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Teorías criminológicas
4º semestre
Clave:
LIC. 01142419 / TSU 02142526
Unidad 1
Antecedentes de las teorías criminológicas
Teorías criminologícas
Unidad 1. Antecedentes de las teorías criminológicas
Índice
Presentación.................................................................................................................................................................................................... 2
Propósitos........................................................................................................................................................................................................ 3
Competencia a desarrollar ............................................................................................................................................................................... 3
La escuela clásica y sus representantes .......................................................................................................................................................... 5
Legislación ................................................................................................................................................................................................. 35
Presentación
El estudio de las teorías criminológicas es un campo amplio e interdisciplinario que pretende explicar el
complejo fenómeno de la criminalidad desde diversos enfoques científicos, para ello las ciencias
sociales y humanas dan explicación de esta realidad, una realidad que es cambiante y que necesita
considerar varios aspectos y factores que inciden en la conducta criminal, tanto en lo individual como en
los grupos sociales.
La comisión de delitos es una “conducta típica, antijurídica e imputable” del hombre, por lo tanto, el Derecho en materia Penal se involucra
junto a la psicología, la sociología y la antropología, y sus áreas especializadas respectivamente, para ofrecer explicaciones conjuntas.
Esta unidad expone los antecedentes de las teorías criminológicas y también las diferentes direcciones disciplinarias que la conforman.
Como podrás darte cuenta, las diferentes direcciones de estudio comparten la misma raíz: la criminología y desde sus áreas nos ofrecen
conocimientos, técnicas y métodos para poder hacer frente a los problemas de seguridad pública respetando los derechos del otro. Es así
que las teorías criminológicas son conocimientos de diferentes disciplinas que convergen en un mismo punto: la conducta criminal o el
delito y cuyo fin es explicar por qué la persona delinque.
Los alcances del delito y la criminalidad tocan espacios políticos, económicos y socioculturales, tanto nacionales como internacionales, que
nos exigen trabajar niveles de mayor interpretación para responder a este fenómeno en todo su contexto.
Propósitos
Competencia a desarrollar
Identifica los antecedentes de las teorías criminológicas para explicar la conducta criminal mediante el estudio de
las diversas direcciones científicas.
Actividades de aprendizaje
Para cumplir con la competencia de esta unidad es importante que resuelvas cada una de las actividades que se plantean,
así demostrarás de manera progresiva tu avance hasta realizar la evidencia de aprendizaje.
Deberás fortalecer la realización de actividades con la gestión de los contenidos nucleares, para ello, se proporciona este
documento que presenta un panorama general, no obstante, es importante que gestiones información por tu propia cuenta,
con la intención de enriquecer tus rutas de aprendizaje.
Es importante que conozcas los antecedentes de las teorías criminológicas y distingas los cimientos de lo que ahora conocemos como una
ciencia interdisciplinar; en la que se relacionan otras ciencias que día a día evolucionan junto al estudio del delito, del delincuente y de la
conducta humana desviada.
Para lograr lo anterior, revisarás los postulados de la escuela clásica y dos de sus principales representantes. Seguirás con la escuela
positiva que intenta responder a este fenómeno no sólo desde lo penal, sino que, abre nuevos horizontes al incluir trabajos antropológicos,
biológicos y sociológicos. Después, revisarás por separado cada dirección disciplinar y los aportes que han hecho a la criminología en la
actualidad.
El estudio de las teorías criminológicas encuentra su raíz en el delito, que es la conducta delictiva de la persona, y se remonta a la Europa
del siglo XVIII con la escuela clásica. Es la época en que se desarrolla el iluminismo, este término se refería a que se emergía de siglos de
oscuridad e ignorancia a una nueva edad iluminada por la razón, soportada en la ciencia y que otorgaba el respeto a la humanidad.
Buscaba la eliminación de los abusos de la tiranía y la afirmación de los derechos de la persona humana, fue el paso de una economía
feudal a una capitalista, la transformación de un sistema de monarquía absoluta a un sistema parlamentario.
Se cree que la escuela clásica, en realidad, nunca existió como tal (Abidin, 2004). Los
positivistas del siglo XIX, bautizaron con el nombre de “escuela clásica”, a todo lo anterior
a ellos: a las doctrinas que no se adaptaban a las nuevas ideas.
El mundo clásico partió de una imagen excelsa, ideal, del ser humano como centro del
universo, como dueño y señor absoluto de sí mismo, de sus actos. Y fue Enrico Ferri
quien nombró “clásicos” a los juristas pre positivistas y posteriormente a Beccaria.
César Bonessana, Marqués de Beccaria (1738-1784), fue el primero en formular los principios del Derecho
Penal y de la criminología clásica, construyendo sus teorías sobre las ideas de Hobbes, Montesquieu y
Rousseau.
No es la crueldad de las penas uno de los más grandes frenos de los delitos, sino la infalibilidad de ellas.
[...] La certidumbre del castigo, aunque moderado, hará siempre mayor impresión que el temor de otro
más terrible, unido con la esperanza de la impunidad (Beccaria, 1976:71-72).
Para muchos autores, la escuela clásica principia con Bonessana, y ubican los principios unificadores de
César Bonessana
Tomado de: https://goo.gl/rRP8rI esta gran corriente entre Jeremy Bentham en su “Teoría de las penas y de las recompensas” (1840) y
Romagnosi en su “Genesi del distritto penale” (1824) (Rodríguez Manzanera, año:235).
Para otros autores, los juristas más representativos fueron Beccaria (1738-1784) y Bentham (1748-1832) por el impacto que han ejercido en
las teorías criminológicas posteriores. Aun cuando sus orígenes están en el Derecho Penal se les incluye dentro de las teorías criminológicas
por las aportaciones que hacen del comportamiento delictivo, ya que el enfoque de las teorías criminológicas es el comportamiento de las
personas que infringen la ley.
Jeremy Bentham, teórico del Derecho Penal Liberal y cercano a las propuestas de Beccaria, se
interesaba por disciplinar a las clases marginales, construía en las ideas de Foucault. Creía que el
derecho está cubierto por un “velo de misterio” que usan y portan sus aduladores para encubrirse y
con esto se hacía pensar que el Derecho era complejo de entender, por lo tanto, su conocimiento
era inalcanzable y también el cambio de las instituciones jurídicas.
Jeremy Bentham
Tomado de: http://goo.gl/esZsPX
El derecho es básicamente un lenguaje, que formula palabras, mandatos, órdenes, instrucciones y para esclarecer su naturaleza se
requería de un lenguaje en su método y en su objeto.
Principales aportes
Como podrás notar, estas contribuciones sobre el delito permitieron detenerse en el delincuente y pensar en las reacciones que podría
tener ante el castigo. Dado que el comportamiento delictivo y su análisis son la materia de interés en las teorías criminológicas,
encontramos en la escuela clásica y su Derecho Penal los orígenes de este estudio.
Beccaria Bentham
La imagen de hombre permite comparar el beneficio del La prevención del delito puede ser particular cuando se dirige
delito con el costo de la pena que pretende determinar la al propio delincuente o general cuando se dirige a los miembros
actuación de la persona hasta el reconocimiento de su de toda la colectividad. La prevención general se consigue por
mayor libertad. La imagen del hombre económico es la de la amenaza y aplicación de la pena, que sirve de ejemplo al
la persona racional. Si el castigo es útil es porque el resto de las personas para mostrar lo que ocurre en el supuesto
hombre está en capacidad de razonar, de comparar el de que también sean culpables del mismo delito. De esta forma
beneficio del delito por el costo de la pena. el castigo es la forma preventiva del delito.
Las características que deben tener las penas para ser La severidad y la certeza. Las penas no deben ser calculadas
eficaces en su lucha contra el delito: En cuanto más con base en sentimientos o emociones, sino en cálculos
rápido (celeridad) se impone la pena, más fuerte se graba matemáticos, lo que lleva a profundizar en la idea de
en la mente de la persona la asociación de que a todo proporcionalidad de los castigos.
beneficio producto del delito le sigue un mal, y la El castigo carece de justificación. Propone cuatro supuestos:
consecuencia es la pena. 1) cuando el castigo es infundado, 2) cuando el castigo es
Las penas deben contener determinada severidad, es ineficaz porque no puede prevenir el daño, 3) cuando el castigo
decir, que el mal representado por la pena exceda el bien es improductivo o demasiado costoso, por ocasionar un mal
que se espera obtener del delito, por ello el castigo debe mayor del que se evita, 4) cuando el castigo es innecesario,
ser el mínimo necesario para contrarrestar las ganancias porque el daño puede ser prevenido o cesar por sí solo.
del delito.
A diferencia de la escuela clásica, la escuela positiva tuvo una existencia real, donde médicos, juristas
y sociólogos, principalmente, estudiaban el delito desde su “génesis natural” para después observar
los efectos jurídicos que implica.
Esta escuela surge en la Italia del siglo XX cuyos exponentes más destacados son Cesare Lombroso, Enrico Ferri y Raffaele Garofalo.
Los trabajos de antropología criminal, realizados por el italiano Lombroso y sus contemporáneos, intentaron explicar el acto delictivo de la
persona desde las leyes naturales, dejando a un lado la idea clásica del libre albedrío. Los positivistas defendían la idea de que si la
persona se encuentra ante la decisión de poder cometer un delito o no hacerlo, no se puede afirmar que la acción está determinada.
Contar con un modelo determinista como el de las ciencias naturales y trabajar con datos generales (familia, herencia, raza, etc.), biografía,
antropometría, fisionomía y organoscopía, ayudó a esta escuela para intervenir en la génesis de la personalidad antisocial y defender la
anormalidad biológica del delincuente, cuya determinación a cometer delitos se da por causas hereditarias. Dando origen a la teoría del
delincuente nato.
Cesare Lombroso –médico y criminólogo italiano, fuertemente influido por la teoría de la evolución de las
especies desarrollada por Darwin– aportó una de las principales ideas de la escuela positivista: la defensa
de que cierta parte de los delincuentes tienen disposición delictiva tan fuerte que la sociedad puede hacer
muy poco o nada para evitar que lleguen a delinquir.
Para defender y probar esta hipótesis Lombroso realizó una primera investigación sobre 101 cráneos de
delincuentes italianos, analizando en qué medida existen semejanzas antropométricas con el hombre
primitivo, descendiente del mono. Así surge la idea de que el criminal nato es un sujeto que no evolucionó,
a esto se le conoce como teoría atávica (Manzanera,256).
Cesare Lombroso
Tomado de: http://goo.gl/xLdlFV
Enrico Ferri, discípulo de Lombroso, logró acercarse más al modelo determinista de la ciencia natural.
No se limitó a incluir factores ambientales como la pobreza, la falta de educación, etc., ya que
siempre hubo personas que realizaron actos delictivos sin que se cumpliera el factor. Así que observó
factores biológicos, que complementaban los factores ambientales y hacían de la actividad delictiva
un fenómeno necesario y predecible. El concepto plurifactorial se debe a él, apoyado en estadísticas
de criminalidad para la detección de factores ambientales.
Ferri parte de la idea de que en todo delincuente existe una persona biológicamente anormal,
mientras que la anormalidad del delincuente nato (delincuente loco) es el aspecto más sobresaliente
para entender su criminalidad. En otros delincuentes la anormalidad biológica es sólo una
Enrico Ferri, Padre de la sociología criminal
predisposición que se efectúa cuando inciden factores (variables) de carácter ambiental. Tomado de: https://goo.gl/8x3X8r
Por último, es importante mencionar que enriquece la antropología con los conceptos sociológicos para convertirse en la moderna
criminología (Manzanera, 1970:280).
La participación de Raffaele Garofalo (1851-1934) permitió un equilibrio frente al biologismo antropológico de Lombroso y el sociologismo de
Enrico Ferri enriqueciendo la escuela positiva con sus aportes jurídico-penales que serían pilar del positivismo: la prevención especial y su
prevalencia, además de la prevención general y la peligrosidad del reo como medida de prevención.
Es gracias a estos teóricos que surgen diferentes direcciones disciplinarias, cuyos logros, cada día se consolidan con técnicas más
eficientes que responden a las razones del porqué de la conducta delictiva.
El libre arbitrio es una ilusión; los hechos psíquicos están sometidos al principio de causalidad.
Siendo el hecho delictuoso resultado de una personalidad y del medio, el positivismo elabora la defensa social.
El delincuente es siempre, psicológicamente un defectuoso, temporaria o permanentemente, es decir, que las causas
psíquicas por las cuales se delinque, consisten en condiciones irregulares en que se desarrollan los hechos psíquicos.
La dirección antropológica
Como vimos, las bases de la criminología sobre las razones y causas que originan el delito son de naturaleza antropológica, se encuentran
en la escuela positiva a mediados del siglo XIX. Los trabajos realizados por el médico italiano Cesare Lombroso ofrecen determinar por
primera vez las causas del delito de manera científica, aunque hoy se sabe que sus resultados fueron más bien en el campo de la biología.
Sin embargo, abrió el camino de la antropología física y la antropología cultural, las cuales responden a aspectos del hombre desde lo físico
y psíquico que de algún modo condicionan su vida, es decir, la conducta.
En este sentido, entendemos por antropología criminal al estudio de las características físicas y mentales particulares de los autores de
crímenes y delitos, es decir, del hombre criminal. A continuación conocerás brevemente las ramas de la antropología criminal que
responden de manera específica y efectiva al trabajo criminológico en la actualidad:
Antropología cultural
Su estudio está dirigido a los orígenes e historia de las culturas del hombre, al conjunto aprendido de tradiciones y estilos de vida,
socialmente adquiridos de los miembros de una sociedad, incluyendo sus modos de pensar, sentir y actuar, es decir, a su conducta.
Antropología física
Y Stephen Jay G. afirma que para estudiar los orígenes de la antropología física tuvo que
http://goo.gl/SmpHqc
utilizar métodos no convencionales o no tradicionales, volviendo a analizar datos muy
antiguos para deshacer la “mística de los números”. […] Y concluir que no era posible que
hubiera ninguna diferencia estadísticamente significativa entre las capacidades craneanas de
las razas (1981).
En este sentido, la antropometría es una rama en la que se apoya la antropología física y que son de gran apoyo para los estudios
criminológicos, ya que analiza al sujeto por las medidas y proporciones que se podrían presentar malformaciones medibles; ya que como
sostuvo Benigno Di Tullio (1950) en su Tratado de antropología criminal:
…dada la bien notoria frecuencia de caracteres morfológicos en delincuentes es necesario diferenciar bien aquéllos que son inherentes al grupo
racial a que pertenecen, de aquéllos que son a su vez la expresión de dismorfias y atipias morfológicas consecuentes a fenómenos degenerativos
en general, y más particularmente a variaciones individuales (pp 204).
Antropología forense
Rodríguez Cuenca (2004:13).
En la actualidad la riqueza que ha otorgado la antropología al estudio criminal es el trabajo
forense para la identificación de personas. Se considera una disciplina derivada de la
antropología física que al aplicar técnicas y métodos propios coadyuva en la administración y
procuración de justicia, permitiendo establecer la identidad de personas vivas o cadáveres,
con el objeto de individualizar e identificar al individuo mediante características físicas
propias, a través de estudios somatológicos y osteológicos. De esta manera, el ámbito
biológico de la antropología legal, judicial, policial, criminal o forense se puede dividir en tres
grandes áreas según los tres grandes componentes del cuerpo humano:
Análisis osteométrico
Osteológica
Somatológica
Genética
Es importante señalar el trabajo interdisciplinario que se tiene que realizar para poder dar explicaciones a la conducta criminal de forma
integral. Por lo que una disciplina que apoya a la antropología física es la somatología, que consisten en observar, valorar y registrar las
características individuales, naturales o congénitas de las características morfológicas externas e internas del cadáver. Y con estos
resultados poder identificar a una persona extraviada o desaparecida, siempre que haya tejido blando en buenas o regulares condiciones
de conservación.
Los estudios osteológicos se realizan en osamentas, en casos donde existe para su análisis material óseo o cuerpos con exposición de
estructura ósea; por ejemplo, los cadáveres politraumatizados (por atropellamiento con múltiples vehículos, por caída de altura, por el
metro, etc.) en reducción esquelética parcial o total. En estos casos, las estructuras óseas destinadas a ser analizadas pasan por una
limpieza química y mecánica con la finalidad de realizar una mejor valoración.
La antropología, y su relación con la criminología, tiene una mirada basada en todas las ciencias, en el estudio del hombre desde lo subjetivo
y objetivo, logrando combinar en ella enfoques de las ciencias biológicas y sociales. Asimismo, la importancia que las relaciona con la
conducta del individuo en su evolución estructural y el desarrollo de las sociedades, sin olvidar su continua interacción con el medio.
La dirección biológica
La biología, cuyo estudio son los seres vivos y entre ellos el hombre, es una de las ciencias cuya intervención desde el siglo XIX con
Lombroso, Enrico Ferri y Gerófalo, busca responder a la tendencia criminal. En sus inicios se asociaron los rasgos físicos para explicar que
la fisiología de una persona delincuente era diferente a la del no delincuente, estas hipótesis no tuvieron trascendencia y fueron criticadas.
El hombre al cometer el delito ha orillado a cuestionar si las conductas delictivas pueden tener origen en situaciones de salud o defectos
físicos o psíquicos, sin embargo, uno de los problemas de las teorías que defienden la predisposición biológica de la delincuencia radica en
la dificultad de aislar estos factores biológicos de las influencias ambientales. Por ejemplo, aislar la variable adopción de la educación
recibida en la familia, con esto la teoría busca validar con estudios específicos que permitan examinar si la delincuencia es o no transmitida,
cuando pueden aislarse los factores ambientales. Sin embargo, desde los años 50 con el descubrimiento del ADN se han logrado grandes
aportes a la criminología.
Lo que debemos saber es que estas teorías intentan responder si existe la transmisión
genética de la delincuencia.
De ser así, y dado que el factor ambiental ha sido neutralizado, se demostraría que la delincuencia es una cualidad heredada. En
ambos casos los estudios arrojan resultados negativos y en conclusión no se puede afirmar con base en estas teorías que exista una
trasmisión genética de la delincuencia.
C. Las teorías que relacionan la delincuencia con la constitución física. Parten de la hipótesis
de que una característica física heredada va relacionada a unas características de personalidad que a su
vez se relacionan con la criminalidad. La idea central es que la constitución mesomórfica (la de mayor
fortaleza física) va vinculada a una personalidad extrovertida, dominante y activa, y estas características
de personalidad aumentan la probabilidad de que la persona realice comportamientos delictivos. Los
resultados que se tienen de estos estudios dividen la aceptación de los especialistas ya que es un
estudio que delimita la delincuencia.
George Mendel D. Las teorías que relacionan delincuencia con inteligencia. La tesis es que la baja inteligencia
Tomado de: https://goo.gl/6jWQI8
está ligada a la criminalidad. Explican esta correlación de variables, baja inteligencia y delincuencia,
sobre la base de su teoría de la acción racional, que sostiene el argumento, de que las personas de baja inteligencia tienen a valorar
más el delito por: a) el fracaso escolar, b) el pensamiento a corto plazo, c) la impulsividad, y d) menor razonamiento moral. Las
diferencias en inteligencia reflejan más bien aspectos ambientales que genéticos.
E. Las teorías que relacionan delincuencia con personalidad. Consideran que la delincuencia está determinada por la personalidad en
un 20%, resultado de la transmisión genética. La característica que más sobresale de estos estudios es la extroversión, que resulta ser
uno de los elementos de la personalidad criminal, comporta que la persona tenga menos capacidad de ser condicionada por los
castigos.
F. Las teorías sobre la disfunción cerebral. Los estudios sobre las disfunciones cerebrales se han dirigido fundamentalmente al análisis
de la relación entre la epilepsia y la conducta criminal. Estudios actuales han confirmado que tan sólo existe una relación parcial y que
el estigma social ante dichos sujetos puede ser aún más relevante. Otra línea de estudio se ha dirigido hacia la hiperactividad infantil
causada por traumas cerebrales del periodo perinatal o de la primera infancia.
Se ha relacionado tradicionalmente con conductas delictivas, por afectar significativamente al grado de concentración y provocar una
pérdida de la autoestima, unas deficientes capacidades escolares y un aprendizaje social difícil.
Se han rechazado algunas ideas como la del delincuente nato (Lombroso) y se mantiene la idea que el delincuente es una persona con
predisposición biológica a la delincuencia, que se activa por las circunstancias. Por lo tanto, en la actualidad no se puede afirmar que la
existencia de una carga hereditaria sea la génesis del delito, ya que no es la criminalidad la que se hereda sino la predisposición.
Gracias a la genética y el advenimiento de la moderna tecnología para identificación del ADN se han tenido resultados en el desarrollo de
pruebas de identificación humana. Asimismo, la identificación individual incluye diversas situaciones, como la perpetración de un crimen
violento (violación o un asesinato), la resolución de paternidad e identificación de restos de personas extraviadas, como en los desastres
masivos, etc.
Gregor Johann Mendel (20 de julio de 18224-6 de enero de 1884) fue un monje agustino
católico y naturalista nacido en Heinzendorf, Austria (actual Hynčice, distrito Nový Jičín,
República Checa) que descubrió, por medio de la experimentación de mezclas de diferentes
variedades de guisantes, chícharos o arvejas (pisum sativum), las llamadas Leyes de Mendel
https://goo.gl/6jWQI8
que dieron origen a la herencia genética.
El ADN de cada individuo es único y, convenientemente analizado, sirve para diferenciar a una persona de otra entre todos los
demás. La mitad del ADN autosómico de una persona es heredado del padre biológico y la otra mitad de la madre biológica, por lo
que se pueden realizar estudios de filiación.
Todas las células con núcleo del cuerpo de un individuo tienen el mismo ADN por lo que se obtendrá el mismo resultado si se
analiza sangre, saliva, tejido, semen, pelo, etc.
Es posible identificar a un individuo a partir de muestras biológicas muy pequeñas o degradadas.
Se puede obtener ADN de muestras biológicas aunque haya pasado mucho tiempo, como por ejemplo, en restos óseos antiguos.
Sin embargo, existen espacios poco comunes como tejidos en parafina, uñas, estampillas postales, sobres, colillas, restos de utensilios
(vasos, afeitadoras, cepillos de dientes, etc.) entre otros sitios. No obstante, la obtención de DNA en estas muestras es más difícil porque
existe un alto grado de contaminación ambiental y la muestra puede ser muy pequeña (Rodríguez y Rodarte, 2010:33).
Sir Alec John Jeffreys, miembro de la Royal Society (Oxford, Reino Unido, 9 de enero de 1950), es un genetista británico que
desarrolló las técnicas de la huella genética y del perfil de ADN que, en la actualidad, son usadas por la ciencia forense para ayudar
a la policía en sus trabajos de investigación. La misma técnica se ha demostrado muy útil para resolver litigios sobre paternidad.
En el laboratorio de Leicester, el 10 de septiembre de 1984, hacia las 9 de la mañana, examinando unas placas de rayos-X
realizadas sobre un experimento de ADN cuyas muestras se obtuvieron de varios miembros de la familia de su ayudante, advirtió
inesperadamente las similitudes y diferencias en el ADN de los distintos miembros del conjunto.Transcurrida, aproximadamente,
media hora, se dio cuenta de la importancia de lo que estaba observando, ya que las variaciones en el código genético servían para
identificar inequívocamente a los individuos.
La dirección sociológica
En Estados Unidos se presentaron las primeras escuelas sociológicas, principalmente la escuela de Chicago, 1915, que incluyeron factores
ambientales (sociales y ecológicos) que pudieran afectar a la persona para llegar a delinquir, su interés era descubrir por qué determinadas
organizaciones sociales –como los barrios– presentan índices de delincuencia más altos que otros. Alejándose de la investigación
tradicional intentó producir nuevos conocimientos con un valor científico que respondieran a problemas sociales concretos sobre la
delincuencia en las zonas urbanas y sus consecuencias.
De esta manera el campo de estudio social tomó nuevas dimensiones. Mientras que el enfoque italiano se había concentrado en el estudio
de persona individual, la criminología sociológica se inclina por estudiar la organización social, los grupos de personas.
Por ello, la sociología es fundamental para el estudio del hombre en la sociedad, como receptora de la conducta del hombre que la habita,
ya que en ella se desarrolla la actividad diaria, se culturaliza, se reproduce la persona y el espacio social es donde se cometen los delitos,
en la misma convivencia con los demás. Los delitos procedentes del mundo circundante giran en torno a los individuos y los estimulan a
delinquir.
Sociología criminal
Actualmente la sociología criminal reducida a sus límites es “la ciencia parte de la criminología, que tiene por objeto el estudio del delito en
cuanto fenómeno social, así como de los factores sociológicos que intervienen en su producción” (Cruzado, 2016). Comprende el conjunto
de principios derivados del estudio estadístico de la masa de fenómenos criminales, relacionados con el conjunto de principios psicológico
en casos concretos que permiten el estudio del delito como hecho social y en sus relaciones con los factores
criminógenos. Incluye también la determinación de los recursos preventivos político-sociales de los que los
Estados pueden valerse en su lucha contra la criminalidad.
La dirección sociológica ha hecho grandes aportes teóricos a la criminología, como los que se enlistan abajo,
pero no ahondaremos en ellos, ya que se desarrollan y son parte del estudio de la materia de sociología
criminal.
Teorías de la anomia
Criminología crítica
La dirección psicológica
Las propuestas de Lombroso carecían de suficientes bases científicas comprobables que explicaran ciertos crímenes, aparentemente
incoherentes, y que eran respuesta de motivaciones triviales e incomprensibles. Tampoco las explicaciones sociológicas o antilombrosianas
parecían ser capaces de desentrañar el misterio de las motivaciones profundas del crimen (Manzanera, pp 367). De manera que la
psicología abre otros espacios de investigación que aportan respuestas y permiten clarificar el campo de estudio de la criminalidad
observando la mente humana.
El estudio y trabajo científico ha llevado a grandes resultados en las últimas décadas en materia de psicología. Hoy se cuenta con trabajos
especializados para responder a la actividad de la mente criminal, la conducta criminal, la conducta de la víctima; esto ofrece al Derecho
métodos y técnicas para prevenir e identificar el delito, penalizarlo y reinsertar a la persona a la sociedad. El objetivo es que la persona con
conductas desviadas, en respeto de sus derechos y garantías individuales, goce de ser parte activa y productiva socialmente aceptada.
Es así que la necesidad de observar el comportamiento como consecuencia de diversos factores (biológicos, sociales, ambientales y
psicológicos) requiere un trabajo pluridisciplinar para que la criminología obtenga métodos y técnicas, de cada disciplina científica y de
forma conjunta dar cuenta de la conducta criminal.
Para nuestro estudio, entenderemos entonces por psicología a la ciencia que estudia los procesos mentales, las sensaciones, las
percepciones y el comportamiento del ser humano, en relación con el medio ambiente físico y social que lo rodea.
Las contribuciones de la psicología se centran en estudios sobre las causas y motivos, normales o patológicos, que conducen al hombre o
mujer a convertirse en delincuente; se centran en la individualidad criminal y en los factores de la conducta criminal, como son su historia y
atributos personales.
Para Soria Verde y Sáiz Roca (2006:33) son cuatro las áreas más relevantes:
1. La psicología social que tiene gran relevancia en el estudio de la criminalidad y cuenta con grandes atribuciones explicativas como
son:
2. La psicología biológica. La visión actual de un interaccionismo biológico permite comprender que los procesos biológicos se
relacionan con el entorno físico-social y con las experiencias psicológicas desarrolladas por el individuo en su interacción con el medio y
eso será lo que determine una expansión o una reducción de dichas limitaciones (Soria, 2006:34).
3. La psicología del comportamiento. Ofrece dos puntos relevantes en el desarrollo de la psicología criminal:
a) El énfasis en la conducta observable, que permitió desarrollar sistemas de evaluación, medidas y control, basadas en
formulaciones estadísticas y modelos experimentales.
b) El énfasis en la validez de las teorías elaboradas para desarrollar y observar la capacidad de las diversas teorías creadas en la
predicción del comportamiento humano (Soria: 2006:35).
etc. Esto permite que la adolescencia sea una etapa crítica a nivel evolutivo y de aparición de conductas criminales (Soria, 2006:32).
La conducta criminal no existe por si sola en el individuo, tampoco podemos decir que se nace
con ella; hay diversos factores que la producen y alimentan. Hilda Marchiori dice que la
conducta delictiva debe observarse “siempre en función de la personalidad y del inseparable
contexto social en el que está inmersa, ya que, el individuo se adapta al mundo a través de sus
conductas” (2004:3), y deben ser identificadas cuidadosamente, por mencionar algunas: la falta
de conciencia, el miedo insuperable, la provocación, la incapacidad psíquica, los cuidados
inapropiados en la infancia, el contexto de crianza, personalidades psicópatas, pulsión a la
maldad, personas excesivamente controladas, percepción de autoeficacia, etc.
Conducta criminológica
Los factores mencionados, entre otros, son tomados en cuenta al momento de evaluar un crimen y determinar el origen del hecho para ser
castigado. No puede ser tratada igual una persona que no fue consiente del acto criminal que un individuo que comete crimen de acuerdo a
sus rasgos de personalidad o que responde a una conducta criminal ante un caso psicológico y se encuentra alterado. De esta manera
podemos ver que cada persona es un caso particular y debe ser tratada de manera particular, es aquí donde la psicología forense cumple
su función de auxiliar a la justicia para determinar las causas y proponer posibles tratamientos a los jueces y se tomen decisiones justas.
La psicología criminal busca la integración de los escenarios de un crimen, desde los indicios y evidencias conductuales. De esta forma,
analiza a la víctima y su perfil de personalidad, analiza al agresor y sus motivaciones, las características del crimen y, con todos los datos,
elabora perfiles de los agresores que contribuyen para la clarificación del delito y la identificación de los criminales. Para su aplicación Soria
(2006:54-57) menciona y describe, entre ellos:
La elaboración de teorías sobre el delito. Responden a dos procesos unidos, uno de carácter retrospectivo y otro proyectivo. Se
basan en los estudios predictivos del comportamiento humano, así como en aquellas teorías elaboradas sobre la criminalidad que
intentan establecer el comportamiento ulterior de reincidencia o de una determinada persona ante un hecho criminal. Estudian el
comportamiento criminal como algo estático y procesal a la vez, donde el sujeto puede modificar su comportamiento a través de sus
experiencias vividas.
El diseño de técnicas de intervención. Es el conocimiento sobre la persona delincuente que ha permitido desarrollar técnicas
específicas, principalmente de la entrevista que es de donde se obtiene el mejor conocimiento del comportamiento, pensamiento y
emociones del criminal y de la víctima. También se tiende a establecer las condiciones del mismo según los perfiles psicológicos
elaborados previamente o mediante un proceso de negociación frente a la tradicional presión psicológica.
La victimización y reacción social. Es conocer la figura de la víctima y comprender su propio proceso sobre los efectos psicológicos
del acto criminal y conocer más a fondo las secuelas provocadas por el agresor. Y también trabajar en la aplicación directa a la práctica
policial facilitándole elementos para comprender la reacción de la víctima como persona y como testimonio de los hechos delictivos.
La indagación policial. Se han producido los avances más significativos en este renglón, pues ha facilitado numerosos procedimientos
para la investigación de los actos criminales, su resolución, los perfiles criminales. Destacar la negociación con secuestradores, la
clasificación tipológica con base en sus formas de actuación, motivaciones, letalidad, etc.
La prevención del delito. Los estudios sobre la elaboración social del delito demuestran cómo no siempre la visión social que se posee
del delito y del delincuente coincide, es más, divergen en las formas criminales, el autor del delito y el riesgo para la víctima. También
hay que destacar los estudios sobre los procesos de información y asesoría a la comunidad ofreciendo no sólo acciones de protección
física o personal, sino de mejora en la integración comunitaria, de la calidad de vida, etc.
La psicología forense es una de las áreas de mayor desarrollo. Ha repercutido en la adopción de medidas judiciales más acorde con
las necesidades y las posibilidades de reinserción social. Destaca el asesoramiento a jueces y abogados, facilitando un mejor
conocimiento de la criminalidad, sus procesos, y sus mecanismos de resolución a los miembros del mundo jurídico. Asimismo, la
valoración de medidas jurídicas y sus efectos, en calidad de perito se puede proponer medidas judiciales que beneficien al delincuente
en su reinserción social.
Según Ballester, del Centro de Psicología Clínica, Laboral y Forense, el término forense proviene de la palabra foro: lugar donde se reunían
los ciudadanos para discutir sus problemas comunes, sus derechos. La psicología forense es entonces la intersección entre dos ciencias: la
psicología y el derecho. Sin embargo aun cuando estas dos ciencias tratan el mismo objeto de estudio –la persona– sus enfoques y sus
métodos son diferentes. Ballester en Psicología Forense, Estudio de la mente criminal afirma que:
...la psicología no puede juzgar, demandar o defender, y el derecho no puede dar explicaciones a las motivaciones de la
conducta. La psicología estudia la mente y el comportamiento humano; el derecho tipifica una conducta estimada socialmente
como delito; en psicología cuanto más inconsciente es un comportamiento, “más patológica será”; en Derecho cuanto más
inconsciente es la conducta, “más inimputable será” (2015:7).
La práctica de la psicología forense se rige por conceptos que provienen del Derecho y no de la psicopatología, y se encuentra
principalmente al servicio de la justicia para dar razón de la conducta de la persona.
A la psicología forense no le corresponde decidir sobre la culpabilidad o inocencia de la persona, sin embargo, sus valoraciones sobre la
capacidad de la culpa y la capacidad civil son fundamentales para saber cuándo se imputa un acto delictivo; capacidad de comprender y
querer, pues, se requiere que el individuo conozca la ilicitud de su acto. Esto va a ser apoyado de un perito para saber si la anomalía afecta
la libre motivación.
Algunas de las preguntas que con mayor frecuencia se suelen hacer al psicólogo forense dentro del ámbito penal son:
De manera que el inimputable es la persona que no puede responder penalmente porque ha actuado sin libertad o sin conocimiento, sea
por minoría de edad o trastorno de salud psicomental. Por tanto, imputabilidad es el término que en el artículo 3 del Código Penal del
Distrito Federal se usa como concepto de responsabilidad objetiva, refriéndose con ello a que el perpetrador, a la hora de cometer un delito,
quería y acepta hacerlo, lo realiza dolosa o culposamente. El artículo 5 agrega el principio de culpabilidad, menciona que no podrá aplicarse
pena alguna si la acción o la omisión no han sido realizadas culpablemente. De manera que el artículo 62 dispone un ordenamiento
jurídico, que establece una serie de causas que pueden dar lugar a la no imputabilidad-responsabilidad de una persona que ha cometido un
acto delictivo.
Finalmente Aristizabal (2015) explica que “el delito entendido como producto de una debilidad biológica o psicológica, o como alteraciones
del comportamiento que resultan de un ambiente social malsano, impide la formación en el criminal de barreras que garanticen la fijación a
las normas sociales que rigen cada cultura humana”, por tanto la psicología forense trata de entender el delito como al individuo que
delinque.
La dirección organizacional
La política criminal o criminología organizacional, como ha sido llamada por varios autores –entre ellos la psicóloga y estudiosa de la
criminología Hilda Marchiori–, tiene como objetivo principal el conocimiento de la criminalidad. Estudia la proporción de crímenes cometidos
en un lugar, periodo y tiempo determinado, así como, los costos económicos que genera la producción de los delitos y con dicha información
se elaboran registros para la administración de justicia y el trabajo policial. Su fin es orientar al legislador en la creación de mecanismos
idóneos para el combate del delito o del fenómeno criminal.
Existen muchos autores que definen la política criminal. A continuación citaremos algunos:
Manuel López Rey y Arrojo: La política criminal se ocupa de reducir la criminalidad al mínimo soportable como parte de la política
de gobierno.
Luis Rodríguez Manzanera la conceptualiza como política criminológica y dice es la aplicación de todos aquellos conocimientos
proporcionados por la investigación científica del crimen, del criminal y de la criminalidad. Así como la reacción social hacia ellos en
el intento de evitarlos en forma preventiva, y cuando esto no sea posible, reprimiéndolos.
Eduardo Lozano Tovar menciona que es el puente necesario para que el Derecho Penal funcione y tienen como finalidad
específica la lucha contra el crimen, valiéndose de todos los medios que aportan las ciencias penales, y dentro de esa lucha quedan
incluidas todas aquellas medidas tendientes a la prevención.
Elena Larrauri Piojan (2001): La política criminal son las decisiones sobre cómo las instituciones del Estado responden al problema
denominado criminalidad (delincuente, víctima, delito) y a la estructuración y funcionamiento del sistema penal, sistema de justicia
penal e instituciones de justicia.
Naciones Unidas. Cualquier posición de una actividad deliberada que afecte los engranajes de la sociedad, o cualquiera de sus
partes con la finalidad de la prevención o control del delito.
Como la política en la cual el Estado desarrolla estrategias y acciones dirigidas a la prevención y represión de la criminalidad.
Como conjunto de conocimientos respecto a las estrategias y medidas implementadas por el Estado al fenómeno de la criminalidad
para entender el porqué de éste.
Entendida la prevención como la anticipación para evitar o impedir algo. Se refiere a tener conocimiento de la probabilidad de que ocurra
una conducta criminal y contar con los medios necesarios para evitar que suceda; su fin es minimizar la delincuencia sin que exista una
pena.
La política criminal represiva se refiere a las penas o medidas de seguridad cuyo fin es actuar desde el poder para contener, detener o
castigar actos criminales.
Es así que la criminología organizacional se inclina por estudiar y dar respuesta a problemas en el proceso de la represión de la
criminalidad y la prevención, a través, de la política criminal en defensa contra el crimen, en satisfacción de la sociedad y la seguridad
pública. Para ello, tanto el Sistema de Justicia Penal y la política social se ven involucrados.
Como te puedes dar cuenta, en las aportaciones de la criminología organizacional hay un nexo muy importante con la seguridad pública, al
ser uno de sus objetivos:
…salvaguardar la integridad y derechos de las personas, así como preservar las libertades, el orden y la paz públicos y comprende la prevención
especial y general de los delitos, la investigación para hacerla efectiva, la sanción de las infracciones administrativas, así como la investigación y
la persecución de los delitos y la reinserción social del individuo.
Sobre todo, cuando esta premisa es responsabilidad y deber del gobierno: “la seguridad pública es una función a cargo de la federación, el
Distrito Federal, los estados y los municipios, que comprende la prevención de los delitos; la investigación y persecución para hacerla
efectiva, así como la sanción de las infracciones administrativas” y agrega que la actuación de las instituciones deberá ser bajo “los
principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos reconocidos en esta
Constitución” (LGSNSP, art. 2).
A lo largo de las últimas décadas, la criminalidad y la delincuencia han tomado nuevas formas de comportamiento que responden no sólo a
nivel local, regional o nacional, han rebasado fronteras. Ahora vivimos con la delincuencia organizada que obliga transformar las políticas y
economías internacionales. Es una criminalidad organizacional que actúa como empresa y extiende sus vínculos comerciales a diversos
puntos del mundo, refleja una amenaza real a las libertades y derechos de todas las personas y a la eficacia de los sistemas de control
social formal tradicionales.
Por tanto, la criminología organizacional pretende relacionar el fenómeno de la criminalidad con los
procesos de desarrollo a nivel nacional-internacional, y de esta manera atender la protección
individual y colectiva. Desde sus inicios se desarrolla por el trabajo conjunto de distintos países
interesados en temas específicos como el tráfico de blancas, tráfico de armas, etc., para elaborar
programas y convenios sobre la delincuencia internacional.
Durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, se interrumpieron los convenios de cooperación Extradición de la "Barbie"
Recuperado de: https://goo.gl/VYpwTI
mutua entre países, pero la creación de Naciones Unidas permitió volver a trabajar de manera
cooperativa en programas conjuntos de la lucha contra la delincuencia (Rev. CIDOB núm. 91). Los intentos en busca de soluciones para los
nuevos modelos de organización han dado pie a la creación de instituciones especializadas en la capacitación de personal, la
intensificación del perfeccionamiento profesional, y la creación de una conciencia jurídica y cultural que responda a problemas globales.
La criminología organizacional señala que la criminalidad internacional genera problemas jurídicos, criminológicos y sociológicos como son:
d) Pornografía. Circulación y tráfico de publicaciones que muestran actos sexuales de forma explícita y obscena con la finalidad
de excitar sexualmente.
e) Terrorismo internacional. Contemplan todo tipo de atentados contra la vida, es decir, terrorismo como las actividades criminales
violentas de grupos organizados que provocan terror con objetivos políticos-ideológicos.
Finalmente, puedes constatar la utilidad del trabajo interdisciplinario para analizar no sólo las causas de los actos criminales, sino –como
verás en las siguientes unidades– el vínculo que existe con los derechos humanos, sobre todo si se considera el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, de las NU del 16 de diciembre de 1996, en su artículo 10: “Toda persona privada de libertad será tratada
humanamente y con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano”.
Cierre
En esta unidad conociste las principales teorías que apoyan y dan sustento a los estudios criminológicos. Como te pudiste dar cuenta sus
aportes son resultado de un trabajo interdisciplinario para construir explicaciones conjuntas respecto a los factores que intervienen en la
conducta criminal y contribuir con ello a solventar los problemas de seguridad pública al prevenir los actos delictivos y salvaguardar la
seguridad, integridad y el respeto a los derechos humanos de cualquier individuo, fin último de la carrera que aquí estudias.
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