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Prácticas Parlamentarias*
Alfredo del Valle Espinosa**
y Oscar Gutiérrez Parada***
1. Introducción
Con la expedición de la nueva Ley Orgánica del Congreso General de los Estados
Unidos Mexicanos, publicada en el Diario Oficial de la Federación del 3 de septiembre
de 19991, por la LVII Legislatura, comenzó a incrementarse el uso de la locución
“prácticas parlamentarias”2. Esta locución o frase la encontramos en los artículos 40,
párrafo 2, inciso c) y 50, párrafo 1 de dicha ley3, y hace referencia a un proceder por
parte de diputados y senadores, así como de los órganos y unidades administrativas
que integran cada una de las cámaras que conforman el Congreso; de ahí que resulte
pertinente la pregunta ¿qué son las prácticas parlamentarias?
*
Del Valle Espinosa, Alfredo y Gutiérrez Parada, Oscar, “Prácticas Parlamentarias”, en Revista ABZ,
Ideas útiles para abogados, número 153, México, julio de 2003, pp. 57-62.
**
El maestro Alfredo del Valle Espinosa es el Secretario de Servicios Parlamentarios de la Cámara de
Diputados del Congreso de la Unión.
***
El maestro Oscar Gutiérrez Parada es Director de la Facultad de Derecho de la Universidad
Pontificia de México y consultor en regulación jurídica, Presidente de Directus CREJ. Correo
electrónico: oscargupa@terra.com.mx; ogp@directuscrej.com.mx
Los autores agradecen a la maestra Elia Sánchez Gómez sus observaciones lingüísticas.
1
Dicha Ley Orgánica ha sido reformada en tres ocasiones: 31 de diciembre de 1999, 09 de octubre de
2000 y 07 de diciembre de 2001.
2
En el Diccionario Universal de Términos Parlamentarios, no se refiere la locución “prácticas
parlamentarias”, a pesar de que muchas de las voces la refieren, (por ejemplo en las voces
“abstencionismo camaral”, apartado II, 18; “asesor parlamentario”, apartado III, p. 77; “cabildear”,
apartado II, p. 103; “comisión competente”, apartado II, último párrafo, p. 181; etc.). Diccionario
universal de términos parlamentarios, Coordinador Francisco Berlín Valenzuela, 2ª ed., Miguel Ángel
Porrúa, México, 1998. p. 789.
El maestro Elisur Arteaga Nava, también hace referencia a las prácticas parlamentarias, pero no las
define. Así, por ejemplo, al referirse a los requisitos de la iniciativa señala lo siguiente: “En la Ley
Orgánica no se establecen los requisitos y formalismos que una iniciativa debe cubrir; tampoco se
hace en el Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso, sobre el particular debe estarse a lo
que la práctica y costumbre parlamentaria determina.” ARTEAGA NAVA, Elisur, Tratado de derecho
constitucional, Vol.I, Oxford, México, 1999, p.296.
3
Artículo 40, 2, c): “La comisión de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias... .Se encargará de: ... c)
Impulsar y realizar los estudios que versen sobre disposiciones normativas, regímenes y prácticas
parlamentarias”; Artículo 50, 1. “El secretario de Servicios Parlamentarios vela por la imparcialidad de
los servicios a su cargo y realiza la compilación y registro de los acuerdos, precedentes y prácticas
parlamentarias.”
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Publicado en: Revista ABZ, Ideas útiles para abogados, número 153, México, julio de 2003, pp. 57-62.
Prácticas Parlamentarias Autores: Alfredo del Valle Espinosa y Oscar Gutiérrez Parada
“I. Costumbre proviene del latín consuetumen, por consuetudo, -inis, hábito adquirido
por la repetición de actos. Parlamentaria, véase parlamento.
4
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario de la lengua española, edición electrónica en disco
compacto, versión 21.2.0, Espasa Calpe, S.A., Madrid, España,1998. Visto el término como adjetivo,
aplícase a las facultades que enseñan el modo de hacer una cosa; como sustantivo, es decir, que tiene
existencia real, independiente, individual, se refiere al ejercicio de cualquier arte o facultad, conforme a
sus reglas/ uso continuado, costumbre o estilo de una cosa.
5
Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, Diccionario Jurídico Mexicano, 2ª ed., Tomo I, Ed.
Porrúa-UNAM-IIJ, México, 1987, pp. 764-765.
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Publicado en: Revista ABZ, Ideas útiles para abogados, número 153, México, julio de 2003, pp. 57-62.
Prácticas Parlamentarias Autores: Alfredo del Valle Espinosa y Oscar Gutiérrez Parada
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Diccionario.. ob. cit., pp. 304-305. Voz: “costumbre parlamentaria” (David Vega Vera. Este autor no
distingue en forma precisa los dos elementos de la costumbre cuando es generadora de normas, es
decir, la reiteración y la opinio iuris).
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En estos casos debemos observar que se trata de dos prácticas parlamentarias distintas: una,
relativa a realizar consultas o solicitar opiniones, y otra, que hace referencia a que la opinión se
convierte en sí misma en la práctica parlamentaria a seguir porque así lo ha opinado, por ejemplo, la
Secretaría de Servicios Parlamentarios. Queda en el tintero el análisis de la función arbitral que ciertos
órganos de apoyo desempeñan y que pudiera analizarse como una práctica parlamentaria más.
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Publicado en: Revista ABZ, Ideas útiles para abogados, número 153, México, julio de 2003, pp. 57-62.
Prácticas Parlamentarias Autores: Alfredo del Valle Espinosa y Oscar Gutiérrez Parada
Componentes Descripción
Elemento objetivo o fáctico Actos y actividades reiteradas o procedimientos
consuetudinarios.
Creencia de que esos actos y actividades son
Elemento subjetivo u obligatorios y que se concreta en la atribución de
opinio iuris significación normativa a los actos considerados
por parte del órgano, sujeto o sujetos que aplican
la norma.
Influencias con sentido político de los órganos y
sujetos que integran los congresos, respecto de
Elemento político ciertas actividades y actos que determinan modos
de proceder en la realización de sus funciones,
incluso de actores políticos que inciden en los
congresos en virtud de posiciones e ideologías.
Con base en el cuadro anterior, se puede decir que las prácticas parlamentarias
tienen como componente constitutivo y esencial la unión de los dos elementos de
costumbre con el factor político. Así pues, cabe señalar que dichas prácticas son
modos usuales de proceder por parte de diputados y senadores –y, como ya se dijo,
de ciertos órganos de apoyo- en el desarrollo de las funciones del Congreso, respecto
de los cuales existe reiteración, son considerados obligatorios y están matizados,
política e ideológicamente, por los diversos actores que confluyen en el Congreso.
Con base en este núcleo problemático, es importante tener en cuenta que muchos
actos o actividades desarrollados en el Congreso y calificados como prácticas
parlamentarias, realmente carecen del elemento subjetivo, es decir, de la opinión o
creencia de que determinado uso o modo de proceder es obligatorio.
Ante estas prácticas se puede construir un concepto en sentido débil. Con esta
concepción, podemos referirnos a un sinfín de prácticas parlamentarias a las que se
recurre por así convenir a los intereses de una fracción parlamentaria determinada,
pero que al no convenir a otro grupo, éste invoca la no obligatoriedad de la práctica
parlamentaria de que se trate. Aquí el problema reside en la ausencia del elemento
subjetivo –creencia de que es obligatorio- y no tanto en el problema, muy diferente,
de que no existen mecanismos para hacer cumplir las prácticas parlamentarias que
se invoquen, sea en favor de un interés o de otro.
Ahora bien, las prácticas parlamentarias en sentido fuerte conforman una de las
fuentes del Derecho Parlamentario, ya que si atendemos al concepto de éste8, entre
las normas que rigen los actos de los parlamentos están las que se configuran por las
prácticas parlamentarias y, por ende, éstas son una de sus fuentes. De esta manera,
las fuentes del derecho parlamentario básicas son:
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Berlín Valenzuela define el Derecho Parlamentario como "el conjunto de normas que crean,
establecen, impulsan, garantizan y rigen las acciones de los parlamentos, las interrelaciones
sociopolíticas que mantienen con los otros poderes del Estado, los partidos políticos, las instancias de
la sociedad civil y los individuos, así como con los valores y principios que animan su existencia
institucional y lo motivan a procurar su realización, por haber sido instituidos por el pueblo como
expresión de su querer ser político". Habría que agregar a esta definición que junto a la serie de
normas está el conjunto de prácticas parlamentarias respecto de los modos usuales de proceder de los
miembros de los congresos y, en algunos casos, de determinados órganos de apoyo de los mismos.
Diccionario ..., ob. cit., p. 244.
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Solamente se consideran fuentes del derecho parlamentario los acuerdos siguientes: Acuerdo
parlamentario relativo a la organización y a las reuniones de las comisiones y comités de la Cámara de
Diputados, aprobado el día 28 de noviembre de 1997; Acuerdo parlamentario relativo a las sesiones,
la integración del orden del día, los debates y las votaciones de la Cámara de Diputados, aprobado el
día 6 de noviembre de 1997; Acuerdo parlamentario relativo a la integración del orden del día, las
discusiones y las votaciones, aprobado el día 14 de diciembre de 2001; Acuerdo que establece los
lineamientos que se observarán para acreditar las asistencias de los diputados a las sesiones
plenarias, así como para la debida justificación de los retardos e inasistencias a las mismas, propuesto
por la Junta de Coordinación Política el 12 de abril de 2001.
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Publicado en: Revista ABZ, Ideas útiles para abogados, número 153, México, julio de 2003, pp. 57-62.
Prácticas Parlamentarias Autores: Alfredo del Valle Espinosa y Oscar Gutiérrez Parada
En caso de que una iniciativa se turne a dos o más comisiones se presenta una serie
de problemas. Por ejemplo, un turno a cinco comisiones: tres de ellas se integran,
cada una, de 16 miembros, lo que suma un total de 48 legisladores, y las otras dos se
integran, cada una, de 30 miembros, es decir, 60 legisladores, y debe haber
consenso entre 108 legisladores. Ante la dificultad para lograr este consenso, se han
generado diferentes formas de trabajo. Una práctica, no reiterada, muestra que cada
comisión emite un predictamen12 y a través de grupos de trabajo, se van “sumando”
los consensos. Otra práctica es crear una subcomisión común a las cinco comisiones
que emita un predictamen.
Esta es la práctica parlamentaria, sin embargo, ¿si una comisión se reúne o instala
para funcionar con la mayoría de sus miembros, la decisión tomada por la mayoría de
los ahí presentes debería ser válida? Si a esta interrogante se respondiera
afirmativamente, es evidente que si una comisión se reúne validamente con dieciséis
de sus miembros, bastaría con una votación de nueve para que se tomaran
decisiones válidas. La práctica parlamentaria en este caso, basada en una
interpretación del artículo 93 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso
General de los Estados Unidos Mexicanos, interpretación en la que opera de manera
decisiva un fuerte ingrediente político (lograr el mayor grado de consenso y, por ende,
de legitimidad), exige que tanto para quórum como para votación, por lo menos, se
tengan la mayoría del número de miembros de la comisión de que se trate.
a) Una inherente al proceso político que da como resultado una ley (ésta se ve
como producto de una decisión política);
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De hecho no se publica en la Gaceta Parlamentaria ningún dictamen que no lleve por lo menos
dieciséis firmas.
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Prácticas Parlamentarias Autores: Alfredo del Valle Espinosa y Oscar Gutiérrez Parada
Diagrama: Iniciativa
Eje político
Eje jurídico
La mayoría de las veces el eje jurídico –marco normativo- representa límites para
decidir, por lo que se decide con base en el eje político, es en estos casos cuando las
prácticas parlamentarias, tanto fuertes como débiles, juegan un papel decisivo.
7. Corolario
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Queda por explorar en qué proporción las prácticas parlamentarias son usadas como
sustitutivas del marco jurídico del Congreso, tanto en su funcionamiento como en el
proceso de producción normativa de nivel ley, bien sea porque las pautas normativas
son insuficientes o porque representan límites demasiado estrictos para la toma de
decisiones. En este punto es importante plantear la necesidad de realizar diseños
institucionales (a partir de la elaboración de diagramas de bloque, matrices de
escenarios y flujo-gramas) que permitan revisar y replantear los caminos y los
procedimientos a los que debe ajustarse la actividad del Congreso.
Choca con el sentido común que el marco jurídico del Congreso –las fuentes del
derecho parlamentario- esté dado por disposiciones inconsistentes entre sí desde una
perspectiva sistemática. Sólo por dar un ejemplo mencionemos que la Ley Orgánica
del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos es de 1999 y el Reglamento
Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos es de 1934: las
épocas en que tales marcos normativos fueron concebidos son totalmente diferentes
y las maneras en que se construyen actualmente los consensos son también
diferentes de como se hacía en los años treinta. Esa inconsistencia “temporal” (pero
profunda en cuanto a concepciones para que el Congreso desarrolle sus funciones)
se ha resuelto a través de una práctica parlamentaria más: expedir un tipo de acuerdo
parlamentario que regule ciertas actividades relacionadas con la construcción de
consensos y la toma de decisiones.
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Ponen en marcha
Entendimientos mecanismos para
Grupos de presión = compromisos influenciar y para
grupos de interés acercarse al órgano
que decide
No sólo el interés de Sino el de los sujetos
los partidos políticos beneficiados o perjudicados
¿ cu
á
im p l v a a s
a
d ec c t o d e e r e l
Se debe generar una legitimidad is i l
“proceso electoral” C on o n es d as
gr e el
so?
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