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I Kanke, de lo que e dem si do le y de lo que no



II . Iicne rel, de es respuest n que n
simulador de secretos j n jI I jueg . BaudrillAnt , en « ,1 Otro por

mi mo», ded que hoy «nl ni pítjo. sí-
n pon talla y r. d».
• "
Glórla Bosch I hermetismo de un ecrrto, unp¡lcto sim-
t bóli o on uno mismo, de:smu.1I pli ba

I de értigo h cía un inlcrlor. Convo« CJl-
,,I traneza, la tensión y la vinua1id d, pro-
longar el tránsito ha ía la soled d del proPIO
objeto, auténtica metáfora que nos remite J
naturaleza humana y accede a un estado ini i -
tico, donde el objeto absorbe de de su propi
,
pantalla para rebotar en el espect dor.
• De hecho sus obras son con piraciones de
nuestro tiempo que intentan sobrevi 'r más al
del objeto. Según otro escultor, in:l.&lI , prore-

sor en BB.AA. de Salamanca, punto Yorigen
de la formación de Kanke, «la simulación, la
Quizás sea el problema de nuestro tiempo, apariencia. el objeto como punto de partida JI
esa saturación superficial de la transparencia llegada, su transformación, la envoltura JI I
fría; o tal vez no, y sólo hallemos como regla continuidad de este discurso en el espacio son
del discurso la necesidad de plantear secretos. algunas de las características propias de nues-
La primera vez que vi trabajar a Kanke (J.A. tro tiempo JI también ahora de/ tiempo y lugar
fue en la Quincena de Montesquiu, en de Kanb
el taller de escultura que dirigía Gabriel. Allí, El trabajo de Montesquiu, actualmente en la
bajo una enorme cúpula geodésica, comenta- muestra itinerante que se inauguró en Barcelo-
ba los «secretos» guardados en el interior de las na y ahora está en Vic, integraba materiales co-
! obras. Pensé en Baudrillard, en la obscenidad mo el caucho, produciéndose una fusión más
cálida, simbiosis de una lectura que enlaza con

I •
• obras muy mínimas, precedentes de este reco-



- , rrido pleno en•
la •
tensión de cada desplazamien-
• •

• •


to. Obras donde

sólo la chapa, el hierro y el plo-
,
• .... - • •
mo ejercían una de radicalidad expresi-
• • . ~a, se han ido transformando en estrategias se-
!I • cretas, en tensiones contradictorias que origi-
I • •


••
.. - ,.
nan, provocan la sensación virtual, la metamor-
,
..• ,,'1 ,c.;
I •


.'

fosis de una que subvierte sus especu-


"•
laciones hacia el interior.
I Quizás, volviendo a Baudrillard, el arte no
escapa al «desvanecimiento sin futuro» como
en IIiS mismas imágenes de la telc y el creador
de boy crear estrategias desde 10 resi-
dual para dominar mejor «la magia de Sil de-
Stlparici6n», Si boy con la avalancha de imáge-
nes y de manifestllciones. todo pasa, nada «coa-
aula» ni «cicatriza», tampoco puede causar e.x-
que el creador de imágenes se t\alle en

la de probar su existencia a tra és'de

lo ausente, la tensión o la energía que puede
la obra, mis allá de su carácter obje-
, tual.
i
I• • •
Kuke VeIuco, nacido en Medina del Cam-
r po en 1966, pertenece ya a una nueva genera-
ciÓn de y su presencia empieza a no-
tarle, aunque sq tímidamente, a través de di-
....... - ........ -.OIfe. ............. , ..... colectivas, ' cte., en el panorama
,.x..x.... • plútico actual ••


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• •

.-oh •
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