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BREVE ESTUDIO
SOBRE LOS INTENTOS
POR ESTABLECER EN MÉXICO
JUICIOS ORALES
EN MATERIA PENAL
ISBN 978-607-02-2899-5
Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . IX
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XI
Capítulo primero
Primer intento
Capítulo segundo
Segundo Intento
I. Planteamiento inicial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
II. Descripción de la situación en materia de justicia penal
(Congreso de 1916-1917). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
III. Modificaciones realizadas al marco constitucional. . . . . . . 17
IV. El jurado y su aplicación a principios del siglo xx. . . . . . 20
V. El proceso penal durante el siglo xx y principios del siglo
xxi (distorsiones y malas prácticas). . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
1. Consideraciones preliminares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
2. Aplicación de la reforma constitucional de 1917 . . . . . . 27
VII
Capítulo tercero
TERCER INTENTO
PRESENTACIÓN
IX
Héctor Fix-Fierro
Introducción
XI
Capítulo primero
PRIMER INTENTO
7 José María Luis Mora en 1827 sostenía que a diferencia de los jueces,
los jurados no eran accesibles a los medios de soborno y corrupción; Lorenzo
Zavala en 1831 describía al jurado como “una grande escuela moral para los
asistentes”, Historia de la justicia en México, siglos XIX y XX, cit., t. II, p. 750.
8 Respecto al tema del jurado para delitos de imprenta se expidieron varias
y sin más freno que su experiencia de las cosas, apuraba con pre-
guntas al acusado. Resaltaba el diputado jalisciense los abusos
que el juez podía hacer del poder, la lentitud de los juicios, la
venalidad de los agentes secundarios, el precio elevado de la jus-
ticia y el secreto absoluto en las causas criminales.
En este mismo sentido, el principal detractor del jurado, el se-
ñor Vallarta, confesó que el modo de enjuiciar adolecía de defec-
tos notorios, pues conocía los abusos cometidos por los jueces.
Afirmaba que aun conviniendo con la descripción sombría que se
hacía de los tribunales por parte de los amigos del jurado, esto
era, el furor sangriento, los grillos, las cadenas, los calabozos, las
cárceles, el secreto, la incomunicación y el juez tan bárbaro como
omnipotente; lo anterior debía de corregirse y no dar al pueblo
mexicano costumbres nuevas (se refería al jurado).
Los miembros de la comisión encargados de elaborar el pro-
yecto de Constitución presentaron un dictamen en el cual incluían
la figura del jurado como una innovación importante dentro de
las causas criminales y fijaban como derecho constitucional la
garantía a favor de todo acusado que fuere juzgado breve y pú-
blicamente por medio de un jurado imparcial. Más adelante, se-
ñalaban que la soberanía del pueblo no podía concebirse sin la
institución del jurado y en vano se repetía que la ignorancia de
un pueblo era el obstáculo para el establecimiento de los mismos.
Sobre este mismo punto afirmaban:
11 Véase Duce J., Mauricio y Riego R., Cristián, Proceso penal, Santiago de
ción española, que era la legislación vigente con anterioridad a las reformas li-
berales introducidas en el siglo XIX, reformas que tenían como origen las ideas
del proceso político y social derivado de la revolución francesa. Las ideas de
la Revolución francesa tuvieron un impacto significativo en la reconfiguración
del proceso en Europa durante el siglo XIX. Los sistemas procesales penales de
diversos países de dicho continente evolucionaron desde un modelo inquisitivo
17 Idem.
18
Afirmaba que el objeto del libro (el jurado en México) era el de estudiar
los procedimientos del jurado, señalar sus deficiencias, las reformas que recla-
maba dicha institución y que sabía que el libro sería recibido de forma hostil
por aquellos que creían que la institución del jurado podía sostenerse, pero que
llevaba el debate un doble anhelo: el de mejorar la administración de justicia
penal por medio de un estudio desapasionado y sincero. Ibidem, p. 58.
ciense con motivo de una circular en la que se instruía a los jueces a que aten-
dieran las reglas de la oratoria y las reglas de los juicios orales. Véase Estudios
sobre la oralidad en la administración de justicia en México, México, Suprema
Corte de Justicia de la Nación, t. I, 2010, p. 79.
Capítulo segundo
SEGUNDO INTENTO
I. Planteamiento inicial
13
21 Ibidem, p. 753.
Todo esto hará pensar que el Jurado Popular no era otra cosa sino
un espectáculo muy entretenido, a la manera de una comedia in-
teresante representada por buenos comediantes con un tercer acto
espectacular: una justa oratoria sonora y emotiva de los abogados,
que preparaba el epílogo encomendado a los jurados al pronun-
ciar su veredicto de absolución o de condena.
Nada más equivocado. El juicio ante el tribunal si que era un
espectáculo atractivo, mejor aún, subyugante, porque se ponía al
descubierto el fondo del corazón humano; porque se desenvolvía
ante los ojos el misterio de la psicología y de las reacciones del
ser humano; porque se tomaba parte en esa inquietud motora de la
26 Ibidem, p.24.
27 Ibidem, p. 27.
28 Ibidem, p. 32.
Ante tal fallo, Sodi recuerda que se indignó como fiscal por el
veredicto, lo cual motivó entrevistar a uno de los miembros del
jurado, quien le contestó:
29 Idem.
30 Idem.
1. Consideraciones preliminares
la acción penal del Ministerio Público en México, 2a. ed., México, UNAM,
1993, p. 185.
Novena Época
Registro: 196267
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VII, Mayo de 1998
Materia(s): Penal
Tesis: I.1o.P. J/9
Página: 896
Octava Época
Registro: 226462
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
V, Segunda Parte-2, Enero a Junio de 1990
Materia(s): Penal
Tesis: I.2o.P. J/11
Página: 689
Genealogía:
Novena Época
Registro: 197411
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VI, Noviembre de 1997
Materia(s): Penal
Tesis: XVII.2o. J/8
Página: 375
39
La inclusión de garantías individuales para el indiciado y la víctima u
ofendido del delito en la etapa de averiguación previa mediante la reforma
constitucional de 1993 han dado pie a la procedencia del amparo en determina-
dos casos.
40 Véase Zamora Pierce, Jesús, Juicio oral. Utopía y realidad, México, Po-
2004, p. 81.
42 Véase Zamora Pierce, Jesús, Juicio oral. Utopía y realidad, cit., p. 28.
43 VenustianoCarranza afirmaba que durante todo el siglo XIX los procesos
eran secretos.
44 Guillén López, Raúl y Cruz Covarrubias, Armando Enrique, La justi-
Capítulo tercero
TERCER INTENTO
obras interesantes inclusive sobre temas muy concretos y necesarios para la ac-
tividad de los abogados en las audiencias. Véase Baytelman A., Andrés y Duce
Mauricio J., Litigación penal, Universidad Diego Portales, Chile, 2004.
53 Ya hay una vasta doctrina sobre el tema de la reforma procesal colom-
biana, sólo por mencionar algunas obras, véase Camargo, Pedro Pablo, Manual
de enjuiciamiento penal colombiano, Sistema acusatorio y juicio oral público,
5a. ed., Colombia, Leyer, 2007. Ramírez Contreras Luis Fernando, Las audien-
cias en el sistema penal acusatorio, teórico-práctico, 2a. ed., Colombia, Leyer,
2007. Fierro Méndez, Heliodoro, Las medidas de aseguramiento en el sistema
penal acusatorio, Colombia, Leyer, 2005. Camargo Pedro Pablo, El debido
proceso, 3a. ed., Colombia, Leyer, 2005. Autores varios, El proceso penal acu-
satorio colombiano, Colombia, Ediciones Jurídicas Andrés Morales, 2005.
54 En el caso argentino los juristas Julio B. J. Maier y Alberto Binder han
sido los principales críticos del modelo inquisitivo. El caso de Alberto Binder
es de resaltar, ya que además es uno de los actores centrales en el impulso para
el establecimiento del modelo acusatoria en aquél país y en América Latina.
Véase la extensa obra de ambos: Maier Julio B. J., Derecho procesal penal,
Fundamento t. I, Parte general t. II, Buenos Aires, Editores del Puerto, 2002.
Binder Alberto M, Justicia penal y Estado de derecho, 2a. ed., Buenos Aires
2004. Del mismo autor Introducción al Derecho Procesal Penal, 2a. ed., Bue-
nos Aires, Adhoc, 2009. Además, Binder Alberto M y Obando Jorge, De las
Repúblicas aéreas al estado de Derecho, debate sobre la reforma judicial en
América Latina, Buenos Aires, Adhoc, 2009, entre otras obras.
43
País Inicio de la RPP (vigencia) Primer reporte Segundo reporte (proyecto de mejoramiento)
Argentina/Provincia
1998 2001 __________
de Córdoba
2006/ Proyecto Mar del Plata (Oralización
Argentina/Provincia Bs. As. 1998 2003
de primeras audiencias judiciales).
Bolivia 2000 2003 2006
Chile 2000 2003 __________
Colombia 2005 2006 __________
2005/ Guanacaste (Oralización
Costa Rica 1998 2001
de primeras audiencias judiciales).
Chile, CEJA-JSCA.
57 Véase Manual de defensoría penal pública para América Latina y el
Sin duda, este tema —como todos los temas políticos y econó-
micos en América Latina y el Caribe— reconoce una influencia
externa, más o menos determinante, pero siempre muy importan-
te. Mucho más aún cuando se entiende que la reforma judicial es
tributaria de otros procesos políticos directamente dependientes
de la nueva realidad mundial, tanto en el plano político como eco-
nómico. Sería insostenible afirmar que no ha existido una muy
importante influencia y claro interés tanto de los llamados países
centrales, como de los tradicionales donantes multilaterales, en la
nueva configuración política de la región y, como parte de ella, en
la reforma judicial, del mismo modo como antes existió una fuer-
1. (Aspectos legislativos)
ARTÍCULOS
CONSTITUCIÓN TEMAS CENTRALES EN LA
POLÍTICA ESTADOS REFORMA CONSTITUCIONAL
UNIDOS MEXICANOS
V. Consideraciones finales
BIBLIOGRAFÍA
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