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VOZ.- La entonación de nuestra voz debe ser impactante y clara: además debe crear confianza
y dar seguridad al público. Nuestra voz también tiene que reflejar serenidad y equilibrio
emocional.
Es forma como el orador debe empezar sus primeras palabras pronunciando correctamente, y
por qué no debe decir durante todo el desarrollo del discurso. Para su mayor ejecución es
necesario saber realizar prácticas ejercitando los labios o la boca.
Consiste en inhalar o absolver la mayor cantidad de aire posible fortaleciendo los pulmones y
retenerlo en la boca del estómago, en la medida que se va hablando se ira expulsando
paulatinamente, convirtiéndose ese aire en voz.
Esta técnica nos permite: Dar el tono adecuado a nuestra voz colocando, poniendo y ubicando
la misma de acuerdo nuestros propios intereses. Para ello se requiere mucha serenidad,
concentración es decir saber utilizar adecuadamente el sistema nervioso.
También nos permite: Hablar un tiempo considerable o prolongado sin experimentar demasiado
agotamiento. Un enriquecimiento de nuestras palabras por una variedad de sonidos y por ende
una mejor entonación.
Si queremos ejercitar o hacer práctica de la impostación de la voz podemos seguir las siguientes
instrucciones:
1. Producir sonidos prolongados utilizando las siete notas musicales. (DO, RE, MI,
FA, SOL, LA SI)
2. Entonar lento y pausadamente las letras de una canción conocida y en la medida
que va cantando aumentar la velocidad.
3. Repetir las letras dándole el tono adecuado de un poema de su agrado.
Técnica de vocalización
VOZ.- La entonación de nuestra voz debe ser impactante y clara: además debe crear confianza
y dar seguridad al público. Nuestra voz también tiene que reflejar serenidad y equilibrio
emocional.
Es forma como el orador debe empezar sus primeras palabras pronunciando correctamente, y
por qué no debe decir durante todo el desarrollo del discurso. Para su mayor ejecución es
necesario saber realizar prácticas ejercitando los labios o la boca.
Consiste en inhalar o absolver la mayor cantidad de aire posible fortaleciendo los pulmones y
retenerlo en la boca del estómago, en la medida que se va hablando se ira expulsando
paulatinamente, convirtiéndose ese aire en voz.
Esta técnica nos permite: Dar el tono adecuado a nuestra voz colocando, poniendo y ubicando
la misma de acuerdo nuestros propios intereses. Para ello se requiere mucha serenidad,
concentración es decir saber utilizar adecuadamente el sistema nervioso.
También nos permite: Hablar un tiempo considerable o prolongado sin experimentar demasiado
agotamiento. Un enriquecimiento de nuestras palabras por una variedad de sonidos y por ende
una mejor entonación.
Si queremos ejercitar o hacer práctica de la impostación de la voz podemos seguir las siguientes
instrucciones:
4. Producir sonidos prolongados utilizando las siete notas musicales. (DO, RE, MI,
FA, SOL, LA SI)
5. Entonar lento y pausadamente las letras de una canción conocida y en la medida
que va cantando aumentar la velocidad.
6. Repetir las letras dándole el tono adecuado de un poema de su agrado.