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Figura 6.2
6
INTELIGENCIA EMOCIONAL Y CEREBRO
María J. Mozaz1
José M. Mestre2
Isabel Núñez-Vázquez3
6.1.- INTRODUCCIÓN
Psicopatología
1 Para consultar cualquier información sobre el capítulo contactar con Dra. María J. Mozaz Garde; Facultad de
Psicología, Área de Psicobiología. Universidad del País Vasco, UPV/EHU. Avda. Tolosa, 70; 20018 Donostia/San
Sebastián (Gipuzkoa) España o el Dr. D. José M. Mestre; Área de Psicología Básica; Departamento de Psicología;
UCA; Facultad de Ciencias de la Educación; Campus Universitario de Puerto Real; Av/ república saharaui s/nº
11519; Puerto Real – España.
2 Algunos de los datos expuestos aquí han sido proporcionados gracias a la subvención del ministerio de
1
6.3.3.3.- Comprensión Deficitaria de las Emociones
6.4.- COROLARIO
6.1.- INTRODUCCIÓN
ambos procesos serían, al menos en parte, diferentes, si bien las conexiones que
del cíngulo y a los lóbulos frontales. A lo largo del capítulo nos iremos refiriendo a
todas ellas.
funcionamiento de ciertas áreas subcorticales y corticales del cerebro, así como de las
del presente volumen, la existencia de cuatro habilidades en le IE, a las que nos
2
secuencial en función de la edad y de la maduración cognitiva. Si bien la edad es un
naturaleza de las interconexiones que se vayan dando entre las áreas cerebrales que
Con el presente capítulo nos proponemos ofrecer en primer lugar, una escueta
asimismo de reconocer, si bien de forma escueta y sin desmerecer a todas las demás,
consideramos que podrían estar relacionados con cada una de las cuatro ramas del
modelo de Inteligencia Emocional ofrecido por Mayer y Salovey (1997) con el que se
3
neuropsicología. A continuación y bajo el título Bases Neuropsicológicas de la
rama del modelo, la de la Regulación Reflexiva de las emociones. Esta última rama
Nuestra modesta contribución sólo alcanza una pequeñísima parte del vasto
EMOCIÓN.
neurociencias básicas de finales del S. XIX y principios del S. XX, trataban de explicar
4
periféricos, autónomos y motores esqueléticos de la emoción, tales como cambios en
circuito al que llamaba “cerebro emocional”4. El postulado del sistema límbico como
amígdala, los cuerpos mamilares del hipotálamo, el hipocampo, el fornix, la corteza del
cíngulo, el septum, y el bulbo olfatorio (véase Pinel, 2001). Papez proponía que los
corteza cerebral.
animales un síndrome observado en 1888 por Brown, tal y como destacan Kolb y
4 Las teorías de Papez (1937) y MacLean (1949) originaron la extendida creencia de que el sistema límbico era el
sistema cerebral especializado en la emoción (“cerebro emocional”). Actualmente, y como destaca LeDoux (1996,
2000) la propia variedad de las emociones y la complejidad de las mismas, resultantes de la interacción de
procesos de muy distinto nivel, hacen poco verosímil la existencia de un único sistema cerebral especializado en
la emoción.
5
afecto. En principio se consideraba que sería la lesión en el sistema límbico, tal y
como lo concebía Papez la causante de ese cambio emocional. Sin embargo, hoy se
considera, tal y como destacan los últimos autores, que la aparición del síndrome en
James-Lange y tal y como señala Kandel y col. (2001) la primera autora proponía que
lenguaje y lesión en el hemisferio izquierdo; si bien no fue hasta la segunda mitad del
para el lenguaje (Benton, 1971). Hacia 1939, Goldstein (véase Kolb y Whishaw, 2006)
sugirió, tras sus observaciones clínicas, que las lesiones del hemisferio izquierdo
5 La amígdala o complejo amigdalino contiene varias subregiones entre las que destacamos el núcleo medial, el
lateral, el basal, y el central. Cada uno de ellos presenta diferentes aferencias y eferencias y participan de
diferentes funciones. En términos generales se entiende por núcleo la agrupación de neuronas,
fundamentalmente de los cuerpos celulares, de la misma naturaleza.
6
manifestaba que pacientes con lesiones prefrontales presentaban rigidez en la
también, aunque bastante más tardíamente, en los componentes emocionales que las
colorean. Más adelante nos referiremos de nuevo a ello al abordar las secciones
funcionales como aquellos que sustentan no sólo los complejos procesos somáticos y
autónomos sino también y con mayor razón desde su punto de vista, aquéllos que
unidad funcional (1979) en tanto regula, verifica y programa la actividad a partir de las
interrelaciones que establece con las otras unidades funcionales; es decir, con la
primera unidad funcional situada en el tallo cerebral, diencéfalo y regiones medias del
córtex cerebral y con la segunda unidad funcional, situada esta última en áreas laterales
7
vez en tres capas de neuronas corticales superpuestas tales como las primarias o de
que en los animales, las divisiones prefrontales del mismo. Consideraba que estas áreas
prefrontales eran las que presentaban mayor capacidad para integrar y modular la
córtex. Las múltiples conexiones, de ida y vuelta del córtex prefrontal con esas otras
áreas, llevaron al autor a considerar que sus áreas terciarias ejercerían sobre la
conducta una regulación general más universal que la de las otras áreas asociativas
del córtex cerebral. El autor describió, además, algunas de las alteraciones del afecto
observadas en pacientes con lesiones en las áreas basales de los lóbulos frontales.
Concretamente, observó que lesiones en áreas orbitales del lóbulo frontal cursaban
varios circuitos, de manera que de acuerdo a sus conexiones puede estar involucrada
en más de una función y/o partes de las mismas. Desde esta perspectiva, la lesión en
cualquiera de las regiones del circuito podría dar lugar a diferentes disfunciones.
8
En la actualidad la tradicional división funcional entre áreas sensoriales,
entre si. Se ha descubierto que además de recibir aferencias sensoriales, las áreas
Sinigaglia, 2006). Por todo ello los últimos autores sugieren que además de participar
vienen ensayando acercamientos recíprocos con las ciencias cognitivas y las ciencias
sociales, entre otras. De esta manera, nos estamos encontrando con disciplinas tales
Clínica).
fuera del objetivo del presente capítulo ofrecer una revisión de todas ellas. Nos
9
sentimiento, tanto a través de las observaciones y descripciones de casos clínicos,
resultar complementarios.
mismas. Otros parámetros, como por ejemplo la prosodia, que se refiere a las
Más que un juego de palabras la realidad expresada en la frase del párrafo anterior y
que cualquiera puede comprobar en cualquier momento, tiene que ver con la
faciales alteran la actividad del sistema nervioso autónomo, pudiendo dar lugar a
10
bebe, al margen de que lo vea o no por primera vez, y lo hace el tiempo suficiente
(que variara con cada bebe y circunstancia) para atraer su atención, comprobara que
el bebe también le sonríe. Este ejemplo permite apreciar el potencial de esta sencilla
observación.
comprobaremos cómo parece que las personas podemos ser influidas, y podemos a
tendencia innata a imitar las expresiones faciales percibidas (véase Carlson, 2006). A
sintonía emocional? Algunas aportaciones que veremos más adelante nos brindan
emocionales no verbales, otros como la postura del cuerpo, el tono muscular, incluso
11
percibe la multisensorialidad de forma sincrónica o con márgenes temporales
mínimos. Por ello y si bien el análisis parcial que comúnmente se lleva a cabo puede
produce, como muestran estudios de imagen (RMf), una amplia activación del córtex
favor del hemisferio derecho, tal y como destaca Aguado (2005), lo que vendría
de la prosodia, que pacientes con lesiones del hemisferio izquierdo (Borod et al.,
12
Estudios posteriores de medición de flujo sanguíneo cerebral (TEP) realizados
por George y cols. y destacados por Carlson (2006), mostraron que en tareas
izquierdo (HI.) Además la comprensión de la emoción a partir del tono de voz inducía
y el HI de las positivas. Sin embargo, Idaka y col. (véase Kolb y Whishaw, 2006)
(Tamietto, Latini, de Gelder y Geiniani, 2006). Estos últimos autores destacan otro
13
funcional (RMf) que muestra la implicación de la amígdala y el córtex estriado6
derechos, en la ventaja del HD, si bien subraya que la misma debe ser relativa, ya que
relacionados con cada una de ellas, lo que en principio resulta compatible con el
papel que según diversos autores, tal y como hemos visto, juega el hemisferio
de las expresiones emocionales básicas tales como el miedo, el asco y la ira depende
2006). Estudios realizados en personas con lesiones amigdalares han demostrado que
6
A las áreas visuales primarias se les denomina, por acuerdo general, córtex o corteza estriada y a las áreas
visuales de orden superior (áreas terciaria en terminología de Luria) corteza o córtex extraestriada (Martín, 1998).
14
A partir del estudio con animales de Klüver y Bucy, (1937; 1939), la amígdala,
Rolls, 1986). De esta manera la misma podría ejercer un papel mediador en las
actividad neural en la corteza insular7 y en el globus pallidus, estructura esta última que
forma parte de los ganglios basales8 (Rozin, Haidt y McCauley, 1999). Datos
(véase Rizzolatti y Sinigaglia, 2006). Estos últimos autores revisan una serie de datos
7 La corteza insular esta situada en la profundidad del córtex, entre la zona superior rostral del lóbulo temporal y
la inferior caudal del lóbulo frontal.
8 Los Ganglios basales son un conjunto de núcleos (grupos de neuronas similares) subcorticales del prosencéfalo
(cerebro anterior). Sus principales subdivisiones son el núcleo caudado, el putamen y el globus pallidus o globo
pálido (Carlson, 2006). Presentan múltiples conexiones internas, así como conexiones aferentes, procedentes de
los cuatro lóbulos cerebrales) y eferentes (hacia lóbulos frontales a través de los núcleos talámicos).
15
experiencia personal del asco y la percepción del ajeno podrían tener una base neural
común configurada por el área anterior de la ínsula izquierda y la corteza cingulada del
hemisferio derecho. Desde esta perspectiva la comprensión del asco ajeno no parece
mecanismo espejo tal y como parecen demostrar Wicker y otros en el 2003 (véase
Mestre, 2004).
funcionales del modelo, recordaremos que la amígdala tiene conexiones con áreas
sentimiento consciente. Por ello, ejercería quizá un papel mediador, según algunos
según la cual pacientes con lesión en córtex visual son capaces de responder a
16
estímulos que niegan ver conscientemente, de Gelder y cols. (1999) acuñaron el
término de visión afectiva ciega (affective blindsight), según la cual los sujetos que
niegan ver las caras enmascaradas que se les muestra son capaces, sin embargo, de
(Mozaz y Cowey, 2000) como audición sorda (deaf hearing), indicaría que si bien las
permitido demostrar que las expresiones faciales son procesadas en sujetos sanos a
nivel inconsciente, a través de una vía subcortical que implica a la amígdala derecha, al
núcleo pulvinar, situado en la parte lateral del tálamo y al colículo superior, en cerebro
el córtex órbito-frontal (de Gelder, 2005). Se ha afirmado que el giro fusiforme del
hecho de que no seamos conscientes del procesamiento de esa vía, no impide el que
9 El giro o circunvolución fusiforme se encuentra en áreas occipito-temporales y se cree que puede estar
relacionado con la capacidad para orientarse en base a los puntos de referencia circundante (Kolb y Whishaw,
2006).
17
probable que en algún rinconcito de su ser se haya preguntado por la naturaleza y la
diferenciar entre una de estas sonrisas, que llamaremos “voluntaria”, más o menos
social, amable, más o menos cultivada, hasta las sonrisas dañinas, pasando por
sonrisas más o menos afables. ¿Qué tienen en común y cuales son las diferencias?
placentero. Desde esta perspectiva las diferentes sonrisas voluntarias serían quizá la
comunicación humana, si bien los estudios orientados a analizar las semejanzas y/o
subyacentes.
en las áreas que rodean al ojo por la parte lateral externa (véase Pinel, 2001). Si bien
18
según el cual el cigomático mayor puede contraerse a voluntad, en tanto el músculo
orbicular sólo se contrae con la sonrisa genuina, garante por tanto, de autenticidad y
placer verdadero. Podríamos decir por tanto que la sonrisa es más que un
movimiento facial; es un acto expresivo, es decir, un gesto en el que a través del acto
además de con las emociones y/o estados mentales subyacentes. Según Ekman (1999)
expresión de disgusto y la sonrisa de Duchenne, así como incluso entre esta última y
la sonrisa que hemos dado en llamar voluntaria o social. El autor también destaca
emociones.
informar al receptor sobre el estado emocional y/o mental del emisor, además de cuál
que ha sido avalado por algunos datos. Debido a la dominancia del hemisferio
19
más expresiva que la derecha (Tranel, Damasio y Damasio, 1988). Por otro lado, otros
estudios realizados por Kolb y Taylor (véase Pinel, 2001) indican que el hecho de que
las lesiones del hemisferio derecho alteren la expresión emocional más que las
nuestra parte, que del hecho de que la lesión se presente en uno u otro hemisferio.
vamos a referir a algunos de los sistemas neurales que se han venido relacionando
la expresión emocional.
las expresiones voluntarias y/o sociales positivas (véase Carlson, 2006). Otros autores
las emociones primarias y secundarias serían los mismos (Damasio, 1996), ya que la
inducido por las neuronas terminales bajo el control de un sistema cerebral que
acontecimiento determinado.
20
Sin embargo, y si bien las emociones han sido comúnmente asociadas al
estado corporal, los estudios sobre la expresión de las mismas se han centrado por lo
general, en la expresión facial, la cual sin duda viene dada, como mencionábamos
región medial y la región dorsolateral. Serían las dos regiones primeras las que parece
1998; Damasio y Van Hoesen, 1984; Davidson e Irwin, 1999; Davidson, Jackson y
estímulo cambia (Dias, Robbins y Roberts, 1996). Por otra parte, la región medial de la
corteza prefrontal recibe las mismas proyecciones que la zona orbitofrontal que vienen
21
Las lesiones de las regiones de la corteza prefrontal, pueden dar lugar, dadas sus
Nos referimos a la paresia facial volitiva, que se manifiesta en la dificultad para mover
dificulta la expresión espontánea del lado de la cara afectado por la lesión, en tanto se
espontánea, a voluntad.
del córtex motor primario o de sus conexiones subcorticales. La paresia facial emocional
sustancia blanca subcortical del lóbulo frontal, o de regiones del tálamo. Estos dos
22
la capacidad de expresión y la mímica facial, de manera que los mismos reflejan un
del lóbulo frontal derecho que presentaba una progresiva pérdida de la expresividad
emocional tanto a nivel facial como de los componentes prosódicos del lenguaje
verbal.
aparentemente tan sencilla como puede parecer la expresión facial de las emociones.
1999, 2000a, 2002b), y viceversa (Lazarus y Lazarus, 1994). Es probable que la relación
cerebro consciente y al mismo tiempo sea quizá, el motor de la misma. Por ello, una
psicopatológicos específicos.
los primates tengan más conexiones entre la corteza y el núcleo amigdalino que otros
mamíferos, como si la evolución viniera ampliando las interrelaciones entre las áreas
23
responsables de las emociones y las relacionadas con los procesos cognitivos.
LeDoux enfocó su estudio en el miedo, como una de las emociones más relevantes
miedo. Por otro lado, también interactúa con circuitos corticales que subyacen a la
cognición, de manera que colorea los procesos cognitivos con las diferentes
es más, hasta los contextos ambientales podrían heredar, desde el punto de vista del
clásico.
(2002), quienes consideran que una vez se ha establecido el aprendizaje, este tiende a
automatizarse, de manera que buena parte de nuestra vida cognitiva puede ser el
cada vez que vamos a usarla o escribirla. Algo parecido ocurre con la emoción, de
eficaces que pueden liberar a las áreas corticales del cerebro que participan en la
actividad consciente de hacerse cargo de esa tarea, resultando quizá más económica
desde el punto de vista del gasto metabólico. Así, nuestros deseos y miedos
inconscientes pueden estar influyendo, sin que seamos conscientes de ello, sobre
nivel inconsciente. Si bien y como destaca el autor, el núcleo amigdalino influye más
24
no obstante, que somos evolución en acción; lo que resulta alentador en el contexto
de que el precio a pagar por el mismo puede resultar a su vez muy caro, debido a la
cambio de inconsciente a consciente, es preciso tener presente que las emociones son
(Edelman y Tononi, 2002). Podríamos decir que las emociones pueden influir en el
relación entre los niveles de ejecución o rendimiento de una tarea y los diferentes
rendimientos más elevados en una tarea cognitiva (p. ej., una prueba de evaluación)
coinciden con niveles medios de ansiedad (véase el capítulo siguiente para una
mayor ampliación).
cognitiva (Savage, 2002). Diversos estudios han destacado diferentes regiones del
ambos campos han mostrado que hay realmente muchos más solapamientos de los
25
que se habían apreciado con anterioridad, en concreto, en lo que se refiere a las
H. D. genera emociones, en tanto que el HI las interpreta. De esta manera tiene lugar
26
dicha distinción un sustrato neural, identificando más concretamente, la región
negativos. Según esta teoría, el sistema de aproximación del lóbulo frontal izquierdo
evitación del lóbulo frontal derecho mediaría en cambio, desde el punto de vista del
ha destacado los estudios de Jonson y colaboradores del año 2000 en los que ofrecen
evidencias que confirman que la amígdala puede estar implicada en los humanos,
potencia la percepción. Por ello postula que la emoción, vía amígdala, modula el
cognición. Las múltiples conexiones de sus diferentes núcleos con hipotálamo lateral,
tronco encefálico, tálamo y neocórtex confieren a la amígdala por otro lado, un rol
10El núcleo accumbens forma parte, junto con el putamen y el núcleo caudado del denominado cuerpo estriado,
componente a su vez de los ganglios basales, que veíamos previamente.
27
6.3.2.3. - Emoción y Cognición. Evidencias de la Neuropsicología y la Psicopatología
Cohen (2001). Otros autores (Pizzagalli y cols., 2001) ofrecen datos que apoyan esta
Es probable por tanto que las bases neurales de esta segunda rama, la de la
que actúa como «facilitador», en conjunción con los estímulos adecuados. Por
displacenteros.
parece estar relacionado con una disfunción neurológica que afecta a ciertas
ganglios basales, y al tálamo; así como a las interconexiones existentes en estas áreas,
28
especialmente las que convergen en las redes prefrontales, que incluyen conexiones
compulsivo, existe una disfunción de los núcleos caudados, estrechamente ligados a los
lóbulos frontales (véase Goldber, 2001), y el procesamiento cognitivo está ahogado por
manera que pueden ser mal conducidos por sus emociones y llegar a tomar
decisiones poca exitosas (Harris y Dinn, 1998; Harvey, 1986 e Insel, Donnelly,
de impulsos, en los que el acceso a los sentimientos es reducido (Savage et al., 1994),
emoción (Muller et al., 2003). Por todo ello podemos concluir que tanto un excesivo
Una vez más, al igual que en el apartado anterior, se confirma que la parte del
29
punto de vista filogenético) del cerebro. Esto nos permite afirmar que la influencia e
la evolución, a una modalidad de inteligencia, la IE, con entidad propia y tanto desde
el punto de vista neural, como desde el punto de vista funcional. Si bien esta
señala Damasio (1994). Este último autor destaca el hecho de que pacientes con
nivel de CI, pero no respecto a los relacionados con los niveles de IE. Según este
con el nivel de CI, en tanto el patrón opuesto fue observado entre las mujeres
30
6.3.3.- Comprensión de las Emociones
(1997), está relacionada con la capacidad, no sólo de comprender las mismas, sino
sólo hacia los estímulos procedentes del exterior, también hacia las experiencias
cerebro.
relacionados con la emoción, las relacionadas con la cognición es decir, las áreas
información intrapersonal.
31
Tal y como hemos adelantado, la compresión de las emociones implica la
con las partes de la corteza cerebral que hemos mencionado y que están relacionadas
llevadas a cabo en el ámbito del estudio de las neuronas espejo, ofreceremos una
como comentan algunos de sus autores (Rizzolatti, Fogassi y Gallese, 2007), un tipo
ejecutaba acciones como cuando observaba a alguien realizar la misma operación. Tal
de los 90, y años posteriores del grupo de Parma (Rizollati y Craighero, 2004 y
Rizollati, Fadiga, Gallese y Fogassi, 1996) y otros autores con humanos, Ayan entre
existencia de sistemas de neuronas que se activan tanto cuando el sujeto ejecuta una
determinada acción, como cuando observa cómo la ejecuta otra persona o imita la
comprensión del significado de las acciones ajenas sería el papel primordial del
sistema especular.
32
área de Broca, que se corresponde con la nº 44 de Brodman11, y también, según
somatosensorial.
que podríamos llamar “empatía emocional”. El autor destaca la creencia de que este
comprender las emociones expresadas por los demás, sin necesidad de deliberación o
persona activaría en nuestro cerebro los mismos sistemas neurales que son activados
cuando nosotros mismos experimentamos esa emoción. Así, cuando vemos a alguien
porque literalmente nuestras neuronas espejo se activan, lo que nos lleva a ponernos
en su lugar y experimentar nosotros mismos un estado similar. Si ello fuera así, sin
duda que las neuronas espejo y la labor que llevarían a cabo en la comprensión de las
11Brodmann, K. (1868-1918) dividió la corteza cerebral en más de 45 áreas de acuerdo a las diferencias que
encontró entre ellas. En la actualidad, el mapa de Brodman sigue siendo utilizado para identificar las diferentes
áreas y su participación en diferentes manifestaciones funcionales y/o conductuales del cerebro.
33
reacciones emotivas de los demás; si bien añaden que la resonancia del sistema
valencia emocional.
La ínsula, tal y como destacan los últimos autores, sería el centro del
mecanismo espejo en tanto que en ella están representados los estados internos del
viscerales. Destacan que si bien las emociones pueden llegar a comprenderse a través
sobre los mecanismos a través de los cuales somos o no conscientes de las emociones
activación de las neuronas espejo podría quizá hallarse en la raíz de dicho fenómeno.
Otros autores también han sugerido que el mecanismo especular podría encontrarse
las emociones. En los niños, las neuronas espejo podrían encontrarse en regiones de
34
la corteza frontal, y serían responsables de la imitación de sonidos y palabras, según
los últimos autores. Desde esta perspectiva y de la misma manera que planteábamos
emocional real?, si así fuera, se produciría algo similar, para continuar con la
estas dos posibilidades, y muchas más de la amplia gama que pueda darse de
emocionales, o de imbricación mutua de los mismos, así como con los sistemas
Algunos autores consideran que la activación del sistema motor debido a las
la empatía activa áreas fronto insulares y del córtex cingulado anterior, dicha activación
es modulada por el tipo de relaciones sociales entre las personas (Singer y col., 2006),
de manera que la sonrisa de Duchenne, por ejemplo, puede inducir una sonrisa de
función de las relaciones que mantengan, del estado interno de la persona etc.. Sin
35
duda que estos aspectos son relevantes en la comunicación e interacción emocional
humana y es de destacar que los propios autores de la teoría especular comentan que
Por otro lado se ha sugerido que la habilidad para darse cuenta del propio
estado emocional es una competencia clave para varias de las habilidades de la IE,
la empatía y la habilidad social (Lane, 2000). La conciencia emocional tiene que ver
asienta en el área rostral anterior del cíngulo y en el córtex prefrontal medial. Esta última
región presenta densas conexiones con la amígdala, con el córtex orbitofrontal y con
otros sectores del córtex cingulado anterior y estructuras paralímbicas, tales como la
ínsula. Lane destaca que pacientes con leucotomía (sección de las fibras de conexión)
rostral del córtex cingular anterior y del córtex prefrontal medial participan en la
siente uno, si bien es necesaria más investigación sobre esta hipótesis. Cabe
36
preguntarse con el último autor, si dichas áreas experimentan cambios a lo largo del
incapacidad para definir las emociones con palabras o símbolos (Sifneos, 1972). Sin
emocional (Lane, Ahern, Schwartz y Kaszniak, 1997; Taylor, Bagby y Luminet, 2000).
No obstante, una de las dificultades para reconocer la alexitimia como una entidad
Pollerman, 2002).
Por tanto ¿Cuáles serían las disfunciones neurales o funcionales por la que un
emoción diferencia entre unas y otras no está bien definida porque los resultados de
las investigaciones son contradictorias” (p. 285, 2002); y porque aún no han sido
37
desarrollados protocolos que permitan el diagnóstico preciso de la alexitimia. Una
resolver una cuestión crítica que sería la relación entre las estructuras y/o sistemas
una adecuada conciencia emocional, sugieren que una mayor conciencia emocional
está asociada con una mayor actividad en la corteza cingular12 anterior dorsal (Lane y
rostral es activada preferentemente cuando uno está atendiendo a sus propios estados
mecanismo especular podría estar en la base del déficit empático que presentan los
destacan el hecho de que al igual que algunos niños autistas, sujetos con lesión
Visio-auditivas-táctiles), fallan en una prueba que según los autores requiere las
alterada en niños autistas. Los autores destacan que se han identificado, en el giro
angular, neuronas con propiedades similares a las neuronas espejo. ¿Significa esto
12La corteza cingular o circunvolución del cíngulo esta situada entre el cuerpo calloso, al cual rodea, y el córtex
cerebral (Fig.6.1 y 6.2).
38
¿quizá que el mecanismo especular es uno de los muchos que presentan diferentes
cols. (2002) ofreció, desde el punto de vista de los primeros autores, la más
básico no verbal de la interacción social) sin implicación verbal ni motora, por lo que
las respuestas no están contaminadas por el estado de estas funciones. Los niños
autistas respondieron a esta prueba incluso mejor que los controles. En las pruebas
teoría de la mente. Estos resultados han llevado a los primeros autores a sumarse al
planteamiento de de Gelder (2006) según el cual los niños con autismo pueden fallar
más que a una alteración del sistema especular. La teoría de las neuronas espejo por
(Critchley y col., 2000). Aportaciones posteriores sin embargo aseguran que niños no
(2000) sugieren que los déficits del autismo pueden ser debidos a la alteración, en la
39
vendría dada por una anomalía difusa en la conectividad intraencefálica en fases
Estos ejemplos permiten considerar que las estructuras y/o sistemas corticales
mental, o inteligencia cristalizada, y las conexiones con los sistemas y/o estructuras
cuestionarnos sobre cómo aumentar los niveles de conciencia sobre las emociones,
cuando se pretende ejercer una influencia reguladora a voluntad, sobre las mismas.
emociones implica una toma de contacto con las mismas, es decir, una conciencia de
básica y fundamental para que pueda darse la potencial regulación de las mismas,
continuación.
40
6.3.4. -Regulación de las Emociones
Las emociones son complejas, caóticas y confusas y contienen sus propios sistemas
Una buena regulación emocional requiere flexibilidad. Por ejemplo, estar abiertos a
emociones implica además que una persona entienda cómo progresan las emociones
ese momento más volumen de agua de lo que se puede retener; pero abrir totalmente
ese grifo implica demasiado volumen de agua que una persona inexperta puede no
del proceso emocional; o lo que es lo mismo en nuestro símil, saber hasta qué punto
conviene abrir el grifo, hasta qué punto deben discurrir las aguas “emocionales” y
saber como graduar la salida del agua y cuándo conviene cerrar ese grifo. Aplicar
este símil es fácil de hacer, pues es realmente sencillo aprender a manejar el grifo
41
emociones, la identificación de aquellas que requieren ser gestionadas y la voluntad
Los datos que se han venido ofreciendo en las apartados anteriores del capítulo
participación de tres partes del encéfalo, tales como: a) el sistema límbico (procesos
estructuras neurales de interconexión de ambas partes, entre los que cabe destacar la
corteza cingulada.
sobre la posible existencia de algún tipo de mecanismo que coordine y/o armonice la
respecto confiamos en que las aportaciones sobre observaciones y/o estudios llevados
a cabo en el contexto de los tres sistemas funcionales a los que nos vamos a referir,
incluye diversas áreas y estructuras situadas en torno a la línea media del cerebro y
información proporcionada por los sentidos. Siguiendo a LeDoux (1995; 1996; 2000),
42
límbico a través de dos vías complementarias, las cortico-límbicas y las talámico-
límbicas.
núcleo amigdalino, es más rápida que la vía córtico-límbica, si bien es también menos
precisa, como decíamos previamente. Esta vía talámico-límbica, nos permite comenzar
resultar muy útil para reaccionar con rapidez (LeDoux, 2000). Por consiguiente,
previo a su llegada a las zonas corticales, las diferentes áreas y estructuras límbicas
como el hipotálamo y diversas regiones del tronco encefálico (LeDoux, 1996). A través
que mediante la recepción de la información desde las zonas sensoriales del tálamo,
las funciones emocionales del núcleo amigdalino pueden activarse con aspectos del
consciente) permite que aspectos más complejos del procesamiento del estímulo
activen el núcleo amigdalino. Los estímulos del mundo exterior son transmitidos hacia
el núcleo lateral de la amígdala, que después los procesa y distribuye los resultados
hacia otras zonas del núcleo amigdalino (el núcleo basal, el núcleo basal accesorio y el
núcleo central). El núcleo central sería, según algunos autores (Morris, Ohman y Dolan,
43
1998), el lugar principal de conexión con las zonas que controlan las respuestas
emocionales.
límbica (sin que por ello la vía talámica-límbica carezca de importancia) representa un
corresponde con esta cuarta rama del constructo IE, en el modelo de Mayer y Salovey
(1997).
La teoría del marcador somático13 (Damasio, 1994), es una de las más populares
para describir el papel que juega la corteza prefrontal en las relaciones entre el cerebro
se encauzan hacia los resultados más convenientes para la persona en las situaciones
a las que debe enfrentarse. El mediador neuroanatómico del marcador somático sería la
13 Esta teoría ha sido propuesta por Antonio Damasio en su libro El error de Descartes (2001). El error al que alude
el título se refiere a la separación radical entre razón y emoción, una distinción común a gran parte del
pensamiento filosófico occidental del que ya advirtieron Salovey y Mayer en 1990 en su primera definición de
inteligencia emocional. Damasio concluye que en esa zona del cerebro se localizan sistemas a través de los cuales
la emoción contribuye adaptativamente a la elección y la toma de decisiones.
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corteza prefrontal. Así, Damasio define la emoción como la combinación del proceso
mental simple o complejo con las respuestas del cuerpo, todo ello íntimamente
El papel que Damasio otorga a la corteza prefrontal tendría que ver con una
realizaron un estudio con 12 pacientes con lesión bilateral del córtex ventromedial o
su trabajo, los autores se refieren a la teoría del marcador somático en relación con la
Encuentran que los pacientes con lesiones en la corteza prefrontal tienen alterado
dichos marcadores somáticos, por lo que tienden a ejercer un pobre juicio en la toma
de decisiones, lo cual repercute en sus vidas y en la relación con los demás. También
sugieren que el córtex prefrontal ventromedial, la amígdala y las regiones insulares son
parte del sistema neural que subyace al marcador somático y a la toma de decisiones.
Entre sus resultados destacamos que sólo los pacientes con lesiones en el circuito del
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sería diferente al de la inteligencia cognitiva, lo que apoyaría de nuevo, la idea de
neuropsicología clínica, se describen los llamados síndromes frontales, entre los que
con lesiones en dichas áreas, por lo que clásicamente era conocido, como destaca
desinhibición; de manera que las personas con lesiones en estas áreas se presentan
cual por otra parte requiere de la participación, además de las áreas prefrontales de los
la corteza cingulada (Fig. 6.1 y Fig. 6.2), que recordaremos forma parte del sistema
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sistemas emocionales y los sistemas cognitivos interconectan dando lugar a la fuente
tener un papel importante no sólo en la experiencia subjetiva del dolor físico, sino
emocional subjetivo, por lo que se cree estaría implicada en estas funciones así como
depresivas que manifiestan mayor actividad en la CCA antes del tratamiento, tienen
una evolución posterior más favorable; lo que permite sugerir que la lesión o
Hipotéticas
Uno de los grandes desafíos del S. XXI, para las múltiples ciencias integradas en el
el proceso, a nivel neural, de las diferentes emociones de forma individual, así como
emociones complejas. Habría que investigar además, de qué manera las diferentes
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personas procesamos las emociones y sobre como los componentes autónomos,
neurales, cognitivos y mentales que las acompañan, dan lugar a esas diferencias
planteado la hipótesis del núcleo dinámico, a la que nos referiremos en este apartado.
Por nuestra parte aportaremos posteriormente, una breve reflexión sobre la potencial
vista de los autores, de una agrupación funcional distribuida que a través de las
diferenciadas del resto del tejido cerebral, en ese mismo periodo de tiempo. A dicha
agrupación los autores le dan el nombre de núcleo dinámico para resaltar tanto su
de localización cambiante en el que incluso cabe que las mismas neuronas puedan
organice de forma radial y jerárquica, de manera que las áreas corticales que se
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modalidades (visual, acústica, táctil, etc.) están interconectadas más directamente que
las que se encargan de los aspectos de bajo nivel de los mismos objetos. Lo que es por
otro lado compatible con el hecho de que las interacciones funcionales dentro del
núcleo dinámico, entre los grupos neurales de alto nivel y de bajo nivel de una
sonrisa que hemos dado en llamar, voluntaria o social (Ekman, 1999). En la base
además de las áreas que participan en la emoción, las que están implicadas en la
cognición, es decir, los diferentes sistemas que pueden estar mediando la IE, los
nuestro cerebro opere además, a niveles y/o con parámetros más sofisticados de lo
que hoy somos siquiera capaces de imaginar, y nuestra tecnología de detectar y/o
medir ¿Quién nos iba a decir hace pocos años que íbamos a asistir al conocimiento de
la existencia de la neurogénesis?
A lo largo del capítulo hemos visto como diferentes habilidades de la IE, tal y
que subyacen a las mismas, en tanto otros serían independientes. Incluso puede
darse que una o más estructuras cerebrales participen en las diferentes habilidades
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6.3.4.3.- Regulación, Evolución e Inteligencia Emocional
que para la edad de 1 año se han adquirido algunas conductas reguladoras básicas.
cuando y porque, en situaciones sociales por ejemplo, hay que encubrir las
emociones negativas (Scharfe, 2000). Sin embargo, y como recuerda Heilman (2005),
los lóbulos frontales y otras áreas del cerebro maduran alrededor de los 20 años de
edad; 18 según otros autores (Goldberg, 2001). Sería por tanto de esperar que la
de las emociones y la conducta. Si bien la edad es un factor relevante sin duda, para
expresar, comprender y decidir influir sobre las mismas. Es probable por tanto que
estamos viendo. Todos ellos operan más o menos eficazmente en las personas en
diferentes personas sino en una misma persona respecto a las diferentes emociones
percibamos más fácilmente el dolor que se nos causa que el que podamos causar, aún
siendo el estímulo el mismo, por ejemplo. Probablemente percibimos y/o somos más
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conscientes de unas emociones que de otras, si bien todas ellas y al margen de
nuestro nivel de conciencia sobre las mismas, influyen probablemente sobre nuestra
cognición y conducta.
Desde esta perspectiva las emociones, incluso las reacciones emocionales más
destacan, queda todo por entender sobre las leyes de la metaexperiencia. Si bien y
Pero ¿cuáles serían las bases sobre las que las personas se comprometen con los
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Esperemos que la neurociencia de la conducta y la emoción siga estudiando
conexiones entre los circuitos neurales responsables de las emociones y los circuitos
responsables del control consciente. Si así ocurriera las personas iríamos ganando
en el momento actual de evolución. Será necesario sin duda, en cualquier caso, tener
siga ejerciendo su labor fundamental para la supervivencia y este lista para la acción,
facilitando sin embargo, que la vía cortical calibre la situación y decide sumarse o no,
tendrían que ver con la naturaleza del propio tejido cerebral, es decir, con la
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capacidad del tejido nervioso para responder a los estímulos y dejarse influir por
acuerdo entre la edad de maduración de los lóbulos frontales, a la que nos referíamos
coincidencia, como destaca Goldberg (2001). Estamos de acuerdo con este autor, en
en parte, por factores ambientales y culturales. Sin duda, esta posible realidad
confiere responsabilidad por una parte y por otra esperanza, de manera que los
cerebro, que son las que ejercen un control de arriba-abajo (córtex-subcórtex) sobre la
control de la conducta consciente (de Gelder, 2005), lo que sin duda conlleva el
desarrollo de la IE.
amígdala. Las emociones negativas implican a esta última estructura y según destaca
procesada por esta última estructura, por ejemplo. Esta posibilidad lleva a Goldberg
resolución de conflictos. Quizá esta función la lleve a cabo también entre los
además de en el social.
lóbulos frontales de suprimir los impulsos biológicos cuando interfieren con los
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frontales son además, como destaca el último autor, claves para el pensamiento
crecimiento de la IE.
configuran nuestro cerebro: el del sistema límbico y quizá más concretamente del
complejo amigdalino, como fuente de emoción; el de los lóbulos frontales, como motor de
6.4.- COROLARIO
influencia mutua de algunas de ellas, vienen sentando las bases para esta nueva era
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en la que la interdisciplinaridad, tan importante como necesaria, vaya facilitando el
ayuden a seguir madurando como humanos. Con esta visión y esperanza aportamos
sobre los que podemos ejercer cierta influencia, tanto a nivel individual como social,
pueden ayudarnos a gestionar nuestra evolución personal y social. El reto esta ahí,
practicando.
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La existencia en nuestro organismo de células de diferente naturaleza con
tejidos diversos, órganos, sistemas funcionales, neuronales etc. que se rigen asimismo
homeostasis. Una buena metáfora que confiemos nos inspire a los humanos en la
condición.
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