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Fonemas en embera chamí

Vocales

El sistema fonológico del chamí consta de doce vocales. Seis de estas vocales son: /a, e, i, o, u, ɯ/.
Se pronuncian igual que en español, salvo la última /ɯ/, que se pronuncia con los labios
extendidos, debido a que es una vocal no redondeada.

Las otras seis vocales son nasales: /ã, ẽ, ĩ, õ, ũ, ɯ̃/. Esto significa que se pronuncian dejando escapar
parte del aire espirado por la nariz.

A menudo, la vocal baja abierta central /a/ varía con una vocal abierta posterior no redondeada [ɑ]
cuando no está acentuada. Análogamente, la vocal media cerrada posterior /o/ varía con una media,
anterior redondeada [ø]. Esto suele ocurrir al aparecer después de una consonante, como se verá
más adelante.

Consonantes

Los fonemas consonánticos chamí pueden agruparse en las siguientes cuatro categorías o puntos
de articulación:

4 Bilabiales (Iirãɗe): /p/, /b/, /ɓ/, /m/


7 Alveolares (Kiɗa chiara): /t/, /d/, /ɗ/, /n/, /s/, /r/, /ɾ/
1 palatal
2 Velares (Okapanaɗe): k, x

Más dos aproximantes semivocálicas

Implosivas

En muchas lenguas, las consonantes son producidas mediante la expulsión de aire. No obstante,
en algunas como el embera chamí encontramos que sucede justo lo contrario: las consonantes /ɓ/
y /ɗ/ son implosivas, lo que quiere decir que, en lugar de expulsarse el aire, éste es succionado.
Este es un aspecto un tanto peculiar del embera chamí si se tiene en cuenta que las consonantes de
este tipo no son muy comunes en otras lenguas, dándose mayormente en regiones de África y el
Sudeste Asiático.

Es menester mencionar que estos sonidos implosivos /ɓ/ y /ɗ/ del chamí no solo están ausentes en
otras lenguas de la familia chocó como el catío, el epena o el wounan, sino que además se oponen
a /b/ y /d/. Veamos algunos ejemplos:
/ba/ ‘rayo’ vs /ɓa/ ‘líquido’
/aba/ ‘uno’ vs /aɓa/ ‘amigo’
/dé/ ‘casa’ vs /ɗe/ ‘en, de’
/eda-/ sacar, extraer vs /eɗa/ dentro

Como se puede observar, estos fonos se oponen. Se trata de dos sonidos o fonos que ocurren en el
mismo contexto fonético. Y por lo visto, usar uno en vez de otro puede cambiar radicalmente el
significado de la palabra, por lo que puede decirse que constituyen fonemas diferenciados y deben
representarse entre barras: / /.

Alófonos en embera chamí

La realización de las oclusivas sordas es aspirada. Entre vocales, por ejemplo, la oclusiva labial
sorda /p/ se aspira de modo que se asemeja más a una [ph] inglesa. Aunque en algunos casos se
debilita hasta el grado producirse una fricativa labial sorda [ɸ], similar a una [f] española:

/apí/ ‘derecho’ [ɑphí] ~ [ɑɸí]


/ãpúr/ ‘ano’ [ᾶmphúr] ~ [ᾶɸúr]
/opóa/ ‘iguana’ [øph‘øɑ] ~ [øɸ‘øɑ]

Así mismo, entre vocales la oclusiva velar sorda /k/ se aspira de modo que se pronuncia como una
fricativa [x], similar a una jota española:

/chíko/ ‘comida’ [ʈʃhíkø] ~ [ʈʃhíkhø] ~ [ʈʃhíxø]


/ĩká/ ‘murciélago’ [ĩŋkhά] ~ [ĩŋxά]
/chóko/ ‘olla’ [ʈʃh‘økhø]

No obstante, vemos que esto también se da en otros contextos como al inicio de palabra:

/ka/ ‘fríjol’ [kha] ~ [xa]


/káu/ ‘hija’ [kháu] ~ [xáu]
/kĩa/ ‘fiebre’ [khĩa] ~ [xĩa]

Se puede apreciar que las consonantes oclusivas /p/ y /k/ cuentan con realizaciones facultativas,
por lo que es posible pronunciar una de estas palabras con un fono u otro sin que esto altere el
significado. Por esta razón diremos que se tratan de alófonos de un mismo fonema que se
encuentran en variación libre y en un contexto específico.
Algo parecido sucede en español con la C y el dígrafo doble L, como en manecilla silla y sisha A
pesar de contar con dos pronunciaciones distintas, un hispanohablante fácilmente puede saber que
se trata de la misma palabra.

Plurales

La formación de plurales se basa en una regla muy sencilla. A las palabras se les añade
simplemente un sufijo flexivo –rã para formar el plural. Ejemplos de esto, entre el corpus chamí
conocido, son:

[ø] ‘camino, conducto’, [ørã]


[ibana] ‘pájaro’, [ibanarã]
[usa] ‘perro’, [usarã]
[pada] ‘plátano’, [padarã]
[húa] ‘mano’, [huarã]

Observamos cómo cambian las vocales acentuadas al final de palabra al recibir el morfema plural
–rã:

[wár] ‘niño’, pl. [warrárã]


[kár] ‘raíz’, pl. [kararã]
[etér] ‘gallina’, pl. [eterrérã]

Esto es debido a que la mayoría de palabras en embera-chamí llevan el acento en la penúltima


sílaba. Esto quiere decir que el acento de una palabra se corre a la derecha. Lo interesante aquí es
que podemos observar además que, así como en español la terminación –es, es un alomorfo del
morfema plural –s, como en canciones, en chamí -árã y –érã son alomorfos de –rã. Podemos ver
que los contextos en los que
Algo destacable de este morfema es que actúa como un adjunto. Es decir, no es del todo obligatorio
para formar el plural del sintagma nominal, sino que es un elemento opcional. Con frecuencia se
omite en presencia de cuantificadores plurales, y solo aparece si la expresión de la pluralidad es
relevante para el discurso y no se puede recuperar del contexto. Veámoslo en el siguiente ejemplo:

ibana mipitá-rã
pájaro bueno-s

buenos pájaros

Género

Al igual que en otras familias lingüísticas como la finobáltica, en las lenguas embera no hay género
gramatical. Por lo tanto, el chamí es una lengua sin distinción de género. No hay alguna
terminación o determinantes que lo indiquen, pues, de forma parecida a lo que pasa en inglés, estos
solo distinguen número: singular y plural.

Palabras compuestas

Palabras compuestas

Justo como en español, en embera chamí dos o más raíces pueden fusionarse para formar una
nueva palabra. Este proceso de formación de palabras es conocido como composición. Y de forma
parecida a lo que sucede en lenguas como el inglés o el alemán, los núcleos de los compuestos
chamí van en la última palabra.

/siuadé/ ‘vejiga’ (orina-casa o casa de orina)


/déboro/ ‘techo’ (casa-cabeza o cabeza de casa)
/eterwár/ ‘pollito’ (gallina-niño)

Esta misma característica puede observarse mejor en el modo en que los embera agrupan ciertas
palabras mediante la colocación de sufijos después de las raíces. Esto implica que en chamí algunas
palabras se crean al agregar un morfema a raíces diferentes, y cuyo significado se encasilla en una
misma categoría. Debido a esto, estos morfemas reciben el nombre de sufijos clasificadores.
El sufijo ja, por ejemplo, hace referencia a superficies planas, mientras que el sufijo bá, hace
referencia a líquidos.

Existen otros sufijos como –barí cuya función básicamente es la de formar nombres. Se puede
sufijar a un verbo o a un sustantivo.

http://www.lapsyd.ddl.ish-lyon.cnrs.fr/lapsyd/index.php?data=view&code=750
http://gaia.manizales.unal.edu.co/indilenguas/diccionario/vocales.php

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