Irene Cañaveras Sánchez

Segundo del Doble Grado Magisterio de Educación Infantil – Primaria

Procesos de aprendizaje: adquisición de las habilidades comunicativas

ACTIVIDAD 2. Trastornos del espectro autista y estructura de la lengua

Como ya hemos visto, la lengua es un conjunto de conocimientos que

todo ser humano sano llega a adquirir gracias a la facultad del lenguaje. Este
sistema de conocimientos internos, que nos permite expresar y comprender
oraciones gramaticales, está formado por unidades y reglas de combinación, a
las que llamamos competencia gramatical.

Dicha competencia gramatical o lingüística es una representación mental

compleja de una serie de conocimientos implícitos. Esto quiere decir que aunque
no seamos conscientes de ello, tenemos en nuestra mente las normas
gramaticales que nos permiten hablar de manera correcta. Dentro de la
competencia gramatical existen una serie de planos:

 El plano fónico, gracias al cual el hablante sabe qué sonidos forman parte
de su lengua y cuáles no; qué combinaciones de sonidos son posibles y
cuáles no; la noción de sílaba y acento y reconocer la entonación para
comprender la intención del hablante.
 El plano morfológico, que aporta al hablante los conocimientos necesarios
sobre la formación de palabras.
 El plano sintáctico. Está división mental se ve reflejada en la construcción
de frases sintácticamente correctas y el reconocimiento de aquellas
oraciones que están mal formadas o que son ambiguas, lo que demuestra
que poseemos mentalmente reglas gramaticales.
 En el plano léxico se encuentran los saberes sobre las palabras de una
lengua, esto incluye tanto el vocabulario como ciertas secuencias de
sonidos están asociadas a ciertos significados en su lengua.

Una vez hemos comprendido y plasmado estos conocimientos, cabe

preguntarnos, como nos pide la actividad, ¿qué relación tienen con el Trastorno
del Espectro Autista?
 Según Regatky et al. (2009) los trastornos del espectro autista son
trastornos neurobiológicos poligenéticos, con compromiso multiorgánico y
disfunción predominante del sistema nervioso central (SNC), con consecuencias
fundamentales en tres áreas de funcionamiento: socialización, comunicación y
conducta. En el presente trabajo se analizarán las afecciones en la comunicación.
Para poder ahondar en la cuestión, es primordial diferenciar entre la
competencia lingüística, que ya se ha explicado anteriormente, y la competencia
comunicativa, conjunto de conocimientos y habilidades pragmáticas y
socioculturales que permiten a un hablante – oyente satisfacer sus intenciones
discursivas. En el caso de la primera competencia, las personas con TEA no
presentan ningún problema pues saben usar perfectamente su lengua, es en el
caso de la habilidad comunicativa donde presentan dificultades.
Los individuos que padecen este trastornos tienen especial dificultad para
unir lo que se dice con el contexto en el que se dice. Es por ello que, en cuanto al
plano gramatical – fónico, no son capaces de cambiar su entonación
dependiendo del discurso y de entender la entonación de los demás, eso provoca
que no sean capaces de entender los sarcasmos donde la entonación cambia el
significado del mensaje. Respecto al plano morfosintáctico, no se ve muy
dañado, los problemas que se presentan están también asociados a las
condiciones espacio – temporales, como el uso de la primera persona (suelen
referirse a sí mismos con la tercera persona) o de los deícticos (este, ese, aquel).
El plano léxico también se ve afectado por la incapacidad de representarse el
contexto de manera interna, lo que se ve reflejado en la interpretación de las
palabras polisémicas, a las que solo asocian el significado más común y no
pueden plantearse la situación de otra forma. Para terminar, hablaremos del
plano pragmático, el más afectado, la dificultad para unir las piezas contextuales
derivan en problemas para entender mensajes indirectos, no se plantean qué ha
querido decir el interlocutor sino lo que realmente a dicho. Esto deriva en
muchos problemas de comunicación con su entorno.