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Las últimas máscaras del diablo.

Article · February 2000

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Domingo Fernández Agis


Universidad de La Laguna
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Javier Pradera / Fernando Savater DE RAZÓN PRÁCTICA Enero/Febrero 2000
Precio 900 Pta. 5,41 € N.º 99

MIGUEL CÓRDOBA
El poder en las grandes empresas

JOSÉ RAMÓN RECALDE


La venganza de los espíritus

D. HELD
G. JÁUREGUI
Globalización

F. LAPORTA
J. M. SÁNCHEZ RON El cansancio
Albert Einstein de la democracia
Enero / Febrero 2000

JOSÉReformas
RAMÓN MONTERO
y panaceas del sistema electoral
DE RAZÓN PRÁCTICA
Dirección
JAVIER PRADERA Y FERNANDO SAVATER
S U M A R I O NÚMERO 99 ENERO /F E B R E RO 2 0 0 0
Edita
PROMOTORA GENERAL DE REVISTAS, SA
Presidente
JESÚS DE POLANCO
Consejero delegado

4
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Director general
IGNACIO QUINTANA DAVID HELD ¿HAY QUE REGULAR LA GLOBALIZACIÓN?
Coordinación editorial
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Maquetación
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GURUTZ JÁUREGUI 12 GLOBALIZACIÓN Y DEMOCRACIA

FRANCISCO LAPORTA 20 EL CANSANCIO DE LA DEMOCRACIA

MIGUEL CÓRDOBA 26 EL SECUESTRO DEL PODER


EN LAS GRANDES EMPRESAS

Ilustraciones
JOSÉ RAMÓN MONTERO 32 REFORMAS Y PANACEAS
DEL SISTEMA ELECTORAL
TONO CARBAJO (Vigo, 1960)
Su obra consiste en instalaciones,
performances y escenografías, siempre
vertebradas por la pintura; en este
trabajo el autor recoge los primeros
recuerdos de su memoria social
ALFREDO FIERRO 40 EXPERIMENTOS Y REFORMAS
sobre fondos extraídos de diversos
orígenes y generados por ordenador.

Política internacional
Manuel Cabrera 44 La amenaza Chávez en Venezuela

Historia
José Ramón Recalde 50 La venganza de los espíritus

Albert
Einstein
Galería de científicos
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Caricaturas
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Domingo Fernández Agis 62 Las últimas máscaras del diablo
GRAN VÍA, 32; 2ª PLANTA. 28013 MADRID.
TELÉFONO 915 38 61 04. FAX 915 22 22 91.

Publicidad: GDM. GRAN VÍA, 32; 7ª.


28013 MADRID. TELÉFONO 915 36 55 00.

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Jorge Gimeno 80 Hérault de Séchelles
¿HAY QUE REGULAR
LA GLOBALIZACIÓN? La reinvención de la política

DAVID HELD

L
as comunidades políticas se encuen- y gobierno. Otra forma de expresar los te- son, 1992; Fernández-Armesto, 1995; Fe-
tran en proceso de cambio. Claro está mas de este ensayo sería preguntar qué po- rro, 1997). Sin embargo, las civilizaciones
que el cambio no supone novedad al- sibilidades hay de llevar a cabo una regu- antiguas se formaron en gran medida a
guna en este ámbito. La historia de las co- lación pública y exigir responsabilidad consecuencia de fuerzas y presiones “inter-
munidades políticas está repleta de formas democrática en el contexto de una inten- nas”; eran civilizaciones diferenciadas y, en
y estructuras en desarrollo (y en descom- sificación de interconexiones regionales y grado considerable, autónomas, configura-
posición): desde imperios a naciones-Esta- globales, y de los cambios en el equilibrio das por sistemas imperiales que abarcaban
do, y de éstas a estructuras regionales inci- entre poder público y poder privado y en poblaciones y territorios dispersos.
pientes y organismos de gobierno global. los mecanismos regulatorios locales, nacio- Las formas cambiantes de dominio
Pero sólo un tipo de transformaciones im- nales, regionales y globales. político estuvieron acompañadas de un
porta a este ensayo: el engranaje significati- Los mapas convencionales del mundo desarrollo lento y en su mayoría aleatorio
vo, si bien irregular, de las comunidades político revelan una concepción muy par- de la política territorial. La aparición de la
humanas entre sí a lo largo del tiempo, y la ticular de la geografía del poder político. nación-Estado moderna y la incorporación
forma en que la trayectoria y el destino co- Con sus nítidas líneas fronterizas y sus de todas las civilizaciones al sistema inter-
lectivos de los pueblos están cada vez más bien definidas manchas de colores, delimi- Estados acabó con esta situación; porque
determinados por procesos complejos que tan áreas territoriales en cuyo interior deci- con ello se creó un mundo organizado y
rebasan sus fronteras. Es sobre este telón mos que reside un Estado soberano indivi- dividido en espacios nacionales y extranje-
de fondo donde quisiera plantear la pre- sible, ilimitable y exclusivo con fronteras ros: el “mundo interior” de la política na-
gunta: ¿puede regularse la globalización? internacionalmente reconocidas. Sólo las cional territorialmente delimitada y el
Formular la pregunta de esta manera regiones polares parecen quedar fuera de “mundo exterior” de los asuntos diplomá-
supone ya arriesgarse a ser mal entendido. este rompecabezas, aunque algunos mapas ticos, militares y de seguridad. Pese a que
La globalización connota la ampliación e resaltan también las pretensiones de algu- estos espacios no eran en modo alguno
intensificación de relaciones sociales, eco- nos estados sobre ellas. Conviene recordar herméticos, formaron los cimientos sobre
nómicas y políticas a través de regiones y que al comenzar el segundo milenio esta los que las modernas naciones-Estado
continentes. Es un fenómeno multidimen- cartografía habría resultado prácticamente construyeron sus instituciones políticas, le-
sional que abarca muchos procesos dife- incomprensible. Una inspección somera de gales y sociales. La cartografía moderna re-
rentes y opera en múltiples escalas tempo- los limitados conocimientos cartográficos gistró y afirmó estos hechos. Desde co-
rales (véase Held y McGrew, et al., 1999). de la época nos muestra que ni siquiera las mienzos del siglo XX (aunque la fecha exac-
Algunos de estos procesos (por ejemplo, la civilizaciones más viajeras habrían podido ta es cuestión debatible), esta división se
expansión y desarrollo de relaciones co- extraer alguna conclusión clara de los por- tornó más frágil, y quedó gradualmente
merciales entre países muy diversos, o la menores del mundo conocido en la actua- mediada por flujos y procesos regionales y
multiplicación y difusión de armas de des- lidad. A finales del primer milenio las civi- globales.
trucción masiva entre los regímenes mun- lizaciones antiguas más profundamente En el periodo contemporáneo se han
diales más importantes) exigen ya una in- arraigadas, particularmente la china, la ja- producido cambios en ámbitos sociales y
tensa vigilancia, supervisión y regulación ponesa y la islámica, eran en buena medi- económicos diversos que en su conjunto
políticas. Hay entidades públicas y priva- da “mundos discretos” (Fernández-Armes- han creado formas singulares de intercone-
das, operando a nivel nacional, regional y to, 1995: 15-51). Pese a que se trataba de xión regional y global que son más exten-
global, que están profundamente implica- mundos altamente refinados y complejos, sas e intensas que nunca, y que están po-
das en la toma de decisiones y la acción re- los contactos entre ellos eran relativamente niendo en cuestión y reconfigurando nues-
gulatoria dentro de éstas y otras muchas escasos. Había algunas formas de inter- tras comunidades políticas y, en particular,
esferas. Así pues, hay que acotar mejor la cambio directo; por ejemplo, el comercio algunos aspectos del Estado moderno. Di-
cuestión que aborda este ensayo desde un fluía entre culturas y civilizaciones distin- chos cambios entrañan una serie de hechos
principio. Como mínimo, ha de estar tas, ligando entre sí las contingencias eco- que pueden considerarse transformaciones
atento a las formas cambiantes de regula- nómicas de sociedades diferentes y actuan- profundas, sintomáticas y estructurales.
ción y las alteraciones del equilibrio entre do, además, como conducto de ideas y Entre ellas figura la aparición de fenóme-
poder privado y poder público, autoridad prácticas tecnológicas (Mann, 1986; Wat- nos tales como los organismos de derechos

4 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99


n
los Estados es una cuestión muy debatida. migo) sigue siendo, al menos en la mayor
Se sostiene a menudo que al intensificarse parte del mundo que comprende la Or-
la globalización han disminuido las com- ganización para la Cooperación y el De-
petencias de los Estados. Según esta opi- sarrollo Económico (OCDE), tan pode-
nión, los procesos sociales y económicos roso como sus predecesores, si no más
operan predominantemente a nivel global (Mann, 1997). Por otra parte, también
y los Estados nacionales han pasado en han aumentado enormemente las presio-
buena medida a ser “entidades decisorias” nes sobre el Estado. En estas circunstan-
(véase, por ejemplo, Ohmae, 1990; Gray, cias, tiene más sentido hablar de la trans-
1998). Por otra parte, hay quienes son formación del poder del Estado en el con-
muy críticos con esta postura, alegando texto de la globalización, en lugar de
que el Estado nacional, sobre todo en las calificar lo ocurrido de simple decadencia
economías avanzadas, se encuentra tan ro- (Held y McGrew, et al., 1999, en la Con-
busto e integrado como siempre (véase, clusión). El poder, la autoridad y las opera-
por ejemplo, Hirst y Thompson, 1996). ciones de los Gobiernos nacionales están
¿Cómo se ha modificado el Estado ante la cambiando, pero no siempre en una mis-
globalización? ¿Se ha producido una re- ma dirección. El derecho de los Estados a
configuración del poder político? gobernar dentro de unos territorios delimi-
tados (soberanía) dista mucho de estar al
Formas cambiantes del poder borde de la desaparición, aunque el carác-
humanos, que han conseguido que la so- político y económico ter práctico de este derecho (la capacidad
beranía por sí sola sea cada vez menos ga- La actual globalización está transformando real de los Estados para gobernar) esté cam-
rantía de la legitimidad del Estado en el el poder del Estado y la naturaleza de la biando de perfil. Está surgiendo un nuevo
derecho internacional; la internaciona- comunidad política, pero cualquier des- régimen de gobierno y de acción gubernati-
lización de la seguridad y la transnacio- cripción de este hecho en términos simples va que está desplazando la concepción tra-
nalización de una gran cantidad de progra- de pérdida o disminución de competencias dicional del poder del Estado como forma
mas de defensa y logística, que significa, nacionales distorsiona lo ocurrido. Porque, de poder público indivisible y territorial-
por ejemplo, que algunos sistemas arma- aunque la globalización esté alterando la mente excluyente. La globalización, lejos de
mentísticos clave dependen de componen- relación entre los Estados y los mercados, generar “el fin del Estado”, está estimulan-
tes de muchos países distintos; las altera- esto no se produce claramente a expensas do toda una variedad de estrategias de
ciones del medio ambiente, ante todo la del Estado. Fueron los Estados y las autori- mandato y gobierno y, en ciertos aspectos
reducción de la capa de ozono y el calenta- dades públicas los que iniciaron muchos fundamentales, un Estado más activista.
miento del globo, que ponen de relieve las de estos cambios fundamentales; por ejem- Donde mejor se aprecia este hecho es en
limitaciones crecientes de una política pu- plo, la desregulación del capital en los años el contexto político de la globalización
ramente Estado-céntrica; la revolución en ochenta y comienzos de los noventa. Tam- económica. Paralelamente al cambio eco-
la tecnología de las comunicaciones y la in- bién en otras esferas de actuación han sido nómico mundial se han producido una se-
formación, que ha incrementado masi- los Estados decisivos para dar cabida a rie de cambios políticos que modifican el
vamente la extensión e intensidad de todo nuevos tipos de colaboración transnacio- alcance del poder político y las formas de
tipo de redes socio-políticas dentro y a tra- nal, desde la creación de formas diferentes gobierno. Pese a que tanto gobiernos como
vés de las fronteras estatales; y la desregula- de alianza militar hasta el fomento de las Estados siguen siendo actores poderosos,
ción de los mercados de capital, que ha al- entidades de derechos humanos. ambos han contribuido a la creación de to-
terado el poder del capital al crear un gran Lo cierto es que, según muchos indica- da una diversidad de agencias y organiza-
número de opciones “de salida” en relación dores fundamentales, el poder del Estado ciones con las que hoy comparten la arena
tanto al trabajo como al Estado. (desde la capacidad para elevar impuestos y global. Frente al Estado ha surgido un sin-
Las implicaciones generales de estos fe- rentas hasta la posibilidad de emplear una número de organizaciones interguberna-
nómenos para la capacidad reguladora de fuerza militar concentrada contra un ene- mentales, agencias y regímenes internacio-

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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¿HAY QUE REGULAR LA GLOBALIZACIÓN?

nales que operan en el ámbito de diferen- Pese a todo ello, se ha producido un el equilibrio entre marcos legales naciona-
tes demarcaciones espaciales, y de institu- crecimiento ingente de un tipo de acción les y prácticas administrativas, regionales e
ciones cuasi supranacionales como la gubernativa regional y global que en medi- internacionales). Pese a que una ingente
Unión Europea (Held, 1995, caps. 5 y 6). da creciente estudia, media y administra concentración de poder sigue caracterizan-
Existen asimismo entidades no estatales y todos estos cambios. Además, aumenta la do a muchos Estados, está a menudo ins-
organismos transnacionales que también exigencia de mayores niveles de regulación crita y articulada con otros dominios de
participan intensamente en la política glo- internacional –desde George Soros a la autoridad política, regional, internacional
bal. Todos estos hechos ponen en cuestión Organización Mundial del Comercio y transnacional.
las versiones convencionales de un orden (OMC) y las Naciones Unidas–. Cada vez Cuarto, la última parte del siglo XX se
mundial basado en el Estado, y generan un son más las personas que reconocen la ne- caracteriza por una serie significativa de
panorama mucho más complejo de orde- cesidad de mayor grado de responsabilidad nuevos tipos de “problemas fronterizos”
namiento regional y global. En este mun- política, de transparencia y claridad en la que ponen en cuestión las distinciones en-
do complejo, los Estados presentan su so- toma de decisiones dentro de los espacios tre asuntos domésticos y extranjeros, entre
beranía y autonomía como bazas a su favor internacionales social y económico; aun- cuestiones de política interior y exterior,
en las negociaciones en que se tratan asun- que hay que decir que la forma y el lugar entre intereses soberanos de la nación-Es-
tos de coordinación y colaboración entre indicados para esta clase de iniciativas no tado y consideraciones de tipo internacio-
redes cambiantes transnacionales e interna- son en modo alguno claros. nal. Los Estados y los gobiernos se enfren-
cionales (Keohane, 1995). tan a problemas como el de la BSE (ence-
Lo que parecen indicar los hechos que La transformación de la democracia falopatía espongiforme bovina), la
se producen en esferas como la política, el La globalización contemporánea ha contri- propagación de la malaria, el uso de recur-
derecho y la economía es que la globaliza- buido a la transformación del carácter y las sos no renovables, la administración de re-
ción dista mucho de ser un fenómeno sin- perspectivas de la comunidad política de- siduos nucleares y la proliferación de armas
gular. Pese a ser, como se observaba ante- mocrática en una serie de aspectos claros. de destrucción masiva, que no es fácil cate-
riormente, un fenómeno multidimensio- Conviene dedicar unas reflexiones a este gorizar en los tradicionales términos políti-
nal, que trasluce un giro general en la hecho. En primer lugar, no puede ya supo- cos de nacional e internacional. Además,
organización de la actividad humana y un nerse que el locus del poder político efecti- asuntos como la ubicación y las estrategias
desplazamiento del poder hacia pautas vo sea el gobierno nacional; el poder efecti- de inversión de las corporaciones multina-
transcontinentales o intrarregionales, dicho vo es compartido y pactado por fuerzas y cionales, la regulación de los mercados fi-
cambio puede adoptar formas distintas y entidades diversas en los niveles nacional, nancieros globales, el desarrollo de la
seguir trayectorias diversas a través del es- regional e internacional. En segundo lugar, Unión Monetaria Europea (UME), la
pacio económico, político o de otra índole. la idea de comunidad de destino –de co- amenaza a la base fiscal de los diversos paí-
Puede también crear tendencias conflicti- lectividad autodeterminada– en sentido ses generada por la división de la mano de
vas así como complementarias en la deter- político no puede ya situarse coherente- obra a escala global y la ausencia de con-
minación de las relaciones de poder y mente dentro de los límites de una sola na- troles sobre el capital, plantean todos ellos
autoridad. ción-Estado, como era razonable hacer interrogantes sobre la posible eficacia de al-
Por ejemplo, la economía global es más cuando estaban forjándose dichas nacio- gunos de los instrumentos tradicionales de
abierta, más fluida y más volátil que nun- nes. Algunas de las fuerzas y los procesos política económica nacional. De hecho, en
ca; las economías están menos protegidas, más fundamentales, entre los que determi- todos los grandes sectores de la política gu-
y los mercados internacionales reaccionan nan la naturaleza de las oportunidades de bernamental, la participación de las comu-
rápidamente a la alteración de cualquier vida dentro y entre las comunidades políti- nidades políticas nacionales en los procesos
indicador político y económico (véase Pe- cas, quedan hoy día fuera del alcance de las regionales y globales las involucra en una
rraton, Goldblatt, Held y McGrew, 1997). diferentes naciones-Estado. El sistema de intensa acción de coordinación y control
Actualmente resulta más difícil resistirse a comunidades políticas nacionales sigue vi- transfronterizo. El espacio político para el
las tendencias económicas internacionales gente, pero hoy día se articula con comple- desarrollo y la práctica de un gobierno efi-
de lo que fue en los anteriores decenios de jas redes y procesos económicos, organiza- caz y de un poder político que responda de
los años de posguerra. Debido a que los tivos, administrativos, legales y culturales sus actos no son ya colindantes con un te-
mercados son más líquidos, constituyen que limitan y reducen su eficacia. Si dichos rritorio nacional delimitado.
una mayor fuente de inestabilidad. El capi- procesos y estructuras no se reconocen y se El aumento de los problemas transfron-
tal financiero e industrial goza de mayores insertan en el proceso político, pueden de- terizos crea lo que yo calificaría como “co-
alternativas de salida de las comunidades jar de lado o circunvalar el sistema de Esta- munidades de destino superpuestas”; esto
políticas, alterando con ello el contexto dos democráticos (véase Sassen, 1998). es, un estado de cosas en que la suerte y las
económico de los mercados de trabajo na- Tercero, en la actualidad, la soberanía perspectivas de las diversas comunidades
cionales. Más aún, en un “mundo cablea- nacional, aun en regiones con estructuras políticas son cada vez más interdependien-
do” toda perturbación se transmite rápida- políticas fuertemente superpuestas y divi- tes (véase Held, 1995; 1996; y también
mente a otros mercados y sociedades, ra- didas, está muy lejos de haber sido socava- Archibugi, Held y Köhler, 1998). Las co-
mificando los efectos del cambio. En da del todo. Ahora bien, el hecho de que el munidades políticas están engranadas en
consecuencia, los costes y beneficios de Estado tenga que operar dentro de siste- una serie de procesos y estructuras que se
emprender determinadas políticas se tor- mas globales y regionales cada vez más configuran dentro y entre ellas, ligándolas
nan más borrosos, y esto genera cautela complejos incide tanto en su autonomía y fragmentándolas en constelaciones com-
política, “políticas de adaptación” y medi- (alterando el equilibrio entre costes y bene- plejas. Además, las propias comunidades
das económicas precautorias en el lado de ficios de las diversas políticas) como en nacionales en modo alguno toman y for-
la oferta. ciertos aspectos de su soberanía (alterando mulan decisiones y políticas exclusivamen-

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DAVID HELD

te para sí cuando se trata de cuestiones ta- Los países de Asia oriental tienen que reco- diante el cual se otorga consentimiento y
les como la regulación de la sexualidad, la nocer que han aparecido una serie de pro- legitimidad a un Gobierno en las democra-
salud y el medio ambiente; los gobiernos blemas –relativos, por ejemplo, al sida, la cias liberales. Sin embargo, las nociones de
nacionales en modo alguno establecen emigración y los nuevos retos para la paz, que el consentimiento legitima al gobierno
simplemente lo que es justo o apropiado la seguridad y la prosperidad económica– y de que el voto es el mecanismo indicado
para sus propios ciudadanos exclusivamen- que sobrepasan los límites de las naciones- por el cual se confiere autoridad periódica-
te. La idea de que es posible comprender el Estado. Más aún, se están gestando en el mente a un Gobierno se tornan problemá-
carácter y las posibilidades de la comuni- contexto de una creciente interconexión ticas en el momento en que se analiza la
dad política en relación simplemente a es- entre las grandes regiones del mundo, y naturaleza de una “comunidad relevante”
tructuras y mecanismos de poder político una de las mejores ilustraciones sería la cri- (Held, 1995). ¿Cuál es la circunscripción
de orden nacional es claramente anacróni- sis económica de 1997-1998 (véase Held y apropiada, y el debido ámbito de jurisdic-
ca. En consecuencia, surgen interrogantes McGrew, 1998, y más adelante). Dicha in- ción, para elaborar y poner en práctica po-
tanto sobre el destino de la idea de comu- terconexión es considerable en una serie de líticas relativas a cuestiones como la perse-
nidad política como sobre el locus apropia- espacios, desde el medio ambiente y los de- cución y procesamiento de la pedofilia, el
do para la formulación de lo que constitu- rechos humanos hasta cuestiones de crimi- mantenimiento de la seguridad militar, la
ye el bien político. Si el agente que reside nalidad internacional. En otras palabras, el explotación de la selva tropical, el uso de
en el fondo del discurso político moderno, Este asiático forma parte por necesidad de recursos no renovables, la inestabilidad de
ya sea persona, grupo o gobierno, se inscri- un orden más global y está engranado con los mercados financieros globales, la perse-
be dentro de una diversidad de comunida- una diversidad de sedes de poder que con- cución de los que han cometido crímenes
des y jurisdicciones superpuestas, resulta forman y determinan su destino colectivo. contra la humanidad y la gestión y control
difícil encontrar la “sede” apropiada para la Las transformaciones globales han in- de ingeniería genética en animales y seres
política y la democracia. fluido en nuestra forma de concebir la co- humanos? En buena parte de los últimos
Este hecho es máximamente evidente en munidad política y, en particular, la comu- doscientos años se ha dado por sentado
Europa, donde la creación de la Unión Eu- nidad política democrática. Muy pocas ve- que las fronteras nacionales constituyen la
ropea (UE) ha generado un intenso debate ces se reconoce que el carácter y la forma base mejor para demarcar la población que
sobre el futuro de la soberanía y la autono- apropiados de las comunidades políticas se queda incluida o excluida de participar en
mía dentro de las diversas naciones-Estado. desdibujan a causa de la multiplicidad de decisiones que afectan a sus vidas; pero si
Pero este tipo de cuestión no sólo es im- interconexiones existentes entre ellas. ¿En muchos procesos socio-económicos, y las
portante para Europa y Occidente, sino qué sentido exactamente? consecuencias de decisiones que inciden en
también para países de otras zonas del Las políticas electorales y las urnas se ellos, se extienden más allá de las fronteras
mundo, por ejemplo, para el Este asiático. encuentran en el núcleo del proceso me- nacionales, entonces las implicaciones de

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n
7
¿HAY QUE REGULAR LA GLOBALIZACIÓN?

este hecho son serias, no sólo para los con- logo con las tradiciones y discursos de los autorreguladas de carácter diverso, desde
ceptos de consentimiento y legitimidad, si- demás con el fin de expandir los horizon- ciudades y regiones subnacionales a nacio-
no para todas las ideas esenciales de la de- tes del propio marco referencial de signifi- nes-Estado, regiones y redes más amplias
mocracia. Lo que está en cuestión es la na- cados y prejuicios. Las entidades políticas de carácter global. Es evidente que el pro-
turaleza de la comunidad política y cómo que puedan “argumentar desde el punto ceso de desconexión se ha iniciado ya, da-
trazar los límites de dicha comunidad polí- de vista de otros” podrían estar mejor equi- do que autoridad política y formas legíti-
tica; el significado de la representación y el padas para resolver, y hacerlo con justicia, mas de gobierno empiezan a extenderse
problema de quién debe representar a las nuevas y desafiantes cuestiones y proce- “por debajo”, “por encima” y “paralela-
quién y con qué criterios, así como la for- sos transfronterizos que están creando co- mente” a la nación-Estado.
ma mejor de participación política: quién munidades de destino superpuestas. Ade- El siglo XX abarca muchas formas dife-
debe participar en qué esferas y de qué ma- más, el proyecto cosmopolita sostiene que, rentes de globalización; la aparición de esa
nera. A medida que fundamentales proce- si queremos exigir responsabilidad a mu- desregulación neoliberal que tanto relieve
sos de gobernación se sustraen a las catego- chas formas de poder contemporáneas y si ha cobrado desde mediados de los años se-
rías de la nación-Estado, las tradicionales queremos que una serie de complejos pro- tenta, por ejemplo. Pero también la forma-
soluciones de carácter nacional de las cues- blemas que nos afectan a todos –local, na- ción de grandes instituciones mundiales y
tiones clave de la teoría y la práctica demo- cional, regional y globalmente– se regulen regionales, desde la Organización de las
crática aparecen cada vez más gastadas. democráticamente, las personas han de po- Naciones Unidas (ONU) a la UE. Éstas
La idea de gobierno o de Estado, demo- der acceder, y participar, en muchas comu- suponen una extraordinaria innovación
crático o no, no puede ya defenderse sim- nidades políticas diversas. Para expresarlo política en el contexto de la historia de los
plemente como idea apropiada para una de otro modo, una comunidad política de- Estados. La ONU sigue siendo un produc-
determinada comunidad política o nación- mocrática del nuevo milenio implica por to del sistema inter-Estados; pero, no obs-
Estado en particular. La idea de comuni- necesidad un mundo en que los ciudada- tante todas sus limitaciones, ha creado un
dad política de destino –de colectividad nos gocen de ciudadanía múltiple. Ante innovador sistema de gobierno global que
autodeterminada– no puede ya situarse ex- una situación de comunidades de destino produce importantes bienes públicos
clusivamente dentro de los límites de una que se solapan no sólo necesitan ser ciuda- internacionales, desde el control del tráfico
sola nación-Estado. Estamos obligados a danos de su propia comunidad, sino tam- aéreo y la gestión de las telecomunicaciones
reconocer que la extensión, intensidad e bién de las regiones más amplias donde vi- hasta el control de enfermedades contagio-
impacto de los procesos económicos, polí- ven, y del orden global general. Sin duda sas, la ayuda humanitaria a los refugiados y
ticos y medioambientales plantean una se- tendrán que crearse instituciones que refle- alguna protección a los espacios medioam-
rie de interrogantes sobre cuáles son los es- jen la multiplicidad de asuntos, cuestiones bientales comunes. La UE, en un periodo
pacios más indicados para su tratamiento. y problemas que ligan a las personas entre de tiempo notablemente corto, ha llevado
Si no queremos que las más poderosas sí al margen de la nación-Estado donde a Europa desde la confusión de la era pos-
fuerzas geopolíticas y económicas resuel- hayan nacido o se hayan criado. terior a la II Guerra Mundial a un mundo
van muchos asuntos apremiantes simple- Es por todo esto por lo que la posición en que la soberanía es compartida en un
mente en términos de sus propios fines y cosmopolita mantiene que es necesario re- número creciente de áreas de interés co-
en virtud de su poder, es forzosa una re- plantearse la democracia como un “proce- mún. Una vez más, pese a sus muchas li-
consideración de las actuales instituciones so de dos vertientes”. Lo que viene a signi- mitaciones, la UE representa una forma de
y mecanismos de responsabilidad pública. ficar la expresión proceso de dos vertientes, gobierno profundamente innovadora que
En mis escritos de los últimos años he in- o un proceso de doble democratización, es crea un marco de colaboración para abor-
tentado presentar dicha reconsideración una profundización de la democracia den- dar cuestiones transfronterizas.
formulando una concepción cosmopolita tro de una comunidad nacional, que im- Es importante, además, reflexionar so-
de gobernación. plica la democratización de los Estados y bre el aumento de alcance y contenido del
las sociedades civiles en un periodo de derecho internacional en este siglo. Las
El proyecto cosmopolita tiempo determinado, unido a la extensión formas del derecho internacional del si-
En esencia, el proyecto cosmopolita aspira de formas y procesos democráticos por en- glo XX (desde las leyes que rigen la guerra
a especificar los principios y las medidas cima de los límites territoriales (Held, hasta las que tratan sobre crímenes contra
institucionales necesarios para poder exigir 1996). La democracia para el nuevo mile- la humanidad, problemas medioambienta-
responsabilidad a las sedes y formas de po- nio debe permitir que el ciudadano cos- les y derechos humanos) han sentado las
der que actualmente operan más allá del mopolita pueda acceder, mediar y exigir bases de lo que puede considerarse un
alcance de un control democrático (véase responsabilidades en los procesos y flujos marco incipiente de derecho cosmopolita,
Held, 1995; Held, Archibugi y Köhler, sociales, económicos y políticos que sobre- un derecho que circunscribe y delimita el
1998; y cfr. Linklater, 1998). Lo que dicho pasan y transforman los límites tradiciona- poder político de los diversos Estados. En
proyecto sostiene es que en el próximo mi- les de la comunidad. Lo esencial de este principio, los Estados no pueden ya tratar
lenio todo ciudadano de un Estado tendrá proyecto supone una reconceptualización a sus ciudadanos como crean oportuno
que aprender a ser también “ciudadano de la autoridad política legítima de tal mo- porque los valores inscritos en estas leyes
cosmopolita”: es decir, una persona capaz do que ésta quede desligada de su anclaje inciden de manera fundamental en la na-
de mediar entre tradiciones nacionales, co- tradicional en fronteras fijas y territorios turaleza y forma del poder político, y sien-
munidades de destino y estilos de vida al- delimitados, y quede formulada, por el tan criterios y límites esenciales que no de-
ternativos. Ser ciudadano de un sistema contrario, como un atributo de medidas biera permitirse traspasar a ningún agente
político democrático en el futuro proba- democráticas elementales o derecho demo- (político o económico).
blemente exija una función mediadora ca- crático esencial que pueda, en principio, Más aún, el siglo XX ha presenciado el
da vez mayor: función que abarca un diá- afianzarse y ser utilizado por asociaciones inicio de un significativo esfuerzo para re-

8 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99


n
DAVID HELD

pecto a las instituciones y organizaciones


básicas de una comunidad, y de comuni-
dades de destino superpuestas. El proyecto
cosmopolita aboga por su puesta en prácti-
ca por medio de una serie de medidas a
corto y a largo plazo, en la convicción de
que, a través de un proceso de cambio pro-
gresivo y gradual, las fuerzas geopolíticas
quedarán inscritas, y socializadas, en nor-
mas y prácticas democráticas (véase Held,
1995, III parte).
¿Qué significa esta visión en el contexto
del tipo de crisis económica en que se han
sumido Indonesia, Rusia y muchos otros
países en 1997-1998? Quisiera abordar es-
ta cuestión brevemente considerando algu-
nas de las cuestiones económicas y políti-
cas subyacentes implicadas en la crisis, así
como algunos de los interrogantes que
plantean sobre la regulación política y la
ubicación apropiada de una responsabili-
dad pública democrática. Ello tendría co-
mo objeto demostrar que el cosmopolitis-
mo, según lo entiendo yo, tiene implica-
ciones para la práctica política, aquí y
ahora, y no solamente allí y entonces.
El explosivo crecimiento de la activi-
dad financiera global y la expansión de
los mercados financieros también a escala
global desde la década de 1980 han trans-
formado el contexto de las economías na-
cionales (véase Held y MacGrew, et al.,
1999: caps. 3-5). Las finanzas globales en
el momento actual se caracterizan, como
ya se dijo anteriormente, por su gran ex-
tensión e intensidad y por la volatilidad
de los tipos de cambio, los tipos de inte-
rés y otros precios de activos financieros.
A consecuencia de ello, las políticas ma-
croeconómicas nacionales se tornan vul-
nerables a todo cambio en las condiciones
configurar los mercados: para utilizar legis- obstante nuevas formas de regulación a financieras globales. Los flujos especulati-
lación con el fin de modificar las condicio- partir de las cuales es posible construirla vos pueden tener consecuencias domésti-
nes y operaciones de las empresas dentro (Held, 1995: 239-266). cas rápidas y drásticas, y las dificultades
del mercado. Pese a que los esfuerzos en es- Estos ejemplos de los cambios experi- financieras de una sola institución o sec-
te sentido han fracasado en lo relativo al mentados en política y regulación global tor de un país pueden tener importantes
acuerdo de la Zona de Libre Comercio del sugieren que, pese a ser la globalización un implicaciones para el resto de la esfera fi-
Atlántico Norte (NAFTA), el Capítulo So- fenómeno muy contestado, éste ha abarca- nanciera a nivel global. El derrumba-
cial del Tratado de Maastricht, por ejem- do en el siglo XX importantes iniciativas de miento de la moneda tailandesa en 1997
plo, encarna principios y normas compati- colaboración en política, derecho y econo- contribuyó a las fuertes caídas de valor de
bles con la idea de una reestructuración de mía. En conjunto, todas ellas han creado diversas monedas en todo el este asiático
ciertos aspectos de los mercados. De entrar un anclaje a partir del cual construir una y afectó a las monedas de otros mercados
en vigor, el Capítulo Social podría, en forma más responsable de globalización. El incipientes. El acelerado flujo de salida
principio, modificar las condiciones de tra- proyecto cosmopolita es favorable a una del capital a corto plazo de estas econo-
bajo (por ejemplo, respecto a la provisión radical ampliación de este tipo de acción mías afectó también a los mercados de va-
de información y formas de consulta a los siempre que quede circunscrito por un de- lores del mundo entero. Dado el carácter
empleados) en varios aspectos definidos. recho público democrático, es decir, por el volátil de los mercados financieros, y la
Aunque las estipulaciones del acuerdo de afianzamiento de una serie de derechos y difusión instantánea de información fi-
Maastricht se quedan cortas para lo que en obligaciones democráticos de gran alcance. nanciera entre los grandes centros econó-
última instancia sería necesario si juzgára- El derecho público democrático fija unas micos del mundo, se generaron riesgos
mos según los criterios de la concepción normas –derechos y limitaciones– que es- con implicaciones para la totalidad del
cosmopolita de democracia, establecen no pecifican una igualdad de status con res- sistema financiero global, y que ningún

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
9
¿HAY QUE REGULAR LA GLOBALIZACIÓN?

gobierno por sí sólo pudo neutralizar ni


quedarse al margen de sus efectos (Held y
McGrew, 1998: 229-30).
Un enfoque político cosmopolita de las
crisis económicas y financieras se diferen-
cia tanto de la solución liberal de mercado,
con su constante énfasis en descargar o
desregular los mercados con la esperanza
de que puedan así funcionar mejor en el
futuro, como de las estrategias nacionales
intervencionistas, que defienden la prima-
cía de la gestión económica nacional sin
prestar la debida atención a las opciones e
iniciativas de políticas regionales y globa-
les. ¿Qué objetivos podría perseguir un
planteamiento cosmopolita?
En primer lugar, hace falta una amplia-
ción de la legislación para reestructurar los
mercados con el fin de contrarrestar su in-
determinación y los inmensos costes socia-
les y medioambientales que en ocasiones
generan. Las reglas básicas del mercado li-
bre y el sistema comercial deben modifi- nacional capaz de deliberar sobre situacio- dial para fines de desarrollo, y quizá –co-
carse de manera sutil y menos sutil. En úl- nes económicas de emergencia, la dinámi- mo ha sugerido Georges Soros– creando
tima instancia, esto exige que se afiancen ca de los mercados internacionales de capi- nuevos fondos internacionales crediticios
nuevos términos reguladores (para el traba- tal y el equilibrio general entre prioridades de aseguración), se habría creado la base
jo infantil, la actividad sindical, ciertos de inversión y formas de gasto públicos. El para insertar el capitalismo en un conjun-
asuntos sociales –como la atención a los cometido de dicho organismo sería llenar to de mecanismos y procedimientos de-
niños y los permisos de maternidad o pa- un vacío; es decir, erigirse en coordinador mocráticos.
ternidad– y la protección del medio am- de políticas económicas formuladas para Pero ninguna de estas medidas puede
biente) en los artículos de asociación y los los niveles regional y global o no formula- poner por sí sola los cimientos de una
términos de referencia de las organizacio- das en modo alguno; no, al menos, por las buena regulación democrática si no están,
nes económicas y las agencias comerciales. autoridades públicas. en quinto lugar, firmemente ligadas a me-
Sólo mediante la introducción de nuevas En tercer lugar, es importante desarro- didas para la ampliación de formas y pro-
condiciones de potenciación y responsabi- llar medidas que regulen la volatilidad de cesos democráticos por encima de las
lidad en todo el sistema económico global, los mercados financieros internacionales y fronteras territoriales. Una política positi-
como suplemento y complemento de los su búsqueda especulativa de beneficios a va de democratización de esta índole po-
convenios colectivos y las medidas de bie- corto plazo. Los impuestos sobre las ren- dría iniciarse en regiones clave con la
nestar social en los contextos nacional y re- tas generadas por los mercados de cambio creación de mayor transparencia y res-
gional, puede crearse un nuevo tipo de exteriores, el mantenimiento de controles ponsabilidad en importantes centros de
acuerdo entre el poder económico y la de- sobre el capital como opción política y un toma de decisiones. En Europa ello impli-
mocracia. sustancial incremento de la regulación y caría incrementar los poderes del Parla-
En segundo lugar, son indispensables la transparencia en la contabilidad banca- mento Europeo y reducir el déficit demo-
nuevas formas de coordinación económica. ria y de otras instituciones financieras, crático en todas las instituciones de la
Las organizaciones como el Fondo Mone- constituyen medidas necesarias si quere- UE. En otras regiones, supondría la rees-
tario Internacional (FMI), el Banco Mun- mos que los mercados internacionales de tructuración del Consejo de Seguridad de
dial, la OCDE y el G-7 operan todas con capital a corto plazo se abran a la inter- la ONU para otorgar a los países en vías
agendas distintas. La adopción de políticas vención democrática. de desarrollo voz significativa en la toma
se fragmenta. Es necesaria la creación de Este tipo de intervenciones debe en- de decisiones; ahondar los mecanismos de
una nueva agencia económica coordinado- tenderse como un paso hacia un nuevo responsabilidad pública de las principales
ra que funcione tanto en el nivel regional sistema Bretton Woods, un sistema que agencias internacionales y transnaciona-
como en el global. Esto no es tan imposi- introduciría responsabilidad pública y re- les; reforzar la capacidad ejecutiva de los
ble como pudiera parecer a primera vista, gulación en una serie de mecanismos ins- organismos de derechos humanos tanto
especialmente a la luz de la constitución de titucionales para la coordinación de in- socio-económicos como políticos), y crear,
nuevos organismos multilaterales a raíz de versión, producción y comercio. Si todo a su debido tiempo, una segunda cámara
la II Guerra Mundial, y en fecha más re- esto se liga –en cuarto lugar– a medidas democrática en la ONU. Estos objetivos
ciente, de la OMC. Es cuestión a debatir destinadas a aliviar los casos más urgentes apuntan hacia la construcción de una ba-
dónde deba ubicarse exactamente una de malestar económico evitable (redu- se para dar vía a la responsabilidad públi-
agencia económica coordinadora (en Na- ciendo radicalmente la deuda de muchos ca a escala global. En pocas palabras: son
ciones Unidas o en otra entidad). Pero el países en vías de desarrollo, generando elementos necesarios de lo que antes he
punto primordial es reconocer la necesidad nuevos productos económicos en organi- enunciado como concepción cosmopolita
de una nueva autoridad económica trans- zaciones como el FMI y el Banco Mun- de la democracia. Ante comunidades de

10 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99


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DAVID HELD

destino que se solapan, los ciudadanos del agenda de la teoría política ante los cam- ternational Society’, en HOLM, H. H., y Sorensen,
futuro no sólo deben ser ciudadanos acti- bios que se producen a escala regional y G. (eds.): Whose World Order? Westview Press,
Boulder Col, 1995.
vos de sus propias comunidades, sino global está ya claramente definida.
también de las regiones en las que viven y La historia del pensamiento y de la L INKLATER , A.: The Transformation of Political
de un amplio orden global. práctica políticos democráticos se ha carac- Community. Polity Press, Cambridge, 1998.
terizado por dos grandes transiciones. La MANN, M.: The Sources of Social Power, vol. I.
Conclusión primera produjo la afirmación de mayor Cambridge University Press, Cambridge, 1986.
Si con globalización nos referimos a los participación y responsabilidad públicas en – ‘Has Globalization Ended the Rise and Rise of
procesos que subyacen a una transforma- las ciudades de la antigüedad y, después, de the Nation-State?’, Review of International Politcal
ción en la organización de los asuntos hu- la Italia renacentista; y la segunda, la ins- Economy, 4,3, 472-496, 1997.
manos, a una vinculación y expansión de tauración de la democracia en grandes te- OHMAE, K.: The Borderless World. Collins, Lon-
la actividad humana que abarca marcos de rritorios y periodos de tiempo mediante la dres, 1990.
cambio y desarrollo interregional e inter- invención de la democracia representativa. PERRATON, J.; GOLDBLATT, D.; HELD, D., y MC-
continental, entonces muchas de nuestras Desde los comienzos de la edad moderna GREW, A.: ‘The Globalization of Economic Acti-
más preciadas ideas políticas –que ante- hasta fines del siglo XIX, era posible, en vity’, New Political Economy, 2(2), 257-277, 1997.
riormente se centraban en las naciones-Es- principio, vincular la geografía claramente SASSEN, S.: Globalization and its Discontents. The
tado– han de ser reformuladas. Sobrepasa con los centros de poder y autoridad polí- New Press, Nueva York, 1998.
el cometido de este ensayo el examinar es- tica. Hoy nos encontramos en la cúspide WATSON, A.: The Evolution of International Society.
tas cuestiones con detalle. Pero si vivimos de una tercera gran transición (cfr. Dahl, Routledge, Londres, 1992.
en un mundo caracterizado por la intensi- 1989). La democracia podría afianzarse en
ficación de determinadas formas de políti- ciudades, naciones-Estado y foros regiona-
ca global y gobierno plural, la eficacia de les y globales más amplios o, por el contra-
las tradiciones democráticas y las tradicio- rio, llegar a ser considerada como aquella
nes legales nacionales queda fundamental- forma de gobierno que fue haciéndose gra-
mente alterada. Por mucho que se especi- dualmente anacrónica en el siglo XXI. Por
fique este reto de manera precisa, se fun- fortuna, las alternativas siguen estando en
damenta, al fin y a la postre, en el nuestras manos. n
reconocimiento de que existe una interco-
nexión entre la naturaleza y calidad de la Traducción de Eva Rodríguez
democracia dentro de una comunidad de-
terminada y la naturaleza y calidad de las BIBLIOGRAFÍA
relaciones democráticas entre comunida- ABU-LUGHOD, J.: Before European Hegemony. Ox-
des, y que hay que crear nuevos mecanis- ford University Press, Oxford, 1989.
mos legales y organizativos si queremos
ARCHIBUGI, D.; HELD, D., y KÖHLER, M. (eds.):
que prosperen la democracia y las propias Re-imagining Political Comunity: Studies in Cosmo-
comunidades políticas. Sería totalmente politan Democracy. Polity Press, Cambridge, 1989.
falaz concluir a partir de esto que la políti- DAHL, R. A.: Democracy and Its Critics. Yale Uni-
ca de las comunidades locales, o las comu- versity Press, New Haven, CT, 1989.
nidades democráticas nacionales, vaya a
FERNANDEZ-ARMESTO, F.: Millennium. Bantam,
quedar (o deba quedar) enteramente Londres, 1995.
eclipsada por las nuevas fuerzas de globali-
FERRO, M.: Colonization: A Global History. Rou-
zación política. Suponer que es así signifi- tledge, Londres, 1997.
caría no entender el impacto altamente
GOLDBLATT, D.; HELD, D.; MCGREW, A. G., y
complejo, variable y desigual de los proce-
PERRATON, J.: ‘Economic Globalization and the
sos regional y global sobre la vida política. Nation-State: Shiffting Balances of Power’, Soun-
Es claro que ciertos problemas y medidas dings, 7, págs. 61-77, 1997.
tendrán que seguir siendo responsabilidad GRAY, J.: False Dawn. Granta, Londres, 1998.
de los gobiernos locales y los Estados na-
cionales; pero habrá otros que se recono- HELD, D.: Democracy and the Global Order: From
the Modern State to Cosmopolitan Governance. Po-
cerán como propios de regiones específi- lity Press, Cambridge, 1995.
cas, y se entenderá que hay otros más (co-
– Models of Democracy, segunda edición. Polity
mo ciertos aspectos del medio ambiente,
Press, Cambridge, 1996.
cuestiones de seguridad global, de salud
mundial y regulación económica) que exi- HELD, D., y MCGREW, A. G.: ‘The End of the
Old Order?’, Review of International Studies, 219-
gen nuevas disposiciones institucionales 242, edición especial, 1998.
para abordarlos. Se pueden aplicar prue-
HELD, D.; MCGREW, A. G.; GOLDBLANTT, D., y
bas de extensión, intensidad y eficiencia
PERRATON, J.: Global Transformations: Politics. Eco-
comparativa para contribuir a adaptar y nomics and Culture. Polity Press, Cambridge, 1999.
guiar determinadas medidas en diferentes
H IRST , P., y T HOMPSON , G.: Globalization in David Held es profesor de Política y Sociología en
niveles de gobierno (véase Held, 1995: Question. Polity Press, Cambridge, 1996. la Open University. Obras traducidas al castellano:
236 y 237). Pero al margen de la exactitud Modelos de democracia y La democracia y el orden
KEOHANE, R.: ‘Hobbes’s Dilemma and Institutio-
con que se adapten dichas políticas, la global.
nal Change in World Politics: Sovereignty in In-

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
11
GLOBALIZACIÓN Y DEMOCRACIA
GURUTZ JÁUREGUI

¿El fin de la historia? terísticas más esenciales. Habríamos llega- dentro de las propias democracias libera-
Acaba de cumplirse, hace unos pocos me- do en tal caso, en opinión de Fukuyama, les. La tercera objeción se centraba en la
ses, el décimo aniversario de la publica- al fin de la historia (Fukuyama, 1992, idea de que el concepto y contenido de
ción, por parte de Francis Fukuyama, de págs. 198 y 199). la democracia quedaban reducidos, en la
un polémico y sugestivo ensayo en el que La tesis, realmente sugerente y plena práctica, a la idea de “una sociedad basada
formulaba la idea de un posible final de la de matices imposibles de abordar aquí en únicamente en la posibilidad de votar y de
historia (Fukuyama, 1989). La conclusión detalle, provocó en su momento, como se comprar aparatos de vídeo” (Anderson,
principal a la que llegaba en el citado en- sabe, una polémica intelectual más que 1996, págs. 99 y sigs.).
sayo, profundizado y ampliado unos años considerable. Tanto en su famoso artículo Con ser importantes, considero, sin
más tarde a través de un libro, era que la como en el libro posterior, Fukuyama se embargo, que ninguna de las tres objecio-
humanidad había alcanzado, en las postri- encargó de señalar, frente a algunas críti- nes citadas planteaba una refutación o im-
merías del siglo XX, el punto final de su cas claramente previsibles, que su idea del pugnación de lo que, en mi opinión,
evolución ideológica con el triunfo de la fin de la historia no implicaba el logro de constituye el núcleo de la tesis defendida
democracia liberal occidental frente a sus un sistema perfecto, de un mundo feliz, por Fukuyama. Me estoy refiriendo al
presuntos émulos: el fascismo y el comu- sino simplemente la eliminación de alter- propio concepto de democracia liberal.
nismo. Si las sociedades humanas evolu- nativas mejores. La ausencia de tales al- Como ya se ha indicado antes, el colapso
cionan, a lo largo de los siglos, hacia una ternativas venía corroborada, en tal senti- generalizado de los sistemas autoritarios a
sola forma de organización sociopolítica o do, por el colapso generalizado de los regí- lo largo de la década de los ochenta cons-
convergen en ella, si no parece que haya menes autoritarios, tanto de derechas tituía para Fukuyama una prueba irrefuta-
alternativas viables a la democracia liberal como de izquierdas, producido a partir de ble de la bondad y superioridad de la de-
y si las personas que viven en democracias la década de los ochenta. Hoy día, señala mocracia liberal sobre los otros sistemas.
liberales no expresan ningún descontento Fukuyama, la democracia liberal es “la Los datos al respecto parecen darle la ra-
radical con sus vidas, afirma Fukuyama, única aspiración coherente que cubre di- zón a primera vista. No cabe duda de que,
podemos decir que el diálogo ha llegado a versas regiones y culturas en todo el mun- en los últimos años, se ha producido un
una conclusión final y definitiva. do” y “no podemos imaginarnos un mun- extraordinario aumento del número de
El triunfo de la democracia liberal no do que sea esencialmente distinto al actual Estados formalmente democráticos con
significa el final de las dificultades y de los y a la vez mejor”, “un futuro que no sea en respecto a épocas anteriores. Lo que ya re-
problemas. Al igual que hasta ahora, las esencia democrático y capitalista” y que sulta más dudoso es que el hecho de que
democracias seguirán sufriendo “proble- pueda representar “una mejora fundamen- haya aumentado el número de Estados de-
mas” de toda índole (déficit presupuesta- tal del orden presente” (Fukuyama, 1992). mocráticos haya significado, en realidad,
rios, inflación, delincuencia, drogas, etcé- Resulta imposible realizar una crítica un avance, en líneas generales, de la de-
tera). Sin embargo, habrían dejado de en profundidad de la tesis del fin de la his- mocracia en el mundo.
sufrir “contradicciones”. La diferencia sus- toria en un trabajo de estas características. En tal sentido, parece lícito plantearse
tancial entre los “problemas” y las “contra- No obstante, sí quisiera aludir, de forma la duda de hasta qué punto la transforma-
dicciones” consistiría en que los primeros breve, a algunos de sus aspectos relativos a ción “democrática” de los viejos Estados
resultan perfectamente resolubles dentro la relación entre democracia y globaliza- autoritarios ha constituido una conse-
del propio sistema y, por tanto, no afectan ción. Las numerosas y muy variadas obje- cuencia intrínseca de la naturaleza supe-
a la existencia de la democracia, mientras ciones formuladas a Fukuyama por parte rior del sistema liberal o ha significado
que las “contradicciones” son en sí mismas de sus detractores podrían agruparse, si- más bien el resultado calculado de las ven-
irresolubles, lo que provocaría la corrosión guiendo a Anderson, en tres grandes cate- tajas ofrecidas por un sistema liberal no
de la legitimidad del sistema hasta hundir- gorías. En primer lugar, aquellas que re- menos viejo y caduco para seguir mante-
lo definitivamente. chazaban la idea misma de un final de la niendo, bajo su fachada, una estructura
La ausencia de contradicciones impli- historia, con independencia de su carácter. sustancialmente autoritaria. Dicho de for-
caría que la forma actual de organización Un segundo grupo de críticas insistía en el ma menos tautológica, el colapso de los
social y política es completamente satisfac- hecho de que Fukuyama ignorase la perse- regímenes autoritarios ha venido facilitado
toria para los seres humanos en sus carac- verancia de la desigualdad y de la miseria no sólo por la superioridad de los regíme-

12 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99


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nes democráticos liberales sino, también, zón al congratularse por el permanente es- tualidad, sin embargo, el concepto de “de-
por el proceso progresivo de autoritarismo tado de felicidad que este final de la histo- mocracia nacional” constituye, cada vez
en el que han caído los propios Estados ria les había conferido. Sin embargo, co- más, una contradicción in términis. Un
democráticos liberales. No se ha tratado, mo bien señala Huntington, las socieda- Estado que pretenda establecer un sistema
pues, de un viaje en una sola dirección, si- des que suponen que su historia ha democrático aislado del resto de los Esta-
no de un encuentro, en un punto más terminado son habitualmente sociedades dos o colectividades lo que está haciendo
o menos intermedio, entre los viejos Esta- cuya historia está a punto de declinar en realidad es configurar una democracia
dos autoritarios y los no menos viejos Es- (Huntington, 1997, pág. 361). Ni la his- de apartheid (Johansen, en Held, ed.,
tados democráticos liberales. Los proble- toria ni la creatividad humana terminan 1992, pág. 112). Esto es lo que está ocu-
mas actuales de la democracia no provie- jamás. El fin de la historia, en el sentido rriendo, precisamente, en este momento.
nen sólo de los sistemas autoritarios, sino formulado por Fukuyama, implicaría, en La estrategia planteada por la mayor parte
también de la propia democracia liberal. definitiva, el fin de la propia democracia, de los Estados democráticos actuales ha
No hay que olvidar, al respecto, que este puesto que ésta tiene como objetivo in- provocado una paradoja extraordinaria en
modelo de democracia se halla basado en trínseco el modelar y configurar de forma la vida política internacional. A fin de sal-
una serie de premisas relativas a la natura- continua tanto los fines como los medios vaguardar su independencia, estos Estados
leza humana y en unas determinadas polí- de la realidad histórica. No existe demo- han sido capaces de dotarse de los medios
ticas que son genuinamente liberales pero cracia sin democratización, es decir, sin –armas nucleares, etcétera– necesarios pa-
que distan mucho de ser democráticas. La una renovación constante de las formas de ra perpetrar, si fuera preciso, la más anti-
democracia liberal es una democracia di- participación y sin una reformulación per- democrática de las acciones que uno pu-
luida, adelgazada, en la que los valores de- manente del papel de los Gobiernos en re- diera jamás imaginarse: la destrucción de
mocráticos son siempre provisionales, op- lación al bienestar de los seres humanos. la propia humanidad. Hemos llegado así a
cionales y condicionales, y en los que no El desajuste, cuando no la contradic- una situación esquizofrénica que permite
es posible desarrollar, por tanto, una teoría ción pura y simple, entre la democracia y considerar como perfectamente normal y
firme sobre los conceptos de participa- el modelo democrático liberal resultan lógica la compatibilización, sin solución
ción, ciudadanía, bienes públicos o virtu- particularmente dramáticos en la era pre- de continuidad, entre una actuación ex-
des cívicas (Barber, 1984, pág. 4). sente de la globalización. La democracia quisitamente democrática de fronteras ha-
No es la primera vez, ni probablemen- no puede sustentarse, en el momento ac- cia dentro con un comportamiento des-
te será la última, que se decreta, urbi et or- tual, en los mismos parámetros y premisas piadado, despótico y autoritario en el ex-
bi, el comienzo de una nueva era de dicha en los que lo hacía hace unos años. A lo terior. Por otra parte, en los actuales
y felicidad. Ya en 1897, la clase media bri- largo de los últimos siglos, la democracia sistemas democráticos se produce un bru-
tánica consideraba que la historia había ha tenido un carácter fundamentalmente, tal contraste entre el plano de la legitimi-
terminado para ellos. Y tenían toda la ra- si no exclusivamente, nacional. En la ac- dad y el de la efectividad. Resulta cierta-

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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13
GLOBALIZACIÓN Y DEMOCRACIA

mente difícil hablar de un sistema demo- (Beck, 1998, pág. 59). Por ello resulta in- de posiciones como sede inexcusable del
crático allí donde una gran empresa multi- dispensable avanzar en la historia y confi- poder. Ello provoca su difuminación. Pues
nacional es capaz de desafiar al Gobierno gurar un nuevo concepto de democracia y bien, este conjunto de circunstancias abo-
democráticamente elegido o allí donde un nuevo conjunto de instituciones capa- ca, como bien puede comprenderse, a una
una gran potencia puede permitirse el lujo ces de establecer y salvaguardar la legali- progresiva concentración del poder en
de sustraerse a las deliberaciones de las dad en el ámbito internacional. Pero no manos de organizaciones cuya actividad
Naciones Unidas o a una decisión del Tri- una legalidad cualquiera, sino una legali- resulta cada vez menos susceptible de con-
bunal de Justicia de La Haya. dad basada en la paz como condición pre- trol. Por ello una de las cuestiones clave a
Nos hallamos, en consecuencia, muy le- via para el establecimiento de la democra- la que nos enfrentamos en el momento ac-
jos de ese presunto fin de la historia. Tan cia internacional. Una paz que debe estar tual es la de determinar cuál es el lugar de
lejos que todavía no somos capaces ni tan presente tanto en las relaciones entre los la democracia en este complejo y fragmen-
siquiera de mencionar y discutir los gran- diversos Estados, organizaciones y grupos, tado nuevo mundo. Si ya no cabe hablar
des problemas de nuestro tiempo y de como en la política exterior diseñada y de una summa potestas a la cual poder exi-
darles, por tanto, una expresión política. aplicada por los mismos. gir responsabilidades, si no existe la posi-
Hay aspectos nucleares de la vida humana bilidad de que los ciudadanos puedan es-
actual, tales como la paz, la seguridad De las democracias nacionales tablecer un control sobre los poderes,
mundial, el medio ambiente, etcétera, que a la democracia global ¿dónde queda la democracia?, ¿dónde la
todavía estamos percibiéndolos en térmi- El emergente desarrollo de nuevas formas soberanía popular? Si en nuestra calidad
nos morales, humanitarios, como hicieron de organización política (transnacionales, de individuos o miembros de diversos
los filántropos de mediados del siglo XIX internacionales, macrorregionales, naciona- grupos nos hallamos “encajonados” en
antes de que en el ámbito social adquirie- les, microrregionales, municipales y locales) una plétora de redes de poder que nos in-
sen amplitud la acción sindical y el pensa- está provocando el surgimiento de un troducen en una serie de relaciones de do-
miento socialista (Touraine, 1994, pág. mundo multilateralizado en el que el po- minación y dependencia con otro u otros
239). ¿Cómo podemos hablar, en tales der aparece difuminado y descentralizado conjuntos de individuos y grupos, ¿quién
condiciones, del fin de la historia? La ca- en un conjunto de centros diferentes y o cuál es la sede constituyente a la cual
pacidad de investigación de la teoría polí- transversales. Los diversos niveles organi- puede reclamársele legítimamente el dere-
tica sobre los grandes problemas globales zativos resultan entrelazados a través de cho democrático de controlar y participar
emergentes se halla todavía en mantillas. una densa red funcional de corporaciones, en la actividad de esos poderes? ¿Cómo es-
La teoría democrática ha sido capaz de organizaciones internacionales, no guber- tructurar la democracia en un mundo tan
examinar y debatir en profundidad los de- namentales, movimientos sociales, asocia- multilateralizado? ¿Cómo institucionalizar
safíos existentes dentro de las fronteras na- ciones profesionales, etcétera. Este con- nuevas formas democráticas adecuadas a
cionales pero nunca se ha cuestionado en junto de individuos, grupos y comunida- la complejidad y fragmentación del mun-
serio los problemas de la aplicación de la des está contribuyendo de forma activa a do presente?
democracia en el ámbito internacional. la creación de esas nuevas redes, pero, al Parece claro que la idea de la “aldea
Nos encontramos ante un mundo total- mismo tiempo, se ve condicionado y limi- global” se halla cada vez más cerca. Pero
mente inexplorado del que quizá podemos tado por las mismas. Las nuevas redes de ¿qué tipo de aldea global? ¿Quién ejercita-
obtener tan sólo una conclusión lamenta- relaciones refuerzan, y al mismo tiempo rá la autoridad en la misma? ¿En qué con-
blemente cierta, a saber, que se trata de un constriñen, el poder y la capacidad de de- diciones? ¿A través de qué medios? ¿Preva-
mundo profundamente antidemocrático. cisión de las organizaciones de forma muy lecerá realmente la democracia? ¿Con qué
Por ello más que al fin de la historia, a lo diferente a cuando el Estado nacional de- forma? ¿Seremos capaces de estructurar
que estamos asistiendo, en realidad, es a terminaba de forma prácticamente exclu- una organización global capaz de regular
un momento clave de su reanudación. siva la libertad y la identidad de las mis- la actividad política del mundo? Es evi-
Ciertas élites intelectuales y políticas mas. Hasta ahora, el Estado nacional ha dente que nos encontramos en un mo-
tienden a considerar cualquier intento de actuado como una estructura imprescindi- mento de transición, pero transición ¿ha-
establecer una democracia internacional o ble para mediar en las relaciones entre esas cia qué? ¿Hacia un mundo configurado
universal como un vano intento, un sueño organizaciones tanto en el ámbito interno como “el más frío de todos los monstruos
irrealizable. Frente a esa interpretación como externo. La multilateralización ha fríos” al que aludía Nietzsche al hablar del
considero que, a pesar del cinismo y la provocado que la idea de summa potestas Estado, en el que la guerra siga constitu-
crueldad que imperan en las relaciones in- asignada al Estado haya perdido en buena yendo el concepto clave del statu quo, o
ternacionales, o quizá por ello mismo, la medida tanto su vis atractiva como su pro- bien hacia un mundo en el que las fuerzas
universalización de la democracia consti- pia justificación. democráticas transnacionales defensoras
tuye no sólo un objetivo deseable, sino La diversificación del poder entre di- de los derechos humanos sean capaces de
también perfectamente realizable. Mucho versos entes y estructuras implica la pérdi- ejercer la influencia y la autoridad necesa-
más deseable y, sobre todo, mucho más da de exclusividad del mismo para ciertos ria? La globalización nos sitúa ante la for-
realizable que hace unos pocos años. Nos grupos e instituciones pero no significa, mación de un nuevo ámbito de interés ge-
encontramos en un periodo de cambios en absoluto, una difuminación o una de- neral, a nivel mundial, que va más allá de
radicales. Un momento dominado, como bilitación del poder en sí mismo conside- los intereses especificados en los diversos
señala Beck, por instituciones zombis (par- rado. Todo lo contrario. De una parte, Estados nacionales. La libertad y la pros-
tidos de clase sin clases, ejércitos sin ene- nos encontramos con estructuras cada vez peridad de los ciudadanos no dependen ya
migos, aparatos gubernamentales caducos) más heterogéneas y complejas. Ello exige sólo del Gobierno de una determinada re-
que llevan clínicamente muertas largo el ejercicio de un poder más intenso y gión o de un determinado Estado sino
tiempo pero que son incapaces de morir fuerte. De la otra, el Estado nacional pier- también de la capacidad de gobierno a ni-

14 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99


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GURUTZ JÁUREGUI

vel o escala mundial. Ello demuestra que cio de la voluntad política mediante la mentales no se hallan sometidas a contro-
la noción del interés general ya no recono- obediencia cívica del pueblo (Arbós y Gi- les democráticos realmente efectivos. Los
ce fronteras y debe ser ampliada, en conse- ner, 1993, pág. 13). grupos y agencias sustentadas en la econo-
cuencia, hasta abarcar al conjunto de la La distinción entre “gobierno” y “go- mía de mercado (empresas transnaciona-
humanidad. Se trata de una tarea de vasto bernabilidad” resulta mucho más clara y les, etcétera) hacen prevalecer el criterio de
alcance, pero no necesariamente abstracta necesaria, si cabe, en la actual era de la la eficacia sobre el de la legitimidad demo-
(Arbós y Giner, 1993, págs. 57 y 58). globalización. El término “relaciones in- crática, provocando así enormes desigual-
ternacionales” resulta demasiado exclusi- dades e injusticias incompatibles con el
Gobernabilidad humana vista y carente de sentido en un momento sistema democrático. Por último, muchos
‘versus’ gobierno mundial como el actual, en el que los Estados han movimientos sociales y ONG ofrecen cre-
La necesidad de responder a los nuevos re- dejado de constituir el único sujeto de la denciales democráticas harto dudosas. Ya
tos derivados de la globalidad ha dado lu- política internacional. La globalización es- no es posible, por tanto, plantear el desa-
gar al surgimiento de un nuevo concepto tá provocando la emergencia de otros mu- rrollo de la democracia única y exclusiva-
político conocido con el nombre de “go- chos entes u organizaciones, los cuales mente a través del Estado. La democracia
bernabilidad” y que difiere de la idea clási- ejercen un protagonismo cada vez más in- debe extenderse a todo ese conjunto de
ca de “gobierno”. El concepto de “gobier- tenso. Así, por ejemplo, los gobiernos re- entes y organizaciones nuevos que acaban
no” mantiene unas connotaciones estricta- gionales y locales, los cuales han incre- de citarse. Y para ello resulta imprescindi-
mente jurídico-formales o institucionales. mentado su presencia internacional más ble la creación de un Gobierno o una au-
El de “gobernabilidad” es mucho más am- allá de las fronteras estatales. Lo mismo toridad mundial capaz de reproducir, a es-
plio y supone una capacidad para tomar ocurre con el desarrollo de agencias de ca- cala global, la autoridad y los poderes de
decisiones, responder a los conflictos y rácter supraestatal o global, cada vez más un Gobierno nacional. Pero no basta con
gestionarlos (V. Camps, en Giner/Sarasa, numerosas e influyentes. El sector privado ello. Necesitamos, además, una gobernabi-
1997, pág. 20). La gobernabilidad es, en ha adquirido también un protagonismo lidad mundial, es decir, una estructura ca-
definitiva, la capacidad de gobernar. Una extraordinario a través de fórmulas diver- paz de cubrir las actividades de los Estados
capacidad para mantener en su lugar a los sas tales como think-tanks, fundaciones, pero también la de los organismos inter-
diversos grupos u organizaciones y para agencias de control, consejos asesores, et- gubernamentales (ONU, etcétera), las or-
satisfacer mínimamente los intereses de los cétera. A todo ello hay que añadir la extra- ganizaciones no gubernamentales y los
ciudadanos. La gobernabilidad no signifi- ordinaria influencia ejercida por un con- movimientos transnacionales. Una estruc-
ca, por tanto, mera estabilidad o simple junto cada vez más amplio y heterogéneo tura en la que se combinen todos ellos, in-
gobierno, sino “buen gobierno”, un go- de movimientos sociales, ONG, etcétera, fluyéndose mutuamente, para producir el
bierno que trate de cumplir los dos gran- los cuales han inyectado un gran dinamis- sistema de gobernabilidad global.
des objetivos exigidos al poder político mo innovador al conjunto de la política El actual deterioro del sistema de las
cuales son la legitimidad y la eficacia (Jáu- mundial. Todo ello ha hecho que la políti- Naciones Unidas nos demuestra hasta
regui, 1994, págs. 31 y sigs.). La goberna- ca y las relaciones internacionales estén qué punto resulta necesaria una goberna-
bilidad constituye, en definitiva, la cuali- dejando paso a una política y unas relacio- bilidad mundial en la que los principios
dad propia de una comunidad política se- nes pura y simplemente mundiales. de legitimidad y eficacia aparezcan estre-
gún la cual las instituciones de gobierno La mayor parte de esas organizaciones chamente interrelacionados. Conviene re-
actúan eficazmente dentro de su espacio protagonistas del nuevo orden mundial cordar una vez más que, por muy efectivo
de un modo considerado legítimo para la adolecen de déficit democráticos muy se- que resulte un orden democrático, sin le-
ciudadanía, permitiendo así el libre ejerci- rios. Así, las organizaciones interguberna- gitimidad no es un orden realmente de-

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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15
GLOBALIZACIÓN Y DEMOCRACIA

mocrático. El principal problema de la


democracia no es el problema de gobier-
no más eficaz; otras formas pueden ser
más eficaces. El objetivo primordial de la
democracia es el de lograr un gobierno
que satisfaga el máximo de libertad e
igualdad posible.
La justificación de un procedimiento
democrático de toma de decisiones no de-
pende de sus posibilidades de acertar con
mayor frecuencia que cualquier otro pro-
cedimiento, sino de las ventajas que ofrece
en cuanto base de un método justo y pací-
fico para resolver disputas. Por ello, el de-
seo de un Gobierno supuestamente eficaz
“no justifica la sustitución de la definición
de la democracia como Gobierno del pue-
blo por una definición de la que se elimi-
ne al pueblo como poder activo o en el
que se mantenga al pueblo únicamente
como elemento pasivo del que se exige la
aprobación” (Kelsen, 1988, pág. 249).
Es preciso insistir en ello, pues en los
últimos años se viene produciendo, tanto términos de legitimidad y consenso, o en cavan la legitimidad democrática y dificultan la so-
en el orden interno como, sobre todo, en expresión de Offe, legitimidad y “lealtad lución pacífica de los problemas (…) Ningún dere-
cho se puede ejercer en medio de la guerra; ningún
el orden internacional, una inclinación de masa”. Mientras que la legitimidad im-
esfuerzo de transformación económica dará resulta-
hacia la prevalencia del principio de efica- plica una confianza estable en la validez do en situaciones de conflicto; del mismo modo es
cia en detrimento del principio de legiti- del sistema político, la lealtad de masa su- sumamente difícil garantizar la paz y la gobernabili-
midad. La forma en que se manifiesta esta pone una “apática disponibilidad a la obe- dad democrática en ausencia de progreso –científi-
tendencia no consiste tanto en negar la diencia” al sistema político con renuncia co, económico, técnico– de todos los elementos de
necesidad de la legitimidad, cuanto en total a exigencias de legitimidad (C. Offe, la sociedad” (F. Mayor Zaragoza, 1997, pág. 4).
equiparar o confundir el concepto de legi- 1977, pág. 57). Los estados de opinión, el
timidad con los conceptos de creencia, conjunto de creencias, la opinión pública, La tarea de promover la gobernabilidad
opinión o consenso. Ello implicaría redu- etcétera, pueden facilitar el desarrollo de la es, como señala Halliday, a la vez, necesaria
cir la legitimidad a la habilidad del sistema legitimidad de un sistema político. Pero y desalentadora: más allá de la identifica-
para persuadir a los ciudadanos de la vali- la legitimidad sólo puede sustentarse de mo- ción y evaluación de problemas y la elabo-
dez del propio sistema. Como bien indica do efectivo mediante un corpus jurídico ración de propuestas, significa enfrentar al-
Schaar, en las actuales sociedades tecnoló- institucional, unas reglas de juego, por to- gunas resistencias graves en el interior del
gicas que han devenido cada vez más en dos decidido, y a todos aplicable, sin ex- sistema internacional y determinados obs-
máquinas autorreguladoras, cuyos huma- cepción alguna. La legitimidad constituye, táculos que han surgido en los últimos años
nos mantenedores tan sólo necesitan ser pues, condición necesaria para la demo- al hilo del proceso mismo de cambio glo-
objeto de pequeños ajustes exigidos y de- craticidad de un sistema político. Sin em- bal. Esto puede observarse en una gama de
mandados por la propia máquina, resulta bargo, no resulta en sí misma suficiente. contextos: el éxito en la conservación de la
relativamente fácil establecer un flujo de La democracia no puede quedar reducida paz, por ejemplo, continúa avanzando, pese
información y persuasión desde los líderes a simple método, a pura legitimidad for- a la renuncia tanto de los Estados sobera-
a los ciudadanos mediante la disemina- mal, sino que implica también valores, nos a comprometer sus fuerzas para com-
ción de símbolos justificadores de las deci- principios, fines y objetivos. Un sistema batir como de los Estados criticados por
siones políticas por ellos tomadas. Esa di- democrático funciona no porque está or- la comunidad internacional a ceder ante la
seminación provoca una disgregación y ganizado mediante una serie de normas presión de la ONU; la creciente concien-
unidimensionalización de las normas e reconocidas y aceptadas, sino porque sus ciación de la amenazante crisis ecológica va
instituciones convertidas en instrumento fines básicos y sus normas procedimenta- a la par que las disputas y las evasivas tanto
de la eficacia propugnada por los detenta- les van dirigidos a la satisfacción de las as- en el Norte como en el Sur; el creciente re-
dores del poder. (Schaar, en W. Connolly, piraciones de sus ciudadanos. En el caso conocimiento de la importancia de la posi-
ed., 1984, pág. 118). que nos ocupa, tales aspiraciones se cen- ción de la mujer en la sociedad ha produci-
La legitimidad no es sólo una cuestión trarían fundamentalmente en la paz, el de- do un abierto rechazo al cambio por algu-
de sentimiento ni puede medirse con pa- sarrollo social y económico y la defensa de nos Estados –en nombre de la soberanía y
rámetros sociológicos. Es cierto que la le- los derechos humanos a través de la demo- de la tradición nacional– y una manipula-
gitimidad democrática se deriva de la cracia. Como señala Mayor Zaragoza, ción adaptativa en otros y, por último, un
creencia de la validez de ese sistema políti- mayor énfasis en los derechos individuales
“la paz, el desarrollo y la democracia forman un
co y que esa creencia debe de ser un pro- triángulo interactivo cuyos vértices se refuerzan mu- ha producido la denuncia de una interfe-
ducto de la razón y del juicio de los ciuda- tuamente. Sin democracia no hay desarrollo dura- rencia internacional y, específicamente, oc-
danos. Pero es preciso no confundir los dero. La pobreza y el estancamiento económico so- cidental (Halliday, en RIFP 9, pág. 36).

16 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99


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GURUTZ JÁUREGUI

No se trata, pues, de una gobernabili- ternacional ha hecho mantener al Tribu- la solidez y la efectividad de las asociacio-
dad mundial cualquiera sino de una go- nal Internacional de Justicia una visión nes ciudadanas de carácter transnacional
bernabilidad humana, entendida a la vez “estatista” del orden internacional, y esa en áreas tales como los derechos humanos,
como proceso y como objetivo. La gober- visión le ha impedido actuar adecuada- el medio ambiente o la paz. Sólo de ese
nabilidad humana es aquella que insiste mente a lo largo de estos 50 años. modo será posible profundizar en la de-
en la necesidad de aplicar el mismo con- La gobernabilidad humana exige, por mocracia sustancial y, consecuentemente,
junto de derechos para todos los ciudada- tanto, el establecimiento no sólo de un recuperar en toda su integridad la univer-
nos y pueblos del mundo; en otorgar prio- poder judicial internacional sino también salidad de los derechos.
ridad a los más vulnerables y a los más de un Poder Legislativo y, sobre todo, de
susceptibles de abusos; en proveer un con- un Poder Ejecutivo fuertes capaces de exi- Los modelos institucionales
cepto de seguridad humana diferente del gir el cumplimiento de las decisiones y de democracia global
otorgado por la geopolítica, y en tratar de sentencias adoptadas por los jueces. La au- En el ámbito interno de los Estados de-
establecer un orden en el que la violencia sencia de tales poderes nos aboca, en caso mocráticos se está extendiendo de forma
quede reducida a su mínima expresión. La contrario, a dos consecuencias, a cada cual cada vez más acusada y, lo que es peor,
gobernabilidad humana supone, también, menos deseables. O bien el sometimiento aceptando de forma cada vez más acrítica,
una calidad medio ambiental capaz de a la decisión de un árbitro carente de ca- la idea de la existencia de una doble es-
proteger la salud y el bienestar de la gene- pacidad coercitiva para exigir el cumpli- tructura de poder. De una parte, una
ración presente y las futuras. Como señala miento de las obligaciones, o bien el man- estructura de poder definida y regulada por
Falk, la gobernabilidad humana no es tan- tenimiento de la idea, actualmente vigen- las instituciones previstas en el ordena-
to la negación de la geopolítica cuanto la te, de que los conflictos deben resolverse miento jurídico-constitucional que adopta
insistencia de su irrelevancia para una ade- en función de consideraciones de puro sus decisiones de acuerdo con las reglas y
cuada ordenación de la vida política en to- oportunismo político o, por decirlo de procedimientos establecidos. De otra, una
dos los niveles (Falk, 1995, pág. 9). forma menos disimulada, en función de la estructura paralela, formalmente inexis-
Lo que subyace por debajo de muchos correlación de fuerzas existente entre los tente, en la que las decisiones colectivas se
de estos temas involucrados en la “gober- diversos contendientes. toman directamente por los grupos que la
nabilidad global” no es otra cosa que la La gobernabilidad humana no debe li- componen a través de acuerdos basados
democracia. Ése es, en definitiva, el asun- mitarse, sin embargo, a la configuración exclusivamente en el reconocimiento del
to central. Es central porque la precondi- de un marco institucional básico de convi- poder recíproco. Pues bien, esta dualidad
ción más importante para la resolución de vencia sino que debe adentrarse, también, de poder es mucho más acusada, si cabe,
los problemas mundiales, sean éstos políti- en el desarrollo de medidas dirigidas a una en el ámbito internacional. Como bien se-
cos o económicos, es la consolidación del efectiva democratización de los grupos y ñala Bobbio, hoy podemos hablar, sin re-
sistema democrático tanto a escala o nivel sociedades humanas. Se hace precisa una paro alguno, de un doble sistema interna-
regional como estatal y global. integración política a nivel global, es decir, cional, compuesto por dos ordenamientos
A fin de dar respuesta a los muchos un proceso a través del cual los actores po- idealmente incompatibles entre ellos, pero
problemas planteados por la constante líticos que operan en el ámbito interno de prácticamente coexistentes, que se cono-
vulneración de los derechos humanos en los Estados nacionales reconduzcan sus ex- cen, mas no se reconocen, que no se igno-
el mundo actual, algunos sectores propug- pectativas y su actividad política hacia un ran, pero actúan de manera independiente
nan la consecución de un pacifismo legal a nuevo centro cuyas instituciones dispon- el uno del otro (Bobbio, en RIFP 4, pág.
escala universal. La idea del pacifismo le- gan de jurisdicción sobre la actividad de 15). Es preciso acabar con esa dualidad de
gal se sustenta, fundamentalmente, en la los vigentes Estados nacionales. En tal poder, y para ello resulta imprescindible
necesidad de crear, a nivel global, uno o sentido, un Gobierno y una sociedad de- desarrollar un sistema institucional a nivel
varios tribunales de justicia dotados con mocráticos como los que se acaban de ci- internacional o mundial capaz de regular
las competencias necesarias que les permi- tar resultan incompatibles con la existen- con un mínimo de garantías la actividad y
tan perseguir los delitos perseguidos con- cia de poderosos grupos u organizaciones las decisiones de los diversos colectivos
tra los derechos humanos. Sin negar su corporativas capaces de distorsionar siste- protagonistas de la acción internacional.
importancia, considero que la creación de máticamente, en función de sus intereses Caben, siguiendo a Beck, tres posibles
los citados tribunales constituye una me- y a través de sus actividades, los procesos y modelos al respecto: el modelo político-
dida en sí misma insuficiente. Uno de los las condiciones democráticas. La agenda realista, el modelo internacionalista, y el
principales errores cometidos por los ins- política no puede quedar condicionada modelo cosmopolita (Beck, 1998, págs.
piradores de la Carta de la ONU consistió por la actividad y los intereses de estas cor- 135 y 136).
en considerar que la creación de una insti- poraciones. El modelo político-realista, centrado
tución judicial internacional constituiría Resulta, por tanto, necesario estable- en el Estado, destaca la prioridad y sobera-
el primer paso para la consecución de un cer una regulación y un control efectivos nía de los Estados. Para este modelo, los
orden político mundial. El triste papel ju- sobre las grandes corporaciones bancarias, derechos de los individuos deben ser regu-
gado a lo largo de estos años por el Tribu- financieras, industriales, etcétera, de carác- lados por los Estados nacionales. Por ello,
nal Internacional de Justicia de La Haya ter transnacional. Ello supone, obviamen- tanto las organizaciones interestatales co-
ha demostrado que la acción de los tribu- te, un desafío en toda regla a las bases es- mo las no gubernamentales se limitarían a
nales sólo puede resultar verdaderamente tructurales en las que se sustenta la actual desempeñar, en el mejor de los casos, me-
efectiva si, junto al Poder Judicial, se es- economía mundial y a la situación de de- ras funciones de asesoramiento. Coincido
tructuran también un Poder Legislativo y, sigualdad y pobreza en las que se halla su- con Beck en considerar que, con este mo-
sobre todo, un Poder Ejecutivo fuertes. La mida la inmensa mayoría del mundo. De delo, las relaciones internacionales quedan
ausencia de tales poderes en el ámbito in- igual modo, es imprescindible desarrollar sometidas a un permanente estado de sub-

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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GLOBALIZACIÓN Y DEMOCRACIA

desarrollo, ya que el principio de sobera- sanciones, al menos a un comportamiento de democracia (Held, 1995, págs. 271-
nía impide la injerencia en los asuntos in- acorde con el derecho. Así, la relación ex- 273), que implicaría, en líneas generales y
ternos de los Estados. Ello implica estable- terna de los intercambios internacionales de forma resumida, la creación de un or-
cer, además, una política internacional ba- regulados contractualmente entre Estados den global consistente en un conjunto de
sada no en consideraciones de orden se transforma en una relación interna ba- múltiples y coincidentes redes de poder
moral, sino en base a intereses geopolíticos sada en un estatuto o constitución entre relativas a aspectos tales como el bienestar,
y de relaciones de poder. miembros de la organización. Ello implica la cultura, las asociaciones cívicas, la eco-
En el modelo internacionalista los Es- la posibilidad de privar a los Estados de nomía, las relaciones de coerción y la vio-
tados siguen desempeñando un papel esen- sus poderes coercitivos cuando, por ejem- lencia organizada, así como las relaciones
cial en la regulación y aplicación de los de- plo, se utilizan contra el bienestar y la se- normativas y legales. Todos los grupos y
rechos humanos. Sin embargo, sus actua- guridad de los ciudadanos o cuando se asociaciones dispondrían de una capaci-
ciones se hallan influidas, y en cierto modo despliegan para impedir el desarrollo de dad autodeterminadora basada en el prin-
modificadas, por un consenso transnacio- relaciones de colaboración entre los Esta- cipio de autonomía y en el reconocimien-
nal en constante desarrollo, en materia de dos. De esta forma, los sujetos estatales del to de un conjunto de derechos y obliga-
derechos humanos. Las organizaciones in- derecho internacional pierden, por prime- ciones. Se establecerían una serie de
terestatales y las ONG tratan de jugar un ra vez, “la presunción de inocencia de un principios legales a fin de delimitar la for-
papel importante en la protección de esos supuesto estado de naturaleza” (Haber- ma y el alcance de la acción individual y
derechos e, incluso, en algunas situaciones mas, 1999, pág. 161). La creación de tales colectiva dentro de las diversas organiza-
consiguen su propósito. En todo caso, su instituciones cosmopolitas no implica, ciones, tanto del Estado como de la eco-
capacidad de maniobra depende, en últi- necesariamente, la desaparición de los Es- nomía y de la sociedad civil. Dentro de es-
ma instancia, de los Estados. tados sino el otorgamiento a aquéllas de te marco, la creación y aplicación del dere-
Frente a estos dos modelos cabe un una serie de poderes, de esferas de activi- cho podría desarrollarse en una variedad
tercero al que Held denomina “democra- dad perfectamente delimitadas (Archibu- de lugares y niveles mediante la expan-
cia cosmopolita” y que, en buena medida, gi/Held, 1999, pág. 15). Los Estados de- sión, junto a los tribunales estatal-nacio-
se sustenta en la distinción efectuada, hace berían encontrar un nuevo lugar, una nue- nales, de tribunales regionales e interna-
más de dos siglos, por Kant en su ensayo va articulación en el marco del nuevo cionales. Las principales prioridades colec-
Sobre la paz perpetua, entre derecho inter- derecho democrático global, de forma que tivas serían, siempre de acuerdo con Held,
nacional y derecho cosmopolita. Para sus normas no fuesen sino uno más de los la defensa de la autodeterminación, la crea-
Kant las normas del derecho internacional diversos centros de referencia para el desa- ción de una estructura común de acción
que regulan la paz y la guerra sólo deben rrollo de los derechos, la reflexión política política y la preservación del bien demo-
valer transitoriamente hasta que el pacifis- y la movilización. crático. Por otra parte, el modus operandi
mo jurídico haya creado un orden cosmo- De otra parte, no basta con constituir de la producción, distribución y explota-
polita y, con ello, se haya logrado la aboli- una comunidad internacional de Estados ción de los recursos debería ser compatible
ción de la guerra. democráticos. Es preciso, en segundo lu- con el proceso democrático. La resolución
Conviene, por tanto, no confundir los gar, estructurar una comunidad internacio- de los conflictos debería fundamentarse en
términos “democracia cosmopolita” y “de- nal de sociedades democráticas compro- el principio del mantenimiento de relacio-
mocracia internacional”. La democracia metidas con el respeto al derecho y a los nes no coercitivas, de forma que el uso de
internacional evoca la idea de la creación derechos tanto dentro como fuera de las la fuerza quedara reducido, exclusivamen-
de un sistema de normas y procedimien- fronteras de los diversos países. Como se- te y como última opción, a aquellos casos
tos democráticos entre Estados pero sin ñala Habermas, el punto fundamental del que implicaran ataques dirigidos de forma
cuestionar la constitución interna de cada derecho cosmopolita radica en el hecho de clara a la destrucción o eliminación del
uno de ellos. El concepto de orden inter- que, al pasar por encima de las cabezas derecho democrático cosmopolita. Por úl-
nacional invocado por la democracia cos- de los sujetos colectivos del derecho interna- timo, los individuos podrían ser miem-
mopolita va mucho más allá de una mera cional, alcanza la posición de los sujetos ju- bros y participar en las diversas comunida-
creación de normas y procedimientos in- rídicos individuales y fundamenta para és- des que pudieran afectarles y, consecuen-
ternacionales y supone una reformulación tos la pertenencia no mediatizada a la aso- temente, acceder a formas variadas de
de la idea kantiana de un orden cosmopo- ciación de ciudadanos del mundo libres e participación política. En tal sentido, se
lita adecuado a la nueva situación mun- iguales (Habermas, 1999, pág. 164). La debería establecer un concepto de ciuda-
dial. La democracia cosmopolita pretende creación de un orden democrático cosmo- danía capaz de permitir a los individuos el
un desarrollo paralelo de la democracia polita requiere el consentimiento activo de ejercicio de su condición de miembros de
tanto a escala interna como internacional. los pueblos y las naciones. Por ello, la ads- diversas comunidades políticas, tanto glo-
Ello implica dos consecuencias. De cripción al nuevo sistema debería ser, en bales como locales.
una parte, la creación de un conjunto de principio, voluntaria. Tal como señala A fin de hacer efectivas estas propues-
instituciones a nivel global capaces de ins- Held, resultaría contradictoria con la idea tas, Held plantea una serie de objetivos a
truir y disciplinar a los regímenes políticos de democracia la implantación coerciti- corto y largo plazo en los ámbitos tanto
de los diversos países y de influir en los va de un orden democrático cosmopolita, político-institucional como socioeconómi-
asuntos internos de los Estados allí donde al menos en aquellos casos en los que la co. Así, por citar tan sólo el ámbito políti-
fuera necesario. El derecho cosmopolita decisión de no adscribirse al mismo consti- co-institucional, tales propuestas propug-
debe estar institucionalizado de tal manera tuya el resultado de una opción libremente narían, a corto plazo, la reforma del Con-
que vincule a los diferentes gobiernos. La adoptada (Held, 1995, pág. 231). sejo de Seguridad de la ONU; la creación
comunidad internacional tiene que poder Held ha desarrollado, de forma bas- de una segunda cámara en el citado orga-
obligar a sus miembros, bajo amenaza de tante detallada, un modelo cosmopolita nismo; el desarrollo de estructuras políticas

18 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99


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GURUTZ JÁUREGUI

regionales tales como la Unión Europea; la que esto signifique necesariamente acabar HELD, David (ed.), Prospects for Democraty, Political
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en vigor de una nueva Declaración de De- que no superan sus propias fronteras; y al Libri, Milán, 1977.
rechos y Obligaciones; la creación de un ámbito global, aquellos asuntos que re- TOURAINE, Alain: ¿Qué es la democracia? Temas de
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un sistema legal global; la implantación
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los diversos entes o instituciones. Un nue-
HUNTINGTON, Samuel P.: El choque de civilizacio-
vo modelo, capaz de unir los elementos nes. Paidós, Barcelona, 1997.
positivos de los modelos confederal y fe-
deral, en el que sea posible limitar el mo- JÁUREGUI, Gurutz: La democracia en la encrucijada.
Anagrama, Barcelona, 1994. Gurutz Jáuregui es catedrático de Derecho Consti-
nopolio de los diferentes Estados, tanto a tucional en la Universidad del País Vasco. Autor de
nivel interno como a nivel internacional JOHANSEN, Robert C.: ‘Military Policies and the La democracia en la encrucijada y Los nacionalismos
como sujetos de derecho internacional, sin State System as Impediments to Democracy’, en minoritarios y la Unión Europea.

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EL CANSANCIO
DE LA DEMOCRACIA
FRANCISCO J. LAPORTA

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o hay que ser muy penetrante ni las andanzas de algunos en la vida pública sujetos políticos; y, por último, algunas
muy agorero para detectar entre no- y los atrincheramientos de otros en el apa- manifestaciones de la llamada “apertura a
sotros desde hace algún tiempo un rato de sus partidos han sido una de las la sociedad” de los partidos actuales.
cierto desaliento difuso y algunas actitudes causas determinantes. Pero también ha ha-
y talantes de lo que podría llamarse can- bido mucho juego sucio y mucha irres- Los engaños de la participación
sancio o hastío de la democracia represen- ponsabilidad más allá de esos escenarios. Empecemos por echar una mirada a eso
tativa. Hay, en efecto, una cierta atmósfera Tampoco pretendo aquí el diagnóstico de que se llama, con gran vehemencia y con-
de descalificación implícita o explícita de esa desgana. Lo único que quiero hacer es vicción, democracia participativa. La for-
todo aquello que suene a representación llamar la atención sobre los problemas in- ma de presentar las cosas suele ser ésta: se
electoral, a actividades de partido o a mili- ternos que tienen algunas de las solucio- sugiere la imagen de una sociedad eferves-
tancia política. Lo preocupante de ello es nes, recetas o sahumerios (que de todo cente, en plena y constante deliberación,
que vivimos en un sistema político que hay) que, con más o menos fortuna, se habitada por unos ciudadanos afanosos
puede llamarse sin grandes imprecisiones han propuesto para atajar el mal. que se entregan sin tasa a solventar asun-
“democracia representativa de partidos”. La crítica más viva a la democracia re- tos de interés general y están pertrechados
Y, claro está, si ese cansancio no se refiere presentativa de partidos tiene actualmente de una gran vocación cívica. Comparada
a éstos o aquellos representantes sino a la dos puntos de referencia: en primer lugar, con este modelo de ficción, la vida coti-
idea misma de representación o si esa una explícita insatisfacción con la idea de diana en la democracia representativa se
suerte de desconfianza no se expresa res- “representación”, que lleva a algunos a pro- nos aparece no sólo lánguida y aburrida
pecto de éste o aquel partido, sino frente a pugnar una llamada “democracia partici- sino carente de la virtud civil más elemen-
la noción misma de partido, el problema pativa” y a otros a tratar de corregir y me- tal, y los partidos y los representantes polí-
puede ser de cierta gravedad. Porque lo jorar los resultados del proceso representa- ticos no pueden sino resultar puras inter-
que nos aburre entonces no son ciertas ju- tivo; en segundo lugar, una no menos clara ferencias que sólo interceptan esa “partici-
gadas repetitivas y trilladas de unos u y explícita insatisfacción con lo que son los pación” o amenazan con desvirtuar la
otros sino el sentido mismo del juego y de partidos políticos, que empuja a unos a “verdadera” democracia.
las reglas que lo organizan. Y esto me pa- apelar a los movimientos sociales o a fenó- Pero las presuntas virtudes de este mo-
recen ya palabras mayores. menos similares como forma “supletoria” delo hipotético se desvanecen en cuanto
Si comparamos nuestra actual situa- (en el mejor de los casos) de la actividad empezamos a hacer preguntas. ¿Cómo se
ción de desánimo con la que se daba antes política, y anima a otros a hacer algunas participa? ¿Quién lo hace? ¿Dónde se de-
de la transición, la cosa no dejará de sor- propuestas de reforma de la estructura in- bate? ¿Cómo se toma parte en las delibera-
prendernos. Entonces la democracia re- terna y el funcionamiento de aquéllos; la ciones? ¿Cómo en las decisiones? Casi
presentativa parecía una exigencia ineludi- gran expectación que suscitaron las llama- nunca se responden estas preguntas. Y, sin
ble y la militancia en partidos casi un de- das elecciones primarias en uno de nues- embargo, son las preguntas cruciales. Y no
ber moral. Sólo unos años después y sin tros grandes partidos no es más que un nos engañemos: a no ser que estemos ha-
ninguna experiencia social o política trau- síntoma claro de esa atmósfera que vivi- blando de comunidades muy pequeñas,
mática, la una se les aparece a no pocos mos. Pero apenas se pone uno a analizar, como estas entidades municipales que la
como un engaño y la otra como una espe- más allá de la magia de las palabras, algu- Constitución llama de “concejo abierto”, y
cie de estigma social. Entonces los parti- nas de estas propuestas alternativas empie- que no tengamos que abordar ni demasia-
dos y sus militantes eran vistos como ins- zan a surgir incógnitas importantes que no dos problemas ni problemas demasiado
trumentos activos de representación, vita- es nada fácil despejar con éxito. Lo que me complejos, no me parece posible articular
lidad política e interés general; ahora se propongo hacer aquí es plantear algunas participación alguna en el proceso de to-
tiende a percibirlos como artificios extra- de esas incógnitas respecto de cuatro mani- ma de decisiones que no esté mediada por
ños a la sociedad, anquilosados y marca- festaciones de ese mal: la apelación a la de- algún tipo de organización, sea ésta políti-
dos por pequeños intereses sectoriales. No mocracia “participativa”; la fórmula parita- ca, profesional, social, cultural o de cual-
pretendo ahora intentar ningún análisis de ria como método de corregir los errores del quier otra índole. Porque, en efecto, fijar
la etiología de esta situación. No me cabe, proceso de representación, la virtualidad lo que se ha llamado la “agenda” de temas
desde luego, la más mínima duda de que de los nuevos movimientos sociales como a resolver, presentar estos temas, ordenar

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por la tarde, la asamblea de padres de alum-
nos o cualquier otra; después, la participa-
ción municipal; al día siguiente, a madru-
gar de nuevo para decidir en el ordenador
políticas de ámbito nacional, y así sucesiva-
mente. Siempre he pensado que un ciuda-
dano acuciado por las demandas de una de-
mocracia participativa acabaría exiliándose
voluntariamente en una modesta y confor-
table democracia representativa.
Se me dirá que lo que sugieren los par-
tidarios de la democracia participativa es
una mayor incorporación de los ciudada-
nos al debate y a la deliberación de las po-
líticas públicas. Pero esa intensificación de
la participación, que sin duda es deseable,
no es algo que pueda darse por arte de ma-
gia. Los ciudadanos informados y con vo-
cación civil no se pueden inventar así co-
mo así. Informarse y participar tiene un
los debates, determinar quién tiene voz puede organizar la decisión política a golpe coste importante que han subrayado hace
y voto en ellos, formular las decisiones y de referéndum), como modelos claros de lo tiempo algunos politólogos. Y si no se in-
coordinarlas con las demás, es algo que no que es la democracia directa sólo tenemos vierte en información todo lo necesario, se
puede ser hecho sin criterios organizacio- dos en la historia: la democracia griega y el acaba en el parroquialismo de pensar que
nales muy precisos, con personas que jue- ideal rousseauniano. Ambas, permítaseme sólo los problemas inmediatos y locales
guen ciertos papeles, sobre contenidos decirlo, eran democracias de señoritos. La son los problemas reales. O en el viejo ar-
acotados y con reglas muy conocidas. A democracia directa es la democracia de los bitrismo de las soluciones milagreras. Y
no ser, claro está, que estemos pensando señoritos que pueden pasarse todo el día en luego está, por supuesto, el hecho de que
en que puede salir algo claro de una asam- el ágora debatiendo y parloteando incesan- semejante “sociedad deliberante” no se
blea vociferante y caótica. Y apelar, como temente porque no tienen necesidad de ha- puede concebir hoy al margen de los me-
alguna vez se ha hecho, a las nuevas tecno- cer otra cosa. La peculiar “división” del tra- dios de comunicación. Lo que llamamos
logías, a lo que se ha llamado “teledemo- bajo social que lleva consigo siempre acaba con desvergonzada frecuencia “opinión
cracia” o “computerocracia”, parece no só- por consistir en que hay un contingente in- pública” no es la opinión del público sino
lo un poco infantil sino también bastante menso de la población que no participa ni aquello que los medios asumen como te-
peligroso como programa político. Eso sin debate ni decide nada porque tiene que tra- mas relevantes. Esto se pone de manifiesto
contar con que una vida encadenada a la bajar para que unos pocos lo hagan. Ade- cada vez con más contundencia. Y nadie
terminal del ordenador para tomar deci- más, en sociedades muy complejas, con puede dudar ya de que la lucha de los me-
siones sin cesar sobre cuestiones de las que centros de poder y decisión muy diversifica- dios por las grandes audiencias ha situado
seguramente no se sabe una palabra o dos, la democracia directa se me antoja in- al “mensaje” a un nivel de descrédito difícil
que no le interesan a uno lo más mínimo cómoda. Esa vida personal que al parecer de superar y ha degradado al espectador
me parece una vida muy poco deseable. tiene que consistir en acudir continuamen- hasta extremos inconcebibles. Me parece
Así pues, participar, pero, ¿en qué? Si es te a las asambleas decisorias más variopintas que para que tengamos una verdadera de-
en la decisión política misma, estamos pro- para participar activamente en la vida pú- mocracia deliberante en la que los ciudada-
poniendo la vieja idea de la democracia di- blica de la comunidad es, sin duda, insufri- nos acudan a las urnas con conocimiento
recta. Si dejamos a un lado el referéndum ble: por la mañana temprano, la asamblea de causa, tiene que pasar algo importante
(porque a nadie se le ocurrirá pensar que se de barrio; luego, el comité de la empresa; en la regulación de los medios de comuni-

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EL CANSANCIO DE LA DEMOCRACIA

cación y en el diseño del sistema educativo. algunas de las incógnitas de fondo que pue- prejuicios sexistas, y queremos arbitrar un
Pero esto nadie lo dice claramente. Y na- de suscitar. En primer lugar, he de decir que medio para que el resultado del proceso
die, naturalmente, tiene claro cómo se ha- supone un cambio bastante importante en electoral arroje la paridad, entonces no te-
ce eso, ni si es deseable que se haga. la concepción que usamos de la teoría de la nemos otro remedio que establecer en el
representación. Dejando a un lado otros po- procedimiento listas cerradas y bloqueadas.
Democracia paritaria sibles modos de concebirla, la representa- Las listas abiertas y no bloqueadas no ga-
Frente a la democracia directa, la democra- ción del demos puede ser vista de dos mane- rantizan la representación-reflejo, pues el
cia representativa produce una división del ras diferentes. proceso, dejado a su propia dinámica libre,
trabajo no impuesta por nacimiento o for- En primer lugar, como “representación- puede seguir alimentando el voto sexista:
tuna sino acordada electoralmente; y con mandato”, es decir, como el encargo que el bastaría con que se designase sólo a los
ello ahorra costes de información de una demos hace a ciertas personas para que desa- hombres en la papeleta electoral. Para que
manera tan relevante que, en el marco de rrollen ciertas actividades políticas. Esta nuestro diseño tenga éxito tenemos que ce-
un sistema de libertades, no tiene rival hoy concepción de la representación política no rrar y bloquear las listas, y entonces el re-
por hoy en cuanto a eficiencia en materia se diferencia mucho de la representación sultado será, efectivamente, la representa-
de decisión política. Lo que ocurre es que jurídica. El mandante, que es el pueblo, eli- ción paritaria que refleja con toda fidelidad
puede suceder que, a pesar de eso, nuestros ge a un mandatario, que es el político, para la proporción masculina y femenina en la
representantes o nuestras decisiones políti- que realice una actividad particular (si el sociedad. Pero, claro, las listas cerradas y
cas sean deplorables, pues si hemos de ha- mandato es imperativo) o una actividad ge- bloqueadas son las que dan el mayor poder
cer caso al viejo dicho seguramente es cier- neral (si el mandato no es imperativo, co- a las cúpulas de los partidos, mientras que
to que el pueblo tiene los gobernantes que mo sucede en la Constitución española, ar- las listas abiertas y no bloqueadas son las
se merece. Ese demos que goza con las zafias tículo 67.2). El principio que guía esta ma- que dan la máxima libertad al elector. Si
piezas de la televisión basura, sean éstas in- nera de concebir la representación es el de estamos tratando de hacer más auténtica la
formativas o de entretenimiento, arroja con libertad de elección del votante, pues si el democracia representativa, resulta paradó-
frecuencia en los procesos representativos representante fuera impuesto no podría de- jico que lo hagamos a base de conferir tan-
resultados acordes con su alimento intelec- cirse que “representa” a nadie ni que es “ele- to poder al partido frente al elector.
tual cotidiano. Y surgen entonces otras vo- gido” por ningún “elector”. Después está el problema de la funda-
ces de alarma que quieren poner mano en La otra manera de concebir la repre- mentación o justificación de esa postura. Y
corregir de algún modo esos resultados. El sentación política es como “representa- aquí la objeción consabida es la de la pen-
ejemplo más relevante y más problemático ción-reflejo”. Se trata de que la composi- diente deslizante (Slippery slope). En mu-
que tenemos hoy ante nosotros es el de ese ción de los órganos de toma de decisiones chas versiones de la propuesta se argumen-
correoso machismo del proceso electoral reproduzca en la mayor medida posible ta a favor de la paridad haciendo confluir
que se resiste a arrojar resultados acordes los distintos sectores o clases de individuos dos premisas: la consideración de la llama-
con la realidad, y la consiguiente propuesta que integran el demos. El principio que da “acción positiva” o discriminación in-
de lo que se ha llamado “paritariedad” o guía este modo de concebir la representa- versa y la idea de las mujeres como colecti-
“representación paritaria” en las candidatu- ción es el de fidelidad a la realidad social vo secularmente marginado y ninguneado.
ras electorales. Otros ejemplos, como el del de la que emanan los órganos de decisión; A partir de esas dos premisas se justifica la
racismo o el nacionalismo, vendrían aquí y así, de un órgano que no refleja suficien- medida electoral paritaria como instru-
también a cuento, pero me voy a concen- temente algunos aspectos de la estructura mento de acción positiva para superar esa
trar en éste porque sirve muy bien de ilus- social suele decirse que no es “representati- marginación. Pero entonces, puede argüir-
tración de lo que quiero argüir. vo”. Pues bien, debemos ser conscientes se, cualquier otro grupo humano margina-
En el tema de la presencia de la mujer de que cuando proponemos la “paritarie- do tendría el mismo derecho a una medida
en roles públicos, puede que se revele clara- dad” estamos pasando de una concepción electoral similar para conseguir que los ór-
mente cuál es el meollo de esa desconfianza de la representación a la otra. Proponemos ganos de decisión fueran también “repre-
y cansancio que antes mencionaba: se trata, un método que dé como resultado la re- sentativos” por lo que hace a ese grupo o
en realidad, de una desconfianza del pueblo, presentación paritaria y que consiste en sector social. Razas, religiones, edades, en-
del demos. Hemos visto antes que el demos imponer ciertas conductas en el curso del fermedades, etcétera, dan lugar a colectivos
no participaba y buscábamos un cuadro al- procedimiento. Esto quiere decir solamente muy definidos e infrarrepresentados en los
ternativo para que lo hiciera. Ahora el demos que algo de la libertad que inspira el pri- parlamentos (por ejemplo, la tercera edad,
reproduce prejuicios, genera tabúes e irra- mer sentido de representación es sacrifica- los protestantes, los incapacitados físicos,
cionalidades y elige a personajes dudosos; y do a la fidelidad al reflejo que inspira al etcétera), ¿por qué no aplicarles una medi-
también nos disponemos a sugerir un méto- segundo sentido de representación. Debe- da semejante de proporcionalidad? El re-
do alternativo que limite esos resultados. En remos, por tanto, justificar de algún modo sultado, como cualquiera puede suponer,
el caso de la representación de la mujer, la esa limitación de la libertad del elector. sería una papeleta electoral en la que todas
propuesta es que, durante un determinado Porque, desde luego, hay limitación de las cuotas estarían ocupadas y predetermi-
número de años y convocatorias electorales, la libertad del elector. Y una limitación que nadas por los integrantes de los distintos
se haga obligatorio que las candidaturas de roza un problema ciertamente delicado y grupos beneficiarios de la acción positiva.
todos los partidos estén integradas por que fuerza a una solución que parece con- Con ello habrían desaparecido relevantes
hombres y mujeres en proporciones aproxi- tradictoria con muchas posturas que se esferas de libertad en el derecho de sufra-
madamente iguales y con igual situación en han tomado últimamente sobre el sistema gio. Esto es lo que anuncia la llamada
las posiciones de la lista. Como he apoyado electoral. El problema es el siguiente: si he- “pendiente deslizante”. Y para evitarla es
públicamente la constitucionalidad de esta mos constatado que el elector (o el partido preciso, o bien refutar el argumento (que
propuesta, creo estar autorizado para señalar o coalición electoral) tiende a reproducir en este caso me parece irrefutable), o bien

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FRANCISCO J. LAPORTA

no utilizar esas premisas (y en particular, ción; pero cuando se quiere hacer de ellos
creo, no utilizar la premisa de que las mu- una especie de sujetos coadyuvantes del
jeres son un colectivo o un grupo). proceso electoral, entonces están someti-
Pero la cuestión más profunda que dos a algunas severas objeciones.
suscita este tema, tanto si se refiere a las En primer lugar está el problema de su
mujeres y al principio de democracia pari- legitimación para participar en decisión po-
taria, como si se refiere a otras realidades lítica alguna. Si no toman parte en el pro-
sociales, es que lo que estamos haciendo al ceso electoral, entonces no son quién para
abordarlo así es tomar una decisión entre ello. Si se les adscribe una legitimación dis-
dejar en libertad al demos o imponer desde tinta, hay que explicar cómo y por qué se
fuera ciertos valores y actitudes al demos. Y hace esto. Me explico: se necesita aportar
eso significa que no tenemos confianza en una justificación convincente de por qué
él, que pensamos que, dejado a sí mismo, algunos grupos de la llamada sociedad civil,
producirá unos resultados que nos parecen como por ejemplo la Asociación Americana
inaceptables desde ciertas convicciones. del Rifle, nos parecen movimientos detesta-
Pero, si esto es así, ¿por qué no pensar en bles, mientras que quienes están a favor de
el camino de la educación de ese pueblo la Enmienda de Igualdad de Derechos, por
en lugar de imponerle unos valores sin su ejemplo, nos parecen candidatos ideales pa-
consentimiento? Quizá hacerlo así pueda ra coadyuvar en la democracia. De lo con-
ayudar también a justificar las medidas de trario, estamos hablando simplemente de
acción positiva. legalizar los lobbies o de alentar la democra-
aquello que, por no llamarse partido, se lla- cia corporativa. Pero esa justificación tiene
¿Movimientos sociales? mó precisamente “movimiento”. Pero in- que prescindir entonces de los apoyos po-
Como decía antes, junto a la insatisfacción cluso si pasamos esto por alto, tengo que pulares que tengan unos u otros y centrarse
por la falta de participación y por los pro- confesar que tampoco se me alcanza cómo básicamente en la naturaleza de los objeti-
blemas de la representatividad, se puede de- pueden tomar parte en el proceso político, vos que persiguen esas entidades y movi-
tectar en España también una clara insatis- en el debate, en la articulación concentrada mientos. Pero a poco que pensemos llegare-
facción con los partidos políticos. Se mani- de políticas públicas, entidades que por su mos a la conclusión de que tal cosa supone
fiesta de múltiples maneras pero una muy espontaneidad y fluidez no pretenden ser introducir en la madera de la democracia
característica es la gran desconfianza que ni siquiera eso, “entidades”. ¿Qué clase de representativa de partidos una cuña que no
inspiran en todas sus actividades, una des- interlocutores sociales son esos fantasmagó- es de la misma madera, ya que consiste bá-
confianza que se expresa con mucha fre- ricos movimientos? ¿A quién se dirige uno sicamente en superponer ciertos objetivos
cuencia en esa credibilidad a priori que, por para hablar con ellos? ¿Cuáles son sus pro- al procedimiento democrático y al apoyo
contraste, se proyecta sobre aquello que, ca- puestas? ¿Cómo podemos responderles? popular. Hemos admitido entonces en el
si por definición, no es un partido: las “or- Todas estas preguntas elementales ponen de escenario actores cuyo papel no se legitima
ganizaciones no gubernamentales” o los lla- manifiesto que si queremos incluirlos en el por razones democráticas formales sino por
mados “nuevos movimientos sociales”. De proceso político esos movimientos tienen razones de justicia material, suponiendo
estos últimos voy a ocuparme ahora. De- que establecer sus fines y objetivos, desig- quizá que el voto popular, dejado otra vez a
jando a un lado que bajo esa denominación nar portavoces, adscribir ciertos roles a cier- su propia dinámica, no se interesará por
general de “movimientos sociales” se aluda tas personas y determinar quiénes son y esos objetivos de justicia.
a cosas demasiado heterogéneas (pacifistas, quiénes no son miembros representados Y hay, en segundo lugar, otra dificultad
ecologistas, colectivos feministas, tercera por esos portavoces y personas. Es decir, con su presencia: si tales organizaciones o
edad, etcétera), la verdad es que el uso de la deben “organizarse” o, lo que es lo mismo, movimientos también seleccionan a sus
palabra “movimiento” no consigue resolver pasar de ser meros fluidos en movimiento a miembros, se dotan de una estructura jerár-
todos los problemas que plantea. De unos ser organizaciones de fines, con articulación quica de cargos y persiguen unos objetivos
años a esta parte se ha vuelto a la moda de interna, miembros y cúpulas dirigentes. Só- que configuran sus intereses políticos y so-
manejar el término “movimiento” para tra- lo entonces podremos empezar a pensar en ciales, ¿no estaremos envalentonando a
tar de connotar una presunta espontanei- su papel en el proceso democrático, por- unas organizaciones a entrar en el inter-
dad y flexibilidad, autenticidad y vitalidad, que, de lo contrario, lo único que alcanza- cambio de negociaciones y presiones con el
algo, en fin, que se diferencia claramente de rán a ser es algo equivalente a una suerte de resto de la sociedad corporatista para satis-
las consabidas rigideces, vicios y anquilosa- “manifestación” continua. Pero, si esto es facer sus intereses peculiares al margen del
mientos de los “partidos”. La verdad es que así, ¿en qué se diferencian de los partidos interés general? Y si debilitamos o desdibu-
a mí las connotaciones positivas de la pala- políticos?: pues en que tienen un único ob- jamos a los partidos y su cometido en la so-
bra “movimiento”, por contraste con las jetivo. Pero ¿es esto una virtud o es precisa- ciedad democrática al hacer la apología
connotaciones presuntamente negativas de mente un defecto? acrítica de los movimientos sociales, ¿no es-
la palabra “partido”, no se me aparecen por No me cabe la más mínima duda de taremos dejando a todos los individuos que
ningún lado. No creo que en España poda- que muchos de los llamados “nuevos mo- no están incorporados a ninguno de esos
mos permitirnos el lujo de ceder a esas de- vimientos sociales” son un acicate para la movimientos, sean “nuevos” o “viejos”, al
bilidades semánticas sin evocar inmediata- dinamización de la vida política y un ins- margen de las decisiones de la política?
mente aquella retórica reaccionaria contra trumento para situar en la agenda política
la intrínseca perversidad de los partidos po- temas y problemas que, de no ser por Partidos cerrados y partidos abiertos
líticos y en favor de la fluida condición de ellos, no se plantearían con tanta convic- Para terminar, tenemos que hablar seria-

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mente de los partidos políticos, de esa pe- someterse periódicamente al voto ciudada- nas teorías éticas, la deliberación política
ligrosa atmósfera antipartidos que se respi- no. La oligarquización que se produce en tiene que acabar alguna vez para dar paso a
ra entre nosotros y de algunas de las pro- las iglesias, o en los sindicatos, o en las aso- una decisión y un posicionamiento claro
puestas de renovación que se han ofrecido ciaciones, o en los movimientos sociales, respecto al problema que se debate. El
como solución. que son todos ellos agentes sociales que efecto perverso del debate incesante que al-
Los partidos políticos son, sin duda, la también toman decisiones que nos afectan, gunos parecen propugnar se produce por
bestia negra de toda esta historia. Se les no es accesible al sufragio universal y, por la actitud insensata de ponerlo todo en
acusa sistemáticamente de pervertir la ob- tanto, es una oligarquización que deja a los cuestión y ponerlo en cuestión a cada mo-
jetividad precisamente por ese su partidis- ciudadanos completamente inermes frente mento, lo que acaba desembocando en la
mo, que les empuja a ofrecer versiones a las andanzas de los dirigentes de esas or- imposibilidad de cristalizar un mensaje
tendenciosas e interesadas de todos los ganizaciones. Creo necesario recordar que completo y coherente. Y lo que así se
problemas y de todas las soluciones. Co- los enemigos de la democracia, que suelen transmite a los ciudadanos es la idea de
mo consecuencia de ello han acabado por abominar de los partidos, utilizan con fre- que en el partido de marras se está siempre
aparecer como un verdadero obstáculo a la cuencia para conseguir ascendiente social, o discutiendo y nunca se ponen de acuerdo
“auténtica” democracia entendida como simplemente para hacerse oír, organizacio- en nada. Habrá quien vea esto con simpa-
proceso libre y total de información, deba- nes o instituciones blindadas frente al voto tía, pero entonces tiene que tener una idea
te y decisión. Para esta visión de las cosas (y a veces blindadas frente a los propios muy particular de la función de los parti-
parece que los partidos políticos se han su- asociados). En España este fenómeno se es- dos en la sociedad. Porque si se acepta que
perpuesto a la realidad social y sólo pue- tá produciendo claramente con los clubes la función de los partidos en una sociedad
den ser frenos y mistificaciones del debate de fútbol y seguramente también con esas compleja es sintetizar en un mensaje cohe-
abierto en la sociedad. Nadie negará, en grandes empresas que se hallan actualmen- rente un programa de acciones políticas
efecto, que hoy parece haber una descon- te en un incierto estado de semipúblicas o para enfrentar problemas reales, entonces
fianza explícita y vehemente hacia todo semiprivatizadas. debemos evitar que el ciudadano se quede
aquello que tenga relación con los parti- A pesar de todo esto, lo cierto es que perplejo ante el permanente cruzarse de ar-
dos y con la militancia. Se supone que la los partidos son, hoy por hoy, los peor pa- gumentos y contraargumentos y acabe por
mera cercanía a ellos determina irremisi- rados en materia de mala fama y costum- no ver, entre tanto debate interno, aquello
blemente una suerte de contagio o infec- bres rígidas y oligárquicas. Tanto es así que que desea o necesita. Lo que puede termi-
ción. Sólo fuera de los partidos, parece mientras que el resto de las organizaciones nar por ofrecérsele es un manojo de incóg-
imaginarse, puede haber competencia, in- sociales apenas son increpadas al respecto, nitas controvertidas, cuando la función de
dependencia, objetividad, honestidad, ge- con los partidos se suele utilizar una batería los partidos es proponerle soluciones, por
nerosidad e interés general. de recomendaciones y fórmulas de com- complejas que éstas sean. El debate interno
Muchos de estos estigmas se les atribu- postura que también conviene analizar des- es necesario, pero es preciso llevarlo a cabo
yen a los partidos como consecuencia de pacio, entre otras cosas porque suelen sonar de forma tal que no se difumine el mensaje
ciertas actitudes de sus dirigentes, que pare- tan nobles y ejemplares que tienden a gozar que se pretende articular y que no llegue a
cen empeñados en contribuir con sus enre- de una inicial simpatía acrítica. Y aunque la sociedad simplemente como un cúmulo
dos a respaldar aquella tendencia que desde resulte por ello poco lúcido empezar a po- de desacuerdos internos.
Michels se viene considerando una “ley de ner peros a propuestas que muchas veces
hierro” y que diagnostica una propensión son tan desinteresadas como dignas de Nadie con un poco de experiencia ignora
imparable a la oligarquización en los parti- atención, parece necesario, sin embargo, hoy que eso del “debate interno” es el dis-
dos políticos. Pero hay que recordar que advertir de ciertos peligros conocidos que fraz que adopta a veces algún descontento
Michels afirmaba en su obra que tal fenó- alientan en el subsuelo de algunas de ellas. sectorial con la distribución de los cargos y
meno no es algo privativo de los partidos; Todas esas propuestas pueden ser conside- los beneficios dentro del partido. Otra ma-
según él, esa propensión es algo connatural radas como ilustraciones particulares de nera usual de disfrazar ese descontento ha
a cualquier organización humana que per- una fórmula general que podría enunciarse sido reclamar un sistema más proporcional
siga fines. Con lo cual tendríamos que tras- así: contra la clausura y el monolitismo, que mayoritario en las elecciones internas
ladar la misma desconfianza a todas las or- apertura a la sociedad. Y, en efecto, lo que del partido. Se dice en efecto, a veces, que
ganizaciones, incluidos, naturalmente, los en definitiva se postula con ellas es que los es más abierto y más democrático un siste-
movimientos sociales y los sindicatos. Cual- partidos “se abran” a la sociedad. Veamos ma proporcional de representación que un
quiera que tenga una cierta información sa- algunas de estas ilustraciones. sistema mayoritario. Pues bien, esto es rigu-
be muy bien que las cúpulas sindicales son rosamente erróneo: el sistema de elección
tan rígidas e inamovibles como las de los En primer lugar está el llamado “debate mayoritario es perfectamente democrático,
partidos; y que las mismas prácticas, a veces interno”. La apelación al debate interno quizá el más democrático de todos. Si he-
muy dudosas, de ascenso por el escalafón se frente al dogmatismo y la esclerosis es difí- mos de proponer uno u otro sistema no ha-
producen en ellos y en casi todas las organi- cil de discutir. El debate de las distintas po- gamos de ello una cuestión de mayor o me-
zaciones. Los datos que tenemos de las ór- siciones sobre los distintos problemas es al- nor democracia, porque éste no es el caso.
denes religiosas o de la curia pontificia, por go fundamental en toda organización de Lo decisivo tiene que ser cuál es el órgano
ejemplo, son escalofriantes. Por eso es nece- fines, y la deliberación es un proceso enri- para el que se realiza la elección y qué fun-
sario recordar que la “oligarquización” de quecedor sin ningún género de dudas. Pe- ciones ha de desempeñar. Si se trata de ór-
los partidos políticos y las prácticas de tre- ro cuando esto se postula en el seno de los ganos cuya función es más bien deliberan-
pismo intrapartidario, que nadie niega, tie- partidos tiene que tener algún matiz, por- te, seguramente es mejor el sistema pro-
nen al menos una dimensión de la que ca- que, a diferencia de la deliberación “episté- porcional; si, por el contrario, estamos
recen las otras organizaciones: tienen que mica” que se propone en algunas moder- hablando de órganos muy directamente

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FRANCISCO J. LAPORTA

decisorios, quizá el mejor sistema es el ma- que hoy respiramos, estamos desestimulan- nes primarias) pueden llevar consigo efec-
yoritario. Pero, además, y cuando se trata do y sancionando severamente a la militan- tos no queridos que tiendan a debilitar a
de la vida interna de los partidos, el siste- cia. No hay que leer demasiados libros para los mismos partidos como instituciones de
ma proporcional parece tener la propen- saber que el trabajo, a veces muy abnegado, mediación entre los deseos ciudadanos y las
sión a introducir en el partido las llamadas en organizaciones como los partidos sólo es instituciones políticas. En realidad, lo que
“facciones”. Es decir, que la representación imaginable si los que se integran en ellos hemos visto a lo largo de toda esta reflexión
proporcional, como un tipo de representa- gozan o pueden gozar de algunos “incenti- ha sido exactamente eso: que aquello que se
ción-reflejo que es, consigue proyectar co- vos selectivos”, sean éstos la posibilidad de propone para dinamizar una democracia de
mo resultado una especie de mapa en esca- ascender en la organización y ocupar cargos la que parecemos cansados son algunas ve-
la de los distintos segmentos o porciones o el mero hecho de estar entre los “inicia- ces soluciones vacías y la mayoría de las
de los militantes (a veces se habla de dis- dos” o “informados” del proceso político de veces soluciones problemáticas. Apelar a la
tintas “sensibilidades” o incluso de distin- la comunidad. Si privilegiamos real o meta- participación incesante o corregir desde
tas “almas”). Pero parece comprobado que fóricamente al independiente y al simpati- fuera la representación, agregar al proceso
los partidos de “facciones” o “tendencias”, zante, seguramente estaremos deteriorando los movimientos sociales o reformar la es-
o como quiera que se les llame, acaban por las bases mismas de la militancia y con ello tructura funcional de los partidos, son to-
dedicar sus energías a la articulación inter- a los propios partidos políticos. dos ellos remedios formales, puramente
na de los intereses de los distintos segmen- Y ya para terminar convendrá decir al- mecánicos, exteriores. Seguramente, tam-
tos partidarios y presentan ante la opinión gunas cosas sobre eso que, en un alarde de poco darán los resultados que nosotros
una imagen deplorable de fragmentación, importación semántica, hemos dado en imaginamos. Y sospecho que eso es así por-
falta de unidad y arribismo. Creo que es llamar “elecciones primarias”. Que el mili- que, como hemos empezado a vislumbrar
preciso decir esto y ser conscientes de que tante participe en la elección directa de al- en la niebla, quizá nuestro cansancio no se
cuando manejamos un instrumento tan gunos cargos nada tiene en principio que produce porque nuestras instituciones de-
noble como el sistema de representación objetar. Y si ese proceso se realiza abierta- mocráticas sean insuficientes o caducas, o
proporcional dentro de los partidos esta- mente también supone una lección externa porque no hayamos creado un tipo nuevo y
mos jugando con un arma de doble filo. Si hacia la sociedad, que, como se ha demos- ejemplar de partido u organización (a lo
a la difuminación del mensaje que puede trado en España con el PSOE, suele reac- peor eso es simplemente una quimera), si-
producir como efecto perverso el llamado cionar favorablemente a este tipo de actitu- no porque las conductas que se desarrollan
“debate interno” unimos ahora el debilita- des políticas. Sin embargo hay que tener tanto fuera como dentro de ellas arrojan
miento y el ensimismamiento de la organi- mucho cuidado con este mecanismo de las unos resultados muy pobres que, con toda
zación como consecuencia de la búsqueda primarias porque es algo poco claro y que justicia, nos dejan insatisfechos. De lo que
proporcional de las prebendas en el seno puede tener también aspectos negativos. Si estamos cansados es de un demos vulgar y
del partido, hemos sumado dos errores en no se sabe muy bien qué es lo que se está absentista, que actúa muchas veces inspira-
lugar de evitar dos problemas. eligiendo, puede resultar que se acaben do en prejuicios viejos e insostenibles,
confundiendo demasiadas cosas. Y si no se y que cuando ingresa en las instituciones y
La tercera propuesta, muy oída y que me- modifican las estructuras de los partidos, es los partidos reproduce dentro de ellos las
rece algún comentario, es la de abrir el par- posible que se estén forzando las cuadernas viejas taras hereditarias y las antiguas ruti-
tido incluyendo en las listas electorales a los de la organización de un modo insensato. nas. Queremos resolver este profundo pro-
llamados “independientes” y tratando de Es preciso, por ello, dejar muy claro que blema, pero sólo acertamos a sugerir recetas
convocar también a su alrededor a los lla- las llamadas elecciones “primarias” son in- externas y formales, muchas de las cuales ni
mados “simpatizantes”. Eso de los “inde- ternas al partido y, por tanto, no pueden son nuevas ni son seguramente eficaces.
pendientes” como sujetos políticos que son designar a nadie para un cargo que no sea Creo que lo que sucede es que estamos
a priori más fiables que los “militantes” no del partido. Esta elemental verdad debe ir equivocando el diagnóstico. Hasta que no
es sino una más de las manifestaciones de unida a otra que suele hacer la ciencia polí- caigamos en la cuenta de que la democracia
esa atmósfera antipartidos que ve al mili- tica cuando cuestiona las virtudes del pre- representativa de partidos no es lo que fun-
tante como un ser cuyas ideas e intenciones sidencialismo respecto del parlamentaris- ciona mal ni tiene ningún déficit intrínseco
hay que poner en cuarentena porque no mo. Y es que un sistema mal ensamblado sino que es el propio demos y sus comporta-
son del todo sanas y aceptables, alguien que puede dar origen a una doble legitimidad mientos lo que no nos gusta, no habremos
propende por naturaleza al sectarismo y a la dentro de la misma estructura organizati- iniciado el camino para ir más allá. Y ese
trampa. Con eso de “independiente” se va: la legitimidad del voto del congreso del camino, un camino viejo pero que sigue
quiere dar a entender que no se tienen esos partido y la legitimidad del voto directo de siendo ineludible, es el que formulaba hace
condicionamientos y parcialidades. Con el los militantes. Si ambas no coinciden, esos ya más de un siglo Francisco Giner de los
llamado “simpatizante” no ocurre esto, sino problemas de desacuerdos fáciles y cohabi- Ríos: “Dar en voz baja el alma entera para
que se trata de personas cercanas, presuntos taciones difíciles que se ven en los sistemas contribuir a crear lo único que nos hace fal-
votantes, que el partido tendría que escu- presidencialistas pueden reproducirse mu- ta: un pueblo adulto”. De esto es de lo que
char de algún modo, y para ello se quiere tatis mutandis en el interior del partido. debemos empezar a hablar. n
incluso hacerles participar en algunas deci- Las primarias abocarían entonces a una
siones internas; hasta se habla de hacer un fragmentación en lugar de una apertura.
“censo” de simpatizantes. Lo que ocurre es
que si en las listas tienen un cierto glamour Vemos, pues, que las propuestas que se
los independientes y en las elecciones inter- han hecho para abrir los partidos a la socie-
nas una cierta presencia los simpatizantes, dad (debate interno, sistema proporcional, Francisco J. Laporta es catedrático de Filosofía del
entonces, llevados quizá por la atmósfera independientes y simpatizantes, y eleccio- Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid.

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EL SECUESTRO DEL PODER
EN LAS GRANDES EMPRESAS
MIGUEL CÓRDOBA

Introducción avance en el objetivo de legislar acorde depositantes y los gestores de los bancos re-
Hace varios meses que leí un artículo en la con los hechos, evitando situaciones que, cogen en las agencias bancarias dichas dele-
prestigiosa revista The Economist en el que desde el punto de vista de la lógica y del gaciones “firmadas en blanco”, a cambio
se reconocía el hecho de que en Europa sentido común, no deberían producirse. muchas veces de un pequeño obsequio pro-
Continental la mayor parte de los accio- porcionado por las empresas que, obvia-
nistas de las empresas no votan en la junta La soberanía de los gestores mente, no se da salvo que se entregue dicha
general, mientras que en Estados Unidos El punto clave de la separación de pode- delegación firmada. Todos los bancos reco-
(donde la ley obliga a los fondos de pen- res entre el que gestiona (presidente eje- gen en sus centrales todas las delegaciones
siones a votar) ejercen el derecho de voto cutivo o consejero delegado) y el que tie- firmadas en blanco y se las envían al presi-
el 80% de los accionistas; en Canadá, el ne la propiedad (los accionistas) es: dente de la empresa, a fin de que éste se
70%, y en Gran Bretaña, el 40%. El he- ¿quién debe ejercer el poder político en la apunte todos esos votos en blanco, que por
cho es que, mientras que los norteameri- empresa? Parece algo evidente, puesto que lo general suponen entre un 60% y un 70%
canos suelen votar por e-mail, Internet o los accionistas son los que tienen las ac- de los derechos de voto, lo que hace que la
por teléfono, vía sistema touch-tone (pulsar ciones y los que pueden ejercitar los dere- mayoría de los presidentes de las grandes
una tecla y ejercer el voto digitalmente), chos, pero si profundizamos en lo que empresas españolas se presenten ante sus
los ingleses deben firmar un documento realmente ocurre, veremos que no es así. juntas de accionistas con la mayoría absolu-
con tinta, los franceses deben enviar un Tomemos como prototipo una gran em- ta de votos. Dará lo mismo que algunos ac-
poder notarial autorizando a los bancos presa española cuyo capital mayoritaria- cionistas chillen y pataleen durante la cele-
depositarios de sus acciones para votar en mente cotiza en Bolsa. El equipo gerente bración de la junta. Al final, la aritmética
su nombre y los suecos, españoles, belgas, de esta empresa ha podido pertenecer funciona y todos los acuerdos se aprueban
italianos y holandeses deben estar presen- siempre a la entidad y haber llegado a los siempre por unanimidad, y con el voto en
tes físicamente en la junta general. puestos de alta dirección vía promoción contra de unos miles de acciones que por-
En nuestro país, como en el resto de interna; o bien, ha podido ser fichado de centualmente no son nada significativas.
Europa Continental, las sucesivas refor- la competencia por el Consejo de Admi- No se trata de cuestionar ahora la ac-
mas legislativas que se han realizado han nistración, por no encontrar una persona titud de los bancos, ya que las grandes
continuado viviendo a espaldas de la reali- lo suficientemente idónea en la propia empresas son sus clientes y ellos entien-
dad en algunos aspectos importantes, y los empresa; o, por último, ha podido ser im- den que están realizando un simple servi-
redactores de leyes, decretos, órdenes mi- puesto por organismos reguladores o polí- cio, tanto a la empresa como a sus deposi-
nisteriales, resoluciones y circulares, en ge- ticos. En cualquier caso, la gestión de esta tantes de valores, al canalizar las delegacio-
neral, han antepuesto siempre el enfoque empresa puede ser buena o mala, los ana- nes de voto a los lugares más recónditos
normativo al positivo a la hora de legislar. listas bursátiles podrán criticar o no la del país e informarles de la celebración de
Y el resultado es bien patente. Una cosa es gestión, dicha gestión podrá ser manifies- la junta y del derecho que tienen a ejercer
lo que debería ser, y a lo que responden tamente mejorable, pero lo único que no su voto. Este voto, si no fuera por la dele-
los principios legislativos, y otra cosa es la va a cambiar es el equipo directivo. gación, se perdería, ya que los accionistas
vida real de la gerencia empresarial y de Desde un punto de vista jurídico, los no iban a viajar a Madrid, Barcelona o
la propiedad de las acciones de la empresa. expertos en Derecho Mercantil estarían ló- Bilbao para asistir a la junta. Lo que sí se
Probablemente los legisladores no son los gicamente en contra de la anterior afirma- cuestiona es el efecto final: se sustrae a la
culpables de la situación, porque lo más ción y dirían que, de acuerdo con la ley, es junta de accionistas el poder político que
normal es que ninguno de ellos haya diri- la junta general ordinaria de accionistas la le confiere la ley.
gido nunca una empresa, y es difícil legis- soberana en materia de elección de los ge- El Consejo de Administración de la
lar sobre lo que uno no conoce en profun- rentes de la empresa. Pero el hecho es que, empresa se perpetúa como órgano gestor y
didad. Por ello, estimo que sería interesan- aunque lo diga la ley, la realidad no puede no hay nadie que pueda removerlo. El pre-
te analizar algunas de las cuestiones ser más distinta. Las grandes empresas tie- sidente del consejo o dimite por voluntad
candentes que están condicionando la to- nen un acuerdo con los bancos que custo- propia o se jubila, pero no habrá ninguna
ma de decisiones en el ámbito empresa- dian las acciones, de manera que estos ban- junta de accionistas que le releve de sus
rial, a fin de intentar que en un futuro se cos envían delegaciones de voto a todos sus funciones. Con el sistema actual de delega-

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ciones de voto firmadas en blanco, da lo nuestra opinión, no es ni mucho menos y el presidente anterior seguirá consiguien-
mismo que lo hagan bien o que lo hagan el más dramático en relación con el asun- do la mayoría de votos vía oficinas banca-
mal; él seguirá rigiendo los destinos de la to que estamos tratando. El verdadero rias, con lo que podrá mantenerse en su
entidad en lo que a la gestión de la empre- problema se da cuando el axioma básico puesto. Esta situación actúa como efecto
sa se refiere, sin ser contestada su gestión de la gestión empresarial de los gerentes, disuasorio para los potenciales adquirientes
por nadie. Podríamos asumir que esta pér- “conservar su puesto”, impide a los accio- de una empresa que está dando malos re-
dida de poder político que asumen los ac- nistas ejercer sus legítimos derechos eco- sultados y previamente ha incorporado es-
cionistas se debe a su propia dejadez, ya nómicos. Es decir, se trata de una situa- tas cláusulas a sus estatutos. Podría aducir-
que sólo se preocupan de sus derechos eco- ción en la que, por mantener el poder po- se que la citada incorporación se aprobó en
nómicos (cupones, ampliaciones, subida lítico en la empresa, los gerentes impiden junta general de accionistas. Evidente, pero
de cotización, etcétera) y se olvidan de sus a los accionistas el sano ejercicio de tomar ¿quiénes la aprobaron, los accionistas o los
derechos políticos. Esto, que en algunos una decisión a favor de sus intereses. gerentes que tenían en su poder el paquete
casos es cierto, no puede extenderse a los Nos estamos refiriendo a las denomi- de delegaciones de voto?
centenares de miles de personas que viven nadas “píldoras venenosas” incluidas en los Hay muchas compañías en Bolsa que
a muchos kilómetros de distancia del lugar estatutos de numerosas grandes empresas cotizan a un precio inferior a su valor
de celebración de la junta, y que no tiene españolas. Para los profanos en esta mate- real y que además podrían valer entre un
sentido que gasten una cantidad considera- ria, hemos de decir que se trata de medidas 30% y un 50% más si se gestionaran con
ble de dinero en el desplazamiento, su- que impiden que otras empresas o inverso- otro enfoque. En muchos casos, el Conse-
puesto que además tuvieran tiempo para ir res puedan tomar el control de una empre- jo de Administración no tiene siquiera un
a la junta. En nuestra opinión, y como al- sa que no está dando la rentabilidad ade- 5% de los derechos de voto pero controla
ternativa, estimamos que se debería permi- cuada y gestionarla con un nuevo equipo completamente la compañía. Y nos pode-
tir el ejercicio del derecho al voto por In- para conseguir una mayor rentabilidad. mos preguntar: ¿no sería el momento de
ternet, cambiando de una vez la obsoleta Las medidas estatutarias más comunes son cuestionar la validez jurídica de estas
legislación novecentista que exige que los limitar los derechos de voto de un accio- prácticas estatutarias que blindan los con-
accionistas se reúnan físicamente en un ac- nista al 10% del total, al margen de las ac- sejos de administración de las grandes
to público; sobre todo porque, como he- ciones que tenga de la empresa, y exigir un empresas? E, incluso, se podría avanzar
mos visto, lo que de facto ocurre es que los periodo de dos a cinco años como miem- una estrategia aún más arriesgada: ¿no se-
accionistas no se reúnen y el hueco lo relle- bro del consejo para poder ser presidente ría posible lanzar una OPA hostil contra
na el presidente del consejo que no admite del mismo. De esta manera, es práctica- una empresa, a sabiendas de que en sus
ser cuestionado y utiliza el arma de las de- mente imposible que otra entidad lance estatutos hay píldoras venenosas y, una
legaciones de voto firmadas en blanco para una oferta pública de adquisición de accio- vez conseguida la mayoría, bloquear los
perpetuarse en su puesto. nes (OPA) hostil contra un equipo gestor, acuerdos de junta y consejo y denunciar
ya que, aunque se compren el 50% o el como ilegales los acuerdos estatutarios
La indefensión de los accionistas 60% de las acciones en la OPA, los adqui- que limitan la libertad de los accionistas
en las operaciones societarias rientes de las mismas ni podrán nombrar para votar y para elegir presidente? Ha-
Hasta aquí, hemos comentado un hecho al presidente ni podrán votar en la junta bría que recabar la opinión de los juristas
que entendemos es grave, pero que, en con más del 10% de los derechos de voto, sobre el particular, pero estimamos que

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EL SECUESTRO DEL PODER EN LAS GRANDES EMPRESAS

merecería la pena hacer un análisis de la se hayan hecho ricos en Bolsa sino el he- die de ellos, ni siquiera a la Junta General?
viabilidad de esta propuesta. cho de que Villalonga no había dicho esta Evidentemente, desde el punto de vista le-
Otro sistema de hurtar la capacidad de boca es mía a la Junta General de Accionis- gal es cuando menos dudosa la respuesta;
decisión a los accionistas se ha dado en las tas, verdadero órgano de decisión de la pero, por supuesto, desde el punto de vista
sociedades controladas por un gran accio- compañía, y de que probablemente el ético, hemos de contestar con el no más
nista mayoritario, que además es el gestor Consejo de Administración (en el que es- contundente. Lo que está claro es que se
de la empresa. La entidad tiene unos cien- tán sentados los accionistas del denomina- trata de una operación montada para enri-
tos de accionistas minoritarios, que obvia- do “núcleo duro”) sabía bien poco del fa- quecerse, tanto financiera como fiscalmen-
mente causan algunos problemas, espe- moso plan de opciones. En suma, se ha te, y que ahora le ha saltado en la cara al
cialmente en las juntas generales de accionis- sustraído a los accionistas otro de sus dere- Gobierno, justo en víspera de elecciones,
tas. Los mayoritarios tratan de comprarles chos fundamentales: el derecho a la infor- por lo que, deprisa, corriendo y sin pensar
las acciones, pero siempre hay accionistas mación. Desgraciadamente, en vez de ir en lo que se hace, se trata de promulgar
recalcitrantes que no necesitan el dinero y por esa vía en las críticas a la compañía, lo una ley en la que se cancele cualquier be-
que no quieren vender los títulos. Final- que se hace es poner el énfasis en lo que neficio fiscal, no sólo para las stock options,
mente los gestores de la sociedad deciden van a ganar los directivos. Somos conscien- sino para cualquier tipo de rendimiento
convocar una junta general en la que tes de que uno de los peores defectos de los irregular, rompiendo un equilibrio relativa-
acuerdan dividir el capital en dos series dis- españoles es la envidia; y, en este caso, se mente lógico en la tributación del IRPF.
tintas, una la suya y la otra la de los mino- está exacerbando dicho defecto mediante Desde este foro, nos permitimos pedir
ritarios; y, en el mismo acto, acuerdan re- un cóctel explosivo en el que se combinan, un poco de tranquilidad a los organismos
ducir el capital amortizando las acciones además de la envidia, la ignorancia, la de- encargados de tomar las decisiones relativas
de una de las series. Esta práctica, que has- magogia y los afanes políticos revanchistas. a la “normalización” de esta “alarma social”,
ta hace tres o cuatro años era legal, fue co- Si intentamos ser objetivos, hemos de puesto que cuando nos enteramos de algo
rregida legislativamente, de tal forma que concluir que las stock options, u opciones que no nos gusta, no hay que matar al men-
se puede incurrir en delito realizando la sobre acciones de Telefónica, no suponen sajero, sino reflexionar y pensar en qué es lo
operación anterior. Sin embargo, es preciso un latrocinio contra nadie y son un meca- que hemos hecho mal y tratar de corregirlo.
que los accionistas se enteren e impugnen nismo de fidelización y remuneración que Probablemente, en este caso, lo que se ha
la junta, lo cual no siempre va a ocurrir. se usa en todos los países occidentales y, es- hecho mal es elegir a dedo al presidente de
En las compañías con pocos accionistas pecialmente, en Estados Unidos. La mayor una compañía, en vez de dejar que sea la
minoritarios, es fácil que muchos no se en- parte de la retribución incorporada a las Junta General de Accionistas la que lo deci-
teren siquiera de que hay junta o, aunque opciones sobre acciones no la paga nadie, da. Si esto se hubiera hecho así, y se hubie-
se enteren, que sea en una ciudad distinta sino el mercado; y si la empresa fuera mal, ra dado una situación similar a la actual,
de donde viven. Y, finalmente, si alguno el valor de estas opciones sería “cero”, nadie tendría derecho a imputar al Gobier-
acude a la junta, se puede establecer un puesto que la cotización habría bajado y no responsabilidades políticas, puesto que
mecanismo de negociación, a fin de pagar- los ejecutivos no ejecutarían las mismas. la decisión hubiera sido sólo responsabili-
le un precio especial por sus acciones con En general, son un buen instrumento para dad de sus accionistas, y sólo de ellos.
tal de que no impugne la junta. En cual- una empresa, pues los ejecutivos tratan por
quier caso, se consigue el objetivo de libe- todos los medios de que su gestión sea Las dificultades que plantean las
rarse de los accionistas no deseados. buena, de crear valor añadido para los ac- operaciones transnacionales europeas
cionistas y de que la cotización suba. Ade- Otra de las limitaciones al ejercicio del po-
Las ‘stock options’ más, las acciones no suelen venderse y se der político en las sociedades anónimas es
y la vulneración del derecho de mantienen en las carteras de los ejecutivos, la capacidad que tienen las empresas para
información de los accionistas por lo que el impacto en el mercado es nu- realizar operaciones de índole transnacio-
En las últimas semanas, hemos asistido a lo y, en el fondo, lo que se hace es incre- nal en el ámbito de la Unión Europea
una situación sin precedentes en la mo- mentar el núcleo estable de accionistas. (EU). Recientemente estamos asistiendo,
derna historia económica de España: el Lo que ocurre en el caso de Telefónica especialmente en el sector bancario, a si-
conocimiento por el gran público de la re- es que se trata de una empresa privatizada tuaciones en las que se conculca la capaci-
tribución a los gestores de Telefónica vía y que su presidente ha sido puesto en su dad que tienen empresas privadas de to-
opciones sobre acciones de la compañía, cargo por el Gobierno. No parece lógico mar sus propias decisiones de compra, fu-
las cuales, habida cuenta de la evolución que se regale un puesto relevante y semipú- sión o alianza estratégica; y son en muchos
de la acción de los últimos años, han pro- blico a un ejecutivo bancario, y éste apro- casos los poderes públicos los que se opo-
vocado plusvalías multimillonarias a los veche la ocasión para atraerse a un equipo nen a la operación, aduciendo defensa de
principales ejecutivos de la compañía. El de personas afines sobre la base de organi- los intereses nacionales, aunque es posible
presidente de Telefónica se ha defendido zar una operación financiera que les iba a el hecho de que en algunos se esté defen-
diciendo que es una práctica habitual en reportar a todos pingües beneficios, máxi- diendo a gestores próximos a su ideología
las multinacionales y que si la acción se me cuando la mayor parte de los cuales sa- política, a los que previamente situaron al
ha revalorizado en los mercados para di- bía lo que era un teléfono porque lo usaba, frente de estas entidades que han pasado a
chos ejecutivos, también lo ha hecho para no porque tuviera experiencias previas en ser de interés estratégico para el país.
los demás accionistas. el sector de las telecomunicaciones. La En nuestra opinión, una empresa pri-
Al margen de toda la controversia, y cuantía es lo de menos; lo que importa es vada, por su propia razón de ser, debe estar
de los dimes y diretes claramente sesgados la ética y la moral. ¿Puede un presidente de al margen de injerencias políticas y de inje-
y politizados, lo que realmente subyace en una compañía hacer lo que quiera con los rencias “legales”. Los que asumen el riesgo
este caso no es que un grupo de ejecutivos recursos de la empresa, sin informar a na- y se están jugando sus ahorros son los ac-

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MIGUEL CÓRDOBA

cionistas, y deben ser ellos los que decidan


si les interesa o no una oferta de compra.
¿Con qué legitimidad puede un político
decir que un accionista privado no tiene
derecho a vender sus acciones a alguien
que se las quiere comprar a un buen pre-
cio? ¿Con qué legitimidad puede un diri-
gente político presionar a un consejo de
administración para que ponga de presi-
dente de la empresa a un amigo suyo, que
probablemente sabe muy poco de la ges-
tión del negocio? Hace pocas semanas he-
mos oído comentarios como que “es muy
difícil intentar comprar un banco en un
país, si las autoridades de dicha nación no
dan su plácet previo”. Si ese banco es una
entidad privada, y cumple con todos los
requisitos legales y regulatorios vigentes,
¿quiénes son las autoridades de la nación
para siquiera opinar del tema? El problema
está en que se han vivido demasiados años
de persuasión moral tácitamente aceptada.
Y parece que hay segmentos de los poderes
públicos que se resisten a asumir que so-
mos europeos. Cuando Sousa dice que no
acepta la alianza BSCH-Champalimaud o
Trichet dice que la Societé Génerale no es- operación. ¿Podemos imaginar qué ocurri- que se pueda realizar una operación de este
tá en venta están tácitamente conculcando ría si, por ejemplo, Dresdner Bank lanzara tipo, no es por el interés de sus cientos de
los principios en los que se basa la UE. Se una OPA hostil sobre BNP-Paribas, o si miles de accionistas sino por el de un redu-
supone que la compra y la venta de las accio- BSCH hiciera lo mismo con, por ejemplo, cido grupo de gestores que tienden a auto-
nes de estas entidades es una cuestión que Commerzbank? ¿Qué ocurriría si las auto- perpetuarse en sus sillones, al margen de la
afecta a los intereses de sus accionistas, ridades francesas y alemanas, respectiva- gestión que realicen. Pero además, las legis-
que son privados. Puede que al ministro de mente, vetaran la operación? Es posible laciones nacionales pueden atentar contra
Finanzas portugués y al presidente del que incluso se llegara a cuestionar la exis- la libertad de decisión de los accionistas,
Banco de Francia no les guste que otras tencia futura real de la UE. impidiendo el correcto funcionamiento de
entidades europeas tomen participaciones El Parlamento Europeo debe legislar la economía de mercado. En nuestro país,
en bancos portugueses o franceses, pero cuanto antes sobre esta materia y conse- podemos encontrar muchos casos en los
eso no debe pasar de ser una simple opi- guir que los parlamentos nacionales que esto así ocurre. A título de ejemplo,
nión, que además no debería ser pública- aprueben una legislación común que im- mencionaremos tres:
mente expresada, para evitar injerencias en pida expresamente cualquier traba, inclui- 1. La existencia de las denominadas
la libre contratación de las acciones. da la “persuasión moral”, para las opera- golden shares en las privatizaciones de em-
La legislación comunitaria es muy cla- ciones de toma de control de las empresas presas públicas, según las cuales el Go-
ra en materia de libertad de movimientos comunitarias. La creación de una comi- bierno se reserva el derecho a desautorizar
de capitales en el área euro, y ya va siendo sión europea de mercado de valores que decisiones importantes futuras o ventas
hora de que nos acostumbremos a que tuviera potestad absoluta en materia de de paquetes significativos a potenciales
una entidad de un país compre a una enti- autorización de operaciones de toma adquirentes durante una serie de años.
dad de otro país, entre otras cosas, porque de control de grandes empresas podría ser Recientemente el comisario de competen-
es lo lógico. Cuando se fusionan dos ban- un paso en el buen camino de evitar que cia europeo ha avisado al Estado español
cos de un país no generan más que paro, los indefensos accionistas tengan siempre de que no está de acuerdo con estas prác-
solapamientos, duplicidades y cierres for- que asumir las decisiones de otros que no ticas y que deberán ser eliminadas. Evi-
zosos de oficinas. Mientras que si un ban- están jugándose su dinero. dentemente, los trámites legales llevarán
co de un país compra otro de otro país en su tiempo, y es posible que cuando se
el que no tiene presencia, no es preciso ce- La necesidad de una armonización legal asuma el criterio europeo haya pasado ya
rrar ninguna oficina ni despedir a nadie. en la Comunidad Europea el tiempo de vigencia de las golden shares.
Se comparten costes, se fusionan culturas La armonización legal comunitaria en ma- 2. La prohibición por parte del Go-
y se consigue la mejor de las operaciones teria societaria es otra de las direcciones en bierno español de que los bancos posean
societarias. Si hasta ahora no se han si- las que hay que avanzar. Es preciso que se paquetes significativos de acciones de em-
quiera intentado OPA hostiles transnacio- impida la posibilidad de blindaje de las presas competidoras de sectores estratégi-
nales es porque se sigue teniendo mucho empresas ante una OPA hostil. Al accio- cos. Es evidente que lo que pretende el
miedo de los poderes públicos nacionales nista le deben llegar las ofertas y él, y nada Gobierno es evitar que se den situaciones
de cada país y porque se piensa que cual- más que él, debe decidir sobre su participa- de monopolio en los sectores eléctrico,
quier Estado va a intentar torpedear la ción accionarial. Si una empresa bloquea el petroquímico o de telecomunicaciones,

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EL SECUESTRO DEL PODER EN LAS GRANDES EMPRESAS

donde hay muy pocas empresas que com- do en un sector tan importante como es el todavía no sabemos cuál será el resultado
piten; y si un banco controla dos de ellas, financiero. de la oferta , lo que sí es seguro es que la
puede afectar a la competencia en el sec- En cualquier caso, es muy importante operación traerá cola en los vetustos des-
tor. Aunque, de facto, se trata de una limi- trabajar en la dirección de una única nor- pachos de la capital inglesa.
tación a la libertad en materia inversora mativa común en el espacio europeo. No Si asumimos que la Bolsa refleja el ver-
de los bancos, en este caso sí que conside- tiene sentido que vayamos a tener una dadero valor de una gran empresa, que el
ramos que puede asumirse que el princi- única moneda, que se vayan a suprimir objetivo principal de un equipo gestor es
pio de libertad de mercado debe estar por las fronteras y que continuemos teniendo el maximizar el valor de la inversión de los
encima del principio de libertad de inver- legislaciones societarias marcadamente di- accionistas y el hecho, tantas veces corro-
sión, sobre todo habida cuenta de la capa- ferentes. borado, de que una OPA hostil se lanza
cidad de inversión que tienen los grandes con un incremento de un 20% a un 30%
bancos. No obstante, y según avancemos Conclusiones sobre el valor de Bolsa, hemos de concluir
en la integración europea, es posible que En los últimos años, se han dado algunos que un buen equipo gestor no debe de te-
se vayan suprimiendo fronteras y que lle- casos muy significativos en Europa en los ner miedo a que le lancen un OPA, por-
guemos a ver empresas paneuropeas de que se ha puesto de manifiesto que, cuando que o lo estaban haciendo mal y el que ha-
sectores estratégicos, con lo que las limi- se deja decidir a los accionistas propietarios ce la oferta cree que puede ganar mucho
taciones impuestas a nivel de Estados na- de las empresas, el resultado es que muchas más que ellos, o lo estaban haciendo bien y
cionales pueden entrar en conflicto con el veces la voluntad de los gestores no coinci- el que lanza la oferta está pagando un pre-
principio de libertad de capitales en el es- de con lo que finalmente acuerdan los ac- cio excesivo, en cuyo caso los accionistas
pacio europeo. De ahí la importancia de cionistas. Recientemente, Olivetti lanzó una obtendrán las máximas plusvalías posibles
armonización legal y de que las directrices OPA hostil contra Telecom Italia, y ésta se por su inversión. Por tanto, e insistiendo
sean comunitarias y no locales. defendió buscando como caballero blanco a en el hecho de que los gestores están al ser-
3. El modelo español de cajas de ahorro. Deutsche Telecom. Contra todo pronósti- vicio de los accionistas, el principal come-
De todos es conocida la especial situación co fracasaron los intentos de fusión entre tido del órgano de administración es hacer
en la que se encuentran las cajas de ahorro Deutsche Telecom y Telecom Italia, regida que los propietarios ganen dinero, y una
de España. No tienen propietario, no tie- esta última por un gestor nombrado por el oferta en metálico un 20% o un 30% por
nen capital, no son de nadie y las manejan Gobierno italiano. Olivetti perseveró en su encima del valor de la empresa es un mo-
los políticos de la zona a su antojo. Si fue- OPA hostil y, finalmente, consiguió la ma- mento perfecto para demostrar que saben
ran instituciones sin ánimo de lucro o se yoría de los derechos de voto, anulando la hacer su trabajo.
dedicaran a la tan aireada obra social, sin fusión prevista y tomando el control de Si lo anterior no ocurre (y en muchos
salir de su territorio natural, podríamos la entidad italiana. casos así pasa) es porque el rol del gerente
asumir su mantenimiento dentro de las tra- Asimismo, hace tres meses finalizó la omnipotente está muy de moda en Europa
diciones de un país. Sin embargo, desde OPA hostil de un banco relativamente y por el hecho, ya denunciado por diferen-
hace 20 años las cajas de ahorro compiten pequeño (BNP) sobre otros dos competi- tes informes, de que los consejos de admi-
con los bancos, sin parar de quitarles cuota dores más grandes que él (Societé Géne- nistración son poco operativos. El mundo
de mercado y personal cualificado; salen de rale y Paribas). BNP y Paribas tenían ac- económico-financiero evoluciona a veloci-
su territorio natural y se expanden por cionistas comunes que deseaban la fusión, dad de vértigo, mientras que, tal y como
otras zonas; compran participaciones signi- pero los gestores de Paribas no querían han señalado numerosos informes (Cad-
ficativas en sectores estratégicos; y, lo que es fusionarse con BNP y tomaron la deci- bury, Olivencia, etcétera), los consejeros de
más importante, compran bancos (que sión de fusionarse con Societé. BNP lan- las empresas se limitan a asumir lo que los
eran entidades privadas) y los integran en zó una OPA hostil sobre los otros dos gestores les plantean, siendo muy poco be-
su estructura, haciendo que estas empresas bancos, tomando el 65% de Paribas y el ligerantes. En muchas ocasiones, llegan a
pasen a integrarse dentro de la esfera de po- 37% de Societé. Finalmente, se ha produ- decir que no sabían nada de lo que estaba
der de los gestores de la caja. Sin embargo, cido la fusión de los dos primeros. Se tra- ocurriendo en la empresa, como ocurrió,
los bancos no pueden comprar cajas por- ta de un claro desafío por parte de los ges- por ejemplo, con el Consejo de Banesto
que “no son de nadie” y, por tanto, no son tores a los deseos de los accionistas, que cuando fue intervenido. Finalmente, es un
comprables. Es evidente que sería sencillo finalmente se ha saldado con la dimisión reducido grupo de ejecutivos el que, bajo
modificar el modelo, dotándolas de capital del equipo gestor. el cetro del presidente o del consejero dele-
e incluso privatizándolas, con lo que ade- El problema en ambos casos era el mis- gado de la gran empresa, controla todos los
más se conseguiría eliminar una buena par- mo, el gestor se cree que la empresa es al- resortes del poder, actuando por encima
te del déficit de las administraciones públi- go propio y que con darles un dividendo del bien y del mal e ignorando en muchas
cas. Sin embargo, se trata de una decisión razonable y una subida en Bolsa a los ac- ocasiones los intereses de los accionistas de
muy difícil, habida cuenta del control que cionistas ya ha cumplido, olvidándose de la entidad, que se limitan a asumir un pa-
tienen los partidos políticos sobre los órga- que él no es propietario y, por tanto, debe pel pasivo cuando les presentan a la firma
nos de decisión de estas entidades. No obs- consultar las decisiones importantes a los su delegación de voto en alguna remota su-
tante, es preciso hacer una reflexión por que sí lo son. En el momento de escribir cursal de un gran banco. n
parte de todos, ya que quizá sería mejor ha- este artículo, un pequeño banco escocés,
cer una ley de cajas con principios regulato- el Bank of Scotland, ha lanzado una OPA
rios nacionales a que se nos impusiera una hostil sobre el gigante británico National
ley comunitaria, que probablemente sería Westminster Bank, que ha dejado perple-
más dura con una situación que, como és- jos a los gerentes de dicho banco y a los Miguel Córdoba es profesor en la Universidad
ta, afecta claramente a la libertad de merca- círculos financieros de la “City”. Aunque San Pablo-CEU.

30 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99


n
REFORMAS Y PANACEAS
DEL SISTEMA ELECTORAL
JOSÉ RAMÓN MONTERO

l sistema electoral español sigue sien- greso de los Diputados cuando ya entra hace a los primeros, su diseño gravita so-
do una de las instituciones preferidas en su tercera década de existencia; de bre un Congreso de los Diputados de ta-
por quienes denuncian las graves de- otra, una valoración crítica de las princi- maño reducido: es de los más pequeños
ficiencias de representación del sistema pales modificaciones que se han sugerido. de los países europeos en términos relati-
democrático. Desde hace más de veinte Ambas cuestiones tienen un obligado vos. El doble criterio de distribución de
años, ensayistas, periodistas y miembros punto de partida en la inercia que protege los 350 escaños entre las 52 circunscrip-
de la élite política han propugnado la ne- a los sistemas electorales. Su considerable ciones (mediante la fijación de un míni-
cesidad de introducir en el sistema electo- resistencia a los cambios justifica que la mo inicial de dos escaños por provincia y
ral unas reformas que son, a su juicio, tan mayor parte de las propuestas quede apar- el reparto del resto en proporción a la po-
urgentes como imprescindibles. Las refor- cada en el campo del debate teórico. En blación respectiva) ha dado lugar a unas
mas se han concentrado sucesivamente en los países europeos, por ejemplo, los siste- circunscripciones de magnitud sumamen-
tres ámbitos: la desproporcionalidad en la mas electorales han dado muestra de una te variable, pero de promedio reducido: es
relación entre votos y escaños, el tipo de llamativa estabilidad. Los cambios funda- sólo de 6,7 escaños.
listas electorales y el peso excesivo atribui- mentales se produjeron hace unos cin- En realidad, la heterogeneidad interna
do a los partidos nacionalistas en contex- cuenta años, y desde entonces la regla ge- del sistema electoral permite distinguir tres
tos de Gobiernos minoritarios. neral ha consistido en la adopción de subsistemas en función de la magnitud de
Por lo general, el debate sobre esas unas modificaciones menores que no han sus distritos2. El primer subsistema, que
cuestiones no ha resultado ejemplar. A ve- alterado los elementos definitorios de ca- podría ser calificado como “mayoritario”,
ces, las denuncias de distintos aspectos da sistema electoral. Con las excepciones incluye 30 distritos con un máximo de
del sistema electoral han resultado desme- de Francia y Grecia, las mutaciones radi- cinco escaños; suponen el 33% del Con-
suradas o han carecido de las mínimas cales han solido producirse con ocasión greso, contienen una extraordinaria sobre-
exigencias argumentativas. En otras oca- de las circunstancias extraordinarias que representación en la relación electores/es-
siones, se han atribuido al sistema electo- se concitan cuando un sistema democráti- caños, producen sesgos mayoritarios en la
ral efectos que desbordan con creces sus co se instaura o se restaura después de un traducción de votos en escaños, favorecen
limitadas posibilidades de influencia o se periodo de dictadura o de inestabilidad.
han ocultado celosamente las posibles al- Esta tendencia se ha mantenido incluso
ternativas; y, cuando se han aducido, han en la década de los años noventa: los re-
(1977-1997), Centro de Investigaciones Sociológi-
demostrado un llamativo desconocimien- cientes cambios ocurridos en los sistemas cas/Parlamento de Andalucía, Madrid, 1998; Josep
to de las técnicas electorales. Se ha trata- electorales de Italia, Nueva Zelanda o Ja- Maria Vallès y Agustí Bosch: Sistemas electorales y go-
do, en suma, de un debate en el que neo- pón se deben a sendas constelaciones par- bierno representativo, Ariel, Barcelona, 1996; Monse-
rrat Baras y Joan Botella: El sistema electoral, Tecnos,
regeneracionistas bienintencionados han ticulares de factores excepcionales que, Madrid, 1996, y José Ramón Montero, Richard
sustituido los diagnósticos por descalifica- por ello mismo, son difícilmente repeti- Gunther, José Ignacio Wert y otros: La reforma del ré-
ciones retóricas del sistema electoral y en bles en otros países. Y tampoco parece, gimen electoral, Centro de Estudios Constitucionales,
el que arbitristas con información escasa desde luego, que vayan a darse en España. Madrid, 1994. Otros trabajos relevantes son los de Al-
berto Penadés: ‘El sistema electoral español (1977-
han prescindido de los análisis políticos o 1996)’, en Juan Luis Paniagua y Juan Carlos Monede-
académicos sobre sus elementos para Unos rendimientos positivos ro, eds.: En torno a la democracia en España. Temas
articular prejuicios anclados en dimensio- Los estudiosos y expertos parecen com- abiertos del sistema político español, Tecnos, Madrid,
1999; Julián Santamaría: ‘El debate sobre las listas
nes secundarias o anacrónicas. No resulta partir un amplio acuerdo sobre los electorales’, en Antonio J. Porras, ed.: El debate sobre
así extraño que los remedios propuestos componentes, los efectos y los rendimientos la crisis de la representación política, Tecnos, Madrid,
tienen frecuentemente visos de ser peores del sistema electoral español1. Por lo que 1996, y Richard Gunther: ‘Leyes electorales, sistemas
de partidos y élites: el caso español’, en Revista Espa-
que la supuesta enfermedad. ñola de Investigaciones Sociológicas, 47, 1989. Para un
En este artículo quiero abordar dos análisis comparado, puede verse Arend Lijphart: Siste-
1 Recientemente se han publicado en castellano
cuestiones complementarias. De una par- mas electorales y sistemas de partidos. Un estudio de
te, una presentación básica de los rendi- algunos libros que documentan ese acuerdo desde dis- veintisiete democracias, 1945-1990, Centro de Estu-
tintas perspectivas. Entre ellos merecen citarse los de dios Constitucionales, Madrid, 1995.
mientos del sistema electoral para el Con- Juan Montabes, ed.: El sistema electoral a debate. Vein- 2 Penadés: El sistema electoral español, págs. 293 y

te años de rendimientos del sistema electoral español sigs.

32 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99 ■


la concentración en sólo dos partidos, son jada en el 3% del voto válido en el nivel cas dirigidas al sistema electoral.
en consecuencia altamente desproporcio- de la circunscripción, ha carecido en la También parece existir acuerdo, en segun-
nales y han beneficiado a Unión de Centro práctica de virtualidad, excepto en Ma- do lugar, en lo que hace a los principales
Democrático (UCD) y al Partido Popular drid y Barcelona: los escaños han solido efectos del sistema electoral español. Da-
(PP) sobre el Partido Socialista Obrero Es- repartirse entre los dos primeros partidos, da su capacidad para constreñir el com-
pañol (PSOE). El segundo subsistema, o por lo que quedan sin representación mu- portamiento de los votantes y para tener
“proporcional”, incluye a los 6 distritos chos partidos que superan con creces esa un impacto reductor en la vida partidista,
con 10 o más escaños (entre los que se en- barrera3. En cambio, ha tenido mucha pertenece a la categoría de los fuertes. Sus
cuentran los de Madrid y Barcelona, con mayor importancia la barrera efectiva que efectos mecánicos han consistido indefec-
más de treinta cada uno); significan el el sistema establece de hecho para entrar a tiblemente en la sobrerrepresentación de
33% de la Cámara, arrojan resultados pro- participar en el reparto de escaños: alcan- los dos primeros partidos a costa de los
porcionales en la doble relación elec- za el 10,2%, sólo superada, entre los paí- más pequeños de ámbito estatal. Y sus
tores/escaños y votos/escaños, y están ca- ses occidentales, por la de Irlanda4. efectos psicológicos se han traducido en
racterizados por una mayor fragmentación La última dimensión del sistema elec- una amplia utilización del voto útil o es-
partidista. Y un tercer subsistema interme- toral estriba en las listas completas, cerra- tratégico, por medio del cual muchos elec-
dio está compuesto por el grupo de los 16 das y bloqueadas. Durante la transición, tores no votan al partido que prefieren en
distritos que tienen entre 6 y 9 escaños, su- estas listas parecieron las más adecuadas primer lugar, sino a otros que les resultan
ponen el 34% restante del Congreso y para unos electores carentes de experien- menos atractivos, pero que cuentan con
ocupan lugares también intermedios en sus cia y unos partidos que acababan de na- mayores probabilidades de conseguir un
efectos: de ahí que pueda ser denominado cer. Y aunque posteriormente pasaron tan escaño5.
como proporcional “corregido”. desapercibidas que ni siquiera fueron en- Estos efectos se muestran con mayor
De esta forma, los distritos con me- mendadas en la tramitación parlamenta- nitidez en cada uno de los subsistemas.
nor población resultan doblemente so- ria de la Ley Orgánica del Régimen Elec- En los “proporcionales”, por ejemplo, la
brerrepresentados. Por si ello fuera poco, toral General (LOREG), de 1985, desde competición es lógicamente multiparti-
las enormes diferencias en los apoyos elec- hace algunos años el de las listas es el te- dista, y la relación entre las proporciones
torales del PSOE y del PP durante los ma que suscita la mayor parte de las críti- de votos y escaños es tan ajustada como
años ochenta acrecentaron aún más para obtener niveles de proporcionalidad
los efectos desproporcionales del sistema similares a los de Alemania. Pero en el
electoral. Pese a la existencia de la fórmu- 3 Así, y tomando como ejemplo los 30 distritos

la D’Hondt, la traducción de votos en es- con uno a cinco escaños en las dos elecciones al Con-
greso de los años noventa, esos escaños se han reparti-
caños y su posterior asignación a los par- do siempre entre el PSOE y el PP, excepto en un caso 5 Una consecuencia adicional y de suma impor-
tidos resulta completamente proporcional en 1993 (que fueron PSOE y CiU) y dos en 1996 tancia radica en la posibilidad de que las elecciones
sólo en el subsistema de las circunscrip- (CiU y PSOE). Sólo en dos circunscripciones en arrojen las llamadas mayorías manufacturadas o prefa-
ciones grandes, y es de carácter mayorita- 1993, y en tres en 1996, consiguieron representación bricadas: como ocurrió en las tres consultas de los
tres partidos. años ochenta, el PSOE consiguió la mayoría absoluta
rio en buena parte de los restantes distri- 4 Lijphart: Sistemas electorales y sistemas de parti- de escaños con proporciones de voto que oscilaban
tos. Y la previsión de una barrera legal, fi- dos, págs. 59 y 72. entre el 48,4% y el 39,9%.

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



33
REFORMAS Y PANACEAS DEL SISTEMA ELECTORAL

subsistema “mayoritario” el formato es PP en 1996; y PSOE en las restantes con- líticos muestran un notable consenso al
tan característicamente bipartidista como sultas de 1982, 1986, 1989 y 1993). Se- estimar que el sistema electoral está ope-
para arrojar niveles de desproporcionali- gunda, han sido especialmente elevadas si rando razonablemente bien, contiene una
dad próximos a los del Reino Unido. ese primer partido es conservador (como combinación de elementos más que acep-
En términos generales, los niveles de UCD y PP): gracias al efecto de localiza- table y puede exhibir, en definitiva, un
fragmentación electoral y, sobre todo, ción del voto, las victorias de los partidos rendimiento global satisfactorio9. En los
parlamentaria han sido relativamente ba- conservadores les ha permitido acumular momentos de la transición, el sistema
jos, han ido además descendiendo a causa a su favor, y en mucha mayor medida que electoral redujo la numerosa concurrencia
de la desaparición de algunos partidos es- el PSOE, los dos mecanismos de ventaja partidista de las elecciones fundacionales,
tatales menores y se sitúan en torno al establecidos en los distritos del subsistema evitó una excesiva fragmentación que hu-
promedio de las democracias europeas. “mayoritario”, es decir, la sobrerrepresen- biera dificultado la tarea constituyente y
Esta situación coexiste con el acceso de tación de escaños respecto a la población dio lugar a mayorías parlamentarias sufi-
un considerable número de pequeños y la sobrerrepresentación de escaños res- cientes que garantizaron la estabilidad gu-
partidos nacionalistas o regionalistas al pecto a los votos. bernamental. Por otra parte, no privó de
Congreso, un acceso que es compatible Por el contrario, los partidos minori- representación parlamentaria a los diver-
con el hecho de que los dos primeros par- tarios con apoyos electorales dispersos en sos partidos nacionalistas vascos y catala-
tidos sumen el 80% de los escaños. todo el territorio nacional han sido siste- nes, permitiéndoles tomar parte en la ela-
Por su parte, la sobrerrepresentación máticamente perjudicados en su relación boración del texto constitucional y coad-
de los grandes partidos y la infrarrepre- de votos/escaños: así ha ocurrido con AP yuvando de esta forma a la legitimación
sentación de los pequeños partidos estata- en los años setenta, con el Centro Demo- del nuevo sistema democrático. Después,
les han ocasionado unos considerables crático y Social (CDS) en los ochenta y el sistema electoral ha dado pruebas de su
sesgos desproporcionales. A su vez, estos ses- con el Partido Comunista de España institucionalización, es decir, de su capa-
gos se han traducido en niveles agregados (PCE) y luego Izquierda Unida (IU) en cidad de producir resultados no previstos
de desproporcionalidad tan intensos que todas y cada una de las consultas. inicialmente y de permanecer pese a las
convierten al caso español en el menos En cambio, los partidos con electora- variaciones ocurridas en factores externos:
proporcional de los sistemas con fórmulas dos concentrados en uno o en unos pocos la llegada del PSOE al Gobierno en 1982
proporcionales6. No es, pues, sorprenden- distritos, normalmente de naturaleza na- y la del PP en 1996 demuestran la capaci-
te que el sistema español haya girado alre- cionalista o regionalista, han logrado una dad de adaptación de las mismas reglas a
dedor de dos partidos principales desde representación equilibrada. Esto no im- situaciones políticas diferentes.
las primeras elecciones de 1977, ni que plica decir que el sistema electoral favore- El sistema electoral ha dado también
los dirigentes de muchos pequeños parti- ce a los partidos nacionalistas, como de- pruebas evidentes de su eficacia integra-
dos se hayan visto obligados a fusionarse nuncian quienes comparan el similar ta- dora: ha facilitado que ningún partido re-
o a coligarse con otros mayores, y otros a maño de los grupos parlamentarios de IU levante quede fuera de la vida parlamen-
evitar escisiones de partidos ya estableci- y Convergència i Unió (CiU), por ejem- taria, propiciado la estabilidad guberna-
dos, como única alternativa ante su segu- plo, con sus muy diferentes cantidades de mental y arrojado en todos los casos un
ra conversión en extraparlamentarios. Así, votos7. Ocurre simplemente que, puesto partido ganador. Y sus reglas son lo sufi-
los dos principales partidos (UCD y que el sistema electoral prima el efecto de cientemente sencillas como para que los
PSOE en los años setenta, y PSOE concentración territorial del voto para to- electores puedan aplicarlas sin dificultad y
y AP/PP desde entonces) han obtenido dos los partidos, los nacionalistas y los re- para que los dirigentes de los partidos ha-
siempre unas sustanciosas ventajas en sus gionalistas pueden por su propia naturale- yan conseguido en poco tiempo adaptarse
proporciones de escaños con respecto a za adaptarse a la perfección a esta regla, y a su juego de incentivos y penalizaciones.
las de votos. obtener escaños en términos equipropor- Entre sus dimensiones negativas, la prin-
Es cierto que esas diferencias han dis- cionales a sus porcentajes de voto. Lo cual cipal radica obviamente en la considera-
minuido (y también la desproporcionali- significa también que el sistema electoral, ble desigualdad del voto que ocasiona en
dad) a medida que la enorme distancia más que beneficiar unilateralmente a los el ámbito territorial y en la vida partidis-
entre el PSOE y el PP durante los años partidos nacionalistas, perjudica clara- ta. Pero, tras sus más de veinte años de
ochenta (características de un sistema de mente a los partidos pequeños que cuen- existencia, casi todos los líderes políticos y
partidos predominante) dio paso en los tan con apoyos electorales distribuidos a una buena parte de los analistas parecen
noventa a niveles muy elevados de com- lo largo de todo el territorio8. abrigar dudas crecientes sobre la probabi-
petitividad electoral entre ambos partidos lidad de que puedan acordarse unas reglas
(a su vez, característica de un sistema plu- Finalmente, el sistema electoral ha recibi- electorales distintas que faciliten simultá-
ralista moderado). Pero aún así siguen do opiniones mayoritariamente positivas neamente la formación de mayorías de
siendo considerables. Además, las ventajas sobre su contribución al asentamiento de gobierno, arrojen una fragmentación mo-
obtenidas por los dos principales partidos la democracia y el funcionamiento coti- derada pese a la notable desproporcionali-
manifiestan dos pautas adicionales. Pri- diano del sistema político. Expertos y po-
mera, han sido siempre superiores para el
primer partido (UCD en 1977 y 1979; 9 Una muestra de las referencias de los expertos
7 En las elecciones de 1996, IU obtuvo 21 dipu- puede encontrarse en Montero: Sobre el sistema electo-
tados con más de 2,5 millones de votantes, frente a los ral español, págs. 66-70; y dos selecciones de las opi-
poco más de un millón para los 16 diputados de CiU. niones de los líderes políticos, en Montero, Gunther,
6 J. R. Montero: ‘Sobre el sistema electoral espa- 8 Para un excelente análisis de estos efectos de lo- Wert y otros: La reforma del régimen electoral, págs.
ñol: rendimientos políticos y criterios de reforma’, en calización y de concentración del voto puede verse Pe- 142 y sigs., y en Montabes: El sistema electoral a deba-
Montabes: El sistema electoral a debate, págs, 43 y 44. nadés: El sistema electoral español, págs. 308-327. te, págs. 413 y sigs.

34 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99



JOSÉ RAMÓN MONTERO

dad subsiguiente y propicien así mecanis- de cambio se efectúan mientras el sistema (pasando de dos a uno); o al tamaño del
mos favorecedores de la estabilidad políti- electoral sigue aparentemente gozando de Congreso (aumentándolo hasta un máxi-
ca. Sea como fuere, lo cierto es que el sis- una buena salud relativa. Subsisten las mo de 400 diputados); o a la fórmula
tema electoral ha disfrutado de una extra- condiciones políticas, estructurales e ins- electoral (escogiendo cualquier otra dife-
ordinaria continuidad: los elementos titucionales sobre las que nació y se ha rente a la D’Hondt dentro de la familia
contenidos en el Decreto Ley de 1977 se desarrollado el sistema electoral: ninguna de fórmulas proporcionales); o a todas
reprodujeron luego en la Constitución, y de las instituciones conectadas con él tie- ellas a la vez. Su virtualidad incidiría posi-
ambos se desarrollaron en una LOREG ne problemas insolubles de funciona- tivamente en la variable fundamental de
tramitada parlamentariamente en 1985 miento, ni existen fuerzas políticas para la magnitud de las circunscripciones y,
mediante una casi completa unanimidad. las que el sistema suponga una barrera in- como consecuencia, en el ajuste de la re-
De esta forma, la ley electoral vigente se franqueable en sus intentos de acceder al lación votos/escaños para todos los parti-
ha convertido ya en la más duradera de la Parlamento, ni tampoco impide a los par- dos, pero especialmente para los peque-
historia democrática española. tidos mayoritarios acceder al Gobierno. ños con apoyos electorales distribuidos
Los ciudadanos no han dado hasta el mo- por todo el territorio nacional.
Unas alternativas problemáticas mento muestras explícitas de rechazo a las En contrapartida, los niveles de frag-
En esta sección quiero discutir algunas de consecuencias de la desproporcionalidad mentación serían superiores. Las simula-
las propuestas que se han ido sugiriendo o las restricciones de las listas electorales: ciones efectuadas para comprobar el im-
para la reforma del sistema electoral a me- al margen de manifestaciones de desafec- pacto hipotético de los nuevos mecanis-
dida que se sucedían las deficiencias a las ción democrática (y que en todo caso no mos en los resultados electorales de 1993
que se atribuía mayor gravedad. He selec- han sido originadas por el sistema electo- o 1996 apuntan a la menor concentra-
cionado así las propuestas dirigidas a in- ral), los mecanismos electorales o repre- ción de escaños en los dos primeros parti-
crementar la proporcionalidad, modificar sentativos tampoco están sufriendo crisis dos, el crecimiento parlamentario de IU y
las listas electorales e impedir la debilidad apreciables de legitimidad. En fin, los ac- sobre todo la llegada al Congreso de nue-
de Gobiernos minoritarios que a la vez tores partidistas siguen manteniendo una vos partidos nacionalistas, regionalistas
conceden un papel determinante a parti- valoración positiva de la mayoría de las o/y provinciales10. Es cierto que cabría es-
dos nacionalistas. Debe advertirse que los dimensiones, si no de todas, del sistema tablecer algún tipo de barrera electoral
grados de formulación de estas propuestas electoral. que dificulte esta previsible mayor frag-
suelen ser muy escasos, y que junto a re- mentación; pero su eficacia dependería de
formas técnicamente correctas y bien ar- ● La reducción de la desproporcionalidad.
ticuladas coexisten las panaceas que no son Las propuestas dirigidas a la reducción de
10 Entre los muchos trabajos que han realizado
sino la expresión de unos deseos basados la desproporcionalidad territorial y parti-
en diagnósticos poco fundados y en alter- dista comparten la modificación de la este tipo de simulaciones puede verse el muy comple-
to de Carlos Vidal, El sistema electoral español: una
nativas cuando menos problemáticas. De- LOREG en lo que hace al número míni- propuesta de reforma. Molino Ediciones, Granada,
be también señalarse que las propuestas mo de escaños asignado a cada provincia 1996.

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



35
REFORMAS Y PANACEAS DEL SISTEMA ELECTORAL

la dureza de la cláusula de exclusión, algo ventajas: mayores posibilidades de relacio- tualidad de que los electores puedan se-
difícilmente aceptable por las fuerzas po- nes entre los electores y los representantes leccionar a sus candidatos en el interior
líticas minoritarias. en las circunscripciones del nivel inferior, de la lista de su partido mediante alguna
Tampoco puede conocerse de antema- por ser generalmente de magnitud reduci- variante del voto de preferencia. Es posi-
no la incidencia de estos cambios en el voto da, y una mayor proporcionalidad en la ble entonces que su incidencia termine
útil, que acaso sea menor por el incremen- atribución de escaños en el segundo nivel, siendo realmente escasa salvo en un cierto
to en la magnitud de los distritos, o en el por tratarse preferentemente del ámbito número de circunscripciones, y que desde
sistema de partidos, que es precisamente la estatal y utilizar una fórmula más propor- luego tenga efectos inapreciables para el
variable que goza de mayor autonomía re- cional. Para algunos, los dos niveles de cir- funcionamiento del Congreso.
lativa con respecto al sistema electoral. Pe- cunscripción podrían presentar en el caso El reciente nacimiento de la democra-
ro, en la medida en que las simulaciones español una ventaja adicional: si el nivel cia española ha propiciado la intervención
sean verosímiles, sus resultados no hacen superior coincidiera con el de las comuni- de una serie de factores en el comporta-
sino reforzar los rasgos del funcionamiento dades autónomas, se facilitaría el reflejo miento electoral que limita las posibilida-
parlamentario de los años noventa. Unos electoral de la estructura política del Esta- des de selección de los candidatos en
rasgos caracterizados, en primer lugar, por do de las autonomías. Claro que, desde listas al menos no bloqueadas13. En los
la existencia de Gobiernos minoritarios a otro punto de vista, esa supuesta ventaja países europeos, los mecanismos de prefe-
cargo del PSOE o del PP, y que serían aún podría ser considerada un inconveniente, rencia existentes desde hace ya muchas
más minoritarios a causa de su menor peso ya que el Congreso no viene obligado a re- décadas no han evitado las tendencias oli-
parlamentario; en segundo lugar, por el coger la estructura autonómica en su con- gárquicas de los partidos, y mucho menos
formato del sistema de partidos, que ha figuración institucional. Además, el obje- han configurado una alternativa a su dis-
impedido la formación de gobiernos de tivo del mayor conocimiento de los re- ciplina parlamentaria. Pero en algunos de
coalición con partidos de ámbito estatal presentantes resultaría probablemente ellos los costes de esos mismos mecanis-
dada la solitaria presencia de IU, cuya esca- incumplido: los niveles de conocimiento mos se han dejado ver con especial fuerza
sa capacidad de coalición incluso en el de los diputados son paradójicamente me- bajo la forma de prácticas de clientelismo
campo de la izquierda anularía el impacto nores en los distritos más reducidos11. Y el o neocaciquismo, debilitamiento de la co-
de su eventual crecimiento parlamentario; objetivo de la mayor proporcionalidad po- hesión intrapartidista y distintas formas
y, en tercer lugar, por las estrategias de los dría en su caso alcanzarse mediante otros de corrupción.
partidos nacionalistas o regionalistas, que mecanismos menos costosos y que no exi-
han optado por limitarse a prestar apoyo jan la reforma de la Constitución. ● La sustitución por el sistema alemán. El sis-
externo a Gobiernos minoritarios a cambio tema electoral alemán goza de un poderoso
de concesiones de políticas regionales para ● La modificación de las listas electorales. atractivo entre quienes proponen abrir las
sus respectivas comunidades, un intercam- Para sus numerosos críticos, las listas ce- listas como mejor y casi exclusivo remedio
bio que se haría más complejo al tener que rradas y bloqueadas contribuyen directa- para los defectos del sistema español. El as-
incluir, para obtener mayorías parlamenta- mente a una notable variedad de males pecto que concita las mayores simpatías ra-
rias, a un mayor número de partidos de democráticos: limitan indebidamente la dica en la división del Parlamento en dos
ámbito autonómico. Es fácil imaginar que libertad democrática del votante; alejan a mitades, una de las cuales es elegida en
los principales actores partidistas contem- los electores de sus representantes; desper- otras tantas circunscripciones nominales
plarán estos supuestos con escasa simpatía sonalizan el mandato parlamentario, re- mediante mayoría relativa y la otra en listas
pese a sus consecuencias positivas en la re- fuerzan la oligarquización de los partidos; cerradas y bloqueadas de partido, cuyos es-
ducción de los sesgos desproporcionales degradan la calidad de los diputados. Sue- caños se asignan en el nivel federal median-
del sistema electoral. le olvidarse, sin embargo, que la forma de te una fórmula proporcional. El elector dis-
expresión del voto es la variable más débil pone así de dos votos, que destina a elegir a
● La creación de dos niveles de distritos. de los sistemas electorales. Dicho de otro un candidato y a optar por una lista de par-
Una reforma más amplia, y que implica- modo, las críticas a los requisitos actuales tido, respectivamente. Los defensores de la
ría al menos la modificación del artículo de las listas han señalado deficiencias se- sustitución del sistema actual por el alemán
68.2 de la Constitución (que establece rias de la democracia española; pero las alegan que se combina así lo mejor de los
que para el Congreso “la circunscripción relaciones causales que se establecen son sistemas electorales mayoritarios y propor-
electoral es la provincia”), propone el es- infundadas, puesto que esas deficiencias cionales: las ventajas de las relaciones perso-
tablecimiento de circunscripciones en dos responden a factores distintos y de mucho nalizadas con los candidatos y los benefi-
niveles. Habría entonces dos fases para la mayor alcance, por lo que es del todo im- cios de una representación muy ajustada al
atribución de escaños a los partidos: si en probable que puedan solventarse o aun peso electoral de los partidos.
la primera fase se llevaría a cabo la habi- aminorarse mediante las listas abiertas12. Aunque suele clasificársele de forma
tual distribución de escaños en el nivel de Pese a ello, cabría considerar la even-
las circunscripciones provinciales, en la
segunda se otorgaría un número de esca- 13 Debe recordarse que el Senado permite al vo-

ños sobrantes mediante la aplicación de tante la máxima libertad a la hora de confeccionar su


11 J. R. Montero y Richard Gunther: ‘Sistemas propia candidatura mediante una variante de panacha-
una fórmula electoral distinta en una cir- cerrados y listas abiertas: sobre algunas propuestas de ge. Por distintas circunstancias, sin embargo, es eviden-
cunscripción de un nivel territorial supe- reformas del sistema electoral en España’: en Monte- te que esta forma de expresión del voto no marca nin-
rior (que podría ser todo el territorio o ro, Gunther, Wert y otros: La reforma del régimen guna diferencia con respecto al Congreso, que carece
unidades territoriales inferiores como, por electoral, págs. 49-51. asimismo de relevancia alguna para el propio votante y
12 Para una discusión de estos argumentos, San- que no genera efectos diferenciados para la composi-
ejemplo, las comunidades autónomas). tamaría: ‘El debate sobre las listas electorales’, págs. ción de la Cámara; puede verse Montero y Gunther:
Su atractivo reside en combinar dos 243 y sigs. ‘Sistemas cerrados y listas abiertas’, págs. 63 y sigs.

36 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99■


JOSÉ RAMÓN MONTERO

nalistas un protagonismo injustificado


desde el punto de vista electoral en la vi-
da política española14.
Aunque todavía formuladas en nive-
les demasiado elementales, cuando no
burdamente instrumentales, las propues-
tas ligadas a la eventual implantación de
un sistema mayoritario se enfrentan a al-
gunas dificultades. Para empezar, carecen
de sentido las denuncias contra los su-
puestos privilegios que el sistema electoral
otorga a los partidos nacionalistas al con-
sentirles disfrutar de una influencia exce-
siva por sus apoyos externos a Gobiernos
minoritarios. Esa situación no se debe al
sistema electoral sino a la combinación de
factores tan distintos como el formato del
sistema de partidos, las reglas parlamenta-
rias para la adopción de decisiones y las
estrategias partidistas a la hora de nego-
ciar el tipo de gobierno que pretende for-
marse y la naturaleza de los apoyos que
desean pactarse15.
Desde el punto de vista formal, tam-
bién en este caso resultaría necesaria la re-
forma de los artículos 68.2 y 68.3, al me-
nos, de la Constitución. Desde el punto
de vista material, el sistema mayoritario
tiene garantizada la máxima despropor-
cionalidad y una fragmentación partidista
incluso más reducida que la actual: las
errónea en la categoría de los mixtos (co- una parte, la división del territorio nacio- principales víctimas serían los partidos
mo suele decirse, “mitad mayoritario, mi- nal en 175 (por recoger la composición pequeños de ámbito estatal, es decir, en
tad proporcional”), se trata en realidad actual del Congreso) distritos uninomina- estos momentos, sólo IU.
de un sistema de “representación propor- les, cuyos censos serían superiores a la po- Pero es improbable, en cambio, que
cional personalizada” que integra crite- blación de algunas provincias; de otra, la se alcancen los objetivos de lograr mayo-
rios de voto procedentes de sistemas ma- reforma de los artículos 68.2 y 68.3 de rías absolutas y de reducir el peso parla-
yoritarios y proporcionales. Pero su per- la Constitución para dar entrada a los mentario de los partidos nacionalistas.
sonalización es menos relevante de lo que nuevos distritos y a la nueva fórmula de la Como ya se ha visto, el efecto de concen-
tiende a creerse: se mueve sobre todo en mayoría relativa. tración del sistema electoral (por medio
el plano psicológico más que en el efecti- del cual prima a los partidos más fuertes
vo, puesto que ni existen dos tipos de ● La adopción de un sistema mayoritario. en cada circunscripción) resulta especial-
parlamentarios según se presenten en los En los años noventa parece estar reedi- mente aplicable a los partidos nacionalis-
distritos uninominales o en los plurino- tándose la vieja fascinación conservadora tas, que podrían aprovecharse de la refor-
minales, ni los primeros son más conoci- por el sistema electoral británico. Soste- ma para mantener, si no incrementar, su
dos que los segundos, ni los votantes los nida hace ya tiempo por la AP de Ma- representación parlamentaria y, por tanto,
distinguen a la hora de seleccionarlos. De nuel Fraga, muchos mentores ideológi- para debilitar, en lugar de reforzar, las
hecho, en más de nueve de cada diez ca- cos del PP defienden ahora la implanta- mayorías que se persiguen. Y tampoco ca-
sos los dos votos se dirigen al mismo par- ción de la fórmula mayoritaria en cir- be descartar que en las comunidades autó-
tido; además, la mayor parte de los can- cunscripciones uninominales. Sus objeti- nomas que cuentan con partidos naciona-
didatos de los distritos uninominales vos radican en conseguir ante todo la listas o regionalistas la competición con los
aparece también incluida en las listas de máxima eficiencia gubernamental me-
sus partidos. diante la seguridad de las mayorías parla-
Sea como fuere, parece obvio que la mentarias absolutas o, como suele decir- 14 Para un análisis crítico de esta propuesta pue-
simple propuesta de adopción de todo un se en términos más pudorosos, suficien- de verse Josep Maria Vallès: ‘El número de represen-
sistema electoral, y encima particular- tes; si no se consiguen, en evitar que los tantes y la dimensión de las circunscripciones’, en
Montabes, ed., El sistema electoral a debate, págs. 86 y
mente complejo como el alemán, para partidos nacionalistas desempeñen un sigs.
solventar un problema tan específico co- papel determinante con respecto a los 15 Algunas de estas cuestiones están tratadas en

mo el de las listas electorales resulta cuan- gobiernos minoritarios; y, en cualquier Juan J. Linz y J. R. Montero: The party system of
do menos desmesurada. Por último, la caso, en eliminar las tasas de desventaja Spain: old cleavages and new challenges, Centro de Es-
tudios Avanzados en Ciencias Sociales, Instituto Juan
importación del sistema alemán debería (como las sufridas por IU con respecto a March, Estudio/Working Paper 138, Madrid, 1999,
superar dos dificultades adicionales: de CiU) que otorgan a los partidos nacio- págs. 65 y sigs.

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



37
REFORMAS Y PANACEAS DEL SISTEMA ELECTORAL

partidos de ámbito estatal se salde con una proporción votos/escaños que le afecta sesgos desproporcionales en la asignación
considerable pérdida de escaños de los se- una cuestión de principio con respecto de escaños entre los partidos. Se trataba de
gundos. a su integración en el sistema de partidos y una situación basada en una especie
Claro que podría entonces pensarse, su participación en los ámbitos parlamen- de intercambio entre desproporcionalidad
como se ha hecho, en la implantación de tarios. De otra parte, la desproporcionali- electoral y mayorías parlamentarias sufi-
una barrera electoral que impida acceder dad tampoco ha sido aducida de forma cientes: se aceptaban los elevados niveles
al Congreso a los partidos que no alcan- más o menos airada por algún partido de la primera por estimar que repercutían
cen, por ejemplo, el 5% de los votos váli- minoritario como la razón para mante- directa o positivamente en las segundas.
dos en el nivel estatal: con los resultados nerse como fuerza extraparlamentaria, Sin embargo, esa relación parece ha-
de 1996, ninguno de los ocho partidos convirtiendo a esta exclusión en un crite- berse roto en las elecciones de los años
nacionalistas y regionalistas hubiera podi- rio desnaturalizador del sistema electoral noventa al mantenerse la desproporciona-
do franquerla16. Pero se trata de una pro- y deslegitimador de la composición del lidad y agravarse las condiciones de unos
puesta tan inviable incluso en el hipotéti- Congreso de los Diputados: en realidad, Gobiernos minoritarios que son incapaces
co caso de que se reforme el sistema elec- no hay partidos relevantes que se queden de coligarse con partidos menores y que
toral en dirección mayoritaria, como fuera de él a causa de los sesgos mayorita- deben basarse en los apoyos externos de
demostrativa del simplismo con el que rios del sistema electoral. Y tampoco las partidos nacionalistas o regionalistas. Las
desde el campo de las técnicas electorales desviaciones en escaños con respecto a la propuestas que defienden la implantación
se abordan los problemas del carácter población han sido denunciadas por los de un sistema mayoritario para realzar la
multinacional de la política española. representantes de las circunscripciones fuerza parlamentaria del primer partido, a
afectadas, ni las desviaciones en escaños la vez que reducir la relevancia estratégica
¿Un compás de espera? con respecto a los votos han sido sistemá- de los partidos nacionalistas, responden a
El catálogo de las reformas y panaceas po- ticamente alegadas como desiguales e ile- ese desequilibrio. Pero no parece que sus
dría ampliarse fácilmente: pese a ser reco- gítimas por alguno de los contendientes defensores cuenten con demasiadas posi-
nocido como el más eficiente de la histo- que logra llegar al Congreso. bilidades a la vista de la falta de apoyo de
ria democrática española, el sistema elec- Ahora bien, el que los rendimientos las élites partidistas, por no hablar de la
toral de 1977 ha generado una abundante del sistema electoral español hayan sido casi seguridad con la que se generarían re-
literatura que critica sus mecanismos fun- evaluados positivamente por actores políti- sultados contrarios a los previstos.
damentales a la vez que propone otros al- cos y expertos académicos no predetermi- Pese a ello, cabe imaginar que en un
ternativos. Pero, al cabo, la dificultad no na que lo sigan siendo en el inmediato fu- futuro inmediato las propuestas para la
reside tanto en la variedad de opciones turo. Es probable que la regulación actual formación, incluso artificial, de mayorías
existentes sino en las razones para cam- de las listas electorales genere en algunos de Gobierno podrían incrementarse si
biar y en los costes de las modificaciones. sectores una cierta insatisfacción o que se durante algún tiempo los partidos vence-
Los cambios efectuados en la mayor parte vincule a una cierta desafección democráti- dores en las elecciones siguieran quedando
de los países europeos desde los años cin- ca, asociada a valoraciones críticas de los lejos de la mayoría absoluta de escaños; si
cuenta han solido contar con tres elemen- partidos, las Cortes o los parlamentarios. los partidos nacionalistas continuaran ne-
tos básicos: primero, existían acuerdos en- Pero no debe olvidarse que la forma de ex- gándose sistemáticamente a formar parte
tre las élites partidistas y parlamentarias presión del voto es una de las variables más de Gobiernos de coalición; y si no llegara
tanto sobre el problema (casi siempre, el débiles del sistema electoral, por lo que su a surgir una nueva fuerza intermedia que
de la desproporcionalidad) como sobre su responsabilidad en la aparición de esas de- desempeñara el papel de partido bisagra
solución mediante la reforma adoptada, ficiencias tiene todas las trazas de ser míni- que ahora realizan los nacionalistas17. El
cuyos costes todos estaban dispuestos a ma. En consecuencia, es también probable mantenimiento de estos tres supuestos
asumir; segundo, se ha preferido siempre que su contribución a resolverlas mediante podría llevar a nuevas reconsideraciones
una estrategia gradualista a otra maxima- una modificación de sus características bá- del sistema electoral. Pero entonces la dis-
lista en los objetivos y procedimientos se- sicas sea similarmente escasa, bien que en cusión sobre su proporcionalidad, y más
guidos; y, tercero, los protagonistas com- ese caso deba tenerse en cuenta el posible todavía sobre sus formas de expresión del
partían formas consensuales o “consocia- surgimiento de costes o de defectos impre- voto, quedaría postergada ante la búsque-
tivas” de hacer política y, por tanto, muy vistos que agraven la situación anterior. da de mecanismos que arrojen mayorías
alejadas de los discursos mayoritarios e Mayor importancia pueden revestir estables y a ser posible absolutas. Es pro-
impositivos. las implicaciones del sistema electoral ha- bable entonces que la fascinación produ-
La traslación de estos elementos al ca- cia las mayorías parlamentarias y la esta- cida por la capacidad integradora del mo-
so español resulta, al menos en los mo- bilidad de los Gobiernos. Hasta el mo- delo proporcional alemán deje paso, co-
mentos actuales, bien diferente. De una mento, una buena parte de las propuestas mo por lo demás está ya ocurriendo en
parte, la desproporcionalidad no parece de reforma se integraban sin dificultad en otros países, a la invocación de la artificial
ser un problema para ninguna de las prin- el diseño general del sistema electoral por eficacia del modelo mayoritario a dos
cipales fuerzas parlamentarias, excepto suponer sólo cambios menores en sus ele- vueltas francés. Pero, como suele decirse,
para IU; pero IU no ha hecho de la des- mentos constitutivos; por ejemplo, para ésa es otra historia y que en su caso debe-
reducir las desviaciones en el prorrateo de rá ser abordada en otra ocasión. ■
escaños entre las circunscripciones o los
16 Así, CiU obtuvo el 4,6%, el Partido Naciona-

lista Vasco (PNV) el 1,3% y todos los demás se mo- José Ramón Montero es catedrático de
vieron entre el 0,4% de Unió Valenciana (UV) y el 17 Santamaría, ‘El debate sobre las listas electora- Ciencia Política en la Universidad Autónoma de
0,9% del Bloque Nacional Galego (BNG). les’, pág. 242. Madrid. Autor de El control parlamentario.

38 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99



EXPERIMENTOS Y REFORMAS
ALFREDO FIERRO

D
e los contrapuestos perfiles y carreras actividad o a aquella otra. Una psicología de do el gobernante en un momento dado, en
del político y del científico trazó Max caracteres acompaña a su sociología de ar- el otro, conduce en el colmo a beatificar al
Weber1 un retrato clásico como figu- quetipos. primero como yogui e incriminar al segun-
ras históricas y sociológicas que tienen sus Así tipificados, el político y el científico do –y a cualquier acompañante suyo– como
peculiares rasgos en la moderna sociedad –conviene advertir ya aquí: asimismo el comisario; y contribuye siempre a una foto
occidental pero que ésta no ha creado en to- científico social o bien e igualmente el inte- de estereotipo, en la que, entre otros rasgos,
do: vienen a ella después de atravesar cul- lectual– forman una pareja tan justamente se supone que los científicos y los intelec-
turas y épocas. En sus respectivas semblan- célebre como la del yogui y el comisario, de tuales conocen de veras la realidad, aunque
zas fijó no sólo sus trazos peculiares, sino Koestler2, o la del sacerdote y el bufón, apenas la modifiquen, mientras la clase po-
también algunos principios y criterios de de Kolakowsky3, que no son meramente lite- lítica actúa sobre ella sin apenas conocerla.
discernimiento que han pasado a ser hitos y rarias, sino escorzos analíticos de la condi- Ahora bien, ni los científicos, salvo los seu-
formar parte del abecé de la conciencia in- ción humana o, al menos, de lugares socia- dointelectuales de gabinete, se ciñen a des-
telectual de nuestro tiempo: el Estado como les en la comunidad humana. Son parejas y cribir y conocer la realidad sin influir en
monopolizador de la violencia legítima en figuras de una sociología de tipos puros, ella, ni los políticos se limitan a actuar para
un territorio; la contraposición entre una ideales, como lo era la sociología compren- modificarla, a ojos vendados y desde el des-
ética de fines últimos y una ética de res- siva del propio Weber. Corresponden a un conocimiento. Unos y otros, en verdad, ha-
ponsabilidad, que es la propia del político; género de análisis cualitativo con cierto aro- cen –o están llamados a hacer– cosas seme-
la obligada abstención de la ciencia, inclui- ma fenomenológico, proporcionado por la jantes, aunque con diferente intención y en
das las ciencias humanas, en cuestiones so- busca del eidos, de la forma esencial, que se órdenes distintos: el científico social trata de
bre el significado de la vida, sobre qué hacer cobra el beneficio de la abstracción simpli- cambiar para comprender y conocer; el po-
y cómo vivir; y la consiguiente definición de ficadora, mientras paga por ello un alto pre- lítico trata de entender para cambiar.
la integridad intelectual y honestidad del cio en alejamiento de las realidades históri-
científico: no valerse de la plataforma aca- cas concretas. Reformas como experimentos
démica para inculcar valores. En un análisis de tipos puros, se ignora Desde la comprobación de las nada desde-
Al abordar esas figuras, trazó Weber asi- que entre los extremos prototípicos del po- ñables semejanzas, y en una caracterización
mismo su perfil psicológico. Dentro del lítico y del científico (o del intelectual) exis- no de foto fija, de arquetipos o roles, sino de
denso contenido de Beruf –que en alemán te una amplia galería de figuras interme- los procesos involucrados en sus respectivas
es a la vez profesión, oficio y vocación–, dias, mediadoras entre ellos: desde el exper- prácticas, surge una imagen algo diferente
atribuido por igual al político y al científico, to asesor del gobernante o de un organismo de la convencional. En ella destaca no ya el
colocó no escaso énfasis en los rasgos voca- de la Administración hasta el intelectual or- antagonismo, sino la afinidad –pese a su
cionales. Weber entiende y dice que nada es gánico de un partido o de un movimiento distinción, a su diferencia– entre las dos ac-
digno de un ser humano a menos que éste político. En ese análisis, además, se esque- tividades más típicas del político y del cien-
pueda llevarlo a cabo con devoción apasio- matizan las diferencias hasta un antagonis- tífico, que consisten, respectivamente, en
nada; ve al político como alguien que vive mo sin matices que corre serio riesgo de de- reformar y en experimentar. Es la imagen
para y de la política (pero lo mismo entien- gradarse en acríticos prejuicios de valor. En propuesta por Donald Campbell, un pres-
de del científico); y se pregunta qué clase de una hora de generalizado descrédito de los tigioso metodólogo de la investigación en
persona hay que ser para consagrarse a esta políticos en casi todo el orbe democrático, la las ciencias antroposociales, al proponer el
celebración de antagonismos arquetípicos lema racionalizador de “reformas como ex-
y cómodos entre el intelectual o el científi- perimentos”4.
1 Las que inicialmente fueron conferencias en 1918,
co social, en un lado, y el político, sobre to- Campbell preconiza contemplar las re-
en la Universidad de Múnich, Politik als Beruf y Wis-
senschaft als Beruf, fueron publicadas también en Múnich
formas sociales a partir de su analogía con la
por Duncker y Humboldt (1919) y luego quedaron in- investigación y, en concreto, con la cuasi
corporadas a las respectivas compilaciones temáticas Ge-
sammelte politische Schriften (Múnich, 1921) y Gesam- 2 ‘El yogui y el comisario’ apareció en la revista lon-

melte Aufsätze zum Wissenschaftlehre (Tubinga, 1922). dinense Horizon en junio de 1942.
Hay versiones en castellano: cfr. Ensayos de sociología 3 El texto de Kolakowski está recogido en El hom- 4 Reforms as experiments. American Psychologist,

contemporánea. Planeta-Agostini, Barcelona, 1985. bre sin alternativa. Alianza, Madrid, 1970. vol. 24, págs. 409-429, 1969.

40 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99


n
experimentación de campo. Es éste un gé- ticos han de aprender– de las reformas (y de neamente la altere. El político, en cambio,
nero de indagación que cumple algunas de sus consecuencias efectivas) en modo se- opera en un vector histórico de una sola di-
las condiciones de la experimentación pro- mejante a como los científicos infieren y rección e irreversible, en un tiempo huma-
piamente tal, pero no todas; no la aleato- aprenden de los experimentos (y de sus re- no sin retroceso, sin posible retorno a un es-
riedad de la asignación a condiciones expe- sultados) y, en general, de la investigación. tado prístino de cosas: “Lo hecho, hecho
rimentales, con las correspondientes con- Y no sólo aprendemos, sino que empren- está”, como dice lady Macbeth, y no hay
secuencias para la lógica de la investigación. demos: los políticos habrían de emprender posibilidad de deshacerlo, de rebobinar la
Campbell ha contribuido a dilucidar esas las reformas con ese mismo espíritu. Se tra- historia. Ahora bien, esta condición de irre-
consecuencias. A él se deben algunas de las ta, pues, de la racionalidad científica –y no versibilidad afecta a otras intervenciones y
más orientadoras propuestas metodológi- sólo, aunque también, de la lógica experi- no sólo a la del político; también a las de al-
cas y prescripciones heurísticas, que han pa- mental– como analogía y modelo para la gunos profesionales de la ciencia, como el
sado a ser canónicas, en la lógica de la infe- práctica política. educador, el terapeuta, el médico o a me-
rencia propia de la investigación cuasi ex- La analogía, por lo demás, no postula nudo incluso el investigador de laboratorio
perimental en las ciencias sociales. Camp- una estricta equivalencia (¡sería insosteni- biológico o ecológico. ¿No hay interven-
bell, además, ha contribuido a esclarecer las ble!) entre la investigación científica y la ac- ciones humanas que degradan la naturaleza
principales amenazas a la validez externa e tividad política, tan diferentes en muchas de de modo irreversible?
interna de los experimentos estrictos y de sus características. Es ilustrativo, con todo, Existe una segunda desemejanza que da
otras indagaciones afines de los científicos; examinar cómo incluso algunas diferencias, pie a la posible alegación –con sello de ori-
y quizá sobre todo ha imbuido a los inves- y precisamente las que antes saltan a la vis- gen en la escuela de Francfort– de que el
tigadores sociales de la convicción de que las ta, emergen sobre un fondo de innegables modelo de aproximación entre actividad
inferencias por desarrollar en cualquier in- semejanzas. científica y política sirve de hecho, de pro-
tervención o programa de cambio han de Es diferente, desde luego, el modo en pósito o no, a un proyecto políticamente
establecerse mediante el contraste no entre que cada uno de estos personajes pone a conservador y epistemológicamente reduc-
el “antes” y el “después” de la medida adop- prueba sus hipótesis. El científico –en rigor, cionista. Sería éste el propósito y proyecto
tada, sino entre dos programas o medidas el investigador de la naturaleza y no tanto el de trasladar al ámbito político una raciona-
alternativas5. de la acción y de la condición humana– lo lidad instrumental y tecnológica, la racio-
La aproximación y analogía así pro- hace dentro de supuestos de reversibilidad nalidad de los medios, propia de la ciencia
puestas resaltan que aprendemos –y los polí- de los procesos estudiados. Presume que el natural, cuando la racionalidad pertinente
río volverá a sus aguas, que el curso de los en aquel ámbito es la de los fines, los valo-
acontecimientos retornará al estado de cosas res, una racionalidad teleológica, crítica y
5 D. T. Campbell y J. C. Stanley: Experimental
anterior a la intervención experimental: un dialéctica. Es alegación, empero, a la que ca-
and Quasi-Experimental Designs for Research, Rand Mc- estado que regresa siempre porque la natu- be rebajar mucho los humos; cabe oponer
Nally, Chicago, 1966. Diseños experimentales y cuasi-ex-
perimentales en la investigación social. Amorrortu, Buenos raleza es más fuerte en su devenir que cual- que, aun aceptadas diferencias significati-
Aires, 1973. quier intervención humana que momentá- vas en los citados modos de racionalidad, no

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
41
EXPERIMENTOS Y REFORMAS

todo el dominio de lo político está llamado mano diseñarse al modo en que se diseña correspondencia entre la idea (lo ideado,
a regirse por la racionalidad de los fines o un experimento o una investigación, con no el ideal inalcanzable) y lo real, la realiza-
valores; que buena parte de ese dominio los debidos controles o contrastes. Sin em- ción posible. Invita a ello con toda clase de
pertenece a la más prosaica racionalidad de bargo, se presumen de éxito y llegados a cautelas, con máxima prudencia tanto filo-
los medios, instrumental y tecnológica; y buen fin por el simple hecho de consumar- sófica como política; y ahí es donde vale la
que a menudo es ya en esa prosa donde se se, de llegar a término sin catástrofe. Inclu- moraleja del cuento del aprendiz de brujo,
descalifican –o dicho en lenguaje de ciencia: so se alardea de ellos sin haberse llegado a la de no desencadenar fuerzas cuyo poder se
se refutan– no pocas de las reformas em- establecer empíricamente, con datos positi- ignora. Los experimentos sociales han de
prendidas. vos y resultados a la vista, que cierta medi- hacerse, sí, con gaseosa; pero, no menos
Pero, además y por otra parte, es preci- da o programa es mejor que otra alternati- cierto, han de hacerse, hay que experimen-
so hacer frente al prejuicio que contribuye a va o que ninguna medida en absoluto. tar alternativas.
desacreditar a la investigación de ciencia, De la analogía bajo consideración se si- La analogía con la investigación cientí-
en particular de la ciencia social empírica, al gue todavía otro lema, otra metáfora, tam- fica –y aun con la experimentación– es más
tildar a la racionalidad científica de sólo po- bién formulada por Campbell hace ya 30 estrecha en el nivel de las medidas políticas
sitivista, instrumental y tecnocrática, para años: el científico social –y cabría añadir el concretas, como son los programas educa-
mejor trasladar a la filosofía, a una seudofi- tecnológico social, sin repugnancia a esta ex- tivos, los sanitarios y los de prevención de
losofía social especulativa, la jurisdicción presión– como “servidor metodológico de la riesgos. En éstos resulta posible atender y
exclusiva en el debate sobre valores y fines. sociedad experimentadora”7: no ya civil ser- observar en todo su rigor la lógica de la cua-
Es un prejuicio nacido de la arrogancia de la vant, funcionario público o social, sino si experimentación. Basta para ello poner en
razón pura –o más bien impura: de un pen- servant metodológico y metódico, alguien que marcha en poblaciones distintas dos pro-
samiento desiderativo e imaginario, que no no tiene por qué ser —ni tampoco dejar gramas diferentes ordenados a un mismo
imaginativo–; y es fruto también de la pe- de ser– funcionario en el sentido académico fin. No es inmoral, ni tampoco discrimina-
reza intelectual, que encuentra más cómodo o burocrático, pero que, cualesquiera sean torio, proceder de ese modo. No lo es cuan-
especular y dictaminar acerca de los fines o sus condiciones laborales, desempeña una do, como sucede casi siempre, antes de im-
valores sobre el fundamento –es un decir– función pública, social. El científico social es plementarlos no se sabe a ciencia cierta cuál
de preferencias e intuiciones subjetivas, en- entonces un servidor cívico, alguien que en de dos programas o conjuntos de medidas
mascaradas en mediocre filosofía (aquella a la su investigación, en su conocimiento y puede ser más beneficioso. La situación no
que el barojiano Silvestre Paradox le veía en su proceder metódico, y no sólo en su es diferente de la del dermatólogo que ante
la ventaja de “no exigir experimentos ni eventual posición de intelectual orgánico o un problema en la piel de las manos de un
pruebas de gasto”), que aplicarse a investi- de asesor experto, está en funciones de ser- paciente, y en la incertidumbre sobre el tra-
garlos en una indagación racional asistida vicio público. tamiento más eficaz, prescribe tratar la ma-
por la ciencia. Así, pues, el modelo que asimila las re- no derecha con un producto y la izquierda
Ahora bien, y por el contrario, existen formas a los experimentos científicos no es con otro de diferente composición. La si-
modos y modelos de investigación del todo en absoluto conservador; antes bien, y por el tuación es solamente mucho más compleja
ajenos a la racionalidad tecnocrática así de- contrario, exige el escrutinio y contraste crí- y más difícil de administrar. Pero, con vo-
nostada: desde el modelo –desarrollado en tico de todo programa de reforma; y es re- luntad de articular, comprobar y contrastar
ámbito educativo– de investigación en la volucionario al hablar nada menos que de vías o medios alternativos para un mismo
acción, o la investigación evaluativa en fines, “sociedad experimentadora”: en proceso fin, una administración sanitaria o educati-
hasta el modelo sociocrítico de investiga- de cambio y de permanente búsqueda de al- va puede perfectamente desarrollar de mo-
ción directamente derivado de principios ternativas. do simultáneo programas distintos en hos-
de la propia escuela de Francfort6. Hace 30 años hablar de sociedad expe- pitales y, respectivamente, escuelas diferen-
rimentadora era lo menos que se podía pro- tes.
Funciones públicas en la poner. Ni siquiera sonaba entonces a ha- Se comprende por eso que se hayan de-
sociedad experimentadora blar en sueños. Era la década de las alterna- senvuelto en el doble ámbito educativo y sa-
La divisa de “reformas como experimentos” tivas, de la utopía, cuando parecía abierta nitario los principales estudios en ese géne-
tiene méritos como para inquietar más que cualquier posibilidad de ensayo, de experi- ro de investigación –muy especialmente
aquietar a los políticos. De ella se derivan mentación social. ¿Quién piensa en eso aho- ligado a las correspondientes medidas, pro-
consecuencias bien subversivas. De ella se si- ra, en la larga hora de una conciencia social gramas y reformas– que es la investigación
gue, desde luego, una moción de censura al desengañada? Sin embargo, hoy como ayer evaluativa8. No sólo es viable, es necesario,
modo habitual en que se emprenden, desa- y anteayer, el pensamiento ilustrado, el alec- investigar, evaluar y juzgar si tal o cual pro-
rrollan, concluyen y abandonan muchos cionado por el conocimiento empírico de la grama de integración escolar de grupos mar-
programas sociales y medidas políticas: sin realidad, es algo más que pensamiento rea- ginados o de alumnos con necesidades edu-
contrastación o evaluación alguna y, en con- lista y pragmático; es, al propio tiempo, cativas especiales, o tal o cual campaña de
secuencia, sin rendir cuentas de sus resulta- aquel que piensa, formula y proyecta alter- prevención de accidentes o del sida, es pre-
dos. Deberían ya desde el inicio y de ante- nativas viables y, en consecuencia, invita a ferible a otro programa o campaña alterna-
ensayar con ellas, a llegar a ponerlas a prue- tiva.
ba, tratando de conquistar con eso alguna Los programas concretos son evaluables
6 Véanse la entrevista con Theodor Adorno sobre con un rigor comparable, si no equipara-
educación y los textos de K. Schaller, W. Klafk y H. H.
Groothoff, este último sobre la relevancia de Jürgen Ha-
bermas a ese mismo propósito, en el número 280 de la 7 D. T. Campbell: ‘The Social Scientist as Metho-

Revista de Educación (mayo 1986), número monográfi- dological Servant in an Experimenting Society’, en Scien- 8 Cfr. D. L. Stufflebeam y A. J. Shinkfield: Evalua-
co consagrado a “teoría crítica y educación”. ce, 1970. ción sistemática. MEC, Madrid; Paidós, Barcelona, 1987.

42 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99 n


ALFREDO FIERRO

nuevo qué hipótesis, qué líneas de cambio


social –otras o las mismas– van a someterse
a prueba en los años de una nueva legisla-
tura, de un nuevo mandato. Aquí, como
en la ciencia, el aval de la racionalidad –por
no decir de la objetividad– es la intersubje-
tividad, la colectividad de sujetos racionales,
una racionalidad, desde luego, en la que se
halla en juego no sólo la razón instrumental
–la adecuación de medios a fines–, sino
también la otra, la teleológica y axiológica,
la pertinente a fines y valores: las hipótesis
y la verificación se apiñan en conglomerados
donde van juntos los fines –o las preferen-
cias– y los medios, las vías para alcanzarlos.
Aproximar la práctica política a la ra-
cionalidad de la ciencia tiene sus límites y
sus riesgos: principalmente el de tomar tan
sólo la razón instrumental y positivista. Pe-
ro mayores aún son los peligros de pensar-
ble, con el de la investigación social. Con un método con reglas bien definidas; enun- la en lejanía y en antagonismo. Alejado de la
ellos, con sus alternativas, se puede no sólo cia hipótesis que podrán contrastarse con la racionalidad (y, guste o no, la ciencia ofre-
ensayar, poner a prueba, sino “(cuasi)expe- realidad de manera no equívoca. El político, ce el arquetipo de la racionalidad), lo polí-
rimentar”. Las políticas globales, en cam- en cambio, las formula desde una raciona- tico decae en el puro voluntarismo y deci-
bio, no pueden ser objeto de tal cuasi expe- lidad harto incompleta e imperfecta, desde sionismo, en voluntad general, en suma
rimentación y ni siquiera de evaluación en un empirismo pobre, equívocamente con- mayoritaria de voluntades, cuando no au-
sentido estricto, con rigor de método. trastado y difícilmente contrastable con la toritarismo, tiranía manifiesta o subrepticia,
realidad. A ésta la aprehende y presagia, so- ya de unos pocos, ya de un líder con ma-
La racionalidad bre todo, en la mera intuición y en diag- quiavelismo o con carisma suficiente como
política y la científica nóstico de ojo clínico, en cierto olfato adivi- para suscitar culto y docilidad a su propia
El modelo de “reformas como experimen- natorio, sin otro desmentido posible que el persona.
tos” claudica mucho, sin embargo, al pre- desastre electoral o la completa y generali- La aproximación entre las reformas y
tender extrapolar la analogía a la globali- zada insatisfacción de los presuntos benefi- los experimentos o la investigación científi-
dad del cambio social deliberado. La expe- ciarios de su política. ca contribuye a recordar que las políticas, las
rimentación –y la investigación— comporta Aun así e incluso entonces, aun inclu- medidas y programas de gobierno, y tam-
procedimientos de análisis: trocea lo que yendo en la cuenta los dos elementos cru- bién el comportamiento electoral de los ciu-
estudia, aísla las diferentes variables que ma- ciales que les separan (el de afrontar o no dadanos incluyen y constituyen –deberían
neja u observa; y requiere, además, alguna globalidades y la facilidad o no del contras- incluir y constituir– ejercicio de razón, pro-
exterioridad del investigador respecto al fe- te empírico), permanece válida –aunque al- ceso de toma de decisiones, donde algunos
nómeno y sistema investigado. No hay ex- go lejana ya– la analogía entre la experi- actos, incluso los relativos a valores o prefe-
perimentos ni metafísicos ni histórico-cul- mentación y la reforma social, sea cual sea, rencias, comportan actividad racional y se
turales. No cabe experimentar con totalida- o sencillamente el Gobierno. La analogía asemejan mucho a aquellas actividades en
des: con el ser y la nada, con la vida y la se hace visible en cada coyuntura de elec- que un investigador trata de comprobar sus
muerte o la dicha y la desgracia, ni tampo- ciones. En una contienda electoral, los pro- hipótesis, las contrasta en el crisol de la rea-
co con la cultura o con la sociedad como un gramas políticos en liza pueden ser asimila- lidad y se ve obligado, en consecuencia, ate-
todo. No es posible la experimentación o in- dos a hipótesis de investigación, a conjuntos niéndose a los resultados, a retenerlas o a re-
vestigación social global. No hay grupo ni de hipótesis científicas rivales. En las urnas chazarlas. Sólo desde ese acercamiento, el
condición de contraste, de comparación. se ventila qué conjunto, cuáles de ellas se político –y la política– tiene consigo algo
Además, la distanciada objetividad a que as- pondrán a prueba. El dictamen sobre la ve- más que el poder; tiene no digamos la ra-
pira el investigador y que define su carácter rificación de las hipótesis corresponde siem- zón, pero, esto sí, algo de razón. n
científico, cambia de naturaleza cuando él pre a una colectividad: en ciencia, a la de los
mismo se halla dentro del sistema que estu- colegas investigadores, que pueden replicar
dia. Así que no hay semejanzas sólo o dife- la investigación; en política, a la de los elec-
rencias menores. Hay al propio tiempo al- tores, que se pronunciarán sobre ello en los
guna diferencia mayor e irreductible entre el siguientes comicios.
político y el científico social. Cada ocasión electoral coloca sobre el
La brecha que separa al político y al tapete dos dictámenes distintos aunque re-
científico se agranda por las desemejanzas lacionados. Los ciudadanos, antes de nada,
en el fundamento desde donde formulan dictaminan si las hipótesis vencedoras o pre-
sus hipótesis. El científico lo hace desde valecientes en las anteriores elecciones se Alfredo Fierro es catedrático de Psicología en la
unas expectativas ampliamente fundadas en han cumplido o no a satisfacción; y no en Universidad de Málaga. Autor de Para una ciencia
hallazgos empíricos previos y con arreglo a segundo lugar, sino, sobre todo, deciden de del sujeto y Manual de Psicología de la Personalidad.

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
43
POLÍTICA INTERNACIONAL

LA AMENAZA CHÁVEZ EN VENEZUELA Sobre riqueza volátil y salvadores

MANUEL CABRERA

Los liberales aspiran a restringir la auto- rría, uno de los pocos constitu- buen gobernador en Estado destacar que, por singularidades
ridad / en sí, mientras que los demás as- yentes opositores, tuvo la cruel- (región) importante y pretende de la ley electoral, PRVZL, que
piran a / tenerla en sus propias manos. dad de recordar que en el pro- algo tan claro y aparentemente tiene 21 diputados, la mayoría
Isaiah Berlin grama de Gobierno de Chávez, sencillo como “romper con la por Estados clave, como el Dis-
había el compromiso de no excesiva dependencia del petró- trito Federal, Carabobo y Mi-

E
l 15 de diciembre de 1999 promulgar nueva “carta magna” leo y con los vicios que hacen randa, sólo logró un senador,
se aprobó en Venezuela si el texto no alcanzaba un res- ineficiente al Estado”, empe- por Carabobo, de donde era go-
una nueva Constitución, paldo superior a la mitad del zando por la creación de “un bernador el candidato presiden-
propugnada afanosamente por electorado, lo que No ha ocu- fondo de estabilización, con re- cial Henrique Salas y ahora lo es
el presidente Chávez, dizque rrido ni remotamente. cursos procedentes de la venta un hijo del mismo nombre y
para una democracia teórica- Después de las elecciones le- de crudo” y la inmediata rene- partido. Se trata de un Estado
mente más “amplia”, pero de gislativas y regionales de Vene- gociación de la deuda. poco extenso, pero muy pobla-
hecho tutelada, en plebiscito zuela, el 8 de noviembre de En esas primeras elecciones do a nivel venezolano, y tiene
que registró más del 54% de 1998, nos bombardearon ver- con participación del Movi- por capital la ciudad de Valencia
abstención, menos que en ante- siones mediáticas sobre aplas- miento V República (MVR), –más de un millón de habitan-
riores convocatorias del “chavis- tantes victorias electorales de originado alrededor de los mili- tes–, que es el mayor centro de
mo” –pese a resultar ésta una un arcángel con espada afilada tares golpistas seguidores de industria y empresariado mo-
jornada catastrófica, con el dios que barrerá corrupciones abis- Hugo Chávez en 1992 y con- dernos.
de la lluvia prodigándose to- males, latrocinios infinitos, pe- vertido en el PP de 1999, éste En cuanto a los gobernado-
rrencial y dañino–. Los colegios ro la realidad de los números se colocó en segundo lugar, tras res, de un total de 23: 8 son de
electorales aplazaron dos horas permite cuestionar tales triun- AD, dejando atrás al COPEI, al AD y 7 pertenecen al MVR,
el cierre y el resultado* fue de fos y la objetividad histórica PRVZL y al Movimiento al So- más aliados; 6, al COPEI, con
un 71,20% para el Sí y un hace dudosa la necesidad de cialismo (MAS), aparte los gru- aliados; 1, al PRVZL, y otro, a
28,80% para el No explícito. arrasar con la democracia de las pos menores. El ex presidente un aglutinado Convergencia. En
Durante la campaña, muy per- últimas décadas, aunque fuera Carlos Andrés Pérez –que per- el Estado llanero de Barinas, cu-
sonalizada, el líder había intimi- cierto que, aparte su afición manecía bajo arresto domicilia- na del presidente Chávez, éste
dado a las gentes con presuntos por la corruptela, los dos gran- rio desde que cesó abruptamen- designó candidato a su papá,
riesgos de violenta confronta- des partidos predominantes en te su mandato en 1993– obtu- Hugo de los Reyes Chávez,
ción civil si no se aceptaba su las últimas décadas, el socialde- vo acta de senador en su Estado quien salió electo por 68.043 vo-
propuesta, e incluso resucitó la mócrata Acción Democrática natal, Táchira, por el partido tos, el 43,55% de los emitidos.
pugna entre “patriotas” y “realis- (AD) y el democristiano Comi- Apertura, que había creado al O sea, que tanto en el Con-
tas” de principios del siglo pasa- té de Organización Política efecto. Luego renunció al acta, greso (las dos cámaras) como en
do cuando la primera guerra ci- Electoral Independiente (CO- para poder concurrir en las elec- los Gobiernos de los Estados, los
vil venezolana, que derivó en in- PEI), estaban apolillados, exan- ciones a la Asamblea Nacional partidarios de Chávez quedaron
dependencia respecto de España gües para ofrecer mensaje creí- Constituyente (ANC), panacea como segunda fuerza, equiva-
y en nuevas guerras civiles salva- ble y acción eficaz de Gobier- del chavismo, y, horrible sorpre- lente a un tercio o menos, apro-
jes, repetidas hasta ya entrada la no. Por eso han perdido apoyo sa, no obtuvo suficiente respal- ximadamente, del total respecti-
centuria ahora concluida. Por su del electorado, que se ha incli- do entre sus ingratos paisanos. vo, aparte una abstención del
parte, Fidel Castro denunció en nado por la abstención y por El Congreso (Parlamento) 47% del electorado.
La Habana un supuesto plan de dos nuevas apuestas muy dispa- quedó constituido así: Ciertamente, en las eleccio-
exilio cubano en Miami para res entre sí y aún poco decanta- Senado. Del total de 48 ele- nes presidenciales casi inmedia-
asesinar al presidente de Vene- das, caso de que perduren: el gibles: AD obtuvo 19; MVR tas, del 6 de diciembre de 1998,
zuela ni más ni menos. conglomerado “revolucionario” (Chávez) consiguió 13; 7, el ganó el ex teniente coronel pa-
Al conocerse los resultados voluntarista Polo Patriótico COPEI; 4, el MAS, y 5 reparti- racaidista Hugo Chávez Frías,
del referéndum, Jorge Olava- (PP), que apoya al caudillo dos entre los pequeños. golpista fracasado en 1992, jun-
Chávez, y la agrupación Pro- Cámara de Diputados. De to a otros cuatro de un total de
yecto Venezuela (PRVZL), na- los 189 elegidos: AD tuvo 62; el 600 militares de ese grado, y
da demagógica, encabezada por MVR, 45; 27, el COPEI; 21, presidente iluminado a fines del
* Resultados provisionales. El escruti-
nio total y definitivo es tan lento que un economista poco carismáti- el PRVZL; 19, el MAS, y el resto milenio, en unos comicios cele-
puede demorar meses. co, Henrique Salas, que ha sido repartido entre menores. Cabe brados en contexto de “viento

44 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99


n
que los datos exactos se desco- gislativo de los ascensos milita-
nocían al cabo de dos meses, res [de amiguetes], reiteradas
por lamentable lentitud en el amenazas a las instituciones e
definitivo recuento por parte del incitación al caos”. La acusación
Consejo Nacional Electoral. Esa estaba formulada por el congre-
menos de la mitad del electora- sista, designado orador oficial,
do que concurrió a las urnas se el escritor e historiador Jorge
volcó por el militar en un 65%, Olavarría, quien ante el cuerpo
pero la ley electoral machaca diplomático presente denunció,
además a la minoría y el 35% de además, “la demencial” carrera
los votos se refleja en apenas un iniciada por el nuevo mandata-
4% de los escaños. O sea, el rio, con el cual le unieron antes
65% de los votos se convierte en amistosas relaciones. Olavarría
el 96% de los escaños: 120 esca- tuvo que soportar reiteradas
ños sobre 131. amonestaciones por parte del
En sus arrolladoras campa- nuevo presidente de la Cámara
ñas hacia la conquista del poder y militar de profesión, el coro-
“por vía democrática”, Hugo nel Luis Alfonso Dávila, quien
Chávez Frías, con 46 años de gritaba en balde: “¡No hemos
Hugo Chávez edad y recia figura –que gusta venido a escuchar insultos con-
mostrar vestido de beisbolista, tra el presidente!”.
como otrora Fidel Castro–, ha Al ministro del Interior, Ig-
revolucionario”, y, pese a ello, convocado sin contar con el prometido de todo, casi como nacio Arcaya, se le escapó al día
con una abstención del 35,23%, Parlamento– se consideró que la recrear Venezuela. Por lo demás siguiente, en declaraciones a El
más un 6,03% de votos nulos. cuantiosa abstención, pese a pidió tranquilamente en julio Diario de Caracas, que Chávez
De los 5.258.590 votos válidos, la atmósfera pasional, denotaba que el Congreso (Parlamento) y no tenía previsto “dar golpe de
Chávez obtuvo 2.968.583 un temprano desgaste del cha- la corte (tribunal) suprema lega- Estado alguno al estilo de Fuji-
(56,45%), y Henrique Salas Ro- vismo. De otro lado, un pro- les renunciaran a existir, disol- mori en Perú”; y algunos recor-
mer, de PRVZL, quedó segundo hombre de la “nueva situación”, viéndose por las buenas, “para daron la comprensión con que
con 2.076.731 (39,49%). Al- el senador Hermann Escarrá, evitar enfrentamientos” con la en Lima se vio el fallido golpe
guien dijo que por Chávez vota- manifestó –distanciándose del ANC, que debe redactar y del venezolano en 1992, pese a
ron los deseosos de maná celes- oficialismo feliz– que “la abs- aprobar una nueva Constitu- que la inmensa mayoría de los
tial y por Salas los que saben tención es preocupante”, y, si se ción, cuyo borrador tenía listo 75.000 hombres que compo-
aritmética. repetía en la elección de la el propio presidente y que prevé nían las FF AA se mantuvieron
Ahora bien, ya en el poder, y ANC, “habrá que repensar el su reelección, a pesar de que al margen o combatieron contra
puesta toda la carne en el asador proyecto de transformación del una regla de la democracia ve- los alzados.
de la “gran promesa”, en el refe- país que Chávez representa”. nezolana era que para volver a “No tengo el poder absoluto
réndum consultivo del 26 de Ave de mal agüero Escarra presentarse debía pasar un pe- ni quiero tenerlo”, dijo Chávez
abril de 1999, para respaldar la porque, lejos de la euforia públi- riodo de 10 años, dos legislatu- el 5 de agosto de 1999 en entre-
convocatoria de ANC (Asam- ca presidencial y un Amazonas ras. Chávez, sin embargo, ase- vista a cuatro medios interna-
blea Nacional Constituyente), de demagogia, en las elecciones gura que de ninguna manera cionales, incluido El País, si
la abstención superó el 61% del del 25 de julio pasado para esa abriga tentaciones totalitarias, bien esquivó responder si respe-
electorado. Chávez se mostró ANC, la “soberanísima” en decir dictatoriales o caudillistas, pese taría determinados dictámenes
dichoso con el Sí otorgado por del flamante presidente –que a que el día 5 de julio, en los ac- de la corte suprema sobre que la
cerca del 90% de los participan- fue número uno de su promo- tos conmemorativos del 188º ANC no tiene derecho a decla-
tes, que sin embargo fueron po- ción en la escuela militar–, pero aniversario de la independencia rarse “poder máximo del Esta-
co más del 30% de los electo- que algunos consideran la “ob- nacional, tuvo que escuchar en do”. Asimismo, restó importan-
res, pero desde la oposición secuentísima”, el electorado op- el salón de sesiones del Congre- cia al creciente número de mili-
–que a priori puso en duda la tó de nuevo en más de su mitad so una petición para ser enjui- tares que sustituyen a civiles en
legitimidad de un referéndum, por la abstención, el 53%, aun- ciado por “desacato al veto le- altos cargos y no aclaró (“no

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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45
LA AMENAZA CHÁVEZ EN VENEZUELA

voy a responder a eso”, dijo del dictador Juan Vicente Gó- tólico, oficialmente confesio- Anteriormente, desde 1908
francamente) el destino, el pa- mez–, más la posible reelección nal), encandilados con la tangi- hasta su muerte, 1935, había
pel que puede esperar la oposi- del primer mandatario de forma ble resurrección de apuestas me- mandado el último caudillo ar-
ción en el nuevo régimen que, consecutiva, con lo que Chávez siánicas. De hecho, Chávez quetípico, Juan Vicente Gómez
según el mandatario, debe dar estará tentado de sacrificarse en anunció “diálogos” que produje- –mirada aguda y bigotazo–,
(“al pueblo”) garantías de vi- el servicio a la patria durante 14 ron indignación en Bogotá, has- aunque a veces “delegaba” la
vienda, salud, educación, justi- años, para empezar, a partir de ta que el presidente Cardoso, de presidencia de la República en
cia y libertad. las convocatorias electorales que Brasil, aportó calma y sensatez. alguien de confianza. A fines
Con todo, la insistente abs- emanen de la nueva legalidad; Pero veamos primero hechos del periodo se produjo el hecho
tención electoral y los consejos peculiar y que no sabemos hasta de historia reciente que parece más importante de la historia
de calma enviados por los Go- qué punto se consolidará, si lejana, cuando se produjeron nacional: la confirmación de ya-
biernos de España y México, la bien es cierto que el paracaidista cambios fundamentales en Co- cimientos petrolíferos, cuyos
decisión del joven presidente de no tiene rival de enjundia con lombia, Cuba y Venezuela, casi rendimientos determinarán el
la Cámara de los Diputados, el carisma y el mundo anda asom- simultáneos. En 1957 fue de- fin de la Venezuela clásica, ga-
democristiano Henrique Capri- brado ante la escalada milagrera puesto el dictador colombiano, nadera, exportadora de cueros;
les, y la “salvaje campaña inter- en un país gran productor de general Rojas Pinilla, y en 1958 agraria, exportadora de cacao,
nacional contra la revolución oro negro, como está desconcer- se eligió democráticamente co- de café, y su conversión en un
venezolana”, Chávez dixit, tu- tada la oposición interna hones- mo presidente al liberal Alberto país importador casi absoluto y
vieron su incidencia; así como ta e ilustrada. Por ahora. Lleras Camargo. Los grandes primer exportador de petróleo
el comentario del presidente del Hay que considerar además, partidos, conservador y liberal, entre 1925 y 1970. Hasta en-
Banco Interamericano de Desa- sobre la volubilidad de un pue- crearon el Frente Nacional Ci- tonces, Los Llanos era la región
rrollo (BID), el uruguayo Enri- blo emotivo, poco calculador, vil, y la democracia no ha sufri- clave en el área central, entre el
que Iglesias, de gran trayectoria que en 1946, en otra constitu- do solución de continuidad Ande y la costa, tierra ganadera
en responsabilidades americanas yente presidida por el poeta An- hasta hoy, pese a injusticias y y de caballistas boyeros como el
y en su país, de que “el populis- drés Eloy Blanco, los electores muy serios problemas agrava- gaucho argentino o el vaquero
mo se ha dado como una enfer- otorgaron a la entonces emer- dos por la empecinada violen- de EE UU, verdaderos centau-
medad en muchos países de gente AD, ahora en capilla, el cia guerrillera, particularmente ros aquéllos, terribles lanza en
América Latina, pero está en re- 80% de los votos, un 15% más las veteranísimas Fuerzas Arma- ristre si había guerra. En la pro-
troceso por una razón muy sen- que el PP actual. das Revolucionarias de Colom- longada refriega independentis-
cilla: ni el mundo ni las opinio- Claro que, en su día, la ma- bia (FARC), de origen comu- ta, encabezados por el terrible
nes públicas compran ya fácil- yoría de AD descartó la pro- nista ortodoxo y manejadas por personaje asturiano, muy acli-
mente populismo (…) que ha puesta revolucionaria castrista, el no menos veteranísimo Ma- matado, Boves, derrotaron una
sido factor altamente distorsio- mientras que ahora Fidel Castro nuel Marulanda, Tirofijo, de se- y otra vez a las gentes de Bolí-
nante de las economías (…) y respiró hondo con el acceso al ráfico sobrenombre. var. Encabezados luego por el
es mal consejero para la pobreza poder en Venezuela de quien ca- En Cuba, la Navidad de criollo Páez, derrotaban a los es-
y para los equilibrios funda- lificó rápidamente como “nuevo 1958 fue aprovechada por el pañoles del único ejército pe-
mentales que permiten crecer Bolívar” cuando fue a visitarle combatido Fulgencio Batista pa- ninsular que combatió en Amé-
sanamente a una economía” (El en La Habana y del que espera ra abandonar el poder y el país. rica continental. Hugo Chávez
País, 9 de octubre de 1999). magnanimidad para que Cuba Ocho días después entró Fidel nació en el Estado llanero de
Como, además, las expectati- se abastezca de petróleo donde en la capital abierta y estableció Barinas. Los Llanos vinieron a
vas de mejores precios del crudo solía en tiempos económica- su sistema revolucionario de par- menos relativamente –aunque
están en alza, Chávez irá mode- mente normales. El cubano es- tido y líder únicos, va camino de siguen con gente brava y en
rando su discurso y aceptará tuvo presente en la toma de po- 42 años –jamás se aferró tanto a cierto modo son la Venezuela
“convivir con las viejas institu- sesión de Chávez como presi- la silla cualquier tipo de gober- profunda, solar del tan bello jo-
ciones [la corte suprema ‘se sui- dente y sacó ostensiblemente nante en cualquier país de Amé- ropo–, desde que habían apare-
cidó’] durante la transición a la una libreta en la que tomaba rica, nunca–, y eso que en los cido The Venezuela Develop-
nueva república”, respaldada notas, lo que pareció inquietar a bellos tiempos de Sierra Maestra ment Company Ltd. y la Vene-
hoy por hoy, no lo olvidemos, militares venezolanos constitu- prometía elecciones de verdad zuela Oil Concession, con
por el 30% de los ciudadanos cionalistas y a los chavistas, sí, (lo reseñaba Jorge Masetti, el concesiones en principio por 50
con derecho a voto, y que Vene- pero no castristas, puesto que creador de la agencia Prensa años. La población se irá trasva-
zuela vive la contradicción de tuvieron que pelear contra la Latina, en un libro editado en sando del campo hacia la costa,
un Congreso donde la oposi- guerrilla tiempo atrás. De otro La Habana ya con Fidel en el dejará de producir comida y se
ción al chavismo es mayoría, y lado, pueden temerse alegrías poder de facto). En Venezuela, al hará urbanita –donde la cre-
una Asamblea donde esa oposi- entre capos guerrilleros de la ve- comienzo de 1958, el 23 de ene- ciente burocracia inepta; más la
ción apenas tiene voz. cina Colombia (de los que no se ro, habían derrocado al joven actividad petrolera y los servi-
De la constitución votada en sabe hasta dónde llegan como dictador y constructor de auto- cios–, en buena parte parasitaria
el último plebiscito cabe desta- idealistas ni dónde empiezan co- pistas Marcos Pérez Jiménez del clientelismo de los partidos
car la ambigüedad referida al so- mo socios del narcotráfico o ex- –que se instaló en Madrid, don- en democracia, y aun antes.
metimiento de las FF AA al po- torsionadores de oficio median- de sigue ya anciano–, y se consti- Para cualquier Gobierno,
der civil, y la prórroga de los pe- te secuestro indiscriminado, tuyó un Gobierno provisional ahora ¿cómo insertar en activi-
riodos presidenciales –de 5 a 7 bautizado como “pesca milagro- presidido por el almirante pro- dad productiva cierta a una ma-
años, en un regreso a tiempos sa”, cual corresponde a país ca- gresista Wolfgang Larrazábal. sa de población que carece de

46 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99


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MANUEL CABRERA

oficio concreto, como carecie- reducir el potencial apoyo al mer importador– y no había Fidel se las había prometido
ron sus padres? Claro que si el rupturismo. confianza en el candidato gana- muy felices en la “hermana” Ve-
barril de petróleo sube de pre- Cuando falleció Gómez vino dor de las elecciones por fin ce- nezuela y acudió a Caracas en
cio, como está subiendo, se re- una transición curiosa con Go- lebradas, el populista Jovito Vi- cuanto pudo, pero le decepcio-
cupera liquidez financiera y se biernos encabezados por genera- llalba, de Unión Republicana nó la opción de democracia re-
reducen los problemas. Después les honorables, civilistas –López Democrática (URD), partido presentativa, “burguesa”, efec-
de todo, la actual “revolución Contreras y Medina Angarita–, que será superado, cuando vuel- tuada en serio por Betancourt,
venezolana” tiene harta relación que marginaban al gomecismo y va a votarse, por AD de Betan- quien dejó de ser héroe revolu-
con la caída del precio del barril hacían ministros a hombres co- court y Raúl Leoni. cionario y se convirtió en “de-
por debajo de los 10 dólares, y mo Arturo Uslar Pietri, que ini- Pérez Jiménez se mantuvo fensor a sueldo del imperialis-
ya anda por los 25. ció muy inteligentes planes edu- hasta ser vencido, en 1958, por mo norteamericano” (literal)…,
En un país de inmensos re- cativos y habló, escribió tenaz, un movimiento cívico-militar y nacieron las Fuerzas Arma-
cursos naturales –sin contar el alertando sobre el peligro de ex- en el que se significaron el refe- das de Liberación Nacional
hidrocarburo– y de superficie plotar masivamente el petróleo, rido almirante Larrazábal y el (FALN) de Venezuela, pioneras
doble que la de España, más de antes de que la sociedad tuviera periodista Fabricio Ojeda de otras fuerzas similares en his-
la mitad de la población vive o una mínima preparación para (quien será luego líder del cas- pano-latino-iberoamérica hasta
sobrevive en la capital y sus ale- digerir los beneficios sin empa- trismo local y morirá de forma nuestros días. Esas FALN sur-
daños, en las grandes ciudades cho cuasimortal. violenta), entre otros, con el gieron en 1961, pero en versión
como Valencia, Maracay, Bar- Rómulo Betancourt, de pa- apoyo de AD, de URD y del cubana “no fue hasta 1963
quisimeto o Maracaibo. Fuera dre canario, político de calibre COPEI, que se había gestado cuando adquirieron plena ma-
de eso sólo un Estado, el andi- continental latinoamericano, en los últimos tiempos en pro durez organizativa”. Eran “el
no Táchira –más de 11.000 ki- como el peruano Haya de la de elecciones libres, y de ahí su brazo armado del Frente de Li-
lómetros cuadrados–, supera el Torre, el puertorriqueño Mu- curioso nombre. Larrazábal beración Nacional”, integrado
millón de habitantes, y hay Es- ñoz Marín o el presidente radi- traspasó el poder provisional al por muchachos maravillados,
tados, como Amazonas, con cal de Argentina Hipólito Irigo- profesor Edgar Sanabria, quien como muchos en muchas par-
medio habitante por kilómetro yen, fue el creador de la social- decretó un incremento del 60% tes, con los logros de la revolu-
cuadrado, o Bolívar, con cinco demócrata AD; mientras el en el impuesto sobre la renta ción cubana –cuando en Cuba
apenas. La población venezola- nieto de inmigrantes canarios que debían pagar las compañías había entusiasmo “verde olivo”
na se ha triplicado en términos Rafael Caldera será el motor de petroleras. Éstas protestaron, y opulenta reserva de divisas en
absolutos, desde ocho millones la Democracia Cristiana, el pero no ocurrió nada, y en di- el banco estatal–, más el acerca-
de habitantes –nueve por kiló- COPEI y último presidente ciembre de 1958 fue elegido miento a las tesis castristas de
metro cuadrado–, antes de la (tuvo dos mandatos, como Pé- presidente Rómulo Betancourt, un peculiar PC, que acababa
oprobiosa democracia corrupta, rez) de la “corrupta”. También quien, por el llamado Pacto de de ser ilegalizado por eso mis-
a los casi veinticuatro millones se había hecho notar un man- Punto Fijo, incluyó en su Go- mo, y del Movimiento de Iz-
actuales (24,50 por kilómetro tuano, aristocracia criolla histó- bierno a representantes de quierda Revolucionaria (MIR),
cuadrado); y el analfabetismo rica, caraqueña en particular, de URD y del COPEI. en el mismo caso.
ha descendido desde un tre- la que fue máxima expresión la En 1960 se promulgó una Llegaron a operar como seis
mendo 70% a menos del 6% familia de Bolívar: Gustavo Ley de Reforma Agraria (mar- frentes guerrilleros, con mayor o
en el mismo nefasto periodo, Machado, que llegó a secretario zo), y en noviembre, en Cara- menor intensidad, esparcidos
según datos de 1995. general prácticamente vitalicio cas, gracias a la tenacidad del por los Estados de Falcón, Yara-
En la lucha de demócratas del PC, como el italiano Berlin- venezolano Juan Pablo Pérez cuy, Anzoátegui, Monagas, Su-
–liberales e izquierdistas– contra guer en lo de sangre azul. Alfonso, se constituyó la Orga- cre, Lara, Portuguesa, Trujillo,
Gómez se forjó una generación Esa primera transición hacia nización de Países Productores y Barinas, Mérida y Apure. O sea,
política de gentes decididas. la democracia incluyó una Exportadores de Petróleo actividad guerrillera en 11 de los
Unos, como Rómulo Betan- Asamblea Constituyente ya (OPEP), cuyas futuras decisio- Estados, la mitad del país. Ade-
court, optaron por la democra- mencionada –casi copada por la nes indujeron cambios en las re- más, actuaban las Unidades
cia, y otros, más soñadores, di- socialdemocracia que irrumpía– laciones económicas del mun- Tácticas de Combate (UTC),
gamos, por el castrismo y la gue- y tuvo como último presidente do. En 1961 se promulgó la guerrilla urbana, o sea, terroris-
rrilla, que será marea en los años al gran novelista Rómulo Galle- Constitución, ahora moribun- mo. ¿Qué hacer? El presidente
sesenta y explica en buena parte gos (1948), a quien sustituyó da, debatida y aprobada por el Betancourt y su sucesor también
la quema de los beneficios petro- otra junta militar provisional Parlamento; y en noviembre se “histórico” de AD Raúl Leoni
leros: no todo fue despilfarro y que debía convocar elecciones, rompieron relaciones diplomá- dejaron la táctica en manos mi-
corrupción. También hubo pro- pero fue asesinado el cabeza, co- ticas con Cuba, por las mismas litares profesionales –el palo– y
longado gasto militar, lógico en ronel Carlos Delgado Chal- razones que obligarán a la Or- condujeron personalmente la es-
tiempos de subversión contra el baud. Tomó la batuta el tenien- ganización de Estados America- trategia pacificadora –la zanaho-
Estado de derecho, y masiva in- te coronel Marcos Pérez Jiménez nos (OEA), en 1964 y 1967, a ria–. En 1969 se legaliza el PC
versión educativa, más o menos (no paracaidista), miembro de la adoptar sanciones contra el Go- desguerrillerizado y en abril de
acertada, e insensatos macropro- junta y dicen que bien visto por bierno de La Habana: el proba- 1970 se restablecen relaciones
yectos, como la siderurgia del la CIA, quien se quedó de facto do apoyo económico, logístico plenas con la URSS. Poco a po-
Orinoco, en Puerto Ordaz, fra- en el poder, en 1952, porque el y armado de Castro a movi- co fueron reducidos los frentes
casados. Más “creación de em- petróleo era ya negocio de mu- mientos insurreccionales, gue- belicosos, habrá amnistía y más
pleo” falso aunque pagado, para cha enjundia para EE UU –pri- rrilleros, de América. de un “comandante” aceptará la

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
47
LA AMENAZA CHÁVEZ EN VENEZUELA

lucha política, civil y un acta de ca, Juan Larrea o Pedro Grases, to golpista de Chávez en 1992, Tras las últimas elecciones
diputado, por ejemplo, Moisés y del semiexilio, como Manuel que causó unos 400 muertos, presidenciales, las de 1998, que
Moleiro, del MIR. García Pelayo, quien desde su pues por algo su actual rival del ganó Chávez, se detectó incerti-
El actual director del diario cátedra en Caracas vino a presi- PRVZL dijo que la opción dumbre en la vida económica
El Mundo de Caracas, periodista dir el primer Tribunal Consti- del ahora presidente, “nacida de de Venezuela, calificada como
muy ponderado, Teodoro Pet- tucional de España, y el filólogo la violencia, pudiera traernos “insostenible” por Vicente Bri-
koff, fue arriscado “comandan- y etnógrafo argentino Ángel de regreso a Gobiernos autorita- to, presidente de Fedecámaras
te” guerrillero y pasó a diputado Rosemblat, que desde Venezue- rios ya superados”. Aunque el –Federación de Cámaras y Aso-
y dirigente del partido de nueva la pinchó el globo del “genoci- militar rebelde, que causó la ciaciones de Comercio y Pro-
izquierda democrática, el MAS, dio de indios”, reduciendo los muerte de tantos compañeros ducción–, mientras los inverso-
del que se ha separado justa- 100 millones de habitantes constitucionalistas, dio con sus res extranjeros se mostraron
mente ahora, cuando el partido prehispanos, inventados por el huesos en la cárcel, hasta que lo alarmados. El candidato Salas
decidió apoyar a Chávez. Por eminente pionero del publicis- perdonó el octogenario Calde- ofrecía solvencia a esos niveles,
sus escritos actuales, guarda una mo, el padre Las Casas, a ape- ra, Carlos Andrés tuvo que aunque fuera reformista y resul-
actitud más bien irónica con el nas 14 millones, que el historia- ablandarse y anunciar reformas tara reclamador de un peculiar
nuevo fenómeno “nacional-re- dor cubano tan respetado por “encaminadas a restaurar la new deal.
volucionario”. En cuanto al gue- Che Guevara, Manuel Moreno confianza pública en el Gobier- En realidad, aun tratándose
rrillero de mayor fama, Douglas Fraginals alarga como máximo no y suavizar los programas de de un gesto visceral más que
Bravo, que vive, se mantiene a 20 millones. En fin, en Vene- austeridad”; pero al año si- maquiavélico, la agresividad
limpiamente fiel al ideal de un zuela se publicó el estupendo guiente se apagó el propio pre- –de momento, verbal– que el
mundo mejor, pero ya sin me- ensayo escandaloso Del buen sidente, cuando el Senado auto- ex teniente coronel y presidente
tralleta, y trabaja en proyectos salvaje al buen revolucionario, rizó su procesamiento por la emplea contra la clase política
cooperativos. escrito por el venezolano Carlos Corte Suprema, acusado de co- que ha gobernado los últimos
En 1983 se inauguró el mag- Rangel. Un libro que reduce a rrupción por el fiscal general. 40 años –mal, pero en demo-
nífico metro de Caracas, duran- polvo muchos mitos sobre la Al ser procesado Pérez, y cracia, con alternancia, con es-
te la presidencia del copeiano realidad de la historia americana, consiguientemente destituido, colarización– pretende camuflar
Herrera Campins, y en 1988, y, por ello, racionalmente indu- se hizo cargo del Poder Ejecuti- lo de antes con caudillos y dic-
Carlos Andrés Pérez, adeco, ga- cidos, los estudiantes castristas vo, de forma automática pres- tadores militares, pocos de los
na por segunda vez la presiden- elevaban piras en los campus crita, el presidente del Senado, cuales mostraron honestidad
cia: durante su primer manda- universitarios con ejemplares el también adeco Octavio Lepa- personal o nivel intelectual
to, 1974-1979, ocurrieron cosas del herético texto, aflorándoles ge, mientras esa Cámara alta aceptables, desde el padre de la
fuera de serie. Entusiasta estatis- el subconsciente inquisitorial, elegía al historiador y ex direc- patria, el llanero de poquísimas
ta, nacionalizó toda la industria bien que criollo. tor del diario El Nacional, Ra- letras, José Antonio Páez, o el
petrolera, el día 1 de enero de Al final del primer mandato, món J. Velásquez Mújica, como abominable Ezequiel Zamora,
1976, y la gasolina resultaba ba- Pérez tuvo serios problemas por presidente interino de la Repú- de quien Chávez se confiesa ad-
ratísima para el consumidor na- su presunto lucro personal en blica hasta que se celebraron mirador: un cabecilla revolucio-
cional –en los años ochenta, lle- contrabando, el llamado caso del elecciones presidenciales regula- nario cercano al caudillo federa-
nar el tanque de un Ford “del Sierra Nevada, un barco mer- res, lo que ocurrió el 6 de junio. lista, Falcón, en los años sesenta
Rey” costaba lo mismo que un cante; pero la tormenta se preci- Velásquez era parlamentario in- del siglo pasado.
kilo de cebollas–. Entusiasta na- pitó en el segundo mandato. El dependiente dentro de la lista Ezequiel era tal vez sincero
cionalista, se lanzó a la cons- primer año (1989), su Gobier- de AD, y el nuevo presidente en su populismo simplista –y la
trucción de la inmensa planta no suspendió pagos de la deuda constitucional electo, el vetera- Universidad de Barinas lleva su
siderúrgica, que jamás funcio- externa, de 30.000 millones de no Rafael Caldera, también se nombre, qué le vamos a hacer–,
nará. Pero también es de su dólares, al tiempo que el otrora presentó a los comicios como pero compadreaba con “los
época la biblioteca Ayacucho, estatista nacionalizador se mos- independiente, separado del peores asesinos de la historia de
que perdura y empezó editando traba neoliberal privatizador y COPEI –del cual fue fundador, Venezuela”, que ya es decir: ji-
muy bien cosas como la novela- reducía gastos, subía el precio ideólogo y cinco veces candida- netes feroces encabezados por
testimonio Noli me tangere, del ridículo de la gasolina y del to presidencial–, apoyado por el Martín Espinosa y Tiburcio El
héroe filipino José Rizal, o la transporte público para raciona- MAS, el Movimiento Electoral Adivino, que cargaban en las re-
traducción castellana del libro lizar la economía nacional, lo del Pueblo (MEP), escisión de friegas al noble grito de “¡Mue-
primordial Casa Grande e Sen- que significaba una caída en el AD propiciada por Beltrán ran los blancos y quienes sepan
zala, del antropólogo brasileño bajo nivel de vida de las masas, Prieto Figueroa y por el Partido leer y escribir!”. Arrastraban en
Gilberto Freire. Y no hablemos que pusieron el grito en el cielo Comunista de Venezuela (PCV), sus correrías una recua de muje-
de la Fundación Ayacucho, que y se lanzaron a una tremenda residual y ya sin Gustado Ma- res secuestradas, cuanto más
subsiste y en sus primeros tiem- protesta callejera, en la capital chado, con un Pedro Ortega blancas, finas y mozas, mejor.
pos envió decenas de miles de sobre todo, reprimida con Díaz al frente, que ahora es Cada noche de calma, Tiburcio,
jóvenes venezolanos a estudiar a “energía” –300 muertos–. Fue constituyente –miembro de la disfrazado como oficiante cató-
Europa. el caracazo de febrero de 1989. ANC– chavista. También apo- lico, “casaba” a Martín con la
Recordemos que en Vene- Pérez obtuvo una reducción de yaron a Caldera un sinfín de víctima de turno, la cual, luego
zuela vivieron, trabajaron, ense- la deuda en 1990 –a 20.000 grupitos popularmente llamados de usada por Espinosa, pasaba a
ñaron, eminentes españoles del millones– y otras ventajas, pero “El Chiripero”, por aquello de manos de El Adivino, que la
exilio, como David García Bac- le cayó encima el violento cona- ver si cae algo por chiripa. torturaba y asesinaba por la ma-

48 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99


n
MANUEL CABRERA

ñana, feliz de la vida. Zamora muy bien historia novelada, pa- muerte de Johann Wolfgang, ra, voy a decir Soldado de Urbi-
era consciente de la bestialidad, ra divulgar desmitificaciones. Es con ánimo de exponer y debatir na”. Su voz sonaba limpia y cla-
y cuando algún temerario se lo probable que Hugo Chávez no ideas, inquietudes, ante y entre ra, pausada, y los que estaban
reprochaba, argüía que “ese haya leído a Herrera, y es presu- numeroso auditorio que pagaba sentados se incorporaban, cui-
odio represado durante siglos”, mible que al escritor, de vivir una costosa entrada para asistir dadosos de no armar barullo, y
el de los abyectos Tiburcio y aún, le olería a chamusquina el en el inmenso salón del hotel quienes aguantaban de pie co-
Martín, “es nuestro mejor alia- padre de la “soberanísima”. Hilton de la capital. De España mo que se erguían más. El ciego
do. Ante la proximidad de Espi- Ya sabemos que al polígrafo intervinieron Antonio Garri- entrañable captaba la honda
nosa y su gente, los godos se ba- Arturo Uslar Pietri, tan ancia- gues, Luis Díez del Corral, Ju- emoción colectiva. Unas filas
ten en fuga sin combatir”. Ha- no, tan lúcido, le fastidia sobre- lián Marías y el sociólogo Salva- delante de mí, el escritor vene-
bía transcurrido medio siglo de manera el nuevo salvador; y dor Giner, organizado todo por zolano Adriano González León,
independencia nacional y los calculo que lo mismo le ocurri- una entidad, Civitas, auspiciada conocido en La Habana de los
godos de hogaño eran conserva- rá al jurista Ramón Escobar Sa- por empresarios. En su día sesenta y muy guerrillerista en-
dores, o unitarios, o centralistas, lom, que, siendo fiscal general compareció Jorge Luis Borges, tonces, miraba fijo y tenso al ar-
en el marco de la República. en 1993, fue quien consiguió ya de 83 años y en silla de rue- gentino. Más cerca, el español
Lo cuenta el admirable Fran- que la corte suprema enjuiciara das; acogido con fervorosos Salvador Giner exclamó, cuan-
cisco Herrera Luque, en el libro y condenara por corrupción al aplausos y holliwoodescos haces do la ovación rompió el silen-
Los cuatro reyes de la baraja, sín- presidente de la República. de luz que le enfocaban y fasti- cio: “Borges será reaccionario,
tesis de episodios nacionales. Años atrás, Escobar ironizaba diaban, supongo. Habló de Ar- dicen, pero es un genio”. n
Herrera dedicó su vida al ejerci- ante el anuncio de magnos em- gentina y de Venezuela, de gau-
cio de la psiquiatría como oficio prendimientos públicos, recor- chos y de llaneros como diva-
y a la inquietud política por dando que ningún Gobierno de gando. Una mujer joven de
limpio amor a su tierra. Fue em- Venezuela había conseguido entre el público sentado se le-
bajador venezolano en México nunca que funcionara el servi- vantó y le rogó que recitara “el
durante el primer mandato de cio de correos. poema suyo que más ame us-
Carlos Andrés Pérez y descubrió Como en todas partes, existen ted, maestro”. Borges pidió que
trapisondas con las que no tran- varias Venezuelas, y una de le ayudaran a incorporarse y ha-
só, perdiendo el puesto y el fa- ellas, en febrero de 1982, con- bló firme: “Como se trata de
vor gubernamental. Cultivó la vocó un curioso Festival Goethe comunicarnos y nos entende-
investigación histórica y escribió en el sesquicentenario de la mos en esta lengua aquí y aho- Manuel Cabrera es periodista.
HISTORIA

LA VENGANZA DE LOS ESPÍRITUS


JOSÉ RAMÓN RECALDE

Voces ancestrales convocados los pueblos irlandés y apodera de todos los miembros la recepción y resonancia de las
Conor Cruise O’Brien vasco, pero son Cruise O’Brien y de la comunidad. Son “historias voces” sino también qué rebel-
Traducción de María Corniero
Juaristi quienes, al mismo tiempo de nacionalistas” pero, al final de día se plantea ante las mismas y,
Espasa Forum, 1999
que la relatan, la asumen. Y la la historia, los nacionalistas son, todavía más importante, la de-
El bucle melancólico
Jon Juaristi
tragedia consiste en la persecu- sometidos o rebeldes, todos. Y so- nuncia de su carácter mítico y
Espasa Forum, 1997 ción por las furias, las erinias que metidos o rebeldes ¿a los espíritus engañoso. Éste es el punto en el
Sacra Némesis cantan las voces ancestrales, los o a los bellacos que formulan el que el relato trágico y el análisis
Jon Juaristi espíritus de los muertos que per- exilio expiatorio, el herem? político pueden no coincidir.
Espasa Forum, 1999 siguen a aquellos que las oyen y Puede sospecharse, incluso,
no las atienden. Conor percibe VOCES ANCESTRALES que cuando Conor era más na-
uál es la función respectiva esas voces contra las que se rebe- Allegro moderato cionalista oía menos voces ances-
del protagonista y del coro la, y Jon, después de imprecar Cruise O’Brien dice: trales. Ésta es una posición com-
en la trilogía trágica que contra ellas, termina atrapado. patible con el hecho de que su re-
“Joyce oía la llamada de las voces ances-
han compuesto Conor Cruise trales procedentes de la Irlanda irlandesa beldía a ellas sea hoy superior a la
O’Brien y Jon Juaristi? O, inclu- Algo hay, sin embargo, que re- y del catolicismo irlandés. Sabiendo que de entonces. Cruise O’Brien da
so antes, ¿a quién gritan las voces baja el carácter terrible de la tra- eran voces de sirenas, se hizo atar al más- una importancia extraordinaria a
sagradas y a quién persiguen los gedia. Se trata de “historias de na- til, como Ulises, su modelo, porque no la gran conmemoración del cin-
quería responder a su llamada y ahogar-
espíritus vengativos? La acción cionalistas”. Y la “belleza terrible” cuentenario de la rebelión de la
se”. “Al fin y al cabo, eran las voces de sus
dramática se desarrolla a lo largo que ha nacido del sacrificio (a te- antepasados. Y también”, añade Conor, Pascua de 1916. Sin embargo, su
de tres ensayos: Voces ancestrales, rrible beauty is born, dice Yeats, “son las voces de los míos” (págs. 78-79). percepción de tal conmemoración
de Conor Cruise O’Brien, El bu- conmemorando la rebelión sacri- no estaba tan mitificada en esas
cle melancólico y Sacra Némesis, ficial de la Pascua de 1916, en la Si implica a Joyce, con más razón fechas, en 1966, bastante antes de
de Jon Juaristi1. Como sucede en que Pearse, Connolly y un puña- se implica a sí mismo. Porque la que rompiera con el nacionalis-
toda tragedia, es en la unión o, do de nacionalistas asumieron la actitud de rebeldía frente a las vo- mo irlandés, que se produce desde
mejor, en el cruce del protago- certeza de su muerte) se mezcla ces no quiere decir que éstas no se que, y no sólo porque, se consti-
nista y el destino donde se pro- con mezquindades cotidianas, manifiesten. Hay, a lo sumo, dice tuye el IRA Provisional, en 1971.
duce el pathos. Pero en esta trilo- mentiras, hipocresías, manipula- Cruise O’Brien, “factores diferen- Hoy oculta, en efecto, la presencia
gía no están separados autor y ción de mitos y de personas, sus- ciales de la recepción y la reso- de otros espíritus, distintos de los
protagonista ni está clara tampo- titución de la razón por la maja- nancia de las voces ancestrales” que profieren las voces ancestrales
co la naturaleza del coro, furias dería. No es la tragedia griega la (pág. 80). La diferencia de per- y que, sin embargo, eran los que
que emiten las voces ancestrales que se expone, sino la que el ge- cepción de las voces es una dife- movían al segundo actor de ese
pronunciando mandatos o persi- nio de Shakespeare supo recrear: rencia de fervor. Consiste en que: sacrificio, después de Pearse: Ja-
guiendo vengativas; no se termi- bellaquería y destino. O acaso es mes Connolly. Esos espíritus eran
“en presencia de un nacionalismo más
na de aclarar si son espíritus rea- también una sonata trágica. En fervoroso que el suyo, estos nacionalistas los de la revolución socialista, todo
les o creación por el protagonista este panorama es en el que se ex- constitucionales de nuestros días se con- menos ancestrales. Cruise O’Brien
de su propio destino. La zona bo- pone la tragedia de la posesión vierten en un grupo respetuoso e inerte” así los evocaba en el artículo que
rrosa entre autor y protagonista y por las voces ancestrales y, al mis- (pág. 102). escribió en la New Left Review, en
el sentido ambiguo de los espíri- mo tiempo, de la presencia de los 1966: “Connolly concebía la re-
tus que mandan y persiguen es lo seres burlescos que las monopoli- Lo cierto es que Cruise O’Brien, belión de Pascua no como un al-
que exige, no una labor de críti- zan, cuando pronuncian el exilio el autor, analiza realidades que zamiento contra Inglaterra sino
ca literaria, pero sí de aclaración expiatorio. Conor y Jon no son, Conor, el protagonista del drama, como una embestida3 contra el
del contenido del relato trágico. en realidad, dos protagonistas si- no termina de aclarar. Éste dice:
A la celebración trágica están no el mismo, trasladado de Irlan-
“Estamos oyendo a los espíritus pe- 2 Cruise O’Brien cita a Pearse cuando
da al País Vasco. Y la acción trá- arseanos que, con sus voces de intensi- escribe su opúsculo Navidad, en la Pascua
gica se desarrolla como un proce- dad variable pero cada vez más potente, de la Navidad de 1915, y tiene ya decidi-
1 Las tres obras están editadas por Es- so de rebeldía y, al mismo nos exigen2 ‘grandes cosas, y hay que do que la rebelión sacrificial será para la si-
pasa-Forum, en los años 1999, 1997 y tiempo, de derrota. A ambos les aplacarlos a cualquier precio” (pág. 257). guiente Pascua de Resurrección.
1999, respectivamente. La primera es tra- 3 Traduzco blow por “embestida” que,
domina no sólo la ominosa lla-
ducción, por María Corniero, de Ancestral aunque no es el término que literalmente le
Voices. Religion and nationalism in Ireland, mada de las voces sino la necesi- Pero habrá que distinguir no corresponde, contiene dos de sus sentidos:
University of Chicago Press, 1994. dad de percibir que esa llamada se sólo los “factores diferenciales de fuerza en movimiento y golpe. La razón de

50 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99 ■


sionista–, conduce a un resultado
terrible: la identificación de la na-
ción con la religión, la identifi-
cación de la antipatria con la reli-
gión enemiga y la justificación de
Conor Cruise O’Brien y Jon Juaristi la violencia del IRA Provisional.
Cruise O’Brien lo denuncia y, él
mismo, como protagonista del
imperialismo capitalista”. Y eso manipulación, lo que, a veces, servador de las instituciones ecle- drama –Conor–, rompe con el
porque “Connolly era un socialis- conduce a derrotas por defectos siásticas y de buena parte del nacionalismo. Pero, aunque se re-
ta revolucionario, que se ganó la de cálculo político. Connolly pueblo irlandés. bela contra las voces ancestrales,
aprobación de Lenin y que habría quiere unir las fuerzas del socia- El pensamiento católico se no se libera de ellas.
aprobado la revolución de Lenin”. lismo a las del nacionalismo, en apropió de la muerte de Con- Frente a las fuerzas de la mez-
E insiste Cruise O’Brien en el le- una anticipación de lo que más nolly, cuya alma fue recuperada quindad, la calumnia o la bella-
gado de Connolly: el sentido de tarde serían los frentes nacionales porque recibió la extremaunción. quería, no sólo perdió Connolly
sus escritos y de sus actos es el mis- de liberación. Pero “el naciona- Pero en Connolly el catolicismo sino también Pearse, el poseído
mo sentido “de los movimientos lismo sin socialismo”, sin la reor- era el camino para la moviliza- por los espíritus. Ambos fueron
revolucionarios en el mundo de ganización de la sociedad sobre la ción del pueblo, una maniobra mitificados, al mismo tiempo
hoy”4; no es lo mismo nación bur- base de una forma más amplia y que se repite en distintos lugares que traicionados. Como dice
guesa que nación proletaria, y “só- desarrollada de la propiedad co- y tiempos, de incorporación tác- Cruise O’Brien: “Los ideales de
lo la clase trabajadora irlandesa mún que subyace en la estructu- tica de la religión a la lucha revo- Pearse se habían realizado con
permanece como la heredera in- ra social de la antigua Erín, “es lucionaria, y que es uno de los creces en el fantasmagórico te-
corruptible de la lucha por la li- sólo rememoración nacional”7. juegos más arriesgados en los que rreno del simbolismo” (pág.
bertad de Irlanda”5. Las voces an- Aun cuando tienda a mitificar se puede entrar cuando revolu- 168). Junto a la línea de afirma-
cestrales son expresión mitifica- esa antigua propiedad común, de ción y nacionalismo se superpo- ción de la libertad contra el Im-
dora de la nación burguesa, o ahí no surgen las voces, porque el nen. Connolly dice no profesar el perio Británico, la historia real
preburguesa, en la forma extraor- nacionalismo sin socialismo es catolicismo, pero se apoya en él irlandesa desarrolla otras dos lí-
dinariamente conservadora impe- sólo rememoración. Pero el acto con razonamientos oportunistas: neas que marcan una polifonía:
rante en Irlanda: sacrificial en el que Connolly de una parte, la grotesca, una na-
“Si los niños van a las escuelas pro-
participa es protagonizado por testantes, aprenden a defender a la ción dominada y manipulada
“Los hábitos conservadores de pen-
samiento supusieron como característi- Pearse, éste sí, poseído por las vo- Unión Jack. Si van a la Iglesia Católica, por la ideología reaccionaria de la
camente irlandés lo que en realidad era ces ancestrales de los espíritus. se convierten en rebeldes”8. Iglesia, “un país en el que la teo-
el reflejo de las condiciones agrícolas de No son las voces sino el pacto logía y la obstetricia se superpo-
Irlanda”6. nacional el que arrastra a Con- Esta segunda derrota, que en sí nen” (pág. 191). De otra parte, la
nolly a esa prematura “embestida misma es expresión de la segunda violenta; para una minoría,
Pero el espíritu de la revolu- general” contra el poder burgués. línea de tragedia, la aparición de
“el culto en cuestión es el clásico símbo-
ción lleva con frecuencia a la ma- Pero el espíritu manipulador de la mezquindad, la calumnia, la lo que justifica la violencia política y el
niobra política e, incluso, a la la revolución socialista le lleva a bellaquería, esto es, la línea gro- desprecio hacia un Estado (y una Iglesia)
ser manipulado dos veces, a ex- tesca de la tragedia shakespearia- que se limita a alabarlo de boquilla. Y
perimentar dos derrotas, además na –o la segunda línea melódica para muchas personas, quizá para la ma-
haber elegido el término es el de ponerlo de la que sufre ante las fuerzas de la sonata, en caricatura expre- yoría, no tomarse del todo en serio la
en correspondencia con el empleado por proclamación es una fuente de remordi-
Lenin, en su análisis del alzamiento “pre- inglesas. La primera derrota es
mientos y de admiración hacia quienes sí
maturo” irlandés. ante Pearse, ante el sentimiento
4 Todas las citas, de Cruise O’Brien, 8 Ibídem, pág. 61. Pueden citarse otros se la toman en serio y actúan en conse-
nacionalista exaltado, espíritus cuencia” (pág. 168).
Conor. ‘The Embers of Easter 1916- casos de “amistades peligrosas” entre na-
1966’, New Left Review, núm. 37, mayo-
ancestrales que se imponen a los cionalismo y revolución socialista: el de
junio 1966. de la revolución socialista. La se- Sultan Galiev, el “comunista musulmán”, Un poseído por los espíritus,
5 Connolly, James: Socialism and na-
gunda, ante el catolicismo con- víctima de Stalin, o el del cristiano orto- oyente de las voces ancestrales, es
tionalism, selección de Desmond Ryan, doxo Michel Aflaq, fundador del Partido Yeats. Oye, sin embargo, sola-
Dublín, At the Sign of Three Candles, Baath, para quien “el Islam es el motor
1948, pág. 67. que pone en acción las latentes fuerzas de mente la primera línea polifónica
6 Ibídem, pág. 43. 7 Ibídem, pág. 25. la nación árabe”. –la de los héroes de la libertad de

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



51
LA VENGANZA DE LOS ESPÍRITUS

rrible? En 1939, como Cruise institucional10. ‘Ivy Day in the ponde a la primera parte de esta
Irlanda–, pero hasta tal punto O’Brien dice, en su lecho de Committee Room’, en Dubline- trilogía sino a su final, en el que
que se siente derrotado por el muerte Yeats preguntó: “¿Fue esa ses, se refiere, al mismo tiempo, a Jon asume que se ha decretado el
canto de los bellacos y espantado obra mía la que movilizó a algu- la derrota del gran líder por los exilio contra los que se resisten a
por el efecto de su propia obra nos de los hombres a los que ma- bellacos y a un grotesco canto en las voces ancestrales.
sobre el canto de los violentos. taron los ingleses?” (pág. 103). Só- su honor. Una rememoración El fenómeno verdaderamen-
Pero Yeats se ha labrado su propio lo aprendiendo a distinguir en la nostálgica y pesimista, pero que te descomunal de la creación li-
destino. Cathleen ni Houlihan es batalla de la sonata trágica de Ir- nada tiene que ver con el domi- teraria en inglés por los irlande-
un drama incendiario que, escri- landa, Yeats podría haber salvado nio de los espíritus. Está claro, sin ses, en el siglo XX (y en el XIX),
to en 1902, anticipa la glorifica- su alma, implicada en la respues- embargo, que el texto básico por nos da proporciones para enten-
ción del sacrificio, no sólo de los ta a esa pregunta. Del mismo mo- el que se pretende implicar a Joy- der el ámbito limitado de las vo-
héroes de 1916, sino también de do que Parnell, Pearse o Connolly, ce en ese dominio es el último re- ces ancestrales. Si Joyce no las
los violentos del IRA. Ambienta- también Yeats fue utilizado, al lato de Dublineses, ‘Los muertos’. oye, menos aún las oyen, por
da en el tiempo en que los irlan- mismo tiempo que traicionado, Hay una mezcla de atracción y ejemplo, Samuel Beckett, Sean
deses se sintieron comprometi- por la línea bellaca y por la línea de rechazo por parte de los dos O’Casey o Bernard Shaw. ¿Es
dos por la Revolución Francesa, criminal de la causa nacionalista protagonistas de la trilogía, Co- Bernard Shaw nacionalista inglés
recrea un personaje mítico, una irlandesa. Todos aspiran a crear nor y Jon, hacia el personaje de –“West Briton”– cuando dice:
anciana, al final transformada en una música homofónica en la que Gabriel Conroy, personaje cen- “Irlanda es el único rincón de la
una joven, del porte de una reina las distintas líneas se ensamblen tral, más como espectador que tierra que todavía reproduce al
(“a young girl, and she had the en una sola textura; y todos, al como actor, del relato. Conroy inglés típico de la historia”?12.
walk of a queen”), que arrebata de mismo tiempo, son incapaces de niega los espíritus frente a una fa-
su familia y de su prometida a un hacer otra cosa que poner en pri- nática nacionalista que en la his- EL BUCLE MELANCÓLICO
joven para el sacrificio patriótico. mer plano de la polifonía su pro- toria real es, al parecer, una com- Adagio
Aquellos que obedezcan a la an- pia línea, relegando a las demás a posición que Joyce hace entre la Conor llega al final de la tragedia
ciana: acordes secundarios. tía y la madre de Cruise O’Brien. con actitudes ambiguas y confu-
Yeats oye las voces de los espí- Se queda desazonado por el in- sas: ¿ha vencido a las voces an-
“Siempre serán recordados
Siempre vivirán
ritus, aunque se rebela contra la sulto que ésta le dirige –“¡West cestrales o, resistiéndose a ellas, va
Siempre hablarán apropiación de las mismas por Briton!”–, pero lo que en reali- a seguir sufriendo su persecu-
Siempre serán escuchados por el los bellacos y por los violentos. dad le perturba es el poder sagra- ción?; ¿son estas voces el grito
[pueblo”9. Pero la persecución por los espí- do de los muertos cuando descu- que agita a la nación irlandesa o
ritus no es el destino fatal de los bre que su mujer tuvo un amor son simplemente el canto inven-
Cuando en 1921 publica la irlandeses, como no lo será tam- de juventud que falleció a los 17 tado por el que las oye?
conmemoración de la Pascua de poco de los vascos. En la prime- años. Conor y Jon creen y temen En la segunda parte de la tri-
1916, Yeats, desarrollando úni- ra pieza de la trilogía, Conor du- identificarse con Gabriel Conroy logía, el narrador, Juaristi, coloca
camente la primera línea polifó- da. Por una parte reconoce que porque piensan que las voces de entre los vascos al protagonista,
nica, la de los héroes trágicos, que las voces que oye Joyce son tam- los muertos les han de perseguir: que no es Conor sino Jon, o me-
por su sacrificio han cambiado, bién las que él oye; por otra, de- “Siempre vivirán”. En realidad, jor, que es la transformación de
se han transformado totalmente, clara que su rebeldía no sólo le Joyce no se siente atrapado por Conor en Jon. Jon comparte
exclama: hace resistirse a las voces sino que los espíritus de la nación sino, en “una oscura afinidad entre el na-
“Una belleza terrible ha nacido”.
también le lleva a negarlas. todo caso, por la presencia sagra- rrador y sus personajes”. No es
da de los muertos no definitiva- un destino, pero sí “una peligro-
“Mi padre se desprendió de ese lastre
¿Qué evoca Yeats: la belleza casi por completo antes de morir en mente enterrados: Polinices, en sa exposición a las mismas voces
que ha nacido o su condición te- 1927. A mí me ha costado más tiempo, la tragedia de Antígona. Joyce es- ancestrales, una educación en la
pero me alegro de haberlo logrado al taba convencido de que debía melancolía patriótica” (pág. 29).
fin” (págs. 187-188). buscar mitos no en la tradición ir- Juaristi identifica el lugar de las
9 “They shall be remembered for ever,
landesa, sino en otra parte: en voces en un no-lugar identificado
They shall be alived for ever,
Pues bien, no es un destino Homero, en Sófocles11. por la melancolía: “Los naciona-
They shall be speaking for ever, fatal ni el seguir a los espíritus ni Todavía hay otro texto de Joy- listas no lloran una pérdida real”
The people shall hear them for ever”. el soportar su persecución. Y na- ce que puede ser recordado en el (pág. 31). Y el drama, que se de-
da nos convence de que Joyce intento de verlo atrapado por los sarrolla lentamente, es así una
Cruise O’Brien relaciona esta obra,
acertadamente, con la de Charles Peguy, oyera las voces. espíritus: su drama Exiliados. Pero “elaboración delirante” (pág. 33).
en la pretensión de colocar el sacrificio por Por el contrario, su pensa- el análisis de este texto no corres- El libro es conmovedor, por lo
la patria incluso fuera del juicio de Dios. miento no elude la vertiente po- menos si se lee por un vasco. La
Más inmediatamente, Peguy resulta evo-
cado en el destino heroico de la muerte lítica de Irlanda pero sus simpatí- primera línea melódica es la del
por la patria (Eve, 1913): as se proyectan hacia el gran trai- cordemente derrotado por el catolicismo protagonista, que libra una bata-
cionado, Parnell, derrotado por institucional y social tras haberse descu- lla contra el delirio, la melancolía
“Heureux ceux qui sont morts, car bierto una relación con una mujer casada,
ils sont retournés
los eternos depositarios de las vo- católica. Probablemente este hecho fue,
y la estupidez –¿Schiller más que
Dans la première argile et la ces, el catolicismo conservador e por una parte, inspiración del drama Exi-
[première terre les, de Joyce, pero también, por otra, con-
Heureux ceux qui sont morts dans tribuyó al despego de Joyce de la sociedad
[une juste guerre. irlandesa. 12 ‘Preface for politicians’, Modern Irish
Heureux les épis mûrs et les blés 10 Parnell, gran líder del nacionalismo 11 Almagro, M. ‘Introducción’ a Exi- Drama, W. W. Norton and Company,
[moissonnés”. irlandés, pero protestante, fue inmiseri- liados, Cátedra, Madrid, 1987. pág. 31. New York; London, 1991, pág. 474.

52 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99 ■


JOSÉ RAMÓN RECALDE

Sófocles?–. Pero esta batalla exige se: “Soy, como vasco, un ulste- “Los vecinos de Ermua permanecen en que, ni expulsado, deje de oírlas.
rigor y denuncia, incluso contra riano o unionista” (pág. 65). Jua- las calles y en las plazas del pueblo desde El peligro lo había percibido
la tarde del 10 hasta la madrugada del
Unamuno, para poder mantener risti dice: 12, en que se confirma la muerte de Mi-
en El bucle melancólico:
el pathos, épico más que trágico, guel Ángel, abandonado horas antes por
“Al calificarse a sí mismo de ulsteria- “Y entonces siento en el pecho la
de la ciudadanía. La segunda lí- no o unionista, afirmaba no ser naciona- sus secuestradores de ETA, en un bos- punzada de una dolorosa y conocida
nea melódica, dominante en la lista (vasco), pero también lo contrario”. que de Lasarte, con dos tiros en la cabe- melancolía, que llega acompañada del
sonata, son, sin embargo, las “his- za. El coro pasa de la súplica a la de- eco de mis voces ancestrales. Y debo
“No puede decirse que los vascos sean
nuncia, del llanto a la cólera, y, en la atarme al frágil mastelete de sensatez que
torias de nacionalistas”, unos re- unionistas protestantes ni republicanos
mañana del lunes 14, entre la iglesia y el
latos en los que melancolía y es- católicos, salvo que se parta previamente he podido salvar a través de los años tur-
cementerio de Ermua, se transforma en
del supuesto de que los vascos son como bulentos, porque esas voces me hablan
tupidez componen un coro gro- un largo silencio de piedad” (pág. 388).
los irlandeses y tienen los mismos pro- de un amor nunca olvidado, del brillo de
tesco y agresivo –Shakespeare, los helechos empapados de lluvia, de
blemas. Y si alguien parte de esto se reve-
más que nadie–. “Cada una de lará como un nacionalista vasco, aunque El coro ha cambiado: ahora es bosques que son un incendio de oro ha-
ellas debe reproducir fielmente el se crea ‘ulsteriano o unionista’ o, precisa- el de los suplicantes. Y termina cia la mañana de la libertad: me hablan
arquetipo de rebelión, sacrificio mente, porque cree serlo” (pág. 67). Juaristi: de toda la belleza y la ternura de la vida,
y derrota del pueblo” como “una pero oigo también entre ellas una voz
“En Ermua ha nacido de nuevo el imperiosa, la de la vieja que pasó lloran-
lejana y lancilante melancolía” Pero en Unamuno hay una in- pueblo vasco. Un pueblo que no quiere do, que clama por el pago de una irre-
(págs. 19-20, 18). A los vascos sistente referencia a su doble iden- arrodillarse más ante los altares de la vie- sarcible deuda de sangre” (pág. 268).
que no hemos estado ni en el tidad de pertenencia: a la nación y ja que pasó llorando” (p. 389).
campo de los relatos de los na- al pueblo. Lo que Juaristi destaca Es el peligro mayor que Jon
cionalistas ni, por eso mismo, de- en su análisis del poema Orhoit Donde Conor había dejado tuvo que vencer para afirmar la
terminados por ese campo para Gutaz (Acordaos de nosotros) es que una batalla inconclusa contra las derrota de los mitos nacionalistas
justificar una rebeldía ciudadana, Unamuno, que “se tenía por un voces ancestrales, Jon las ha ven- por la ciudadanía. La imagen del
nos conmueve el hecho de cómo, nacionalista español... desconfiaba cido, por voluntad y por razón. mastelete al que se ata está sugeri-
durante un siglo, ha podido íntimamente de la nación históri- Pero algo ha quedado sin exorci- da por Cruise O’Brien y aplicada
crearse toda una línea de ca; es decir, de la nación sin un zar: el baile de Antígona. Jon no (a mi entender, abusivamente) a
sentimientos y de mistificados sustrato intrahistórico que la do- ha descubierto que Jone Goirice- Joyce, y la de la vieja que pasó llo-
pensamientos casi sin que nos ha- tase de continuidad” (pág. 134). Y laya, además de ser una mujer be- rando tiene su indudable prece-
yamos dado cuenta de ellos, tan “¿cómo llega un pueblo a ser eter- lla, es una mujer siniestra. Su dente en Cathleen ni Houlihan,
ajenos estaban a nuestros senti- no? Renunciando a ser una na- danza no es la de Antígona sino la de Yeats. Todo esto lo supera Jon.
mientos y pensamientos. Donde ción, renunciando a la historia; personificación individual de las Pero lo que es triunfo en la se-
quizá otros lectores vean, incluso asimilándose a la naturaleza, que furias. Y el héroe trágico no ha gunda parte de la trilogía se con-
con regocijo, lo grotesco de ese muere para resucitar siempre, y podido superar el trabajo final de vierte en derrota en la tercera. Hay
coro, nosotros vemos la esquizo- para volver a morir, y para volver liberación. Así queda abierta la dos líneas de pensamiento que en
frenia de nuestro pueblo. Más a resucitar...” (pág. 133). Pero última parte de la trilogía, el ron- Juaristi se trenzan para explicar el
aún cuando al coro grotesco se Unamuno, tan proclive a enten- dó obsesivo de esta sonata trágica. cambio: la primera es que no es
une, intentando crear la domi- der el sentido “intrahistórico” de posible huir de las voces ancestra-
nante en la homofonía, coro de pertenencia, no podía ocultar que SACRA NÉMESIS les; la segunda, que la batalla po-
los criminales. en los pueblos del País Vasco-fran- Rondó lítica está perdida donde en su li-
La trayectoria que el héroe del cés, como Biriatu, se había cele- Juaristi es uno de los mejores es- bro anterior decía que estaba ga-
drama recorre es la de liberación brado el mismo sacrificio por la critores actuales en lengua caste- nada. Y la trenza es la expresión de
de las voces, pero precisamente patria que en todos los pueblos llana y, por lo que dicen personas una síntesis: no hay más comuni-
porque ha pertenecido (¿perte- de Francia: una terrible sangría de con autoridad para estimarlo, en dad que la que está bajo el domi-
nece?) a ese mundo. Juaristi des- “morts pour la patrie”. Y éstas vascuence. Ha escrito, en poco nio de la sacra némesis.
cubre en un personaje extremo, eran las voces, ancestrales o no, tiempo, ex abundantia cordis, la
“En el País Vasco, sólo existe, hoy
en Unamuno, esta ambigüedad. que los vascos oyeron cuando los segunda y la tercera parte de la por hoy, una comunidad: la ‘abertzale’.
Lo de menos es que Unamuno espíritus les convocaron. trilogía que, en ambos casos, tra- Fuera de ella, uno está a la intemperie”
exprese la compatibilidad entre La segunda línea melódica de tan de historias de nacionalistas (pág. 303).
España y el País Vasco, la patria y la sonata es la grotesca, pero la vascos. Pero algo muy importan-
la patria chica. Más importante tercera es siniestra, tanto por el te ha ocurrido entre la redacción Algo han tenido que ver, en
es la presencia conflictiva de estos modo como se expresa –la vio- de una y otra: las voces ancestrales esa derrota del protagonista trági-
dos sentimientos. Por eso, de to- lencia asesina de ETA– cuanto le han atrapado. Si la lectura de El co, los que le han recordado el ca-
das las historias de nacionalistas, porque se trenza con la grotesca bucle melancólico conmueve por- rácter inmisericorde de los espíri-
la de Unamuno es la más nota- historia de los mitómanos me- que descubre cómo, en el país de tus vengadores que pronuncian
ble, porque se escapa tanto a la lí- lancólicos. Pero la acción de la los vascos, llevan ya más de un si- las voces ancestrales. Como las de
nea melódica del coro grotesco tragedia es liberadora. Y así ocu- glo conviviendo dos comunida- las sirenas, le han engañado. Y ahí
cuanto a la de la llamada de los rre un final que Juaristi llama des que observan, asombradas, su se han perdido el héroe –Jon– y el
muertos. Y, para eso, nada más “inesperado” pero que yo, por lo lejanía sentimental, la lectura de narrador –Juaristi–. Juzga que la
expresivo que el canto a los menos, pensaba que iba a ocurrir Sacra Némesis revela que los lazos ciudadanía está llamada a ser de-
“morts pour la patrie”, enterrados y que esperaba que ocurriera. del nacionalismo étnico atrapan rrotada por la comunidad sacrali-
en el cementerio de Biriatu. “Los vecinos de Ermua se echan a la a sus miembros. Jon no podrá sa- zada y, atraído por el final funesto,
Antes, y con toda razón, Jua- calle para representar otra obra no pre- lir sin ser expulsado. Y las voces proclama el triunfo de unos espí-
risti reprocha a Unamuno su fra- vista en el programa de los terroristas”. ancestrales se van a encargar de ritus que no son más que historias

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



53
LA VENGANZA DE LOS ESPÍRITUS

de nacionalistas. My bodily heirs may find, Es ahora, al decir esto, cuando ajeno, las voces ancestrales que
También hay otros que, sin ser To exalt a lonely mind, se equivoca y cuando lleva a la nunca dejaron de acompañar-
Befitting emblems of adversity”14.
ni los necios ni los criminales, se desesperanza al protagonista de me?” (pág. 19).
sienten captados por las voces an- Creo, sin embargo, que hay la tragedia, en el final de la trilo- Si las voces la forman la ho-
cestrales. Desgraciadamente para que desenmascarar al coro como gía. Por el contrario, el ciudada- mofonía de dos coros, el grotesco
ellos (y para nosotros) son los per- paso necesario para liberarse de no no sólo se expresa por el voto y el siniestro, el exilio es un herem
dedores en este drama. Pero, por las voces. Las voces no son la ex- y por el abandono de la acción que, pronunciado por ellos mis-
eso mismo, por la dignidad de su presión de los espíritus vengado- política en las instituciones de- mos, no hay que aceptar. A mí
pensamiento y por su aparente res sino historias de nacionalistas. mocráticas. Se reserva siempre la no me exilia nadie de mi tierra, ni
lucidez, le tientan al protagonista De dos tipos: historias grotescas, posibilidad de la protesta directa, tampoco a Juaristi, o Jon. Es una
con la coartada de las voces y le mistificaciones de la razón y de la que es la que ejerció contra los batalla no de comunidades sino
llevan a la aceptación de la derro- historia, e historias siniestras, crí- violentos y que es la que puede de ciudadanía. Como no es cier-
ta. Yeats entre los vascos. Cuando menes contra los ciudadanos en continuar ejerciendo cuando, en to, tampoco, que nadie exiliara a
Saizarbitoria, también uno de los nombre del pueblo. Algo, en to- una vuelta posterior de la trenza, Joyce, por muy aburrido que se
mejores escritores en vascuence, do caso, contra lo que es necesa- el nacionalismo étnico ha enla- sintiera del coro de majaderos.
criticó El bucle melancólico, lo hi- rio rebelarse en dos momentos zado los dos acordes –rememo- Cuando escribe su drama Exilia-
zo con una expresa profesión de sucesivos: en primer lugar, utili- ración mítica y violencia– que dos, en ningún momento quiere
fe en las voces ancestrales. Pero zando la razón para negar su hasta hace poco todavía sonaban expresar un exilio sino una rebel-
seguramente es la tentación de identidad; en segundo lugar, uti- distintos. Sin negar además que día, seguramente contra el coro
Gabriel Aresti, un artista central lizando la voluntad para liberar- también por el voto aumentará la de majaderos que acabaron con la
en la renovación de la poesía vas- se de la paranoia. intensidad con la que se irá oyen- esperanza de Parnell, en ese pro-
ca, el que le sirve de punto de re- Por eso es sorprendente có- do la voz de los ciudadanos. ceso que Cruise O’Brien describe
ferencia. Aresti no era un nacio- mo Jon se pierde, en la tercera tan bien de identificación de na-
nalista, ni siquiera al modo de Ye- parte de la trilogía, en el repetido EXILIO cionalismo y catolicismo. Y es
ats: era comunista. Pero no se rondó que antes había evitado. Finale función de la ciudadanía no sólo
puede olvidar el emocionante No es incompatible la comuni- Cuando a Baruch Spinoza le ful- vivir pacíficamente, esperando
sentimiento de identidad que le dad ciudadana y democrática minaron los miembros de su co- que las instituciones democráticas
animaba, compatible, por una con la rebelión contra unas voces munidad judía no lo hicieron funcionen, sino también ejercer
parte, con su idea de España, y míticas y siniestras. Por el con- porque la hubiera abandonado actos directos de democracia para
por otra, con la más indignada trario, es propio de la democra- sino precisamente porque seguía protestar contra los que, en nom-
crítica del coro mezquino: cia que los ciudadanos, que coti- perteneciendo a ella: bre de voces ancestrales que son
dianamente aspiran a que las ins- mentira y crimen, se oponen a la
“Nire aitaren etxea “Excomulgamos, maldecimos y se-
defendituko dut. tituciones funcionen sin exigir paramos a Baruch de Spinoza, con el
legitimidad, y también contra los
............... la expresión de su voluntad in- consentimiento de Dios bendito y con el que, instituidos como poderes de-
Ni hilen naiz, dignada, deban soportar en mo- de toda esta comunidad; delante de estos mocráticos, dimiten de su fun-
nire arima galduko da, mentos graves cómo los valores libros de la Ley, que contienen trescien- ción. Por eso el grito de Ermua
nire askazia galduko da, tos trece preceptos; la excomunión que
de la democracia pueden expre- fue un acto democrático.
baina nire aitaren etxeak Josué lanzó sobre Jericó, la maldición
iraunen du sarse con la cólera contra sus
que Elías profirió contra los niños y todas
zutik”13. enemigos e incluso con la indig- las maldiciones escritas en el libro de la
Última reflexión: no quisiera
nada exigencia a las autoridades Ley; que sea maldito de día y maldito de yo cumplir el triste papel de aque-
Es, en todo caso, un canto para que actúen contra los espí- noche; maldito cuando se acueste y cuan- llos que, fuera del drama, como
más comprometido, y segura- ritus que los necios y los violen- do se levante; maldito cuando salga y una extraña adherencia al coro
mente más emocionante, que las tos convocan para poner la de- cuando entre; que Dios no lo perdone; grotesco, insisten en que el herem
meditaciones de Yeats, en tiempo mocracia en peligro. que su cólera y su furor se inflamen con- funcione. Los que denuncian las
tra este hombre y traigan sobre él todas
de guerra civil, a las casas ances- Juaristi dice: “horrendas herejías que practica-
las maldiciones escritas en el nombre de
trales (reflejo de una atracción la Ley; que Dios borre su nombre del ba y enseñaba y enormes obras
“Es contradictorio e incoherente
por la aristocracia de la que en apelar a la vez a la lealtad constitucional cielo y lo separe de todas las tribus de Is- que producía”. Las obras que pro-
modo alguno participa Aresti) y a y a la resistencia de los ciudadanos. Yo rael...”. vocaron el exilio interior de Spi-
su propia casa: también lo hice, y me equivoqué, por- noza son ahora las que artistas no
que semejantes consignas no pueden si- Separado de su comunidad y invitados al drama califican, en
“And I, that after me no aumentar la confusión y la desespe-
ranza de sus destinatarios y acelerar así su
maldito. En nombre de Dios y un segundo coro grotesco, “na-
derrota” (pág. 303). de la Ley vieja. Jaungoikoa eta Le- cionalismo español” de Jon Jua-
13
ge zarra. O en el de la comuni- risti. Si Jon Juaristi se considera
“Defenderé
la casa de mi padre. dad sacralizada, sacra némesis. Es un exiliado en su patria es porque
............. la maldición que Jon espera, pre- se ha confundido sobre la reali-
Me moriré, 14 “Y los que después de mí cisamente por haber aceptado oír dad de las voces y sobre el poder
se perderá mi alma, Mis herederos físicos puedan
se perderá mi prole, [encontrar
las voces ancestrales. El herem de la “comunidad sagrada”. Algo
pero la casa de mi padre Para exaltar una mente solitaria con su consecuencia: el exilio. incompatible con el hecho de ser
seguirá Emblemas aptos de la adversidad”. “¿Cómo será el mío?”, dice Jon, y un nacionalista español. ■
en pie”. añade una triste reflexión: “¿Se
Yeats. W. B., Selected poems and two
Aresti G., Poemak, Kriselu, Donostia, plays, Macmillan Publishing Co., Inc. sentirán a gusto, en un lugar
José Ramón Recalde es autor de
1973. 1962 cualquiera del mundo ancho y La construcción de las naciones.

54 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99



GALERÍA DE CIENTÍFICOS

ALBERT EINSTEIN
JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ RON

a historia de la ciencia y la versidad Hebrea de Jerusalén (de- ser, “judíos asimilados”, esfor- tras en los sentimientos de Eins-
cultura universal tienen en positaria del “legado Einstein”) y zándose por no distinguirse de tein con relación a “cuestiones
Albert Einstein a uno de sus por Princeton University Press, cualquier otro alemán. Los mis- nacionales”. Por un lado, su tem-
personajes míticos. En él se da de la publicación de The Collec- mos nombres que dieron a sus prano rechazo del “espíritu ale-
una circunstancia que no por ra- ted Papers of Albert Einstein, cuyo dos hijos, Albert y Maria, lejos mán”. Así, incapaz de soportar la
zonable es menos rara: un cien- primer volumen (‘The Early Ye- de los tradicionales Jakob, Da- filosofía educativa germana, en
tífico supremo cuyo nombre es ars, 1879-1902’) apareció en vid, Abraham o Ruth, denotan diciembre de 1894 abandonó
conocido por la mayoría de la 1987 y el último –por el mo- semejante hecho. Y como en Múnich, en donde estudiaba, si-
población mundial. mento–, los dos tomos del volu- tantos otros casos, finalmente guiendo a su familia que se había
He dicho, “un científico su- men octavo (‘The Berlin todos esos esfuerzos resultaron instalado, por motivos de traba-
premo”, pero ¿es ésta una deno- Years: Correspondence, 1914- baldíos. El antisemitismo con- jo (su padre y su tío dirigían una
minación correcta o simple- 1918’), en 19981. Los volúmenes tra el que luchaban llegó, co- empresa electrotécnica), en Pa-
mente un recurso retórico? No aparecidos hasta la fecha, junto a mo es bien sabido, a un trágico vía, después de haber pasado por
existe ningún mecanismo cuan- otros materiales (como algunos y cruel clímax con Adolf Hi- Milán. El 28 de enero de 1896
titativo, ningún parámetro que que han surgido de fondos pri- tler2. renunciaba a la nacionalidad ale-
permita adjudicar puestos en una vados y que han sido ofrecidos Sus padres intentarían ser mana, permaneciendo apátrida
imaginaria clasificación de los en subastas), permiten completar “buenos alemanes”, pero su hijo hasta que en 1901 logró la ciu-
mejores científicos de todos la visión que hasta el momento mostró con frecuencia a lo largo dadanía suiza, la única que valo-
los tiempos. Aun así, en mi opi- teníamos del gran genio de la fí- de toda su vida lo poco que es- ró a lo largo de su vida. En este
nión, nadie, salvo Isaac Newton, sica del siglo XX. Especialmente timaba los nacionalismos. Un sentido, el 7 de junio de 1918
puede compararse con Einstein de su lado humano, que se había ejemplo en este sentido lo en- escribía a Adolf Kneser, catedrá-
en lo que a contribuciones fun- mitificado, pero también de la contramos en lo que manifestó tico de Matemáticas en la Uni-
damentales al conocimiento de génesis de algunas de sus aporta- el 3 de abril de 1935 a Gerald versidad de Breslau (actualmen-
la naturaleza no biológica se re- ciones a la ciencia. Donahue, un estadounidense te Wroclaw, en Polonia):
fiere. Ambos crearon teorías ra- que le había escrito expresando
“Por herencia soy un judío, por ciu-
dicalmente nuevas frente a las an- Orígenes, pueblos y la idea de que los judíos eran dadanía un suizo y por mentalidad un
teriores, construcciones analíti- nacionalidades primero y por encima de todo ser humano, y sólo un ser humano, sin
co-matemáticas que permitieron Albert Einstein nació en Ulm ciudadanos de sus países. apego especial alguno por ningún esta-
contemplar y analizar el mundo (Alemania) el 14 de marzo de do o entidad nacional”4.
“En última instancia”, señaló Eins-
físico con precisión y coherencia 1879, de padres de ascendencia tein, “toda persona es un ser humano,
extraordinarias. Si ampliamos judía, un hecho éste que ejerció independientemente de si es un ameri- No debe pasar desapercibido
nuestro ámbito de referencia de una influencia indudable en su cano o un alemán, un judío o un gen- el que cuando Einstein escribía
forma que incluya también el biografía. El que esto fuese así til. Si fuese posible obrar según este estas frases era, desde 1914, ca-
mundo biológico, entonces ha- se debió a las circunstancias his- punto de vista, que es el único digno, tedrático (sin obligaciones do-
yo sería un hombre feliz. Encuentro
bría que tener en cuenta a otro tóricas en las que se desarrolló centes) de la Universidad de Ber-
muy triste que divisiones según nacio-
gigante, Charles Darwin. su vida. A pesar de que su cer- nalidad o tradición cultural desempe- lín y miembro de la Academia
La popularidad y cercanía tificado de nacimiento identifi- ñen un papel tan grande en la vida Prusiana de Ciencias, es decir,
temporal con el presente de Eins- caba a sus padres, Hermann y práctica moderna”3. un alto funcionario de Prusia, lo
tein (murió en 1955) hace que Pauline, como “pertenecientes a que llevaba asociado la naciona-
sean incontables las obras que se la fe israelita”, ninguno era reli- Es posible, en cualquier caso, lidad alemana, una circunstan-
han ocupado de su biografía y gioso; no seguían, en concreto, identificar algunas líneas maes- cia que él preferiría pasar por al-
aportaciones. No obstante, desde las costumbres judías. Como en to, manteniendo y refiriéndose
1987 contamos con un elemento tantos otros casos de la Alema- siempre a su cuidadanía suiza
que está ofreciendo una enorme nia del siglo XIX y primeras dé- 2 Un reciente, y espléndido, estudio
(durante sus años en Berlín via-
cantidad de nuevos datos para cadas del XX, los Einstein eran, en el que, entre muchos otros temas, se
jó habitualmente con pasaporte
comprender de manera más rea- se consideraban o pretendían aborda con gran sensibilidad y profundi- suizo; incluso lo renovó después
lista y precisa su vida y contribu- dad la relación entre judíos y “germani-
ciones científicas. Me refiero al dad” en la época de Einstein es Stern
(1999).
proyecto, promovido por la Uni- 1 Stachel, ed. (1987), Schulmann, 3 Carta reproducida en Rosenkranz 4 Reproducida en Schulmann, Kox,

Kox, Janssen e Illy, eds. (1998). (1998), pág. 82. Janssen e Illy, eds. (1998), pág. 791.

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



55
ALBERT EINSTEIN

norteamericano. La persecución
que sufrían los judíos fue lo que
le acercó a ellos, la que le hizo
sentirse miembro de ese pueblo
bíblicamente legendario. “Hace
quince años, al llegar a Alemania
[en 1914, como catedrático de
la Universidad de Berlín], des-
cubrí por primera vez que yo era
judío, y debo ese descubrimien-
to más a los gentiles que a los ju-
díos”, escribió en 1929 como
respuesta a un artículo aparecido
en el Vossische Zeitung8. Su soli-
daridad con el pueblo judío y la
fama mundial de que llegó a go-
zar explican que tras la muerte
de Chaim Weizmann, el primer
presidente del Estado de Israel, a
quien había ayudado en diversas
ocasiones, Einstein recibiese la
oferta de sucederle en el cargo.
Merece la pena citar los prime-
ros pasajes de la carta (fechada el
17 de noviembre de 1952) en
la que Abba Eban, entonces em-
bajador de Israel en Estados
Unidos, realizó el ofrecimiento9:
“Querido profesor Einstein:
El portador de esta carta es Mr. Da-
vid Goitein de Jerusalén, que está sir-
viendo ahora como ministro en nuestra
Embajada en Washington. Le lleva a
usted la cuestión que el primer ministro
Ben Gurion me pidió le transmitiese; a
saber, si usted aceptaría la Presidencia
de Israel, si le fuese ofrecida por un vo-
to de la Kneset. La aceptación signifi-
Albert Einstein caría trasladarse a Israel y adoptar su
nacionalidad. El Primer Ministro me
asegura que en tales circunstancias el
Quienes más han hecho por la causa Gobierno y el pueblo, que son total-
de haber adquirido, en 1940, la abandonado en 1932, en princi-
de la comprensión internacional, entre mente conscientes del significado su-
nacionalidad estadounidense, un pio para pasar un tiempo, como quienes se encuentran muchos artistas, premo de su labor, le proporcionarían
acto de dudosa legalidad desde el ya había hecho antes, en el Cali- sufren, en ella, persecución”6. facilidad y libertad completa para con-
punto de vista de la legislación fornia Institute of Technology. tinuar su gran trabajo científico”.
norteamericana). Tras la llegada al poder de Hitler
Su aversión por Alemania cul- el 30 de enero de 1933, decidió Aunque no le faltaron ofertas Un día más tarde, Einstein
minaría tras la II Guerra Mun- romper sus relaciones con la na- en Europa, entre ellas las de una rechazaba la oferta:
dial: “Un país de asesinos de ma- ción que le había visto nacer. El cátedra extraordinaria en Ma- “Estoy profundamente conmovido
sas”5, la llamó en una carta que manifiesto que hizo público en drid, que llegó a aceptar, aun- por la oferta de nuestro Estado de Israel,
escribió al físico Max Born (tam- marzo de 1933 contiene la esen- que nunca se incorporase a ella7, y al mismo tiempo apesadumbrado y
bién alemán, también judío, y cia de la filosofía que defendió a y París, finalmente (octubre de avergonzado de no poder aceptarla.
que también tuvo que abando- lo largo de su vida en cuestiones 1933) entró a formar parte del Toda mi vida he tratado con asuntos
nar Alemania debido a la política sociales: selecto claustro del entonces objetivos, por consiguiente carezco tan-
to de aptitud natural como de expe-
racial implantada por Hitler) el “Mientras se me permita elegir, só- recientemente creado Institute
riencia para tratar propiamente con
12 de octubre de 1953. De he- lo viviré en un país en el que haya li- for Advanced Study de Prince- personas y para desempeñar funciones
cho, Einstein, al contrario que bertades políticas, tolerancia e igualdad ton. Nunca abandonaría el suelo
muchos de sus colegas (Born in- de todos los ciudadanos ante la ley. La
cluido), nunca aceptó volver a libertad política implica la libertad de
expresar las propias opiniones políticas 8 Reproducido en Einstein (1981),
pisar suelo germano, que había
verbalmente y por escrito; la tolerancia 6 Reproducido en Einstein (1981), pág. 151.
implica el respeto por todas y cada una pág. 183. 9 Esta cita, al igual que las siguientes,

de las creencias individuales. Estas con- 7 Esta historia se narra en Sánchez están tomadas de documentos reproduci-
5 Citado en Stern (1999), pág. 3. Ron y Glick (1983). dos en Rosenkranz (1998), págs. 94-96.
diciones no existen en Alemania hoy.

56 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99 ■


JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ RON

oficiales. Sólo por estas razones me sen- matemática en el mundo de ha- sección, 11 de los cuales en el media que obtuvo fue razona-
tiría incapacitado para cumplir los de- bla alemana. Pasó con éxito los curso inicial. Entre esos 11 sola- ble: 4,91 de un máximo de 6. El
beres de ese alto puesto, incluso si una exámenes de matemáticas y ma- mente había una mujer, una ser- que ocurriese esto fue una sor-
edad avanzada no estuviese debilitando
terias científicas, pero no los de bia llamada Mileva Marié. En presa para el propio Einstein,
considerablemente mis fuerzas. Me sien-
to todavía más apesadumbrado en estas lengua e historia, recibiendo el su autobiografía, Einstein se re- que inicialmente se mostraba
circunstancias porque desde que fui com- consejo de que estudiase el últi- firió a sus maestros en la ETH confiado en sus posibilidades de
pletamente consciente de nuestra precaria mo curso en una escuela secun- de la siguiente manera12: obtener un puesto en la propia
situación entre las naciones del mundo, daria suiza, con la casi seguri- ETH. Tenía, por ejemplo, espe-
“Allí tuve excelentes profesores (por
mi relación con el pueblo judío se ha con- dad de que al término de él sería ranzas de lograr la protección
ejemplo, Hurwitz, Minkowski), de ma-
vertido en mi lazo humano más fuerte”. admitido en el Politécnico. Eli- del matemático Hurwitz (“es
nera que realmente podría haber ad-
gió, para tal fin, la Escuela Can- quirido una profunda formación mate- probable que con la ayuda de
El 21 del mismo mes de no- tonal de Aargau, en Aarau. Allí mática. Yo, sin embargo, me pasaba la Dios llegue a criado de Hur-
viembre, Einstein revelaba una vivió en casa de Jost Winteler, mayor parte del tiempo trabajando en witz”, escribía a Mileva Marié el
el laboratorio de física, fascinado por el
razón suplementaria a Azriel Car- un profesor de la escuela. Y en contacto directo con la experiencia”.
13 de septiembre de 1900)13.
lebach, director de Ma’ariv: aquella atmósfera, completa- Pero no tuvo éxito. Ni tampoco
mente diferente de la rígida y Como acabamos de compro- con Eduard Riecke, director de
“También pensé en la difícil situa-
ción que podría surgir si el Gobierno o
fría disciplina germana, fue feliz. bar, uno de sus profesores en la División de Física Experi-
el Parlamento tomasen decisiones que Frau Winteler se convirtió en Zúrich fue el matemático Her- mental del Instituto de Física de
pudiesen crear un conflicto con mi una segunda madre para él, se mann Minkowski, con quien la Universidad de Gotinga, a
conciencia; ya que el hecho de que uno enamoró de Marie, una de las Einstein siguió nueve cursos quien escribió en marzo de
no pueda influir realmente en el curso hijas, aunque el noviazgo no (más que con cualquier otro 1901. Por entonces estaba con-
de los acontecimientos no le exime de prosperó finalmente; en 1911, profesor). Merece la pena recor- vencido que tenía en su contra a
responsabilidad moral”. sin embargo, su hermana Maria darle, ya que años más tarde Weber, a quien no perdonó ja-
(Maja) se casó con Paul Winte- Minkowski suministraría la in- más: cuando éste falleció, en
Graduado superior y ex- ler, y Michele Besso, uno de los terpretación geométrica cuadri- 1912, escribió a un amigo (H.
perto en patentes grandes amigos de Einstein, hi- mensional a la teoría einsteniana Zangger): “La muerte de Weber
Aunque nació en Ulm, Einstein zo lo propio, en 1898, con An- de la relatividad especial, intro- es buena para la ETH”14.
no pasó allí mucho tiempo: al na Winteler11. duciendo el fructífero concepto En realidad, no se entiende
año de su nacimiento su familia El 3 de octubre de 1896, la de “espacio-tiempo”. bien la pretendida animadversión
se trasladó a Múnich, donde su Junta de Educación del Cantón Bajo la supervisión de Hein- de Weber para con Einstein, ya
padre y su tío Jakob establecie- de Aargau certificaba que había rich Weber, con quien siguió que las calificaciones que éste ob-
ron un negocio de instalación de obtenido las siguientes califica- ocho cursos de física experi- tuvo en las asignaturas explica-
agua y gas10. En la capital báva- ciones (la nota más alta era 6): mental (principalmente de elec- das por aquél fueron excelentes.
ra, y a pesar de que no comenzó Alemán, 6; Francés, 3; Italiano, trotecnia), y como parte de sus Probablemente, la razón del fra-
a hablar hasta la edad de tres 5; Historia, 6; Geografía, 4; Ál- exámenes finales en la ETH, caso de Einstein fuera su propio
años, no tuvo dificultades en la gebra, 6; Geometría, 6; Geome- Einstein preparó una tesina (Di- carácter. En cierta ocasión, escri-
escuela primaria (fue, de hecho, tría descriptiva, 6; Física, 6; plomarbeit) sobre la conducción bió a una estudiante norteameri-
y contrariamente al mito tan ex- Química, 5; Historia natural, 5; calorífica. Su intención era con- cana que le había presentado un
tendido, un magnífico alumno), Dibujo artístico, 4; Dibujo téc- tinuar utilizando el laboratorio vehemente alegato contra la in-
entrando a los nueve años en un nico, 4. Está claro que no era de Weber tras graduarse para in- justicia de los profesores, de quie-
famoso centro de Múnich, el un mal estudiante. vestigar en la termoelectricidad, nes se creía víctima15:
Gymnasium Luipold, el mismo En octubre de 1896, Einstein con la esperanza de poder utili-
“A mí también me trataron de la
que abandonaría, como ya he se- entró en el Departamento VI A, zar los resultados para una tesis misma manera mis profesores, que no
ñalado, en 1894, siguiendo a su la Mathematische Sektion de la doctoral dirigida por el propio me querían por mi independencia, por
familia a Italia. Escuela Politécnica Federal, es- Weber. lo que me apartaron cuando necesita-
El hecho de dejar Alemania pecializada en formar profeso- Tales esperanzas no llegaron, ron un ayudante”.
no significa que el joven Albert res (más bien maestros) de física sin embargo, a concretarse. De
no desease seguir estudios uni- y matemáticas. Cuando llegó, hecho, los deseos de Einstein de Al mismo tiempo que se diri-
versitarios. En octubre de 1895 23 de los 841 estudiantes de la iniciar una carrera académica in- gió a Riecke, hizo lo propio –y
se presentó a los exámenes de ETH seguían estudios en esa mediatamente después de fina- con análogo resultado– con Wil-
entrada de la Escuela Politécni- lizar sus estudios se vieron frus- helm Ostwald, el célebre quími-
ca Federal (Eidgenössische Tech- tados pronto. Fue el único de co-físico de la Universidad de
nische Hochschule; ETH) de Zú- 11 Maja Winteler-Einstein vivió entre
los cuatro estudiantes que pasa- Leipzig, algunos de cuyos traba-
rich, que por entonces había 1911 y 1922 en Lucerna, en donde su ron los exámenes finales de la
alcanzado reputación como cen- marido trabajaba para la Compañía de Sección VI A en julio de 1900
tro de vanguardia en la ense- Ferrocarriles Gotthard. Después de que que no consiguió un puesto de
Paul se jubilase vivió (de 1922 a 1939) en 13 Las cartas de Einstein a Marié que
ñanza superior de la física y la Colonnata, en las afueras de Florencia. A
Assistent (ayudante), el primer cito se encuentran reproducidas en Sta-
raíz de la legislación antisemita promul- escalón en la carrera universita- chel, ed. (1987), al igual que en Sánchez
gada en Italia en 1938, emigró (sin Paul, ria, y ello a pesar de que la nota Ron, ed. (1990).
que murió en 1952) a Estados Unidos; 14 Citado en Pais (1984), pág. 59.
10 Aspectos interesantes de la posible allí vivió en Princeton con su hermano, 15 Citado en Vallentin (1955), pág.
influencia en Einstein de los negocios fa- con quien estuvo muy unida toda su vida, 28. Vallentin era una periodista amiga de
miliares se desarrollan en Pyenson (1990). hasta su fallecimiento en 1951. 12 Einstein (1979), pág. 20. Elsa, la segunda esposa de Einstein.

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



57
ALBERT EINSTEIN

jos Einstein estudió en aquella obras –hagiografías más bien– tuvo una hija de Albert, a la que condiciones que imponía a Mi-
época. Infatigable, no cesaba en en las que parezca lo contrario. en sus cartas llamaban Lieserl. leva, en torno al 18 de julio de
sus esfuerzos por encontrar otras El 6 de enero de 1903, Eins- Del destino de esta niña no ha 1914 para continuar viviendo
posibilidades para obtener un tein contrajo matrimonio con quedado ningún rastro (no es en el domicilio familiar18:
puesto de Assistent. A Mileva le Mileva Marié (1875-1948), co- improbable que fuese dada en
“Condiciones.
contaba (4 de abril de 1901) mo hemos visto compañera de adopción). Más tarde, ya casa- A. Debes asegurarte que:
que se había dirigido estudios suyo en la ETH. No ha- dos, tuvieron dos hijos: Hans 1) mi ropa, limpia y por lavar, se man-
ce mucho se publicaron (Stachel, Albert (14 de mayo de 1904), tenga en buen orden y arreglada;
“al Politécnico de Stuttgart, donde hay
ed. 1987; Sánchez Ron, ed. que llegaría a ser profesor de in- 2) recibo mis tres comidas de manera
un puesto libre, y he vuelto a escribir a regular en mi habitación;
Ostwald. ¡Pronto habré honrado con 1990) las cartas que ambos in- geniería en la Universidad de
3) mi habitación y despacho se man-
mi oferta a todos los físicos desde el tercambiaron durante su noviaz- Berkeley (Estados Unidos), en tienen siempre limpios, y, en particu-
mar del Norte hasta la punta meridio- go, en las que el futuro premio donde murió en 1973, y Eduard lar, que mi mesa esté dispuesta sólo pa-
nal de Italia!”. Nobel aparece bajo una luz que (28 de julio de 1910), que falle- ra mí.
no le distingue demasiado de ció en 1965 en un hospital psi- B. Renuncias a todas las relaciones per-
Incapaz de encontrar un tantos otros jóvenes enamora- quiátrico suizo en el que llevaba sonales conmigo en tanto que no sea
absolutamente necesario mantenerlas
puesto relacionado con la inves- dos: décadas recluido debido a su es-
por razones sociales. Específicamente,
tigación física, Einstein tuvo que quizofrenia. debes renunciar a:
“Cuando no te tengo”, escribía el 6
aceptar, en 1902 y con la ayuda de agosto de 1900, “siento como si no Pero antes de continuar por 1) que me siente en casa contigo;
del padre de un compañero de estuviera completo. Si me siento, qui- estas sendas personales, y para 2) que salga o viaje contigo.
estudios, Marcel Grossman, un siera marcharme; si me voy, me alegro disponer del trasfondo “geoes- C. En tus relaciones conmigo debes
empleo en la Oficina de la Pro- de volver a casa; si me entretengo, qui- tratégico” necesario, es necesa- aceptar explícitamente adherirte a los
siera estudiar; si estudio, me falta reco- siguientes puntos:
piedad Intelectual de Berna, que rio mencionar que cuando los 1) No debes esperar de mí intimidad ni
gimiento y tranquilidad, y si me voy a
mantendría hasta 1909. Fue allí, acontecimientos que voy a co- reprocharme en forma alguna.
dormir, no estoy satisfecho con el día
mientras evaluaba solicitudes de vivido. Que lo pases bien, corazón, y mentar tuvieron lugar, Einstein 2) Debes desistir inmediatamente de
patentes, donde efectuó sus pri- recibe los besos más afectuosos de tu ya no era el oscuro empleado dirigirte a mí si te lo pido.
meras grandes aportaciones a la Albert”. de la Oficina de Patentes que 3) Debes abandonar inmediatamente
mi habitación o despacho sin protestar
física, en particular las de 1905, era hasta 1909. Gracias a las
si te lo pido.
annus mirabilis donde los haya. Cartas como éstas eran prác- aportaciones a la física que D. Aceptas no menospreciarme ni de
Fue entonces, en efecto, cuan- ticamente desconocidas hasta realizó a partir de 1905, el palabra ni de hecho delante de mis
do publicó en el Annalen der muy poco antes de la aparición mundo académico comenzó a hijos”.
Physyk tres artículos que conmo- del primer tomo de los Eins- advertir la presencia de aquel
vieron los cimientos de la física: tein Collected Papers (Stachel, empleado de Berna. En 1909 Eran, ciertamente, unas con-
“Sobre un punto de vista heurís- ed. 1987)16; formaban parte de consiguió su primer puesto diciones brutales, pero ¿es que
tico relativo a la producción y un conjunto de 430 cartas per- universitario, en Zúrich. Luego los científicos, los grandes,
transformación de la luz”, en el tenecientes al legado literario vendrían, en rápida sucesión, grandísimos, científicos inclui-
que extendía a la radiación elec- de Mileva Marié, un auténtico cátedras en la Universidad ale- dos, son diferentes del resto de
tromagnética la cuantización in- tesoro que salió a subasta pú- mana de Praga (1911), Zúrich los seres humanos, entre los que
troducida por Max Planck en blica (con precios astronómi- (1912) de nuevo y Berlín se dan pasiones de todo tipo?
1900; “sobre el movimiento re- cos) el 25 de noviembre de (1914), entonces el centro más Tampoco hay que olvidar,
querido por la teoría cinético- 1996, en la casa Christie’s, y importante de la física mun- como en este caso se ha hecho
molecular del calor para partícu- cuyo contenido completo irá dial, junto a colegas del calibre en más de una ocasión (por
las pequeñas suspendidas en flui- apareciendo (así se ha prometi- de Max Planck, Fritz Haber o ejemplo, por algún colectivo fe-
dos estacionarios”, en el que a do al menos) en futuros volú- Walther Nernst. minista, propagando la com-
través de un análisis teórico del menes de los Einstein Collected Volvamos ahora a las cartas pletamente infundada –y por
movimineto browniano ofreció Papers17. personales. Estas también mues- ello ridícula– tesis de que Eins-
evidencia de la existencia de los Las cartas ya publicadas con- tran, con toda transparencia y tein se había aprovechado en
átomos, y “sobre la electrodiná- tienen, además de detalles co- dramatismo, los problemas, sus grandes aportaciones cien-
mica de los cuerpos en movi- mo los señalados y de referen- acusaciones y recriminaciones tíficas de aquella época del tra-
miento”, el artículo de la teoría cias a las lecturas de interés que terminaron afectando a Al- bajo e ideas de Mileva), a la
de la relatividad especial. científico de Einstein entre bert y Mileva, y que les condu- otra parte, ya que existen evi-
1897 y 1902, sorpresas com- jo al divorcio (se separaron en dencias del complicado carácter
Los científicos también pletas. Como el hecho de que 1914, con Einstein permane- de Marié19. Otra carta de Eins-
son humanos hacia enero de 1902, antes por ciendo en Berlín y Mileva re- tein a Mileva, ésta del 24 de oc-
Continuando con el perfil hu- consiguiente de casarse, Mileva gresando a Zúrich con sus dos tubre de 1925, da tal vez una
mano de Einstein, es preciso de- hijos; el divorcio llegó en febre- imagen menos brutal aunque
tenerse en otros aspectos de su ro de 1919). El Albert Einstein
biografía, aquellos que involucran 16 De hecho, hubo que modificar rá- que se encuentra en algunos de
relaciones, al margen de la cien- pidamente los planes de publicación de esos documentos es muy dife- 18 Schulmann, Kox, Janssen e Illy,

cia, con otras personas. Y es que ese primer volumen para incluirlas en él. rente al que aparece en escritos eds. (1998), parte A, págs. 32 y 33.
17 El catálogo publicado entonces por 19 La tesis de que Einstein se benefició
los científicos también son hu- en los que defendía el pacifis-
Christie’s (1996), de 107 páginas, con- científicamente de Mileva se desarrolla
manos, por mucho que con fre- tiene resúmenes y citas de muchas de esas mo, la solidaridad o el valor de en Trbuhovic Gjuric (1983) o Troemel-
cuencia nos encontremos con cartas. la ciencia. Veamos si no, las Ploetz (1990).

58 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99 ■


JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ RON

No hace falta decir que algu- versidad de Berlín y notable pa- lo de 1905 en el que se formuló
no menos cruel, acaso más rea- nos admirarán semejante postu- cifista (preparó un manifiesto en la teoría de la relatividad espe-
lista, de su autor20: ra, mientras que otros la criti- 1914 en favor de la paz entre cial). Pues bien, en aquella carta
carán como expresión de egoís- los pueblos europeos, al que se se lee26:
“Cuando leo una carta tuya, me
siento como un criminal, especialmen- mo o cobardía. Sea como fuese, sumó Einstein), el 22 de mayo
“Ha sido verdaderamente muy ama-
te cuando no puedo recordar las cir- el hecho es que para compren- de 191823. ble por su parte darme, en estos días
cunstancias reales. De hecho, siempre der a Einstein el hombre, al
“Recordará usted que recientemen- tan tristes, tantos detalles sobre la
hice todo lo que fue humanamente po- igual que una parte de sus escri- te hablamos del matrimonio entre Al- muerte de Michele. Su fin ha sido ar-
sible para hacer más fácil y mejorar tu
vida… No aprecias nada de lo que ha- tos no científicos, hay que tener bert y mamá, y que usted me dijo que monioso, a imagen de su vida entera, a
go. Todo lo que saco de ti es insatisfac- muy en cuenta su filosofía tras- un matrimonio entre Albert y yo sería imagen también del círculo de los su-
ción y desconfianza. Ya no lo tomo a cendentalista. En cualquier caso, más propio. Nunca pensé seriamente yos. El don de llevar una vida armo-
mal porque creo que estoy tratando con acerca de ello hasta ayer. Ayer se susci- niosa raramente va acompañado de una
el descubrimiento de que Eins-
alguien anormal. Me haces reír con tu tó la cuestión repentinamente de si Al- inteligencia tan aguda, sobre todo en la
amenaza de tus memorias. ¿No se te ha
tein no fue, en su cotidianidad, medida en que él la poseía. Pero lo que
bert quería casarse con mamá o con-
ocurrido pensar que ni siquiera un gato un santo laico parece haber migo… El propio Albert rechaza to- yo admiraba más en Michele, como
daría una peseta por semejantes gara- constituido una sorpresa para mar una decisión, está preparado para hombre, era el hecho de haber sido ca-
batos si no fuese porque el hombre con muchos. Así, han florecido, y casarse conmigo o con mamá. Sé que paz de vivir tantos años con una mujer,
el que te relacionabas había logrado al- continúan haciéndolo, obras en Albert me quiere mucho, acaso más no solamente en paz, sino también
go importante? Si una persona es un de lo que lo hará nunca otro hombre, constantemente de acuerdo, empresa
cero a la izquierda, entonces no hay na- las que se insiste en sus “debili-
me lo dijo él mismo ayer. Por otra par- en la que yo, lamentablemente, he fra-
da que le puedas reprochar. Sin embar- dades” humanas. Obras como el
te, puede incluso preferirme a mí como casado por dos veces”.
go, uno debería ser agradable y modes- libro, sólidamente documenta- esposa ya que soy joven y podría tener
to y mantener la boca cerrada; este es el do, Las vidas privadas de Eins-
consejo que te doy. Pero si el diablo no hijos conmigo, lo que naturalmente no
te abandona, entonces, en el nombre
tein, debido a dos periodistas, se aplica en el caso de mamá”24. El otro ejemplo se refiere al
de Dios escribe lo que él quiera que ha- Roger Highfield y Paul Carter “último” descubrimiento de los
gas. He tenido que enfrentarme ya con (1996). Y entre esas “debilida- Finalmente, el 2 de junio de amores de Einstein. De nuevo, en
tantas tonterías de otras personas, que des” se han destacado, como di- 1919, Einstein se casó con Elsa. una subasta pública celebrada el
puedo afrontar las tuyas con calma”.
fícilmente podía ser de otra for- No tuvieron, por supuesto, hijos 26 de junio de 1998 en Nueva
Al tener que enfrentarse con la ma en el mundo actual, sus re- y Elsa cuidó bien de su marido, York, esta vez realizada por Sot-
–con demasiada frecuencia ine- laciones con mujeres. Veamos disfrutando de su fama, como heby’s, se ofreció un lote com-
vitable– dureza de la vida, los se- dos ejemplos, uno importante se puede comprobar en nume- puesto por nueve cartas de Eins-
res humanos reaccionan de muy por el papel que desempeñó en rosas fotografías, en las que apa- tein a Margarita Konenkova, jun-
diversas maneras: con desespera- su vida, otro que tiene más de rece junto a Albert, y lumina- to a otros materiales (el precio de
ción, extrañamiento, violencia o anecdótico que de otra cosa. rias del tipo de Charles Chaplin, salida fue de 250.000 dólares). Lo
depresión, por citar algunas po- El primer ejemplo tiene que Chaim Weizmann o Rabindra- mejor es citar del propio catálogo
sibilidades. Einstein encontró en ver con su prima, Elsa Einstein nath Tagore25. Que Einstein preparado por Sotheby’s (1996):
la ciencia, que para él consistía Löwenthal (1874-1936), con la disfrutase igualmente es mucho
“La hasta ahora desconocida rela-
en la búsqueda de lo objetivo, su que volvió a relacionarse cuando más dudoso. Existe un docu- ción amorosa de Einstein con una espía
vía de escape. Ilustrativo en este estaba divorciada y con dos hi- mento profundamente revela- rusa. El material de este lote compren-
sentido son las siguientes frases, jas. En una fecha tan temprana dor en este sentido: una carta de el descubrimiento más significativo
extraídas de un discurso que pro- como el 30 de abril de 1912, que escribió el 21 de marzo de con relación a la vida personal y emo-
cional de Einstein desde que se cono-
nunció durante la celebración del tras una visita a Berlín en la que 1955, muy poco antes de su
cieron en 1987 las primeras cartas que
sexagésimo aniversario de Max había visto a Elsa, Einstein le es- muerte, al hijo y a la hermana escribió a su primera esposa, Mileva.
Planck (1918) en la Sociedad de cribía que la amaba22. La pasión de Michele Angelo Besso, que La historia que cuentan es incluso más
Física de Berlín21: de Albert por su prima conti- acababa de fallecer. Ya mencioné llamativa y considerablemente más
nuó durante los siguientes años, que Besso fue uno de sus gran- compleja que las del joven y típico
“En principio, creo, junto con amante que muestran las cartas a Mile-
Schopenhauer, que una de las más fuer-
en los que la cuestión de su di- des amigos, y continuó siéndolo va. Las cartas y otros materiales rela-
tes motivaciones de los hombres para vorcio con Mileva aparece cons- toda su vida (es, por ejemplo, el cionados que ofrecemos sacan a la luz
entregarse al arte y a la ciencia es el an- tantemente en las cartas que in- único nombre que aparece en por primera vez la historia de la relación
sia de huir de la vida de cada día, con su tercambiaron. Pero semejante los agradecimientos en el artícu- amorosa de Einstein con Margarita Ko-
dolorosa crudeza y su horrible mono- entusiasmo debió decrecer en al- nenkova (ca. 1900-82), esposa del emi-
tonía; el deseo de escapar de las cadenas nente escultor ruso Sergei Konenkov
gún momento cuando la mate- (1874-1971). Los Konenkov vivieron
con que nos atan nuestros siempre
rialización del divorcio se en- 23 Parece que Elsa había consultado a como emigrados en Estados Unidos
cambiantes deseos. Una naturaleza de
temple fino anhela huir de la vida per- contraba próxima. Y decreció Nicolai acerca de sus problemas de cora- durante más de veinte años, desde co-
de una manera ciertamente no zón en el otoño de 1913. mienzos de los años veinte hasta finales
sonal para refugiarse en el mundo de la 24 Schulmann, Kox, Janssen e Illy,
percepción objetiva y el pensamiento”. convencional, como muestra una de 1945, cuando fueron reclamados
eds. (1998), vol. B, págs. 769 y 770. por la Unión Soviética. Sergei Konen-
carta que una de las hijas de El- 25 El Center for History of Physics
kov tenía un estudio en Greenwich Vi-
sa, Ilse, escribió desde Berlín a del American Institute of Physics preparó
llage, donde, aunque rechazó aprender
en 1979 un catálogo de fotografías de
20 Esta carta no ha sido publicada to- Georg Nicolai (1874-1964), ca- Einstein (Warnow, comp., 1979) en el
inglés, desarrolló una carrera con bas-
davía. Formaba parte de los documentos tedrático de Fisiología en la Uni- que aparecen numerosas instantáneas tante éxito realizando retratos para mu-
ofrecidos en la subasta de Christie’s de de Einstein junto a Elsa, en todo tipo de chos americanos eminentes, incluyendo
noviembre de 1996. La cita está tomada atractivos escenarios. El número de foto-
del catálogo publicado (Christie’s 1996, grafías en las que se encuentra Mileva es
pág. 61). 22 Klein, Kox y Shulmann, eds. mucho menor, y los entornos correspon-
21 Einstein (1981), pág. 200. (1993), págs. 456-457. dientes mucho menos esplendorosas. 26 Speziali, ed. (1994), pág. 454.

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



59
ALBERT EINSTEIN

un número de miembros de la Corte particular. Circunstancias histó- uno de ellos era Einstein. El do-
Suprema. Además de ayudar a su mari- ricas como la I Guerra Mundial. cumento en cuestión, titulado
do, durante los años de guerra Marga-
rita sirvió como secretaria ejecutiva de
Al poco de comenzar la guerra, Manifiesto a los europeos, fue dis-
la Sociedad Americana para Ayuda a el 4 de octubre de 1914, movi- tribuido a mediados de octubre,
Rusia. También fue… una espía sovié- dos en parte por las negativas y contenía párrafos como los si-
tica”. repercusiones que había tenido guientes:
En este punto, el catálogo in- en el mundo la invasión de Bél-
“La guerra que ruge difícilmente
dica que Einstein había conocido gica, 93 intelectuales alemanes puede dar un vencedor; todas las na-
a los Konenkov desde al menos dieron a conocer lo que deno- ciones que participan en ella pagarán,
1935, cuando Sergei realizó un minaron Llamamiento al mundo con toda probabilidad, un precio ex-
busto suyo (que ahora se encuen- civilizado (Aufruf an die Kultur- tremadamente alto. Por consiguiente,
tra en el Institute for Advanced welt). Aquel manifiesto defen- parece no sólo sabio sino obligado pa-
Study de Princeton), y que, aun- día con una parcialidad sobre- ra los hombres instruidos de todas las
naciones el que ejerzan su influencia
que no es posible determinar du- cogedora las acciones germanas. para que se firme un tratado de paz que
rante cuanto tiempo Einstein y Contenía puntos como el si- no lleve en sí los gérmenes de guerras
Margarita habían sido amantes, guiente: futuras, cualquiera que sea el final del
a finales del otoño de 1945 “su presente conflicto. La inestable y fluida
“No es verdad que la lucha contra lo
relación era apasionada”. Y en es- situación en Europa, creada por la gue-
que se ha llamado nuestro militarismo
rra, debe utilizarse para transformar el
te punto, como si fuese una no- no sea una lucha contra nuestra cultu-
Continente en una unidad orgánica.
vela de espías, se incluyen los si- ra, como pretenden hipócritamente
Técnica e intelectualmente, las condi-
guientes comentarios: nuestros enemigos. Sin el militarismo
ciones están maduras para tal proce-
alemán, la cultura alemana habría de-
so… Nuestro único propósito es afir-
“Es igualmente manifiesto, tanto de saparecido de la faz de la tierra hace
mar nuestra profunda convicción de
las cartas como de otros materiales ofre- mucho tiempo. Es para proteger esa
que ha llegado el momento de que Eu-
cidos aquí, que han sobrevivido a través cultura que un país que durante siglos
ropa se una para defender su territo-
de un miembro de la familia Konen- ha sufrido más invasiones que ningún
rio, su gente y su cultura… El primer
kov, que el papel de Margarita fue otro ha salido de sus fronteras. El Ejér-
cito y el pueblo alemanes forman una paso en esa dirección sería el que unan
complicado. Tuvo que hacer juegos
malabares con los deseos y necesidades unidad. Semejante convicción une hoy sus fuerzas todos aquellos que aman
de Einstein, de su marido, y de quien la día a 70 millones de alemanes, sin dis- realmente la cultura de Europa; todos
controlaba, el vicecónsul soviético Pas- tinción de educación, condición social aquellos a los que Goethe profética-
telniak (que utilizaba el nombre falso y partido”. mente llamó ‘buenos europeos’… No
de Pavel Mikhailov y que le dio a ella el debemos abandonar la esperanza de
nombre en clave de Lucas). Amor, ma- que, hablando al unísono, su voz pue-
Entre los firmantes de este da, incluso hoy, levantarse por encima
nipulación y desengaño estuvieron in-
llamamiento figuraban 15 cien- del choque de las armas, en particular si
separablemente unidos en su relación
con Einstein. La tradición familiar de tíficos, algunos del calibre de se les unen aquellos que ya disfrutan
que tuvo otras muchas relaciones amo- los químicos Adolf von Baeyer de renombre y autoridad”.
rosas, incluyendo entre ellas con Rach- (Múnich), Emil Fischer (Ber- A pesar de sus ideas pacifistas,
maninoff y con el artista emigrado Bo- lín), Fritz Haber (Berlín), Wal- Einstein contribuyó a impulsar
rís Chaliapin, sugieren que estaba bien ter Nernst (Berlín), Wilhelm el establecimiento del proyecto
entrenada para su relación con Eins-
tein”.
Ostwald (Leipzig) y Richard nuclear estadounidense, que cul-
Willstätter (Berlín), el mate- minó con el lanzamiento de las
Uno de los últimos servicios mático Felix Klein (Gotinga), bombas atómicas de agosto de
que Margarita realizó, antes de y los físicos Philipp Lenard 1945. El 2 de agosto de 1939, a
regresar apresuradamente a la (Heidelberg), Max Planck (Ber- petición de tres físicos de ori-
Unión Soviética, fue intentar, a lín), Wilhelm Röntgen (Mú- gen húngaro que también ha-
mediados de agosto de 1945, nich) y Wilhelm Wien (Wurz- bían tenido que abandonar Ale-
que Einstein recibiese a Mikhai- intrincada, dando origen a mi- burgo). mania, Leo Szilard, Edward Te-
lov (esto es, Pastelniak), aparen- tos como aquel que propagó En la atmósfera que reinaba ller y Eugene Wigner, escribió
temente para discutir cuestiones Arthur Eddington de que sólo entonces en Alemania era difícil una carta al presidente Franklin
relacionadas con la bomba ató- tres personas entendían la teoría oponerse públicamente a aque- D. Roosevelt en la que indicaba
mica que, recordemos, se aca- de la relatividad general, pero la lla declaración (en otros países el peligro potencial de que, a
baba de probar con éxito sobre palabra de Einstein era transpa- tampoco era fácil defender posi- raíz del descubrimiento de la fi-
Hiroshima y Nagasaki. rente, y de una belleza y altura ciones no beligerantes, como de- sión del uranio (Otto Hahn y
moral singular, cuando hablaba muestra el caso de Bertrand Fritz Strassmann, Berlín, 1938),
Pacifista de cuestiones humanas. Y, en- Russell en Inglaterra). Sin em- Alemania pudiese fabricar bom-
Abandonemos ya el ámbito de tre esas cuestiones humanas, una bargo, pocos días después de su bas atómicas. Aunque es difícil
lo privado y regresemos al de lo llamó muy particularmente su publicación un destacado paci- determinar en qué medida esta
público, en el que Albert Eins- atención: la lucha contra la gue- fista alemán, Georg Friedrich carta influyó en la posterior de-
tein brilló con una luz que po- rra, el pacifismo. Nicolai, con quien ya nos he- cisión del Gobierno estadouni-
cos, si es que algunos, de los Las circunstancias históricas mos encontrado, preparó una dense de establecer el proyecto
grandes protagonistas de la his- en las que se desenvolvió su vida réplica que hizo circular entre Manhattan, que conduciría a la
toria de la ciencia alcanzaron. le dieron buenas ocasiones para sus colegas universitarios. Sólo fabricación de las bombas que
La física einsteniana puede ser que aflorasen sus ideas sobre el tres personas se adhirieron a ella: se lanzaron sobre las ciudades

60 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99



JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ RON

japonesas de Hiroshima y Na- sede londinense de la Royal So- sity Press, Princeton, 1987.
gasaki en agosto de 1945, el he- ciety, en una reunión conjunta STERN, Fritz: Einstein’s German World.
cho es que el temor que sentía de la sociedad anfitriona con la Princeton University Press, Princeton,
por un mundo dominado por Royal Astronomical Society. Al- 1999.
BIBLIOGRAFÍA
Hitler hizo que Einstein violen- fred North Whitehead, el céle-
TRBUHOVIC GJURIC, Desanka: Im Scht-
tase sus creencias pacifistas. En bre filósofo y matemático que CHRISTIE’S: The Einstein Family Co- ten Albert Einsteins, das tragische Leben
tiempos difíciles, cuando las pa- asistió a aquella reunión, descri- rrespondence including the Albert Eins- der Mileva Einstein-Marié. Haupt, Ber-
siones y la sangre empañan la biría años más tarde el ambien- tein-Mileva Marié Love Letters. Nueva na, 1983.
York, 1996.
tierra, la pureza es un bien que te que la rodeó27:
TROEMEL-PLOETZ, Senta: ‘Mileva Eins-
se agosta rápidamente. ¿Nece- DUKAS, Helen, y HOFFMANN, Banesh
“Toda la atmósfera de tenso interés tein Marié, the Woman Who Did
sariamente? era exactamente la de un drama griego:
(eds.): Albert Einstein. The Human Side. Einstein’s Mathematics’, Women’s Stu-
Princeton University Press, Princeton, dies International Forum 13, núm. 5,
nosotros éramos el coro comentando
Científico famoso 1979. 1990.
el decreto del destino revelado en el de-
Que el “mundo” se haya ocupa- sarrollo de un incidente supremo. Ha- EINSTEIN, Albert: Notas autobiográfi- VALLENTIN, Antonina: El drama de Al-
do de la biografía de Einstein bía una cualidad dramática en la misma cas. Alianza, Madrid, 1979. berto Einstein. Sur, Buenos Aires, 1955.
con el ahínco con que lo ha he- representación; el ceremonial tradicio- ––– Mis ideas y opiniones. Antoni
nal, y en el trasfondo el retrato de New- Bosch, Barcelona, 1981. WARNOW, Joan N. (comp.): Images of
cho, penetrando en rincones tan
ton para recordarnos que la mayor de Einstein: A Catalog. Center for History
personales como algunos de los las generalizaciones científicas iba a re- HIGHFIELD, Roger, y CARTER, Paul: of Physics, American Institute of Phy-
que hemos tratado, se debe a la cibir ahora, después de más de dos si- Las vidas privadas de Einstein. Espasa- sics, Nueva York, 1979.
fama popular que llegó a alcan- glos, su primera modificación”. Calpe, Madrid, 1996.
zar, no a la excelencia de sus con- WHITEHEAD, Alfred North: Science and
KLEIN, Martin J.; KOX, A. J., y SHUL- the Modern World. Cambridge Univer-
tribuciones a la ciencia (aunque, El día siguiente, The Times MANN, Robert (eds.): The Collected Pa- sity Press, Cambridge (primera edición,
por supuesto, ambas estén rela- anunciaba en sus titulares: pers of Albert Einstein, vol. 5 (The Swiss 1926), 1946.
cionadas). Years: Correspondence, 1902-1914). Prin-
“Revolución en ciencia. Nueva teo-
La continuamente ascenden- ría del Universo. Ideas newtonianas
ceton University Press, Princeton, 1993.
te carrera académica de Einstein desbancadas”. PAIS, Abraham: ‘El Señor es sutil…’. La
desde que abandonó la Oficina ciencia y la vida de Albert Einstein. Ariel,
de Patentes de Berna, y que cul- Se había convertido en una fi- Barcelona, 1984.
minó al llegar a Berlín en 1914, gura mundialmente célebre. A
muestra que su fama experi- partir de entonces rara vez tuvo la PYENSON, Lewis: El joven Einstein.
Alianza, Madrid, 1990.
mentó un crecimiento corres- paz que siempre dijo buscar. Y
pondiente. Pero ello ocurrió en- famoso murió en Princeton el 18 ROSENKRANZ, Ze’ev: Albert Through
tre sus colegas, entre los físicos de abril de 1955, como conse- the Looking-Glass. The Personal Papers
que reconocían lo extraordinario cuencia de un aneurisma arterial. of Albert Einstein. The Albert Einstein
Archives/The Jewish National & Uni-
de sus contribuciones científi- Años antes, en mayo de 1936, a
versity Library/The Hebrew University
cas. Entre los legos, en el mun- requerimiento de un editor esta- of Jerusalem, Jerusalén, 1998.
do social, el nombre de Einstein dounidense que iba a comenzar
sólo pasó a ser conocido, multi- las obras para una librería y que SÁNCHEZ RON, José M. (ed.): Albert
tudinariamente, en noviembre deseaba enterrar una caja de me- Einstein. Cartas a Mileva. Mondadori,
Madrid, 1990.
de 1919, cuando una expedi- tal con mensajes para la posteri-
ción británica confirmó, mi- dad, Einstein escribió lo siguien- SÁNCHEZ RON, José M., y GLICK, Tho-
diendo las trayectorias de la luz te, que da idea de qué era lo que mas F.: La España posible de la Segunda
de algunas estrellas durante un le preocupaba del futuro (y de su República. La oferta a Einstein de una
cátedra extraordinaria en la Universi-
eclipse de Sol, que se verificaba sentido del humor)28:
dad Central (Madrid 1933). Ediciones
que los rayos de luz cambian de de la Universidad Complutense de Ma-
“Querida posteridad,
dirección en presencia de cam- Si no has llegado a ser más justa, drid, 1983.
pos gravitacionales, una de las más pacífica y generalmente más racio-
predicciones de la teoría de la nal de lo que somos (o éramos) noso- SCHULMANN, Robert; KOX, A. J.; JANS-
SEN, Michel, y ILLY, Jözsef (eds.): The
interacción gravitatoria que ha- tros, entonces, que el Diablo te lleve.
Habiendo, con todo respeto, ma- Collected Papers of Albert Einstein, vol.
bía desarrollado a finales de 8, dos vol. (A y B) (The Berlin Years.
nifestado este piadoso deseo,
1915, la relatividad general, que Soy (o era), Correspondence, 1918). Princeton Uni-
muchos consideran como su Tuyo, versity Press, Princeton, 1998.
mayor logro científico, o por lo Albert Einstein”.
SOTHEBY’S: Fine Books and Manuscripts
menos el más original. Including Americana. Nueva York,
Los resultados de la misión Aunque la posteridad no sea 1998.
británica se dieron a conocer el más justa, pacífica o racional, es
6 de noviembre de 1919 en la más que probable que recuerde SPEZIALI, Pierre (ed.): Albert Einstein.
Correspondencia con Michele Besso. Tus-
el nombre y contribuciones al quets, Barcelona, 1994.
conocimiento de la naturaleza
27
del hombre que escribió estas lí- STACHEL, John (ed.): The Collected Pa-
Whitehead (1946), pág. 13. José Manuel Sánchez Ron es ca-
28 Dukas y Hoffmann, eds. (1979), neas. ■ pers of Albert Einstein, vol. 1 (The Early
Years, 1879-1902). Princeton Univer- tedrático de Historia de la Ciencia en la
pág. 105. Universidad Autónoma de Madrid.

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



61
ENSAYO

LAS ÚLTIMAS MÁSCARAS DEL DIABLO Paradojas de la sociedad tecnológica

DOMINGO FERNÁNDEZ AGIS

U
n viejo ideal proclamaba jetiva. Estas ciencias, al estudiar al dos siglos. El avance científico ha nista que ejercían las viejas ideas,
que la definición del ser hu- ser humano en el contexto de su provocado esa avalancha de co- muchas de ellas de clara raigam-
mano exige una explícita estructura biológica y sus relacio- nocimientos parciales referidos al bre teológica, como un aconteci-
referencia a su presunta esencia nes con la naturaleza y sus con- hombre, las ciencias han experi- miento que abre inéditas posibi-
inmaterial, innata e inmutable a géneres, han ido limitando cada mentado un pavoroso despliegue lidades a los seres humanos para
través del tiempo. Desde esa pers- vez más el terreno disponible pa- y, una vez logrado éste, a muchas acomodar sus vidas a sus convic-
pectiva, que hoy juzgamos arcai- ra la hipotética afirmación de la de nuestras ideas tradicionales se ciones racionales y no a ninguna
zante, todo intento de conocer al existencia de una esencia humana les ha proporcionado la oportuna hipotética “verdad” impuesta.
hombre implicaba un proceso de que permaneciese igual a sí mis- sepultura2. Cabría preguntarse Entre estos últimos quiero con-
discernimiento de sus cualidades ma a lo largo de los tiempos. De entonces si esa puesta en cuestión tarme y, por eso, frente a aquellos
esenciales, aquellas que, según se tal forma que el único espacio en del concepto de hombre ha de que no se cansan de evocar una
suponía, establecen los rasgos más el que todavía es posible una afir- ser contemplada por nosotros co- supuesta existencia paradisíaca en
sobresalientes y definitorios de su mación de tal género viene deli- mo una pérdida lamentable de la la que los hombres desplegaron
ser. Ese postulado esencialista se mitado por el perfil de lo no sa- que jamás lograremos reponernos sin dificultad las potencialidades
ha hundido ya definitivamente, bido. Así pues, es tan sólo entre la o, por el contrario, puede verse en encerradas en su esencia, al mar-
tras haberse puesto en evidencia niebla de lo desconocido donde ella el signo de una inmediata gen de las “agresiones” actuales
desde los más diversos frentes la pueden resonar todavía algunos liberación de “lo humano”, de que provienen de la ciencia y la
debilidad de su fundamento. ecos del viejo esencialismo. Po- aquello que en realidad somos, tecnología, quiero dejar sentado
Quizá, el factor más influyente dría decirse, por tanto, que el largamente apetecida y esperada. de antemano que, en mi opinión,
en esta labor demoledora haya si- conocimiento científico ha aca- No es fácil inclinarse en uno u lo que somos hoy y lo que pode-
do el impresionante progreso de bado por privarnos del último otro sentido en la anterior dis- mos llegar a ser en el futuro de-
la ciencia en las dos últimas cen- asidero que creíamos firme, pre- yuntiva. Por un lado, siempre ha- pende en buena medida de nues-
turias. En efecto, el desarrollo del cisamente ahora, cuando nuestra brá quien añore la seguridad de tra capacidad de controlar de
conocimiento científico ha ido vida está sujeta a los más vertigi- aquellos días en los que las cosas manera racional el desarrollo
revelando la presencia de una nosos cambios. había que hacerlas según unas científico y tecnológico. Nuestro
oquedad inhabitable allí donde Para algunos, al no encontrar- pautas de comportamiento que presente y nuestro futuro están
antaño se situó el hogar de nues- se el menor indicio de esa esencia no se podían cuestionar; “como ligados a la forma en que nos im-
tra esencia. Buscando un saber de la que tanto se había hablado, Dios manda”, se solía decir. Ha- pliquemos en los procesos de bús-
profundo de nuestra naturaleza, la ciencia contemporánea ha sen- brá, pues, quienes lamenten la queda del conocimiento y a la
la ciencia ha encontrado un más tenciado a muerte al hombre, al pérdida definitiva de la confianza manera como apliquemos sus re-
que elocuente vacío en el espacio menos tal como hasta ahora lo en la existencia de algo inmutable, sultados sobre la naturaleza y so-
que, durante siglos, la ignorancia habíamos concebido. Es éste el definitorio de lo que es esencial bre nosotros mismos. No debe-
y la superstición habían reservado contexto en el que hay que en- en el ser humano. Algunos actua- mos, pues, incurrir en la actitud
para nuestra hipotética esencia. tender la afirmación del filósofo rán por imperativo de su igno- de aquellos a quienes Fernando
En consecuencia, tratando de francés Michel Foucault cuando rancia, otros lo harán –como diría Savater ha denominado “ecóla-
rellenar el vacío dejado por una sostiene, en las páginas de su ma- Jean Paul Sartre– con “mala fe”. El tras”, que defienden la renuncia
quiddidad que no asoma por par- gistral obra Las palabras y las cosas, caso es que todos ellos se sentirán completa a intervenir en el curso
te alguna, en nuestra época el que “el hombre ha muerto”1. En como si la tierra se hubiera abier- de los procesos naturales. Ni de-
concepto de “función” ha acaba- efecto, en cierto modo así es. El to bajo sus pies, abandonados a su bemos caer tampoco en la forma
do prevaleciendo sobre el de esen- “hombre” ha muerto, ya que to- suerte en la lucha sin fin por man- de proceder de los que confieren
cia y unas ciencias en expansión dos los viejos conceptos –como el tenerse a flote en medio del relati- al progreso científico la responsa-
creciente, que tienden a cuantifi- concepto tradicional de hombre– vismo imperante. bilidad de cargar con la culpa de
car y unificar los fenómenos, por han caído a tierra debido al peso Pero también encontraremos, todos nuestros males morales y
fin han alcanzado de pleno tam- abrumador de las determinacio- por fortuna, quienes saluden el políticos. Estoy convencido de
bién al propio ser humano, que nes con las que los hemos queri- abandono de la inercia determi- que, tanto desde la perspectiva
hasta hace bien poco aparecía do ir perfilando en estos últimos de los bienes/males materiales
–sobre todo en sus aspectos psí- cuanto desde la de los bienes/ma-
quicos– situado más allá de toda 2 Gadamer, H. G.: Verdad y método, les morales, la responsabilidad del
posibilidad de comprensión ob- 1 Foucault, M.: Les mots et les choses, vol. II, pág. 29, trad. M. Olasagasti. Ed. ser humano es actuar, intervenir,
págs. 324 y 325. Gallimard, París, 1966. Sígueme, Salamanca, 1992. y no afanarse en el fútil empeño

62 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99


n
Isaiah Berlin y José Ortega y Gasset

de emprender una tan pueril co- una cultura que incita perma- rrollo eco- centro de nuestra atención.
mo romántica huida hacia un nentemente a la intranquilidad y nómico pro- La primera de estas cuestiones
imaginario tiempo pasado que a la sospecha, siendo la imbecili- pio del mundo podría resumirse en el siguiente
hoy se nos vende adornado con dad, deliberada o inducida, la industrializado interrogante: ¿por qué motivos
trasnochadas ilusiones míticas. única forma de escapar a ese es- actual, la demanda la tecnociencia actual ha llegado
tado permanente de desasosie- de energía y mate- a ser en las sociedades poscapita-
¿Un nuevo comienzo? go. Y este fenómeno se extiende rias primas acabará, listas una suerte de poder inter-
Tras el ocaso del hombre, tras el cada vez más, ocupando ámbitos sin ningún género de medio, de capital importancia,
final definitivo de un ideal que ya geográficos y espacios políticos dudas, agotando los re- pero situado al margen de un
poco o nada tiene que ver con la que hasta ahora casi habían es- cursos disponibles y destruyendo efectivo control democrático? A
invención cotidiana de la reali- capado por completo a la civili- para siempre los ya precarios mi juicio, hemos de realizar to-
dad en la que habitamos, queda- zación telemática. Avanzamos equilibrios naturales. dos un esfuerzo por encontrar
mos nosotros, los seres humanos, hacia el establecimiento de una Pero, por paradójico que pue- una respuesta adecuada para es-
y, a partir de ahora, la historia de verdadera telaraña digital, a tra- da parecer, ante la posibilidad de ta inquietante pregunta. En todo
la humanidad es posible que en- vés de la cual se va a hacer posi- que nos veamos pronto confron- caso, es sorprendente que toda-
cuentre en nuestra frágil perma- ble la culminación de una tupi- tados a ese sombrío panorama, vía no hayamos reparado en la
nencia las energías para un nuevo da red de comunicaciones que hay que dejar claro que en nin- vital importancia que para no-
empujón, para otro comienzo. permitirá, en un futuro inme- gún momento nos será posible sotros tiene recuperar el control
Ese nuevo comienzo aparece, diato, el cierre de la utopía de la reaccionar al presente y afrontar político sobre la tecnociencia.
sin embargo, envuelto en las ma- interconexión global. el futuro sin un fuerte desarrollo Por lo que respecta a la se-
yores dificultades. En primer lu- Por otra parte, el espectacular de la ciencia y la tecnología. Por gunda de las cuestiones que pre-
gar porque el habitante de este crecimiento demográfico previs- eso es lógico concluir que, en los tendo abordar en estas páginas,
confuso tiempo se mueve en un to –se considera que en el año próximos años, irán centrándose podría enunciarse brevemente
mundo en el cual la realidad pre- 2025 el planeta habrá de dar co- cada vez más en este ámbito los así: ¿por qué razones la adopción
senta cada vez perfiles más equí- bijo a unos 8.500 millones de principales debates y opciones de una determinada política tec-
vocos, fruto entre otras cosas de personas–, no nos permite ser sociopolíticas. En ese contexto nológica tiende a convertirse en
una cultura dominada por la dis- demasiado optimistas con res- general hay que situar las presen- las sociedades avanzadas en la
torsión electrónica, en la que la pecto a la conservación del me- tes reflexiones. Con ellas preten- elección política fundamental?
imagen de un objeto o situación dio natural. En efecto, si en un do arrojar alguna luz acerca de Habrá que ver, en efecto, cuáles
no sirve ya como garante de su escenario como ése se mantiene ciertas cuestiones que tarde o son las circunstancias que hacen
existencia real. Se trata, pues, de la vigencia del modelo de desa- temprano acabarán ocupando el que la mayor parte de los miedos

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
63
LAS ÚLTIMAS MÁSCARAS DEL DIABLO

y las esperanzas del hombre ac- to por las clases acomodadas co- dispone, son un elocuente testi-
tual giren en torno a las posibili- mo por aquellas masas de obre- monio de ello. Aunque ha sido
dades tecnocientíficas. ros sin cualificación que se sen- en los dos últimos siglos, y en
Pero aún hay una tercera tían amenazados por el progreso especial en esta última centuria,
cuestión urgiendo respuesta. Es en las técnicas de producción y cuando ese volumen de datos ha
la que se refiere a los nuevos manifestaban de cuando en crecido exponencialmente. Has-
planteamientos sociales y políti- cuando de forma virulenta su ta el punto de que, por extraño
cos que exigen los problemas de- descontento en los primeros que nos parezca, no es tanto la
rivados del progreso tecnológi- tiempos de la revolución indus- carencia cuanto el exceso de in-
co en las sociedades más desa- trial. Así pues, burgueses y revo- formación lo que ocasiona mu-
rrolladas. lucionarios se mostraban cada chas veces las dificultades que
Es de esperar que la inquie- vez más obnubilados con el po- experimentamos para orientar-
tud que estas cuestiones, que hoy der que parecía derivarse de los nos en nuestro presente. De ello
por hoy permanecen abiertas, va hallazgos científico-técnicos. ya se hacía eco el filósofo José
a ir generando será cada vez más Vivían progresivamente obse- Ortega y Gasset cuando afirma-
palpable. En cualquier caso, an- sionados con la idea de utilizar ba que
tes de llegar a plantearse con cla- dicho poder en beneficio pro-
“la economía, la técnica, facilidades que
ridad estos asuntos, una parte pio, en el caso de los primeros, o el hombre inventa, le han puesto hoy
considerable de la ciudadanía de conseguir una administración cerco y amenazan estrangularle. Las
muestra ya, a la menor ocasión, socializada de los recursos tec- ciencias, al engrosar fabulosamente y
su temor ante el riesgo de que el nológicos, pues no otra cosa era multiplicarse y especializarse, rebasan
avance tecnológico los convierta lo que pretendían los segundos. las capacidades de adquisición que el
hombre posee y le acongojan y opri-
en seres improductivos, relegan- Poco motivaba entonces a unos men como plagas de la naturaleza. Está
do para siempre al olvido su for- y a otros la idea de explorar los el hombre en peligro de convertirse en
ma de vida. O, simplemente, se fundamentos científicos de la esclavo de sus ciencias”5.
desespera frente a la eventuali- técnica o indagar en las profun-
dad de que ese mismo avance cos sino técnicos”. das consecuencias derivadas de Luces y sombras del progreso
tecnológico estreche el cerco vi- Ciertamente, casi nadie dis- su aplicación generalizada. Al lado de estos singulares pro-
gilante del Estado hasta convertir cutía la eficacia del modelo de Mucho menos interés podía cesos, el desarrollo científico y
la atmósfera social en irrespira- producción industrial. Antes al despertar en el común de aque- tecnológico está provocando
ble. Habría que tratar de esclare- contrario, incluso los “revolucio- llas gentes la posibilidad de bu- trasmutaciones radicales en la re-
cer si esas negras premoniciones narios” parecían creer que ese cear en el trasfondo epistémico y lación del ser humano con el
tienen o no fundamento. Para mismo modelo, exportado a óntico de lo técnico, factores que medio natural en que vive, así
ello, es conveniente retroceder un otros ámbitos, podía conducir- van unidos de modo indisoluble como en los modos de relacio-
poco en el tiempo. nos a resolver multitud de pro- a las cuestiones básicas del so- narse con sus semejantes. Elo-
blemas sociales. Además, las lí- porte teorético de las aplicacio- cuente muestra de ello nos la
Las raíces de la euforia neas básicas del socialismo, en nes prácticas del conocimiento ofrecen las tecnologías relacio-
Podría decirse que, a raíz de la particular del marxista, sostenían o de las interferencias producidas nadas con la vida, las llamadas
primera revolución industrial, en la necesidad de que se culmina- por sus resultados en relación al biotecnologías. El peso cualitati-
los países más avanzados desde el se el desarrollo capitalista, como mundo real. En todo caso, que el vo que estas tecnologías están
punto de vista técnico y econó- elemento necesario para preparar pensamiento simbólico que nos adquiriendo es cada vez mayor.
mico surgió en poco tiempo un el terreno a la utopía comunista. caracteriza haya podido llegar a En el espacio de unos pocos años
amplio consenso político y so- Como nos indica el autor antes dar tales frutos no deja de ser más, la salud de los seres huma-
cial en cuanto a los fines a perse- citado sorprendente4. nos, su alimentación y quién sa-
guir, aplicándose paulatinamen- Este recurso eficacísimo ha be si su transformación biológi-
“éste es el significado que tiene la fa-
te los recursos necesarios para al- permitido al ser humano acu- ca, dependerán de forma directa
mosa frase de Saint-Simon sobre ‘la sus-
canzar dichos fines. El éxito titución del gobierno de personas por la mular a lo largo de los siglos un de estas nuevas tecnologías6.
creciente en la obtención de re- administración de las cosas’, y las pro- volumen de información enor- Es mucho, y en buena medi-
sultados motivó una verdadera fecías marxistas sobre la supresión del me. La memoria individual, la da muy justificado, el temor que
euforia, convirtiéndose a partir de Estado y el comienzo de la verdadera memoria impresa en los millones esas nuevas tecnologías despier-
entonces la técnica en objeto historia de la humanidad”3. de libros de nuestras bibliotecas, tan en el hombre actual. Puede
de culto generalizado. la memoria gráfica de nuestras decirse que, definitivamente, las
A esta actitud no escaparon En todo caso, el inmenso po- videotecas o la memoria sonora biotecnologías han hecho saltar
ni siquiera aquellos que, como der de transformación que en- de nuestras fonotecas, con sus la voz de alarma. Oculto tras
los socialistas y comunistas, pre- cierra la tecnología moderna fue crecientes dificultades para ate-
tendían socavar y echar abajo el admirado y temido a la vez, tan- sorar y manejar la ingente canti-
sistema de producción capitalis- dad de información de que se 5 Ortega y Gasset, J.: Misión del bi-
ta. Y es que, como ha hecho no- bliotecario (1935), op. cit., págs. 223 y 224,
tar Isaiah Berlin, “cuando se está vol. V. Alianza, Madrid, 1989.
3 Berlin, I.: Cuatro ensayos sobre la li- 6 Sambasivan Swaminathan, M.:
de acuerdo en los fines, los únicos 4 Sagan, C.: El cerebro de Broca, págs.
bertad (1979), págs. 187 y 188, trad. B. ‘¿Qué son las biotecnologías?’, en revista
problemas que quedan son los de Urrutia, J. Bayón y N. R. Salmones. 29 y 30, trad. D. Bergadà y J. Chabás. El Correo de la UNESCO, pág. 8, junio,
los medios, y éstos no son políti- Alianza, Madrid, 1988. Crítica, Barcelona, 1994. 1994.

64 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99 n


DOMINGO FERNÁNDEZ AGIS

ellas se cree ver, a veces, el rostro las estructuras jurídicas, morales un saber puramente teorético, entre el pensamiento puramente
de lo oscuro, de lo perverso, de y políticas que constituyen los interesado en la indagación de especulativo, si es que lo hay, y el
lo diabólico. Por eso podemos pilares básicos de la convivencia las causas de los fenómenos na- saber artesanal se encuentra hoy
decir que, junto a las tecnologías en nuestras sociedades. turales y sin ninguna vinculación la ciencia, siempre vinculada a la
de la comunicación, la biotec- Otro tanto sucede con las tec- con la utilidad que de los resul- tecnología y comprometida en
nología ha contribuido a dar for- nologías informáticas, cuyos tados de esa indagación pudiera la transformación de la realidad.
ma en la imaginación popular usos civiles y militares se sola- derivarse. Por su parte, el con- En el ámbito de estudio de
a algunas de las últimas máscaras pan con frecuencia. Y ocurre lo cepto de técnica (tecné) hacía las ciencias de la naturaleza, la
con las que hoy se representa al mismo con toda la tecnociencia referencia a un conocimiento aseveración anterior pudo ser
diablo. Aunque, como ha ocu- relacionada con la producción y comprometido desde el princi- contrastada con prontitud. El
rrido en otras ocasiones, la “pre- utilización de las energías, donde pio en la resolución de cuestio- conocimiento de las fuerzas na-
sencia” del diablo no es sólo mo- unos mismos recursos teóricos o nes prácticas, e interesado en au- turales mostró rápidamente su
tivo de temor o inquietud, sino unas similares estrategias prácti- mentar el poder de quienes lo vertiente utilitaria. La ingeniería
que es también augur de lo no- cas pueden ser empleados en fa- generan, proporcionándoles me- civil y militar o la mejora de la
vedoso, de lo atrayente y de lo vor o en contra de los intereses jores recursos para enfrentarse a producción de bienes de consu-
fascinante. Y es que, ya se sabe, generales. Dada la magnitud la naturaleza o a otros hombres. mo pudieron ofrecer sobradas
las innovaciones científicas sue- enorme de los poderes que se de- De este modo, ciencia y téc- muestras de ello desde el inicio
len suscitar tantos recelos co- rivan de tales conocimientos, la nica se oponían en los orígenes mismo del mundo moderno. El
mo esperanzas. Se añade a esto utilización que pueda hacerse de de nuestra cultura mucho más de interés pragmático lanzó hacia el
la inocultable circunstancia de la ellos se ha convertido hoy día en lo que hoy se oponen, al menos conocimiento científico miradas
redefinición del dominio del uno de los problemas políticos formalmente, teoría y práctica, cada vez más codiciosas; y así, la
Norte sobre el Sur en clave bio- más importantes con los que se o saber y poder. Pero esa oposi- ciencia y la tecnología se han ido
tecnológica. Pues sigue siendo enfrentan los electores, las insti- ción, que durante siglos se con- fusionando en un singular ma-
práctica habitual que los consor- tuciones públicas y las organiza- sideró sustancial y se sostuvo al trimonio de conveniencia. En el
cios industriales que financian ciones no gubernamentales en amparo de unas circunstancias devenir de esta relación de pare-
las investigaciones punteras en las sociedades tecnológicamente sociales que hacían superflua la ja, tras una primera etapa en la
este terreno se apropien de los desarrolladas. utilización práctica de los cono- que se ha alternado el predomi-
resultados de las mismas, regis- La interacción de la ciencia, cimientos científicos, acabó vi- nio de una sobre otra, entramos
trando y adquiriendo los dere- que establece relaciones abstrac- niéndose abajo en los inicios de ahora en un periodo en el cual el
chos sobre sus patentes. Así, tal tas entre los fenómenos natura- la modernidad. Entonces el co- desarrollo científico es inconce-
como antes lo fueron otros re- les, y la tecnología, que busca nocimiento y la acción empie- bible sin el avance tecnológico y
cursos naturales –piénsese en los aplicaciones concretas para la zan a concebirse como los dos viceversa.
yacimientos minerales–, la di- utilización provechosa de las re- momentos de un mismo proce- Desde la complejidad técnica
versidad biológica es objeto hoy laciones que la investigación so, cuyo objetivo último es el de los instrumentos necesarios
de apropiación y especulación científica ha establecido, unidas ejercicio de un dominio sobre para realizar el contraste de hi-
económica. a ese fenómeno característico de las fuerzas naturales o sobre otros pótesis hasta la necesidad de dis-
Por otra parte, en la investiga- la sociedad moderna que es la seres humanos. poner de máquinas con una po-
ción científica actual existen “zo- politización de la técnica y la tec- Este cambio de perspectiva tencia de cálculo hasta ahora ja-
nas críticas” en las que la ambi- nificación de la política, definen hizo que las relaciones entre más soñada, todo indica que
valencia del trabajo realizado se el marco de reflexión en el que ciencia y técnica fueran cada vez la interacción entre la ciencia y la
pone de manifiesto de una forma estamos situados7. Así pues, pa- más intensas y fructíferas, hasta tecnología es tan profunda que
elocuente. Un claro ejemplo lo rece oportuno preguntarse por el punto de que la frontera entre ha llevado a difuminar casi has-
encontramos en el área biomé- qué nos resulta tan problemático ambas es hoy difícilmente preci- ta el límite las antiguas fronteras
dica, donde los puntos de fric- formarnos una idea de conjunto sable, toda vez que el flujo de in- entre los dos ámbitos, adqui-
ción con la moralidad y la legali- de lo que sucede en el interior fluencias mutuas entre los des- riendo cada vez más sentido la
dad establecidas en las sociedades del mencionado espacio. cubrimientos científicos y las so- utilización del neologismo “tec-
modernas son constantes. En luciones tecnológicas crece día a nociencia”. Sin lugar a dudas, un
efecto, la exigencia de emplear Un nuevo horizonte día en intensidad y eficacia. Am- punto de inflexión decisivo en
en la investigación tejidos feta- para la acción política bas han cambiado profunda- este proceso es el que se produce,
les, de experimentar todo tipo de En esta línea, podríamos subra- mente debido a su fecunda inte- a lo largo de la primera mitad
técnicas de reproducción artifi- yar que, si los consideramos en racción, y su transformación de nuestro siglo, con las sucesivas
cial, de realizar cultivos y prepa- sus respectivos significados ori- mutua ha alterado de forma aplicaciones tecnológicas deriva-
raciones celulares, el tratamiento ginales, los conceptos de ciencia muy significativa el panorama das de la física relativista8.
de enfermedades cuando el fu- y técnica poco tienen que ver en- de las sociedades desarrolladas. El inmenso poder derivado
turo ser humano se encuentra tre sí. Mediante el primero (epis- A la luz de tales cambios his- de estos hallazgos científicos lle-
aún en un estado embrionario o teme) de estos conceptos los grie- tóricos en la vinculación de lo vó al paroxismo, en las socieda-
la posibilidad de crear seres cló- gos de la antigüedad aludían a científico y lo técnico, la ciencia des desarrolladas, del entusias-
nicos, ponen a prueba continua- actual no puede entenderse fue- mo en relación con las posibili-
mente nuestra capacidad de asi- ra del contexto de la voluntad dades de la ciencia para ayudar al
milación de lo nuevo, así como 7 Bachelard, G.: Epistemología, pág.
de doblegar la naturaleza que ha
nuestras posibilidades de integrar 60, selec. de textos de D. Lecourt, trad. E. caracterizado la historia reciente
cuanto vamos descubriendo en Posa. Anagrama, Barcelona, 1973. del ser humano. De esta forma, 8 Sagan, C.: op. cit., pág. 37.

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
65
LAS ÚLTIMAS MÁSCARAS DEL DIABLO

hombre a imponer su voluntad vo tipo de reflexión filosófica aje- ofrecería una respuesta breve y ideas surgen en el caldo de culti-
sobre la naturaleza. Por otro la- no al entusiasmo con el que el fi- contundente. Para ese hipotético vo de la tensión y la confusión.
do, produjo una no menos des- lósofo más característico de la individuo, rara avis en el mundo Finalmente, cuando a alguien se
mesurada actitud de devoción revolución industrial, Augusto de hoy, las ideas sólo pueden le reconoce la paternidad de un
–de los científicos, pero más aún Comte, recibió los primeros em- provenir de un nivel de realidad pensamiento, siempre hay quien
de los profanos en estas cuestio- bates tecnocientíficos. El pensa- que está por encima de lo cog- se apresura a recordar los nom-
nes– hacia la física. miento de Ortega apuntaba ya noscible de forma inmediata y bres de aquellos que pudieran
No es extraño que se incre- en esa dirección. En su opinión que, trascendidos tanto el cono- ser tenidos por sus antecedentes
mentara sin cesar lo que Ortega cimiento sensible cuanto el ra- al respecto. Haremos bien, por
“el filósofo de la burguesía, Augusto
y Gasset llamó el “imperialismo Comte, expresará el sentimiento del co- zonamiento habitual, tan sólo es tanto, en interpretar la actividad
de la física”. Tal y como él expli- nocimiento con su conocida fórmula: asequible a la intuición intelec- racional en esta clave pluralista y
ca el proceso, ‘Science d’oú prévoyance; prévoyance tual. Los demás, sean individua- antidogmática, a pesar de que
d’oú action’. Es decir, el sentido del sa- listas o, por el contrario, de ten- ciertos poderes puedan ver en
“resultó que las verdades físicas, sobre
sus cualidades teóricas, tenían la condi-
ber es el prever, y el sentido del prever es dencia más bien societaria en su ello un gesto hostil12.
hacer posible la acción, de donde resul-
ción de ser aprovechables para las con- explicación del origen de las ideas, En Meditación de la técnica
ta que la acción –se entiende ventajosa–
veniencias vitales del hombre. Partiendo
es quien define la verdad del conoci-
negarán la existencia de esa rea- (1939), exponía José Ortega y
de ellas, podía éste intervenir en la na- lidad inmutable con la que el Gasset su peculiar visión del ori-
miento. (…) En su Discurso sobre el es-
turaleza y acomodarla en beneficio pro-
píritu positivo, el mismo Comte había ya platónico obtiene una gratifi- gen y las consecuencias sociales
pio. (…) En Grecia esta fertilidad utili-
taria no hubiera alcanzado influjo deci-
sugerido que la técnica regimenta a la cante sensación de seguridad y de la tecnología moderna. Para
ciencia, y no al revés”10. certeza, pero cuya existencia ni él él, ésta no surge en contacto pri-
sivo sobre los ánimos, pero en Europa
coincidió con el predominio de un tipo ni nadie está en condiciones de mario con la realidad, con la “cir-
de hombre –el llamado burgués– que Volver a poner las cosas en su probar. Para los no platónicos, cunstancia” en la que el ser hu-
no sentía vocación contemplativa, sino sitio tal vez sea una tarea imposi- en efecto, podría responderse sin mano se desenvuelve. Por el con-
práctica. El burgués quiere alojarse có-
modamente en el mundo, y para ello in-
ble a estas alturas. En todo caso, más que las ideas no surgen de trario, a pesar de lo que
tervenir en él modificándolo a su placer. al margen de la cuestión de la ninguna zona determinable, pe- usualmente se cree, Ortega sos-
Por eso la edad burguesa se honra ante prioridad veritativa de la técnica ro con ello no estaríamos ofre- tiene que la técnica es fruto de
todo por el triunfo del industrialismo, y sobre la ciencia o viceversa, exis- ciendo una auténtica respuesta una disposición teórica más que
en general de las técnicas útiles de la vi- ten otras que afectan de modo a la pregunta que nos hacemos. de una inclinación humana a la
da, como son la medicina, la economía,
la administración”9.
más directo a lo que parece ser Ciertamente, las ideas no sur- praxis. Ciencia y técnica aparecen
nuestro modo habitual de habitar gen de ninguna parte determina- así como resultados de una mis-
Si ese “imperialismo” del que en el seno de la cultura. Y es que, ble. A pesar de todo, las ideas, y ma actitud, peculiarmente hu-
hablaba Ortega se encuentra hoy una vez más, como nos enseñara en particular los saberes que se mana, de retraimiento con res-
algo atenuado, es como conse- Ortega, el ser humano necesita construyen sobre el entramado pecto a la realidad externa y de
cuencia de las propias reservas para vivir una buena dosis de teórico que ellas proporcionan, ahondamiento en una especula-
de los investigadores, deseosos creencias, pero no parece preci- se patrimonializan, se atesoran, se ción teórica previa a la acción13.
ya de mantenerse al margen del sar de una gran dotación de ideas. difunden en determinadas cir- Por nuestra parte, no nos
vértigo social padecido por sus Tal vez por eso son tan pocos los cunstancias y medios, siempre ba- cuesta reconocer con Ortega la
inmediatos antecesores. En im- que llegan a adentrarse en el arte, jo el control de instituciones es- relevancia que la planificación
portantes centros de poder y en la filosofía o la ciencia, que son pecíficas. En un futuro tal vez no teórica ha ido adquiriendo a lo
la mente de muchos individuos los grandes ámbitos de produc- muy lejano, una buena parte de la largo de la historia. Desde unos
corrientes, los logros derivados ción de ideas. Es más, la búsque- humanidad tendrá que luchar primeros hallazgos en los que el
de la investigación en física si- da de las ideas se desencadena tan contra la otra por la ruptura de contexto de descubrimiento es-
guen despertando la misma o sólo cuando alguna grieta ame- esas barreras, por el fin definitivo taría conformado por la activi-
mayor devoción que durante la naza con resquebrajar el sistema o la radical modificación de las dad rutinaria de los sujetos y el
primera mitad de este siglo. En cotidiano de las creencias11. instituciones que limitan su ac- azar desempeñaría un papel de-
cualquier caso, el nuevo orden Pero ¿cómo se produce en ceso al conocimiento. No sería cisivo, se ha llegado hasta la si-
de cosas exige un inédito enfo- realidad la génesis de las ideas? extraño que en los próximos años tuación presente, en la que el
que, no sólo para la ciencia sino Ante una pregunta así, tal vez asistiéramos al nacimiento de es- propio contexto de descubri-
también para las demás formas tan sólo un adicto al platonismo trategias en tal sentido. miento es una construcción arti-
de conocimiento. Impone, en En cualquier caso, hoy tene- ficial impensable sin una profu-
particular, un replanteamiento mos la certeza de que no hay sa aplicación de conocimientos
de la actividad filosófica, enten- 10 Ibíd., págs. 96 y 97. pensamiento inocente, de que científicos y técnicos.
11 “Los huecos de nuestras creencias
dida ésta como reflexión racional no existe saber desinteresado. Las En todo caso, es un hecho in-
son, pues, el lugar vital donde insertan su
sobre los problemas que preocu- intervención las ideas. En ellas se trata
pan al hombre y los retos vitales siempre de sustituir el mundo inestable,
con los que su presente le urge. ambiguo, de la duda, por un mundo en el actúa en su vida como sistema de creencias
que la ambigüedad desaparece. ¿Cómo se firmes. Pero cada cual tiene que habérselas 12 Habría que subrayar que esto no
Es necesario, por tanto, un nue- logra esto? Fantaseando, inventando mun- por su cuenta con todo lo dudoso, con implica renuncia a la racionalidad, sino
dos. La idea es imaginación. Al hombre no todo lo que es cuestión. A este fin ensaya una orientación y una interpretación di-
le es dado ningún mundo ya determinado. figuras imaginarias de mundos y de su po- ferente de la misma. Ver Elster, J.: Juicios
Sólo le son dadas las penalidades y las ale- sible conducta en ellos. Entre ellas, una le salomónicos (1989). Pág. 13, trad. C. Gar-
9 Ortega y Gasset, J.: ¿Por qué se vuel- grías de su vida. Orientado por ellas, tiene parece idealmente más firme, y a eso llama dini. Gedisa, Barcelona, 1991.
ve a la Filosofía? El imperialismo de la Físi- que inventar el mundo. La mayor por- verdad”. Ortega y Gasset, J.: Ideas y creen- 13 Ortega y Gasset, J.: Meditación de

ca, op. cit., págs. 94 y 95, tomo IV, 1930. ción de él la ha heredado de sus mayores y cias, op. cit., pág. 394, vol. V. la técnica, op. cit., pág. 324, vol. V, 1939.

66 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99 n


cuestionable que la técnica mo- minarán los individuos perma-
difica, y por lo que se refiere a la neciendo encerrados en una “fe-
técnica moderna de manera ra- licidad” artificial y ficticia, como
dical, la relación del ser humano ocurría en el que describiera Al-
con su circunstancia externa. dous Huxley en su famosa nove-
Así, tras alcanzar ésta un cierto la Un mundo feliz? O, por el
nivel de desarrollo, la naturaleza contrario, ¿debemos desterrar ya
ya no se impondrá más al ser hu- de nuestra mente el temor a un
mano como un imperativo in- dominio completo sobre la socie-
cuestionable. dad humana ejercido por un po-
der morboso, merced a su control
“La técnica es la reforma de la natu-
raleza, de esa naturaleza que nos hace
directo sobre la tecnología?
necesitados y menesterosos, reforma en Es cierto que el poder tecno-
sentido tal que las necesidades quedan a lógico lleva a muchos a recelar del
ser posible anuladas por dejar de ser futuro que nos espera. Y es que,
problema su satisfacción”14. en efecto, cuando vemos cómo la
tecnología pone a disposición de
El hombre aprenderá, mer- los Estados y las grandes corpora-
ced a la técnica, a jugar con los ciones económicas recursos de
imperativos naturales, a modelar control y manipulación que has-
en buena medida sus necesida- ta ahora sólo podíamos concebir
des y el modo de satisfacerlas. como especulaciones propias de
Se encuentra aquí la raíz de la la literatura de ciencia-ficción,
aureola en la que hemos envuel- nos resulta comprensible el pavor
to a la técnica moderna, aunque de tanta gente ante un futuro en
también se sitúe en este punto el el que parece que la mayor parte
origen de los inmensos peligros de la humanidad puede estar so-
a los que hoy se enfrenta una metida a la tiranía más sutil de
humanidad hipotecada por su cuantas hasta ahora se hayan pro-
dependencia de los recursos tec- ducido. Pero no todo cuanto su-
nológicos. cede en el ámbito del progreso
En efecto, los cambios que la científico y tecnológico es motivo
última revolución tecnológica para caer en el pesimismo; por
está provocando desde hace fortuna, hay razones que nos in-
unas décadas en las sociedades ducen a pensar que no se cum-
industriales avanzadas son tan plirán esos horribles vaticinios
radicales que, sin temor a exa- que hoy salpican películas y obras
gerar, podría decirse que la hu- literarias. Podemos ya percibir sig-
manidad está en estos momen- nos de que, a pesar de la rapidez
tos cruzando el umbral de una de los cambios que la revolución
nueva era. En este nuevo perio- tecnológica está produciendo, tal
do que se abre ante nosotros, la vez consigamos orientar los re-
relación del ser humano con el cursos técnicos en direcciones dis-
medio natural y el social no es- tintas a las que han seguido hasta
tará ya directamente condicio- ahora. Somos nosotros quienes
nada por la utilización inmedia- hemos acabado haciendo surgir
ta de instrumentos mecánicos, los dos grandes males de nuestra
sino que lo estará más bien por realidad social: la explotación del
nuevos mecanismos de autorre- hombre por el hombre y la seria
gulación y mutua interacción amenaza de destrucción de los
derivados de las cada vez más equilibrios de la naturaleza. Y he-
potentes tecnologías. Éstas in- mos de ser también nosotros los
troducen la más sofisticada for- que, con soluciones imaginativas,
ma de mediación con la natura- encontremos salidas a las aporías
leza de cuantas hayamos cono- del presente.
cido hasta ahora. No hay que olvidar, en todo
¿Acabará ese nuevo mundo caso, que el progreso técnico po-
que se avecina dominado por ne a disposición de los seres hu-
una racionalidad perversa y ter- manos no sólo la posibilidad de
controlar y hacer productivas pa-
ra ellos las fuerzas externas sino
14 Ibíd. también la capacidad de autodo-

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


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LAS ÚLTIMAS MÁSCARAS DEL DIABLO

minio, de ejercer un control so- mantes aún. Son aquellos que se humano reciba una educación
bre los mecanismos biológicos e refieren a la aparición de un nue- que le permita enfocar eficaz-
intelectivos que están asociados a vo tipo de ser humano, que mente los problemas que debe di-
la existencia humana. Esto últi- acepta dócilmente lo que ponen lucidar, sin verse obligado a dele-
mo, como ya se ha apuntado, al ante sus ojos una ciencia y una gar aún más en los tecnócratas
lado de las buenas perspectivas tecnología que no entiende, aun- esa imprescindible parcela de po-
que abre, da origen a toda una que, deslumbrado por sus pode- der que representa el ejercicio de
serie de inéditos problemas que res, no dude en venerarlas. sus derechos democráticos. Esto
afectan a ámbitos de reflexión di- Se trata, sin duda, de un signo supone un inmenso trabajo de
versos, desde la ética a la política, más de la anomia que caracteriza integración en nuestra cultura,
pasando por la propia ciencia. la vida de tantas personas en la empezando por el lenguaje, de la
Por ejemplo, el uso institu- civilización actual. Sobrevivimos actividad y el pensamiento técni-
cional de las tecnologías de la gracias a la ciencia, pero frente a cos, profundamente ignorados y
información y la comunicación ella nuestra actitud suele ser de hasta menospreciados por el hu-
nos lleva a replantear viejos pro- reverencia o de temor, casi nunca manismo tradicional.
blemas teórico-prácticos, ilumi- de acercamiento desprejuiciado Es preciso recalcar, finalmen-
nados bajo un nuevo enfoque. y riguroso. Para consumo interno te, que vivimos hoy en una si-
Desde esa nueva perspectiva, la preferimos, con mucha mayor tuación en la que al orgullo de-
tecnología actual se revela co- frecuencia de lo que nos agrada saforado derivado del poder que
mo el medio más eficaz conoci- reconocer, la seudociencia y otras se posee hay que hacerle corres-
do por el cual las estructuras de fuentes de superchería. ponder, como su necesario con-
poder se disuelven eficiente- Por añadidura, los cambios trapeso, la percepción bien defi-
mente entre funciones y func- revolucionarios inducidos por las nida de las limitaciones del saber,
tores, siendo estos últimos, a la novedades tecnológicas pasan a sentido, que los mencionados la conciencia de los muchos lí-
vez, seres humanos y medios veces casi inadvertidos en el mo- avances tecnológicos tienen qui- mites que el hombre costosa-
técnicos. En este sentido, la mento de su introducción. In- zá como cara negativa más evi- mente habrá de traspasar en el
adopción de una determinada cluso cuando una nueva aplica- dente la aparición de una nueva futuro y la idea de que algunos
estrategia tecnológica es ya, de ción tecnológica es anunciada a élite dominante, la que forman otros quizá jamás podrán o de-
suyo, una elección política, y, bombo y platillo, las modifica- los tecnócratas. Se trata de aque- berán ser trascendidos. Por estos
hoy por hoy, quizá sea una de ciones reales que su uso produce llos individuos que de alguna motivos, quien vive en este pe-
las elecciones políticas determi- penetran en la sociedad median- manera tienen un trato privile- riodo de esplendor tecnológico
nantes. Resulta paradójico, sin te pequeños implementos, cada giado con los recursos tecnológi- ha de volver su mirada hacia la
embargo, que en las sociedades uno de los cuales es en sí mismo cos, es decir, que saben utilizarlos racionalidad para tratar de con-
desarrolladas dicha elección no algo casi despreciable, que al adi- de forma eficiente para los inte- seguir, a través de su ejercicio sis-
roce siquiera los procedimientos cionarse van a producir una pro- reses de poder, estando por ello temático, la capacidad de inte-
democráticos, quedando en la funda alteración en los modos llamados a ocupar importantes gración que le permita remover
práctica fuera del ámbito de de vida tradicionales. De esta parcelas de dominio en las so- los fundamentos actuales de la
control cívico. forma, la sociedad acaba convul- ciedades industriales avanzadas. oposición entre lo concreto y lo
sionándose desde su misma base, Por otra parte, creo que nunca abstracto, que constituye una de
Nuevas formas produciéndose modificaciones a me cansaré de decir que no po- las grandes tragedias culturales
de relación y conocimiento todos sus niveles, muchas de las demos cerrar los ojos ante el he- de nuestro tiempo. Porque per-
Es evidente que la sociedad ha cuales son tan trascendentales cho de que esta ideología tecno- manecemos seducidos, rendidos
entrado en un nuevo orden de que ninguna revolución, por crática sea la única, en estos tiem- ante el poder de la tecnología y
complejidad, en el que los ciu- drástica y violenta que fuese, po- pos de ruptura con los dogmas y sus creaciones, sin ser capaces de
dadanos se ven sometidos a nue- dría haberlas producido por sí estrategias políticas tradicionales, implicarnos de ningún modo en
vas presiones, aunque también sola. Como la vida de las socie- que todavía posee perfiles precisos el control sobre la utilización so-
pueden vislumbrar posibilidades dades depende de forma directa frente a la disolución y desvai- cial que de ella se hace. Y esta
de realización hasta ahora ni si- de las continuas transformacio- miento progresivos de las ideolo- actitud, conviene no olvidarlo,
quiera entrevistas. Se añade a es- nes que se dan en su seno, puede gías políticas del pasado. Por lo es consecuencia de una cultura
to que, en nuestros días, una ma- decirse que hay un aspecto posi- demás, la formación de una cier- que da la espalda a la ciencia, a
yor libertad aparece indisoluble- tivo en la introducción de estas ta élite tecnocrática representa un pesar de vivir admirando el poder
mente asociada al aumento de la innovaciones que renuevan las peligro que no podrá ser evitado que de ella se desprende15. Ésta
vulnerabilidad del orden social formas de vida. Pero no todo es o superado sino cuando se haya es, en definitiva, la gran parado-
que la hace posible. luz. Es más, podemos sospechar establecido una transformación ja a la que la reflexión acerca de
No obstante, además de los incluso que quienes administran cultural a gran escala que prepare los efectos de la tecnociencia ha
riesgos que para el sistema de po- la tecnociencia dejan intencio- a los individuos para asimilar de de enfrentarse. n
der, y por tanto para el funcio- nadamente en penumbra los rin- forma crítica el mundo tecnoló-
namiento normal de las institu- cones más comprometedores del gico. Es decir, cuando cada ser
ciones sociales, se derivan de las entramado social.
Domingo Fernández Agis es docctor
interferencias que puedan intro- en Filosofía. Autor de La plenitud y sus
ducirse en los medios técnicos, Tecnociencia y libertad 15 Ortega y Gasset, J.: La rebelión de ecos. Consideraciones filosóficas en torno a
existen otros peligros más alar- Es conveniente recalcar, en ese las masas, op. cit., pág. 199, vol. IV. los medios de comunicación.

68 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99 n


MEDIOS DE COMUNICACIÓN

APOCALÍPTICOS FIN DE MILENIO


RAÚL RODRÍGUEZ FERRÁNDIZ

n un libro famoso con justi- fensa de los medios de masas y tizadas convenientemente, se de-
cia, Umberto Eco sintetizó de sus contenidos, lo que hací- muestran todavía válidas. Sin du-
dos actitudes del intelectual an era generar sin cesar pro- da los campos de batalla se han
del último siglo ante los fenóme- ductos culturales para la masa. desplazado: de la cultura a la in-
nos de la cultura de masas en una Los integrados genuinos ha- formación, de la ideología a la
dicotomía afortunada: Apocalíp- bían de ser reclutados entre tecnología, de los contenidos a
ticos e integrados (1965). Previen- los programadores de tele- los continentes, los soportes, in-
do abusos maniqueos, el autor visión, periodistas, repor- cluso los formatos, de la repro-
ya advertía preliminarmente de la teros y editores, entre los ductibilidad como intrínseco mal
inevitable simplificación de la publicistas y patrocinado- de lo masivo a la espectaculari-
disyuntiva y de la casi infinita in- res, entre los guionistas y re- dad. Las inquietudes podrán ser
tercalación de matices entre las alizadores, entre los presen- nuevas, la polémica es genuina.
dos. Pero la caracterización de tadores de radio y televi- Aquí nos vamos a limitar a expo-
ambas, entendidas en sentido sión, que otorgan ner la presencia excesiva de un
maximalista, era ejemplar. Unos, diariamente con su tra- modelo concreto de intelectual
los apocalípticos, pensaban que la bajo su voto de confian- apocalíptico, dejando para otra
cultura exigía un cultivo indivi- za a la industria cultural ocasión el análisis de los nuevos
dual de la inteligencia, de la sen- masiva y lo ven refrendado integrados2. Como veremos en-
sibilidad y del saber, y opinaban día a día por unos índices seguida, una de sus característi-
que su administración indiscri- de audiencia o de ventas fa- cas es la de ensañarse con esa pre-
minada suponía un empobreci- vorables. Ello tenía una con- sa jugosa que sigue siendo la tele-
miento y una trivialización desa- trapartida implícita, no por es- visión. Se diría que, tras la llegada
lentadora capaz de afectar grave- de nuevas tecnologías comunica-
mente el propio devenir de la tivas digitales como esa otra pan-
producción cultural, sometida a talla casera que es el monitor del
la tiranía del mercado. Otros, los ordenador personal, multimedial
integrados, consideraban que la Giovanni Sartori e interactivo, jaleado por el coro
cultura, aun vaporizada o diluida de los nuevos integrados del bit y
en razón de la heterogeneidad del la digitalización, algunos apoca-
destinatario y de la necesidad de perada menos inquietante: los años desde el panorama descrito lípticos de fuste, o bien ignoran la
hallar un mínimo común deno- apocalípticos deberían encontrar- por Eco, pero las categorías del era multimedial y digital, o bien,
minador, era un logro indudable se precisamente entre los que no apocalíptico y del integrado, ma- conociéndola, desprecian o mi-
de la sociedad abierta y demo- aumentan el caudal de la indus- nimizan sus efectos, pronostican-
crática, equiparable a la consecu- tria cultural masiva, entre los pen- do una larga vida a los rayos ca-
ción del sufragio universal o a sadores (sean filósofos, sociólo- riamente con los medios que anatemiza.
tódicos. Como el título de aquel
otros derechos civiles y políticos gos, estetas, semiólogos) que re- Su mera voz ya no es la voz de Sócrates en programa de la televisión de imá-
del ciudadano. flexionan sin alharacas mediáticas el ágora: necesita amplificación mediática. genes de archivo, Y sin embargo, te
Eco admitía como testigos de y sin espectacularidad en sus ga- Como veremos enseguida, algunos apoca- quiero, te quiero viva, aunque sea
lípticos irredentos no conciben que de esa
cargo contra la cultura de masas, binetes. En otras palabras, la con- necesidad pueda surgir virtud alguna. Y para poder seguirte odiando.
desde posiciones diversas y en dición del intelectual que se precie ello aun considerando que en su origen Así las cosas, es necesario ante
épocas diferentes, a Nietzsche, a (y para ser apreciado por ello) era más o menos mítico (el affaire Dreyfuss), el todo la demonización del medio
intelectual nació investido de una autoridad
Ortega, a Adorno, Horkheimer y y probablemente sigue siendo fa- moral en los medios (en el medio impreso por antonomasia, la televisión, y
Marcuse, a MacDonald y, como talmente apocalíptica1. entonces) y de un lugar prominente en de su vehículo sígnico interesa-
apologistas de la misma, a Dich- Han pasado más de treinta ellos. Sobre el intelectual y sus avatares en el damente promocionado a único,
presente siglo, véase el panorama sintetiza-
ter, Schlesinger, Bell y, claro es, do recientemente por Tomás Maldonado,
McLuhan. Pero ya advertía el se- ¿Qué es un intelectual? Aventuras y desven-
1 La paradoja está servida: dado que 2 Entre ellos citaremos solamente, sin
miólogo italiano de que en reali- turas de un rol (Paidós, Barcelona, 1998),
dad los integrados verdaderos, cualquier difusión y repercusión del dis- así como las estimulantes apreciaciones so- poder precisar aquí el alcance y los límites
curso, incluso modesta, ha de pasar por el bre la condición del intelectual novecen- de su integración, a Guianni Vattimo, Gi-
más que teorizar y escribir en de- cauce de la industria cultural masiva, el in- tesco que hace Tzvetan Todorov en El lles Lipovetsky, a Manuel Castells y a Javier
telectual apocalíptico ha de pactar transito- hombre desplazado (Taurus, Madrid, 1998). Echeverría.

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



69
APOCALÍPTICOS FIN DE MILENIO

la imagen, presentándonosla, pri- imagen televisiva. tico está precisamente en que las el segundo. Se trata de códigos
mero, como causa de la degene- La visibilidad y la concreción revelaciones de este último son distintos que se diferencian por
ración de la capacidad cognosci- de la imagen fotográfica y, des- de inspiración oral (un soplo, li- su fuerza constrictiva. Mientras
tiva y abstractiva del hombre, ab- pués, de la electrónica, que mues- teralmente), mientras que las apo- las lenguas son códigos fuertes,
suelto por la imagen de la tran seres, cosas y acciones pun- calípticas son visiones. Definiti- en los que los rasgos pertinentes
obligación de entender; segun- tuales, se oponen a la inteligibili- vamente, el Apocalipsis ha de ser prevalecen con mucho sobre las
do, como artefacto tecnológico dad y a la potencia abstractiva y cosa de la imagen. variantes libres, las imágenes con-
deshumanizado y perverso, ins- forjadora de conceptos del len- Creemos que la argumenta- forman códigos débiles, ideolec-
trumento del nuevo control to- guaje, que había sido, antes del ción de Sartori es objetable en tos icónicos extremadamente
talitario; tercero, como máquina auge de la iconosfera, el modo muchos aspectos. En primer lu- sensibles al contexto y al estilo 5.
dominada por la lógica inelucta- habitual de formación y de in- gar, y dado que, como hemos vis- Por otro lado, no es en absoluto
ble del mercado, de la compe- formación del individuo, sobre to, Sartori comparte en esencia el cierta la espontaneidad, el auto-
tencia y de los índices de audien- todo a partir del nacimiento de la leitmotiv macluhiano “el medio matismo sensorial con que es
cia, gracias al éxito debido a la imprenta y la difusión del libro y es el mensaje”, su posición es tan percibida y comprendida una
facilidad enunciada en el prime- del periódico. Ello lleva apareja- débil en este aspecto como la del imagen. Los estudios antropoló-
ro de los casos. da una inevitable regresión inte- pensador canadiense. Que cada gicos y psicopedagógicos indican
Hemos escogido tres textos lectual del hombre, que de homo nueva tecnología de las comuni- que la imagen fotográfica (ori-
apocalípticos recientes para ilus- sapiens y animal symbolicum sufre caciones modifica nuestros mo- gen al fin y al cabo de la cinema-
trar este reverdecido clamor con- un verdadero retroceso a estadios dos de acceso al saber, paúta la tográfica, de la televisiva, de la
tra la televisión y otras máquinas anteriores en el proceso de ho- administración de nuestra me- videográfica, etcétera) es objeto
expendedoras de imágenes. Se minización: llegamos al homo vi- moria y modela nuestro espacio de un aprendizaje blando en la
trata de Homo videns. La socie- dens, que invierte la relación en- laboral y doméstico, y que ello evolución tanto ontogenética co-
dad teledirigida, de Giovanni Sar- tre el entender y el ver, entre el provoca resistencias y desajustes, mo filogenética. El niño de las
tori; de La máquina de visión, de relatar y el mero mostrar. La pa- inercias y aceleraciones incontro- culturas desarrolladas absorbe
Paul Virilio, y de Sobre la televi- labra exige un esfuerzo de com- ladas, parece algo evidente. Pero imágenes desde su llegada al
sión, de Pierre Bourdieu, nuevos prensión que presupone la pose- el juicio sobre los medios sin la mundo que sellan su futura sin-
profetas, apóstoles y evangelistas sión de un código. En cambio, evaluación de los fines es un de- tonía perceptiva con ellas, y las
(Juan, Pedro y Pablo, nada me- para Sartori, la imagen es un da- satino. McLuhan suponía erró- generaciones de la era fotográfica
nos), que anatemizan las pasiones to inmediato del sentido de la neamente que era indiferente o y televisiva que le han precedido
idolátricas de este final de segun- vista. La imagen es el recurso de coyuntural que la imprenta sir- le inoculan una cierta predispo-
do milenio. Su elección no es la mente débil y reblandecida, viera en su momento para difun- sición y una habilidad codifica-
azarosa: sus análisis son compar- del pospensamiento. dir la Biblia, y no el Corán. Para dora en su trato con las imáge-
tidos, con matices, por buena Sartori no ahorra en su crítica él sólo la tecnología de la impre- nes6. La letra con sangre entra, sí,
parte del pensamiento apocalíp- ninguna de las metáforas que han sión tipográfica y su impronta pero ello no supone que la ima-
tico finmilenario3. acompañado al discurso apoca- sobre la sensibilidad humana gen, de absorción menos trau-
líptico a lo largo del tiempo. Por contaba. Pero McLuhan también mática, sea inferior en los conte-
1. ‘Illustratore traditore’ un lado, la metáfora clínica: la sostenía que los media son pro- nidos que vehicula.
Uno de los topoi tradicionales de imagen es presentada como un longaciones de nuestros sentidos Además, Sartori desprecia la
la iconofobia en la cultura judeo- tumor (pág. 41) que progresa in- y nuestra corporalidad, lo cual componente verbal –tanto oral
cristiana fue, dejando aparte jus- vadiendo toda pedagogía, todo implica que al incorporarlos los como, gracias al teletexto, los
tificaciones propiamente teoló- discurso público, toda informa- estamos humanizando. Y ello, subtítulos y la publicidad, tam-
gicas, la incompetencia, la no es- ción, que ha de ser por fuerza vi- que es ejemplarmente cierto en el bién escrita– de la comunicación
pecial habilidad o capacidad del sualizable. Por otro, la metáfora caso de las tecnologías comuni- televisiva y videográfica. Para él la
mero contemplador de imáge- adictiva: la imagen es una droga cativas, tendría que hacer pensar primacía de la imagen es tal que
nes, frente a la exigencia intelec- (pág. 59) que aliena al vídeo-ni- que entre las máximas de perti- somete y anula esa misma po-
tual del lector al enfrentarse a un ño, tanto al teleadicto como al nencia de cualquier relación co- tencia civilizadora y raciocinante
texto escrito4. Giovanni Sartori alienado por los videojuegos y municativa humana sigue estan- que atribuye al lenguaje. Nada
es un revitalizador contemporá- realidades virtuales que posibilita la do el qué del mensaje con rela- de sinergia (palabra fetiche de los
neo de este postulado, válido ad imagen digitalizada. Y, por últi- ción a unas expectativas del adoradores del multimedia), sino
abundantiam en el caso de la mo, la metáfora teológica, apoca- receptor. mutuo parasitismo empobrece-
líptica propiamente dicha: la ima- Por otro lado, es objetable el dor. Hasta tal extremo llega su
gen como un infierno donde se escarnio de la imagen que hace inquina iconofóbica que los úni-
3 Componen la nómina de intelectua-
consume no sólo toda lógica ra- Sartori en su confrontación con cos contenidos televisivos que
les especialmente críticos con la televisión
en esta última década Jean Baudrillard, cional, sino también toda insti- la palabra. De la necesidad de salva del naufragio de la razón
Régis Debray, Hans Magnus Enzensber- tución o convicción moral. Si “al poseer el código de una lengua son –horreur– los talk-shows, ya
ger, Neil Postman, Noam Chomsky, Ig- principio fue la Palabra”, como natural para comprender los que en ellos “se habla (como su
nacio Ramonet y Karl Popper, entre otros.
4 Cf. Román Gubern: Del bisonte a la se dice en el Evangelio de San mensajes formulados en esa len-
realidad virtual, Anagrama, Barcelona, Juan, “al final”, diríamos, “está la gua, y en cambio del –digámos-
1996, págs. 51-74, y Facundo Tomás: Es- imagen”, casi como colofón del lo así– poliglotismo de la imagen
crito, pintado. Dialéctica entre escritura e 5 Umberto Eco: La estructura ausente,
Apocalipsis del mismo evangelis- (Virilio dirá analfabetismo…), no
imágenes en la conformación del pensa- págs. 187-235, y Tratado de semiótica ge-
miento europeo, Visor, Madrid, 1998, ta. No en vano la diferencia entre se deduce necesariamente supe- neral, págs. 313-316.
págs. 15-112. el género apocalíptico y el profé- rioridad alguna del primero sobre 6 Román Gubern: op. cit., págs. 14-34.

70 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99■


RAÚL RODRÍGUEZ FERRÁNDIZ

propio nombre indica) y, por información: la necesaria visibili- blico se convierte en fácil coartada congelada en su ser que es el tex-
tanto, en este contexto, la imagen dad de la noticia, sea ésta la que para un derrotismo de la razón to escrito. De forma similar, Vi-
pasa a segundo plano” (pág. sea, lo que supone la presencia política. Y así el contenido de lo rilio sostiene que la inducción de
100). No cabe duda de que Sar- in situ de las cámaras. Si no hay dicho en cada momento se pierde imágenes ajenas a nuestro campo
tori privilegia macluhianamente imágenes, no hay noticia para la en los meandros insondables, pe- de visión natural hace perezosa a
al medio sobre el mensaje; y ello televisión. Ha de recurrirse co- ro invariablemente distorsiona- la memoria visual y tiene además
le lleva a exaltar, de todos los mo mal menor a imágenes de ar- dores, corruptores, de los modos efectos nefastos sobre la mente
mensajes televisivos, aquel que chivo: todo menos hacer al pre- de enunciación televisiva. De es- creadora del hombre: las dema-
descansa sobre la palabra, aun- sentador pasar de una noticia a la ta manera nadie entra en las cues- siadas imágenes atrofian la ima-
que ésta haya degenerado, en la siguiente sin solución de conti- tiones políticas de fondo, sino ginación, saturan la mirada de
mayoría de los casos, en un exhi- nuidad, sin la intercalación de las que se enreda en los protocolos y presencias plenas en tiempo y es-
bicionismo morboso o en un in- correspondientes imágenes, a ser los dispositivos de su teledifusión. pacio reales, estandarizándola,
tercambio de insultos entre los posible con el reportero o corres- mientras languidece y se apaga
contertulios, y esté casi siempre ponsal destinado en el lugar de 2. Imagen contra imagina- nuestro proyector interior de vi-
alejada de esa espontaneidad que los hechos. Pero ello, que Sartori ción siones.
el medio se jacta de mostrar. Un supone una constricción, ¿no po- Si las quejas de Sartori contra la Pero las alarmas de Virilio es-
exhibicionismo o una violencia, dría ser juzgado, más benévola- imagen pecan de un agudo ver- tán tan injustificadas como las de
en fin, pactados, convenidos, en- mente, como el necesario posi- bocentrismo poco matizado, y Platón. Del mismo modo que el
tre los programadores, realizado- cionamiento del medio frente a añoran una república de las letras libro no ha acabado ni con el
res, conductores o presentadores los demás medios que compiten impresas, perdida por la facilidad pensamiento ni con la memoria,
del programa y los individuos se- con él en el suministro diario de iconográfica, las de Virilio cla- sino que, adaptándolos a nuevas
leccionados (famosos o anóni- información? ¿Qué exigimos de la man más bien por una Arcadia necesidades, los ha estimulado y
mos) que son entrevistados en el televisión, en tanto medio, sino de las propias imágenes, evocan- los estimula permanentemente
plató porque, precisamente, tie- que nos muestre imágenes de no- do un pasado en el que nuestro –empezando por el texto escrito
nen algo morboso, excepcional ticias, de sucesos de los que acaso trato con ellas no estaba apoyado por Platón–, las imágenes teles-
o canallesco que confesar (o lo hemos recibido ya información en prótesis oculares. Para el autor cópicas (fotográficas, cinemato-
inventan ad hoc). No se entiende verbal (oral) a través de la radio o la cámara oscura, las lentes, los gráficas o televisivas) proporcio-
que Sartori describa tan acerta- de los que recibiremos (escrita) de microscopios y telescopios en uso nadas por la tecnología no nos
damente en una parte de su libro los periódicos? desde el Renacimiento han pro- ahorran la grata tarea de imagi-
cómo la televisión es capaz de La imagen no incapacita para vocado un “desatino de los senti- nar; más bien son acicates de vi-
crear seudoacontecimientos visibles la adquisición de un caudal de dos”, que se agudiza más tarde sión creadora, por cuyo estímulo
(la mera presencia de las cámaras información complejo ni vuelve con la multiplicación industrial sistemáticamente intercalamos
modifica fatalmente los hechos romo el utillaje intelectual forja- de las máquinas visuales y audio- entre lo visto lo imaginado en
que van a ser retransmitidos) y que do por la cultura alfabética. Ne- visuales, de manera que imágenes, y recordamos todo sin
no sea capaz de reconocer la alte- gar la fuerza evidenciadora, la solución de continuidad, como
“con la utilización incontinente desde
ración de esos mismos aconteci- utilidad didáctica, la sinergia po- la más tierna edad de estos materiales nuestro recuerdo de las novelas o
mientos narrables en las entrevis- sitiva y la accesibilidad democrá- de transmisión instantánea se asiste nor- de los poemas suele estar tejido
tas personales que emite la tele- tica de las imágenes en los media malmente a una codificación de imáge- de hilos propios.
visión. Y que esos contenidos es un reduccionismo. Abusum nes mentales cada vez más laboriosa, con Volvemos a encontrar algunas
tiempos de retención en disminución y
fácilmente lacrimógenos o polé- non tollit usum: que la potencia de las metáforas de la decadencia
sin gran recuperación ulterior, a un rá-
micos se oigan también a través de la herramienta sea puesta en pido hundimiento de la consolidación o de la alienación, que ya vimos
de la radio y se puedan leer en acto para usos banales o ética- mnésica” (págs. 16 y 17). en Sartori: la de la enfermedad
ciertas revistas de difusión masi- mente discutibles no la invalida, (Virilio habla de “disléxicos de la
va y hasta en los periódicos, y debería más bien reorientar la El argumento recuerda mu- mirada”, de “desarreglos psico-
también en algunos libros de búsqueda de responsabilidades cho al que pone Platón en boca trópicos”, de “amnesia topográfi-
confesiones y autobiografías. por otros derroteros, empezando de Sócrates en el Fedro, en el que ca”), la de la dependencia y adic-
Argumenta Sartori que el pe- acaso por la propia política, ne- es uno de los textos más caros a la ción: “casi-inmovilidad de los
riódico (que exigía al menos un cesitada de imaginación para crítica apocalíptica. En aquella primeros días de la vida”, “narco-
público alfabetizado) e incluso la cumplir más eficazmente el man- fábula del faraón Thamus y del sis”, “embriaguez”. Dos metáfo-
radio, en su misma variedad y en dato democrático de gestión de inventor Theut, éste se jacta an- ras más se añaden, y completan
la representación de sensibilida- la vida pública y de aliento de la te su soberano de haber descu- los cuatro jinetes nefastos: por
des e ideologías distintas que se participación ciudadana (que sin bierto la escritura, que servirá a un lado, la contaminación, en es-
contrabalanceaban unas a otras, duda precisa de una cierta dis- sus súbditos como antídoto con- te caso no ver, sino “gris”, no de
garantizaban una opinión públi- tancia, de reflexión, de conten- tra el olvido y les hará más sa- sustancias o entornos naturales,
ca autónoma y responsable. En ción) en un mundo informacio- bios; y aquél le replica que lo que sino de distancias y de tiempos,
cambio la televisión generalista nal que, en cambio, exalta la ur- ha descubierto en realidad es un distorsionados por la velocidad
conlleva la manipulación de la gencia, la inmediatez del directo, veneno para la memoria, pues los de las comunicaciones, por la
opinión pública, ahora heteró- del vivo, del tiempo real y de la hombres confiarán en esos sig- telepresencia y el live. Por otro
noma, heterodirigida. Y ello, se- interactividad. nos exteriores que son las letras y lado, la guerra, sin duda más po-
ñala Sartori, debido a una cons- La imagen televisiva y su pe- descuidarán la memoria interior, derosa. Virilio habla de “bom-
tricción del medio televisivo que culiar epistemología como infec- función superior del alma que no bardeo de imágenes”, de “logísti-
degrada de forma inapelable la ción que contagia el discurso pú- precisa de esa prótesis vegetal y ca de la percepción”, de “fotó-

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



71
APOCALÍPTICOS FIN DE MILENIO

grafos que ametrallan”. Lo grave batallas. No se trata sólo de que Las máquinas de visión acer- La imagen, en cambio, sería lo
es que no se queda en este plano la visión de los confines del mun- can, alejan, congelan, ralentizan contrario del símbolo así enten-
metafórico o alegórico, sino que do en la cercanía del receptor do- o aceleran, por encima de los lí- dido: es diabólica; separa, enaje-
busca un nexo literal. Recuerda méstico produzca una sensación mites de la visión ocular no asis- na, corrompe, pervierte, calum-
Virilio el terror revolucionario de confinamiento, de achique del tida, fragmentos de lo visible, nia.
del siglo de las luces, y lo relacio- planeta. Se trata otra vez de una ampliando el horizonte de la ex-
na precisamente con la visibili- efectiva reversión de los papeles. periencia humana sobre el mun- 3. Pureza de mente
dad total nocturna de un París A la guerra de antes ha venido a do. Quejarse porque estas nuevas La tercera de las actitudes proto-
–la Ville Lumière– dotado de suplantarla ahora la vigilancia to- visiones no son naturales es re- típicas del intelectual finmilena-
alumbrado público, ideal para los talitaria, y que su instrumento es gresivo. Tampoco la cirugía (que rio es el silencio responsable ante
registros, para las detenciones, el encarcelamiento catódico (los emplea por ejemplo la radiogra- tanta zafiedad, banalidad y vileza
para las ejecuciones sumarias. Re- rayos como los barrotes de la cel- fía y la endoscopia como apoyo: audiovisuales. No se trata tanto,
cuerda el futurismo italiano –cer- da), con ampliación del número máquinas de visión) es una de- como en los casos anteriores, de
cano al principio a Mussolini– de los detenidos al número de fensa natural del cuerpo, y sin un higienismo de la visión pres-
y su exaltación de la velocidad y los telespectadores. El panorama embargo cura enfermedades y crito con alarma al gran público
la tecnología, su querencia por la es desolador y sin remisión. El reduce la mortandad. También televidente, sino de una reflexión
fotografía y el cine; recuerda los Panótico, de Bentham, llevado di- la escritura es una tecnología, la sobre el papel del propio intelec-
discursos de Goebbels, la arqui- ligentemente a la práctica, susti- más radical de la historia de la tual en el presente panorama me-
tectura nazi, y concluye que tuyendo lo arquitectónico por lo humanidad para algunos 7, que diático, de su toma de postura
tecnológico: un observatorio mi- detiene en una sustancia dura- frente al cuarto poder. Hay, pues,
“sin duda exponían con demasiada cla-
nucioso, desde donde ver sin ser dera la palabra volátil, pero Viri- en principio, menos paternalis-
ridad esta convergencia de las técnicas de
comunicación y el totalitarismo en vías visto en un mundo pantallizado lio alaba la imaginación que ali- mo que conciencia corporativa:
de constitución ante esos ojos ungidos no en la esfera de lo público, co- mentan los textos escritos, tan el campo intelectual ante los me-
por lo nuevo” (pág. 23). mo suponemos, sino en la órbita natural para él. No es la tecno- dios (el campo periodístico y el
de lo privado. La noción de que logía la secreta abominación de publicitario, digamos). Si la tele-
Cita a Clausewitz cuando afir- los telespectadores ven el mundo Virilio, es la determinación del visión exige un derecho de en-
maba que en el campo de batalla, exterior, de que su receptor es sentido demasiado laxa de la trada a todo aquel que se pone
a partir de un cierto grado de pe- una ventana abierta al mundo, imagen. La tecnología es la ex- ante las cámaras, la aceptación
ligro, la razón se refleja de otra son bagatelas si calculamos la re- cusa de un prejuicio semiótico de unas condiciones relativas al
manera, y apunta que ese campo versión óptica de la máquina y el hacia las imágenes como artifi- tiempo, al tema, a la profundi-
es el nuevo campo de visión efecto disciplinario sobre noso- cios significativos, y su poco hi- dad de la intervención, el inte-
tros, televistos, de eso que otros giénica promiscuidad con las vi- lectual debe negarse a aceptarlas:
“un medio buscado permanentemente,
interceptado por un arsenal óptico que ojos ven y saben desde detrás de siones naturales, con las percep- un deber honroso de salida. Si se
iba de la ‘alidada’ de las armas de fuego la pantalla. No hay a quién re- ciones de lo que está ahí fuera, a obstina en el error y se pliega a
–cañones, fusiles, ametralladoras–, utili- clamar, ni lugar donde esconder- nuestro alrededor, de los objetos exigencias mediáticas, habrá que
zadas con una amplitud sin precedentes, se, a menos que nos remontára- ingenuos, macizos. Como si en arrancarle los galones de intelec-
a las cámaras, aparatos instantáneos de
mos a un tiempo anterior al Re- algún tiempo pasado hubiera tual, pues su presencia en los me-
información aérea, que proyectaban la
imagen de un mundo en vías de desma- nacimiento, pues las máquinas podido existir un mundo de só- dios será índice inapelable de
terialización” (págs. 24 y 25). de visión incipientes se desarro- lo cosas por un lado y de sólo connivencias con él, de intereses
llaron entonces. Un tiempo del signos (preferentemente lingüís- espurios, de claudicaciones.
La máquina de visión, en fin, libro impreso todavía joven, sin ticos) por otro para designarlas, Pierre Bourdieu ilustra esta ac-
como máquina de guerra, la vi- “ilustraiciones”, y un espacio ma- en una correspondencia biuní- titud de renuncia a hablar y a de-
sión suplantada por la visualiza- nejable sobre el que actuar, no voca entre conjuntos bien dife- jarse ver que da la vuelta a la crí-
ción que apunta y dispara, el ojo más allá de la simple mirada al- renciados, perfectamente disjun- tica posible: lo verdaderamente
por el objetivo dotado de mira rededor. Después, el lento pero tos. Ahora bien, si es cierto el responsable no es, por mor de
telescópica, el objeto por el blan- inexorable camino hacia el fin. incierto estatuto semiótico de la un mesianismo intelectual, in-
co. Hay, sin embargo, un cambio Los plañidos arcádicos de al- imagen –entre representación y tervenir a toda costa en el dis-
de papeles, y el arma gira en re- gunos apocalípticos son parali- presentificación de lo significa- curso público, sino que la res-
dondo ciento ochenta grados: zantes: siendo ineliminable desde do– no se entiende por qué ha- ponsabilidad está, dadas las con-
son las imágenes las que disparan hace décadas la relación comu- bría de resolverse siempre hacia diciones, en la abstinencia. El
y los espectadores son su diana. nicativa masiva, como lo fue y lo el peor de los efectos posibles. Pa- autor comienza haciendo un
No en vano los publicistas ha- sigue siendo el maquinismo in- ra los apocalípticos, en fin, el diagnóstico demoledor del me-
blan de target group y de impactos dustrial, de poco vale plantearse lenguaje es, en rigurosa etimo- dio televisivo, tumba tanto de la
infligidos por sus mensajes. Vi- la vuelta a estados pretendida- logía, simbólico, es decir, con-ve- vida cultural en todos sus aspec-
sión sin mirada también en las mente naturales (de la comuni- nido o, mejor, con-jetural, sig- tos como de la vida política en
cámaras de videovigilancia de los cación o de otras prácticas hu- natura de un pacto fundante de democracia (págs. 7 y 8). Pero
bancos o los supermercados, en manas). Como decía Eco en su la propia humanidad civilizada. inmediatamente hace una refle-
las nuevas técnicas infográficas libro, no se trata de imaginar un xión metadiscursiva: el texto que
de síntesis, en los audímetros que hombre liberado de la máquina leemos fue originalmente retrans-
registran en la privacidad del ho- (también comunicativa), sino un 7 Cf. Walter Ong: Oralidad y escritura.
mitido por televisión, procede de
gar qué se ve y quién ve. Por fin, hombre libre con relación a la Tecnologías de la palabra. México FCE, dos conferencias televisadas.
la televisión, madre de todas las máquina. 1987 [Methuen & Co., Londres, 1982]. Bourdieu gozó –caso excepcio-

72 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99



RAÚL RODRÍGUEZ FERRÁNDIZ

nal– de un control absoluto sobre sión hayan tenido prácticamente y, por tanto, literalmente irres- público, en todo caso inducidas
el medio a la hora de participar que intervenir, tengamos ese ex- ponsable. malévola e interesadamente.
en él. Su tiempo no estaba limi- traño producto que es el ‘teledia- En cuanto a los índices de au- El drama para Bourdieu está
tado, el tema de su discurso tam- rio” (pág. 65). Es decir, la televi- diencia, exhibidos por los pro- en no poder descalificar abierta-
poco en el detalle, no había con- sión como un verdadero ente gramadores y productores televi- mente las apetencias audiovisua-
ductor o entrevistador que orien- (público o privado) de naturale- sivos para justificar lo que hay a les del público por temor a incu-
tara su intervención. Bourdieu, za fantasmal, en el que las res- partir de esa cita diaria con la ur- rrir en ese mismo pecado de lesa
en fin, impuso un plano fijo, sin ponsabilidades están disueltas y na del audímetro, Bourdieu los democracia que imputa a los ín-
pretensión formal en el encua- absueltas en razón de la inelucta- desprecia como una pura sanción dices de audiencia y a los son-
dre, y renunció a emplear imáge- ble maraña superestructural de del mercado y denuncia la dema- deos de opinión. Tampoco quiere
nes de archivo, o estadísticas, o relaciones de poder. gogia cínica de aquellos que los cometer abuso políticamente in-
gráficos, como documento, es Bourdieu incluso se queja de proclaman ruidosamente (págs. correcto contra un colectivo pro-
decir, todo aquello que enturbia- que se elijan periódicamente ca- 96 y 97). Es obvio que estos ín- fesional que “hace su trabajo lo
ra o distrajera de una línea argu- bezas de turco con nombres y dices de audiencia señalan prefe- mejor que puede” –el de los pe-
mental exclusivamente oral. Qui- apellidos, y propone a los perio- rencias en las opciones ejercidas riodistas–. Esas inhibiciones cul-
zá sea ingenuo pretender que es distas liberarse de las ataduras sobre lo que efectivamente se pro- posas le llevan a recurrir al expe-
posible, para el participante del que les tienen sometidos (págs. grama, y sin duda eso no repre- diente fantasmagórico de las fuer-
medio televisivo, imponer sus 79 y 80). Este espíritu emanci- senta todo lo que se produce. Es zas invisibles, y a la diatriba final
condiciones de aparición en él. pador y constructivo, con todo, la contradicción entre la libertad contra su propia casta intelectual,
Depende de su autoridad inte- se agota cuando del periodista omnímoda de crear y la imposi- desnaturalizada a fuerza de con-
lectual o de su relevancia pública, pasa a analizar al intelectual que bilidad de difundir. Es cierto tam- tactos poco higiénicos con unos
y depende de la disponibilidad colabora con los medios, colabo- bién que los números que ofrecen entes más que mediáticos, me-
del concreto medio televisivo a ración que para él implica “so- sólo indican conexión efectiva, diúmnicos.
aceptar esas condiciones. Pero metimiento sin condiciones a contacto comunicativo con tal ca-
Bourdieu avanza una posibilidad unas coerciones destructoras de dena, y no recogen respuestas 4. Medios y remedios
de regeneración del medio a tra- las normas de los campos autó- más elaboradas, actitudes. Ahora La imagen tonta por iletrada (Sar-
vés de una relación más dialécti- nomos” (págs. 90 y 91), es decir, bien, ¿cabe negar el éxito de la te- tori), la imagen mala por sofisti-
ca entre el interviniente y los heteronomía, connivencia desca- levisión aun con las limitaciones cada (Virilio), la imagen despóti-
conductores y realizadores de los rada con el medio. El periodista de medición señaladas? ¿Cómo ca por interesada (Bourdieu), pe-
programas. es una víctima que no sabe que lo explicar ese éxito? Bordieu piensa ro, en cualquier caso, la imagen
El autor dice, en la contrapor- es de una trama que le desborda, que el público televidente acoge- capaz de modelar la existencia hu-
tada, pero el intelectual colaboracio- ría entusiasta otro tipo de pro- mana: una presencia superlativa
nista es sin remisión “intelectual gramación más exigente, pero de- y rectora de nuestro destino.
que “el mensaje más importante de este
libro era una llamada a la constitución heterónomo (…) el caballo de ja inexplicado cómo es que con- McLuhan defendía un determi-
de un movimiento en favor de un pe- Troya a través del cual la hetero- sume masivamente lo que le nismo tecnológico, que algunos
riodismo cívico y crítico que permitiría nomía, es decir, las leyes del mer- ofrecen. Se insinúa aquí el repro- ahora abrillantan al socaire de la
a los periodistas, en especial a aquellos cado, de la economía, se intro- che políticamente incorrecto y, revolución digital. En este orden
oscuros y de rango inferior, trabajar co-
duce en el campo [científico, po- por tanto, no formulable: por de- de cosas, podríamos definir de
lectivamente en la lucha contra las fuer-
zas del dinero y de la política que ame- lítico, literario…]” (pág. 91). sidia, por indiferencia, por ocupar sensorial o perceptivo los determi-
nazan su autonomía”. Según él, la televisión rebaja el tiempo de ocio, incluso por nismos de Sartori (la imagen se
escandalosamente el derecho de ineptitud. relaciona con nuestra psique de
Según él, una violencia es- entrada a su foro público en ca- La cuestión espinosa y mala- una manera diversa y más pobre
tructural y simbólica se cierne so- da uno de los ámbitos de la cul- barmente escamoteada, para el que la palabra) y de Virilio (las
bre el “campo periodístico”, irra- tura; y el dilema del intelectual intelectual, es explicar la distancia imágenes protésicas, telescópicas,
diando desde la parcela del pe- ha de ser cómo conciliar la exi- que separa su propia imagen de arruinan las imágenes naturales,
riodismo televisivo a las demás gencia de “pureza”, que es inhe- lo que es o debería ser la cultura atrofian la memoria visual y de
formas de periodismo (el gráfico rente a cualquier labor científica y la formación de la que, a través paso incapacitan para imaginar a
y el radiofónico). Ahora bien, o intelectual, con el afán demo- de sus opciones televisivas, pare- partir de la palabra escrita), y
afirma que esta violencia no tiene crático de hacer que esos logros ce preferir la audiencia. La res- de estructural el determinismo de
una encarnación concreta, se tra- estén al alcance del mayor nú- puesta de Bourdieu ante ese di- Bourdieu (las comunicaciones
ta de “fuerzas invisibles” (pág. mero posible de personas. Pu- vorcio es la callada, sobre la que de masas, sometidas a una lógica
58) que son “un poco como la reza bastante utópica, pero sin la se inscribe su resistencia ante la del mercado y a una lucha feroz
fuerza de gravitación, cosas que cual Bourdieu propone la apli- tentación de rendirse: proscribir por los índices de audiencia y so-
nadie ve” (pág. 76) y “sus efectos cación del “deber de salida” hon- al intelectual que flaquea y se pa- metidas al poder de los anun-
no son necesariamente producto roso, de abstinencia en el trato sa con armas y bagajes al “campo ciantes, de los grandes grupos, de
de unas voluntades”. Se trata de carnal con el medio televisivo espectacular” de los medios de las subvenciones estatales, etcéte-
una estructura que “no es adver- que no garantice la no infección masas, legitimando con ello la ig- ra, no pueden ser sino lo que son:
tida por los telespectadores ni por del discurso. Nada más aleja- nominia de la programación. Re- el intelectual que lo sea se abs-
los periodistas”(pág. 59), de ma- do del genuino intelectual drey- clamar la pureza del campo inte- tendrá de participar o pondrá
nera que “sin que nadie lo haya fussard. El intelectual como bus- lectual para recuperar un papel unas condiciones acaso inalcan-
pretendido realmente, sin que las to silente, en huelga de máquina rector de la vida pública, sin por zables). Resignación.
personas que financian la televi- de escribir o de computer caídos, ello recusar aquellas opciones del Sin duda, lo más desmoviliza-

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



73
APOCALÍPTICOS FIN DE MILENIO

dor de los discursos críticos en la jet-set más casposa, el asalto de la siva. Quien desea culturizarse en siva, ese mismo desapego. Una
torno a las comunicaciones de crónica rosa o de los sucesos y el ese sentido tiene otros canales mu- didáctica blanda, doméstica, ci-
masas es precisamente esa fatali- morbo a los informativos “serios”, chos más aptos, y no duda en re- vilizada. Y todo ello no es in-
dad que haría inútil cualquier es- lo cual nos haría reaccionar in- currir a ellos sin perjuicio de ver compatible con otras opciones
fuerzo, cualquier reforma, y que dignados por esa injerencia polí- también la televisión. siempre abiertas: la lectura de un
a la postre exime de toda respon- ticamente incorrecta, los críticos Cierta especie de apocalíptico libro, la escucha de un disco, el
sabilidad concreta, de toda posi- apocalípticos han resucitado sin sigue a lomos de los caballos de paseo vespertino con o sin perro.
ble incompetencia o mendacidad nombrarlo el concepto de hom- siempre o sus metáforas o versio- ¿Es ésa verdaderamente la si-
o incuria. Y lo más desesperante bre-masa indiferenciado, han ho- nes modernizadas: la guerra, la tuación más habitual, o sólo un
es la acusación simultánea de mogeneizado a la audiencia. Ni droga, la enfermedad, la maldad, desideratum? ¿Peca de ingenua,
peligro mortal y de banalidad, una línea nos dedican un poco inoculadas en el cuerpo social de optimista? Algunos críticos
de conjura y de superficialidad, de desabrida, ni un reproche ni un por vía oftálmica. El implícito apocalípticos se han precavido
gravedad y de frivolidad. ¿En qué matiz. La culpa invariablemente argumentativo de su discurso, te- contra este género de amables es-
quedamos? Lo banal sólo es grave es del medio y de los entes anó- nazmente disimulado, es sin em- cenificaciones de la vida domés-
si no tiene alternativa, lo superfi- nimos que están tras él. bargo claro: la minoría de edad tica televisiva. Bourdieu, por
cial no puede ser muy peligroso, La televisión es el príncipe de mental de la masa, a la que hay ejemplo, acaba su libro abomi-
desde luego menos que lo pro- los demonios. Pero ¿no da la im- que proteger de los medios, siem- nando de cierta “crítica cultural”
fundo. Por otro lado se acusa a los presión de que le concedemos de- pre en las manos manchadas de llamada “posmoderna”. Para ésta
medios audiovisuales (a la televi- masiada importancia? ¿No sería los otros. Una pedagogía para el cinismo de los productores de
sión ante todo) de engañar con si- interesante estudiar la trascenden- adultos. A nadie se le ocurre su- televisión puede hallar su antí-
mulacros arrebatadora y carnal- cia real que el público telespecta- poner un espectador ya resabia- doto en el “cinismo activo de los
mente verosímiles, y al tiempo de dor otorga a ese tiempo de ocio do, curtido por décadas de trato espectadores (ilustrado en par-
promover el escapismo y la eva- que le dedica diariamente y que se carnal con el medio audiovisual, ticular por el zapping)”. Este ci-
sión del mundo real al dispensar entreteje con una vaga autoexi- inmunizado, en fin, contra su nismo consistiría en una aptitud
fantasías y mundos imaginarios, gencia de estar informado? Por- presunta trascendencia y más in- universal para la estrategia del so-
de provocar la movilización his- que la televisión no es un medio teresado y cauto al tiempo con breentendido, de la complicidad,
térica y, además, el escepticismo homogéneo –como no lo es la relación a la inmanencia e inmi- de las lecturas de tercer o cuarto
paralizante. ¿En qué quedamos, prensa o la radio– sino un canal nencia de los fines. Este receptor grado, de los juegos irónicos y
una vez más? Por no hablar de que vehicula multitud de conte- modelo, en el dominio de la in- metatextuales. La verdad es que
los que, sin sombra de contradic- nidos, de géneros distintos, en los formación, no cree todo lo que le Bourdieu parodia muy bien la
ción, deploran a un tiempo la in- que se confabulan (y con-fabu- dicen y tampoco todo jerga posmoderna, pero sigue sin
discreción y el secreto, el exceso y lan) la imagen y la palabra. Es un lo que ve, desconfía o se muestra explicar cuál es entonces la acti-
la reserva, lo obsceno y el com- abuso sinecdótico calificar a la algo escéptico, intenta comple- tud y la aptitud del público ante
plot de silencio. Desde luego que nuestra de “sociedad televisiva”, tar su composición de lugar de lo los mensajes televisados. Enten-
hay de todo eso en la programa- como sostienen Sartori y Bour- que pudieron ser los hechos re- demos que sugestionable y pre-
ción, pero juzgar la televisión en dieu y, con matices, Virilio. Más curriendo a fuentes alternativas caria, respectivamente, aunque lo
bloque por uno de sus géneros bien habitamos, como ha pro- o, no teniendo tiempo ni deseos diga mediante una antífrasis.
o de sus tonos es simplista, cuan- puesto recientemente Román Gu- de hacerlo, es consciente de esa No se pretende aquí procla-
do de esa variedad, debidamente bern, “un ecosistema cultural ba- incompletez, y por tanto no ex- mar a toda costa la descodifica-
sopesada, resulta un esencial equi- sado en interacciones dinámicas trae de ella creencias ni decisiones ción experta del público, su fino
librio. No menos simplista es ne- entre diferentes medios de comu- de acción firmes. En cuanto al saber intertextual, su competencia
gar la competencia del público nicación y entre éstos y sus au- dominio del entretenimiento, el para orientarse en un espacio vi-
televidente para discriminar entre diencias” (op. cit., pág. 108); y la receptor deja resbalar blanda- sual fractal y pluri-isotópico. Se
esos géneros y esos tonos. televisión, en razón de la hetero- mente sobre él ese tiempo de fri- trata más bien de afirmar, como
Y es que los telespectadores, y geneidad de sus contenidos, quizá volidades, sin paranoides repro- sin duda aconseja el sentido co-
en general receptores de mensajes fuera mejor considerarla “un ser- ches luego por perderlo misera- mún, que tras 60 años la televi-
masivos, somos los grandes au- vicio de distribución audiovisual, blemente y sin incorporar a sus sión encuentra al televidente más
sentes del análisis. Cuidando de preferentemente doméstico, en el modelos de vida ese glamour ton- prevenido, más cauto, más de
no tocar la fibra sensible de los que coexisten muchos lenguajes torrón de muchos invitados ni el vuelta. Más consciente de las po-
gustos mayoritarios, de no acu- (o ideolectos) audiovisuales diver- desparpajo soez de algunos ter- sibilidades y los límites del medio.
sarnos directamente de horteras o sos” (pág. 118). La televisión ge- tulianos. Y ante los anuncios se Una competencia, además, inte-
de ordinarios, de no ridiculizar neralista ofrece noticiarios, con- sabe de antemano ante un géne- resada, pragmática, que disfruta
–con lo fácil que sería– los psico- cursos, deportes, cine, teleseries, ro de ficción seductor, que hará vagamente de los programas sin
dramas sentimentaloides, la bús- entrevistas, publicidad, docu- entrar, si así lo desea, en el ámbi- grandes compromisos, pero que
queda y captura televisiva de in- mentales, reality y talk-shows, vi- to de su realidad –con la compra incluso sabe asumir, cuando co-
dividuos desaparecidos acaso por deoclips. Es falaz decir que la apo- del producto o la contratación rresponde, un no saber muy ren-
propia voluntad, los concursos teosis de la televisión es el apoca- del servicio– sin pueriles frustra- table. Porque la infantilización del
para cretinos o para masoquistas, lipsis de la cultura, sobre todo ciones al comprobar que los efec- televidente no sólo autoriza al crí-
los vídeos aficionados de caídas porque no hay prácticamente nin- tos anunciados no se producen tico a intervenir paternalmente
tontas o de impactos serios, la cá- guna pretensión cultural –en el sen- literalmente. A todo esto, ve la en su defensa: también permite a
mara indiscreta y las sorpresas pre- tido más caro al apocalíptico– televisión junto a sus hijos, im- aquél gozar de la feliz incons-
paradas, el desplume in vivo de dentro de la programación televi- buyéndoles, por activa o por pa- ciencia del niño, incapaz de ac-

74 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99



RAÚL RODRÍGUEZ FERRÁNDIZ

tuar con maldad, a sabiendas, ab- más elaborados. La defensa en lemne rueda de prensa: en ambos cesidades internas para someter-
suelto en razón de su edad de to- ocasiones es maquiavélica, pues casos son abordados por reporte- se al imperativo de la visualiza-
da imputación de estupidez, de invierte algún añejo argumento ros que les sacan las expectativas ción multitudinaria: todo ad-
pereza, de embobamiento, de mi- apocalíptico, en particular el de la y los acuerdos, respectivamente, quiere un relieve especial, se hi-
metismo. La culpabilidad perso- tecnología deshumanizadora, y todo en caliente, recién cocinado perboliza, de manera que los
nal se esfuma cuando se descarga además parece más acorde con el (no recalentado); vemos estudios, llantos son más amargos, las risas
sobre el ente, y la tentación de diagnosticado fin de las ideolo- platós, presentadores con todo el más explosivas, la rabia más vio-
beneficiarse de ese chivo expiato- gías: en vez de éstas, una tecno- equipo desplazados al lugar de lenta, las quejas más airadas,
rio es muy grande. Quien ha co- logía inocente, global, al servicio los hechos (acontecimientos po- e così via. Y como explicaba muy
metido abuso o ignominia culpa, de la pura información (o del en- líticos o culturales, catástrofes na- bien Bourdieu, es difícil dudar
ante los propios micrófonos o las tretenimiento, tanto da), inme- turales o humanitarias), desde de que los medios representan
cámaras, a esas malas influencias, diata, transparente, objetiva. No donde emiten a pie de noticia; o ante nuestros ojos la comedia de
a lo que vio y oyó, y sale inmacu- es el Apocalipsis purificador a bien vemos estudios instalados la inmediatez, se expresan con
lado, como después de nadar en sangre y fuego lo que nos espera, en la calle, con paredes transpa- “la demagogia de lo espontáneo”
las aguas lustrales de la inocen- no. Es una Epifanía gozosa e rentes que dejan ver la tramoya, y, siendo así, esos retazos de vida
cia. Y así, el apocalipsis mediático ininterrumpida de todo lo digno con el sonido del tráfico y de discurriendo que nos ofrecen ya
en realidad no es ya sólo cosa de de verse, una visión extática, pe- la gente pasando como fondo a la no pueden responder solamente
intelectuales, académicos y cien- ro efímera, el Rostro Verdadero emisión del telediario, estadio a un curioso querer verlo todo
tíficos: puede convertirse también constantemente renovado, sin avanzado de los programas con humanísimo, sino un voyeuris-
el recurso universal, democrati- perder un ápice de su verdad. público en el plató. Sólo que la mo cuasi patológico.
zado, de la irresponsabilidad. Albricias, pues. El éxito de la te- clac no aplaude a un signo del Ahora bien, ¿no es el público
levisión se debe a la plena con- conductor, ni menos todavía las televidente consciente de ello?
5. Lo ‘inmediático’ fianza depositada por los espec- palmas o las risas están pregra- ¿Desconoce que la televisión no
Si la solución final apocalíptica no tadores. La televisión es imagen badas: se aplaude o se ríe espon- sólo registra hechos, sino que de
nos convence (ni la censura ni el verdadera, no simulacro o artifi- táneamente. Vemos a presenta- forma creciente los encarga a me-
silencio, ni mucho menos la re- cio, y la tecnología es la garantía dores que miran compulsiva- dida o llanamente los produce?
nuncia a toda máquina de visión inhumana (pero a la vez conce- mente la hora y nos la dicen, para Por otro lado, ¿acaso en la misma
nos harán más libres), ¿qué decir bida y perfeccionada por el hom- garantizarnos el directo, y cierran diversidad de canales no estaría la
de la reacción integrada? ¿Cómo bre) de esa verdad esencial. los informativos con un rotundo prueba más fehaciente de que
se defienden los medios de este Resulta paradójico que esta “así han sido las cosas, y así se las la objetividad, transparencia e im-
ataque tan demoledor? Habrá disfunción actual que describen hemos contado”. Se diría que, parcialidad son quimeras? Ante
que reconocer que, como en los con rigor y denuncian estentó- por no haber, no hay ni tiempo la constatación por el televidente
tiempos del libro de Eco, la es- reamente los apocalípticos se pre- para la manipulación, y el me- de que, con sólo cambiar de ca-
cualidez de la defensa teórica de sente ante nosotros como la me- dio es el límpido cristal que nos dena, los mismos hechos cam-
los medios (una intelectualidad jor garantía de objetividad y de separa (y nos protege) de la reali- bian sustancialmente, ¿cómo y
integrada, si es posible ese oxí- transparencia (en el dominio de dad en tiempo real: fair play. Ésa dónde acceder a una tal adecua-
moron), es compensada por la la información al menos, pero es la verdadera trampa: la inme- ción perfecta de los sucesos con
integración orgánica corporativa también de forma creciente en el diatez del medio, lo inmediático. su relato audiovisual? ¿Cómo
de quienes, desde dentro, sostie- del entretenimiento): en todas ¿Acaso la misma tecnología atender las muchas autoprocla-
nen el aparato de la comunica- partes hay cámaras y correspon- que permite la transmisión ins- maciones de realidad y veracidad
ción masiva en todos sus esta- sales, reporteros con su micrófo- tantánea no hace técnicamente cuando éstas son divergentes? El
mentos. ¿Cómo asumen los me- no en ristre, encuestas tabuladas posible, en el mismo lote, el tra- análisis apocalíptico es, en el fon-
dios su propia defensa de los y gráficos al instante, conexiones tamiento previo (en un fantástico do ajustado: por supuesto que los
ataques verbales tan demoledores vía satélite, noticias montadas antes que lo inmediato) de eso que productos de la televisión, hasta
de la intelectualidad apocalíptica? en caliente y enviadas a la veloci- nos llega presuntamente intocado los del rabioso directo, son fruto
Sin duda la más elemental baza dad de la luz a la otra parte del y puro? La imagen en directo de de una manipulación. De múlti-
de esta forma de integración no mundo. Vemos el primer plano un evento es posterior a la selec- ples manipulaciones, diríamos,
necesitaría siquiera ser argumen- del regate fulminante, del gol, del ción de un realizador que elige pues son muchas las manos por
tada con gran refinamiento: es el abrazo de los jugadores, de la vistas y que compone una historia las que pasan en el proceso de la
éxito. La mera exhibición, sin jac- zancadilla y del salivazo que serán en tiempo real entre una multi- industria televisiva. Y esa mani-
tancia, de los índices de audien- objeto de severa sanción federa- tud de cámaras y de opciones na- pulación, como todas en las que
cia y la inmediata proclamación tiva (tenemos pruebas); vemos la rrativas posibles, de tonos, tenores interviene una mano humana (es
de la sabiduría y soberanía del guerra en directo con los com- o matices. Las entrevistas en di- decir, ni una zarpa o una pezuña
gran público en su gustos y op- batientes muertos (y hasta algún recto, expresión de “lo que pien- ni la mano de Dios) está guiada
ciones bastarían para sostener su periodista) aún calientes; vemos sa la gente de la calle”, pasan fil- por afanes, por debilidades, por
posición y para condenar toda partos, bautizos, bodas, adulte- tros, inadvertidos de ordinario. obediencias, por pactos, por ri-
crítica al elitismo y al esnobismo rios, muertes y entierros in actu; Es más, los hechos retransmiti- validades. Hasta ahí de acuerdo.
más truculentos. vemos a presidentes, ministros, dos, como bien señalaba Sartori, Lo inaceptable es el remedio
No obstante, los apólogos del subsecretarios y delegados a la son inmediatamente trastorna- puesto al medio. Ni la censura ni
medio que pretenden ir algo más entrada de reuniones trascen- dos por la presencia de las cáma- el silencio, ni muchos menos la
allá de la mera contabilidad y es- dentales, dándose la mano, y los ras: devienen acontecimientos renuncia a toda máquina de vi-
tadística recurren a argumentos volvemos a ver a la salida, en so- desligados de causalidades y ne- sión, nos harán más libres, más

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



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APOCALÍPTICOS FIN DE MILENIO

personas: ciudadanos con derecho cuota de pantalla, ergo habrá que sino la del propio signo como del hombre político. Y después,
de voz y a máscara en el ágora. cambiar de discurso casi sobre la vehículo de un significado para contra la irresponsabilidad –que
La teoría clásica de los medios marcha). Es más: contratación una mente que lo interpreta y es en buena etimología el no te-
de masas señalaba siempre como de servicios audiovisuales a la car- que, idealmente al menos, lo está ner nada que decir–, el ejercicio
un rasgo pertinente de su objeto ta y la conexión digital de los enriqueciendo. Pero cuando el humanísimo de la respuesta. ■
el hecho de que la respuesta a los abonados de dichos canales y medio tecnológico posibilita la
mensajes masivos era no-inme- programas proporciona una base inmediatez nos está invitando a BIBLIOGRAFÍA
diata, en contraste con lo que de datos sofisticada, instantánea- esa misma prisa descodificadora y BOURDIEU, Pierre: Sobre la televisión.
acontece en la comunicación in- mente actualizada y no muestral, parece dar la razón (de la sinra- Anagrama, Barcelona, 1997 [Liber, Pa-
terpersonal. La respuesta, de ha- sino del voto televisivo efectiva e zón) al más vulgar conductismo, rís, 1996].
berla, era siempre diferida y di- ininterrumpidamente ejercido. interpretación a la que no hacen ECO, Umberto: Apocalípticos e integra-
fuminada por la heterogeneidad, ¿Significa eso un voto de con- ascos los apocalípticos. ¿Cuál es la dos. Lumen, Barcelona, 1968 [Bompia-
la incompetencia o el desnivel fianza ilimitado, una gozosa responsabilidad de la imagen de ni, Milán, 1965].
— La estructura ausente. Lumen, Barce-
comunicacional del público. anuencia del público con el esta- masas? En rigor, ninguna. Sería lona, 1989 (4ª) [Bompiani, Milán,
Ese modelo es insostenible en do de cosas, una implicación co- tanto como argumentar, en una 1968].
la actualidad: los medios de ma- rrespondable? No creemos. Por sociología de andar por casa, que — Tratado de semiótica general. Lumen,
sas –la televisión, pero también la otro lado, ¿es deseable una res- el coche nos ha hecho más agre- Barcelona [Milán, Bompiani, 1975].
radio y hasta la prensa– no sólo puesta tan inmediata? Y, más aún: sivos e insociables y los electro- ECHEVERRÍA, Javier: Telépolis. Destino,
ofrecen información y espectá- las decisiones de acción de parte domésticos más inútiles para las Barcelona, 1994.
culo del riguroso presente, sino de los propios emisores o pro- habilidades manuales. La imagen GIL CALVO, E.: La retórica de la telefobia,
que consultan con la misma pre- ductores, derivadas de ese feed- televisiva, al fin y al cabo, no está CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA, núm. 96,
mura al público sobre cada uno back inmediato e inmediatamen- haciendo sino avanzar en su di- págs. 41-44, 1999.
de esos acontecimientos mediáti- te adoptadas (cambio de estrate- rección y vocación originales, en GUBERN, Román: Del bisonte a la reali-
cos. Casi cada noticia lleva co- gia publicitaria, arquitectura de su rasgo distintivo con respecto a dad virtual. Anagrama, Barcelona, 1997.
mo coda la valoración que mere- los argumentos de las teleseries, otros medios audiovisuales: el di- — La aldea imperfectamente global. CLA-
VES DE RAZÓN PRÁCTICA, núm. 83, ju-
ce al público, el sondeo de rigor contraprogramación súbita, mo- recto. Cuanto más directo, mejor,
nio de 1998, págs. 60-63.
extrapolado a todo el cuerpo so- vilidad en la parrilla horaria), ¿no sí, pero con todas las dudas razo-
cial y ofrecido en porcentajes ro- serían, pues, igualmente impen- nables que el sentido común su- LOZANO, Jorge: ‘Televisión: verdadera-
tundos e instantáneos: el estado sadas, desproporcionadas, histé- giere a la validez probatoria de ese mente falso’, Revista de Occidente, núm.
208 (septiembre de 1998), págs. 55-62.
de opinión. Proliferan las vota- ricas? Como televidentes, acep- directo. Porque es la gestión inte-
ciones telefónicas, y hasta en el tamos de buena gana entrar en lectual y la decisión de acción MALDONADO, Tomás: Qué es un inte-
lectual. Paidós, Barcelona, 1998 [Feltri-
dominio de la ficción se hacen ese juego, que viene a ser como orquestadas sobre él lo que está
nelli, Milán, 1995].
factibles los finales interactivos. una partida rápida de ajedrez en- verdaderamente en juego.
Somos, querámoslo o no, núme- tre principiantes, con límite de Decir que precisamente la in- MCLUHAN, Marshall: La comprensión de
los medios como las extensiones del hombre.
ros representados por unos cuan- tiempo para las jugadas, lo que mediatez es la garantía de la ob- Diana, México, 1969 [Understanding
tos sujetos muestrales que optan da lugar a posiciones inverosími- jetividad, como hacen los nue- Media: The Extensions of Man, Mc-
efectivamente en las encuestas, y les, ridículas, absurdas. Al fin, no vos integrados (corporativos, or- Graw-Hill Book, 1964].
contamos en infinidad de cálcu- es más que un juego, y lo impor- gánicos), es una falacia y una NEGROPONTE, Nicholas: El mundo di-
los, de estadísticas: detentamos tante es participar. Pero, en cada ofensa a la inteligencia: presume gital. Ediciones B, Barcelona, 1995.
un poder, aunque no sepamos jugada veloz, un arrière-pensée, que todo pensamiento, casi por [Being Digital, 1995].
gestionarlo debidamente8. Del un paripé de espontaneidad por definición mediado y a la vez me- RAMONET, Ignacio: La tiranía de la co-
plebiscito diario no se libran, co- ambas partes que se exhibe para diador de pensamientos más municación. Debate, Madrid, 1998.
mo es natural, los propios me- no hacer gala –también por am- complejos, es una invitación al SARTORI, Giovanni: Homo videns. La so-
dios, que predican con el ejem- bas partes– de la verdadera au- asedio de los valores, a lo sesgado. ciedad teledirigida. Taurus, Madrid,
plo mediante sofisticados siste- tonomía (porque ésta sí conlleva Como si el sesgo no estuviera en 1998 [Gius-Laterza & Figli Spa, Roma-
mas de medición de audiencias: responsabilidades). No se trata todo lo humano, como si el ses- Bari, 1997].
apenas es exagerado imaginar al aquí de eliminar al televidente de go no fuera lo natural humano: el TODOROV, Tzvetan: El hombre despla-
presentador estrella del prime ti- la discusión, como dato en bru- sesgo es lo que desvía el curso de zado. Taurus, Madrid, 1998 [Seuil, Pa-
me de una cadena cualquiera con to, cuantitativo, incólumne (co- las cosas de la ineluctabilidad rís, 1996].
un monitor de ordenador ante sí mo hacen los apocalípticos por de lo natural a secas. El sesgo se TOMÁS, Facundo: Escrito, pintado (Dia-
que le muestra en gráficos de co- corrección política y los integra- cuela hasta en los resquicios más léctica entre escritura e imágenes en la con-
lores los vaivenes de su audiencia dos apelando a su soberanía), si- inhabituales de la tecnología, formación del pensamiento contemporá-
neo). Visor, Madrid, 1998.
al compás del producto de la no de imputarle su facilidad, su pues la tecnología (de la minia-
competencia o de su propio mínimo esfuerzo. tura, de la instantaneidad) debe VIRILIO, Paul: La máquina de visión. Cá-
tedra, Madrid, 1989 [Galilée, París,
acierto o no ante las cámaras (un Ya advertía Morris que la sig- salvaguardar ese espacio del hom-
1988].
chiste tonto, un entrevistado que nificación –la semiosis decía él– bre que también la justifica. Aho- — El Cibermundo. La política de lo peor.
da poco juego reducen el 5% de es una relación necesariamente ra bien, contra la inmediatez del Cátedra, Madrid, 1997.
mediata: se produce cuando “una directo que nos ofrecen como ga-
cosa tiene en cuenta a alguna otra rantía, la medida y la meditación Raúl Rodríguez Ferrándiz es
mediatamente”. Claro que esa como prueba: el pensar diferido, doctor en Filología por la Universidad
8 Cf. Javier Echeverría: Telépolis, págs.
de Alicante. Autor de Semiótica del
66-81, 100-112 y 173-180. Destino, Bar- mediación no es la del medio tec- la contención, la espera expec-
anagrama. La hipótesis anagramática de
celona, 1994. nológico, del canal o del soporte, tante, el contraste, las virtudes Ferdinand de Saussure.

76 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99 ■


OBJECIONES Y COMENTARIOS

IMPOSTURAS
INTELECTUALES
MANUEL MARTÍNEZ CHICHARRO

En el hiperespacio de llano Transgredir las fronteras: ha- “Este libro se propone contribuir, citados, el libro incluye un inte-
refracción múltiple florece cia una hermenéutica transforma- de modo limitado aunque original, a la resante capítulo sobre el relativis-
crítica de ese declaradamente nebuloso
la escisiparidad fractal dora de la gravedad cuántica, se mo cognitivo o epistémico (con
Zeitgeist que llamamos posmodernismo.
No tema el lector que pretenda publicó en 1996 en un número No pretendemos analizarlo exhaustiva- comentarios sobre Popper, Qui-
desarrollar el titulillo preceden- dedicado precisamente “a rebatir mente, sino más bien llamar la aten- ne, Kuhn y Feyerabend) y que
te, de inspiración baudrillardia- las críticas vertidas por destaca- ción sobre algunos aspectos poco cono- como apéndices se incluyen el ar-
na, aunque con cierta maña in- dos científicos contra el posmo- cidos: a saber, el abuso reiterado de con- tículo primigenio de Sokal y
telectual, todo sería posible. Más dernismo y el constructivismo so- ceptos y términos procedentes de las el epílogo aclaratorio del mismo,
ciencias físico-matemáticas. También
difícil, después del caso Sokal, cial” (pág. 20). Para “desvelar la examinaremos ciertas confusiones de
así como un breve pero sabroso
sería encontrar dónde publicar- broma”, el mismo autor envió a pensamiento muy extendidas en los es- comentario sobre la parodia y
lo. Aunque supongo que todos Social Text otro artículo, Transgre- critos posmodernos y que tienen que otro sobre las relaciones entre las
los lectores estarán más o me- dir las fronteras: un epílogo, que la ver con el contenido o la filosofía de las “dos culturas” (la científica y la
nos enterados del escándalo1, re- revista rechazó porque “no se ate- ciencias naturales” (pág. 22). humanista). Y mi tercera infor-
sumo, por si acaso, los aconteci- nía a sus pautas de calidad inte- “Los autores mencionados hablan
mación es que, aunque la provo-
mientos. lectual” (pág. 283); se publicó en con una arrogancia que su competencia cación posmoderna obliga a S. y
A. Sokal envió a la prestigiosa Dissent y, con algunos retoques, científica no justifica. Lacan se vanaglo- B. a entrar en materia en física
revista norteamericana Social Text en Philosophy and Literature. ria de utilizar ‘la topología más reciente’ y matemáticas, en general el con-
“un artículo paródico plagado de El escándalo suscitado mere- y Latour se pregunta si acaso no habrá tenido principal del libro es ase-
enseñado algo a Einstein. Quizá se cre-
citas absurdas, pero desgraciada- ció la atención de relevantes pe- en capaces de aprovechar el prestigio de
quible para lectores sin forma-
mente auténticas, sobre física y riódicos y revistas norteamerica- las ciencias naturales para dar un barniz ción especializada; los tecnicis-
matemáticas, tomadas de célebres nas y europeas y dio lugar a nu- de rigor a sus discursos” (pág. 23). mos más complejos figuran en
intelectuales franceses y estadou- merosas polémicas, de las que notas a pie de página. Son muy
nidenses” (pág. 13; mientras no dio detallada cuenta Sánchez- “No pretendemos atacar a la filo- de destacar también la claridad
sofía, las humanidades o las ciencias
se diga otra cosa, todas las citas Cuenca. Los autores citados y expositiva de los autores y la ca-
sociales en general; al contrario, con-
entrecomilladas están tomadas de parodiados por Sokal eran G. sideramos que dichos campos son de lidad de la traducción, que está
la versión española del libro co- Deleuze, J. Derrida, F. Guattari, la mayor importancia y queremos po- revisada por Sokal.
mentado, publicado por Paidós L. Irigaray, J. Lacan, B. Latour, ner en guardia a quienes trabajan en
en 1999). El artículo “empieza ri- J.-F. Lyotard, M. Serres y P. Vi- ellos y, muy especialmente, a los estu- Ciencia y filosofía
diantes frente a algunos casos mani-
diculizando el dogma ya supera- rilio, así como algunos autores Si remontamos la historia hasta
fiestos de charlatanería. Concreta-
do según el cual existe un mundo norteamericanos menos conoci- mente queremos ‘desconstruir’ la repu- el hechicero antecessor, éste era
exterior cuyas propiedades son in- dos, al menos en nuestros pagos. tación que tienen ciertos textos de ser sacerdote, científico, filósofo y
dependientes de cualquier ser hu- En 1998 se publicó en Lon- difíciles porque las ideas que exponen hasta asesor político del jefe de
mano…”. (pág. 20) La revista pi- dres el libro Intellectual impos- son muy profundas. En la mayoría de la tribu. El desglose de las fun-
có y el artículo, titulado en caste- tures, donde A. Sokal y J. Bric- los casos demostraremos que si pare- ciones intelectuales ha sido tra-
cen incomprensibles, es por la sencilla
mont (en adelante, S. y B.), pro- razón de que no quieren decir nada” bajoso, pero las interferencias si-
fesores de Física en Nueva York (pág. 23). guen existiendo para bien o pa-
y Lovaina, respectivamente, por- ra mal. Este último es el caso de
1 En España, CLAVES DE RAZÓN
menorizan sus críticas a casi to- Por mi parte, añado tres in- los autores –o más precisamen-
PRÁCTICA (agosto/septiembre, 1997) pu-
blicó El caso Sokal y la charlatanería aca- dos los autores citados, a los que formaciones más sobre el conte- te, de una parte de su obra– que
démica, donde I. Sánchez-Cuenca infor- añaden J. Baudrillard y J. Kris- nido del libro. La primera, que critican S. y B.
maba ampliamente sobre el tema, y La teva; la versión española incluye las “confusiones” a las que se re-
balsa de la medusa publicó los dos artícu-
los primigenios de Sokal en su número también un interesante capítulo fiere la primera cita versan sobre
45/46 (1998), sin comentarlos. sobre Bergson y sus sucesores, la mecánica cuántica, el teorema 2 Esto no es nuevo y hasta la poesía ha

Como continuación a esta polémica que figuró en la versión france- de Gödel y la teoría del caos, buscado inspiración en muchas ocasiones
CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA (mayo, en términos físicos y matemáticos y tiene
1999) publicó un interesante artículo de
sa del libro. aunque también salen a relucir todo el derecho a hacerlo. Pero ahora los
Cayetano López, El dislate como método, Dada la claridad y concisión muchas otras expresiones gene- científicos lo están poniendo más fácil
y en el número anterior (diciembre, con la que se expresan los auto- radas por la ciencia y transpor- con términos tan sugerentes como los
1999), en la sección Objeciones y co- res, resumamos su intención con tadas a otros ámbitos2. La se- agujeros negros, el Big Bang o la flecha
mentarios, se publicó Alan Sokal, la in- del tiempo, expresión ésta que es ya –y no
suficiencia de pruebas, de Roberto Follari. tres citas tomadas de la versión gunda, que, además de críticas es poco– la mitad del primer verso de un
(Nota de la Redacción). española: pormenorizadas de los autores poema.

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
77
IMPOSTURAS INTELECTUALES

Entre los cambios importantes sino que, como ya hemos dicho, “Los defensores de Lacan (y de otros drada de dos, con un poco de
acaecidos está que la acumulación se limitan a utilizar conceptos o autores estudiados en este libro) tienden humor hubieran podido deno-
a responder a estas críticas con una es-
de conocimientos científicos y la teorías científicas más o menos minarse interminables, sin que a
trategia que podríamos llamar de ‘ni/ni’:
complejidad del aparato mate- prestigiosas, lo que en principio esos escritos no se deben valorar ni co-
las matemáticas les pasara nada
mático que los sustenta dificul- es legítimo siempre que se haya mo científicos, ni como filosóficos, ni (en este caso está particular-
tan extraordinariamente su com- entendido correctamente el con- como poéticos, ni… Nos hallamos an- mente claro que irracional en
prensión por parte de los que son cepto o la teoría y que se justifi- te lo que se podría denominar ‘misti- matemáticas no tiene nada que
ajenos a estas disciplinas, caso en que que es pertinente su aplica- cismo laico’: misticismo, porque el dis- ver con irracional en filosofía).
el que están los filósofos citados o, ción a un nuevo ámbito. curso intenta producir efectos mentales Con este trastoque de adjetivos,
que no son puramente estéticos, pero
como precisan S. y B., “intelec- Lo de resultados tristes o paté- sin apelar a la razón; laico, porque las
al que sí le hubiera pasado algo
tuales filosófico-literarios”. La fi- ticos creo que es aplicable al caso referencias culturales (Kant, Hegel, es a Lacan. Si los números ima-
losofía, por su parte, también ha Bergson y su famoso –y en su día Marx, Freud, matemáticas, literatura ginarios hubieran pasado a la
acumulado materiales que difi- influyente– libro Durée et simul- contemporánea, etcétera) no tienen na- historia como números euleria-
cultan la intromisión de los afi- tanéité, en el que polemizaba con da que ver con las religiones tradicio- nos, ¿se le hubiera ocurrido de-
cionados. El resultado de esta si- Einstein. Como explican S. y B., nales y son atractivas para el lector mo- cir la tontería de que el pene es
derno. Por lo demás, los escritos de La-
tuación puede llevar a ambas par- no cabe duda de que el filósofo se equivalente a la raíz cuadrada de
can adquirieron, con el tiempo, un
tes, cuando entran en terreno esforzó en entender la teoría de la carácter cada vez más críptico –carac- menos uno?
ajeno, a afirmaciones ingenuas relatividad –tuvo buenos asesores terística común de muchos textos sa- El caso de los resultados di-
que pueden llegar a la simpleza, a e incluso se entrevistó con el pro- grados–, combinando los juegos de pa- vertidos es especialmente apli-
errores que pueden llegar al dis- pio Einstein en 1922–, pero no lo labras y la sintaxis fracturada, y sirvien- cable a Luce Irigaray, cuya te-
parate, o a la impostura; o, dicho consiguió4 y no se puede seguir do de base para la exégesis reverente de meridad en el establecimiento
sus discípulos. Es, pues, legítimo pre-
de otra forma, el resultado de las manteniendo, como se ha hecho de relaciones entre el sexo de los
guntarse si no estamos, al fin y al cabo,
intromisiones puede ser triste, pa- en una reciente biografía de Berg- en presencia de una nueva religión” científicos y el desarrollo de la
tético, divertido, o… de juzgado son (1997), que la polémica no (pág. 51). ciencia –cuestión que, como di-
de guardia moral, si tal espéci- está zanjada: la experimentación, cen S. y B., no es baladí– le lle-
men existiese, lo que afortunada- ya contundente cuando Bergson La importancia de las pala- va a conclusiones esperpénticas.
mente no sucede. escribió su libro, es hoy abruma- bras es distinta en ámbitos dis- Afirmar que la mecánica de los
La simpleza y la ingenuidad dora y ha dado la razón a Eins- tintos. En la literatura es mu- fluidos está subdesarrollada en
son más propias de los científicos tein; mientras no haya experi- chísima (algunos incluso dirían comparación con la de los sóli-
que filosofan, explicando a veces mentación nueva en contra de és- que lo es todo). En filosofía las dos porque ésta se identifica con
obviedades o sutilezas que ya ha- te, el caso está cerrado. palabras –y sobre todo las que el hombre (órganos sexuales rí-
bían sido enunciadas, y con más Para ejemplarizar el caso de bautizan– son muy importan- gidos, como explica N. Katheri-
precisión, hace muchos siglos3. juzgado de guardia hay varios tes. En matemáticas las palabras ne Hayles) y la fluidez con la
El error de interpretación creo candidatos, pero elijo a Lacan, son muy poco importantes, in- mujer es tan disparatado que
que se reparte equitativamente que ha entrado a saco en la topo- cluso irrelevantes. cuesta trabajo entrar en discu-
entre unos y otros, en propor- logía, en los números imagina- Euler bautizó a la raíz cuadra- sión. S. y B. alegan que hay
ción inversa a su categoría inte- rios, en la lógica matemática y en da de menos uno como número también cuestiones de mecánica
lectual. La impostura creo que otros conceptos científicos. En es- i y a los números de tal índole de sólidos sin resolver y que, en
pertenece casi en exclusiva a los te caso creo que S. y B. son harto como imaginarios. Es un adjetivo general, la mecánica de los flui-
filósofos (o lo que sean), cuya in- piadosos cuando dicen que “no plausible, puesto que no existe dos es mucho más difícil de
terferencia no es simétrica con la se puede negar que este autor tie- ningún número real que multi- abordar. A mí se me ocurre aña-
de los científicos: no suelen en- ne una vaga idea de las matemá- plicado por sí mismo dé menos dir que a los humanes (me acojo
trar de lleno en el terreno de éstos ticas a las que alude”. No es que uno. Pero perfectamente hubie- a la terminología de Mosterín
aluda a ellas, sino que las aplica al ran podido ser bautizados como para evitar problemas adiciona-
psicoanálisis, sin aceptar que sean irreales o inexistentes o con el les), lógicamente les ha preocu-
3 I. Sánchez-Cuenca, pese a ser favo-
alegorías (debate en la Universi- nombre de su descubridor, sin pado más la estabilidad de su
rable a Sokal, le acusa de ingenuidad
dad J. Hopkins) y confundiendo que para nada hubiera variado el choza o de su rascacielos, o que
cuando entra en la teoría del conoci- –y ya es confundir– los números sorprendente hecho de que po- no se les rompiera el carro,
miento. Es posible que lo fuera en su pri- imaginarios con los irracionales. demos operar con números ima- que el hecho de que al abrir una
mero artículo (que es el que I. S. C. co- S. y B. acaban su crítica con ginarios, irreales o inexistentes compuerta o un grifo se pro-
menta), pero no lo son S. y B. en el capí-
tulo que dedican en su libro a este tema, este párrafo: sin que esto sea un puro juego in- duzcan turbulencias, hecho po-
sin que esto signifique avalar todo lo que telectual: los números imagina- co perturbador del riego o del
dicen. Lo que sí comparto con Sánchez- rios forman parte de los números lavado de la cara y sólo impor-
Cuenca es su reproche de que invite a los
que relativizan los conocimientos cientí- 4 Cabe dudar si Bergson tuvo buena complejos (otra denominación tante en aplicaciones técnicas re-
ficos a comprobar la ley de la gravedad fe o no; en este último caso el calificativo plausible), con los que podemos lativamente modernas.
desde su apartamento del piso 21. Bromas correcto sería el de impostor. A este res- resolver problemas concretos con No menos chocante es su in-
similares hicimos algunos amigos al salir pecto, S. y B. se remiten al estudio sobre
de la clase de Historia de la Filosofía en la Bergson y Einstein de Hervé Barreau, que
aplicaciones prácticas. tento de desenmascarar los ras-
que el catedrático nos expuso el pensa- explica: “No basta decir que Bergson no Por razones similares los nú- gos sexistas en el corazón de las
miento de Berkely; aunque era un exce- ha entendido la teoría de la relatividad, si- meros irracionales (los que no matemáticas puras, por no ha-
lente profesor, no consiguió que tomára- no que también hay que decir que, si pueden obtenerse como cocien- blar de sus topicazos sobre las
mos en serio una negación tan extrema de Bergson se quería mantener fiel a su pro-
la posibilidad de conocer la realidad, pe- pia filosofía del tiempo, no podía com- te de dos números enteros), co- relaciones entre el cuerpo de la
ro los alumnos teníamos 15 años. prenderla o tenía que rechazarla”. mo el número pi o la raíz cua- mujer y el universo. S. y B. ter-

78 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99


n
minan su estudio de Irigaray ques Derrida. El punto de vista de la mi- bandazo dado por el posmoder-
con una cita de la autora y un noría ha sido siempre que la verdad pue- nismo hacia el subjetivismo y el
de socavar el poder (…) Pero, una vez DE RAZÓN PRÁCTICA
concluyente comentario: relativismo sólo está conducien-
que has hecho una lectura de Foucault en
la que la verdad es simplemente un efec- do y sólo puede conducir a re-
“Hablando de la economía sexual fe-
menina, desde la pubertad hasta la me- to del poder, estás listo...” (pág. 285). forzar el poder y a fomentar las
nopausia, Irigaray escribe: desigualdades sociales, que co-

www.progresa.es/claves
‘Pero cada fase de este proceso posee “Las ciencias de la naturaleza tienen mo es sabido están creciendo no
una temporalidad propia, eventual- poco que temer, al menos a corto plazo, sólo entre países desarrollados y
mente cíclica, unida a los ritmos cós- de las sandeces posmodernas; son sobre
subdesarrollados sino en el seno
micos. El hecho de que las mujeres se todo la historia y las ciencias sociales –así
hayan sentido tan amenazadas por el como la política de izquierdas–, (las) que de los primeros, sobre todo en
accidente de Chernóbil tiene sus oríge- salen perdiendo cuando los juegos de Estados Unidos.
nes en esa relación irreductible que exis- palabras sustituyen el análisis riguroso Entramos así, evidentemen-
te entre sus cuerpos y el universo’. de las realidades sociales” (pág. 285). te, en un terreno político-moral
Aquí Irigaray cae directamente en que S. y B. sólo apuntan y con

claves@progresa.es
el misticismo: ¿ritmos cósmicos?, ¿rela-
ción con el universo? ¿A qué diablos se
Por lo que he leído, no com- el que yo voy a concluir este co-
refiere? Reducir a las mujeres a su se- parto totalmente la interpreta- mentario. Dicen S. y B. en el
xualidad, a ciclos menstruales y ritmos ción que hace A. Ryan sobre el prefacio de su libro que, según
(cósmicos o no), supone atacar todo poder y la verdad en Foucault y Robert Maggiori (diario Libéra-
aquello por lo que el movimiento fe- tampoco me place la alusión de tion),
minista ha luchado durante las tres úl-
timas décadas. Simone de Beauvoir de-
Sokal a la clase obrera –creo que
“somos unos científicos pedantes y sin
be de estar revolviéndose en su tumba” hoy no se puede hablar de ella sentido del humor que se dedican a co-
(págs. 127 y 128). sin redefinirla, porque no es lo rregir errores gramaticales en cartas de
que era–, pero comparto el es- amor” (pág. 13).
Un paso atrás… píritu de las frases citadas. Si
Corren malos tiempos para el bien puede resultar un tanto re- He aquí una excelente mues-
pensamiento de izquierda. Hun- tórica la frase hecha de que la tra del talante posmoderno. Tan-
dido y bien hundido el magma verdad es revolucionaria, no lo to da escribir una carta a la per-
del marxismo-leninismo-estali- es que la verdad socava el poder sona amada como un libro que
nismo (aunque flote Marx, ya y que, por más que en las cien- va a influir en la formación inte-
un clásico), la derecha ataca vic- cias –y más claramente en las lectual de muchos lectores. Para
toriosamente en todos los fren- sociales– la verdad absoluta sea Maggiori, las reglas del juego
tes. S. y B. han dado un buen inaccesible, el pensamiento de (¿qué juego?: ¿seducir?, ¿pasar el
ejemplo de lo que la izquierda izquierda no puede renunciar a rato?, ¿ascender en la escala aca-
intelectual debe hacer hoy: un aproximarse a ella, lo que sí es démica?, ¿vender?) son las mis-
paso atrás…, que diría Lenin. posible. Por eso el poder, con mas. Al fin y al cabo, según el
Un paso atrás que nos lleva al si- mayor o menor disimulo, pone principio de indeterminación de
glo de las luces, a la defensa de la tanto empeño en controlar y Heisenberg, no podemos cono-
razón y de la ciencia (de la cien- manipular la información en su cer…
cia a secas, no de la inexistente sentido más amplio (pero éste Ni los autores de Imposturas
ciencia posmoderna de Lyotard). no es el tema de hoy). intelectuales ni el que suscribe
Veamos tres citas del epílogo Es evidente que la izquierda afirmamos que los autores criti-
en el que Sokal “desvela su bro- radical (marxista y anarquista) cados no hayan hecho aportacio-
ma”: ha sido optimista en su relación nes válidas a la filosofía o a las
“Pero, ¿por qué lo hice? Confieso con la ciencia y ha pecado de ciencias sociales. Incluso yo re-
que soy un viejo izquierdista impeni- cientificismo ingenuo5. Pero el cuerdo escritos de estos autores
tente que nunca ha entendido cómo se que en alguna medida –nunca
supone que la desconstrucción va a excesiva– me interesaron. Pero
ayudar a la clase obrera. Y soy también 5 Cuando hace 40 años, con cierta for- asumiendo la importancia de lo
un viejo científico pesado que cree, in-
genuamente, que existe un mundo ex-
mación académica científico-técnica y al- subjetivo que tanto recalcan los
gunas lecturas de Ortega y poco más, me posmodernos, tengo que confe-
terno, que existen verdades objetivas enfrenté con el Anti-Dühring, me quedé
sobre el mundo…” (pág. 284). un tanto perplejo con aquella explicación sar una manía mía: al carnicero
que detecto que me ha vendido
correo electrónico

sobre los saltos históricos –las revolucio-


dirección internet

“Mi preocupación, en realidad, es nes– a través de los cambios de estado del gato por liebre no me gusta com-
expresamente política, a saber: combatir agua (la acumulación cuantitativa de tem-
la actual moda del discurso posmoder- peratura provocaba la revolución: el sólido prarle ni la carne de vaca. n
no/posestructuralista/socialconstructi- hielo daba el salto cualitativo y se conver-
vista (y, más en general, una tendencia tía en líquida agua). A mí aquello no me
cuadraba y tengo la seguridad de que ja-
al subjetivismo) que es, en mi opinión,
más utilicé esta argumentación para pre-
contraria a los valores de la izquierda y
dicar la ineluctabilidad de la revolución
una hipoteca para el futuro de ésta. Co- socialista. Más tarde leí con placer el pró-
mo muy bien ha dicho Alan Ryan: logo de Manuel Sacristán a otra edición Manuel Martínez Chicharro es profe-
‘Para las minorías acosadas es un au- del libro en el que descalificaba los argu- sor asociado de Tecnología de las Artes
téntico suicidio, por ejemplo, adherirse a mentos de Engels y creo que quedé vacu- Gráficas en la Facultad de Bellas Artes
Michel Foucault, y no digamos a Jac- nado contra la seudociencia posmoderna. de Madrid.

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
CASA DE CITAS

HÉRAULT DE SÉCHELLES
En un mundo en el que el arribismo podría tener el buen cadalso, en una sesión estelar de trinchado en la que ro-
gusto de ser un arte, la lectura de Maquiavelo, de Gra- daron otras dos cabezas heroicas: la de Danton y la de
cián o de Hérault de Séchelles es poco menos que balsá- Camille Desmoulins.
mica: delata a tanto chapucero del llegar (aunque mal Su principal obra, Théorie de l’Ambition (1788), es una
que bien van subiendo, hasta que un día, de pronto, colección de preceptos aforísticos para triunfar en el ágora,
caen) y muestra a las claras la tramoya del mundo, al me- entendiendo por tal cualquier campo del intercambio ciu-
nos en su vertiente de competencia gregaria. dadano. Madame Roland, que detentó el salón de moda
Listo, rico, fatuo, hombre de leyes, poderoso gracias a en los albores de la Revolución, comentó a propósito de
los poderosos lechos de las altas damas de su tiempo, Hé- Hérault: “Todos estos chicos guapos se quieren demasiado
rault de Séchelles (1759-1794) optó por la Revolución y a sí mismos como para posponer sus personas a la cosa pú-
fue uno de sus adalides (presidió la Convención e integró blica”. En La muerte de Danton, Büchner le hizo mantener
el Comité de Salud Pública), pero no pudo con el Inco- este diálogo beckettiano con el gran incendiario: “Hérault:
rruptible: su hedonismo y su ateísmo le hacían sospecho- –¡Buenos días! Debería decir buenas noches. No puedo pre-
so (Robespierre exigía una revolución deísta: Virtud y Te- guntar cómo has dormido, sino cómo dormirás. Danton:
rror, supremo binomio de las falsas revoluciones). Pujan- –En fin, bien… Hay que acostarse riendo”.
te y popular, y por ello incómodo, Hérault acabó en el Selección y traducción de Jorge Gimeno

Leyendo con especial atención las obras cualquier asunto y que sirve para n Fisonomía intelectual, o arte de
de los escritores más célebres, como determinarlo. adivinar, con sólo ver una proposición,
Rousseau, Montesquieu y otros autores, cuál será su provecho y su alcance, a qué
griegos, latinos, etcétera; observando la n Los contrarios se suceden de forma seres o a cuántos seres puede convenir la
conducta de los grandes hombres que natural tanto en nosotros como fuera de cualidad o movimiento que expresa; arte
han sorprendido al mundo, el instinto de nosotros. No me resulta ni útil ni factible más útil que la imaginación más fecunda,
los animales que lo pueblan, el hallar el porqué de los fenómenos; lo que a la que casi vuelve inútil. Pues quien
movimiento de toda esa materia; un me importa es saber que tras determinado dispone de él es, pese a sus limitaciones,
hombre retirado en su viejo castillo, movimiento realizaré tal otro. El círculo el hombre más sabio, y no hay cerebro
encaramado sobre las planicies de Mantes vicioso es el mejor de los razonamientos. que no se ponga a su servicio. La cabeza
como nido de águila, se ha visto de semejante fisonomista es a las demás lo
sorprendido por una serie de ideas n El buen análisis es la madre de la buena que uno de sus propios brazos a su
nuevas que, por qué no, le han parecido composición, y las diferencias son la cabeza.
del mayor interés. Convencido de que materia prima de la analogía; pues son
había descubierto, perfeccionado incluso precisamente las cosas distintamente n Antes de estudiar algo o de discutir
en muchos aspectos, el secreto de tanta observadas en cada todo las que, cualquier asunto, analizad siempre al
gente notable, semejante género de comparados los todos entre sí, son hombre (sensaciones, sentimientos,
meditación le ha recordado el método de análogas. facultades intelectuales), a fin de no
César, y ha escrito con bonhomía esta engañaros acerca del objetivo, el
pequeña Teoría de la ambición, con el fin n Para formular correctamente una teoría, instrumento y el modo; así como de
de reírse a solas, o todo lo más con un se ha de llevar el análisis hasta la acción determinar el significado de las palabras y
amigo que no sea ambicioso. primera de las pasiones. no pedirle al entendimiento lo que no
puede dar.
Principios generales n La moral es la ciencia de las intenciones
para ser persona de genio o las inclinaciones físicas. Tiene por tanto Selección de medios y circunstancias
como objeto los fenómenos de la que exaltan las facultades intelectuales,
n Cree en ti mismo, conócete, respétate. atracción y la repulsión. ya se trate de todas en conjunto o de
La práctica habitual de estas tres máximas algunas a expensas de las demás
es el secreto del hombre sano, ilustrado, n Todo individuo es el centro del
bueno y dichoso. universo. Una idea individual no es sino nEl despertar matinal da el tono al resto
la representación, la copia de un de la jornada en lo tocante a los asuntos
n Tiempo, lugar, especie y grado: individuo. Toda idea individual puede del corazón y el espíritu. Así pues,
cuadrilla con la que uno se topa en ser, pues, el centro de las demás. debemos comenzar el día con un estudio,

80 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99


n
una composición, un ejercicio, una de unas pocas verdades y muchas n A través de las expresiones, los giros,
acción difíciles, de modo que la mengua mentiras. las comparaciones, los términos
de nuestras facultades a medida que el sol que un hombre emplea (siempre y
declina y el hombre se cansa, no impida Carácter cuando no se escuche a sí mismo)
que nos hallemos siempre a la altura de podríamos adivinar su profesión, sus
nuestro trabajo. n Un gran objetivo es un sta sol. Acaba inclinaciones, sus hábitos, sus
con los titubeos que nos infligen las gustos secretos, así como las imágenes
n Para aguzar las facultades y mantenerlas revoluciones diurnas y anuales del sol, que se alojan en lo más recóndito
alerta, hay que buscar siempre enemigos y dirige nuestra visual hacia un rumbo de su memoria.
lanzarse al combate. preciso, fija la veleta humana,
impidiéndole recorrer a placer el n La clave de la voz en la escala musical
n Tened una alta idea de vuestras horizonte de nuestros vanos deseos. Pero responde a la clave del carácter en la
facultades, y trabajad, las triplicaréis. esta fijeza es peligrosa antes de los escala moral.
treinta; ya que sólo reconocemos nuestro
n Incluso un libro y un hombre objetivo tras habernos equivocado n Las mujeres mangonean más a los
mediocres son útiles para el hombre primero. hombres vanidosos que a los orgullosos.
meditativo. Son pretextos para pensar. Es A éstos sólo les hace falta una mujer, y de
más, la estupidez refresca al hombre n ¿Deseáis ser y parecer verdaderamente Pascuas a Ramos. Aquéllos padecen una
caldeado por el genio o el espíritu; en fin, grandes de corazón y espíritu? Rodeaos constante necesidad de que se los prefiera,
su sociedad es sana: por ella hallamos en siempre de lo mejor. (Tiempo, lugar, y lo que es más, de que parezca que se les
nuestros semejantes el principio de hombres y cosas). Los hombres, pese a la prefiere.
nuestro movimiento. envidia que les corroe, no piden sino
hallar en los demás la grandeza que no n Se ha de distinguir cuidadosamente
n No progresamos grandemente sino en la ven en ellos mismos. entre el cerebro femenino y el masculino.
época en que nos volvemos melancólicos, El primero es una suerte de matriz, recibe
cuando, decepcionados del mundo real, n Tanto huir al pequeño como buscar al y da; pero nunca produce.
nos vemos obligados a inventarnos uno grande.
más soportable. n Buena memoria y frecuentes elogios,
n Tenacidad y soledad, dos principios de signos de la excelencia. Mala memoria y
n Hay, en las operaciones del intelecto, originalidad. frecuentes vituperios acompañados de
algo de fortuito para aquellos que piensan explicaciones y consejos, signos del
sin método; mas para quien sabe escoger n La sociedad mitiga el orgullo; la soledad segundón.
el tiempo y el lugar y seguir un régimen la vanidad.
apropiado al objeto de su trabajo, para Plan de acción
quien medita respirando buen aire y en n La presencia de la fuerza amiga nos
contacto con las alturas, quien sabe fortalece; de la fuerza enemiga nos n No se trata de ser modesto, sino de ser
concentrarse, aislar su persona y los debilita; la debilidad amiga nos hace el primero.
objetos que se propone analizar, y no buenos; la debilidad enemiga orgullosos.
desprecia los pequeños avances; éste n Modestia orgullosa, orgullo tímido: dos
acumula céntimo a céntimo, y se Conocimiento de los hombres grandes máquinas en la acción y el
enriquece insensiblemente, discurso.
convirtiéndose en un Craso al que los n Caminar, hablar, actuar rápidamente,
hombres miran boquiabiertos. reparar en las analogías, los medios, los n Mantener a nuestros rivales entre la
remedios, signo de carácter expansivo. esperanza y el miedo.
n Las ideas abordan antes que nada a
quienes pasan de largo sin preocuparse de n Caminar, hablar, actuar lentamente, n Como en cada secta hay perro y gato,
ellas; y huyen de quienes las buscan con reparar en las diferencias, los hay que ser alternativamente perro con
demasiada insistencia. inconvenientes, los yerros, signo de los gatos y gato con los perros.
carácter contractivo.
Lectura n Debutar con algo grande, al menos
n Se entrevé el carácter de un hombre por sorprendente, de puro miedo de que la
n La ciencia de un hombre instruido sólo las cosas que reprueba o aprueba primera idea que se tenga de nosotros sea
con libros es una especie de fe compuesta habitualmente. también la última.

Nº 99 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA


n
81
HÉRAULT DE SÉCHELLES

n Sería cosa de que los políticos viviesen n El maximum del estilo didáctico n Confesar un pequeño defecto que
en el campo, como los antiguos romanos; consiste en disponer en el mismo periodo guarde relación con una cualidad muy
aprenderían el arte de escuchar y callar, la proposición a demostrar, su prueba, la estimada.
doble ciencia que el estrépito de las objeción más sólida y la refutación de
ciudades hace que olvidemos, y que se ésta. nAlabar a nuestros interlocutores acerca
aprende de nuevo maquinalmente al de aquello que más se vanaglorien, para
observar el paso lento, cadencioso, n Comenzar por las formas paradójicas hacer pasar los elogios que nos
uniforme y callado de la naturaleza. para sorprender al auditorio y forzarle a dediquemos.
escuchar; después explicarse poco a poco
n Donde la mujer impera a solas no hay y acabar con una claridad extrema. n Decir a todo el mundo que se posee una
orden moral; donde el hombre reina a gran reputación: se repetirá, y las
solas no hay orden físico. n El hombre, habida cuenta de su repeticiones harán reputación.
orgullo y su vanidad, no desea que se le
n Caminad un poco para aumentar el convenza, sino que se le persuada. Por nDar siempre, y en particular a las
impetus del genio y del arrojo. ello las mejores expresiones son las que, mujeres, una alta idea de uno mismo
teniendo la verdad por fundamento, dan mediante el empleo de palabras osadas.
nArte de actuar con palabras, ridículo curso a una pasión o un impulso físico,
proverbio, poder de la nomenclatura. porque transmiten la impresión de que n Alabar al rival cuando lo sobrepasamos.
al orador lo dominasen las cosas mismas,
n Consolarse del mal real mediante la y no que él desee dominar a su nAlabar a un hombre entre dos censuras,
felicidad ideal; refugiarse en el corazón, auditorio. para inducir la crítica por contraste.
en la cabeza.
n El estilo melancólico atrae más que el n Alabar a un hombre con énfasis,
Conversación alegre. ¿Por qué? concediéndole el menor de sus talentos,
para así limitarle y hacer creer que no
n Si deseáis conocer el secreto de alguien, n Graduar para gustar y conseguir una tiene sino ése.
parlotead lo vuestro, siempre pendientes, larga persuasión; contrastar para hacerse
eso sí, de lo que deseáis callar, pero temer y convencer rápidamente. n Plantear en los libros y en la
dejándoos ir alegremente sobre lo demás. Para cultivar el estilo melancólico, conversación problemas de los que no se
Fingiendo desprecio o indiferencia, haced ocupémonos del triste sino del hombre, dé la solución; logogrifos de los que no se
que vuestro hombre pierda los estribos; meditando sobre la vanidad de sus ofrezca la clave, a fin de que se nos
elogiadle un poco a la cara, ya sea de esperanzas, la realidad de sus males, su pregunte y se repare en nosotros; pues
vuestra parte o de parte de un tercero; flaco poderío, y esa soledad en la que recordamos mejor el nombre de los
haced vosotros mismos confidencias poco siempre cae un alma amante y elevada lugares en los que, mal que nos pese, nos
importantes; dad cuenta de alguna tras vanos intentos. hemos detenido.
novedad, valeos de un momento de
alborozo, le llevaréis de dentro a fuera y n Ve hasta el final en cada miembro de la n Dejarse una puerta abierta en las
acabará largando. frase. enumeraciones, diciendo: los principales
elementos, las principales causas, etcétera;
n Arrebatar la palabra bruscamente y n Estilo agudo, odia; estilo dulce, ama; en lugar de decir: los elementos, las
hacer una pregunta imprevista, simple, estilo elevado, admira. causan son, etcétera.
corta y clara y cuya respuesta sea sí o no:
excelente medio para saber la verdad. n El mejor estilo es aquel que hace
suponer en el escritor fuerza de alma,
n No hablar nunca de uno mismo y sus dulces afectos y miras elevadas.
asuntos sin necesidad, y poner en danza
al prójimo tanto como sea posible. n Lo imprevisto es la base del estilo en
todos los géneros.
n Jamás hablar el primero, a no ser de la
salud, la lluvia o el buen tiempo. n Citar poco y fundir siempre la cita en el
discurso, de puro pánico de cortar el hilo
n Para sobrepasar al hombre que habla del discurso y enfriarlo.
bien, no habléis, o que hable sólo vuestro
rostro. n Tener tanta familiaridad con el asunto
tratado, que se lo pueda tratar como si
Estilo de los libros nada: música de estilo.
y los discursos públicos
Del charlatanismo
n Progresión oratoria: timidez aparente al
principio, que poco a poco se va n Alabarse en un tono plañidero e
resolviendo en una noble firmeza, para indignado, como si nos forzase a ello la
acabar en una orgullosa timidez. injusticia de nuestros enemigos. Jorge Gimeno es escritor.

82 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 99


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