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¿Qué es el derecho penal tributario?

¿Qué es el derecho tributario penal?

Las dos primeras preguntas se pueden responder de la siguiente manera: En principio diría que no
hay un criterio uniforme dado que estamos hablando de dos ramas del derecho público que tienen
distintos fines. Cuando hablamos de derecho penal nos referimos a ilícitos sancionados con una
pena, que se encuentran determinados previamente en el código penal. Ahora cuando nos
referimos al derecho tributario, es hablar de un derecho de exorbitancia del Estado frente al
ciudadano, convertido en un mero contribuyente, de la función recaudadora del Estado.

La regulación jurídica de todo lo atinente a la infracción y a la sanción tributaria corresponde al


derecho penal tributario. Modernamente se presenta un problema doctrinal con respecto a la
ubicación del derecho penal tributario dentro del campo de las ciencias jurídicas, habiendo surgido
diversas teorías al respecto.

Ante el problema mencionado algunos doctrinarios sostienen que el derecho penal tributario es
simplemente un capítulo del derecho tributario, es decir, el derecho tributario es un todo orgánico
con aspectos diversos pero interconectados y en consecuencias, todo lo relativo a infracciones y
sanciones no deriva sino del propio tributario estatal. La singularidad de esta rama del derecho no
permite aplicarle las disposiciones del código penal salvo cuando la ley tributaria remita
expresamente a sus normas.

Los que opinan distinto sostienen que el derecho penal tributario es parte integrante del derecho
penal común (entiéndase código penal nacional) por lo tanto, existe identidad sustancial entre la
infracción criminal y la infracción tributaria y que el derecho penal tributario no es sino una parte
del derecho penal. La conclusión que puede extraerse de esta teoría es que el código penal es de
obligatoria vigencia para todo lo relativo a la infracción tributaria y su sanción, a menos que una
norma expresa derogue su aplicación.

Siguiendo la opinión de uno de los mayores especialista de derecho tributario Villegas, se puede
concluir los siguiente: el Derecho Penal tributario, al pertenecer al derecho penal general, no tiene
independencia funcional en cuanto al Derecho Penal común, cuyos preceptos regula el Código
Penal, por lo cual deben ser aplicadas las reglas de dicho cuerpo legal, sin necesidad de que la ley
tributaria expresamente remita a sus normas. No obstante, si mediante su normatividad la ley
tributaria regula una cuestión penal en forma diferente de la del derecho penal común, esto
significará el desplazamiento de dicha norma de derecho penal común, que se tornará inaplicable,
sin necesidad de normas expresas de derogación del Código Penal.

¿Existen diferencias entre ambos? En caso de que la respuesta sea afirmativa, enumere las mismas
y de su opinión personal.

Personalmente, adhiero a la opinión del doctor Villegas, es decir el Derecho Penal tributario, al
pertenecer al derecho penal general, no tiene independencia funcional en cuanto al Derecho
Penal común, cuyos preceptos regula el Código Penal, por lo cual deben ser aplicadas las reglas de
dicho cuerpo legal, pero si mediante su normatividad la ley tributaria regula una cuestión penal en
forma diferente de la del derecho penal común, esto significará el desplazamiento de dicha norma
de derecho penal común, que se tornará inaplicable, esto significa que un ley especial (las del
derecho tributario) desplaza a una ley general (las del derecho penal).

¿Qué es el fraude fiscal? ¿Cuándo se configura el ilícito fiscal? Defina y mencione la normativa que
rige la materia especificado:

-responsabilidad del autor del ilícito

-penas de prisión

-proceso legal correspondiente, pasos procesales

El fraude fiscal puede ser definido de modo amplio como la acción ilícita que se comete contra la
administración tributaria de un Estado y de modo especifico podemos mencionar algunos
ejemplos tales como la evasión de impuestos y otras actividades ilícitas como el ocultamiento de
ingresos, para evadir la ley y obtener ventajas fiscales.

Las leyes más emblemáticas en materia la Ley 23.771 de 1990; posteriormente modificada en el
año 1997 por la Ley 24.769. Más luego, en el año 2011 se sancionó la Ley 26.735 y más
recientemente a fines del año 2017, fue sancionada la Ley 27.430, actualmente en plena vigencia.

-garantías penales en el proceso penal tributario: el principio de culpabilidad, principio de


razonabilidad, principio de inocencia, principio nom bis in ídem, principio de juridicidad de la
actuación administrativa, principio de debido proceso.

En cuanto a las garantías penales, podemos mencionar las siguientes:

El Principio de Culpabilidad:

Básicamente es la noción de autoría en el delito, es decir que la acción típica antijurídica pueda ser
atribuida a un sujeto. El tema es de los más trascendentes en lo que hace a la zona de contacto del
Derecho Penal sctrictu sensu y el Derecho Tributario, pues la Administración, como maquina
recaudadora, pretende utilizar el rigor del Derecho penal con un fin recaudador, y establecer
obligaciones y responsabilidades objetivas, que chocan abiertamente con las garantías del proceso
penal, de raigambre constitucional.

El Principio de Razonabilidad:

El principio de razonabilidad se manifiesta o mejor dicho se violenta en las disposiciones de la Ley


Penal Tributaria, cuyos delitos calificados tienen una severidad en la punición fuera de toda lógica
y parámetro con relación a los bienes jurídicos protegidos. Sancionar con prisión efectiva de hasta
9 años la evasión calificada como si fuera un homicidio viola el principio mencionado.

El Principio de inocencia.

Tampoco es razonable y viola la garantía del artículo 28 de la Constitución Nacional las exigencias
procesales de caución real, y no excarcelación por el monto mínimo previsto para los delitos
calificados de fraude fiscal o previsional, previstas tanto por la Ley 23.771 y la actual 24.769.

El Principio Non Bis In Idem.


La existencia de sanción penal independiente de la administrativa, es una verdadera y fragante
violación de la garantía constitucional, desde el momento que no son dos tipos de penas
concéntricas, sino dos sanciones en ámbitos bien distintos.

El Principio de juridicidad de la actuación administrativa.

El principio básico de la actuación administrativa, es el de juridicidad o legalidad objetiva, que


debe privar en toda actuación de la Administración. Con la juridicidad como principio inspirador
del procedimiento administrativo, se quiere significar en suma, que el ordenamiento jurídico no
es, en dicho procedimiento, un valor renunciable.

El Principio del debido proceso.

La garantía del debido proceso, radica en la objetividad que caracteriza el tratamiento de la


controversia en la medida en que las partes enfrentadas se encuentran en un plano de igualdad
ante el Magistrado. Éste, pese a las facultades de gobierno e impulso, es un tercero imparcial que
decidirá acerca del mérito de la acusación traída a su conocimiento.

La imparcialidad como uno de los principios del sistema acusatorio, está consagrada en la
Declaración Americana de los Derechos del Hombre (Art. XXVI,); Declaración Universal de
Derechos Humanos (Art.10), y Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de Nueva York
(Art.14).

Deriva del mandato constitucional, que prohíbe la imposición de una pena sin juicio previo.

La garantía de la defensa en juicio.

Esta garantía se deriva del principio de debido proceso, se asienta fundamentalmente en la


posibilidad de obtener el amparo judicial de los derechos, lo cual supone, como es obvio, el
pronunciamiento de sentencias, que se funden en la ley y en la prueba de los hechos
controvertidos ya que, de lo contrario, solo existe un mero hecho de arbitrariedad o un capricho
del juzgador, y no una verdadera sentencia en el sentido requerido por la Constitución.

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