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Conocida periodista de la Radio-Televisión italiana, traduc-

' tora de la obra de Ernesto Sábato, amiga personal de Krish-
namurti y Sai Baba, Fausta Leoni es una viajera incansable
,\
apasionada por los misterios. Con un éxito sin precedentes
,
,
en este género, la historia de su propia reencarnación ha
.
, • conmocionado al público de Chile, Argentina e Italia. He aquí,
, , para los lectores de MAS ALLA, su experiencia.

A UNQUE comenzó el ejercicio portajes para la prensa y la televisión

1
del periodismo con apenas
dieciséis años, Fausta Leoni
ha tenido una trayectoria profesional
poco convencional. A los veinte años
contrajo matrimonio con un conocido
humorista italiano con el que habría de
vivir la experiencia del recuerdo de su
anterior reencarnación. No fue una ex-
perienciafácil.A su naturaleza analítica
y necesitada de pruebas concluyentes
se unía el miedo a saber, sobre todo el
miedo a contar después una historia
que pudiera influir en miles de perso-
nas. No era tampoco una mujer espe-
cialmente predispuesta al esoterismo,
sino más bien alguien que necesita ver
para creer, consecuencia de lo que ella
misma denomina «cierta deformación
profesional». De la joven que llega a
Brasil a estrenar su vida de casada a la
Fausta que viaja hasta Huallpa, Perú, a
reconocer el lugar donde vivió su vida
anterior, la iglesia y el cementerio en el
que desarrollaba el trabajo de comuni-
car a los padres con los hijos fallecidos,
han pasado algunos años de gran in-
tensidad vital: presentimientos, enfer-
medades y asombrosas coinciden-
cias.
Después, su vida se ha convertido
en una búsqueda continuada de los
misterios y de las posibles explicacio-
nes. India, Tíbet, Sudamérica, Krishna-
murti, Sai Baba, Auroville, los ciruja-
nos psíquicos filipinos, el 1 Ching, el Ta-
rot, la Astrología, temas y personajes
,.t que han merecido su interés y que en
algunos casos se han traducido en re-
prensadelmisterio.blogspot.com
que despertaron verdadero entusias-
mo entre el público.
Poco antes de realizar una encuesta
para la RAI sobre el Más Allá, cayó en
sus manos un libro del que ella no tenia
ninguna noticia y que había escrito un
abuelo suyo, también periodista, titula-
do El Más Acá. Como destacado perio-
dista de su época, su abuelo se
había dedicado a descubrir el fraude
de los fenómenos ocultos. Fausta Leo-
ni se ha apasionado por el mismo te-
ma, pero con intenciones y conclusio-
nes harto diferentes. Quizás con ella se
cierra un ciclo.
LA LEY DEL KARMA
—¿•or que se decide a contar su
historia?, ¿obedece a una necesi-
dad de comunicación suya o al
deseo de que los demás conozca-
mos que algo así es posible?
--Ante todo porque alguien que es
periodista es lógico que cuente lo que
le ha ocurrido, como una forma de ge-
nerosidad. Yo llegué a la hipótesis del
karma por la vía de la experiencia, sin
saber nada sobre el tema. Pero des-
pués me documenté, recorrí varios
paises, contacté con muchas perso-
nas. La teoría de la reencarnación for-
ma parte de la cultura más seria y pro-
funda de la Humanidad. Aristóteles,
Pitágoras, Virgilio, Balzac, Goethe,
Tolstoi, Huxley, las mentes más abier-
tas del mundo, han creído en ella. Hace
quince años que, de forma sistemática,

se practican regresiones hipnóticas
como vía para conocer las vidas pasa-
das, y este es un hecho que ya nadie
puede negar. Científicos alemanes, ru-
sos, americanos, como Dtethlesen,
Benetton y Fisher, realizan hipnosis
regresivas en las que todos los pacien-
tes describen vidas anteriores que
después se confirman como reales en
los documentos históricos. En concre-
to, estos dos americanos envían a los
pacientes no a la vida precedente, sino
a una etapa que está entre una vida y
otra y que en el Libro Tibetano de los
Muertos denominan el Bardo. Esto es-
tá funcionando en todas partes del
mundo y no podemos seguir ignoran-
do algo tan serio.»
—¿Pero cómo puede ser el hom-
bre libre si siempre está pagando
culpas anteriores? ¿No cree que ya
«H ace quince años que se practican de forma
sistemática regresiones hipnóticas como vía para
conocer existencias pasadas.»
en la propia vida uno expía suficien-
temente sus pecados?
—«A lo largo de las vidas sucesivas
aumenta el nivel de consciencia del
Hombre, hasta que se genera el Hom-
bre Máximo o perfecto. El hombre per-
fecto es ya pura energía y pura inteli-
gencia, no reencarnándose más en
esta dimensión. Cuando una energía
ha de volver a la Tierra parece que se
deja aconsejar por tres entidades muy
elevadas espiritualmente que indican
cuál es el karma que le conviene para
que evolucione su problema con
mayor rapidez. Así, por dura que sea, la
vida que tenemos la hemos elegido
nosotros. Diríamos que el karma es co-
54
Reportaje
mo una mesa con un diseño determi-
nado, donde cuestiones como el mo-
mento del nacimiento y el de la muerte
son inmutables. Pero dentro de la me-
sa uno puede poner lo que le plazca, y
ese es el libre albedrío, la posibilidad
de llenar tu existencia de cosas positi-
vas o negativas aunque haya una con-
figuración prediseñada. El libre al-
bedrío tiene perfecta cabida dentro de
la ley del karma. Lo interesante es que
cuando uno entiende finalmente esta
ley termina de producir nuevos kar-
mas, además de eliminar los del pasa-
do.»
—Es usted italiana y de tradición
católica. Hoy muchos católicos se
plantean la reencarnación, pero no
saben cómo hacerla compatible con
su religión.
—«Bueno, en el catolicismo hasta el
año 553 la reencarnación era oficial.
Fue Justiniano quien la prohibió por
encontrarla una idea peligrosa, ya que
la gente podía pecar impunemente si
pensaba que lo pagarían en próximas
vidas.»
—¿Y en el Nuevo Testamento?
¿Por qué no aparece con más clari-
dad la idea de la reencarnación?
—«Frases del tipo: "Las almas serán
cambiadas en cuerpos diferentes"
pertenecen a nuestros textos sagra-
dos. Yo conozco a muchos jesuitas
que lo saben y que afirman que la reen-
carnación es una idea peligrosa. Fíjate
que etimológicamente hereje significa
capaz de elegir, y que por parte de al-
gunos grupos cristianos como los cá-
taros, la resistencia a renunciar a la
reencarnación fue muy tenaz. En el si-
glo xiii, la Iglesia logró acallar totalmen-
te la idea de la reencarnación, pero al-
gunos grupos secretos místicos como
los alquimistas o los rosacruz mantu-
vieron la llama encendida hasta las
épocas modernas. En el xviii grandes
cerebros europeos y americanos vol-
vieron a adoptar esta creencia.»
—¿Todo el mundo tiene posibili-
dad de conocer sus vidas anterio-
res? Si la Naturaleza nos ha dotado
del olvido, supongo que con alguna
finalidad, ¿es aconsejable que las
conozcamos?
—«Mi deformación profesional me
lleva a la necesidad de tener que en-
contrarle un sentido a los grandes mis-
terios. Si hoy de verdad a alguien le in-
teresa encontrar su vida anterior y libe-
rar así sus traumas, puede hacerlo me-
diante la regresión hipnótica. "Trauma"
significa "Herida", y los estudios más
recientes demuestran que un niño ya
nace con determinados traumas o he-
ridas en su cuerpo. El escritor e investi-
gador americano John Stevenson ha
dedicado parte de su vida a hipnotizar
a niños que ya nacían con heridas, y 17
de 17 casos narraron haber muerto de
muerte violenta. Es lógico que como el
cuerpo es una psique consolidada los
traumas afecten también al plano físi-
co.
Además, en los estudios de los últi-
mos veinte años se observan cosas
muy interesantes, como la siguiente:
todas las enfermedades actuales vie-
nen de errores anteriores y que los gru-
pos familiares y de amigos somos
siempre los mismos, aunque cambia-
mos de roles hasta cumplir entre noso-
Son muchos los personajes que Fausto Joni tuvo oportu
En esta doble página podemos ver a algunos de ellos. De izda. a dcha., Sai Baba, Krishnamurti Madre y Sri Aurobindo.
Arriba, Fausta Leoni durante un momento de la entrevista.
«Cuando una persona entiende finalmente la
ley del karma termina de generar nuevos karmas.»
tros todas las posibles relaciones (se-
xo, madre-hijo, esposo...) y hasta que
dichas relaciones son perfectas. Pare-
ce que también existen otras vías de
perfeccionamiento evolutivo que no
incluyen el ciclo terrenal. En cualquier
caso, no son cosas que yo invente, y
aquí hay una literatura inmensa al res-
pecto que incluye a muchos profeso-
res de Universidad, médicos y hom-
bres de ciencia.
Con respecto al olvido, indudable-
mente éste tiene una razón de ser. Co-
Je conocer a lo largo de su dilatada carrera profesional.
nocer la vida anterior condicionaría
enormemente la actual, y uno iría a
buscar las mismas personas, expe-
riencias y lugares. La mente olvida, pe-
ro no el poso humano, el alma. Por eso
cuando un niño nace, enseguida se ve
si es antiguo o moderno, se percibe
cuánto peso humano tiene. Entre una y
otra vida existe ese período que lla-
maríamos "de sueños", en el que uno
olvida lo anterior y renace como perso-
na nueva.»
—¿Cómo se explica entonces que
haya gente como usted, a la que las
imágenes y los recuerdos de su vida
anterior le llegan con mayor facili-
dad?
—«Parece que quien se encuentra
con esta vivencia está más o menos al
final de su vida terrenal, pero por eso
también las de estas personas son vi-
das muy duras, como si uno no tuviera
derecho a disfrutar de una vida terrenal
normal y estuviera abocado a la obser-
vación y la reflexión, sin posibilidad in-
cluso de establecer una pareja o de te-
ner hijos. Para mí el conocimiento de
mi anterior vida ha sido condicionante,
pero también me ha proporcionado la
profunda alegría de liberarme del sen-
timiento de injusticia, de rebeldía ante
tantas cosas de la vida que no entien-
do. En el momento en que se sabe que
nada es por azar, eso te proporciona
calma. Así es comprensible el porqué
unos son ricos y otros viven en la mise-
ria, unos son bellos y otros muy feos.
Parece que todos pasamos por todas
las experiencias posibles, nacionali-
dades, religiones y niveles sociales, y
eso sin duda resulta más justo.»
—Sin embargo, las personas que
no creen en la reencarnación argu-
mentan dos cuestiones esenciales:
que si fuera cierta la existencia cícli-
ca no seríamos cada vez más nume-
rosos y que en el caso de los niños
que mueren poco después de nacer
no tienen tiempo de acumular ni de
lavar culpa alguna.
—«Sí, son las preguntas más habi-
tuales. En lo que respecta a ser cada
vez más numerosos, la explicación ra-
dicaría en que evolucionamos desde
todos los estadios de vida, mineral, ve-
55
epoud el 1 que esurivi el iivro, corno 51 IC..)
hubiera hecho desde un estado de
trance.»
LA OBSESION POR LA MUERTE
—Siempre fue una mujer muy
preocupada, casi obsesionada por
la muerte. ¿Ha cambiado en algo su
visión del tema a raíz de su experien-
cia de reencarnación?
—«Sí. Ahora veo la muerte como el
paso de la noche al día, como los tiem-
pos de la respiración. Cuando uno na-
ce muere a la dimensión que conocía.
«Todas las enfermedades actuales vienen de
errores anteriores. Los grupos familiares y los
amigos son siempre los mismos, hasta que
cumplimos entre nosotros todas las posibles
relaciones y hacemos que éstas sean perfectas.»
56
Sólo tenemos hipótesis, porque el
hombre es un misterio humano dentro
de un misterio cósmico y únicamente
los idiotas pueden estar seguros de al-
go, pero parece que con la muerte uno
entra en una vida sin cuerpo. La vida
permanece, como la lámpara que se
rompe sin que ello signifique que la co-
rriente haya dejado de existir. Aunque
ahora la muerte me produce menos te-
rror, sí que me provoca una cierta re-
pugnancia, ya que yo soy una persona
con un sentimiento trágico de la exis-
tencia. Cuando en mi vida mueren per-
sonas cercanas y queridas, sigo po-
niéndome enferma de dolor.»
—Su enfoque de la muerte ¿puede
tener relación con la forma brutal en
que fallecio en su vida anterior, ente-
rrada viva por orden de la Inquisi-
ción por sus prácticas de brujería?
—<Yo sé ¡que l mi vida como bruja en
Perú tiene unas características espe-
ciales que generaron muchas cosas
que hoy debo equilibrar. Piensa en una
india cuyo trabajo era acudir a los ce-
menterios durante la noche para poner
en contacto a los padres con los hijos
recién muertos, una india temida y
despreciada por el pueblo, a la que es-
cupían y frente a la que se santiguaban
cuando se la encontraban durante el
día. Al perturbar el natural tránsito de
los muertos y atraerlos a la tierra con
mis prácticas, yo alteraba el orden cós-
mico y, en consecuencia, generé un
karma que ahora he de pagar.»
—Entonces, ¿con el espiritismo
uno atenta contra ese orden cósmi-
co?
 tenores cometieron tantos excesos
amorosos que en la actualidad deben
compensarlos con la abstinencia. Lo
cierto es que al conocer el motivo, se
resignan.»
—Habla de entidades que entran
en nosotros, que de alguna forma
sustraen nuestra energía. ¿Cuál es
la finalidad de algo así?
, Parece que cuando alguien mue-
re sin que nunca hubiera pensado en
el Más Allá ni en la posibilidad de so-
brevivir de alguna manera, en especial
en losfallecimientos por muerte violen-
ta, les cuesta darse cuenta de que han
muerto e instintivamente tratan de se-
guir viviendo en este plano y buscan
seres que les den vida y energía, gente
con canales muy abiertos que hacen
posible su acceso. Diríamos que el
cuerpo astral del fallecido no admite la
muerte del cuerpo físico y que desea
quedarse en este plano. Y hay gente
En la página anterior, Fausta Leoni permi-
que realmente muere por este moti-
te que la curandera Josefina Escandor in-
troduzca sus manos en el vientre abierto.
vo...»
—«Yo he empleado veinte años de Arriba, el curandero Tony Agpaoa se con- —Usted ha investigado también
mi vida como periodista para estar se- centra en la capilla antes de operar. Aba- las enfermedades mentales. ¿Cómo
gura de que lo que ocurre en una se- jo, el curandero filipino Gregorio Sar- se explica la locura en este contex-
sión espiritista no es prestidigitación. miento. A su lado, capilla filipina en la pro- to?
Allí se han revelado informaciones que vincia de Pan gasinan. --«Como periodista y para realizar
ninguno de los presentes conocíamos una investigación yo pasé dos meses
y que han sido constatadas después. ingresada en un psiquiátrico y puedo
Sin embargo, practicar el espiritismo concluir de todo lo que observé que
puede ser peligroso e injusto, porque
se atraen fuerzas y energías que han
de alejarse. En mi historia yo hablo de
una persona vidente llamada Fidelia
que sin conocer ni mi nombre dio deta-
lles impresionantes de mi vida y de sus
motivaciones más profundas. Por
ejemplo, ella me dijo que yo no podría
tener hijos por mi trabajo anterior de
conexión entre padres e hijos muertos.
Yo acababa detener un aborto que me
dejó imposibilitada para la descen-
dencia. ¿Es demasiada casualidad, o
no?»
—¿Cómo se explica lo que le suce-
dió en Brasil, donde aparente-
mente la energía de alguien que
había fallecido le influyó hasta el
punto de hacer peligrar su vida?
—«A lo largo de estos años de inves-
tigaciones he conocido muchos casos
de gente con apariencia sana que, sin
embargo, se están muriendo; son per-
sonas que notan que la vida se les es-
capa lentamente, pero cuando van a
hacerse un chequeo médico todos los
resultados son correctos. Esta gente ha
absorbido la energía de alguien falleci-
do, tal como a mí me sucedió en Brasil.
Otra gran cantidad de las personas
que me llaman son mujeres jóvenes,
inteligentes, bellas, que parece que lo
tienen todo en la vida y sin embargo no
«En estos años de investigaciones he conocido
consiguen tener una relación amorosa personas cuyos análisis médicos afirman que están
estable. Ellas se preguntan los motivos
de esta carencia, y cuando empiezan a sanas y sin embargo se están muriendo. Esta gente
ver las cosas desde el punto de vista
del karma entienden que en vidas an- está prestando su energía a entidades fallecidas.»
57

una gran parte de la gente catalogada
como loca no son realmente locos, si-
no personasen las que se ha introduci-
do una entidad ajena. He conocido lo-
cos que en su total ignorancia cada día
pintaban perfectamente en estilos dife-
rentes, hoy como Picasso, mañana co-
mo Modigliani o como Cezanne...¿Có-
mo puede explicarse algo así? Parece
evidente que existen personas con
una mentalidad tan vacía que en ellas
puede colarse la personalidad de
cualquier otro. Así, para mí, la esquizo-
frenia se explica por este fenómeno de
posesión.»
—¿Y qué opinan los psiquiatras
con los que ha comentado sus teo-
rías?
--«Ya a principios de siglo existían
psiquiatras que estudiaban la locura
desde esta óptica y que trataban de cu-
rar no tanto el sustrato físico cerebral,
sino la energía que operaba desde el
alma. Yo estoy muy en contacto con la
comunidad científica, yen el campo de
la psiquiatría hay médicos que empie-
zan a tomar en serio estas cuestiones y
que incluso las aplican a sus terapias.
Cuando una persona tiene los canales
muy abiertos debería cuidarse de de-
terminados sitios o situaciones. Por
ejemplo, yo no puedo ir a los cemente-
58
Reportaje
«He pasado dos meses en un psiquiátrico
estudiando la locura. Hoy estoy casi segura de que
la esquizofrenia se explica por un fenómeno de
posesión.»
nos porque allí absorbo todas las
energías y llego a enfermarme real-
mente. Sólo me he desmayado tres ve-
ces en la vida ante gente que juzgué
como antipáticas. Ahora sé que no es
cuestión de antipatía, sino de emana-
ciones negativas que entran en ti.»
—En una encuesta que usted y su
equipo realizaron para la televisión
italiana detectaron que la gente ha-
bla muy poco del más allá, que ape-
nas reflexionan sobre la muerte. ¿A
qué lo atribuye?
—«Es cierto. La gente no habla de la
muerte, como si fuéramos eternos, co-
mo si el solo hecho de mencionarla pu-
diera, en cierta forma, convocarla o
provocar mala suerte. Yo creo que
después del sexo, es el último tabú que
nos queda, pero que en cincuenta
años esto va a cambiar radicalmente.
El famoso escritor e investigador ame-
ricano Wickland afirma q ue en un futu-
ro próximo el conocimiento del propio
karma y de las existencias anteriores
constituirá la experiencia más impor-
tante en la vida de una persona. Si a la
vida le ha tomado siglos y siglos per-
feccionarse, es impensable creer que
la vida humana, la lorma de energía
más concentrada y perfecta, se haga y
se deshaga en ochenta años.»
—Usted habla continuamente de
la energía. ¿Su experiencia y su defi-
nición de Dios responde también a
una explicación energética?
—«Pienso que a Dios podemos en-
tenderlo como la concentración de
energía más potente o bien como un
grandísimo artista al que su obra le falló
por algún sitio. Estamos rodeados de
energía, la vida entera es una energía, y
Dios, por tanto, ha de ser algo así como
la más potente central atómica del uni-
A la izda., momento ritual de/baño de los
habitantes de Benarés, en el Ganges, porque tenía que entender si había o
donde Fausta Leoni estuvo varias veces. no algunatrampa, y hoy recomendaría
Arriba, curanderos filipinos diagnostican a cualquier persona que fuera a verlo
el estado físico de Fausta Leoni. A la directamente. Hace poco tiempo me
dcha., e/ senador Juanito Flores tratándo- llamó Ernesto Sábato para comunicar-
la de artrosis cervical. me que los curanderos filipinos se
habían instalado en Buenos Aires, en
un centro muy serio llamado Centro
Argentino Brasileño, en el que han
verso. Yo no creo que sea una entidad operado a 8.000 personas con un 75
de poder infinito porque como omni- por ciento de curaciones ante la pre-
potente determinados aspectos de sencia de treinta y seis médicos inter-
muerte o enfermedad no tendrían ca- nacionales. Un grupo de científicos
bida. Prefiero pensar en él como descubridores de la bomba atómica
energía antes que como entidad inteli- contactó conmigo para que les expli-
gente, pero por supuesto es una visión case lo que había visto. Parece que la
muy personal y subjetiva.» clave puede estar en la cohesión ató-
mica, de forma que ellos emanan una
fuerza enorme que rompe la carne co-
BUCEANDO EN LOS MISTERIOS mo lo haría el bisturí y que cuando sa-
can las manos la materia vuelve a su
—Después de su experiencia de estado original, justo como si sacasen
reencarnación viaja a Filipinas a rea- el dedo de un vaso de agua. Yo me so-
lizar un serio estudio sobre los cu- metí a sus operaciones a pesar de que
randeros psíquicos, sobre los que conocía su analfabetismo y sus malas
hizo varios reportajes que causaron condiciones higiénicas. Como perio-
verdadera conmoción. ¿Qué puede dista no podía crear falsas expectati-
decirnos sobre lo que vio allí? vas. Después, en el Instituto de Medici-
—«Viajé como periodista a Filipinas y na Legal de Roma, hice analizar tanto
junto a otros compañeros elaboramos mis extracciones como las de otros pa-
varios reportajes para la televisión y la cientes y efectivamente pertenecían a
prensa italianas. Yo misma me hice nuestros cuerpos, no había posibilidad
operar en cinco ocasiones por ellos, de que nadie las hubiera puesto allí.
«En Auroville la gente medita tomando la
, la mente para conseguir que la célula
energía del cuerpo y emitiéndola sobre la mente.
Así acostumbran a la célula física a la muerte
crean el hombre inmortal.»
También Shirley McLaine y varios de
sus amigos se sometieron a estas ope-
raciones y cuentan mi misma expe-
riencia en un libro titulado Dentro de
mí»
—Usted también ha elaborado re-
portajes sobre Sai Baba y la ciudad
de Auroville, ¿a qué conclusiones ha
llegado?
—«Si nos atenemos a la simple ob-
servación deberíamos concluir que
Sai Baba es un hombre que materiali-
za objetos con solo pensarlos. He es-
cuchado a mucha gente afirmar que se
trata de un fraude, pero personalmente
pude presenciar cómo 600.000 perso-
nas caían en éxtasis en su presencia, y
ese es un espectáculo realmente im-
presionante que lo señala como una
persona con una fuerza especial.
Lo que vi en Auroville pertenece a
otra categoría. Es una ciudad fundada
por Aurobindo y Madre, magnífica
desde el punto de vista arquitectónico
yqueagrupaapersonasdequince na-
cionalidades distintas. Estaba estruc-
turada para 50.000 personas, pero
cuando murió Madre eran 600 y así ha
quedado el número. Allícoexisten la fa-
bricación artesanal de inciensos con
las computadoras de alta tecnología.
Además han construido algo magnífi-
co, una inmensa bola similar a la Torre
de Babel pero con un sentido de unión
universal. La gente va a meditar a esta
grandísima esfera; toman toda la
energía de su cuerpo y la emiten sobre
física se acostumbre a la muerte y crear
así el hombre inmortal o eterno. Este
proceso espiritual interior hace que las
personas sean encantadoras y que
encarnen realmente al hombre del
59

mañana. Cuando pasamos el progra-
ma en latelevisión italiana todo el mun-
do se quería ir allí, pero no es posible.»
—¿Cuántos de los fenómenos hoy
inexplicables son provocados por
entidades externas a nosotros y
cuántos por nuestras propias capa-
cidades aún no descubiertas?
—«Yo pienso que nosotros no pro-
ducimos nada y que hay que atribuirlo
a cosas que están afuera de nosotros.
A mí me han ocurrido muchos fenó-
menos espontáneos, pero cuando he
tratado de provocarlos de manera vo-
luntaria jamás he conseguido nada. Es
lo invisible lo que determina lo visible,
lo ideal lo que determina lo material,
por eso cuando intervienen cosas co-
mo el deseo o la voluntad es cuando
nada sucede. Aurobindo afirmaba al-
go que para mí resulta fundamental:
"La razón no es una inteligencia que
comprende, sino una ignorancia que
discute". Yo me he dado cuenta de que
en estados de debilidad, por ejemplo
durante un embarazo, la comunica-
ción con entidades externas a nosotros
es mucho más fácil. Ocurre lo mismo
con las personas que practican el ayu-
no y que llegando a un estado de debi-
lidad controlada es cuando experi-
mentan sus visiones. Parece que la
clave está en conseguir el vacío men-
tal.»
60
Reportaje
«Yo no sé si Sai Baba es o no un
prestidigitador, pero he visto a 600.000 personas
caer en éxtasis ante su presencia y eso es algo
inolvidable.»
—Sin embargo, ese vacío mental
parece algo difícil de conseguir. Us-
ted que ha viajado y conocido mu-
chas técnicas diferentes ¿ha encon-
trado alguna que pueda aplicar a su
vida cotidiana?
, Practico un mantra budista con el
que no tengo más remedio que reco-
nocer que obtengo grandes resulta-
dos a pesar de la risa y el sentimiento
de vergüenza que me despertó en un
principio. Se trata de algo realmente
asombroso, como un vehículo con el
que uno se pone en armonía con la vi-
da. Sin embargo, puesto que lo intenté
con otras técnicas sin resultado, debe
ser que no me corresponden por algún
motivo. Durante mis estancias en la In-
dia pasé meses en los asrams obser-
vando técnicas para lograr ese vacío,
pero mi honestidad me obliga a reco-
nocer que no lo consigo y que ese es el
motivo por el que padezco tanto de in-
somnio, justamente porque mi cabeza
está siempre funcionando. Conozco
gente que practicando meditación dos
veces al día entra en contacto con un
mundo diferente, pero para mí no es
tan sencillo. Debe ser también un poco
de deformación profesional, el resulta-
do de tantos años trabajando en televi-
sión.»
—La oposición entre ciencia y reli-
gión ¿es algo que perteneceal pasa-
do?
--«Yo conozco a muchísimos y bri-
llantes científicos que se han interesa-
do por todo esto. Los científicos serios
nunca dicen que algo es imposible o
mentira, sino simplemente "nosotros
todavía no sabemos hacerlo, aunque
todo es posible". Hoy más que nunca
se nos confirma que sobre el misterio
del cosmos y del universo no sabemos
nada y que lo que ahora parecen fenó-
menos sospechosos dentro de muy
poco serán tratados con absoluta nor-
malidad.»

A la izda., instantánea de la ciudad india
de Benarés. Abajo, Fausta Leoni acom-
pañada de un grupo de compañeros re-
corre Ladakh, ene/pequeño Tíbet. Arriba,
durante esta entrevista.
—¿Cuál ha sido la reacción de su
entorno profesional más inmediato
ante sus experiencias?
—«1-la ocurrido algo muy extraño. En
los informativos donde yo trabajo so-
mos 105 periodistas y en los primeros
momentos realmente me miraban co-
«Los efectos benéficos de las operaciones
psíquicas vienen a durar una media de seis o siete
años.»
mo si fuese un extraterrestre. Cuando
el director tuvo la valentía de emitir los
reportajes sobre Auroville y Sai Baba,
desde la fundación de la RAI en 1952
nunca antes se habían recibido tantas
cartas, llamadas que colapsaron la
centralita durante seis meses, miles de
telegramas que pedían la reposición y
ramos de rosas para mí y para el direc-
tor por el coraje de contar algo así. Fue
entonces cuando la actitud de mis
compañeros cambió, como si el
aplauso del público proporcionase
credibilidad a una historia, lo que evi-
dentemente no es cierto. La verdad si-
gue siendo verdad aunque la gente no
la crea.»
—Usted acaba de dejar la televi-
sión para disponer de más tiempo
para otros proyectos. ¿Podría ade-
lantarnos algo al respecto?
—«Quiero traducir todos los artículos
sobre los curanderos psíquicos filipi-
nos a varios idiomas, pero agregándo-
les las últimas investigaciones que lle-
vé a cabo en Buenos Aires. Como me
gusta ser muy seria en estos temas, he
realizado estadísticas sobre la evolu-
ción médica de los pacientes. Creo
que los efectos de las operaciones no
duran para siempre, sino una media de
seis o siete años, que con todo es
muchísimo para gente condenada a
morir de manera inmediata. Parece
evidente que si uno no entiende la cau-
sa de su enfermedad vuelve a generar-
la. En el sentido humano, siento que mi
vida ha sido muy estéril, sin pareja, sin
hijos... Por eso para mí es de vital im-
portancia la cantidad de gente que a
través de mi trabajo ha conocido otras
posibilidades y las ha utilizado con
grandes resultados.
También estoy realizando una in-
vestigación sobre lo que llamamos ar-
tes adivinatorias, las posibilidades del
I Ching y del tarot entre otras. Parece
que el futuro en otras dimensiones ya
está, como un museo completo en el
que el individuo sólo puede estar en
una sala, como una película que sólo
se entiende si se ve fotograma a foto-
grama. Constantemente conozco per-
sonas que interpretan estos instru-
mentos de adivinación con coinciden-
cias y precisión asombrosas, y esto
merece la pena que sea estudiado.»
—Mucha gente ha preguntado a
Fausta Leoni sobre su vida después
del descubrimiento del karma, so-
bre cómo este hecho trascendente
puede afectar a la existencia actual
de una persona...
—«Desde que conocí mi anterior vi-
da mucha gente me pregunta ahora
eres más feliz? Yo siempre respondo
que no se trata de eso, que el objetivo
de una vida no es la felicidad, sino la
responsabilidad. Si fuera madre, prefe-
riría mil veces más que mi hijo fuese
responsable en vez de feliz. Ahora no
soy más feliz, pero sí mucho más cons-
ciente de todo, de las experiencias, el
aprendizaje y la responsabilidad que
supone el estar vivo.»
Concha LABARTA
Fotografía: Benito PARAMO
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