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FINAL DE PSICOSOCIOLINGUISTICA.

Sociolingüística: nueva disciplina encargada de explicar las relaciones LENGUA –


SOCIEDAD, quedando su campo relativamente delimitado por la etnolingüística, geografía
y sociología del lenguaje.
Competencia comunicativa: Conocimiento que tiene el hablante de las reglas gramaticales
y también la capacidad de discernimiento para su uso de acuerdo al contexto
Lengua: Toda variedad lingüística que sea autónoma. Incluye las variedades heterónomas
(dialectos) con respecto a ella.
Dialecto: Variedad de una lengua que se ven como subordinadas. Un dialecto regional es
una variedad asociada con un determinado lugar. (Dialecto social y dialecto regional)
Sociolecto: Se trata de un dialecto social: una variedad de la lengua que emplea una cierta
clase o un grupo social. Los grupos sociales, al desarrollar sus discursos, apelan a un
sociolecto cuyos integrantes comparten y que le permiten comunicarse entre sí y, en
ocasiones, con los demás.
Tomemos un ejemplo de sociolecto. Un adolescente argentino de clase baja podría decirle a
otro: “Mira las llantas de ese guachín: seguro que cuestan un huevo”. Un joven de otra
clase social, en cambio, pronunciará la misma idea de la siguiente forma: “Mirá las
zapatillas de ese chico: seguro que cuestan mucha plata”. Términos
como “llantas” y “guachín” y la expresión de “cuesta un huevo”, por lo tanto, pueden
asociarse a un sociolecto determinado ya que son empleados por un grupo social.
Normativizacion y Estandarización: Codificación y aceptación del uso correcto de la
lengua.
 Depende del grupo de personas que en el momento de intervenir poseen poder
cultural o político; ellos formulan la norma para toda la parte de la comunidad lingüística
por medio de listas de ortografía y de gramática, diccionarios, etc.
Autonomía: Hace del sistema lingüístico único e independiente.
Cobra especial relieve cuando coexisten lenguas emparentadas genética y una de
ellas está en situación de diglosia.
Historicidad: El sistema lingüístico se ha desarrollado normalmente a través del tiempo y
va asociado a la antigüedad. El sistema lingüístico forma parte de la historia de la
humanidad.
Vitalidad: La utilización del sistema lingüístico por una comunidad de hablantes y de la
importancia social de los mismos hace que esa lengua no muera, y perdure en el tiempo
.
Contacto de Lenguas: se dice que dos lenguas están en contacto cuando pueden ser
utilizadas alternativamente por las mismas personas, ocurriendo el contacto en tales
hablantes.
En el mundo contemporáneo es una realidad habitual el hecho de que dos o
más idiomas estén en contacto por razones políticas, culturales, económicas, etc. La mayor
parte de los países del mundo viven en una situación en la que coexisten varias lenguas, es
decir, en una situación de multilingüismo; de hecho, hay más lenguas que estados. Casi no
hay ningún país que sea completamente monolingüe, es decir, que posea una única lengua
Se produce a partir de la interacción entre los hombres y sus culturas.
Implica la existencia de un ámbito geográfico, donde se produce el contacto entre las
personas y sus lenguas, así como la existencia de cierto porcentaje de hablantes capaces de
comunicarse en dos o más de esas lenguas en contacto.
En nuestro país el contacto se produce fundamentalmente en:

 Zonas de Frontera.
 Zonas rurales con población indígena.
 Grandes ciudades.
Cambio lingüístico: Las lenguas cambian con el paso del tiempo, este proceso de cambio a
través del tiempo se evidencia en todas las lenguas; tanto aquellas autónomas, como las que
están en permanente contacto.
Son situaciones ajenas al sistema lingüístico las que inciden en la decisión de abandonar
una lengua por otra.
Bilingüismo – Multilingüismo: Se entiende por bilingüe al individuo que utiliza
habitualmente dos lenguas, cada una en un ámbito social determinado.(en el trabajo // en el
barrio)
Se entiende por multilingüe al individuo que utiliza varias lenguas en sus interacciones
verbales diarias y que, mediante la alternancia, saben cómo, cuándo, por qué y para qué
utilizar cada una.
Registro: Para este concepto se debe tener en cuenta la situación en la que se encuentra el
usuario y que tiene que ver con la especificidad que presenta el campo donde se
desenvuelve profesionalmente.
2 médicos utilizan un registro científico, diferente a los familiares de un supuesto
familiar internado.
Estilo: Ligado a la noción de registro y también debe considerarse el contexto. Aquí
intervienen factores como las relaciones entre los participantes, la clase social, la edad, etc.
Se trata de la formalidad o informalidad para comunicar una idea.
Comunidad de habla: Grupo social que reclame como propia una variedad de una lengua y
la mantenga distinta de las variedades habladas por sus vecinos. Sin compartir
necesariamente la misma lengua comparten una serie de normas y reglas sobre el uso del
lenguaje.
Comunidad Lingüística: Grupo cuyos miembros tienen al menos en común una variedad y
comparten reglas o normas para el empleo de la misma (Fishman)
Bilingüismo: aptitud facultativa o indispensable para comunicar con interlocutores de 2
mundos. Empieza cuando el hablante de una lengua puede producir enunciados
significativos en la otra.
Diglosia: Designa una situación en la que los miembros de una comunidad son conscientes
de que las variedades inter o intralingüísticas están jerarquizadas.
La diglosia (‘de dos lenguas’) es la situación de convivencia de dos variedades lingüísticas
en el seno de una misma población o territorio, donde uno de los idiomas tiene un prestigio
frente al otro, que es relegado a las situaciones socialmente inferiores de la oralidad, la vida
familiar y el folklore.
Existe diglosia cuando hay un reparto de funciones entre una variedad alta (A) y una
variedad baja (B), de forma que cada una es usada solo en ciertos ámbitos o dominios: la
variedad A, en situaciones formales y distantes, y la B, en contextos informales. Resultaría
impropio o ridículo usar indistintamente ambas variantes. La comunidad diglósica
considera que la variedad A es más prestigiosa que la variedad B. La variedad B suele
adquirirse como lengua materna, en tanto que la A solo se aprende formalmente en
contextos académicos.
Ferguson identifica varias situaciones que se presentan en situaciones típicamente
diglósicas, en las que hay una «variedad alta» (A), más prestigiosa y usada en situaciones
formales, y una «variedad baja» (B), usada en contextos informales. Las situaciones típicas
que se dan una situación de diglosia tienen que ver con:
Función: existe un reparto de funciones entre una variedad alta (A) y una variedad
baja (B), de forma que cada una es usada sólo en ciertos ámbitos o dominios: la variedad A,
en situaciones formales y distantes, y la B, en contextos informales. Resultaría impropio o
incluso ridículo usar indistintamente ambas variantes.
Prestigio: la mayor parte de la comunidad donde existe esta diglosia considera que
la variedad A es más prestigiosa que la variedad B.
Adquisición: la variante B se adquiere como lengua materna, en tanto que la A sólo
se aprende formalmente en contextos académicos.
Sistema gramatical: la variedad A posee unas categorías gramaticales que se
reducen o desaparecen en la variedad B.
Léxico: la variedad A dispone de un léxico culto, técnico y especializado del que
carece B. A su vez, ésta cuenta con el vocabulario y las expresiones fraseológicas propias
del ámbito familiar y popular.
Estandarización: la variedad A está estandarizada gracias a la elaboración de
gramáticas, diccionarios y normativas ortográficas que permiten su conocimiento. Ese
proceso de estandarización no existe para la variedad B.
Herencia literaria: existe un corpus literario en la variedad A, inexistente, por el
contrario, en B.
Diferencia entre bilingüismo y diglosia: La principal diferencia que existe entre
ambos términos es a nivel de estatus sociocultural, considerando bilingüismo como la
convivencia de dos lenguas en un mismo territorio, sin existencia de predominio de una
sobre la otra, siendo ambas igualmente valoradas.
En contraposición, el término diglosia es la convivencia de dos lenguas en un mismo
territorio pero, en este caso, siendo una de ellas predominante sobre la otra, adquiriendo
mayor prestigio y rango para asuntos de carácter oficial, quedando relegada la otra lengua a
un uso familiar y cotidiano.

Bilingüismo y diglosia
El bilingüismo y la diglosia son dos fenómenos que ha descrito la Sociolingüística al
estudiar la situación de las lenguas en una sociedad.
Es muy frecuente que exista más de una lengua en una comunidad, y que sus habitantes las
conozcan y utilicen habitualmente. Aunque puede haber más de dos lenguas en contacto, lo
habitual es que solo sean dos las más generalizadas

Diglosia: es una situación lingüística estable que se da en una sociedad en la que existen
dos lenguas, o dos variedades, con funciones comunicativas y prestigio social diferenciado.
Charles Ferguson definió la diglosia como la situación en la que, sobre la variedad primaria
de una lengua, utilizada en la conversación diaria, existe otra variedad superpuesta, muy
codificada y con gramática compleja, que tiene una importante tradición literaria y que se
aprende en la enseñanza formal.

«La normativización es la fijación del código lingüístico del idioma para adecuarlo a las
necesidades de normalización social. Muy frecuentemente, la normativización es
indisociable de la estandarización, que consiste en la elaboración de una variedad o dialecto
específico, el estándar. Cuando una lengua no está normalizada socialmente, se utiliza
exclusiva o predominantemente de manera oral en el ámbito familiar. En ese estado
primario, la lengua no tiene más manifestación que la multiplicidad dialectal; lo que para
una lengua normalizada es un aspecto más de su realidad, para una lengua no normalizada
es su única realidad. Además, una lengua no normalizada se usa única y preferente en
registros orales informales, por lo que no está capacitada para desarrollar sus capacidades
en registros o temas elaborados. La normativización surge por la necesidad de normalizar
socialmente; por tanto, si una lengua no se normaliza, no se normativiza».
No podemos estar más de acuerdo con estas afirmaciones. Para que una lengua pueda tener
un futuro y que sea posible su desarrollo como vehículo para la comunicación general, en
otros niveles distintos del familiar y coloquial, es precisa una normativización. Según
apunta d’Andrés, la normativización tiene dos grandes dimensiones:

1) Fijación de normas lingüísticas de tendencia unificadora, para que a ellas se acojan todos
los usuarios de la lengua, lo que conlleva necesariamente atribuir la corrección a unas
formas sobre otras, aunque no haya razones de tipo glotológico que sustenten tal concepto
de corrección, y 2) Estandarización, que implica la elaboración de una variedad o dialecto
nuevo de la lengua, que sirve de referencia común al resto de dialectos, y que suele ser
primariamente escrito.

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