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MATEMÁTICAS Y ARTE COMO ENFOQUE EDUCATIVO

Jeisson Ramírez Melo


Estudiante de matemáticas
Universidad Nacional

Forma, figura, plano, espacio, línea, recta, curva, proporción, volumen, punto de vista.
Después de leer esta lista de conceptos usted se preguntará ¿de qué tema hablará?
¿Matemáticas? ¿Arte? El propósito de este trabajo es convencer e informar al lector sobre
los cambios que deberían, si es que deben, realizarse en el modelo de enseñanza
contemporáneo.

La educación es parte fundamental del desarrollo personal de cada individuo, tanto así
que la era moderna es llamada la “era del conocimiento”, se entenderá la importancia de
este atributo. Incluso, pudiera decirse que el valor de una sociedad está representado por
el nivel de formación de sus ciudadanos, el cual debe permitirles posibilidades de
mejoramiento en diversos ámbitos de su existencia.

Juan Casassus (2000) clasifica la educación en dos paradigmas, el de tipo A y el de tipo


B. El método de tipo A es técnico, es lineal, es racionalista; mientras que el de tipo B es
emotivo, no es lineal, es holístico. Actualmente la educación utiliza un cierto tipo de
teoría y de práctica caracterizada por la visión del Tipo A. Esto es producto de la
confianza que algunas personas tienen en la autorregulación de la técnica, en los procesos
lineales y en la conducta humana racionalista, pero ¿qué significa esto?

En primer lugar, cuando hablamos de procesos técnicos nos referimos a procedimientos


que se llevan a cabo para controlar la calidad de algún producto, mediante estimaciones y
comparaciones. En segundo lugar nos encontramos con los procesos lineales, los cuales se
diseñan para producir un determinado bien o servicio en series de producción muy largas
(estas definiciones parecen de procesos de producción, quien diría que son de
educación…). Y en tercer lugar está el pensamiento racionalista, el cual, en pocas
palabras, dice que la mejor manera de aprender es mediante el razonamiento, el análisis, y
no mediante los sentidos.
Así se han desarrollado los sistemas de medición y de evaluación de la calidad de la
educación, que miden la producción entendida como un porcentaje de logros de los
objetivos académicos; lo importante es determinar con precisión el “producto” de la
educación o rendimiento del sistema, para así poder medirlo, determinar el ámbito y
niveles de “calidad”, referirlo a “estándares” y a partir de ello, alinear procesos para
mejorar la productividad y el producto.

Sin embargo, no está claro cuál es el producto en la educación, si es que existe, claro.
Aparentemente este producto es lo que se necesita para incrementar el desarrollo
económico. Se asume que las personas con más educación reciben mayores ingresos.
Pero no hay claridad sobre lo que contribuye a una mayor productividad en la educación,
de hecho, el 90% de la desviación en ingresos de personas con similares niveles de
educación, se explica por factores diferentes de las mediciones producidas por las pruebas
de rendimiento académico.

Por otro lado está el paradigma de tipo B, sistema emotivo - no lineal – holístico. La
educación emotiva, según Rafael Bisquerra (2010) “es un proceso educativo, continuo y
permanente, que pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como
elemento esencial del desarrollo integral de la persona, con objeto de capacitarle para la
vida”. Este paradigma también se expresa en procesos no lineales, la teoría del caos los
explica como comportamientos no periódicos para grandes lapsos de tiempo en un
sistema determinista, cuyos resultados finales dependen en gran medida de las variaciones
iniciales. Y por último enuncia un análisis holístico, en teoría de sistemas se usa este
concepto para decir que los sistemas deben ser analizados en su conjunto y no a través de
las partes que los componen. Es el sistema como un todo integrado y global el que en
definitiva determina cómo se comportan las partes.

Este modelo se basa en prácticas que incorporan la diversidad, con destrezas


necesarias para una sociedad inquieta, apurada y cambiante. Se trata de “meta-destrezas”
tales como el auto conocimiento, la capacidad de análisis, autoevaluación, capacidad
comunicativa, capacidad de adaptación y creatividad, todas características fundamentales
del hemisferio derecho del cerebro, cosa que me lleva al siguiente tema.

Después de analizar los dos paradigmas se puede hacer una analogía con el cerebro
humano. El paradigma de tipo A se basa en las características del hemisferio izquierdo,
pues este es el que se encarga de los procesos lineales, técnicos, de la organización y del
razonamiento abstracto, además del pensamiento matemático. Y está el paradigma de
tipo B, el cual se basa en el hemisferio derecho del cerebro, pues en él se ubican la
percepción u orientación espacial, la conducta emocional (facultad para expresar y captar
emociones), facultad para controlar los aspectos no verbales de la comunicación,
intuición, reconocimiento y recuerdo de caras, voces y melodías, el pensamiento artístico.

Comenzaremos hablando del pensamiento matemático. La matemática es una


disciplina importante que fortalece, según el Dr. Luis Rico (1998), el “pensamiento que
permite aprender y comprender lo real bajo los aspectos cuantitativos y cualitativos y su
capacidad para servir como medio de comunicación, como lenguaje para comunicar estas
ideas a los demás”. La principal función de esta disciplina es desarrollar el pensamiento
lógico, interpretar la realidad y la comprensión del lenguaje lógico-matemático,
cualidades elementales para la “supervivencia” del individuo en el mundo social.

Pero es bien conocido por muchos, que se encuentran dificultades en los aprendices
como lo son en habilidades psicomotoras y perceptivo táctiles, en tareas visuoespaciales,
en la memoria a corto plazo y en la memoria de trabajo, entre otras. Todo esto sumado,
muestra un grave problema en una asignatura de tanta trascendencia en las personas.

Y en cuanto al pensamiento artístico podemos notar que la educación artística posee


gran relevancia en la vida de cada persona; es capaz de concebir un ser humano creador y
sensible, de desarrollar una capacidad para aprender de los errores y de los éxitos, de
generar un aprendizaje positivo y buenas actitudes, de aumentar la capacidad para
considerar el trabajo y resolver problemas.
Los hemisferios, izquierdo y derecho, a pesar de ser tan distintos, forman juntos la
más compleja de todas las estructuras vivas conocidas, el órgano que nos identifica como
seres racionales. Entonces, si los hemisferios pueden unirse para formar el cerebro, los
paradigmas de tipo A y de tipo B pueden hacerlo, de la misma forma en que las
matemáticas y el arte, de manera interdisciplinar, lo hacen.

Mequè Edo (2008), en “Uno Revista de Didáctica de las matemáticas”, no solo explica
que es posible crear situaciones didácticas en donde estas materias trabajen en conjunto,
según ella, mediante la observación, análisis e interpretación de obras de arte y la
producción de creaciones plásticas inspiradas en la obra analizada, sino que muestra
situaciones en las que utiliza su método con niños de diferentes edades, obteniendo
resultados satisfactorios.

“La observación, el análisis y la interpretación de obras de arte, y la producción de


creaciones plásticas inspiradas en ellas, crean un contexto interdisciplinar en el que los
alumnos aprenden de forma simultánea matemáticas y educación visual y plástica.”
(Mequè Edo, 2008). Ella describe las fases de este tipo de planeación de la siguiente
manera:

1. Análisis e interpretación análisis de obras visuales.


a. Análisis de la obra: se centra en una descripción de los elementos plástico-
visuales reconocibles en la obra (líneas, puntos, manchas, figuras,
volúmenes, superficies, texturas, colores, etc.).
b. Interpretación: consiste en una alusión creativa centrada en la misma obra:
¿qué podría ser?, ¿qué me sugiere?, ¿qué me recuerda?, ¿qué me provoca?,
etc. Y ¿qué título le pondrías?

2. Producción de creaciones plásticas inspiradas en la obra analizada. consiste en


pedir a los alumnos que realicen un dibujo, pintura, escultura, construcción…
relacionada con la obra que se han analizado anteriormente. Teniendo un entorno
de aplicación de lo aprendido.

Esta es una propuesta innovadora desde un punto de vista sociocultural, para ayudar a
los alumnos a vivir experiencias ricas, creativas, socialmente relevantes, que les permitan
apropiarse e interiorizar numerosos contenidos matemáticos propios de su edad, al
mismo tiempo que desarrollan sentimientos y emociones estéticas. Si esta situación se
toma como ejemplo en las demás materias relevantes de la educación, es muy posible que
los aprendices, no solo se adapten, sino que tengan un proceso efectivo y eficaz en su
vida académica, posibilitando así un mejor desempeño en su vida social más adelante.

Hemos visto que muchos autores prefieren una u otra metodología; en cambio, esta
propuesta, análisis, supone que se debe hacer una mezcla de las dos, eliminar esa
separación de niños por edades, y cambiarla por facultades, buscar una calificación para
poder medir su inteligencia como lo sugiere esa frase que dice “Todos somos genios.
Pero si juzgas a un pez por su capacidad de escalar árboles, vivirá toda su vida creyendo
que es inútil.”, estos y más son ejemplos de cómo se puede hacer uso de las dos teorías,
Tipo A y tipo B, hemisferio derecho y hemisferio izquierdo, arte y matemáticas.
Referencias

Barquero, C. M. L. LA GEOMETRÍA A TRAVÉS DEL ARTE.

Casassus, J. (2000). Problemas de la gestión educativa en América Latina (la tensión entre
los paradigmas de tipo A y el tipo B). Santiago de Chile: UNESCO.

Edo, M. (2008). Matemáticas y arte en educación infantil. Uno Revista de Didáctica de las
matemáticas, (47), 37-53.

Gutiérrez, O. Á. (2003). Enfoques y modelos educativos centrados en el aprendizaje. El


proceso educativo desde los enfoques centrados en el aprendizaje. Recuperado de
http://www. lie. upn. mx/docs/docinteres/EnfoquesyModelosEducativos4. pdf.

Hargreaves, D. J. (1991). Infancia y educación artística (Vol. 20). Ediciones Morata.

Kilpatrick, J., Gómez, P., & Rico, L. (1998). Educación matemática. Errores y dificultades
de los estudiantes. Resolución de problemas. Evaluación. Historia.

Lancaster, J. (1991). Las artes en la educación primaria (Vol. 21). Ediciones Morata.

Viadel, R. M. (1988). El dibujo infantil: Tendencias y problemas en la investigación sobre


la investigación plástica de los escolares. Arte, individuo y sociedad, (1), 5-30.

Bisquerra, R. (18 de noviembre de 2010). Aprender a pensar. Obtenido de Sentir y


pensar: http://sentirypensar.aprenderapensar.net/2010/11/18/el-concepto-de-la-
educacion-emocional/comment-page-1/

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