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ASPECTOS BIOLÓGICOS DEL CANCER

Origen del cáncer.

Se entiende por neoplasia a una masa tisular caracterizada por crecimiento celular persistente, excesivo
y desordenado, que no responde a los mecanismos normales de control, alejándose del fenotipo
normal. La masa anormal carece de finalidad, hace presa del huésped en la medida en que el
crecimiento de tejido neoplásico establece competencia con las células y los tejidos normales en cuanto
al suministro de energía y sustratos nutritivos.

En el organismo la multiplicación celular es un proceso regulado. Comienza en el momento de la


fecundación del óvulo por el espermatozoide, siendo en este momento el proceso de división celular
muy rápido. Al finalizar el desarrollo los mecanismos internos de regulación reducirán el crecimiento
celular para que la división ocurra en tejidos u órganos que requieran reemplazo de células muertas
naturalmente o por injuria. Si el balance entre crecimiento celular y muerte celular se altera, se
manifiesta un estado de enfermedad. El desequilibrio ocurre en una sola célula por inhibición de
factores que regulan el crecimiento celular. Esta célula y sus hijas comienzan a multiplicarse superando
el porcentaje de muertes de otras células del mismo tejido, dando origen a un tumor.

Si las células que componen dicho tumor se parecen a las células que le dieron origen se habla de un
tumor bien diferenciado; los que, en general, suelen permanecer localizados. Tienen buen pronóstico y
por ello, se los considera tumores benignos. En cambio, cuanto más diferentes sean las células
tumorales a las que le dieron origen, se habla de tumor indiferenciado, teniendo éste mayor
probabilidad de diseminarse a otras partes del organismo (metástasis). Por tal motivo son considerados
tumores malignos.

El diagnóstico de una tumoración es el estudio histopatológico (biopsia). Mediante el mismo se puede


apreciar las diferencias entre los tumores benignos y malignos. Los primeros suelen encontrase
encapsulados (rodeados de una cápsula de tejido fibroso, que facilita su extirpación quirúrgica
completa. Las células que componen un tumor benigno se parecen a las células del tejido normal que lo
rodea, siendo las principales diferencias histológicas la presencia de mayor porcentaje de células en
estado de mitosis (diviéndose) que las que se encuentran en reposo.

Los tumores malignos, microscópicamente pueden simular presentar cápsula, pero histológicamente se
comprueba que suelen invadir los tejidos circundantes; son muy deferentes de las células del tejido que
les dio origen, se encuentran en etapa de mitosis activa, y poseen anormal número de cromosomas. A
esto se lo denomina aneuploidia.

Caracteres de las neoplasias

Diagnóstico diferencial entre neoplasias benignas y malignas.


Todos los tumores, benignos y malignos, tienen dos componentes básicos; a saber: 1) células
neoplásicas en proliferación que forman parénquima, y 2) estroma de sostén que consiste en tejido
conectivo, vasos sanguíneos. Este último, si bien es crítico para supervivencia y el crecimiento de una
neoplasia, carece de utilidad para el diagnóstico diferencial entre tumores benignos y malignos, salvo
en aquellas neoplasias que producen estroma compacto (carcinoma mamario escirroso). Otras veces la
presencia en el estroma de islotes de cartílago o hueso metaplásico y, en algunos casos, se observa
infiltración importante de linfocitos, células plasmáticas e histiocitos; reacción posiblemente relacionada
con respuesta inmunitaria del huésped.

Diferenciación celular
Las células parenquimatosas presentan una transformación que las dota de capacidades neoplásicas.
Sin embargo, hay una amplia gama de del trastorno de la morfología y la función; abarca desde células
prácticamente idénticas a las normales (bien diferenciadas) hasta células notablemente atípicas que no
guardan semejanza alguna con células normales (indiferenciadas)
Anaplasia
El término anaplasia suele utilizarse como sinónimo de indiferenciación de las células tumorales.
Presentan núcleos pleomórficos (variedad en forma y tamaño), a veces hipercromàtico, siendo
proporcionalemnete voluminoso y el cociente núcleo-citoplasma puede acercarse a 1:1 en lugar de la
cifra normal 1:4 o 1:6. La forma del núcle puede ser muy variable, y la cromatina está en acúmulos
toscos. Suele haber nucleolos voluminosos, que manifiestan la actividad de síntesis de las células. Los
tumores anaplásicos suelen poseer gran número de mitosis, que manifiestan la actividad de
proliferación de estas células. Cabe destacar que la presencia de imágeens mitóticas no indica
necesariamente que el tumor sea maligno. El dato característico son las imágenes mitóticas atípicas y
extrañas que a veces producen usos tripulares, cuadripolares o multipolares.
Otro carácter importante de la neoplasia es la formación de células tumorales gigantes, algunas de las
cuales poseen exclusivamente un núcleo voluminoso, en tanto que otras tienen dos o más núcleos en la
misma célula.
Rapidez de crecimiento:
Guarda intima relación con el grado de diferenciación, el número relativo de células en mitosis y el
comportamiento clínico. La mayorìa de los tumores benignos bien diferenciados tienen un crecimiento
lento con ritmo uniforme. La mayoría de los cánceres crecen con rapidez, a veces de manera errática
(impredecible), para por último propagarse y matar al huésped.
Se denomina cáncer in situ los cánceres circunscriptos a la transformación de c élulas en su sitio
original y que no se han propagado a través de las membranas basales hacia los tejidos adyacentes.

Modo de crecimiento y propagación:


a. Encapsulación: casi todos los tumores benignos crecen como masas localizadas que se expanden
rodeadas por una cápsula fibrosa. Permanecen localizadas en el sitio de origen y no se diseminan al
organismo.. La cápsula consiste en una membrana fibrosa de envoltura que deriva en parte del estroma
fibroso de los tejidos normales adyacentes y, en parte, es elaborada por el tumor.
El adenoma benigno del lóbulo anterior de la hipófisis puede destruir el parénquima hipofisario normal
residual atrapado entre la lesión que e expande y la silla turca.
Esto determina que si bien dicho tumor histológicamente es benigno, por su ubicación se lo considera
maligno.
Si bien la encapsulación es carácterística de las neoplasias benignas, la falta de cápsula no significa que
una neoformación sea maligna (ej.el leiomioma de útero , hemangiomas benignos, dermatofibrosis,
linfangiomas). Suele considerárselas benignas por no dar metástasis, aunque son de crecimiento
infiltrante y carecen de cápsula.
b. Invasión: Los cánceres casi nunca está encapsulados y se caracterizan por crecimiento
infiltrante y erosivo. A veces aparentemente poseen una membrana fibrosa de
revestimiento, epro al exámen histológico se comprueba prolongaciones diminutas a la
manera de patas de cangrejo que atraviesan esta aparente cápsula. No recononocen
límites anatómicos normales, haciendo difícil su extirpación quirúrgica.
c. Metástasis: Cuando las células cancerosas son llevadas a un sitio alejado de su origen tienen
capacidad de implantarse se denomina a la siembra metástasis. Con pocas excepciones, todos los
cánceres tienen capacidad de dar metástasis; las excepciones son neoplasias malignas que nacen en la
neuroglia del sistema nervioso central llamada glias, y carcinomas basocelulares de la piel.

Cuanto más indiferenciado sea el cáncer tanto más rápido e infiltrante será el crecimiento y tanto
mayor será la probabilidad de dar metástasis. Sin embargo esta regla general tiene muchas
excepciones. La capacidad de invadir y dar metástasis y la rapidez de crecimiento depende de genotipo
tumoral.
Actualmente el concepto de malignidad es abarcativo de :
a) Tipo histológico y características celulares.
b) Comportamiento biológico del tumor.

La diseminación neoplásica maligna puede ocurrir por:


1) Siembra de cavidades corporales (peritoneal, pleural, pericárdica, subaracnoidea y articulares)
2) Trasplante directo, mediante guantes e instrumental.
3) Diseminación linfática
4) Embolia por los vasos sanguíneos.

Para que un grupo de células pueda ser calificado como tejido canceroso debe poseer dos
características fundamentales :
1) debe haber perdido la capacidad de responder a las señales del organismo que mantiene a los
tejidos en un estado de crecimiento controlado (anárquicas) ;
2) tener la capacidad potencial de enviar parte de sus células a anidar en tejidos ajenos a su posición
normal (metástasis).
Es decir, que independientemente de que una célula cancerosa haya o no originado aún una metástasis
en el organismo, lo importante para su definición como cancerosa es la capacidad de hacerlo.

Una neoplasia no necesita lograr un tamaño considerable para poder liberar células metastizantes y
provocar una enfermedad diseminada.
De hecho, el clon de células con dicha capacidad ya se encuentra dentro del nódulo neoplásico cuando
éste tiene menos de 5 mm de diámetro, ya que hubo tiempo para que se estableciera cierta
organización en su interior.
Todo tumor maligno tiene una mayor capacidad de liberar estas células en la medida que aumenta de
tamaño y la capacidad de que esto ocurra comienza una vez desarrollada la angiogénesis peritumoral y
la posterior invasión del nódulo por los capilares neoformados.

Dentro de cada tumor existen células troncales capaces de proliferación indefinida, y otras células más
diferenciadas que van perdiendo en forma progresiva, mediante diferenciación o apoptosis, la capacidad
replicativa.
Células troncales o nodales (stem cells) no se encuentran diferenciadas y pueden duplicarse sin límite
en cuanto a número de veces. Si lo pueden hacer en un tejido ajeno al que les dio origen, son llamadas
clonogénicas y constituyen la base del desarrollo de una metástasis.

Clasificación de tumores malignos


Los tumores malignos se clasifican histológicamente de acuerdo al origen embriológico de la célula a
partir de la cual se has desarrollado.
Una vez fecundado el óvulo, el huevo comienza a dividirse a pasar por diferentes estadóís embrionarios
de mórula, gástrula, blástula, hasta llegar al estadío de embión tridérmico (endodermo, ectodermo y
mesodermo) a partir del cual se originan los diferentes órganos. A partir de células del endodermo se
origina el aparato gastrointestinal, glándulas anexas, y pulmones. Del ectodermo se origina la piel y
anexos, lentes del ojo y el sistema nervioso. Los tumores malignos que se originan tanto del ectodermo
como del endodermo se clasifican como carcinomas.
El mesodermo da origen a la dermis, sistema musculoesquelètico y tejidos conectivos incluyendo
tendones y hueso, corazón y grandes vasos, células sanguíneas, tracto urogenital y células adiposas.
Los tumores malignos originados de estos sistemas de órganos se lo denominan sarcomas. Las
leucemias, cáncer originado de células sanguíneas, son una subdivisión de los sarcomas por no ser
tumores sólidos.

Metástasis.

La tendencia de los tumores malignos es invadir y colonizar tejidos a distancia, siendo en general la
causa de muerte de los caninos con cáncer.
El crecimiento de un tumor depende de la proliferación de vasos sanguíneos dentro de la masa; además
los tumores malignos generalmente secretan sustancias químicas que inducen la formación de nuevos
vasos sanguíneos. Este proceso, es denominado angiogénesis Mientras el tumor continúa creciendo
alguna células atraviesan la pared del los vasos sanguíneos y son arrastrados por la corriente sanguínea
o linfática hacia órganos distantes. Muchas de estas células tumorales serán destruidas en la sangre o
morirán al intentar colonizar nuevos órganos porque no son autosuficientes. En cambio, un pequeño
porcentaje de estas células vendrán a ser independiente por su habilidad de producir factores de
crecimiento. A partir de ellas comienza a desarrollarse un nuevo tumor.
En ocasiones, tras una cirugía exitosa, el paciente muere dentro de un corto período de tiempo post
quirúrgico como causa de una rápida diseminación tumoral. Esto sucede como consecuencia del
crecimiento metastático: el tumor primario secreta factores dentro del torrente sanguíneo que inhiben
el proceso angiogénico de las metástasis provocando un crecimiento muy lento de dichos tumores.
Cuando el tumor primario es removido, la división celular y el crecimiento celular a distancia aumenta
en ausencia de estos factores inhibidores. Como resultado, el cáncer parece haberse diseminado en
todo el organismo cuando en realidad las metástasis, ya estaban presentes en forma subclínica. Esta
situación conlleva a la necesidad de evaluar tumor primario, conocer su conducta biológica, y
considerar la presencia de metástasis.

Factores responsables de la transformación de una célula normal en cancerosa


El cáncer ocurre como resultado de numerosos factores que interactúan durante un prolongado período
de tiempo. Hay factores denominados de riesgo. La importancia de estos factores de riesgo es su
habilidad para modificar (mutar) genes dentro de la célula Los genes son los encargados de controlar el
normal funcionamiento de las células. Las mutaciones pueden ocurrir como resultado de agentes
infecciosos o como resultado de agentes que causan daño en el ADN (ácido desoxirribonucleico). En
muchos casos, las células son capaces de detectar y reparar la mutación celular antes que el daño
ocurra.
Los genes supresores tumorales codifican para ciertas proteínas que detendrán la división celular de
una célula si su ADN está dañado, impidiendo transmitir a su descendencia el material genético
mutado. En casos en que el daño genético es leve, el ADN puede ser reparado y la célula continuar con
su ciclo celular.
Si el daño es demasiado importante, un proceso conocido como muerte celular programada (apoptosis)
se desencadena provocando la autodestrucción celular.
Pero si los genes supresores de tumor (encargados de codificar proteínas que suprimen la síntesis de
ADN, crecimiento y división celular) se encuentran mutados, el crecimiento celular continuará sin
control. Como las células heredan dos copias de cada gen supresor de tumor, uno de cada progenitor
formando un par de cromosomas, la pérdida de función de uno de ellos tiene en general poco efecto
sobre la célula. Sin embargo, si ambas copias de genes están alteradas, la célula original y todas sus
células hijas crecerán fuera de control.
Otros genes igualmente importantes son los protooncogenes que promueven la síntesis de ADN,
crecimiento y división celular. Estos genes son requeridos durante el desarrollo del individuo y
posteriormente promueven nuevo crecimiento celular durante el reemplazo normal de células viejas o
dañadas. Si estos genes son activados por mutación. Ellos vienen a convertirse en oncogenes y ellos
conducirán a las células a crecer y dividirse innecesariamente.
Además de la inactivación de los genes supresores de tumores o la activación de los oncogenes,
alteraciones en otros genes requeridos para la reparación del ADN o la apoptosis celular están entre las
causas primarias de transformación celular de un estado normal a estado canceroso.
Los factores de riesgo que aumentan la susceptibilidad de un individuo para desarrollar cáncer lo hacen
porque ellos son tanto directa como indirectamente responsables por afectar a estos genes.
Los factores que conducen a aumentar el riesgo se agrupan en dos grupos, aquellos que ocurren en el
medio ambiente (los carcinógenos) y factores genéticos internos (defectos genéticos).

Carcinogénesis.
Existen tres pasos en la carcinogénesis :
1) iniciación
2) promoción
3) progresión

Los agentes iniciadores inducen cambios permanentes e irreversibles en el DNA de las células
afectadas. Los agentes promotores causan cambios reversibles de tejidos celulares hasta el desarrollo
de la primera célula tumoral autónoma. La acción promotora por lo general ocurre durante un período
de latencia largo y requiere de exposición casi continua al agente promotor. Los agentes progresivos
convierten a las células indiciadas, o a las células bajo promoción en células que exhiben un fenotipo
maligno, capaces de desrrollarse como un neoplasma maduro

A pesar que no se ha encontrado alteraciones genéticas específicas de raza que predispongan a los
animales domésticos a desarrollar enfermedades neoplásicas, ciertas razas tienen una mayor
incidencia de cáncer que otras (ej. Bóxer, siamés)
En cualquier población de células que se dividen, se dan eventos espontáneos como mutaciones en un
punto, traslocaciones cromosómicas y amplificaciones de genes.

Los agentes biológicos más comunes capaces de inducir cáncer son los retrovirus.

Muchos compuestos químicos, algunos de origen natural y otros sintéticos, son carcinogénicos, pero
requieren una exposición o administracón repetida para causar efecto.

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