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Docente
Amanda Iguaran Jiménez
Santa marta
2018
PROYECTO DE AULA
Pregunta problema
¿Por qué algunos consideran que la que la Licenciatura en Educación Inicial no es una
carrera competitiva?
Palabras claves
Se relaciona porque con este proyecto queremos defender los derechos de cada persona
con respecto a sus gustos y preferencias, en este caso la elección de su carrera. Resaltando
que la licenciatura en educación inicial también merece ser aceptada como una carrera
competitiva ante la sociedad y el campo laboral.
Argumento y debato sobre dilemas de la vida en los que entran en conflicto el bien
general y el bien particular, analizo opciones de solución, considerando los mejores
argumentos así sean distintos a los míos.
Se relaciona porque los argumentos por los cuales algunos dicen que su carrera es
competitiva son válidos, al igual que nuestros argumentos y puntos de vistas.
Comprendo que el respeto por la diferencia no significa aceptar que otras personas
o grupos vulneren derechos humanos o normas constitucionales.
Se relaciona porque queremos crear conciencia sobre la importancia que tiene cada una
de las profesiones para el desarrollo y progreso del país, por los cual respetamos cada
elección de profesión.
Se relaciona porque a veces se tiene prejuicios a ciertas carreras al pensar que tiene menos
importantica por su campo de estudio.
Argumento y debato dilemas de la vida en los que los valores de distintas culturas o
grupos sociales entran en conflicto, reconozco los mejores argumentos así no
coincidan con los míos.
A finales del gobierno del general Pedro Alcántara Herrán (1844), se habla por primera
vez de la creación de las Salas de Asilo destinadas a los niños pertenecientes a los
sectores más pobres de la población, pero sólo recién en la administración de Eustorgio
Salgar en 1870, se entran a reglamentar y a definir orgánicamente estas salas.
En estos Asilos sólo se admitirían niños de dos (2) a seis (6) años, y aquellos
cuyos padres eran notoriamente pobres, los cuales serían aceptados gratuitamente en el
asilo. En el caso de los que pertenecían a familias acomodadas, pagarían a la directora la
remuneración que se fijara en los reglamentos. En los asilos se tenían muy en cuenta los
siguientes objetivos: proteger y cuidar físicamente a los hijos de los obreros, formarlos,
educarlos y prepararlos para su ingreso a la escuela. El modelo de atención de las salas
de asilo provino de Francia, en el siglo XIX, cuyos precursores fueron Cochin, el
pastor Oberlin y Mme. Millet. En esa época en Francia tuvieron auge dos
instituciones destinadas a cuidar y proteger a los niños de la clase obrera francesa:
las cunas públicas, donde se atendían niños hasta de 28 meses, y las salas de asilo, donde
se recibían infantes de dos (2) a seis (6) años.
A finales del siglo XIX, en Colombia los primeros misioneros alemanes pedagogos
comenzaron a difundir y promocionar las ideas de Federico Froebel, las cuales
fueron muy importantes en la renovación y organización de la educación en el país, y lo
que permitió la aparición de los primeros jardines infantiles. Dentro del contexto
histórico, se puede decir que fue a través del presidente José Manuel Marroquín (1900)
que se organizó en Colombia el primer establecimiento de preescolar.
Sin duda, el proceso de la educación en preescolar en el país fue lenta, y se pudo observar
que la preparación específica del personal responsable de esta actividad no era tan
importante en sus inicios; de hecho, a comienzos de siglo se reclutaban jóvenes maestras
normalistas, o en su defecto, era personal que ellos mismos formaban. Por eso,
cuando se promulgó la Ley 25 en 1917 y se creó el Instituto Pedagógico Nacional para
Institutoras de Bogotá, cuyo propósito era preparar maestros para la escuela superior
y normal, también se aprobó la creación de una sección especial para formar maestras
de kindergarten.
Pero pasarían diez (10) años antes que se fundara el Instituto y dieciséis (16) años para
que funcionara esta sección preescolar. Uno de los personajes importantes en este proceso
histórico fue la Dra. Franziska Radker, quien había llegado al país encabezando una
misión alemana, cuya función era reformar y reorganizar la Escuela Normal y el
Instituto Pedagógico Femenino de Tunja. La Dra. Radker creó, organizó y dirigió la
escuela Montessori de Bogotá, que a la postre fue uno de los primeros institutos del país
dedicados a la formación de maestras preescolares, y que a su vez aplicó la
pedagogía de Froebel y Montessori. Sin embargo, en 1936 Radker tuvo que viajar a
Alemania, lo que trajo al Instituto Montessori entrar a un período de crisis llevándolo a
su cierre temporal. Este se volvió a reabrir en 1956 con el nombre de Instituto de
Educación Preescolar, que dio posteriormente origen al actual programa de educación
preescolar de la Universidad Pedagógica Nacional.
Temas transversales
El trastorno de ansiedad social (TAS), también conocido como fobia social, se caracteriza
por un miedo persistente y acusado ante una amplia variedad de situaciones sociales, en
las que la persona puede ser evaluada negativamente por otras (APA, 2000). En la gama
de situaciones sociales temidas se encuentran: debates en clase, ir a fiestas (p. ej., de
cumpleaños), ir a discotecas o cafeterías, participar en actividades o equipos deportivos,
usar baños públicos, hablar ante figuras de autoridad (p. ej., profesores) o asistir a
encuentros sociales informales (Beidel, Turner y Morris, 1999; García-López, 2007a;
Hofmann et al., 1999). La exposición a estas situaciones suele generar respuestas
psicofisiológicas de ansiedad, tales como sentir un nudo en la garganta, ruborizarse,
palpitaciones, sensación de desmayo, temblores, dolores de estómago, dolores de cabeza
y en ocasiones ataques de pánico (Beidel y Turner, 1998; Kearney, 2005). Otras
manifestaciones que se han hallado particularmente en niños, por su etapa evolutiva, son
el llanto, el tartamudeo o quedarse paralizado (Willetts y Creswell, 2007). Esta
variabilidad situacional y sintomatológica ha generado un gran interés por distinguir
diferentes subtipos del TAS. En la actualidad existe cierto consenso sobre la existencia
de dos subtipos de este trastorno: generalizado y no generalizado. El primero, incluido
por primera vez en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, 3
edición revisada (Diagnostic and statistical manual of mental disorders, DSM-III-R;
American Psychiatric Association [APA], 1987), fue definido como una fobia social que
se produce ante “la mayoría de las situaciones sociales” (p. 291). El segundo, recibe el
nombre de trastorno de ansiedad social “específica”, “no-generalizada”, “circunscrita” o
“limitada” y equivale a un tipo de trastorno de ansiedad social menos generalizada, grave
e incapacitante, si bien su denominación y características definitorias varían en función
tanto del procedimiento como de la naturaleza de los criterios utilizados en los diferentes
estudios. El estudio de la problemática planteada por la delimitación de los subtipos del
TAS en población infantil y adolescente se halla en sus inicios, como lo refleja el número
limitado de trabajos presentados al respecto, pese al interés en este apartado (Essau,
Conradt y Petermann, 1999; García-López, 2007b; Hofmann et al., 1999; Lieb et al.,
2000; Marmorstein, 2006; Piqueras, Olivares y López-Pina, 2008; Wittchen, Stein y
Kessler, 1999). En general, existe un consenso relativo en cuanto a que el subtipo
generalizado se asocia con una edad de inicio más temprana, mayor grado de deterioro
asociado, mayor riesgo para desarrollar trastornos comórbidos, más probabilidad de
historia psicopatológica de los padres y de fracaso escolar, inhibición conductual elevada
en la infancia y mayor frecuencia entre las chicas (Furmark, 2002; Giaconia et al., 1994;
Inglés, Méndez e Hidalgo, 2001; Olivares, Piqueras y Rosa, 2006; Piqueras et al., 2008;
Ruipérez et al., 2002; Puklek, 2000; Stein, Torgrud y Walter, 2000; Wittchen et al., 1999).
Sin embargo, en la actualidad no existe un consenso a la hora de determinar si existen
diferencias cuantitativas o cualitativas entre los subtipos del TAS (GarcíaLópez, 2007b).
Un grupo de autores aboga por la existencia de un continuum entre los subtipos,
sosteniendo que tan sólo existen diferencias a nivel cuantitativo. Por el Ansiedad social
en niños y adolescentes 503 contrario, otros sostienen que los distintos subtipos
constituyen trastornos diferentes en su génesis, que presentan diferencias en el pronóstico
y requieren distintos tratamientos.
Posibles soluciones
Antes, el rol del docente infantil estaba más enfocado en la relación que estos tuvieran
con los niños, que en el dominio de conocimientos específicos sobre educación infantil.
Como trabaja con niños que se encuentran en la etapa más temprana de la vida, en la cual
la influencia que se ejerce sobre ellos tiene un particular impacto en las subsiguientes
fases de aprendizaje, la formación del educador infantil es un asunto complejo y difícil
de dilucidar.
El carácter técnico que durante tantos años tuvo la formación del educador infantil
produjo un deterioro en la cualificación social de este profesional. Inclusive, muchas
instituciones aún contratan a personas no graduadas en educación infantil o pedagogía y
les dan una responsabilidad para lo cual no están preparadas.
Esta es una problemática que afrontan las instituciones formadoras de formadores, y por
ello es importante configurar espacios para la reflexión permanente sobre las
implicaciones que tiene para el futuro maestro de preescolar esta realidad social.
Ante esta situación, surgen múltiples interrogantes: ¿Cómo se percibe a sí mismo el
educador preescolar? Como una persona que le gustan los niños, pero ¿es esto suficiente?
¿Cómo lo perciben los demás? Como una persona que cuida a los pequeños y que estudia
para ser docente porque es una carrera fácil y no puede con otras disciplinas. ¿Son reales
estas apreciaciones? ¿Cómo deben ser los educadores preescolares? Personas íntegras que
trabajan con profesionalismo por y para la educación infantil, con una actitud de
permanente crecimiento. ¿Así son? ¿Cuál es el reto? Sin lugar a dudas: dignificar y
cualificar socialmente este rol.
Dimensión corporal
En la edad preescolar el niño está en constantemente crecimiento talla y peso. A los tres
años de edad los infantes han concluido la fase de mielinización de las neuronas, por lo
cual el niño puede realizar actividades sensoriales y de coordinación. El lóbulo frontal
madura alrededor de los cinco años este regula la conducta del niño y algunas actividades
que antes de los cinco años eran involuntarias.
Dimensión cognitiva
Para conocer esta dimensión se debe tener en cuenta el desarrollo de la capacidad humana
para relacionarse, actuar y transformar la realidad. Es cuando el niño empieza a explicar
lo que va aprendiendo en su diario vivir. El niño de los tres a los cinco años pasa por un
periodo de transición es decir de lo figurativo a lo concreto, comienza a utilizar un sistema
simbólico y el lenguaje se le convierte en una herramienta fundamental para comunicarse.
Dimensión Comunicativa
Con esta dimensión el niño expresa sus sentimientos e ideas sobre lo que ve o piensa. El
niño de edad preescolar muestra mayor interés o atracción por el mundo físico. El uso
cotidiano del lenguaje en el preescolar permite centrar su atención en lo que quiere
expresar a partir del conocimiento que adquirido.
Dimensión estética
Dimensión espiritual
Dimensión ética
La educación ética y moral en los niños es una labor importante porque desde esta
dimensión se debe guiar al niño como se debe relacionar con los demás y como se debe
comportar en la sociedad. La moral y la ética tienen como objetivo en el niño el desarrollo
de la autonomía y el respeto por las normas que existan. (SCRIBD)
En todos los aspectos del desarrollo del individuo (fisiológico, social, cultural,
económico, entre otros), la primera infancia se convierte en el período de la vida sobre el
cual se fundamenta el posterior desarrollo de la persona. Así, los argumentos que
justifican la construcción de la política están relacionados con:
Argumentos científicos: El cerebro a los 6 años posee ya el tamaño que tendrá el resto
de la vida, convirtiéndose en un período determinante para las posibilidades de desarrollo
del individuo. Los dos primeros años de vida son definitivos para el crecimiento físico, la
nutrición, la interconexión neuronal, así como para la vinculación afectiva con las figuras
materna y paterna. La alimentación y la nutrición adecuada en la primera infancia son, en
unión con el estímulo, un factor determinante de los mecanismos neurológicos que
favorecen el aprendizaje, la salud y una conducta favorable a lo largo de la vida. En este
período, la lactancia materna es el alimento ideal para un adecuado desarrollo del cerebro;
además de favorecer los vínculos entre el niño o la niña y la madre.
(mineducacion)
Conclusión
Para concluir gracias a este proyecto logramos dar a conocer algunos aspectos referentes
a la importancia de la Licenciatura en preescolar; la cual cumple un papel importante
dentro de la sociedad, los docentes en primera infancia, deben tener un grado general
formación y conocimientos para brindar a los niños una atención adecuada e integral, que
cumpla con la finalidad de proteger su derechos en todos los entornos.