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FACULTAD DE JURISPRUDENCIA
CARRERA: DERECHO
TEMA:
AUTOR:
2018
Introducción
El objeto del derecho es uno de los términos de referencia de la relación jurídica, o sea
del deber jurídico y del derecho subjetivo. Así pues. Por objeto debe entenderse, en
general, todo lo que en una relación jurídica no es sujeto. En la doctrina existen tres
concepciones típicas sobre la noción del objeto del derecho. La primera considera que es
el objeto todo lo que se representa como estando fuera del sujeto, sean
cosas materiales, acciones humanas o fenómenos inmateriales. La llamada concepción
clásica, que se considera derivada del derecho romano, identifica el objeto del derecho
con las cosas materiales
Las entidades de que pueden ser objeto del derecho puedan ser objeto de los llamados
derechos de la personalidad ni tampoco que puedan ser objeto de derecho las partes
separadas del cuerpo humano. Por otra parte, modernamente, la persona ajena, como tal,
tampoco puede ser objeto de derecho, puesta que al reconocérsele a toda persona valor de
fin no puede quedar sometida al poder jurídico de otra como simple medio para que esta
alcance sus fines.
Desarrollo
En el orden de las ideas, la Justicia se relaciona con el contenido de las normas. Ulpiano
la define como “Es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo” es decir,
se refiere a si la norma en sí es equitativa o simplemente injusta, tiene relación con
términos como proporcionalidad, racionalidad, igualdad, rectitud, corrección, equidad,
imparcialidad, ecuanimidad, equilibrio, armonía. Sin embargo, la justicia es un concepto
muy difícil de definir, su conocimiento es más bien intuitivo, sin poder conceptualizarla
con exactitud pues se reconoce una situación o decisión justa o injusta cuando la vemos
por lo tanto la justicia dice relación con los juicios. (León, 2006)
El derecho tiene como fin, además de la justicia, la seguridad jurídica; según muchos
autores, el fin del derecho más importante y el único propiamente jurídico es la garantía
que el Estado ofrece a las personas de que todos sus bienes, sus derechos y su persona
como tal no serán objetos de violaciones y daños por parte de terceros y, de llegar a ser
así, el Estado debe contar con los medios necesarios para retribuir el daño causado y
castigar a la personas que han cometido la violación.
Según Olaso, para que exista justicia es necesario que concurran un conjunto
de requisitos esenciales. Olaso considera requisitos esenciales de la justicia: la alteridad
de la persona, la existencia de un deber y un derecho, la igualdad y la objetividad.
La alteridad de la persona es considerada como requisito esencial de la justicia debido a
que es necesario que exista un entendimiento entre las personas que comparten una
sociedad. Es decir, para que haya justicia es ineludible que los seres humanos que habitan
un mismo conjunto social sean capaces de colocarse en la posición del prójimo. La
alteridad de la persona es, entonces, la capacidad empática de los seres humanos ante
situaciones distintas a las propias. (León, 2006)
Sin embargo, a través de los años, la humanidad ha impuesto constantes barreras, las
cuales dividen a los seres humanos en diferentes clases sociales, culturales, religiosas y
políticas, entre muchas otras más. Esta constante imposición de barreras impide la
alteridad de la persona, ya que los seres humanos se vuelven incapaces de pensar o
siquiera entender lo que puede estar sucediendo en una clase ajena a la propia.
Ordenar la vida del grupo social, estableciendo lo que se puede hacer o impidiendo
hacer lo que no se puede hacer.
En principio nos encontramos con uno de esos conceptos ambiguos en los que se produce
una divergencia entre el sentido teleológico del mismo y su traducción y concreción en la
realidad social. Creo que ordenando la considerable literaturas existente, en la que no
faltan los trasvases de conceptos biológicos a las ciencias sociales, cabría distinguir varios
criterios sobre la definición del concepto social de función. Una primera clasificación es
la de funciones reales y funciones ideales, según el plano ontológico. Las primeras son
aquellas que realmente desarrolla el derecho en la sociedad, verificables en el análisis
descriptivo. Las segundas son las que se pretende que el derecho realmente desarrolle,
que no tienen por qué coincidir con las primeras.
Este elenco de funciones se complica y entrelazan entre sí, siendo además desigualmente
interpretables. Ahora bien, para precisar que entendemos por "Función Social",
utilizaremos la concepción del término que se utiliza en Sociología, para la cual la
sociedad o el cuerpo social se asimila a un organismo vivo, donde cada individuo es una
pieza que se engrana y se interrelaciona con las demás, y donde cada cual cumple un
papel dentro de la totalidad del sistema, es decir, la sociedad. (León, 2006). Los roles,
asumidos o asignados según estatus, edad o sexo, y enmarcados dentro de un grupo en un
contexto cultural específico, vienen a determinar el tipo de función que le puede ser
exigida o que se puede esperar de un individuo. Una mujer puede ser madre, esposa, hija,
empleada, líder de su equipo de trabajo y sostén de hogar, todo al mismo tiempo, lo cual
la obliga a actuar según la función que esté desempeñando en cada caso.
Conclusiones
El derecho se nos muestra como el conjunto de reglas que dan orden a la sociedad,
regulan la convivencia y resuelven los problemas sociales. Las razones y el
sentido del derecho parecen tener su principal asidero en estas variables. El
derecho es, al mismo tiempo, un factor para lo cohesión social. Lo mismo sucede
cuando observamos que el derecho es, y debe ser, factor de cambio social, aun
cuando en realidad el derecho también se ha mostrado como instrumento para la
desestabilidad social y como obstáculo para el cambio.
Bibliografía
Americo, R. (2001). Derecho . Mexico .
Eduardo, M. (2006). Los cambios del Derecho. Colombia.
León, P. (2006). Derecho Subjetivo. Mexico.