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Resumen:
Me interesa entender, en qué medida los programas sociales focalizados para mejorar las
condiciones de vida de los sectores rurales afectados por la violencia política entre 1980 y
2000, han tenido resultas sostenibles o no, y en qué medida acciones éstos dentro del
contexto actual. Para ello, tomo el caso de “CAC Los Andes” con origen en un “Programa
de Microcréditos” financiado por la ONG “SOS Faim” y ejecutado en el sector de Cotarusi,
Aymaraes – Apurímac entre 1999 y 2000.
Introducción
La industria microfinanciera, en la actualidad se caracteriza por la existencia de un mercado
altamente competitiva. Las ciudades, sea la capital regional y sus provincias, se han
saturado de entidades financieras (Cajas Municipales, Cajas Rurales, EDPYMES, ONGs
crediticias, Financieras y Cooperativas de Ahorro y Crédito). No obstante de que a este
sector financiera se le ha vinculado con abatir significativamente la pobreza, ésta aún
persiste. Es decir, la combinación de mayor crecimiento económico y mayor focalización
de programas y servicios para los pobres, no parecen ser suficientes. Por ejemplo, en el
periodo post-violencia política de Sendero Luminoso (SL) y las Fuerzas Armadas (FFAA),
en Apurímac, así como en otras regiones, varios organismos de cooperación internacional,
FONCODES, ONGs y el propio Estado, han focalizado proyectos de inversión social, unos,
netamente financieras y otros con algún componente de créditos, orientadas a superar las
graves violaciones a los derechos humanos ocasionadas entre 1980 y 2000. Pero en qué
medida dichas experiencias han tenido éxitos o fracasos y cómo la sociedad rural ha
percibido y actuado ante ellas.
Precisamente, la Cooperativa de Ahorro y Crédito Los Andes Cotarusi Aymaraes (en
adelante, CAC Los Andes), tiene un origen rural en las experiencias focalizadas de
programas y servicios durante post-violencia política. En contraste de muchas entidades
financieras que abundan en las ciudades, tiene una particular dinámica de operaciones:
microcréditos y programas sociales. Sus operaciones son básicamente rurales, dirigidos a
sectores de producción agropecuaria. Sus Agencias, Oficinas y Puntos de Atención se
encuentran a nivel de todo la región de Apurímac (provincias, distritos y comunidades) y
regiones vecinas de Ayacucho, Cusco, Huancavelica y Lima (véase cuadro N°01).
El hilo que guía este trabajo, es la historia de cómo los comuneros de cuatro comunidades
campesinas de Cotarusi, Aymaraes-Apurímac —con poca tierra y capital, con un nivel
educativo bajo, pésimos servicios públicos, malas carreteras y comunidades despobladas
después de haber soportado la violencia— se han encaminado en reorganizar sus
comunidades, en formar grupos solidarios y con la ayuda de cooperantes, finalmente
fundaron la CAC Los Andes1. Se ve la forma cómo se origina, se organiza y su importancia
en el desarrollo local. Todo esto entendido desde un actor llamado cooperativismo, un actor
desconocido; que muchos piensan que no existe o que es un invento nostálgico de otros
tiempos y lugares. Pero que es promovido por la propia Organización Internacional del
Trabajo (OIT) como una moderna y renovada forma asociativa. El presente trabajo está
separado en tres partes: 1) presenta el contexto del sector financiero y cooperativo en
Apurímac, 2) ve los orígenes de la CAC Los Andes y el proceso de crecimiento y, 3) trata
sobre la cultura organizacional y las compatibilidades o no del cooperativismo con el
mundo rural.
1
Para reconstruir esta historia, visitamos a las comunidades donde se origina la CAC Los Andes, Agencias,
Oficinas y Puntos de Atención de la cooperativa instalada en las 7 provincias de Apurímac (Abancay,
Antabamba, Aymaraes, Cotabambas, Grau, Chincheros y Andahuaylas). Los relatos centrales del texto a
continuación presenta los resultados de las largas y muy enriquecedoras entrevistas que hicimos a muchas
personas: socios de la cooperativa y sus familiares, directivos, personal ejecutivo y operadores de campo.
2
El periodo republicado, casi no había modificado la estructura colonial. La Reforma Agraria de 1969, solo
había afectado el 5% de grandes propietarios de haciendas. En ese sentido, Apurímac se había envuelto en una
actividad económica y social crítica y desordenado, que llevó a ser considerada como una de las regiones de
pobreza extrema (Conociendo Apurímac, 2000: 07 – 09).
cereales y frutas, con un naciente desarrollo en la línea agroindustrial: harinas, lácteos y
avícolas. Al sur, las provincias de Antabamba, Aymaraes, Cotabambas y Grau, se
configuran las actividades mineras paralelas a la agropecuaria, en zonas cálidas, actividad
agrícola estacionaria y actividad minera como mano de obra o como minería artesanal. En
las partes altas, los campesinos se dedican a la crianza de camélidos sudamericanos. En el
sector agrícola, se dedican al cultivo tubérculos nativas.
Apurímac cuenta con niveles más altos de pobreza (55.5%). Las provincias más pobres son
Cotabambas y Grau con una tasa de pobreza total de 81.9% y 78.3%, y de pobreza extrema
de 47.8% y 42.2% respectivamente. Las provincias con menor pobreza son Abancay y
Andahuaylas con 49.3% y 68.9% y pobreza extrema de 15.0% y 26.5% respectivamente3.
En la actualidad, la apertura de carreteras, ha hecho de que la fragmentación regional de
Apurímac disminuya, siendo solo las provincias de Cotabambas y Chincheros con mayor
relación con Cusco y Ayacucho, respectivamente.
3
INEI, Octubre 2013.
4
BARRÓN, Marcial (2012).
5
MOGROVEJO, et al. (2012)
6
LAMBERT, Paul (1959).
En Apurímac, en noviembre de 1960, un grupo de sacerdotes constituyeron la Cooperativa
de Ahorro y Crédito “San Pedro” de Andahuaylas. Sin embargo, el proceso que más
difundió y hasta impuso las cooperativas en el Perú, fue sin duda el gobierno militar de
Juan Velasco Alvarado. Bastante se ha escrito sobre cómo el enorme sector de cooperativas
agrarias de producción terminó desapareciendo entre conflictos, deudas, engaños y
corrupción, con el suficiente escándalo como para convertir el término “cooperativa” casi
en una mala palabra, que no había que pronunciar ante un agricultor7. Tras la caída de
Velasco, las “cooperativas” no eran ya un proyecto de nadie. Las luchas campesinas se
generalizaron en contra de la imposición del modelo cooperativista (incluso durante los
procesos mismos de adjudicación de tierras para cooperativas), el caso de Andahuaylas en
1974 (toma de tierras) fue el más notorio. En el sector de Aymaraes, una empresa de
transportes de carga “El Aymarino”, constituido en 1943, daría los primeros pasos para que
en 1969 se constituya la “Cooperativa de Transportes El Cóndor de Aymaraes”. Dicha
cooperativa de transportes, también colapsa con las nuevas políticas de reestructuración
económica.
7
Remy, María Isabel. 2007: 50 – 52.
privada, cometió una serie de asesinatos selectivos de autoridades locales, abigeos en varios
distritos, etc. Entre los atentados, destacó la voladura de los puentes Antarumi y Santa Rosa
(Aymaraes), esto origina que quedara incomunicado un tramo importante de la carretera
Nazca-Abancay. Como consecuencia, la provincia de Aymaraes fue declarada en estado de
emergencia y, consecuentemente, el Estado reforzó las “Bases Militares
Contrasubversivas” en diversas zonas de la región a cargo de efectivos del Ejército8.
En Aymaraes, el ejército instaló cinco bases militares, situadas en los centros poblados de
Santa Rosa, Capaya, Chalhuanca, Quilcaccasa y Cotarusi. De estas bases
contrasubversivas, patrullas militares salían con regularidad a recorrer las comunidades
campesinas de la zona en procura de controlar el avance de SL. Pero las patrullas militares,
cometerían el mayor número de delitos sobre personas detenidas y presuntamente
desaparecidas del departamento de Apurímac. Entre éstas, la base militar de Capaya
registra el mayor número de delitos. Se registra una cifra de 47 desaparecidos, 58 muertos y
140 requisitoriados a nivel del distrito de Cotarusi9.
En las comunidades atas de Cotarusi, como Iscahuaca (1984), las Fuerzas Armadas (FFAA)
y miembros de Sendero Luminoso (SL) en repetidas oportunidades incursionan en la
comunidad. De manera paulatina y creciente, los destacamentos senderistas cruzan el
distrito de Cotarusi, en especial las comunidades altas como Quilcaccasa, Mestizas, Totora
y Pilluni; amenazan autoridades, reclutan a la fuerza a pobladores adultas y menores de
edad, torturan a los que se resisten, se llevan camélidos y ovejas, matan sus ganados etc. Lo
mismo hace también los destacamentos de las fuerzas armadas. En junio de 1986, se
registra incursiones en Pampamarca con robo de ganados. Los senderistas aparecen con
violencia en Totora y en el campamento minero de Tumire y roban explosivos. En 1987,
miembros del SL entraron en varios pueblos de Cotarusi, asesinan autoridades e incendian
locales comunales y municipales como acto de venganza, secuestran al alcalde etc. Durante
un año, la carretera Nazca-Abancay permanece restringido como consecuencia de voladura
de puentes en Cotarusi, Iscahuaca y Santa Rosa.
8
CVR, 2003. Informe final. Tomo IV, sección 3.
9
Defensoría del Pueblo (2002).
A partir de 1990, es casi total el dominio territorial de las FFAA en la provincia de
Aymaraes, el tránsito de las columnas senderistas son “perseguidas y liquidadas” por el
ejército. En 1991, los militares incendian el pueblo de Iscahuaca luego de una emboscada
terrorista que mató a autoridades civiles y policiales. En mayo de 1992, “en Iscahuaca,
senderistas sustraen a pobladores de sus casas y asesinan a dos de ellos con cuchillo”. Se
atribuye que las bases militares de Quilcaccasa y Cotarusi entre 1990 y 1992, en los
habituales patrullajes que realizaban, incendiaron casas, saquearon granjas comunales,
quemaron viviendas, y destruyeron pueblos como Lahua Lahua, Izcuchaca y otras
comunidades de las partes altas de Cotarusi10.
Este panorama de violencia, obligaba a los pobladores o bien quedarse y resistir a los
múltiples abusos de las FFAA y de SL, o bien abandonar sus comunidades y todo lo que les
pertenece. La mayoría opta por migrar hacia las ciudades, sobre todo a la costa: Chala,
Pisco, Nazca, Chincha y Lima, hecho que hace que estas zonas quedaran relativamente
despobladas.
10
APRODEH (2010).
“comités multisectoriales de desarrollo” con diversas tareas11. En 1996, los pobladores
desplazados empiezan a retornar a sus comunidades de origen, con ello, la reconstrucción
del distrito y sus comunidades se convierten como la principal tarea. La Municipalidad de
Cotarusi, concentra ONGs y programas sociales para un trabajo conjunto12.
El 06 junio de 1996, una “comisión de retornos”, recibía al primer grupo 120 familias de
retornantes a Iscahuaca, Totora, Lahualahua y Pisquicocha. Entre abril de 1997, se
promovían viveros municipales, comunales y estudiantiles en varias comunidades de
Cotarusi. En mayo de 1997, se organiza el segundo retorno de 70 familias al Distrito de
Cotarusi. Un tercer terno de desplazados se organiza en 1999 con 60 familias. Aunque entre
los años anteriores, unas 200 familias retornaron sin apoyo del Estado y otras instituciones.
Para inicios de 1998, se habían elaborado múltiples proyectos para el desarrollo local,
microcréditos para las comunidades, en especial para los retornantes, que funcionaría entre
1999 y 2000 muy ajeno a la Municipalidad Distrital.
11
Municipalidad Distrital de Cotarusi (1996).
12
Entre las instituciones presentes en Cotarusi y sus comunidades están APRODEH – PROMUDE/PAR
(dedicados a la rehabilitación de derechos civiles, participación ciudadana, saneamiento de indocumentados, y
consolidación del saneamiento de los retornantes), Centro Bartolomé de las Casas (dedicado al catastro,
formulación y diseño de planes de desarrollo local), RUNA MAQUI, COOPOP, FONCODES y
PRONAMACH, de igual forma contribuye en áreas que les compete. IDCAA, FONCODES, PRONAA, PAR,
CARITAS, PRASM, Municipalidad de Cotarusi, dedicados al repoblamiento.
plazo por diversos factores; sea por retiro, cierre o abandono de ONGs y otros organismos
presentes, o a falta de asistencia económica y el retorno de poblaciones a la costa.
Para octubre de 1999, estas comunidades contaban con un fondo de 34 mil nuevos soles,
cada comunidad. La modalidad de trabajo, era bajo grupos solidario, se estructuran de la
siguiente manera; cada grupo está representada por un presidente, un tesorero y un vocal,
integrado de un mínimo de tres hasta siete comuneros, en otros hasta 14; son jefes de
familia con el objetivo de mejorar la calidad de vida de su hogar; cada integrante del Grupo
Solidario, se constituyen en fiadores solidarios respaldado por la comunidad y el grupo.
Cada Grupo Solidario accede a un préstamo que asciende desde 2 mil hasta 9 mil nuevos
soles, las cuales son distribuidas entre integrantes del grupo (unos desde 100 nuevos soles
hasta mil quinientos nuevos soles). Al cabo de dos años de funcionamiento (1999 y 2000),
el “Programa de Créditos” era muy exitoso. Se buscan alternativas institucionales que
permitieran dar continuidad y sostenibilidad al programa a la vez de ampliar los fondos de
crédito a poblaciones y comunidades más amplias.
En febrero del 2001, los responsables del Programa de microcréditos en Cotarusi, discutían
las formas de dar continuidad. SOS Faim, plantea su permanencia y continuidad con
representación de una “COOPERATIVA”. Establecen compromiso con comunidades baja
la idea de convertir los Programas de Créditos en una Cooperativa, es decir, los fondos
comunales otorgados por SOS faim, serán ahora controladas desde una Cooperativa,
13
Acción contra el hambre en francés.
modelo ideal y adecuado a la realidad de los comuneros y su cultura local. Dicha iniciativa
es poco creíble y rechazada por la municipalidad provincial Aymaraes y el distrito de
Cotarusi. Y a medida que se divulga la idea, se vincula dichas acciones a personas y la
municipalidad que tendrían intensiones de quedarse con los fondos comunales. Pero lo que
más rechazo causa, son las experiencias de Cooperativas antiguas desaparecidas.
En tal sentido, son los comuneros desplazados retornantes de las comunidades de Colca,
Pampamarca, Iscahuaca y Cotarusi, quienes acuden a la convocatoria. Pero en un espacio
donde no existía una cultura crediticia y menos instituciones financieras que otorguen
créditos a los campesinos, concretar la creación de una cooperativa, dura tres días de
reuniones entre discusiones de que si era o no viable esta forma de administrar los fondos
comunales. Finalmente, con un acta de constitución de fecha 15 de febrero del 2001, se
crea la “Cooperativa de Ahorro y Créditos Los Andes Cotarusi Aymaraes”. Sus objetivos
iniciales son los mismos del Programa de microcréditos bajo grupos solidarios. No
obstante, los primero socios, directivos y los ejecutivos de la cooperativa, tuvieron que
aprender mucho sobre el qué hacer cooperativo.
La CAC los Andes, en febrero de 2001 comienza sus operaciones con 95 socios fundadores
adheridos bajo acta, más un grupo de comuneros que se suman el último día de fundación
que en total hacen 107 socios, todos ellos comuneros desplazados que retornan a sus
comunidades después de la violencia política. Pero en agosto del 2001, algunos socios
prestatarios retornaban hacia la costa. En muchos casos se iban sin pagar sus deudas o
préstamos adquiridos de la cooperativa. Al 2002, las comunidades de Iscahuaca, Mestizas y
Colca se negaban pagar sus deudas y aludían que los fondos habían sido asignados por SOS
Faim y les pertenecía a ellos y a la comunidad.
Durante el 2002, bajo convenios con SOS Faim, se busca integrar más comunidad en
calidad de socios con fondos otorgadas de SOS Faim depositadas en la cooperativa (véase
cuadro N°02) Desde la cooperativa se establecen más convenios con diversas entidades de
desarrollo rural.
“La gerencia elaboró un expediente técnico de ampliación de fondos financieros.
Este proyecto ha sido gestionado ante diferentes instituciones como la Embajada de
España y Holanda. La Embajada de España nos derivó a un Fondo de Registro de
Cofide, quien avaluó nuestra cartera de morosidad y decidió no atendernos. Por su
parte Holanda, nos respondió manifestando que sus fondos han sido comprometidos
en otras actividades (…), en FONCODES, han cambiado los criterios de evaluación
y ámbitos de atención, en la cual Aymaraes no aparece como ámbito de pobreza o
de extrema pobreza (…) Finamente Oxfam Gran Bretaña, nos comunica que la
propuesta no estaba dentro de sus objetivos de cooperación”14.
No obstante de que sus gestiones son rechazadas, entre el 2002 y 2004 la cooperativa fue
contraparte del Grupo Voluntariado Civil (GVC Italia) en el proyecto de Seguridad
Alimentaria para el desarrollo de Capacidades, Habilidades y Aptitudes (CHA - Apurímac),
financiado por la Unión Europea. El papel de la CAC Los Andes, en este Proyecto,
consistió en desarrollar un exitoso programa de ahorro y crédito cooperativo para los
beneficiarios de las comunidades campesinas de la cuenca del río Antabamba. Entre
noviembre de 2004 y marzo de 2006, la CAC Los Andes ejecutó el proyecto “Desarrollo
cooperativo Aymaraes” en convenio con FINDER-COMEPE-CEPES, financiado por la
Fundación Ford. Quienes participan son los comuneros de la localidad de Saraica,
orientados a fortalecer las experiencias del proyecto “CHA”. En el 2004, aperturan nuevas
oficinas en zonas de Andahuaylas y Chincheros –que venían funcionando hace ya dos años,
según ellos, casi clandestinamente–15.
En un inicio, los microcréditos otorgados por FONCODES a las comunidades post
violencia política, han sido fondos perdidos, aunque se otorgaban con tasas de interés
simbólicas, las comunidades optaron por apropiarse bajo la lógica de condonación. No
obstante, en el caso de la CAC Los Andes, ha ido paulatinamente recuperando de algunas
comunidades e incorporándolas como fondo de garantía de las mismas comunidades.
Durante el año de 2004, las comunidades prestatarios y socios del sector de Aymaraes,
habían supera más del 50% de morosidad. Este índice de morosidad se debía a varios
factores: Los prestatarios de las comunidades altas de Cotarusi (Pampamarca, Colca,
Iscahuaca y Cotarusi), masivamente comenzaron a negarse a pagar sus préstamos. Las
primeras experiencias de oficinas en Andahuaylas y Uripa demostraron dificultades en el
manejo de sus créditos. Los prestatarios, relacionaron los créditos financiados con recursos
14
Memoria anual 2002, CAC Los Andes: p.4.
15
SOS Faim, 2004:p.2.
públicos, vistos como subsidios y como tales incentivan la cultura del no pago. Las
experiencias de morosidad, obligan en parte a diversificar sus servicios y buscar nuevos
espacios de intervención: Antabamba, Andahuaylas, Uripa, sobretodo. Hasta el 2007, los
socios mayoritarios son básicamente campesinos. Sus tecnologías crediticias de la CAC
Los Andes, son propias y flexibles a las necesidades locales de este sector de campesinos.
Están establecidas en Centros Poblados, comunidades campesinas y anexos o poblaciones
rurales más alejadas y aisladas de cinco provincias de Apurímac (véase cuadro N°03).
Para diciembre del 2013, la CAC Los Andes, cuenta con más de 45 mil socios, de las cuales
el 4.37% son socios y socias menores de 18 años que suman un total 1254 socios. Tiene 13
agencias y más de 90 oficinas informativas/especiales y puntos de atención entre Apurímac,
Huancavelica, Ayacucho, Cusco y Lima. Al 2013, se señala que la CAC Los Andes ha
crecido aceleradamente. Algunos ejecutivos y directivos no están “en la altura” o en la
capacidad de direccionar o manjar la CAC Los Andes. Se ha generado mucha expectativa
en la población y los socios y sus demandas son pocas veces cubiertas. Su personal y los
ejecutivos, son en su mayoría “gente joven” y quecuahablante. Su crecimiento está
impulsado por fuerzas externas; apoyo de ONGs, Municipios o por los mismos socios. En
una mirada general, están casi en todas las comunidades campesinas de Apurímac,
intervienen en espacios estratégicos de Lima, Huancavelica, Ayacucho, Cusco y Arequipa,
16
Boletín Los Andes (2009).
es decir, Apurímac y las regiones de su alrededor. No tienen interés en intervenir en las
ciudades, aunque tienen muchas ventajas para instalarse en ciudades como Huancavelica,
Ayacucho, Cusco y Arequipa, por sus socios que van y vienen desde sus comunidades a
estas ciudades. Son netamente rurales.
Al finalizar el año 2001, el activo total de la cooperativa ascendía a un poco más de 243 mil
nuevos soles, al 2013, sobrepasan los 139 millones de nuevos soles. El pasivo total, al 2013
suma un poco más de 115 millones de nuevos soles. De igual forma su patrimonio
institucional evoluciona positivamente al ritmo del crecimiento, que hasta el 2013 se
valorizan en más de 24 millones de nuevos soles. Su capital social, que al 2001 inicia con
aportes que ascienden a 7 mil quinientos nuevos soles, al 2013 registra un saldo de
aportaciones que ascienden a más de 19 millones de nuevos soles (Véase cuadro N°04).
En 13 años de su fundación, la cooperativa, que en un principio fue creado como una
entidad de pequeña envergadura y netamente rural, se ha convertido en la cooperativa de
ahorro y crédito más importante de la región Apurímac. No obstante, para inicios del 2014,
se percibe la creación de numerosas cooperativas nuevas u otro tipo de entidades, sobre
todo en pueblos con mayor relación a Ayacucho.
17
CAC Los Andes, disponible en http://www.cooperativalosandes.com.pe, consultado el noviembre del 2013.
18
GÓMEZ (2013).
proyectos y como Director de la ONG IDCAA hasta el 2000. Su experiencia
ha sido apoyada por su asistencia a diversos seminarios y conferencias
especializados en cooperativas y en la industria microfinanciera”.19
19
Planet Rating Perú S.A., 2009: 4. Disponible en http://www.planetrating.com. Setiembre del 2013.
La democratización del capital y el crédito microfinanciero
El objetivo de las instituciones financieras es maximizar el valor del capital del “accionista”
a través de la movilización de depósitos (pasivo) y prestándolos (activos). Es decir, obtener
ganancias es imperativo para permanecer en el mercado20. No obstante, en un sector rural,
llegar a la población excluido de las finanzas y sobre todo a los más pobres de zonas rurales
(provincias y sus comunidades), evidentemente cuesta más que llegar a los pobres y
excluidos del sector financieros de las zonas urbanas (ciudades o concentraciones
poblacionales). Hay diferentes razones: los costos de operación dirigidas a las zonas más
lejanas, y nunca antes intervenidas tienden a ser mucho más altos, las vías de transporte son
poco accesibles y muy accidentadas, las poblaciones y las viviendas particulares son
dispersas, muchos de las comunidades campesinas no tienen una cultura crediticia, no
cuentan con las garantías realas, etc..
Casi hasta el 2004, las zonas históricamente consideradas marginales y extremos pobres de
Apurímac, poseían y poseen más de lo que nadie ha sospechado. Pero lo que poseían estas
comunidades pobres no estaba representada de forma tal como quisieran las entidades
financieras, que produzca valor adicional. Incluso hasta la actualidad, sólo algunos sectores
urbano-rurales cuentan con registros legales sobre cualquier tipo de propiedad. Así que los
créditos hipotecarios y domicilios verificables que generan una riqueza adicional, estaban
fuera del alcance de los campesinos con mecanismos de control sobre sus propiedades
comunales basadas en la tradición comunal. Ahí, había que buscar otras formas de dar valor
a todo lo que poseían, y que no estaban en los papeles formales y tampoco eran
comúnmente conocidos. La tarea de la CAC Los Andes fue transformar esos recursos
invisibles, en un capital dinámico que podía servir de garantía ante los créditos. Por
ejemplo, a la fundación de la CAC Los Andes, las comunidades socias servían de garantía
bajo acuerdo mutua para que sus miembros accedan a créditos sin la imperiosa necesidad
de entregar a la cooperativa documentos legales sobre sus propiedades, los grupos
solidarios se ayudaban mutuamente para garantizar el aporte de sus créditos, etc. Sin
embargo, al 2013 la pregunta es, en qué medida la titulación ha tenido el efecto anunciado:
de convertir el “capital muerto” de los pobres en “capital vivo”21. En qué medida les ha
20
TRIVELLI, Carolina (2004).
21
SOTO, Hernando (2000 ) y ALTHAUS, Jaime de (2007).
servido a los pobres, sus títulos de propiedad para acceder a los créditos. Para la CAC Los
Andes, intervenir en el sector rural, ha sido y aun implica poseer una cartera
mayoritariamente agropecuaria con altos riesgo climáticos o de precios de los cultivos que
se puedan producir. No obstante, el factor que influye favorablemente al crédito agrícola es
la diversificación geográfica, ya que la CAC Los Andes ha abierto oficinas en diferentes
provincias de Apurímac y regiones vecinas, con características muy distintas en cuanto a
cultivos y exposición a fenómenos climáticos22.
En suma, la CAC Los Andes, cumple con aquello de que es posible unir pequeños capitales
y ahorros de miles de personas pobres y viabilizar la re-distribución a favor de ellos
mismos. La población asociativa y la cohesión social hacia la CAC Los Andes, hace que se
movilice el desarrollo local mediante el micro-crédito y otras prácticas de ayuda mutua
localmente determinada entre la cooperativa y el socio. Por ello, en diciembre del 2013, fue
reconocido y premiado por La Convención Nacional del Agro Peruano (CONVEAGRO) –
Además de distintos reconocimientos–, como la cooperativa más eficiente en el servicio de
financiamiento a los agricultores, ganaderos, artesanos y pequeños comerciantes en la
región Apurímac.
22
TRIVELLI, Carolina y Álvaro Tarazona (2007), PALACIOS, Enrique (2001: p.73 – 90).
familiares o individuales, y en Antabamba con mejoramiento genético de alpacas. SOS
Faim, interviene desde la fundación hasta la actualidad con financiamiento y subsidios
económicos. Madre Coraje apoya en la apertura de nuevas agencias con fondos
económicos, materiales y financiamiento de proyectos. CEPRODER y Comype, intervienen
en cadenas productivas de cuy, palta y miel en el sector Grau. Clínica Santa Teresa y ZME
de Alemania apoya en la asistencia médica en el ámbito rural. CESAL, con cadenas
productiva agropecuarias en el sector Andahuaylas. COPYME, con emprendimientos
económicos y formalización de asociaciones y pequeñas empresas. Apurímac ONLUS –
Italia, desarrolla proyectos sobre identidad registral y cultural, restauración monumental,
biodigestores y energías renovables en sectores de Grau y Cotabambas. CEPRODER,
interviene en temas productivos en Grau y Huancavelica. CEDES Apurímac, con asistencia
técnica a socios en producción y mercado en zonas de Aymaraes y Abancay.
Adicionalmente están, RABOBANK, Casas Panada, etc. Las intervenciones no crediticias
se desarrollan mediante alianzas interinstitucionales, se interviene en comunidades bajo
convenios con ONGs, Cooperantes, organizaciones sociales y el propio Estado.
Las zonas intervenidas por la CAC Los Andes (Apurímac, y zonas de Ayacucho,
Huancavelica y Cusco), son poblaciones netamente quechua hablantes. El personal de la
cooperativa, en su mayoría y en especial los operarios de créditos que mantienen vínculos
estrechos con los socios de las comunidades rurales, son también, a demás ser de la zona,
quechua hablantes con capacidades de producir y reproducir conceptos y prácticas
localmente determinados. Desde las agencias, oficinas y puntos de atención, la cooperativa
promueve sus actividades bajo la dinámica del Ayni y Minka voluntario. Los mismos
administradores y el personal, participan activamente en las diversas faenas comunales de
refacción de caminos, puentes, canales de riego, etc. Participan en sus fiestas patronales,
aniversarios, carnavales, navidad, etc., y muchas veces las promueven. Mantienen un
contacto directo con el socio en su chacra, casa, trabajo y otros espacios de sus
comunidades y poblaciones rurales y urbanas relativamente pequeñas.
“La cooperativa, lo que hace es asumir esa práctica o cultura local, de tal
forma que la cooperativa puede encontrar su aliado, su espacio normal en ese
ámbito. Pero para eso hay que trabajar, cómo hacer viable esa práctica
cultual a nivel de la vida económica. Porque las cooperativas hacen
economía para sus socios. La cooperativa debe acercarse a través de la
cultura local a la población. Esto permite que la población haga suya”.
La intención es que los socios “incorporen a la cooperativa como parte de su
vida, como un instrumento más de ellos y para ellos. Que les sirva para su
propio desarrollo. La cooperativa no es solamente dinero; es también una
filosofía, una cultura… para eso nació en un escenario post-violencia
política, para subsanar necesidades”23.
A modo de conclusión
La CAC Los Andes, tiene origen en el “Programa de Microcréditos” financiado por SOS
Faim y ejecutados en el sector de Cotarusi – Aymaraes entre 1999 y 2000. Surge como
consecuencia de los programas focalizados para mejorar las condiciones de vida de los
sectores rurales afectados por la violencia política. Los mismos integrantes de los grupos
solidarios de las comunidades, son quienes participan en la fundación de la CAC Los
Andes (15 de febrero de 2001). Inicia sus operaciones en una región históricamente
marginal, considerados como poblaciones pobres y extremos pobres, con nula cultura
crediticia. Los principales objetivos de la cooperativa ha sido promover el desarrollo rural
con actividades productivas post violencia política.
La CAC Los Andes, es de raíz y orientación rural. Son un importante aliado del desarrollo
integral de las comunidades rurales y los centros urbanos en el campo. Se esfuerzan en
aplicar los principios de la economía solidaria y popular. En el “discurso popular” de un
sector amplio, la CAC Los Andes, “es como una ‘ONG’”; es decir, no se reduce en la
23
Entrevista con Víctor Chati, Gerente General CAC Los Andes, Abancay, noviembre del 2013.
actividad netamente financiera, sino que mediante una cooperación interinstitucional
(convenios con ONGs extranjeras y locales), ejecutan diversos programas sociales dirigidos
a sus socios y población rural en general a través de sus servicios complementarios.
No obstante, debemos afirmar que desde la aparición del cooperativismo, su relación con el
Estado siempre ha tenido un carácter contradictorio.
BIBLIOGRAFIA
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11457
3.9
3.35
3.28
8408
2.43
4844
4098
1.84
1.69
2724
1.7
1273
653
309
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
Cuadro N°04. Evolución de rentabilidad.
Evolución de rentabilidad en millones de soles: 2013
S/. 160,000,000
S/. 140,000,000
PATRIMONIO NETO
S/. 120,000,000 RESERVAS
S/. 100,000,000 ACTIVO TOTAL
S/. 80,000,000 PASIVO TOTAL
CAPITAL SOCIAL
S/. 60,000,000
S/. 40,000,000
S/. 20,000,000
S/. -
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