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A principios de siglo XX, los físicos especulaban con que su materia de estudio se estaba acabando, pronto no habría
aspectos físicos relevantes que pudieran descubrirse. En efecto, sólo les faltaba por resolver tres problemas:
-La órbita irregular de Mercurio, Una discrepancia entre la teoría y la cantidad de energía liberada por un agujero
negro, y El efecto de un tercer cuerpo en el movimiento de otros dos.
Resultó que la naturaleza es bastante más sutil de lo que imaginaron y el intento de completar la información
respecto al primer caso condujo a la teoría de la relatividad; el segundo hizo aparecer la teoría cuántica; y del tercero
surgió la teoría del caos. Cada una de estas teorías con misterios que resolver.
-Comprender la complejidad del mundo (estable y siempre cambiante), sus procesos creadores e innovadores.
Dentro del caos siempre hay un orden.
-Comprender que cada acción, por pequeña que sea, decide dramáticamente el futuro de cada quien y del colectivo.
El mundo está interconectado.
Conceptos generadores:
CONTROL: Obsesión por eliminar la incertidumbre y tener el control: esto es solo una ilusión.
MATICES SUTILES: Si prestamos atención a las sutilezas (saliendo de posiciones rígidas y controladoras) abrimos
dimensiones creativas profundas y armoniosas.
CREATIVIDAD: Esta florece cuando poetas, pintores, escritores, músicos, bailarines...están inmersos en el caos. La
creatividad surge cuando el ser humano asume el control de su vida.
Se reconoce como "efecto mariposa", y se cuestiona si ¿el aleteo de una mariposa en un punto del planeta, puede
causar un tornado en el otro extremo?
Esta segunda ley se refiere a los cambios que provoca cualquier pequeño movimiento o efecto, que se ejerza en
algún punto del planeta, sobre la totalidad. Para ilustrarla pensemos en los ligeros cambios de temperatura, la
velocidad del viento y la presión del aire, algunos granos de polen flotando en el aire o el malestar de un recluso.
¿Qué provocan? Grandes epidemias, tornados o un peligroso motín... Esta ley da paso entonces a los sistemas no
lineales e influye directamente en las comunidades, ciudades y sociedad en general.
Conceptos:
El poder de la impotencia:
Las personas sentimos necesidad de impactar en las demás y estar en contacto con los otros sin embargo esto es
cada vez más difícil porque el poder por dinero, bienes materiales, amor, sexo, religión... desplazan los valores
espirituales y humanistas. El poder da “seguridad” a las personas. Este es el síntoma de nuestro propio sentido de
impotencia. Rompiendo este esquema, la ley del caos nos recuerda que no tenemos el poder para controlar (en el
sentido tradicional) sino que todos poseemos el efecto mariposa de la influencia sutil.
Una sonrisa, un pequeño favor, un saludo...hace comunidades sanas, interrelacionadas. Mi modo de ser (positivo o
negativo) es lo que define mi influencia sutil y ésta debe ser auténtica, conciente, verdadera, creativa y basada en
valores porque inevitablemente tendrá efectos a largo plazo. Un maestro que actúa con influencia sutil (positiva o
negativa) sobre sus estudiantes está definiéndoles su futuro. Todos influimos en todos.
La más popular de las leyes del caos, el “Efecto Mariposa”, habla del poder de pequeños eventos,
de la influencia sutil que un detalle puede tener sobre nuestras vidas y las de los demás. El Efecto
Mariposa nos dice que todos tenemos poder, que cada uno de nosotros tiene influencia sobre el
mundo y que la fuerza de muchos aleteos es más importante que cualquier poder individual.
John Briggs & David Peat, en “Las Siete Leyes del Caos”, explican la segunda ley del caos partiendo
del trabajo de uno de los fundadores de la teoría: el meteorólogo Edward Lorenz.
►Los algoritmos del clima
Lorenz estaba trabajando en un modelo simple de predicción atmosférica, basado en sólo tres
datos: la velocidad del viento, la presión del aire y la temperatura. El científico venía realizando un
cálculo matemático larguísimo, y como en aquellas épocas no existían los potentes ordenadores de
hoy, decidió simplificar la cuenta y empleó sólo tres decimales en lugar de seis. Pensó que este
cambio sólo afectaría los resultados en una escala menor. Sin embargo, lo sorprendió la poca
semejanza de esta predicción atmosférica con la anterior, en la que había usado seis decimales.
Dedujo entonces algo que lo condujo a ser uno de los fundadores de la teoría: una pequeña
variante en uno de los datos, combinada y retroalimentada con otras, provocaba grandes cambios
en el resultado final. Lorenz retomó entonces un viejo proverbio chino y se preguntó: “¿Puede el
aleteo de una mariposa en Brasil desencadenar un tornado en Texas?”
La segunda de las leyes del caos es la llamada Ley de la influencia sutil, o mejor conocida como el
"efecto mariposa", que señala que en un sistema complejo todo está interconectado de tal manera que
una mínima variación en un factor puede cambiar todo el proceso. Según Edward Lorenz, "pequeñas
incertidumbres adquieren rápidamente expresiones macroscópicas". Ello implica que la
predictibilidad de un sistema es muy difícil, porque cualquier pequeño cambio puede modificar todo
el resultado.
El enunciado del "efecto mariposa" permite entender mejor esta idea. El mismo Lorenz se preguntó
una vez si el aleteo de una mariposa en Brasil provocaría un tornado en Texas... Y de esa manera se
estableció su formulación más conocida: "El aleteo de una mariposa en un extremo del mundo puede
provocar una tormenta en el otro extremo del mundo". Suena exagerado, pero las experiencias
demuestran que pequeños cambios en las condiciones iniciales de un mismo sistema, cambian
siempre los resultados.
El Efecto mariposa, o lo que Briggs y Peat denominan influencia sutil, es un concepto que hace referencia a
la idea de que alguna alteración pequeña y no prevista en algún sistema determinado puede generar
modificaciones sustantivas y a escalas mayores en otro sistema aparentemente inconexo al primero.
Edward Lorenz, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), trabajó en esta noción en los primeros
años de la década de los sesenta cuando trataba de predecir los cambios climáticos a partir de modelos
matemáticos. En sus investigaciones se percató de que la introducción de variables pequeñas dentro de un
sistema ordenado no generaba cambios proporcionales a la magnitud de las variables dentro del mismo
sistema, sino que éstos se reproducían a una escala mucho mayor de la esperada en sistemas diferentes al
inicial.
El Efecto mariposa, según lo señalan Briggs y Peat en “Las siete leyes del caos. Las ventajas de una vida
caótica” (1999, Barcelona, Grijalbo), puede aplicarse también a los sistemas sociales. Ellos ponen como
ejemplo lo sucedido en Estados Unidos en los años sesenta, cuando una joven negra subió a un autobús y se
sentó en los asientos destinados a la gente blanca. Este pequeño evento suscitó una “reacción en cadena” en
casi todo el país en contra de las políticas segregacionistas del gobierno de esa época: movimientos
estudiantiles, marchas y manifestaciones, amén de múltiples actos de violencia colaterales, fueron las grandes
consecuencias de la decisión de la joven negra que se negó a ocupar asientos destinados a la "gente de color".
Hace algunos años se estrenó la película “El efecto mariposa” (2003), la cual bajo las bases de esta teoría
resultó —en mi opinión— una buena metáfora del descubrimiento de Lorenz en el área de los sistemas
climáticos para dar cuenta de comportamiento caótico de los sistemas sociales. El film presenta gráficamente la
forma en que la introducción de un conjunto de alteraciones mínimas en la vida de las personas en un tiempo
determinado, resultan ser grandes modificaciones que trastocan no sólo la vida de quienes introducen dichas
alteraciones, sino de quienes incluso aparentemente “poco” o “nada” tienen que ver con ellos.
El personaje principal de la película, Evan (Aston Kutcher), debido a los grandes cambios que han provocado
sus decisiones en la vida de las personas —la mayoría de las veces nefastos—, poco a poco toma conciencia
de su propio comportamiento, de sus acciones, y de las consecuencias que éstas provocan no sólo en él
mismo, sino en quienes están tan cerca como lejos de él. Esta conciencia sobre sí mismo, sobre sus actos,
sobre la vida de los demás y sobre el entorno del que forma parte le permite tomar decisiones cada vez más
responsables, cada vez más prudentes y cada vez más en función de los otros.
En esta virtud, resulta productivo precisar, a modo de analogía, que el Efecto mariposa es útil para la
explicación y predicción de los fenómenos en los sistemas climáticos, como la influencia sutil —que refieren
Briggs y Peat— lo es para las relaciones sociales en el marco de las interacciones interpersonales de los
sistemas organizacionales. Desde esta equivalencia, la influencia sutil puede ser una forma conciente del ser
humano para incidir propositivamente y con sentido humano, a través de la introducción de alteraciones
pequeñas e intencionadas, en campos más amplios y aparentemente inconexos a nuestros entorno más
inmediato.
Si bien es cierto que una acción genera diversos tipos de reacciones —ahora amplias y remotas—, resulta
sumamente productivo suponer qué tipo de reacciones podría desencadenar una serie de actos humanos
concientes. Por ejemplo, ¿qué sucedería si una actitud de tipo personal, como lo puede ser la amabilidad o la
cortesía, fuese introducida con la intención de alterar el estado de ánimo de un determinado grupo social
(sistema social) típicamente conflictivo?
La respuesta a esta cuestión —así como le sucedió a Lorenz con los sistemas climáticos— no es predecible en
términos definitivos y determinantes, pues se desconoce la cantidad de alteraciones concientes e inconcientes
introducidas intencional e inintencionalmente en el sistema social. Sin embargo, una certeza —aunque
temporal— radica en que la alteración inicial siempre ejercerá influencia en otros sistemas por muy remotos que
éstos sean, lo cual implicaría inexorablemente el reconocimiento y aceptación de un imperativo ético-político en
una nueva dimensión de actuación, la planetaria, y en el marco de un paradigma científico-integrador, el
holístico. Dicho imperativo es tener conciencia del poder de dichas intenciones.
En marco del discurso científico del paradigma emergente de las ciencias, en consecuencia, a la
noción poder puede otorgársele un sentido positivo que involucra los actos intencionales del ser humano. La
idea que Briggs y Peat señalan a este respecto es que “El poder positivo del efecto mariposa implica el
reconocimiento de que cada individuo es un aspecto indivisible del todo, y que cada momento caótico del
presente es un espejo del caos del futuro.” (1999: 57), lo cual supone, a la vez, arribar a un estado de
conciencia más allá del que posibilitan los órganos sensoriales —estados ordinarios de conciencia—,
propiamente a un estado alterado de conciencia que permita al ser humano realizar actos que aseguren la
convivencia armónica de las generaciones presentes y venideras.
En tanto idea final, pero no determinista, desde la perspectiva del Efecto mariposa convendría al ser humano
experimentar (vivir con sentido) el fenómeno de la influencia sutil con conciencia, considerando para ello la
intencionalidad personal y colectiva en la vida cotidiana, pues la realización de actos humanos concientes y con
sentido humano, en el marco de esta teoría, paulatinamente generará humanidad, entendiendo por ésta un
sistema cargado de neguentropía y no por la ausencia del caos.