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INTRODUCIÓN

En el siguiente trabajo monográfico daremos a conocer sobre los beneficios


penitenciarios la cual el Tribunal Constitucional sostiene: “en estricto, los
beneficios penitenciarios no son derecho fundamentales, sino garantías previstas
por el derecho de ejecución penal, cuyo fin es concretizar el principio
constitucional de resocialización y reeducación del interno.

En efecto a diferencia de los derechos fundamentales, las garantías no


engendran derechos subjetivos, de ahí que puedan ser limitadas. Las garantías
persiguen el aseguramiento de determinadas instituciones jurídicas y no
engendran derechos fundamentales a favor de las personas.
CAPÍTULO I

1.- CONCEPTO

Los beneficios penitenciarios son mecanismos que promueven la resocialización del


privado de libertad a través de su participación en actividades laborales, educativas,
y los servicios psicológicos, legales y sociales que ofrece la administración
penitenciaria, así como a través de las actividades que los propios internos
implementan con tal finalidad.

Los beneficios penitenciarios son también mecanismos jurídicos que permiten


reducir la permanencia en prisión de un condenado a pena privativa de libertad
efectiva, así como a mejorar sus condiciones de detención.

Contribuyen también, de manera importante, a mantener la gobernabilidad de los


establecimientos penitenciarios, pues al promover la participación del interno en
actividades terapéuticas, laborales y educativas, generan espacios de producción,
capacitación y de distensión, que en la vida cotidiana de una prisión se traduce en
la reducción de la violencia interna, así como en mayores niveles de convivencia
ordenada y pacífica.

Se fundamentan en los principios de reeducación y reinserción social que inspiran


la finalidad preventivo especial, asignada a la pena en el artículo 139 inciso 22 de
la Constitución Política del Estado; sin embargo, los beneficios penitenciarios no
son derechos fundamentales, pues constituyen una opción político criminal a través
del cual un Estado concede o regula estímulos a un condenado con fines de
resocialización.

Sobre el particular, el Tribunal Constitucional ha señalado que:

«Los beneficios penitenciarios no son derechos fundamentales, sino garantías


previstas por el Derecho de Ejecución Penal, cuyo fin es concretizar el principio
constitucional de resocialización y reeducación del interno. En efecto, a diferencia
de los derechos fundamentales, las garantías no engendran derechos subjetivos,
de ahí que puedan ser limitadas. Las garantías persiguen el aseguramiento de
determinadas instituciones jurídicas y no engendran derechos fundamentales a
favor de las personas. Por otro lado, no cabe duda de que aún cuando los beneficios
penitenciarios no constituyen derechos, su denegación, revocación o restricción de
acceso a los mismos, debe obedecer a motivos objetivos y razonables».
(Fundamento Jurídico 3 de la Sentencia 0842-2003-HC/TC).

2.- DEFINICIÓN DE BENEFICIOS PENITENCIARIOS.

Puede definirse los beneficios penitenciarios como el conjunto de mecanismos


jurídicos que permiten el acortamiento de la condena o, al menos, el acortamiento
de su reclusión efectiva.

«Es el sistema de recompensas reglamentariamente determinados para estimular


los actos que pongan de relieve buena conducta, espíritu de trabajo y sentido
de responsabilidad en el comportamiento personal y en las actividades organizadas
del establecimiento".

"Son incentivos que el Estado concede a efectos de dar bienestar al interno para
lograr su readaptación social, mediante la acción de diversas acciones de
terapia, educación y disciplina, basados en el autocontrol que lo obligara a su
reingreso de no conducirse, respetando las normas de convivencia social".

El reglamento del Código de Ejecución Penal señala que los beneficios


penitenciarios "Son estímulos que se otorgan a los internos como parte del
tratamiento progresivo aplicado por nuestra legislación y responde a las exigencias
de individualización de la pena, considerando la concurrencia de factores positivos
en la evolución coadyuvantes a su reeducación y reinserción social. Los internos
procesados o sentenciados, podrán acceder, según el caso, a los beneficios
penitenciarios siempre que reúnan los requisitos correspondientes.

La ejecución de las penas privativas de libertad corresponde al Instituto Nacional


Penitenciario, quien a través de un adecuado tratamiento penitenciario, tratará de
alcanzar la rehabilitación del interno. Es el en el transcurso de la ejecución de la
pena que el interno goza del derecho a peticionar ciertos beneficios. Estos
beneficios son una suerte de premio o gracia otorgada al interno, los mismo que
acortan de cierta manera el cumplimento de la pena impuesta al presentarse en el
tratamiento del interno ciertas características que denotan su rehabilitación;
decisión que se adopta por la autoridad judicial, ante la existencia de ciertos
requisitos exigidos por ley, y previo análisis de la situación de cada interno.

3.- CLASIFICACIÓN DE LOS BENEFICIOS PENITENCIARIOS.

 Beneficios que mejoran las condiciones de vida del interno:

Es el caso del permiso de salida, la visita íntima y un conjunto de recompensas que


se conceden al interno, como la autorización para trabajar horas extras, desarrollar
labores auxiliares, visitas especiales, entre otros beneficios. Se denominan también
beneficios «intramuros», pues —con excepción del permiso de salida— se
conceden en el interior del penal. La concesión de estos beneficios es una facultad
de la autoridad penitenciaria.

 Beneficios que permiten una libertad anticipada:

Son beneficios que posibilitan el cumplimiento de una parte de la condena en


libertad, y constituyen una expresión avanzada en la progresión del tratamiento
penitenciario. Es el caso de la Semilibertad y la Liberación Condicional, que también
se denominan beneficios «extramuros», por cuanto permiten la libertad del
beneficiado. Su concesión es potestad de la autoridad judicial.

En este grupo de beneficios penitenciarios se incluye la redención de pena por


trabajo o educación, pues también permite una libertad anticipada, aunque
propiamente no constituyen beneficios «extramuros». El reconocimiento del tiempo
de redención de pena por trabajo o educación corresponde a la autoridad
penitenciaria.
4.- LOS BENEFICIOS EN LA LEGISLACIÓN PENITENCIARIA

De acuerdo con el artículo 42 del Código de Ejecución Penal (en adelante, CEP),
una persona privada de libertad podrá acceder a los siguientes beneficios
penitenciarios:

a) PERMISO DE SALIDA; el que puede ser concedido al interno por un máximo


de 72 horas, en determinados casos; Para ELÍAS NEUMANN el permiso de
salida es "un avance penológico considerable y sus resultados son
provechosos, siempre que se otorguen con tino mediante una adecuada
fiscalización. Consiste en permitir por distintos motivos a uno o más reclusos,
el abandono temporal del establecimiento donde se alojan, para trabajar
durante el día en oficinas, talleres e incluso organismos ministeriales o
municipales sin que nada denote su procedencia; en segundo lugar por
razones de humanidad a fin de calmar la ansiedad del condenado derivada
de circunstancias familiares (enfermedades graves o muertes); en tercer
lugar, para armonizar las necesidades sexuales; etc."

MODALIDADES.- En la doctrina penitenciaria se distinguen dos modalidades:

 Salidas Transitorias o Permisos de Salida Ordinarios; por los que se


autoriza a los internos a salir del centro de reclusión, cada cierto tiempo y por
un número de horas determinado, para visitar a sus familiares, generalmente
en determinada fase del régimen progresivo, siempre que no constituya un
riesgo para la sociedad y sea provechoso para su rehabilitación. Puede ser
salidas cada fin de semana que se conceden en la última etapa o el tercer
grado del régimen abierto.

 Permisos de Salidas Extraordinarios; permiten la salida del interno por


causas humanitarias y en forma excepcional, en cualquier etapa de la
ejecución de la pena, de acuerdo al criterio del Director del establecimiento.
En nuestra legislación, en la mayoría de los casos se trata de permisos de
salida extraordinarios para salir del centro penitenciario hasta por un lapso de
72 horas; y Estos permisos se conceden al interno procesado o sentenciado,
por el Director del establecimiento penitenciario, pero dando cuanta al
Ministerio Público y en su caso al Juez que conoce del proceso..

 REDENCIÓN DE LA PENA POR EL TRABAJO Y LA EDUCACIÓN

. Se efectivizada en razón de un día de reducción de pena por dos días de


labor.

Este beneficio que permite redimir o perdonar la pena por los días de trabajo
o estudios realizados por el interno, tienen una larga experiencia en diversos
países, entre ellos España. En nuestro medio fue instituido en 1969 por el
Decreto Ley Nº 17581, en su versión de "redención de penas por el trabajo"
habiéndose incluido posteriormente "la redención de penas por el estudio"
mediante el Decreto Ley Nº 23164 en julio de 1980, luego reglamentados por
el Decreto Supremo 025-81-JUS de setiembre de 1981. Más tarde fueron
recogidos en el CEP. de 1985 dentro el rubro de beneficios penitenciarios y
mantenidos en el Código vigente con algunas variantes.

Los beneficios de redención de la pena por el trabajo y la educación, son


acumulables si se realizan simultáneamente.

"Es la libertad definitiva del interno por haber cumplido la pena impuesta en
la sentencia, a la que se ha computado los días redimidos por el trabajo o
educación realizada en el establecimiento penitenciario."

El otorgamiento del beneficio de la redención de la pena por el trabajo y la


educación, permite obtener la libertad bajo vigilancia en audiencia
extraordinaria, cuando el tiempo de detención sumada a la redención de la
pena por el trabajo o la educación es igual a la pena solicitada en la acusación
fiscal; evitando de esta forma la permanencia indebida de los internos en el
penal. Asimismo permite obtener la semi-libertad con anticipación del
cumplimiento de la tercera parte o dos terceras partes de la condena según
el tipo penal señalado por ley, sumado al tiempo de reclusión el computo
laboral o educativo; de igual forma permite alcanzar la libertad condicional
ante el cumplimiento de la mitad o las tres cuartas partes de la pena
impuesta, con la correspondiente disminución del cómputo laboral o
educativo; finalmente permite alcanzar la liberación definitiva con
anticipación a la fecha fijada en la sentencia siempre que no haya sido
beneficiado con anterioridad con un beneficio penitenciario.

 SEMILIBERTAD.

Permite egresar al sentenciado que ha cumplido la tercera parte de la pena.

Mediante este beneficio se permite al interno egresar (durante el día) del


centro penitenciario, para efecto de trabajar o educación, obligándose luego
al término de la jornada respectiva a pernoctar en su domicilio, sujeto a
control e inspección de la autoridad penitenciaria, del representante del
Ministerio Público y del Juez Penal respectivo. Para ello debe haber cumplido
previamente un tercio de su condena o tres cuartas partes de la misma,
además de otras condiciones.

La Semi-libertad es un mecanismo de pre libertad concedido por el órgano


jurisdiccional competente, observando la buena conducta del interno, el
tiempo de permanencia de interno en el establecimiento penitenciario, y
teniendo en cuenta la evolución del tratamiento penitenciario, su avance
positivo en su rehabilitación.

Este beneficio consiste en que se otorgue anticipadamente la libertad al


interno, cuando se considera que está próximo a su rehabilitación,
poniéndolo a prueba a efectos de saber si el tratamiento permitirá su
rehabilitación total.

 LIBERACIÓN CONDICIONAL. Se concede al sentenciado que ha cumplido


la mitad de la condena impuesta.
Es un beneficio penitenciario concedido a un recluso que ha cumplido una
parte de su condena en prisión. El penado que se encuentre ya en el último
periodo de la condena y que habiendo observado buena conducta ofrezca
además garantías de llevar una vida honrada es el que con más frecuencia
se beneficia de este precepto. El tiempo de libertad condicional dura lo que
a dicho preso le reste por cumplir de condena. Está reglamentado que si
durante ese plazo vuelve a delinquir, regresará a prisión hasta finalizar dicha
condena.

 VISITA ÍNTIMA.

Otorgado por el director del establecimiento penitenciario.


En nuestra legislación las visitas íntimas se encuentran permitidas para los
internos casados o convivientes; pero su implementación en nuestras
cárceles encuentra un problema ante la necesidad de contar con personal
especializado que realice las evaluaciones respectivas antes de conceder
este beneficio. No siendo posible en algunos casos, que su acceso alcance
para la población penal femenina.

 Otros beneficios. Integrado por recompensas, tales como la autorización para


trabajar en horas extraordinarias, desempeñar labores auxiliares de la
administración penitenciaria, y concesión extraordinaria de comunicaciones
y visitas.

5.- CRITERIOS DE APLICACIÓN DE LA LEY EN LOS BENEFICIOS


PENITENCIARIOS.

En el numeral 14.5 del presente manual se ha desarrollado la problemática


relacionada con la aplicación de la ley en el tiempo en materia de Beneficios
Penitenciarios, señalándose que el criterio imperante en la actualidad, —por
mandato de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional— es la aplicación de la
norma vigente al momento de solicitar el beneficio, o cuando el privado de libertad
presente su solicitud con dicha finalidad.
Sin embargo, para los delitos cometidos a partir del 23 de octubre de 2010, la
Primera Disposición Complementaria de la Ley N.° 29604, publicada el 22 de
octubre de 2010, ha introducido criterios adicionales de aplicación de la Ley en la
concesión de beneficios penitenciarios.

Se puede afirmar que se trata de dos mecanismos de aplicación de la Ley en materia


de beneficios penitenciarios, que no se oponen ni contradicen, de los cuales se
derivan los siguientes criterios:

 Para los delitos cometidos hasta el 22 de octubre de 2010 (antes de la


vigencia de la Ley N.° 29604), se aplicarán los criterios establecidos por el
Tribunal Constitucional; es decir, la ley vigente al momento de solicitar el
beneficio o la vigente cuando el interno haya presentado su solicitud;

 Para los delitos cometidos a partir del 23 de octubre de 2010, que no han
sido incluidos expresamente en la Ley N.° 29604, se aplicarán los criterios
establecidos por el Tribunal Constitucional, que mencionamos en el párrafo
anterior.

 Para los internos primarios que a partir de 23 de octubre de 2010, hayan


cometido los delitos previstos en los artículos 108, 121-A, 121-B, 189, 200,
325, 326, 327, 328, 329, 330, 331, 332 y 346 del Código Penal, se aplicará
la Ley N.° 29604 en casos de redención de pena;

 Para los delitos cometidos a partir del 23 de octubre de 2010, que la Ley N.°
29604 ha incluido en los artículos 46-B y 46-C del Código Penal (Artículos
108, 121-A, 121-B, 152, 153, 153-A, 173, 173-A, 186, 189, 200, 297, 319,
320, 321, 325, 326, 327, 328, 329, 330, 331, 332 y 346 del Código Penal), se
aplicarán los parámetros establecidos en la citada ley.
CONCLUSIÓN.

El instrumento jurídico denominado Beneficios Penitenciarios, surge como entidad jurídica de


asistencia a la progresividad del procedimiento resocializador, tendientes a generar en los internos
un estímulo para la adopción de actitudes re adaptativas; permitiendo adicionalmente optimizar las
condiciones para el tratamiento de las interrelaciones dentro de las instituciones penitenciarias.
Hoy, prevalece la disposición de exclusivizar como propósito y efectos de los beneficios
penitenciarios, la obtención anticipada de la libertad por parte de los penados, para lo cual se
pretende considerar que los beneficios que tienen tal efecto constituyen «incentivos» indesligables
de la función rehabilitadora del tratamiento penitenciario; visión parcial marcada de utilitarismo
despenalizador que no considera en su real magnitud la función y variedad de efectos de los
beneficios señalados, lo cual motiva percepciones distorsionadas con respecto a su naturaleza
jurídica.

Nuestro Código de Ejecución Penal para otorgar el beneficio penitenciario, establece el


cumplimiento de ciertas reglas de conducta y su incumplimiento, ya sea por las causales de la
comisión de nuevo delito doloso o por incumplimiento de las reglas de conducta, dará lugar a que
se le revoque el beneficio penitenciario de semilibertad y libertad condicional.

Dentro del marco jurídico peruano no se lleva un estudio estadístico de sentenciados reincidentes,
con el objetivo de realizar un análisis profundo y técnico, y como consecuencia de ello hacer un
buen diagnóstico situacional de la criminalidad con beneficios penitenciarios en las instituciones
penales de nuestro país.

Solo existen vagas estadísticas de la PNP en sus operativos sobre detenidos reincidentes, es
insuficiente estos datos, está muestra se relativiza ante el real problema. El Poder Judicial así como
el INPE no cuentan con un marco estadístico de sentenciados primarios, reincidentes y habituales
tanto por edades, sexo y por delitos. El INPE en su página virtual cuenta con una estadística en
cuanto a la población carcelaria a nivel nacional a Diciembre del 2011 es de 52, 700 internos, un año
antes era de 45, 464 internos; es decir, aumento en 7, 236 nuevos internos, en muchos casos
encontramos a reincidentes, que gozaban de los beneficios penitenciarios. Para efectos de ofrecer
un fundamento más cercano a la realidad, el investigador la recabado la última información
estadística en la oficina principal del INPE-Oficina de Estadística a Febrero del 2012 la población
carcelaria es de 53, 203.
¨AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL¨

UNIVERSIDAD PRIVADA DE PUCALLPA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

TEMA : BENEFICIOS PENITENCIARIOS.

CICLO : ¨ X¨

CURSO : Derecho Penitenciario.

DOCENTE : Félix Arcos Barrueta.

TURNO : NOCHE

INTEGRANTES: - Alvarado Meneses Nairobi.

- Armas Ruíz Evelyn.

- Arrunátegui Mestanza Orlando P.

- Avíla Flores Aldolfo

- Cerron Huarmiyuri

PUCALLPA – PERU

2018
BIBLIOGRAFÍA:

 http://sistemas3.minjus.gob.pe
 www.monografias.com
 http://repositorio.udh.edu.pe

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