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Franciscanum.

Revista de las ciencias del


espíritu
ISSN: 0120-1468
franciscanum@usbbog.edu.co
Universidad de San Buenaventura
Colombia

Benítez Arias, Luis Fernando


Ecología y pensamiento franciscano
Franciscanum. Revista de las ciencias del espíritu, núm. 145, enero-abril, 2007, pp. 121-138
Universidad de San Buenaventura
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=343529896008

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ZULETA S.

oecie
)-141

Ecold iento franciscano


ires:

Fray Luis Fernando Benítez Arias O.P.M.•

Resumen

Vemos con preocupación cómo la casa y su ordenamiento (economía)


son,
están en peligro. A ello, el pensamiento franciscano formulado en la
tradición por los autores, responde con una actitud de cortesía, de res-
llpe, peto, de fraternidad fundada en la paternidad divina. Por eso, este tema
reclama constantemente el término de relación, con lo cual, la creación
entera es tratada como un alter o justicia, reconociéndole y otorgándole
2007
sus derechos. En esto se apoya la co-fraternización con la creación. Este
2007 modo de ser franciscano tiene sus consecuencias en la evangelización y
en la formulación de los fundamentos doctrinales de la pastoral actual en
clave franciscana.

Palabras clave

Ecología, pensamiento franciscano, naturaleza, ser humano, economía,


fraternidad, creación, relación.

Abstraet

We are all concerned with how the house and its order (economy) are
in danger.

Cursó estudios de Maestría en el Instituto Católico de París y en la Universidad de La Sorbona. Es Doctor en


Filosofía de la Pontificia Universidad Antoniana de Roma. Especialista en Filosofia Medieval. Actualmente
es docente de la Facultad de Filosofía de la Universidad de San Buenaventura, Bogotá. Contacto: lfbenitez@
hotmail.com
122~ LUIS FEIlN/\NIJO BENlTEZ AUiA"i

So, the Franciscan thought contrived in tradition by the authors,


responds to it with courtesy, respect and a fraternity attitude founded in
Divine Fatherhood. That is why this topic constantly claims for the term
of relationship, with which the entire creation is treated like an alter or
justice, recognizing it and granting its rights. In here, ca-fraternization is
supported by creation. This way of being t'ramClsc:an
in evangelization and formulation of current
pastoral in Franciscan key.

Keywords

Ecology, Franciscan thought, economy, fraternity,


creation, relationship.
Comencemos diciendo con :::¡eneca:
Somos un miembro de un gran nos ha hecho hermanos,
porque nos ha creado de la misma materiaynos dirige hacia una única meta;
nos ha infundido un amor recíproco, haciéndonos sociables. Ha establecido la
equidad y la justicia. De acuerdo con sus normas, quien hace el mal es más
desgraciado que quien recibe ese mismo mal. Nuestras manos siempre dispues-
tas a ayudar. Medita y repite a menudo esta frase: soy humano, y nada de lo
humano me es indiferente. Pongamos todo en común, hemos nacido para vivir
unidos. Nuestra sociedad es semejante a una bóveda de piedra: caeria si faltara
el apoyo, y se sostiene, justamente, en virtud de la reciprocidad 1

La primera definición de los términos de esta ponencia y del pensa-


miento de Séneca, nos sugiere que estamos indagando sobre la explicación
de aquello que es nuestra casa. El pensamiento se moviliza entonces para
tratar de dar razones de la casa en la que habitamos, teniendo con esto la
capacidad de conceptualizar sobre nuestro modus vivendi cótidiano ¿Es-
tamos, por consiguiente, inmersos en la realidad natural como sonámbulos
o nos situamos como sujetos conscientes de nuestra situación y relación
con ella?
De lo anterior surge una serie de preguntas que nos llevarán a la
formulación del problema central de nuestra disertación. En primer lugar
debemos preguntarnos si la naturaleza es una ocupación o una preocupa-
ción. ¿Estamos dispuestos a perder el tiempo en estas reflexiones dejando

SENECA, Cartas Morales a Lucilio. Intrad., trad., y notas de Juan Carlos García Borran. Navarra: Alianza
Editorial, 1971, carta 95. p.57-58.

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA, D. c., • r-ACULTADES DE fiLOSOFíA Y TEOLOGÍA


LOrs,
ld in capaces de detener las calculadorasy
term para centrarnos en otroorden,el de laref1exián? ¿Tendremosquerenun-
~r or ciar al hombre civilizado para comportarnos como un hombre natural o
Jn is es posible buscar un equilibrio entre ambos? ¿Nuestro pensamiento está
nces guiado por la visión total de la naturaleza o es la óptica de lo singular
Tent concreto la que nos llevará en este viaje exploratorio? ¿Estamos por la
generalización o por la personalización de la naturaleza? ¿La ecología es
asumida por nosotros como complementariedad o como enemiga a la cual
resistimos? ¿Cuál es el tipo de carácter que nos vincula a la naturaleza?
¿E}(iste~l~r~gYIIl()~elodepensamiento c uya visión de la naturaleza es el
nity,
dominio, la explotació~,eLconsumismo?¿El pensamiento nos acompaña
en este ejercicio de relaci0Ilarnos con la naturaleza de un modo mediato o
inmediato? ¿A qué ópticasobrelarealidad aludir para comprender que la
naturaleza nos juzga cadavezqueella reacciona? ¿Cuál es la pedagogía
que nos guiará en este sendero natural?
La pedagogía que nos indicará el camino para responder a estos
cuestionamientoses la pedagogía franciscana, la cual nos enseña cómo
fraternizar con todo ser en la naturaleza, cómo habitar de otro modo en
el mundo. Si el desarrollo del tema sobre ecología y pensamiento se exa-
minará bajo la lupa del pensamiento franciscano, entonces la pregunta
central para demostrar es: saber el porqué de las cosas y de los seres na-
lción turales, mostrando con este problema la diversidad de enfoques según la
para
sociedad de consumo, la cual se pregunta desde otro paradigma, ¿para
sto la
qué las cosas?
1 ¿Es-

bulos Este problema nos sitúa en términos de causa, ésta misma se puede
ación abordar como formación o como información. Es preferible para nuestro
caso, asumir dicho problema formulado desde el valor de "la sensibiliza-
ción", con ello, estamos dentro del campo formativo y podemos, a la luz
de la fe, escuchar cómo el Señor habla a través de las cuestiones urgentes,
jalonándonos en nuestro tiempo, a fin de recrear los ambientes que nos
circundan y en los cuales nos realizamos.
En un artículo publicado en la Revista Vida Religiosa del mes de marzo
del año 2007, vemos una alusión al espíritu ecologista del Papa Juan Pablo
n, quien expresaba, dentro del espíritu de la conversión: "la conversión

FRANCISCANUM N." 145 • ENERO - ABRIL DE 2007


124~ LUIS FF.flNANDO BENiTEl. AurAS

en relación con la ecología"2. Esto se llama en palabras de Juan Pablo II:


"la conversión ecológica"3 Él hablaba de un proyecto de vida en el ser
humano que involucraba la relación y la armonía con sus semejantes, con
la creación y con Dios, como el ápice de esta relación. La humanidad, a
la luz de estas palabras, está invitada a cuidar y administrar la creación,
a continuar la obra creadora de Dios en términosd2i~aIltidadydejusticia
(Sab., 9, 3). Cabe destacar la expresión "adIIli.rJ.ist~~.r"'ilacualse ha visto
siempre en relación con la eficiencia, per~i?2H~i'IJll~deser tratada a la
de la experiencia franciscana como un~g~e<:leser del alma nUlm,ana,
la cual siendo creada, comprende taIll1::>iénlamisma situación de
aquello creado.
Este vínculo entre el alma y el IIl.~~(j~~i~dministrares desarrollado
por un autor franciscano medieval, ?~X~/n.~~bre es Juan delaRochelle,
que en su tratado De Summa de Animgipropone el no adjudicar al alma
humana la visión contable, calculable;cúa.ndo afirma que en ella no ca-
ben las proposiciones con vocablos c0 0:la extensión, ladimensÍón, la
rrl
cantidad, las partes integrales, sino eLmodo. Ella es entonces un modo,
desde ahí, la creación es vista en términosdemodo de ser y no dentro de
una visión numerable. 4 La conclusión de esta visión de cosas es la crisis
antropológica que se ubica detrás del problernaecológico.
La conversión ecológica, de la cual nos habla Juan Pablo II, imlpl:ica
"la conversión de los sentidos" de ello nos interpela San Buenaventura y
la tradición de la Iglesia. 5 La parte operativa de esta visión del Papa Juan
Pablo II y del pensamiento franciscano se puede expresar a través de la
pregunta: ¿qué podemos hacer para contribuir a que disminuya el calenta-
miento global como modo concreto de cuidar latierra que Dios ha creado?
Volvemos nuevamente al vocablo: "modo" a la manera franciscana de °
ver las cosas, por eso, creo que el pensamiento franciscano acentúa esta
visión modal del comportamiento ecológico del ser creado, dotado de la
potencia racional.

2 VICENTE Felipe, Dos Gestos para vivir la Cuaresma, en: Vida Religiosa 3 (2007). p. (149) 37.

3 Ibid.

4 DE LA ROCHELLE, J., SUMMA DE ANIMA, Publié par J. GuyBougerol, París, Librairíe Vrín, 1995.

5 CANÉVET, M., ADNES, P. Les Sens SpiritueIs, París, Beauchesne, Hl93.

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTUR.4, D,


'lAS

1:
er
)TI

a ambiente. y sus recursos naturales, aun· sabiendo· que esto atenta contra
n, ellos mismos, aumentando asila miseria. social y económica. Es.deaquí
ia que nace el concepto de: "desarrollo sostenible".
El amor de Francisco de Asís tiene una modalidad cósmica, capaz de
dotar a las cosas inferiores de un nivel de espiritualidad elevado: "em-
pujado por el afecto de su extraordinaria devoción, descubría la bondad
original de Dios en cada criatura, como arroyos nacidos de su bondad y
c?ll"Vertíél.\t().cla~lass?saSCreadas en una escalera para subir hacia Aquel
:lo que es del tododeseable"6
le, La creación enterahasi~()unacompañera de camino en la espirituali-
na dad de muchos hombres y mujeres, ellos y ellas han crecido, han progresado
:a- respetando la naturaleza. ELdesarrollo humano y espiritual pasa también
la por el respeto y el modo como llegÓ a la creación.
lo,
Es necesario, además del sentido dado por De la Rochelle al concepto
de
"modo", presentar la visión de otro autor más contemporáneo, para ello
5is
entonces, a la luz del pensamiento de Martín Buber, decimos:
Todo encuentro con una persona o cosa que hacemos en la vida tiene un sig-
nificado secreto. Los hombres con quienes vivimos, o aquellos que pasan de
largo, los animales que nos ayudan en el trabajo, el terreno que cultivamos, los
productos de la naturaleza que transformamos, las herramientas que utilizamos,
an todo encierra una esencia espiritual secreta que nos necesita para alcanzar su
la plenitud. Si no consideramos esta esencia espiritual que nos sale al encuentro;
ta- si, descuidando establecer una relación auténtica con los seres y las cosas que
participan de nuestra vida como nosotros de la suya, sólo pensamos en los
lo? objetivos que nos fijamos unilateralmente, en ese momento dejamos escapar la
de posibilidad de una existencia y plena. 7
sta Desde el punto de vista franciscano con Juan de la Rochelle y desde
~ la
Martín Buber, constatamos que "el modo" alude a las relaciones. Esta
concepción puede ser iluminada una vez más por otro autor franciscano,
hablamos de Juan Duns Scoto, en él podemos afirmar que la justicia so-

6 Escritos de San Francisco, Leyenda Mayor IX, 1, Madrid, BAe, 1980, p. 435-436.

7 BUBER, Martín, I1 commino dell'uomo, Qiqajon, Magnano, 1990, p. 61.

FRANCiSCANU¡V1 N. 145' ENERO - ABRiL DE 2007


126>:2:'" LUIS FEUNA:\'IJO BEN1TliZ AIU·'s

cial, la cual está basada para este autor en el concepto de "precio justo"8
tiene como consecuencia "la justicia ecológica". A la luz de este autor
mencionado afirmamos cómo una teoría del "precio justo" no recurre
exclusivamente al tiempo para fijarlo, este es, a los ojos de Duns Scoto,
fijado desde el interés de suplir entre los pobres las necesidades básicas.
No es el criterio de ganar o de acumular aquella motivación primera para
fijar el precio de las cosas, debe ser, según esteautor,lapersona del pobre,
aquel que vive en carne y hueso y no la uSllI'adélosricos, el ímpetu que
impulse a aquel que fija los precios.
Ahora bien, el peligro en la fijacióndeTósptecios está en elhecho de
considerarse propietario de la cosa, puesiyócon.el precio puedo convertir-
me en aquel que altera la esencia de lácósa,creyendo con el precio, darle
una ontología diversa y nueva con respectoide aquella natural, pasando
por lo tanto, la persona que fija el PF0sip,de criatura a creador. En este
autor franciscano, la justicia, en generéll,esla capacidad de reconocer la
libertad y dignidad del otro para establecer un "contractum" por medio
del cual logramos un orden social, pofestavisión de justicia, que es co-
munitaria y no distributiva como lo sosténía la tradición hasta este autor
franciscano. 9
Si este es el punto de vista de este autor, podemos, iluminados desde
él mismo, decir que la óptica comunitaria de la justicia nos impulsa a
establecer un "contractum" con toda criatura, reconociendo su dignidad
y su origen libre y voluntario presente en el creador. Esta justicia, que es
a su vez capacidad de estar cara a cara, coram, tiene por lo tanto la con-
secuencia de buscar y establecer "la justicia ecológica"; aquello que es
justicia social en el orden de la criatura con potencia racional, lo es en el
orden del resto de las criaturas, "la justicia ecológica", es decir, situarse
cara a cara con ellas. lo
El orden logrado con la justicia contractual, a la manera de Juan Duns
Scoto, lo podemos también descubrir y modelar desde la ecología. Desde
esta óptica y mirando la realidad que nos rodea, aseguramos que por eso

8 DUNS SCOTO, J., Ord. Iv, d. 15. q. 2, n.n 20-22.

9 DUNS SCOTO, J., Ord., IV, d. 15, q. 2.

10 CÁRDENAS M. Y RODRíGUEZ M., Guerra, sociedad y medio ambiente, Foro Nacional Ambiental,
2004.

UNiVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA, D. C... FAC:UL7/\Dl:S


118

las en día· no· se pueden. sostenéreco-


lógicamente, necesitamos incentivar la creación de "los m ovimientos de
eco-justicia"l1
Las imágenes que nos muestran a Francisco de Asís hablando con las
criaturas adquieren, desde esta visión de lila justicia ecológica", la impor-
tancia de reconocer el ser de cada criatura, no manipulable, su dignidad
y la causa libre y voluntaria desde la cual se creó. Para éllo la fraternidad
franc~ss.~~~~~tI"~d~ceen términos de justicia política, social y ecológica,
tir- enjusticiaicomunitaria.
trle La naturaleza.Ó~l~~jetoi~cológicoen general hace parte de mí, de mi
ldo configuración humana,epa~stádentrode mi proyecto de vida, hablamos
!ste así de reciprocidad, decoIIlpreIlsión mutua 12, en esta relación hay una
r la
comunicación de la persona con eLresto de los seres que la circundan.
dio Vale la pena preguntarse el ser humano, ubicado de frente a la naturaleza
co- ¿qué tipo de cuestionamientosehace?Desde el punto de vista franciscano
ltor este cuestionamientó se realiza en términos de hermanamiento. Con estas
luces francisca.Ilas, cabe mencionar sin desarrollar, ¿qué pensar acerca de
;de la técnica en. clave fra.nciscana?
aa Hablamos siempre de la "madré naturaleza", la pacha mama; desde
lad la espiritualidad franciscana, el hermano menor se convierte en la madre
~ es
de su hermano, la naturaleza es nuestra hermana, por eso, es posible decir
on- que nosotros, las hermanas y los hermanos franciscanos somos la madre
: es de nuestra hermana la naturaleza, además, podemos también, evocando
1 el
el lenguaje franciscano, afirmar que la hermana naturaleza está enferma y
Tse por lo tanto nos toca cuidarla y honrarla como un hermano cuida de aquel
que está enfermo.
lns Francisco nos enseña a vivir con las criaturas de la naturaleza como si
fuese esta relación una "armonía cósmica" 13 . Aprendemos de este herma-

11 LONGHlTANO, Tiziana, Vida Consagrada y Defensa de la Justicia, la Paz y la Integridad de la creación, en:
Vida Religiosa, 6 (2006). p. 68.

12 MERINO, José A., Manifiesto Franciscano para el futuro mejor, Madrid, Paulinas, 1985, p. 75.

13 [bid, p. 81.

FRANCISCANUM N. 145' ENERO - ABRIL DE 2007


LUls FfTlNA;...W O BENÍTEZ ARTAS

no el uso de conceptos para designar la relación humana aplicados, en el


caso presente, a la naturaleza, como es el uso que él hace de "cercanía",
"simpatía". Su condición de hermano se extendía igualmente a los seres
creados sin potencia racional. Esto es posible para quien vive en continua
reconciliación, haciendo que todo desde "las formas simbólicas primitivas"
vuelva a ser inocente, es decir, integrado o recon~iMa.~o'''i'I'eIlí~tal respeto
a la naturaleza que ordena a todos sus herm~~~~i~g~i~uandocorten leña
no corten todo el árbol para que pueda eC~~~~J:~t2~,<~lhortelanole mama.a
que no siembre de hortalizas todo el h1.l2~~i~icrll?dejeespacio para las
hierbas y las flores"14. ¿No es este modo~?cl.~~S~~iruna referenciaplástica
al concepto de "desarrollo sostenib12"0~st?>f()nceptoes entendido hoy
en día como el saberse servir de la n~G~.~~12~~sindestruirla, permitiendo
con ello que las futuras generacion2~<.~~2gantambién beneficiarse de
ella, respetando el ambiente y los rT~1.l7~~~.Fue introducido en 1987 en
el informe titulado: "Nuestro Futuroi~gIIlgn"15. Este concepto supone la
defensa y mejora del medio ambient~(paralasgeneraciones presentes y
futuras, tarea esta que es una contribl1cióIlde toda la humanidad, esto
conlleva la implementación de estrategiélsincorporadasa los planes de
desarrollo nacional de los países. La contribución de la cual hablamos exi-
ge, en su desarrollo, un grado de continuidad, uno de los grandes VU.LV>c;"

franciscanos a la pedagogía.
Es el manejo de los recursos naturales el germen de las guerras, las
cuales se presentan hoy en día aliadas con el tema de la ecología16, además
esto es generador de los problemas de justicia social. Por eso, se nos sugiere
para tales casos obrar según "el espíritu de la comunidad", ¿no es esto la
alternativa franciscana para el mundo de hoy? El valor de la fraternidad
con todo ser creado, buscando así construir una casa para todos. De este
modo, estamos llamados a priorizar el valor de las relaciones. Concebir
el mundo como una casa, conlleva a pensar que es indispensable edificar
verdaderas relaciones entre nosotros y de nosotros conlos demás seres
creados. ¿Dónde está entonces la lectura y el análisis de la realidad que
nos encamina hacia una visión sobria de la cosas creadas?, esto apunta

14 2C. n. 165.

15 Guía Didáctica de las Normas ISO Serie 14000, Cit-Cotec,Bogotá,Diciembre

16 LONGHITANO, Tiziana, op. cit., p. 67.

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA, D. e . FA.C'ULli\D.ES


a todo tipo de "d()m:ina.cícm"
"corresponsabilidad",concepto tan rico como lo encontramos expresado
en la espiritualidad franciscana, particularmente en Santa Clara de Asís.
Contado esto senos enseña cómo la naturaleza tiene su propio ser,
su autonomía, un valor intrínseco, esto corrobora lo dicho anteriormente
sobre el riesgo que se corre al fijar los precios alas cosas, pues se cae en
el peligro de pensar que al explicar los mecanismos de las cosas creadas
nos cO~\T~.~ilIlg~. e~propietariosde ellas, ejercitando sobre ellas un cierto
18
~g~$()'S8.J:l.>~§tgs8fglIlentauna visión utilitarista. Estamos corrobo-
rando, una vez más,sólIlplél.<::risís en la ecología es el reflejo de una crisis
antropológica y éticaeIlvolvi~ndo directamente al ser humano. Vale la
pena por esto preguntarnos:.l\TalIlos en camino de deshumanización? En
esta visión de cosas se ubicaJareflexión sobre la responsabilidad, o con
el título de un libro: "El principio responsabilidad" .19
La responsabilidad, en esta perspectiva, es dedicación y respeto por
cada ser natural siendo de esta manera la aplicación del principio fran-
ciscano del/la diferencia", de la diversidad, un concepto muy apreciado
parlas autores franciscanos en su empeño de sistematizar la intuición y
"la experiencia teologal" de San Francisco de Asís.
La singularidad toma carne en este comportamiento del santo. Esta
singularidad y contingencia de los seres creados las expresa el hermano de
Asís en el Cántico de las Criaturas, a través de él revela todo aquello que
llevaba interiormente. Además de lo dicho anteriormente, la experiencia
de Francisco de Asís con la naturaleza pasa igualmente por la profundidad
de vida dedicada, antes que todo, a la búsqueda del Espíritu del Señor.
Es desde este principio, que el hermano de Asís buscaba y se apasionaba,
en toda creatura, por leer la presencia del Espíritu del Señor. En él tenían
presencia lo humano y lo divino en forma de misterio o de revelación, el
sentido acordado a la palabra "misterio". Esto, en otras palabras, es "la

17 LAMBERTINI, R., La Pover/a Pensata, Modena, Enrico Mucchi Editore, 2000.

18 LONGHITANO, op. cit., p. 67.

19 JONAS, Hans, Le Principe Responsabilité.Une éthique pour la civlisation technologique, Paris, Cerf, 1997.

FRANCISCANUM N.' 145' E,VERO - ABRIL DE 200¡-


130~)i LUiS FEUNANDü BENiTEZ ..·'\UIAS

sintonización de una arqueología interna con la ecología externa"20. La


resonancia de este sentir de Francisco de Asís lo vemos expresado de otro
modo en otro autor franciscano, Raimundo Lulio, de quien destacamos lo
siguiente:
Cuando estamos en las letrinas y vemos las inmundicias que salen de nuestros
cuerpos, entonces es ocasión de pensar en la vileza~e~1l.7.st~~Il~turaleza,
para que con esta consideración en nosotros se exa.lte.yge~<:alahumildady
se mortifique y minore la soberbia. Si entramos7Il.il~gll~rta,xvemosla pobre
bestia que está rodando la noria, y ponemosl~i;1~t~~nilos árboles y en las
hierbas, entonces es tiempo de dar gracias ~B~gs'<:J1l;7Il.0S hizo de más noble
naturaleza que a las bestias, árboles y hiefB~~.;/~i7Ildoasí, que pudo CrE!anl0S
de naturaleza semejante a ellos, si hubiese\qtlerido21

y más adelante continúa diciendg:/"2'O'xiigabiendo creado todo para


el servicio del ser humano, cuan grancledeberser el agradecimiento y las
gracias que debemos hacer a Dios "22
Desprendemos de todo lo anterigrGli~~lor franciscano<que tiene "la
retribución", "la restitución", "el agr~~xcirrliento". Si queremos, por lo
tanto, que la naturaleza se abra a nuxstra.ivida necesitamos, antes que
todo, vivir sin los afanes del aprovechamiento y del consumismo y más
bien buscar cómo desposeernos de todo aqu.ello que nos hace señores aun
de la naturaleza. Este ejercicio supone en nosotros una capacidad de dejar
"la superficialidad" y adentrarnos en un itinerario de "profundización",
para saber pasar de las apariencias a las cosas mismas donde se oculta la
profundidad de todo misterio.
Esta misma idea, en boca de Raimundo Lulio,se expresa así: "La ae-
qualitas coeli causa el instinto y la apetitio natural en las cosas inferiores
por la justicia y que esto es la causa de la composición de la geometría, la
aritmética y la música"23 "La consecuencia deeste camino es el ponernos,
a la manera de Francisco de Asís, alIado de las cosas de la naturaleza"24,
yendo como acompañantes quienes reconocen igualmente su condición
de criaturas, de creados. Ellas mismas, como creadas, dan razones de su

20 LONGHITANO, op. cit., p. 87

21 LULIO, Raimundo, Blaquerna, lib., n, parte n, cap. XXXII, p. 144

22 [bId, p. 145

23 YATES, Frances A., Ensayos ReunidosI, Lulio y Bruno, México, p.e.E., '1966, p. 46

24 LONGHITANO, op. cit., p. 86

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA, D. c., • t~'C..lJLJ·J'lUt:'" DI"FILO,5:0FIA YTEClLOIGÍA


a
o vierte
o
del Creador y de suobra".25
Destacamos de todo esto el afecto y la vivencia de la afectividad que
nos deben guiar en nuestra relación con la creación. Además, ello nos
ayuda a definir nuestro modo deser en el mundo. Los afectos son un modo
de resistir a todo movimiento pretencioso de explotar y de dominar, en el
caso presente, a la naturaleza.
P~r~i!9gra.r\1~IIlislllaexperiencia de Francisco en su relación con la
ra Il~turalezaesne~es~ri0T~runciar
a nuestro propio yo, siendo éste en la
iS escala de los afectos,~lIll~~ifllerte de abandonar en nuestra vida. Fran-
cisco, con su modo de ser,~~fr~rte a la hermana naturaleza nos insinúa
la que hay después de él uIlCél.llllJi()de perspectiva con respecto a la crea-
10 ción, ella hace ahora partedet9~oproyectohumano de vida, hay entre
le ellos un diálogo, una relacióIldeiIlterlocutores, existe por 10 tanto una
ás relación de familiaridad. La familiaridad nos evoca el concepto de "casa"
para designar a la creación entera, esta imagen nos sirvió al inicio de esta
disertación para abrir nuestro traba.jo.La figura de Francisco nos sugiere
que la salvación de la naturaleza pasa por una experiencia profunda de fe,
que para otros es una experiencia religiosa, donde todo ser natural se torna
"morada". Esta expresión de "morada" sitúa al ser humano en un espacio
acogedor, de familia, y no como alguien que ve a los seres naturales como
hostiles, los enemigos de su progreso y desarrollo. Con esto demostramos,
una vez más, que el problema ecológico, a la luz de la experiencia de vida
franciscana, supone una respuesta al problema antropológico, la crisis
de la primera es la crisis delhombre. La invitación del libro del Génesis:
"someter" no significa destrucción o explotación, sino más bien es la in-
vitación a un acto de responsabilidad en la relación con la naturaleza, es
una humanización de la creación entera.
La contribución de la naturaleza al ser humano es el descubrimiento
propio de este último, digamos que ella lleva al ente humano a un proceso
de complementación traducido en relación con los otros y con Dios, hay

25 YATES, op. cit., p. 73

FRANCISCANUl"1 N. 1'15' ENERO· ABRIL DE 2007


132:J» LUiS FERNANDO BE:'..n'TEZ Arn·¡s

una ampliación de sus horizontes para así evitar juzgar la realidad parcial-
mente, desde su propia limitación. Digamos que de ahora en adelante el
ángulo de perspectiva para mirar todo es el de "la asociación"26, con esto
estamos evocando la fraternización de toda relación con los seres de la
creación, el empeño que nos debe abarcar. Habíamos dicho que "el modo"
franciscano se traducía por "la relación". Esto es igualmente expresado
por Raimundo Lulio así:
El mismo mundo y sus criaturas enseñan a l?~/hoIIlbreseLmodo cómo amen
y conozcan a Dios, y por esto puedes tú ten~~??posüni~ntode lo que es Dios,
considerando que Dios es aquello de cuyocon?s~n,uentoel mundo nos aparta
si amamos el mundo por el mundo mismo,Xj)i?sesélquello de quien el mundo
nos da conocimiento si amamos el mundo con eLfin de que podamos conocer
y amar a DiosY

Más adelante continúa el mismoal1tól'diciendo:


Hijo, en tu naturaleza misma puedes con?Cér)7éntender cómo quieres tú ser
un hombre, y no dos o más hombres; y cómoportu humanidad amas ser en tres
cosas, que son alma, cuerpo, y conjuncióp/sinla.scuales tres cosas tú no podías
ser hombre. De que inferirás que así como por naturaleza tú sientes y sabes lo
que amas ser; así en ti mismo puedes conocérloque es Dios, que te ha creado
para que le ames y conozcas. 2B

Este modo de pensar es fundamental para la concepción franciscana


del hombre.
El franciscanismo, con su modo de ser en el mundo, contribuye a la
denuncia y a la llamada de atención que hay hoy en el mundo, con respecto
a las relaciones del ser humano y la naturaleza. El mismo pensamiento
franciscano nos indica que el ser humano es definido como un proyecto
holístico, donde la naturaleza es un modo de ser para el ente humano.
Ahora bien, esta visión total del ser humano pone de manifiesto que de
acuerdo a la concepción de la naturaleza tendremos también una visión
del ser humano, hablamos así de una visión mediata del ser humano, pues
es importante primero partir del entendimiento acerca de la naturaleza,
estamos sometidos así a un concepto previo.

26 LONGHITANO, op. cit., p. 93.

27 BATLLORI, CALDENTY, M., Ramon Lull, Obras Literarias, Madrid, B.A.C., 1948, p. 612.
28 [bId, p. 623.

UNNERSlDAD DE S~1N BUENAVENTURA, D. c.. • FACULTADES DE FiLOSOFÍA Y TEOLOGÍA


representación. que. nos .hacemos de
la naturaleza, a saber, del determinismo y razón necesaria a un mundo
de posibilidades, donde la contingencia y la posibilidad consisten en las
grandezas del ente humano. Él se reconoce una criatura, un ser creado
cuya existencia es posible y no necesario, por lo tanto, su puesto en el
cosmos no es el de aquelque impone, somete ala naturaleza, sino que
él establece, de otro modo, continuamente un diálogo, se presenta como
hermano. 29
U~~?71osgTa~desaportes del pensamiento franciscano a la relación
~atural~~a-hoIIlbreeselestablecer puentes de comunicación entre los
dos. 3o Este modo depens~rve a la naturaleza en términos de "casa", de
"morada", estamos entonces hablando de participación, de acogida, de
fraternidad, la visión que se establece así es aquella de la interrelación,
de la interconexión, de la interdependencia. ¿No es esto una consecuencia
de la visión franciscana delafraternidad? Con ello es posible emplear "la
humildad" como experiencia religiosa dentro de la esfera de la ciencia y
la relación de ésta con la naturaleza. La misma ciencia con sus hallazgos
y progreso ha sentado las bases para ver en todo una composición de ele-
mentos, donde cada uno no pierde su identidad dentro de la complejidad
de las relaciones, además, ver allí un ordenamiento tal de estos elementos
con lo cual afirma la necesidad de una relación entre las partes para la
constitución de todo en el mundo.
En la base de esta visión de cosas está la concepción franciscana de "la
experiencia", lo que hace de él una "sabiduría vivencial" que descubre en
todo el complejo mundo de las relaciones, la interdependencia de todos los
elementos de la realidad, esto lo constituye en un modo de ser particular en
lo que concierne a la pedagogía y la investigación. Con esto afirmamos el
empeño de crear y formar conciencia antes que ciencia, a través de la cual
todo es una búsqueda de la fraternidad y un descubrimiento de la misma
en la realidad cotidiana. Afirma de igual modo, el franciscanismo, que
aquel que vive sin nada propio, vive sin posesiones, sin visiones de señor,
de dueño, en cambio si ve en todo un hermano, una hermana, por eso, él

MERINO, José A., La visón franciscana de la vida cotidiana, Madrid, Paulinas, 1991, p. 170.

1bid, p. 174.

FRANClSCANUl'i N. 1-15' ENEIIO - .4BRIL DE 2007


134~): LU1S FEf?NA,\'DO BE:VlTEZ ARIAS

no domina, no destruye. Esto es difícil de aceptar en una sociedad donde


la invitación es a poseer, a consumir, en otras palabras, el pensamiento
franciscano nos guía hacia la resistencia de "la ética del consumo"31. Aquí
el paradigma no es el consumo, sino el diálogo que ve en todo lo creado
una hermana, un herman032 .
Reflexiones como éstas no son posibles si noha:yiUl1.poco· de espe-
culación, por eso, en el pensamiento de Sa~)~~~~~VGntllraencontramos
esta necesidad expresada en la forma co~gIJ~.rTibimosla armonía
poema y su articulación a partir de las~~~~s.33I)esdela pedagogía
modo franciscano de investigar, todo GJyETicigdever las cosas a partir de
la experiencia sensible implica un reIIl~~taI'aDiosPadre como la causa de
todo ser creado, esta es la ratio de la i~YGeti~~cióndentro delpensamien-
to franciscano. Es aquí donde enco~traIIloslas raíces para la afirmación
acerca de las relaciones entre la inveetig~sióny la estética en clave fran-
ciscana, es decir, ir tras las huellas deIobello en todo entecread0 34 . La
belleza divina, impresa en toda criaturá,"laimpresión sensible" requiere
entonces un "más allá" para leer en el gral1.1ibro de la creaciónlos vestigios
del amor de Dios, amor manifestado entérminos de comunicación y de
participación. Desde este ángulo de perspectiva, todos los seres tienen su
propia identidad, su verdad óntica y con ello constituyen "la comunidad
cósmica" con el ser humano. 35
La categoría franciscana, que soporta este modo de concebir las rela-
ciones entre el ser humano y la naturaleza, es "la apertura", estar abierto
a ... Con esta categoría confirmamos aquello dicho anteriormente, a saber,
que la naturaleza está conmigo, con ello la incluyo en mi proyecto de
vida. Ella contribuye a la búsqueda de sentido, valor y significación en
la vida y existencia del ser humano. Para que esto surta efecto en la vida
de la persona es indispensable conocer las profundidades y las interio-
ridades de las cosas que me rodean, el modo de ser de ellas, hablamos

31 [bId, p. 178.

32 Documento La vida como diálogo, Curia General Orden de Hermanos Menores, Roma, 2005.

33 SAN BUENAVENTURA, BreviIoquio, pr6l, n.o 4.

34 Ver la nota de pie de página,n. 17 en el libro citado de José A. Merino, p.182.

35 [bId, p. 186.

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA,D. c., • FAC·UL1YI.Dl,S


lde
[lto de exploración sonIa intuición yla luzdelarazón.Estas· herra.mientas
:¡uí nos • ayudan. a construir una • óptica. propia que consiste en la comunión,
ldo la confraternización, la participación, estas son las categorías propias del
pensar franciscano en su relación con los seres deIa creación, destacando
pe-
a cada uno en su singularidad y en su grado de contingencia. Francisco
de Asís nos ensena a elaborar nuestra propia biografía interna, contando
con el aporte de los seres de la creación. Esto es tal que hay autores que
afirman el poder reconstruir la biografía de alguien a partir del contacto
con la naturaleza y lo que se dice de ella, esto lo aseveran tomando a la
pers9n~idSi0r~l1sis5gxelCántico a las Criaturas. Este vínculo es tal que
37
,de
nosatrevemosap~l1sarisielpensamiento franciscano no garantiza una
en-
ión "personalización" de todo ser creado.38
an- Surge además otra característica de la relación con los seres creados,
La según el pensamiento franciscano, esto es: "la cortesía" que reclama "la
ere sinceridad"39. Esto último es practicable cuando no hay ningún tipo de
Jios resistencia o de opacidad. "Sólo un hombre libre y liberado sabe son-
, de reír, danzar, y cantar y participar en la vitalidad libre e irresistible de la
lSU creación."40.
Nosotroshem.os venido presentando el pensamiento franciscano y la
experiencia de Francisco de Asís de un modo indistinto, pero en realidad,
vale la pena aclarar que cuando decimos pensamiento franciscano esta-
erto mos aludiendo al esfuerzo de sistematizar, de conceptualizar todo aquello
ber, que fue vida en el santo de Asís. Esta tarea es propia de todos aquellos
Ide hermanos franciscanos que disenaron un modo de ser, de pensar, de vivir
len según la experiencia personal del hermano de Asís. La visión franciscana
Ilida expresada en conceptos se puede ver en la obra de San Buenaventura,
para ello los remitimos a la explicación hecha por J osé Antonio Merino en
su escrito: El humanismo franciscano en las páginas 218-224.

36 MERINO, José A., El humanismo franciscano, Madrid, Cristiandad, 1982, p. 201.

37 CHESTERTON, San Francisco de Asís, Buenos Aires, Lohlé-Lumen, 1995, p. 116.

38 Escrilos de San Francisco, Leyenda Mayor, Madrid, BAC, 1980, c.8, n.o 6, p. 431; cfr le. n.o 58, p. 177.

39 KAZANTZAKIS, N., El pobre de Asís, Medellin, Copiyepes, 1992, p. 95-96.

40 MERINO, op. cil., p. 214.

FRANCISCANUl'-1 N,' 145' ENERO - ABRIL DE 2007


136~ LUIS FERNANDO BENíTEZ ARrAS

Parafraseando las palabras de Roger Bacon, debemos luchar por re-


nunciar al"vacuum" el vacío, puesto que esto destruye "la continuidad"
que debe haber en la naturaleza.41 Salgamos de nuestra vaciedad para
afrontar el problema de la ética y la ecología, ayudadas por el pensamiento
franciscano; no habiendo barrera o vacío entre la naturaleza y nosotros
los seres humanos, presentamos así entonces ~ll~s.tr(JproBlem.a central
formulado en términos del porqué de la na;l}]~17~~'isll.razónde ser, s~.
ontología, no apuntando por lo tanto al Pél!élxQll.é,.locual es reflejo dejé!.
mentalidad consumista, el dominio.
Concluyendo, digamos que los prg~t~~~~i~~bientalesde hoy en día
están reclamando respuestas éticaS'~8g~:lJ~~adaséstas de un grado de
sensibilización y de comprensión; fa~;~;~~;g~oestoliderazgo, si partimos
de la definición de líder como aqueL~~~,g.ándosecuenta de las necesi-
dades de los otros, supera obstáculos~a.r~cl~rrespuestas a ellas, creando
y ambientando un buen clima de relélcip~~s. Ante el impacto de las acti-
vidades hUlllanas en el entorno insisten; como en otras ocasiones, en la
importancia de la educación y la formaCiÓI1:rnedioambientales. "Debemos
enseñar a preferir la estética de lo naturaFfrente a lo artificial"42
Debemos incluso apropiarnos de ciertos términos que nos hablan
esfuerzo en favor del medio ambiente, y que hacen parte de todo nn:lVI~('­
to educativo, ellos son: promover, cooperar, anovar. desaJrrollar, pr01:eqrer.
preparar, prevenir, reconstruir, recuperar.
Se nota de igual modo cómo los estudios actualmente sobre el medio
ambiente, conceden a las ciencias sociales un papel de preponderancia,
donde la ecología tiene como marco de reflexión la crisis del hombre actual.
Las ciencias sociales, delante de los recursos naturales, se preguntan por el
porqué de éstos, cómo ellos se utilizan y con qué finalidad humana. 43 Con
esto, estamos corroborando la importancia del problema que nos propusi-
mos desde el pensamiento franciscano, estableciéndose así una relación
directa entre el pensamiento franciscano y el aporte de las ciencias sociales.

41 BACON, Roger, Communium Naturalium, Liber Pirmus, in: Opera hactenus inedita, fasc. III,Clalrenldorlianlo,
Oxonü, 191. p. 216-224.

42 LABRADOR HERRÁIZ, c., DEL VALLE LÓPEZ A., La Educación Medioambiental en los ,docum.mte,s inlter-
nacionales. Notas para un estudio comparado, en: Revista Complutense, vol. 6/2 (1995J,p. 89.

43 [bid, p. 92

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURil., D. c..• FAC'UL7jm"S


RTAS

e-
j" saber que lila vida en todas sus manifestaciones forma, conjuntamente con
ra el hombre, un sólo y gigante organismo"44,para ello es necesario crear un
lo nuevo paradigma científico en la educación medioambiental.
os
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44 Ídem.

FRANCISCANUM N. 145' ENERO - ABRIL DE 2007


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Recibido: febrero
Arbitrado: marzo 2007

UNIVERSlDAD DE SAN BUENAVENTURA,D. c., • FACULTADES DE FTWSOFÍA YTEOWGÍA

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