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Hemos estudiado que los seres humanos realizan intercambios porque necesitan
de la cooperación ajena para satisfacer sus necesidades insatisfechas; en este
sentido, el contrato es un medio que busca dar seguridad al intercambio de
bienes y servicios, ya que obliga a los contratantes realizar la conducta que lleve
a satisfacer las necesidades de su contraparte.
Sin embargo, y como se desprende de lo antes dicho, es el interés (causa) de los
contratantes lo que le da vida al contrato, por lo que si este interés se mantiene
vigente cuando la contraparte ha incumplido el contrato, nuestro ordenamiento
legal autoriza al contratante fiel a su compromiso para que exija judicialmente el
cumplimiento del mismo; no obstante: ¿Qué pasa cuando el contratante fiel al
contrato ha perdido el interés en el cumplimiento del mismo?
Cuando el contratante que ha cumplido con su obligación deja de tener interés en
el cumplimiento del contrato por parte de su contraparte, no puede obligársele a
mantener vigente este contrato, por lo que nuestro ordenamiento legal ha creado
la figura de la resolución contractual, institución jurídica que nos lleva a dejar sin
efecto el contrato.
Es decir, si el deudor incumple el contrato, el acreedor tiene dos opciones: obliga
al deudor a que cumpla con el contrato porque aún tiene interés en que se
produzcan sus efectos; esto es, provecho y utilidad en la prestación de la otra
parte; o, solicita al juez que deje sin efecto este contrato porque ha perdido el
interés en la prestación de su deudor. Estaría ejerciendo su derecho potestativo
por la valoración que hace de la utilidad que aún le proporcionaría la prestación
de su deudor.
Este derecho potestativo debe ejercerse de buena fe; esto quiere decir, que solo el
incumplimiento de aquella prestación principal debe dar lugar a la resolución en
forma razonable y proporcional; porque si se trata de un incumplimiento parcial
(puede completarse) o tardío (el plazo no es esencial) o defectuoso (puede
subsanarse) que no frusta en forma relevante la satisfacción del interés, no se
justifica la resolución; igualmente, si se tratan de prestaciones accesorias cuyo
incumplimiento no frustra la satisfacción del interés principal, no se justifica
resolver o acabar con la relación contractual. Deben de concurrir los requisitos
cuantitativo de la medida y el cualitativo del contenido creditorio.
El incumplimiento puede ser total, cuando el deudor no realiza su prestación; o
puede ser inexacta; esto es, cuando el deudor realiza una prestación en forma
parcial e incompleta o cuando la prestación es defectuosa o es tardía que le hace
perder el interés. En este caso, se debe atender la figura de la resolución de la
relación contractual por el vencimiento del plazo esencial, cuando deja de tener
utilidad al acreedor si la prestación no se ha verificado en un tiempo
determinado.
Los efectos de la resolución de la relación contractual son: a) el efecto extintivo-
liberatorio, por el cual cesa o termina la relación y las partes quedan
desvinculadas de sus obligaciones; b) el efecto restitutivo o reintegrativo, por el
cual las partes devuelven las prestaciones recibidas, en tanto sea posible y no
hayan logrado la satisfacción parcial del interés de las partes; por ejemplo, no
pueden devolverse los alquileres por el uso del bien o el precio por el suministro
de bienes; c) el efecto resarcitorio en la medida que se hayan producido daños por
parte del incumpliente.
La resolución no incide sobre el contrato mismo (validez) sino en el devenir
(funcionamiento) de la relación jurídica (efecto) que el contrato origina, como
fenónemos patológicos o impeditivos de ellos; y tiene como finalidad tutelar la
condición de respectiva paridad entre las partes en la fase de su ejecución.
Los efectos de la resolución son: a) extintivo-liberatorio que cesa los efectos de la
relación juridica y libera a las partes a futuro; b) restitutorio o reintegrativo que
hace que las prestaciones ejecutadas se reincorporen nuevamente al patrimomio
de quien las efectuo en mérito al contrato resuelto; c) resarcitorio, que no siempre
es inmanente sino que depende de la causal que la provoque.
Los problemas del alcance retroactivo (parcial) del efecto restitutorio o
reintegrativo de las prestaciones al momento en que se produce la causal que
motiva la resolución:
Su efecto real: si se transfirió un derecho real; esa transferencia queda sin efecto
como consecuencia de la resolución.
Si se realizaron prestaciones en contratos de ejecución instantánea en la que el
interés de las partes se satisface en un solo acto; por ejemplo una compra venta
en la que el vendedor entrega el bien y el comprador paga el total del precio; en
este caso, resuelto el contrato el vendedor devolverá el precio recibido sin
intereses y el comprador devolverá el bien recibido sin pago de ninguna renta.
Pero, ¿qué ocurre si el pago del precio es a plazos y la causal de resolución se
produce durante el transcurso del plazo?; ¿tendrá que compensarse el uso del
bien recibido en su totalidad frente al uso del dinero del precio pagado en forma
parcial?. En efecto, el art. 1583 del Cc reconoce el derecho del vendedor a una
compensación equitativa por el uso del bien.
Si se realizaron prestaciones en contratos de ejecución no instantánea en la que
el interés de las partes se satisface en varios actos durante el tiempo del plazo;
por ejemplo, un arrendamiento en la que el arrendador entrega el bien y el
arrendatario paga mensualmente por su uso; en el caso de que el contrato se
resuelva, el arrendatario devolverá el bien; pero el arrendador no devolverá
ninguna renta pagada, porque ha sido en contraprestación del uso del bien.
También este supuesto ocurre en el caso del contrato de suministro.
Otro problema es que el bien al devolverse en el estado en que se encuentra al
momento de producirse la causal; éste se encuentre totalmente deteriorado. ¿El
acreedor podrá demandar compensación y retener la prestación que debe
devolver?o ¿tendrá que demandar indemnización por daños?
¿Qué ocurre en el caso de los frutos y provechos? De acuerdo a la norma, tendrá
que ser restituídos desde el momento de la causal. Los ya percibidos
anteriormente, no sería exigible su restitución.
En el caso de los terceros, la resolución operará retroactivamente; salvo aquellos
que puedan considerarse de Buena fe; esto es, que no sabía ni estaban en
razonable situación de saber al momento de celebrar el contrato de adquisición,
que el contrato de su enajenante era resoluble y que había elementos objetivos
que permitían esperar que se produjera la resolución.
En la resolución se presenta una alteración de la causa del contrato, en atención
a que el intercambio programado de las partes en la autoregulacion de sus
intereses no puede actuarse, o por lo menos no puede tener lugar en las
condiciones programadas; por lo que se plasma, al respecto, un defecto funcional
de la causa, que evidencia el hecho de que el equilibrio estaba presente al
momento de la formación del contrato, pero no lo es más al momento de su
ejecución.
El fundamento de la resolución por incumplimiento lo tenemos en la existencia
de muchos contratos en los que cada una de las atribuciones patrimoniales
(prestaciones) depende de la otra. Significa que su causa reside en el intercambio,
que se concreta en el binomio prestación/contraprestación, en la que existe un
nexo de correspectividad entre la prestación a la cual se oblige un contratante y
aquella a la cual se oblige el otro: la prestación de cada uno de ellos encuentra
justificación en la prestación del otro.
La resolución por incumplimiento es un derecho potestativo, entendido como el
mecanismo de tutela que brinda el ordenamiento para provocar la ineficacia del
contrato ante una situación de incumplimiento, derivándose la eliminación de los
efectos que habría producido.
La resolución por incumplimiento es consecuencia del ejercicio de un derecho
potestativo cuya actuación depende de la valoración particular del sujeto afectado
(si le interesa o no le interesa que la relación contractual continue).
El frustrado cumplimiento del contrato es suficiente para perturbar el equilibrio
sinalagmático, aunque el contratante no sea, sobre el plano subjetivo, culpable;
variable que es relevante para el caso de acumular la pretension de
indemnización por daños. En todo caso, el incumplimiento no imputable, da
lugar a la resolución por imposibilidad sobrevenida (art. 1431 Cc).
La aplicación de la resolución debe basarse sobre dos criterios: a) el de medida
(cuantitativo), es decir, sobre la no escasa importancia del incumplimiento; esto
es, la efectiva alteración sobre el equilibrio total de la operación contenida en el
contrato, cuya fundamento se encuentra en el principio de la Buena fe, como
atemperamiento cuando se contrapone el impedimento con la lesión del interés
del acreedor; b) el cualitativo que se refiere a la valoración del interés de la parte
no incumpliente: su gravedad.
El objetivo de la interposición de una demanda o de ser el caso de una
reconvención, dirigida a la resolución, es la obtención de una sentencia
constitutiva cuya finalidad es desvanecer los efectos contractuales.
La norma del art. 1428 del Cc coloca al contratante afectado en una alternativa
para satisfacer su interés lesionado: o puede solicitar el cumplimiento porque la
prestación resulta possible y de interés para él; o bien, en todo caso, la resolución
del contrato cuando no tenga ya interés en el cumplimiento.
Finalmente, dos cuestiones más. Una referida a si el deudor puede cumplir su
prestación cuando ha sido citado con la demanda de resolución. El artículo que
comentamos establece que a partir de la fecha de la citación de la demanda de
resolución, la parte demandada queda impedida de cumplir su prestación, porque
se ha hecho ejercicio del derecho potestativo de poner fin a la relación
contractual. La otra, está referida a si ninguna de las partes ha cumplido en
forma exacta su prestación; pero una de ellas ha perdido interés en la prestación
de la otra parte. ¿Podrá pedir la resolución judicial?. En principio sí; si es que la
otra parte no reconviene por el cumplimiento de la obligación del actor, porque
para ella aún es útil conservar la relación contractual.
ARTICULO 1428
En los contratos con prestaciones recíprocas, cuando alguna de las partes falta al
cumplimiento de su prestación, la otra parte puede solicitar el cumplimiento o la
resolución del contrato y, en uno u otro caso, la indemnización de daños y
perjuicios.
A partir de la fecha de la citación con la demanda de resolución, la parte
demandada queda impedida de cumplir su prestación.
CONCORDANCIAS:
Comentario
Es claro que cada una de ellas puede ser el único contenido de una demanda
judicial.
DOCTRINA
JURISPRUDENCIA
"El contrato de compraventa de televisión por cable suscrito entre las partes es
uno de prestaciones reciprocas, porque la prestación que se obliga a cumplir una
de las partes viene a ser el motivo de la obligación que asume la otra parte
contratante, por lo que se otorga el derecho de suspensión de la prestación a
cargo de la aclara y faculta a solicitar la resolución del contrato y la
indemnización de daños y perjuicios".
(Exp. N° 275-97-Lima, Normas Lega/es W 269, p. A-14).
"El artículo 1428 es de carácter procesal, toda vez que concede legitimación
procesal para solicitar el cumplimiento o la resolución del contrato con
prestaciones recíprocas".
(Cas. N° 191-99. Diálogo con la Jurisprudencia N° 42. Marzo 2002, p. 264).
"Para solicitar judicialmente la resolución del contrato basta que una de las
partes haya incumplido con su obligación, no siendo necesario requerir vía
notarial a la otra parte el cumplimiento de una o unas determinadas
obligaciones, pues dicho requerimiento no es un requisito sine qua non para
acudir al órgano jurisdiccional para dicho fin, ya que el mismo es de carácter
optativo y no obligatorio"
(Cas. N° 2838-2001. Diálogo con la Jurisprudencia N° 49. Octubre 2002, p. 159).
Mariana Coa y Fernando Coa han adquirido por herencia un inmueble ubicado
en la calle Las Orquídeas Nº 257, del Cercado de Arequipa, manteniendo cada
uno el cincuenta por ciento de los derechos que corresponden en dicho inmueble,
el cual consta de un departamento construido en el primer piso y con una
proyección de hasta cuatro pisos.
A fin de no tener que llegar a problemas judiciales los hermanos han celebrado
un contrato de division y partición del inmueble común, prescribiendo las
claúsulas siguientes:
“PRIMERO.- Mariana Coa cede el cincuenta por ciento de los derechos que le
corresponden en el departamento del primer piso ubicado en la calle Las
Orquídeas Nº 257, del Cercado de Arequipa, a su hermano Fernando Coa, quien
se constituye en el único propietario del citado departamento.
SEGUNDO.- Ambas partes acuerdan que Mariana Coa deberá construir dos
departamentos en el segundo y cuarto piso del inmueble ubicado en la calle Las
Orquídeas Nº 257, del Cercado de Arequipa, los cuales serán de su propiedad
exclusiva, no teniendo ningún derecho sobre los mismos Fernando Coa;
asimismo, la terraza del cuarto departamento, será para uso exclusivo de la
señora Mariana Coa.
TERCERO.- Acuerdan también que Fernando Coa deberá construir el tercer piso
en el inmueble materia de partición, que será de propiedad exclusiva
conjuntamente con el primer piso del citado inmueble, no teniendo ningún
derecho sobre los mismos Mariana Coa.
CUARTO.- Ambas partes acuerdan que en la construcción del segundo, tercer y
cuarto piso, se deberá utilizar materiales de primera y estará a cargo de la
empresa constructora El Roble, quien diseñará los planos y ejecutará la obra.
QUINTO.- Cualquier defecto en la estructura de uno de los departamentos y que
conlleve el perjuicio de los departamentos posteriores, originará la obligación de
indemnizar a la parte perjudicada”.
Después de 1 año, Mariana Coa aún no termina de construir el segundo piso, por
lo que su hermano interpone demanda de resolución contractual, alegando que al
no haber cumplido con su obligación se debe dejar sin efecto el citado contrato y
pagarse la indemnización correspondiente.
Esta demanda es contestada por Mariana Coa en el sentido de que no ha sido
constituida en mora y al no haberse fijado un plazo para la conclusión del
departamento, no se puede resolver el contrato y menos pagar una indemnización
por daños y perjuicios.
El proceso está a punto de ser sentenciado y Ud. es el responsable de emitir
sentencia ¿Cómo resolvería?
En el tema anterior hemos visto que ante el incumplimiento del deudor, será el
interés del acreedor el que determine la continuación del contrato mediante la
exigencia del cumplimiento del mismo o que se lo deje sin efecto por haber
desaparecido el citado interés; por ello, establecimos que el acreedor tenía dos
opciones: solicitar judicialmente el cumplimiento del contrato o solicitar
judicialmente que se deje sin efectos el contrato, mediante la figura de la llamada
resolución contractual.
No obstante lo dicho anteriormente, en esta parte del desarrollo del curso,
podemos decir que en realidad el acreedor tiene más opciones que las reseñadas
en el primer párrafo, ya que además de solicitar el cumplimiento judicial o
resolver judicialmente el contrato, el acreedor (ambos) también puede solicitar
pero de manera extrajudicial.
Esto se debe a que el legislador ha buscado una manera de reducir los costos y el
tiempo que implica la resolución judicial del contrato, estableciendo que el
acreedor puede cursar una comunicación notarial a su deudor en la que se le
otorgue un plazo de quince días para que cumpla con su obligación, caso
contrario, el contrato no producirá sus efectos normales, transformándose la
obligación de intercambiar bienes o servicios a una obligación de indemnizar a la
parte fiel al contrato.
Como se desprende de este tipo de resolución contractual, el acreedor estará
obligado a otorgarle un plazo de gracia no menor de quince días a su deudor para
que cumpla con su obligación, a pesar de que ya no tenga interés en el
cumplimiento de la citada obligación. Creemos que ello es así, debido a que al ser
el requerimiento o intimación de carácter extrajudicial es necesario que el deudor
tenga la posibilidad de defenderse, para lo cual se le otorga un plazo no menor de
quince días, ya que en este plazo podrá oponerse a la resolución contractual
mediante el cumplimiento de su obligación; cosa que no ocurre en la resolución
judicial en la que el deudor está impedido de cumplir con su obligación desde la
notificación con la demanda (intimación judicial).
No obstante, hay quienes critican este tipo de resolución extrajudicial, ya que
afirman, que si por la autonomía privada las partes han acordado un plazo para
la ejecución del contrato, por qué el legislador obliga a las partes a ampliar este
plazo, aunque sea por quince días o más; además, existen prestaciones que
evidentemente no podrán ser cumplidas en el plazo de gracia no menor de quince
días, por lo que el otorgamiento de dicho plazo no es más que una declaración de
tolerancia para que el deudor cumpla su prestación.
¿Se pregunta si el contratante que intima debe haber cumplido su prestación
para hacer el requerimiento?. El código no dice nada; pero si el requiriente ya
perdió el interés en la prestación no cumplida, no existe razón para que cumpla
la suya. Todo depende de quien hace el primer requerimiento; bajo
apercibimiento de resolución.
También se pregunta, y ¿cómo el requerido se defiende?. Lo hará contestando la
carta notarial o en todo caso, impugnando judicialmente la resolución propuesta.
La resolución por intimacion o por autoridad del acreedor es un mecanismo de
índole extrajudicial otorgado directamente por la ley, para exigir dentro de un
plazo no menor de 15 días mediante comunicación notarial el cumplimiento de la
prestación no cumplida, bajo apercibimiento de resolverse el contrato de manera
automatica y sin declaración judicial.
El carácter del plazo es el de ser un mecanismo de tolerancia. Los autores
consideran que el plazo debe ser razonable con la prestación incumplida, que
permita la posibilidad de su cumplimiento. Sin embargo, existe otro pensamiento,
en el sentido de considerarlo como un plazo de gracia, frente a un plazo que ya
venció.
La intimación es un acto formal de declaración que debe efectuarse a través del
notario para otorgar certeza a la recepción de dicha declaració con efectos
resolutorios.
La intimación conllevará implícitamente que se verifiquen los demas requisitos,
como la gravedad del incumplimiento, imputabilidad de la inejecución al deudor e
imposibilidad de oponer el comportamiento del acreedor a la intimación, ya que
se entiende que éste ultimo ha efectuado un cumplimiento debido.
El art. 69 del Reglamento del Registro de Predios establece que la transferencia de
propiedad por haber operado la resolución de pleno derecho a que se refiere el
art. 1429 del Cc se inscribirá en mérito a escritura pública otorgada por la parte
perjudicada con el incumplimiento. A dicho documento se acompañará: a) la
carta notarial con la que la parte perjudicada requirió a la otra para que cumpla
con la prestación en el plazo no menor de 15 días; salvo que se encuentre inserta
en la escritura; b) la declaración jurada con firma certificada de la parte
perjudicada, indicando que el deudor no ha cumplido con la prestación debida
transcurrido el plazo concedido.
El numeral 5.1 del Cuarto Pleno Casatorio Civil (Casación N° 2195-2011-Ucayali)
establece que en el caso de resolución extrajudicial conforme a lo dispuesto en el
art. 1429 del Cc, se da el supuesto de posesión precaria por haber fenecido el
título que habilitaba al demandado para seguir poseyendo el inmueble. Para ello,
bastará que el Juez que conoce el proceso de desalojo, verifique el cumplimiento
de la formalidad de resolución prevista por la ley, sin decidir la validez de las
condiciones por las que se dio esa resolución. Excepcionalmente, si el Juez
advierte que los hechos revisten mayor complejidad podrá declarer la
infundabilidad de la demanda, mas no así la improcedencia.
Lectura obligatoria : PALACIOS, Eric y PACHAS BUSTILLO, Jorge Luis.
“Resolución de pleno derecho”
ARTICULO 1429
CONCORDANCIAS:
Comentario
Según nuestro parecer no cabe mayor duda acerca de que el fenómeno moratorio
se entiende producido (con sus normales consecuencias: intereses y traslado del
riesgo), si es que no se ha dado con anterioridad, cuando se produce la
denominada intimación (interpelación) resolutoria, lo que incluso nos ayuda a
explicar su naturaleza pues, el efecto moratorio producido, es independiente del
propósito práctico del agente, en este caso, la parte cumplidora, que claramente
efectúa dicha declaración para efectos de que se cumpla, o en el supuesto que
nos ocupa, como un presupuesto material para el ejercicio de su derecho de
resolver el contrato.
DOCTRINA
JURISPRUDENCIA
"Si una de las partes no cumple una determinada prestación que está a su cargo,
el contrato se resolverá de pleno derecho cuando la otra parte comunique que
quiere valerse de la cláusula resolutoria".
(Exp. N° 2007-86-Lima. Ejecutoria Suprema del 13/08/87, SPIJ).
"La carta notarial en la que se establece un término de quince dias para cumplir
con la obligación de pago o en caso contrario, queda resuelto el contrato, no
implica la renuncia del acreedor a su derecho de cobrar, sino que produce el
efecto de dar por vencidos todos los plazos concedidos para hacer amortizaciones,
quedando expedito el derecho de la actora para la ejecución de las garantías
prendarias e hipotecarias".
(Cas. N° 2090-T-96-Lima. El Peruano, 16/03/98, p. 560).
"Si la actora reconoce en su demanda que por decisión unilateral, vía carta
notarial, dio por resuelto el contrato, aplicando el artículo 1429 del Código Civil,
entonces ya no podrá discutirse lo que se produjo por iniciativa de un contratante
y que estuvo respaldado en la legislación vigente, siendo derecho de cualquiera de
las partes solicitar la indemnización por los daños y perjuicios ocasionados o a
contradecir en sede judicial la resolución unilateral" .
(Exp. N° 1606-98. Tercera Sala de Procesos Abreviados y de Conocimiento de la
Corte Superior de Lima, Ledesma Narváez, MarianeUa, "Jurisprudencia Actual",
tomo N° 2, N° 107).
"La resolución contractual por incumplimiento puede hacerse valer
alternativamente por conducto notarial o a través de demanda judicial. El
perjudicado por el incumplimiento que opta por recurrir a la vía judicial, no está
obligado a cursar la carta notarial a que se refiere el articulo 1429 del CC".
(Cas. N° 633-95. Explorador Jurisprudencial. Gaceta Jurídica).
"Si la demandante, con la facultad que le confiere el artículo 1429 del CC y ante
el incumplimiento del pago del precio de la accíonante, da por resuelto de pleno
derecho el contrato de compraventa, carece de sustento la formalización de dicha
transferencia, así como la discusión si la venta fue de los aires o de la totalidad
del bien".
(Exp. N° 48677-97. Explorador Jurisprudencial. Gaceta Jurídicaj.