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Aspectos esenciales
Diagnóstico
El síntoma cardinal y más frecuente a toda edad lo constituye el dolor . El orientarse
asertivamente frente al paciente con dolor constituye un verdadero desafío para el
clínico.
En niños pequeños, los síntomas pueden ser más difíciles de precisar que en niños
mayores y adultos, debido a que los pacientes frecuentemente no son capaces de
localizar el dolor y el examen físico puede ser equívoco por lo que hay que indagar de
la madre, signos indirectos de este dolor, que permitan orientación, como lo son el
llanto, la posición que el niño adopta y los antecedentes previos.
En niños mayores ya es posible precisar ubicación, el punto de mayor intensidad, si el
dolor es continuo o cólico y el tiempo transcurrido desde el comienzo.
Es por ello que es fundamental una buena Anamnesis donde es relevante considerar:
a) Edad del paciente: Es de suma importancia para orientarnos en la posible causa de
éste. Debido a la diferencia en la frecuencia de las distintas patologías según edad
del paciente, es recomendable agruparlos
b) Caracterización del dolor: respecto a su inicio, evolución, tipo o carácter,
localización e irradiación, intensidad, síntomas acompañantes y factores que lo
modifican
El vómito es el síntoma que sigue en frecuencia. Debe averiguarse sobre sus
características: si es alimentario, bilioso, de retención o hemático. Un vómito bilioso
en un recién nacido es un signo ominoso y orientará con cierta seguridad hacia una
obstrucción intestinal. Son importantes también, la frecuencia, especialmente la
tendencia a la progresión y el momento de presentación, si son postprandiales
precoces o tardíos, o relacionados con algún evento o situación.
c) Antecedentes: Médicos y quirúrgicos (cirugías abdominales previas (bridas),
enfermedades congénitas con mayor frecuencia de patología digestiva (Hirschprung
en la trisomía 21), ingesta medicamentos, antecedentes familiares
d) Historia ginecológica.
El Examen Físico debe ser minucioso y dirigido. Muchos niños pequeños pueden ser
examinados mejor en el regazo de su madre que en una camilla. Las manos heladas
y movimientos bruscos al examinar deben evitarse. Intentar desviar la atención del
niño.
La inspección puede revelar distensión abdominal en algunas oportunidades,
peristaltismo visible, en otras. En las niñas es importante la observación genital
externa, para evidenciar algún tipo de secreción.
A la auscultación, el funcionamiento intestinal manifestado en timbre, tono e
intensidad de los ruidos intestinales constituye un elemento de utilidad para el
diagnóstico.
A la palpación los hallazgos relevantes pueden ser:
Resistencia muscular
Masa palpable
El tacto rectal debería ser lo último de efectuar en el examen físico (utilidad de este
procedimiento en el diagnóstico de la apendicitis aguda de ubicación intrapélvica). En
los casos en que el diagnóstico esté absolutamente claro y la decisión quirúrgica ya
tomada, se puede evitar su ejecución.
La presencia de taquicardia, sudoración, palidez o lipotimia deben hacer pensar en
dolor de gran intensidad, como cuadros intestinales con compromiso vascular
(obstrucción, infarto), perforación intestinal, pancreatitis o colecistitis.
El estudio por Imágenes en niños con dolor abdominal agudo es útil en los casos en
los que los síntomas y signos son confusos, muy especialmente si se sospecha una
causa quirúrgica. El rol fundamental de las imágenes es determinar si el abdomen
agudo se debe a una causa médica o quirúrgica y, si es posible, establecer un
diagnóstico etiológico. El tipo de examen de imagen a utilizar dependerá de la
sospecha diagnóstica, condición clínica del niño y disponibilidad de las diversas
técnicas de imágenes en cada servicio u hospital.
Radiografía de abdomen simple: puede mostrar niveles hidroaéreos o signos de
parálisis intestinal, con asas intestinales dilatadas en los cuadros oclusivos, en el cual
se realiza proyección AP en decúbito, o calcificaciones en la fosa ilíaca derecha, que
pueden corresponder a apendicolitos o fecalitos calcificados (factibles de hallar en un
20 a 30% de los casos de apendicitis).
Ecografía: Con frecuencia es el primer examen en el estudio del dolor abdominal en
niños por su bajo costo, porque no irradia, no es invasiva y tiene una alta sensibilidad
en determinar las alteraciones que más comúnmente producen abdomen agudo no
traumático en la edad pediátrica. La gran limitación es su condición de examen
operador dependiente
Tomografía computada (TC) es altamente sensible y específica en el estudio de las
patologías que causan abdomen agudo. En gran cantidad de publicaciones
pediátricas se utiliza habitualmente como examen de segunda línea o en pacientes
seleccionados (obesos debido a rendimiento limitado de ECO)
Laboratorio Clínico
Es preciso practicar los exámenes de rutina rápidamente:
Hemograma y VHS.
Electrolitos plasmáticos.
Glicemia.
Uremia.
Amilasemia, Amilasuria.
Sedimento urinario.
Tratamiento
Estará en función de la causa de dolor abdominal. Terapias no específicas no deben
usarse si el diagnóstico no está aclarado, en cuyo caso el paciente debe ser
ingresado para observar su evolución y actuar en consecuencia.
Un tema controvertido gira alrededor del empleo de analgesia en el abdomen agudo,
basándonos en la evidencia actual, deberíamos suministrar analgesia a estos
pacientes.