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Prescripción adquisitiva
“La prescripción adquisitiva, como medio probatorio de la propiedad, no
es un medio seguro.”
La prescripción adquisitiva tiene actualmente como función principal
servir como un medio de prueba de la propiedad, que presenta como
base esencial a la apariencia de titularidad que genera la posesión de un
bien. El poseedor ejerce de hecho todos o algunos de los atributos que
corresponden a un propietario y, por ello, el artículo 912 del Código Civil
autoriza a considerarlo y tratarlo como si fuera propietario.
Así, si el actual ofertante de un bien es poseedor de éste, puede
demostrarse su propiedad acreditando que mantiene la posesión de
manera continua, pacífica, pública y como propietario por un plazo igual
o mayor al exigido por la ley.
Si su propia posesión no fuera suficiente, se estudiarán los títulos
respectivos a los anteriores poseedores para verificar que éstos
constituyan “actos válidos”, lo cual permitirá al actual poseedor sumar a
su plazo posesorio el de sus transferentes hasta llegar al plazo exigido
por la ley para la prescripción.
Esta revisión retrospectiva de los títulos y de la posesión que los
acompaña permitirá afirmar que el actual oferente del inmueble es de
todos modos el propietario del bien porque si en los títulos de
antigüedad mayor a 10 años pudiera existir algún vicio, lo cierto es que
éste habrá quedado purgado tanto por la prescripción extintiva de las
acciones correspondientes como por la prescripción adquisitiva, lo que
permitirá afirmar que el oferente del inmueble es de todos modos el
propietario: por los títulos o por la prescripción.
Sin embargo, no puedo dejar de señalar que la prescripción adquisitiva,
como medio probatorio de la propiedad, no es un medio seguro por
varias razones, como es que la revisión de los títulos resulta siempre una
revisión sobre la base de los documentos que los contiene, lo que no
elimina la posibilidad de algún vicio no perceptible con cargo a esos
documentos, o, porque la probanza de la posesión no siempre es
inequívoca, quien parece poseer como propietario pudiera ser un
poseedor inmediato al que lógicamente no le asiste derecho a prescribir.
Pero, además de esas inseguridades, existen ciertos supuestos en que
por razón de la protección que la ley quiere brindar a determinados
bienes, se prohíbe la prescripción y, por consiguiente, es imposible usar
ésta como medio probatorio de la propiedad. Tal es el caso de lo
establecido en el artículo 71 de la Constitución.