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Joaquín Correa1
Recibido: 21/12/2017
Aceptado: 01/02/2018
Publicado: 12/03/2018
Culpa y gratitud
Hace mucho tiempo, compartía con
Deteniéndose en Los tres filósofos, óleo ese muchacho la curiosidad y la es-
sobre tela de Giorgione fechado en 1509, pera, cuando vivía en Tierra del Fue-
José Emilio Burucúa concluye su libro go y miraba con frecuencia las mon-
Excesos lectores, ascetismos iconográfi- tañas azules en la lejanía, semejantes
cos. Apuntes personales sobre las relacio- a la del fondo del cuadro. En mi ma-
nes entre textos e imágenes, editado con un durez, me complacía verme espejado
cuidado muy bello y amable por Amper- en el árabe, tan sereno y silencioso,
sand en 2017, con una lectura propia de volcado a la introspección. Ahora, no
esa pintura, cruzando precisamente allí, y puedo sino identificarme con el an-
de un modo alegórico, vida y pathos, reali- ciano ceñudo, robusto de cuerpo y de
zando un último esfuerzo de lectura que vestimentas, quien luce preocupado,
confunde, para dispersar, los límites de los el más inquieto de todos. Es probable
propios días con las supervivencias del que lo fastidie el hecho de que su ta-
pasado: 1 bleta se haya roto o que muy pronto
deberá de abandonar la escena. Su
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Profesor y Licenciado en Letras (UNMDP) y
Mestreem Literaturas por la Universidade Federal estudios de doctorado. Contacto:
de Santa Catarina, donde actualmente realiza sus joaquin_medio@hotmail.com
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Joaquín Correa
168 Estudios de Teoría Literaria, 7 (13), “José Emilio Burucúa, Excesos lectores,
ascetismos iconográficos. Apuntes personales sobre las relaciones entre
textos e imágenes”: 167-172
Joaquín Correa
do reconocido, y mil veces sentido, si bien nuo del pensar es, evidentemente y por
no sirve para salvarme, sirviese al menos otro lado, el devaneo propio de la melanco-
para eliminar la ponzoña que amenaza al lía. El conjunto de esos actos de lectura
prójimo” (177-178). recuperados en el aquí y ahora por el “flujo
El padre, por otro lado, es quien ra- bloomiano” (65) de la escritura constituyen
tifica el conocimiento obtenido a través de el suelo de esta auto-biografía, el suelo de
las enciclopedias ilustradas, a partir de la una vida que, desde allí y de modo barroco
mítica ampliación e ilustración de la in- es leída, conservando como epígrafe aque-
formación sobre la célula allí descrita. Y lla leyenda que, rezando “la lectura nunca
así, la valorización del conocimiento oral y me dio veneno” (52), vuelve como un ri-
lectura de imágenes, vías de acceso a la tornello y da forma a un “oxímoron perpe-
historia privilegiadas siempre por Burucúa, tuo de alegría en sombras” (67).
un tanto astierista (aunque de una clase, La auto-biografía lectora de José
digamos, distinguida, no deja de llamar la Emilio Burucúa coloca la fruición y la ale-
atención ese acceso a la cultura ni la anéc- gría del acto de leer en primer plano e in-
dota de construcción, junto con sus com- tenta reponer todo lo que ello le trajo en
pañeros de quinto grado, de un cohete in- consecuencia a lo largo de su vida. Esa
tergaláctico que lanzaron desde un terreno dicha que intensifica el presente es desde
baldío y que acabó en una “explosión bru- la cual se escribe el texto que, al mismo
tal”), están allí, aunando la escucha con la tiempo y por el camino recorrido, lo acerca
visión, la memoria auditiva con la memo- al sentimiento propio de la muerte de estar
ria visual, ampliando el campo de percep- “más allá de la circunferencia última”
ción del acto de leer dispuesto siempre en (179), lo que, en sus palabras, “me propor-
pro de llenar un vacío que la curiosidad ciona un apego suave a la existencia que, si
intenta, una y otra vez, colmar. se complementase con la reconciliación
En la recuperación del acto de leer que busco, implicaría un final sereno”
confluyen una serie de yoes: se recupera (179). Es allí donde al texto, en su cercanía
aquel que experimentó la escena en sí al a ese umbral que constituye el presente de
tiempo que el otro, el yo que escribe, y un vía crucis personal, se le imprime, en
gracias a la distancia, ejerce la fuerza de la las palabras de Hilda Sábato en su presen-
reflexión que quiere, con ese rescate dete- tación en la Feria del Libro de Buenos Ai-
nido, conjurar el agotamiento del soplo res, “un viraje drástico a la narración” (2),
vital. “Los pliegues de las realidades”, co- se transforma y deja de ser el racconto
mo él los llama (86), anteriormente no pasado de actos de leer para colocar al acto
comprendidos, son traídos a la luz del pre- de leer en sí sobre la mesa como método
sente para, a partir de la óptica actual, ana- de trabajo y(de)mostrarle, con ello, a sus
lizarlos. Hay una serie de permanencias, la descendientes de qué modo se mueve fren-
del anti-peronismo es una de ellas y la de te a una investigación y un texto. Por fin,
los libros que marcaron o torcieron su el warburguiano Burucúa precisamente en
rumbo es otra (la lectura de La libertad y ese punto reaparece y el libro deja de ser lo
la violencia, de Víctor Massuh, en los que fue para configurarse en lo que será:
tempranos setentas, le “salvó la vida, por- un testamento utópico destinado al futuro
que la crítica de la violencia por parte de sobre la dicha de las lecturas de una vida.
Massuh y su apología robusta de la libertad
me apartaron del camino político que me
lanzaba al ejercicio de la primera más que Obras citadas
de la segunda” (106), cosa que no ocurrió
con su hermano, que pese a las lecturas por Sabato, Hilda. “José Emilio Burucúa, Ex-
él sugeridas, no desertó del ERP y dejó la cesos lectores, ascetismos iconográfi-
vida en combate). Ese movimiento conti- cos”. OrbisTertius, vol. 22, n°, 26,
Estudios de Teoría Literaria, 7 (13), “José Emilio Burucúa, Excesos lectores, ascetismos 171
iconográficos. Apuntes personales sobre las relaciones entre textos e imágenes”: 167-172
Joaquín Correa
2017,
http://www.orbistertius.unlp.edu.ar/artic
le/view/OTe66
Tabarovsky, Damián. “El Libro de la Se-
mana: «Excesos lectores, ascetismos
iconográficos», de José Emilio Buru-
cúa”. Télam, 21 de abril 2017,
http://www.telam.com.ar/notas/201704/
186427-el-libro-de-la-semana-excesos-
lectores-ascetismos-iconograficos-de-
jose-emilio-burucua.html
172 Estudios de Teoría Literaria, 7 (13), “José Emilio Burucúa, Excesos lectores,
ascetismos iconográficos. Apuntes personales sobre las relaciones entre
textos e imágenes”: 167-172