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haciendas, eet latina 08 ina an Smposio de “ee ial a por” CLACSO LATIFUNDIOS Y POLITICA AGRARIA- EN EL BRASIL DEL SIGLO XIX * WARREN DEAN La concentracién de la propiedad agraria ha sido uno de los. defectos so- ciales y econémicos més notgrios de la América Latina. E! predominio del latifundio, que aparege en el periodo colonial, no lo eliminan los go- biernos de las naciones recién independizadas, a pesar de ser evidente la superior viabilidad econémica de los minifundios que se observa en Europa occidental y Estados Unidos. Aun cuando los liberales de Latinoamérica trataran de aplicar a veces despiadadamente y a menudo eon un costo con- siderable, las lecefones que les dieran sus mentores europeos, permitieron en sus paises, por lo general, una creciente concentracién de tierras en el siglo xix. {Por qué fue tan poco eficaz 1a xeforma? Este estudio trata de responder @ la cuestién en el caso del Bygsil, pais que, con st. continuidad politica y administrativa, tuvo una considerable evolucién en la politica ‘agraria durante el Imperio (1822-1889), paralela al gradual logro de la abolicién de la esclavitud y al incremento del comercio de exportacién. Su gobierno traté concicnzudamente de lidiar con la concentracién de las tierras y de contrarrestar el poderio de los grandes terratenientes. El fracaso final ‘de esos esfuerzos es un ejemplo interesante de cudn dificil resulta la refor- ‘ma dentro de un sistema politico dominado por la élite de los hacendados.* Desde el principio de la colonizacién se fue parcelando el Brasil en pro- piedades inmensas. La Corona portuguesa, buscando ganancias con la ex: portacién del azicar, se vio obligada a proporcionar un incentivo muy generoso a los colonos. Quienquiera declaraba tener los medios y el deseo de trabajar Ja tierra recibia una concesién, por lo general de una a tres Ieguas (43 a 129 km’), Las concesiones reales, denominadas sesmarias, ‘eran a todas Iuces mayores que una fince familiar; y se requerfa la intro- * Reprodacido de The Hispanic American Historical Review, tt nim. 4, noviembre de 197. 1 Sobre las dewentajan del latfundie.rét. Solon, L. Barraclough y Arthur L. Domike, “Ageaian steactuses in seven Latin American eoantrea", Lend Beonomics, 42:4 (noviembre de e196), 29142% que ex un tenumen de Ian ivestignciones reaiadss por ln Comin Inter. ‘anericane para ol Dewrollo Agricole, Naciooes Uniday Comision Eaonémica para. Arica ating, Economie survey of Latin Americe, 1966 (Nuove York, 1968), parte sv; Redolfo Sisven- Ihagen’ (comp. Agrarian reform problems and pousane movements Latin America (Nueva York, 1970}1 7 T. Lymn Smith, Agrarian reform i» Latin’ America (Nueva Yotk, 1968) coatio ren fuerte ‘proninclomienton tebroce © strone scence dela neceidad de una reforms ‘grain, Deseo reconocer Toe Glen cemestrice de los pertcipantes en el Seminario Breil de Ie Universidad de Columbia, en noviembre de 2970. rasa LATIFUNDIOS ¥ POLITICA AGRARIA EN BRASIL _ duccién de una fuerza de trabajo pera ejecutar en ellas las labores manua- les. Era dificil que Portugal la suminisirara, Quienquicra tuviere los. 300 0 400 milreis necesarios (375 0 500 délares norteamericanos de 1800) para pagar las formalidades podia obtener una sesmaria. Cualquier in- migrante que no dispusiera de esa suma podia instalarse sin ningin titulo en las tierras de la Corona no reclamadas. Esto era ilegal y por ende pre- cario, pero raramente se castigabe, y ni siquiera se echaba de ver a menos que otra persona adquiriera después una concesién sobre la tierra de los colonos usurpadores. Algunos portugueses quedaban en las sesmarias de otros como inquilinos o arrendatarios, pero o¢ fan la alternativa de la ccupacién intrusiva, el propietario no podia éxigirles mucho trabajo se- guido. De ahi la introduccién de la mano de obra esclava, primero india, después africana, El latifundio, Ia esclavitud y el comercio de exportacién fueron durante més de trescientos afios, como dice el historiador Caio Pra- do Jr. las instituciones principales de Ja sociedad brasilefia Se concedfan las sesmarias si método alguno y es probable que a me- ado por la corrupeién. Solian ser meras especulaciones, nunca cultivadas ni siquiera ocupadas. Sus vagos limites a veces se traslapaban, y sus duefios solian intrusarse en las propiedades adyacentes, Los derechos sobre la tie- tra fueron por eso causa de animosidades, litigio y-violencia, No obstante, el sistema era funcional desde el punto de vista de la Corone portuguesa. Los propietarios de los latifundios formaban una clase aristocrética, aunque de orientacién comercial, conscientemente sumisa en tiempos normales a los intereses imperialistas. Enviaban a Lishoa su azticar y eus pieles (los gana- deros recibian sesmarias de hasta doseientas leguas cuadradas). Segufan dependiendo de los comerciantes portugueses para oblener crédito y escla- vos. Se ha Hegado incluso a sospechar que Ia vaguedad de las concesiones era tan deliberada como su vastedad. Los plantadores brasilefios estaban asf ccupados en conspirar unos contra otros y no contra la Corona La distribucién de las sesmarias era visiblemente una cuestién politica tanto como una funcién administrative. Cuando el rey de Portugal, Joo VI, residié en Rio de Janeiro entre 1808 y 1821, esas concesiones se hicieron los favoritos de Ia corte. Esto era intolerable para los liberales, que algo postle, “The causes of slavery or serfdom: hypothets", Journal of Economie History, $0:1 (Gnarzo de 1970), 1032 ‘Acerca de Te seauars, vease Cost Porto, Bstudo sSbre 0 sivama ste are, ei, TS): a Cine Une, Pein Ma erat do Bra yay Pane ‘Alge) ant Alegre, 1954); Alberto Prine Gulnaties, Quatro sdoulos de lands (Sto Peale, 1963); y Bras, Chmare de Dipuindos, divas (en adelante BCD-A), 1950, parte 2, 1, Ti, Véew también Caio Prado Je, Colonial background of moder Bras (Berkey, 1967), pp 18842 3 noo, 1843, pate 2, 1, 75.

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