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CAPITULO I

FIDEICOMISO

1 ¿Qué es un fideicomiso?

El fideicomiso es un acto jurídico, de confianza, en el que una persona entrega a otra la titularidad
de unos activos para que ésta los administre en beneficio de un tercero.

Rosso y Uriarte (p.32) definen el contrato de fideicomiso como el negocio Jurídico en virtud del
cual una persona llamada fiduciante transfiere a título de confianza, a otra persona denominada -
fiduciario-, uno o más bienes (que pasan a formar el patrimonio fideicomitido) para que al
vencimiento de un plazo o al cumplimiento de una condición, éste transmita la finalidad o el
resultado establecido por el primero, a su favor o a favor de un tercero llamado beneficiario o
fideicomisario.

HISTORIA DE EL FISEICONISO (ALVARO )

1.1 Partes intervinientes

 Fiduciante o fideicomitente: Es quien constituye el fideicomiso, transmitiendo la


propiedad del bien o de los bienes al fiduciario. para que cumpla la finalidad específica del
fideicomiso.

 Fiduciario: En general puede serlo cualquier persona. Por lo tanto pueden serlo personas
físicas o jurídicas, públicas o privadas, nacionales o extranjeras. etc. Sin embargo en el
caso del fideicomiso financiero, solo podrán ofrecer sus servicios como fiduciarios, las
entidades financieras sujetas a la ley respectiva o bien personas jurídicas expresamente
autorizadas a tal fin.

 Beneficiario: Es aquel en cuyo favor se ejerce la administración de los bienes


fideicomitidos. Puede ser una persona física o jurídica que puede no existir al tiempo del
contrato o testamento, siempre que consten los datos que permitan su individualización
futura. Se puede designar más de un beneficiario y beneficiarios sustitutos. Si el
beneficiario no llegara a existir, no acepta, o renuncia, el beneficiario será el fideicomisario
y en defecto de éste será el fiduciante.

 Fideicomisario: Es quien recibe los bienes fideicomitidos una vez extinguido el fideicomiso
por cumplimiento del plazo o la condición.

PARTES RELEVANTES (ALEXIS)

ASPECTOS CONSEPTUALES

1.2 Ventajas
Según el tipo de fideicomiso y las cláusulas pactadas se obtienen ciertas ventajas, a continuación
algunas que suelen aplicar a todos o a la mayoría de los contratos de fideicomiso:

 Los bienes administrados son inembargables.

 Contabilidad y auditorías independientes.

 Beneficios tributarios.

 Puede emplearse para la realización de fines ilimitados, en tanto éstos sean lícitos.

 Enfoque comercial de la figura: Una figura que en sus fundamentos conceptuales se


presenta como un contrato de naturaleza jurídica, trasciende esta disciplina para
convertirse en un negocio comercial y especialmente un negocio bancario en razón de la
importancia que los bancos le han otorgado al mismo como fuente generadora de
negocios. Lo anterior significa que se ha puesto el Fideicomiso al servicio de los clientes de
los bancos para que éstos puedan realizar nuevos negocios valiéndose de las ventajas y
versatilidad que ofrece.

 Finalidad por cumplir: El segundo factor es que todo fideicomiso tiene implícita
necesariamente una finalidad, esto es, que todo fideicomiso se realiza por algo y para
algo. En un mundo donde tantas cosas se inician y no todas llegan a su término, creer que
un negocio que se ha propuesto se lleve a cabo de la manera más fiel como se le ha
encarga do a un fiduciario, es una garantía que en vez de limitar las posibilidades de su
desarrollo, lo estimula y le da un impulso renovador.
 Patrimonio autónomo: La conformación de un patrimonio autónomo o de afectación
constituye uno de los elementos más sobresalientes del fideicomiso, que permite que los
recursos puestos en fideicomiso no se confundan contable ni jurídicamente con los del
propio fiduciario, ni aún con otros recursos fideicometidos que éste pudiera tener bajo su
administración. El establecimiento de tantos patrimonios autónomos como fideicomisos
administrados por un fiduciario, rompe con el principio clásico del derecho civil referente
a “una persona, un patrimonio” y da la posibilidad de a que con éstos se puedan llevar a
cabo múltiples negocios.
 Elasticidad de la figura: Finalmente, la enorme flexibilidad que presenta la figura del
fideicomiso permite que se puedan llevar a cabo múltiples negocios de acuerdo con las
necesidades de los clientes.

Afirma además que un fideicomiso se asemeja a un recipiente al cual se le agrega un contenido


que es puesto por el cliente, quien define sus necesidades; se asemeja también a un traje a la
medida, a sus gustos y preferencias, encargándole al fiduciario efectuar una labor de gestor
profesional en la administración del fideicomiso.

Cláusulas generales

García (p.159) indica que dentro de las bases o cláusulas generales de un fideicomiso están las
principales que son:
 Establecer quién es el fideicomitente.
 Que el fiduciario acepte el cargo como tal.
 Se puede designar al fideicomisario en ese momento o no designarlo, salvo en forma que
se pueda asignar en un futuro.
 También se fija qué objeto y cuáles son los fines de ese fideicomiso y el plazo por el cual se
constituye.

CONTABILIZACION

2. contratos de fideicomiso en el Perú

En los últimos años, tanto las empresas y entidades del sector privado como del sector público han
venido aplicando diversos instrumentos financieros para que le permitan asegurar el destino de
sus recursos a las actividades y garantizar su intangibilidad; además de evitar el desvío de los
recursos a otras actividades.

En este escenario surge cada vez con mayor agresividad el uso del fideicomiso como instrumento
financiero y de gestión. No obstante que en el Perú a partir del año 1993 se regula y norma de
manera específica el concepto del fideicomiso, aún cuando viene practicándose desde hace
algunas décadas atrás.

La necesidad o conveniencia de constituir el Fideicomiso radica en que este instrumento es


flexible, tanto en el tiempo que puede ser de corto o largo plazo (1), como en el objeto y magnitud
económica del mismo. Una de sus principales ventajas es que permite separar activos en un
patrimonio autónomo e independiente, con calidad de inembargables, dado su fin explícito y
definido. Asimismo, se genera seguridad y estabilidad en el uso y destino de los activos
fideicometidos, los cuales deberán orientarse al cumplimiento de los objetivos, toda vez que el
patrimonio fideicometido es administrado de acuerdo a lo dispuesto en el acto constitutivo.

El fideicomiso que actualmente se aplica en el Perú es esencialmente un contrato, el cual se


perfecciona mediante un acuerdo de voluntades referido a aspectos estrictamente económicos
(acto constitutivo). La legislación actual parece haberle dado el matiz enteramente bancario al
haber sido reglamentado en la Ley General del Sistema Financiero y determinando que solo
pueden participar empresas de este sector como fiduciarios; sin embargo, el fideicomiso parece
contemplar más aspectos económicos y patrimoniales que deben normarse y no resumirse en una
operación bancaria solamente.

2.1 marco legal

El fideicomiso bancario se encuentra regulado a partir del artículo 241° de la Ley N° 26702, Ley
General del Sistema General del Sistema Financiero de Seguros y Orgánica de la Superintendencia
de Banca y Seguros (en adelante, “Ley General del Sistema Financiero), promulgada el año 1996 y
por la Resolución SBS 1010-99, Reglamento de Fideicomisos y de las Empresas de Servicios
Fiduciarios. Asimismo, cabe tener en cuenta que el fideicomiso de titulización se encuentra
regulado por el Decreto Legislativo N° 861, Ley del Mercado de Valores.

Conforme al artículo 241 de la Ley del Sistema Financiero, el Fideicomiso Bancario es definido
como el “la relación jurídica por la cual el fideicomitente transfiere bienes en fideicomiso a otra
persona, denominada fiduciario, para la constitución de un patrimonio fideicometido, sujeto al
dominio fiduciario de este último y afecto al cumplimiento de un fin específico en favor del
fideicomitente o de un tercero denominado fideicomisario”.

De esta definición legal se extrae la estructura de la relación jurídica del fideicomiso, que permite
diferenciar los siguientes elementos:

I. Los sujetos de la relación, son el fideicomitente y el fiduciario, salvo en el supuesto de que


el fideicomisario intervenga en el contrato, en cuyo caso adquiere los derechos a título
propio (Comitre et. al, 2015).
II. Existe por una parte “una transmisión real” del fideicomitente al fiduciario y por otra una
“obligación personal” del fiduciario para con el fideicomitente. Esta “obligación personal”
atribuye al fiduciario una situación de deber que se traduce en la necesidad de adoptar un
comportamiento determinado, para el logro de la finalidad del fideicomiso (Villca Pozo,
2010, p. 407).
III. Se realiza la transferencia a un patrimonio autónomo, los bienes fideicometidos salen del
patrimonio del fideicomitente y constituyen un patrimonio separado destinado al objetivo
previsto sin que entre a formar parte del patrimonio del fiduciario, quien solamente se
encarga de administrarlo (Martín Mato, 2009, p. 33).

Se puede decir, en otras palabras que en virtud del contrato de fideicomiso se transfieren uno o
más bienes a una persona, para que los administre y dé cumplimiento a la finalidad fijada en el
contrato a favor del fideicomisario.

Bajo este instrumento cuyo esquema jurídico permite estructurar negocios con finalidades
múltiples, el Estado gestiona entre otros proyectos de infraestructura nacionales y regionales, la
canalización de flujos y recursos públicos para la remediación de pasivos ambientales mineros.

2.2. Características generales

Independientemente del tipo de fideicomiso que se trate, presenta las siguientes características:

a. Es un contrato típico o nominado, en virtud a que se halla expresamente regulado


por la Ley del Sistema Financiero.
b. Es consensual, porque el contrato se perfecciona en el momento en que cada una
de las partes consienten su celebración.
c. Es principal, en atención a que se trata de un contrato independiente a cualquier
otro.
d. Es de confianza, debido a que el fiduciario recibe el bien fideicometido a
condición que le dé el destino convenido en el acto constitutivo.
e. Es formal de conformidad con lo dispuesto en el artículo 246 de la Ley del Sistema
Financiero.
f. Es oneroso, porque está conformado con un régimen de retribuciones por los
servicios que presta el fiduciario.
Capitulo II ROBERTO

EL FIDEICOMISO COMO HERREMIENTA DE SOLUCION ANTE LA CONTAMINACION PRODUCIDA


POR LA MINERIA .

En líneas precedentes revisamos la regulación del fideicomiso bancario en la legislación peruana y


su utilidad como instrumento flexible para la gestión patrimonial, empresarial, financiera, de
infraestructura y en general de otros derechos; así como lo importante de su aprovechamiento
para los ciudadanos, también es importante revisar el marco de la utilización de medios
instrumentales privados para canalizar recursos públicos.

Como señala (Comitre et.al, 2015), “el desarrollo del fideicomiso en el Perú ha sido positivo debido
a que se trata de un tipo de contrato flexible que se adapta a las diferentes necesidades de
capital… la participación de los fideicomisos públicos en el Perú se mantiene en 10%” (p. 82).

A partir de ahora centraremos el análisis en el Fideicomiso Ambiental celebrado entre la Empresa


Minera del Centro del Perú S.A. en calidad de FIDEICOMITENTE (cedida a favor de Activos Mineros
S.A.C. el 14 de noviembre de 2006), el Banco Internacional del Perú S.A. en calidad de FIDUCIARIO
y el Estado representado por el Ministerio de Energía y Minas, en calidad de FIDEICOMISARIO,
partiendo de la premisa de que estamos ante una categoría doctrinal denominada fideicomiso
público

2.1. Objetivo y estructura del Fideicomiso Ambiental.

EJEMPLO RODRIGUES

CONCLUCIONES RODRIGUES

BIBLIOGRAFIAS

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