Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
La lógica esencial de un diseño de caso único es muy simple. Dado que usualmente
no hay grupo control en estos estudios, debe mostrarse que la conducta de un solo individua
cambia como un resultado del tratamiento que se aplica, y no de algún otro factor que
confunde. Como requisito mínimo, esto requiere de tres elementos. Primero, la conducta
meta debe definirse operacionalmente. No es suficiente decir simplemente que se intentará
reducir la conducta inadecuada en el salón de clases. Más bien, deben definirse las
conductas en términos de eventos registrados, tales como hablar en clase si no pidió la
palabra y otro está hablando. En el ejemplo del niño israelí, además de registrar si usaba la
máscara, los investigadores también medían lo que llamaron conducta “problemática pasiva”,
como ignorar peticiones, o pretender no oírlas.
En la práctica clínica, la investigación de caso único ha sido muy escasa, puesto que
se ha limitado únicamente a la selección de la conducta problema y a la especificación de las
variables que la controlan o mantienen, con la finalidad de seleccionar una serie de objetivos
que han de alcanzarse mediante la intervención terapéutica. Por consiguiente, este tipo de
investigación se encamina más al estudio de la variable dependiente, que al análisis de las
variables independientes que produjeron los cambios en la conducta meta. De esta manera,
la práctica clínica se ha centrado más en la solución de problemas que en la formulación
exploratoria de teorías explicativas de la conducta de interés. Este estado de cosas ha
originado que en el desarrollo de la psicología clínica se presente una paradoja que se refleja
en el interior de dicha disciplina como la división entre investigadores y practicantes (Hayes,
1981).
CONDICIONES O FASES.
La longitud mínima de una condición es de tres periodos de observación,
preferentemente consecutivos. Lo máximo se determina dependiendo de la variabilidad de
los datos, esperando hasta que sea evidente la estabilidad, o terminando la fase por
cuestiones aplicadas. Al cambiar de fases, cambiar solo una variable a la vez.
NIVEL.
Cuando inspeccionamos los datos, hay dos aspectos básicos: estabilidad y cambio del
nivel. Generalmente, si el 80 a 90% de los puntos de los datos caen dentro de un rango del
15% del nivel medio de todos los puntos de una condición, se consideran estables. El nivel
se calcula con una media. El cambio de nivel absoluto dentro de una condición se calcula
con el rango entre el primer y el último punto de una condición, y se hace notar si muestra
mejora o empeora terapéutica. Adicionalmente, se analiza el cambio de nivel entre
condiciones adyacentes. Esto es con el rango entre el último dato de la primera condición y
el primero de la segunda, y se hace notar si muestra mejora o empeora terapéutica. Esta
información indica el impacto inmediato de la intervención, sobretodo con cambios abruptos.
TENDENCIA.
La tendencia es la inclinación de la línea que une los puntos de los datos dentro de cada
condición. Típicamente se consideran como acelerada, desacelerada o sin aceleración;
adicionalmente debe señalarse si la dirección de la pendiente muestra mejora o empeora
terapéutica. Cuando hay suficientes datos, deben reinspeccionarse y determinar si hay más
de una ruta dentro de la tendencia, lo que debe guiar la decisión de cambio de condición es
la dirección de la última ruta. Al igual que el nivel, debe determinarse la estabilidad de la
tendencia, y el cambio de tendencia entre condiciones adyacentes. Finalmente, se debe de
determinar el porcentaje de sobrelapamiento de los valores entre condiciones adyacentes.
Para esto último se divide el número de datos de la segunda condición que caen en el rango
de la primera condición, entre el número total de puntos de la segunda condición (y se
multiplica por 100).
100
PORCENTAJE CORRECTO
80
60
40
20
0
1 2 3 4 5
SESIONES
PORCENTAJE CORRECTO
75
50
25
0
1 2 3 4 5 6
SESIONES
Las Figuras 3 y 4 presentan daros que muestran un patrón que se deteriora o que
decae, es decir las rutas de los datos están en la dirección opuesta al tratamiento. A pesar de
su cambio de nivel, con ambos tipos de tendencias se podría implementar una intervención
en la sesión siguiente.
40
AUTO-AGRESION
30
20
10
0
1 2 3 4 5
DIAS
Figura 3. Patrón de datos con tendencia acelerada pero con deterioro. (ACEPTABLE).
10
NUMERO CORRECTO
8
0
1 2 3 4 5
SESIONES
Figura 4. Patrón de datos con tendencia desacelerada pero con deterioro. (ACEPTABLE).
Las siguientes 4 gráficas presentan ejemplos de rutas de datos en los que hay
variabilidad. La Figura 5 muestra un período inicial de variabilidad seguido por estabilización
de los datos. La variabilidad puede deberse a no saber los criterios, o al saberse observado,
distracciones, etc. Y es posible iniciar un tratamiento en la siguiente sesión.
5
RESPUESTAS POR MINUTO
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
SESIONES
Figura 5. Patrón de datos con nivel y tendencia variables que se estabilizan. (ACEPTABLE).
La Figura 6 muestra una ruta de datos que inició como estable pero con el tiempo se
hizo variable. Tal tendencia posee un problema difícil. La variabilidad puede ser una función
de una variable extraña (problemas en el hogar), que puede ser temporal o permanente, o
puede indicar un cambio en la variable independiente (la tarea se hizo más compleja).
Cualquiera que sea el caso, debe extenderse la condición antes de introducir un tratamiento.
100
TAREAS COMPLETAS %
80
60
40
20
0
1 2 3 4 5 6 7 8
SESIONES
100
PORCENTAJE CORRECTO
80
60
40
20
0
1 2 3 4 5 6 7 8
SESIONES
Una ruta menos usual es la presentada en la Figura 8 Los datos muestran una
regularidad que es evidente la produce un evento recurrente que debe de identificarse antes
de implementar una intervención.
20
INTERRUPCIÓN EN CLASE
15
10
0
Lu Mi Vi Lu Mi Vi Lu Mi Vi
DIAS
100
PORCENTAJE CORRECTO
80
60
40
20
0
1 2 3 4 5 6
SESIONES
Figura 9. Patrón de datos con tendencia acelerada pero con mejora. (INACEPTABLE).
20
PARARSE DE SU LUGAR
16
12
0
1 2 3 4 5 6
DIAS
Figura 10. Patrón de datos con tendencia desacelerada pero con mejora. (INACEPTABLE).
Las Figuras 11 y 12 muestran una tendencia con deterioro y luego mejora y con
mejora y luego deterioro, respectivamente. Como puede notarse si una tendencia es
aceptable depende de la conducta objetivo y la dirección en que se quiere su cambio. Debe
uno fijarse en la variable dependiente, listada en la ordenada, para determinar si la tendencia
es aceptable. La Figura 11 tiene sus últimos tres datos en la dirección de mejora, y se
debería esperar a estabilidad o inversión de la tendencia. La Figura 12 muestra que la
conducta de moverse de su lugar estaba bajando (mejorando) en los primeros tres días de la
condición, pero que la tendencia invirtió su dirección a partir del día 4 y continuó
incrementando los siguientes dos días; a causa de esta inversión en tendencia sería
apropiado iniciar la intervención.
20
GRITOS CHILLONES
16
12
0
1 2 3 4 5 6
DIAS
0
1 2 3 4 5 6
DIAS
Figura 12. Patrón de datos con tendencia de mejora y luego de deterioro. (ACEPTABLE).
Figura 13. Patrones de datos de cambio entre condiciones. Las gráficas (a) y (b) presentan cambios en variabilidad, las
gráficas (c) y (d) cambio en nivel, las gráficas(e) e (i), sin cambios en los datos, las gráficas(f), (g) y (h) cambio en tendencia,
y las gráficas (j), (k) y (l) cambio en nivel y tendencia
ANALISIS DEL CAMBIO ENTRE CONDICIONES
Para cambiar de condiciones la condición presente debería mostrar una ruta estable,
si no ocurre así, podría dificultar la interpretación del efecto experimental. Por ejemplo, en la
Figura 13, la gráfica a muestra datos de línea base variables, y los cambios pequeños en la
intervención dan una demostración muy débil de control experimental, comparada con
cambios pequeños precedidos de una línea base estable. Además, mientras haya menos
sobrelapamiento entre los datos de condiciones adyacentes, más convincente la
demostración de que la intervención fue responsable del efecto experimental. En la Figura
13, la gráfica b presenta el caso opuesto, que tampoco ofrece una interpretación objetiva
convincente.
Las gráficas restantes de la Figura 13 (f, g, h, i, j, k y l), ejemplifican los cambios más
comunes en tendencia entre condiciones adyacentes. Las gráficas f, g, y h despliegan
cambios en tendencia en la segunda condición (B) que no están acompañados por cambios
iniciales en el nivel. La gráfica f muestra que cuando se introduce la intervención la tendencia
se invierte. La gráfica g muestra que la tendencia creciente desaparece. La gráfica h muestra
que cuando se introduce la intervención ocurre una aceleración. En cada uno de estos
ejemplos cuando se introduce la intervención, se influye en la tendencia de los datos. Si el
cambio en la tendencia mejora el comportamiento depende del objetivo de la intervención. Si
la variable dependiente de la gráfica h fuera el porcentaje de respuestas correctas, los datos
representarían una mejora en la intervención, pero no sería así, si la variable dependiente
fuera, por ejemplo, el número de interrupciones de la actividad de los compañeros.
La gráfica i muestra que no hubo cambios en la tendencia de los datos como una
función la variable independiente. Estos datos se interpretan de la misma manera que los de
la gráfica e.
Figura 14. Patrones de datos de cambio entre condiciones. La gráfica (a) muestra cambio
temporal en nivel y tendencia, la (b) cambio demorado en, y la (c) cambios en nivel y tendencia decadentes.