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Norberto Bobbio Igualdad y libertad Introduccién de Gregorio Peces-Barba Paidds I.C.E.| U.A.B. Pensamiento Contemporaneo 24 66 IGUALDAD ¥ LIBERTAD titutiva de la igualdad social; la segunda tiende a ‘mantenerla en los modos y formas en que ha sido establecida. Puesto que la regla de justicia no dice cual es el tratamiento mejor, sino que se limita a requerir laaplicacién igual de un determinado trata- miento, cualquiera que éste sea, se llama también justicia formal, ya que prescinde completamente de cualquier consideracién del contenido. Se puede dar el caso, y en efecto se da con frecuencia en todo ordenamiento juridico donde las normas envejecen y devienen injustas, de que una norma injusta se aplique injustamente, , ciertamente, no eslaaplica- cién injustala que pone remedio sino, si acaso, s6lo la desaplicacion. ‘Aun teniendo un valor subordinado al valor ins- taurado por la justicia retributiva y atributiva, tam- bién la justicia formal tiene en si misma, es decir, independientemente del valor de Justicia de la nor: ma, ¢ incluso en el caso de norma injusta, un valor social, que ¢s el de garantizar el orden antiguo hasta {que no sea sustituido por el nuevo. Tiene también la funcién de hacer menos irritante la injusticia en tanto que compartida («Mal comiin, consuelo de tontos»). Se puede observar aun que el instrumento ‘mas idéneo para hacer respetar la regla de justicia es laemanacién, por parte de aquel que detenta en una determinada Sociedad el poder legislativo, de nor- ‘mas generales y abstractas que establezcan como debe tratarse una entera categoria de sujetos. En caso de que existan normas semejantes, y la mayor parte de las leyes formales son tales, el respeto de la regla de justicia, es decir, de la justicia formal, se IGUALDAD 67 resuelve pura y simplemente en la aplicacién escru- pulosa e imparcial de la ley: en efecto, aplicéndola escrupulosa e imparcialmente a todos los sajetos que estin bajo Ia categoria regulada por la ley y segiin el tratamiento previsto, también se observa la regla de la justicia que quiere que sean tratacos de modo igual los iguales. Desde este punto de vista la aplicacion de la regla de justicia es lo mismo que el respeto a la legalidad, aunque es necesario no con- fundir la actuacién de la regla de justicia a través del respeto a la legalidad, por un lado, con la justicia como legalidad, que hemos sefialado en el capitulo 2,y, por el otro, con el principio de legalidad que es planteado como defensa no de la legalidad sino de la certeza del derecho. La regla de derecho requiere para su aplicacion la virtud de Ia imparcialidad res- pecto de los destinatarios de Ia ley; el principio de legalidad requiere, més bien, la virtud de Icaltad respecto del legislador. 6. La igualdad de todos Contrariamente a lo que se podria inferir de lo que se ha dicho hasta aqui sobre la relacién entre Justicia e igualdad, donde «justicias ha aparecido siempre como término axiolégicamente significante e cigualdad» como término axiolégicamente neu- tral, mas que descriptivamente indeterminado, en el debate politico la igualdad constituye un valor, m 68 IGUALDAD Y LIBERTAD Pero ello depende del hecho de (y naturalmente también en aquellos en que ;condenada), laigualdad de que se trataes siempre a igualdad determinada 0 secundum quid, que cibe su contenido axiolégicamente relevante justo ese quid que especifica su significado. Ciertamente, una de las maximas politicas més cargadas de significado emotivo es aquella que pro- clama la igualdad de todos los hombres, cuya formu- laci6n més corriente es la siguiente: «Todos los hom- bres son (0 nacen) iguales». Esta méxima corre y recorre el amplio arco de todo el pensamiento politi co occidental, desde los estoicos al cristianismo pri- mitivo, para renacer con un nuevo vigor durante la Reforma, asumir forma filoséfica en Rousseau y los socialistas ut6picos, y expresarse en forma de verda- era y propia regia juridica en las declaraciones de los derechos humanos desde finales del dieciocho hasta hoy. Pero normalmente no se presta atencién al hecho de que lo que atribuye una carga emotiva positiva a la enunciacién, que en tanto proposicién descriptivao es demasiado genérica o sin mas falsa, no es la proclamada igualdad, sino la extensién de la igualdad a «todos». No se puede eludir, en efecto, el significado polémico y revolucionario de este «to- dos», que se contrapone a situaciones u ordena- mientos enlos cuales no todos, sino mas bien pocos 60 poquisimos, disfrutan de bienes y derechos de los que otros carccen. En otras palabras, el valor de la maxima esiriba no en el hecho de que evoque el fantasma de la igualdad, que siempre ha quitado IGUALDAD 6 el suefio a los poderosos, sino en el hecho de que la igualdad evocada, cualquiera que sea su naturaleza, tenga que valer para todos, de ahi que por «todos» no se dice que se entienda la totalidad de los hombres, pues basta que se entienda los pertenecientes a un determinado grupo social, con tal de que este grupo sea mds extenso del que hasta ahora ha detentedo el der. Ademds, puesto que, como se ha dicho, cual- para fener un contenido especif- 9, 8e observa que la maxima de la igualdad de 7odos sponderia, aparentemente, s6lo a la primera pre- ina si se interpretara literalmente. En realidad, el nificado axiolégico de la maxima depende tam- nde la cualidad, si bien sobreentendida, respecto la cual se requiere que los hombres, todes los ymbres, sean considerados iguales. En ninguaa de acepciones historicamente importantes, puede jerpretarse la maxima como solicitadora de que jos» los hombres sean iguales en «todo». Le idea tie la maxima expresa es ia de que los hombres sean considerados iguales y tratados como iguales res- pecto de aquelas GIINREEEN sin las dren tes concepciones del hombre y de la sociedad €OnS®) la naturaleza humana “ns issstoniosdele jos demas seres, como el libre uso de la razén, la capacidad juridica, la iber- tad de poseer, la «dignidad social» (como dicta el articulo 3 de la Constitucién italiana), o, mas breve- mente, la «dignidad» (como dicta el articulo 1 de la Declaracién universal de los derechos del hombre) y

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