sociales de coopera- salud, la educación, el conocimiento, la ciu- ten, al menos, cuatro nudos de tensión que nos embargo, ¿no es también una práctica de comunaliza-
ción capitalista que capturan y fijan el desarrollo de las dad y la cultura, por ejemplo, son bienes que permitirían problematizar la experiencia coti- ción el cercamiento y cierre del “espacio común” que
alternativas, el declive del mundo del trabajo formal y han sido creados, constituidos y sostenidos diana contemporánea para abrirla al por-venir. los habitantes de una urbanización de clase media de-
asalariado y la emergencia de una economía informal con esfuerzo común. Así, la lucha por lo finen como el ámbito de su comunidad? En este punto
(lícita e ilícita) que tiende a potenciar el marco de la re- común ha sido un hilo conductor en la lucha surge, tanto la discusión alrededor de las dimensiones
producción social del sistema capitalista y la progresiva de clases y en tanto tal, forma parte y es una NUDOS DE TENSIÓN EN LA GESTIÓN constitutivas de la comunidad como la dimensión co-
financiarización de la vida a través de las deudas deri- realidad cotidiana de nuestro mundo (Fede- DE LOS COMUNES lectiva y no mercantilizada de los bienes comunes, es
vadas de créditos e hipotecas, por ejemplo, son algunas rici, 2013; Linebaugh, 2013). decir, su ubicación fuera de las lógicas de intercambio
de las formas en las que se expresa la dominación den- 1. Un primer nudo de tensión que emerge al y valorizaciones del mercado capitalista.
tro de un contexto sumamente complejo y ágil. reflexionar alrededor de las modalidades y
prácticas de la gestión de los comunes, es el 3. Un tercer nudo de tensión surge respecto a los crite-
problema de la escala. Tal y como afirma David rios de gestión de los comunes. Cómo y quiénes están lla-
III. ¿Qué son los comunes? Harvey (2013), las posibilidades de gestión de mados a la gestión y administración de los comunes,
los bienes comunes en una determinada es- bajo qué marcos y en qué condiciones, son algunas in-
Decíamos, al inicio de este texto, que lo común es el con- cala (local, por ejemplo), no se constituyen – terrogantes que tensionan el debate, colocando los mar-
junto espacios y de bienes materiales e inmateriales (na- necesariamente- en una vía adecuada para la cos de participación y representatividad democrática
turaleza, alimentos, agua, conocimientos, comunicación, gestión en otra escala (la global). Es aquí en una dimensión sumamente problemática y proble-
tiempo, entre otros) donde se produce y se reproduce la donde surge la tensión entre el grupo social matizada alrededor de las propuestas relacionadas a las
vida cotidiana y se dota de sentido la existencia. Más allá que lucha por los comunes y el entorno defi- formas y modalidades políticas de gestión de los comu-
de una colección de bienes colectivamente usufructua- Video: Abuela Grillo nido o considerado como bien común. nes y su definición en tanto “propiedad común”.

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4. Finalmente, un cuarto nudo de tensión que emerge Ellos son: puedan escuchar en una misma sala y lo sufi- drán ser enajenados a manos de terceros.
en este debate es el relacionado al uso y aprovecha- cientemente grande para que el recurso sea (Madrilonia.org, 2011: 20-21)
miento de los comunes. Despachando las soluciones a) Universalidad, el acceso a estos bienes y viable, siendo el tamaño de cada recurso de-
propuestas por Hardin a la “tragedia de los comu- servicios comunes deberá ser universal y terminado por las necesidades de cada asam-
nes”, surge como necesario desfetichizar las modali- abierto a todos los residentes de la ciudad, sin blea. Cuando las condiciones no lo hagan Lo que queda de manifiesto aquí, tanto en los nudos
dades de uso y aprovechamiento de los comunes del mayor contrapartida que la buena disposi- necesario, la administración se realizará de tensión respecto a los comunes como en sus princi-
aura de la utilidad y la maximización de beneficios in- ción y trabajo de la comunidad para su soste- según las normas de uso común o por reglas pios de regulación, no es más que la necesidad de refle-
dividuales sin recurrir, como Hardin, a medidas auto- nimiento y mejora. Estas aportaciones serán, fijadas por una asamblea fundacional, siendo xionar los comunes, sus mecanismos de constitución,
ritarias y negadoras de la vida humana como el en parte, reguladas por vías fiscales sobre el su administración cotidiana realizada por sus elementos y riesgos desde la crítica al contexto de-
control poblacional. principio de «quien más tenga más aporta» y, personas duchas y capaces en los menesteres finido por las formas y categorías del capital.
en parte, mantenidas por los trabajos colec- técnicos requeridos. Sea aquí establecido este
Frente a estos dilemas (caracterizados como nudos de tivos que fueren necesarios. principio de los comunes: que estas personas,
tensión), el colectivo madrilonia.org en su texto La carta por mucho que sea su saber, no tendrán capa- REFLEXIONAR LOS COMUNES
de los comunes, ha propuesto respecto a los comunes y su b) Sostenibilidad, las únicas restricciones de cidad para modificar las normas fundamen-
gestión cuatro principios de regulación. usos y aprovechamientos deberán estar fi- tales, siendo todo conflicto importante o toda 1. Una primera reflexión de vital importancia que
jados en razón al mantenimiento intacto, modificación esencial resultado de las delibe- surge en este debate se encuentra relacionada a la arti-
cuando no mejorado, de las condiciones raciones de la asamblea competente. A fin de culación entre lo universal y lo singular. En un contexto
materiales de reproducción de los bienes confirmar el mandato democrático se dis- en el que las soluciones al desmantelamiento del Es-
comunales. pone la revocabilidad de las personas que tado de Bienestar producto de los procesos de neolibe-
presten servicio en puestos técnicos o exper- ralización, tienden a ubicarse o bien por la vía del
c) Democracia, los criterios de gestión y uso tos. Así mismo se establece como principio y retorno acrítico a este, o bien desde la profundización
deberán ser transparentes y democráticos. A derecho, la transparencia en el acceso libre y de los marcos de privatización y financiarización de la
ese efecto todos los recursos serán adminis- directo a la información acerca de la gestión y vida que amplían la brecha de las desigualdades y di-
trados por una Junta Comunal, a la que ten- aprovechamiento de los citados comunes. ferencias de clases, el problema de la escala remite a la
drán derecho y obligación de asistencia búsqueda del bien común. Pensar el bienestar como un
todos los miembros concernidos por el re- d) Inalienabilidad, la gestión privada, estatal sistema estandarizado y no homegeneizado que
curso. Las Juntas Comunales serán de un ta- o comunitaria no puede en ningún caso con- atienda el contexto de necesidades básicas materiales
La Carta de los Comunes. Para el cuidado y disfrute maño lo suficientemente pequeño como fundirse con la propiedad de los bienes y (salud, hábitat, vivienda, trabajo, entre otras) e inmate-
de lo que de todos es. Colectivo Madrilo nia. para que todas las personas congregadas se servicios de propiedad común, que no po riales (por ejemplo, la educación y las modalidades de

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diversión), debe constituirse como un centro vital en la nistración de los bienes comunes) privilegie valor, dinero, renta, leyes, Estado y otras) intereses sociales y políticos en conflicto (Harvey, 2013).
lucha por lo común y los bienes comunes. la constitución de redes democráticas de co- […], sino el cabal congelamiento de las rela- Si bien en una primera mirada es posible contraponer
operación y encuentro que articulen cada ciones humanas que constituyen esas formas. lo común a lo privado, cuando se posiciona frente a lo
2. En segundo lugar, habría que distinguir, dentro de una de las territorialidades de lo común. Se trata no solamente de criticar las formas público surgen algunas dificultades.
los mecanismos constitutivos de lo común, los procesos sociales capitalistas, sino de entender que las
de comunalización y de comunización. Los primeros, Por último, habría que reflexionar, y en aten- formas sociales como tales son capitalistas La reflexión alrededor de los lugares y bienes que en
refieren a una dimensión constitutiva de la comunidad ción a las modalidades de uso y aprovecha- […]” (Holloway, 2013). En este sentido, lo la actualidad se definen como públicos (una plaza, un

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que se cierra sobre sí misma y se configura a partir de miento de los comunes, alrededor de las común es producción, una relación social en parque o un recurso natural como el petróleo, entre
Comunalización y comunización

un atributo, de un predicado y/o una “propiedad” que dinámicas actuales del tiempo y los espacios donde las luchas por los comunes deben otros) visibilizan una diversidad de interrogantes que
califica a sus miembros como pertenecientes a un de vida. Dentro del contexto desplegado por desplegarse como un proceso de comuniza- interpelan el modo de ser de lo común. Según el relato
mismo conjunto (étnico, territorial, espiritual) (Espo- las lógicas de capital, el tiempo tiende a ser ción pues, como afirma Federici, es en la de lo público, nos dirán algunos funcionarios del Es-
sito, 2007). Lo común aparece aquí como el desarrollo usufructuado y sustraído en función de la “’puesta en común’ de los medios materia- tado, un parque o el petróleo es propiedad, por ejem-
de procesos de apropiación que rescatando el “espíritu explotación del trabajo y la maximización de les de la reproducción [donde subyace] el plo, de las y los habitantes de un país. Sin embargo, los
de la comunidad”, reservan el acceso a estos para unxs las ganancias, a la par que el territorio y la mecanismo primordial por el cual se crea el parques poseen horarios que regulan y limitan su uso
pocxs. Los segundos, refieren a una dimensión consti- naturaleza son objeto de modalidades ex- interés colectivo y los lazos de apoyo (ya sea a través de muros, rejas y/o las fuerzas de se-
tutiva de la comunidad que interrumpiendo continua- tractivas del capital a través de, por ejemplo, mutuo” (2013: 156). guridad del Estado), mientras que las ganancias deri-
mente su clausura y cierre sobre sí misma, se configura deudas habitacionales, procesos de gentrifi- vadas de la explotación del petróleo, más allá de los
como una máquina social que fabrica mundos e cación y/o la explotación de recursos mine- mecanismos de redistribución de riquezas, son admi-
irrumpe en la ambivalencia tramposa que propone la rales como el oro y el petróleo. En este IV. Comunas, consejos comunales y el nistrados en algunos casos por el Estado y en otros por
dicotomía de lo público y lo privado. Es aquí donde lo sentido, tiempo y territorio surgen como dos devenir de lo común el capital privado y/o figuras mixtas. Así, frente a lo pú-
común emerge bajo la forma de una actividad y no ejes articuladores del debate en un contexto blico lo común es sustraído a través de los mecanismos
como resultado: disposición, continuidad abierta de en el que las modalidades alternativas de Hasta ahora podríamos concluir que las de gestión que definen, desde el Estado, las modalida-
producción, capacidad de transformación y de coope- producción y gobernabilidad distan de ser cuestiones relacionadas a los bienes comu- des de uso y aprovechamiento de aquello que, definido
ración. (Negri, 2008). espacio limpios de contradicciones, proble- nes son contradictorias y, en tanto tal, son como público, es propiedad común de las y los habi-
máticas y antagonismos. fuentes de disputas sobre las que suele haber tantes de un país.
3. En tercer lugar, las modalidades de gestión de los
bienes comunes deben desplegar la configuración de Así, lo que merece destacarse en este debate,
una nueva institucionalidad que además de considerar nos dice Holloway a partir de su lectura de
2. La práctica y la reflexión políticas se mueven hoy de forma exclusiva en la dialéctica entre lo propio y lo impropio, en que o bien lo impropio
el aspecto técnico de la gestión (sostenibilidad y admi- Marx, “son no sólo las formas (mercancía, (como sucede en las democracias industriales) impone en todas partes su dominio con una irrefrenable voluntad de falsificación y consumo,
o bien, como sucede en los Estados integristas y totalitarios, lo propio pretende excluir de sí toda impropiedad”. (Agamben, 2001: 99).

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Surge en este contexto, la necesidad de convertir las Sin embargo, la intensidad de los desafíos nal como poder que antagoniza, por ejem- Bibliografía
soluciones históricas a la definición de las luchas, en que implica compartir convergencias políti- plo, a las redes clientelares de cooptación.
interrogantes que interpelen el modo de ser de lo cas y sentidos parciales frente a una forma- - Agamben, G. (2001) Medios sin fin. Notas sobre la
común como posibilidad de un uso libre indiferente Estado que otrora se nos planteaba como Orientado hacia la transformación del orden política. Valencia: Pre-textos.
a lo propio y lo impropio2. Las modalidades de uso y adversario trae como consecuencia, tal y político en el que operan, las disputas y ten- - Antillano, A. (2012) “De la democracia de la calle a
gestión de los bienes comunes, las dinámicas consti- como afirma Antillano (2012), la emergen- siones que cobran cuerpo en la comuna des- los consejos comunales: la democracia desde abajo en
tutivas de la comunidad, el despliegue de nuevas mo- cia de la imagen de un Termidor que ani- pliegan modalidades de construcción de una Venezuela, en Daniel Pardo et al. (comp.) ¿Otros mun-
dalidades de articulación política y el devenir de quile las fuerzas desatada por el proyecto nueva cultura política y económica. Rosseau, dos posibles?: crisis, gobiernos progresistas, alternativas de
nuevas relaciones sociales de producción que permi- emancipatorio. nos recuendan Hardt y Negri (2002), “decía sociedad. Medellín: Fundación Rosa Luxemburg.
tan resituar lo común fuera de su lugar de sustrac- que la primera persona que quiso obtener - Esposito, R. (2007) Communitas. Origen y destino de la
ción, configuran –entre otras- el espacio de la La apuesta comunal que a través de los con- una porción de la naturaleza para que fuera comunidad. Buenos Aires: Amorrortu.
conflictividad social que articula la lucha por lo sejos comunales y la construcción de las co- de su exclusiva posesión y la transformó en - Federici, S. (2013) La revolución feminista inacabada.
común y los comunes. munas se despliegan en la actualidad, la forma trascendente de la propiedad pri- Mujeres, reproducción social y lucha por lo común. Mé-
entonces, se constituye como un espacio de vada fue quien inventó el mal. El bien, por xico: Escuela Calpulli.

!
La actualidad venezolana, desde las prácticas sociales disputas y tensiones que tienden, entre otras el contrario, es lo común”. - Gardin, H. (1995) “La tragedia de los comunes”, en
que se articulan en los Consejos Comunales y en la cosas, a: problematizar las dinámicas cons- Gaceta Ecológica (México), Nro. 37.
construcción de la Comuna, despliega la potencia de titutivas de la comunidad que desestiman y - Hardt, M. y Negri, T. (2011) Commonwealth. El pro-
esta conflictividad. Por un lado, la Comuna y los Con- reproducen los mecanismos de exclusión de, yecto de una revolución del común. Madrid: Akal.
sejos Comunales –en tanto formas sociales que tienden por ejemplo, subjetividades disruptivas - Hardt, M. (2011) “El común del comunismo”.
al auto-gobierno- despliegan la potencialidad que sub- como los jóvenes y las sexo-género diversi- Disponible en:
yace a la configuración de una nueva institucionalidad dades; debatir alrededor de las modalidades h!p://www.rebelion.org/noticia.php?id=132852
que constituiría redes democráticas de cooperación y de uso y aprovechamiento de los espacios y - Harvey, D. (2013) Ciudades Rebeldes. Del Derecho a la
encuentro que se articulan en el territorio. Por el otro, bienes comunales en relación a la transferen- ciudad a la revolución urbana. Madrid: Akal.
los debates alrededor del extractivismo y el rentismo cias de recursos por parte del Estado; re-sig- - Holloway, J. (2013) “¡Comunicemos!”, en Herra-
como signo que caracteriza el sistema económico ve- nificar las dimensiones locales de la mienta (Buenos Aires), Nro. 53.
nezolano, despliega las condiciones de posibilidad territorialidad para proponerlas en articula- - Linebaugh, P. (2013) El Manifiesto de la carta magna.
para configurar nuevas matrices productivas en las que ción con la búsqueda del bien común como Madrid: Traficantes de Sueños.
la comunidad y el territorio, como expresión de lo sistema estandarizado y no homegeneizado; - Locke, J. (2003) Segundo ensayo sobre el gobierno civil.
común, juegan un papel sustantivo. y problematizar el ejercicio de poder comu- Buenos Aires: Editorial Losada.

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Foto: Verónica Canino Vázquez

Jóvenes, cultura productiva y nuevo poder

- Madrilonia.org (2011) La Carta de los Comunes. Para el


cuidado y disfrute de lo que de todos es. Madrid: Trafi-
cante de sueños.
- Marx, K. (1975) El capital. Crítica de la economía polí-
tica. D.F: FCE.
- Marx, K. & Engels F. (s/f) Manifiesto del partido comu-
nista.
- Negri, T. (2008) La fábrica de porcelana. Una nueva gra-
mática de la política. Barcelona: Paidós.
- Olstrom, E. (2000) El gobierno de los bienes comunes.
La evolución de las instituciones de acción colectiva. DF:
FCE.

Cosechando en tierra fértil:


Comuna y construcción del Poder Popular desde los territorios
Andrés Antillano
La Comuna que definimos como el gobierno de lo común por parte de los comunes, está
inscrita en el acervo histórico de nuestros pueblos, en su lucha contra y al margen de las formas
de dominación, saqueo y usurpación de la soberanía popular, y cobra fuerza en la Revolución Bo-
Comuna livariana como resultado de la cualificación de la capacidad de organización y movilización del
pueblo y de la adopción del Socialismo Bolivariano como horizonte estratégico. La Comuna ex-

Palabras clave:
Poder Popular presa también el desplazamiento de la lucha de clase (tanto la dominación del capital como la
lucha del trabajo) de la fábrica al territorio. Finalmente, señalamos algunos riesgos y desafíos que
Gobierno de lo común
tensionan la apuesta comunal: el peso de la economía rentista y el imperativo de impulsar la pro-
Autogestión ducción autogestionaria, la relación problemática con el Estado y la necesidad de construir desde
abajo el Estado Comunal, la reproducción de diferencias y nuevas desigualdades entre dirigentes
Territorio y dirigidos en el seno de la comunidad, la exigencia de colocar lo común en el centro del quehacer
comunero y ampliar las formas de participación, y las tensiones entre lo local y otras relaciones te-
166 rritoriales en que la comunidad se inscribe.

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