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MALA AUDITORÍA

Para estos efectos se tiene contemplado dos normas: La identificación y evaluación de los
riesgos de errores materiales en los estados financieros a través del conocimiento y la
comprensión de la entidad y de su entorno y la respuesta del auditor a los riesgos
determinados.

En este sentido, y una vez identificados los riesgos, así como el establecimiento de los
procedimientos para dar respuesta a los mismos, reuniendo la evidencia suficiente y
apropiada de que al juicio del auditor sea necesaria, el auditor tiene la responsabilidad de
evaluar el efecto de los errores identificados en la auditoría y de los errores no corregidos, si
es que existen, en los estados financieros.

Consideraciones generales

La NIA 700, se refiere a la responsabilidad del auditor, respecto a emitir una opinión acerca
de los estados financieros, obteniendo una seguridad razonable de que los mismos están
libres de errores materiales. La conclusión del auditor requerida por dicha NIA, toma en
cuenta la evaluación del propio auditor sobre los errores no corregidos, si existen, en los
estados financieros.

Para esta conclusión el auditor debe evaluar: el efecto de los errores identificados en la
auditoría y el efecto de los errores no corregidos, si es que existen, en los estados
financieros.

La norma define “error” como la diferencia entre la cantidad, clasificación, presentación o


revelación de una partida manifestada en un estado financiero, y la cantidad, clasificación,
presentación o revelación que es requerida de conformidad con el marco normativo de
información financiera aplicable.

Los errores pueden ser resultado de:

La inexactitud al reunir o procesar información de donde se preparan los estados


financieros.
La omisión de una cantidad o revelación.
La estimación contable incorrecta provocada por una mala interpretación de los hechos que
la originan.
Los juicios de la administración referentes a la determinación de estimaciones contables
que el auditor considera no razonables o porque la selección y aplicación de las políticas
contables de la entidad son consideradas inapropiadas por el auditor.
En general, los errores pueden surgir por actos involuntarios o por fraude.

Acumulación de errores identificados

Los errores identificados durante la auditoría se deben acumular. Es decir, se puede


designar una cantidad por debajo, sobre la cual los errores serían sin consecuencias y no
necesitan ser acumulados porque el auditor espera que la acumulación de tales cantidades
no tenga un efecto material en los estados financieros, por lo que la expresión “claramente
sin consecuencias”, no es otra expresión más que “no material”.

Para asistir al auditor al evaluar el efecto de los errores acumulados durante la auditoría y
en la comunicación de los errores a la administración y aquellos encargados de gobierno,
podría ser de utilidad distinguir los errores basados en hechos, errores de juicio y errores
proyectados.

Los errores basados en hechos son errores de los cuales no hay duda.
Los errores de juicio son diferencias que surgen de los juicios de la administración que
conciernen a estimaciones contables que el auditor considera no razonables, o que la
selección y aplicación de las políticas de contabilidad de la entidad son consideradas
inapropiadas por el auditor.
Los errores proyectados son el mejor cálculo del auditor de los errores en poblaciones
donde se proyectan los errores identificados en una muestra de auditoría para la revisión de
una población, tomando en cuenta a la población entera de donde se extrajeron dichas
muestras.
Consideración de los errores identificados durante el desarrollo de la auditoría

Se debe determinar la necesidad de revisar la estrategia y plan de la auditoría, si:

La naturaleza de los errores y las circunstancias de su presencia son indicativos de que


otros errores podrían existir y que cuando sean considerados como errores acumulados
durante la auditoría, podrían ser materiales. Un error puede que no sea un suceso aislado,
es decir, puede ser evidencia de que existan otros errores, por ejemplo, cuando el auditor
identifica que el error pudo surgir de una falla en el control interno o de supuestos
inapropiados o métodos de evaluación que han sido utilizados por la entidad.
El conjunto de errores acumulados durante la auditoría se acerca a la materialidad
(importancia relativa).Si el conjunto de errores acumulados durante la auditoría se acerca a
la materialidad puede ser que exista un nivel mayor de riesgo de posibles errores no
detectados, que de tomarse en cuenta en la acumulación de los errores, podrían exceder a
la materialidad. Asimismo, podrían existir errores sin detectar debido a la presencia del
riesgo del muestreo y riesgo de no muestreo.
Comunicación y corrección de los errores

El auditor debe comunicar de manera oportuna todos los errores acumulados durante la
auditoría a un nivel apropiado de la administración y requerir que se corrijan.

Si la administración se rehúsa a corregir algunos o todos los errores comunicados por el


auditor, es necesario obtener un entendimiento de las razones de la administración del
porqué no hará las correcciones y tomar en cuenta ese entendimiento cuando evalúe, si los
estados financieros en su conjunto, están libres de errores materiales.

La corrección de la administración de todos los errores le permiten mantener seguridad en


los libros y registros y reduce el riesgo de errores en los estados financieros en el futuro, por
el efecto acumulado de errores inmateriales sin corregir relacionados con ejercicios
anteriores.

Las normas de auditoría requieren que el auditor evalúe si los estados financieros están
reparados y presentados, en todos los aspectos materiales, de acuerdo con las normas de
información aplicables. Esta evaluación incluye la consideración de los aspectos cualitativos
de las prácticas contables de la entidad, incluyendo los juicios utilizados por la
administración los cuales pueden afectar el entendimiento del auditor sobre las razones de
la administración para no hacer correcciones.

Evaluación de los errores no corregidos

La administración puede tomar la decisión de no corregir algunos errores determinados


durante la auditoría, en este caso, el auditor debe determinar si los errores no corregidos
son materiales de manera individual o en su conjunto. Al realizar esta determinación, se
debe considerar:

El tamaño y la naturaleza de los errores, ambos en relación con las clases de


transacciones, saldos del balance o revelaciones, así como de los estados financieros
tomados en su conjunto y de las circunstancias particulares de su ocurrencia.
El efecto de los errores no corregidos relacionados con ejercicios anteriores referentes a
clases de transacciones, saldos del balance o revelaciones y a los estados financieros
tomados en su conjunto.
Cada error individual se considera para evaluar su efecto en las clases relevantes de
transacciones, saldos de cuentas o revelaciones, inclusive si el nivel de materialidad para
esa clase de transacciones en particular, saldo o revelación, si es que existen, ha sido
excedido.

Si un error es juzgado por ser material, es poco probable que pueda ser compensado con
otros errores. Por ejemplo, si los ingresos se han excedido los estados financieros en su
conjunto serán materialmente erróneos, aun si el efecto del error en utilidades está
compensado por su equivalente exceso de gastos, podría ser apropiado compensar los
errores dentro del mismo rubro o clase de transacciones; sin embargo, debe considerarse el
riesgo de que puedan existir errores adicionales no detectados antes de concluir que la
compensación de errores inmateriales es apropiada.

Determinar si la clasificación de un error es material, involucra el ejercicio de juicio


profesional y la evaluación de consideraciones cualitativas, como: el efecto de una mala
clasificación de una deuda u otros requerimientos contractuales, el efecto en un renglón
individual o en subtotales, o el efecto en indicadores claves. Además, pueden existir
circunstancias donde el auditor concluya que la clasificación errónea no es material en el
contexto de los estados financieros tomados en su conjunto, pese a que pudiese exceder el
nivel de materialidad o los niveles aplicados en la evaluación de otros errores.

Por ejemplo, un error de clasificación del balance general puede ser considerado no
material en el contexto de los estados financieros en su conjunto, cuando la cantidad del
error es pequeña en relación con el tamaño del rubro correspondiente del balance general,
y el error en clasificación no afecta al estado de resultados o cualquier indicador clave.Las
circunstancias relacionadas a algunos errores pueden ocasionar que el auditor las evalúe
como materiales, en lo individual o cuando se consideren en su conjunto con otros errores
acumulados durante la auditoría, aun si éstas son menores que la materialidad para los
estados financieros en conjunto.

Las circunstancias que podrían afectar la evaluación incluyen el grado en que el error:

Afecta el cumplimiento con requisitos regulatorios.


Afecta el cumplimiento con convenios de deudas u otros requerimientos contractuales.
Se relaciona con la selección incorrecta o el uso de una política contable que tiene un efecto
inmaterial sobre los estados financieros del periodo actual, pero probablemente tiene un
efecto material sobre los estados financieros de los futuros ejercicios.
Muestra un cambio de utilidades u otras tendencias, en especial, en el contexto general
económico y condiciones de la industria.
Afecta indicadores utilizados para evaluar la situación financiera de la entidad, los
resultados de operaciones o flujos de efectivo.
Afecta la información de segmento presentada en los estados financieros (por ejemplo, la
importancia de un asunto para un segmento u otra parte del negocio de la entidad, en la que
se ha sido identificado, que juega un papel importante en las operaciones de la entidad o en
la rentabilidad).
Tiene un efecto de incremento en la compensación de la administración, por ejemplo,
asegurar que los requisitos para un bono u otros incentivos son satisfactorios.
Es una omisión de información no expresamente requerida por las normas de información
financiera aplicables, pero que en el juicio del auditor es importante para el entendimiento
de los usuarios sobre la situación financiera, los resultados de la operación o los flujos de
efectivo de la entidad.
Afecta otra información que será comunicada en otros documentos que contienen los
estados financieros auditados (por ejemplo, la información para ser incluida en una
discusión y análisis de la administración, o en una revisión financiera y operativa) que
razonablemente pueden esperar influir en las decisiones económicas de los usuarios de los
estados financieros.
Estas circunstancias son sólo ejemplos, pero pueden existir otras, o bien, puede que no
todas las enlistadas estén presentes en la auditoría. La existencia de cualquier
circunstancia, como ésta, no conduce a la conclusión de que el error es material.

El efecto acumulado de errores inmateriales sin corregir, relacionados con ejercicios


anteriores puede tener un efecto material sobre los estados financieros del periodo actual.
Existen diferentes enfoques aceptables para la evaluación del auditor de tales errores no
corregidos sobre los estados financieros del periodo actual. La utilización del mismo
enfoque para la evaluación proporciona consistencia de un periodo a otro.

Manifestación por escrito

El auditor debe solicitar una manifestación por escrito de la administración, donde los
encargados del gobierno indiquen si creen que los efectos de los errores no corregidos son
inmateriales, en lo individual o en su totalidad, en relación con los estados financieros
tomados en su conjunto. Un resumen de esos asuntos se incluirá en la manifestación por
escrito o como un anexo a la misma.

Puesto que la administración y, en su caso, aquellos encargados de gobierno, es


responsable de ajustar los estados financieros para corregir errores materiales, se requiere
que el auditor solicite a la administración que proporcione una manifestación por escrito de
los errores no corregidos. En algunas circunstancias puede ser que la administración o, en
su caso, los encargados de gobierno, crean que ciertos errores no corregidos no sean
errores. Por esa razón, puede ser que quieran adicionar en su manifestación por escrito lo
siguiente: “No estamos de acuerdo con que los asuntos… y… constituyan errores porque
[describir las razones]”.

El obtener esta manifestación no libera al auditor de la necesidad de concluir sobre los


efectos de los errores no corregidos.

Documentación

La documentación de auditoría debe incluir:

La cantidad por debajo del cual los errores se considerarían, claramente, sin
consecuencias.
Todos los errores acumulados durante la auditoría y si éstos han sido corregidos.
La conclusión del auditor con respecto a si los errores no corregidos son materiales
individualmente o en su conjunto, así como el análisis que lo llevó a esa conclusión.
De la documentación del auditor sobre los errores no corregidos puede tomarse en cuenta
lo siguiente:
La consideración del efecto acumulado de errores no corregidos.
La evaluación de si el nivel de materialidad en clases particulares de transacciones, saldos
del balance o revelaciones, si es que existen, ha sido excedido.
La evaluación del efecto en los errores no corregidos en los indicadores claves o
tendencias y cumplimiento de las disposiciones legales, reglamentarias y contractuales
requeridas (por ejemplo, los compromisos de una deuda).
Conclusión

El objetivo de realizar un examen de estados financieros es expresar una opinión sobre la


razonabilidad de los mismos con base en el trabajo de auditoría, el cual se realice de tal
manera que permita tener una seguridad razonable de que los estados financieros no
contienen errores importantes.

En este contexto es necesario determinar la acumulación de los errores identificados en la


auditoría, haciendo las consideraciones que se crean convenientes sobre los mismos para
comunicarlos a la administración o al nivel de gobierno respectivo, con la intención de
obtener una manifestación por escrito sobre la postura y el conocimiento que tiene sobre los
mismos y, en su caso, la evaluación final de los errores no corregidos, con la finalidad de
obtener la evidencia suficiente y apropiada que soporte la opinión correspondiente del
auditor.

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