Según () nos dice que “el agua es uno de los compuestos químicos más importantes para los

seres humanos y la vida en general; todas las formas de vida; aún en el desierto, requieren una
entrada importante de agua y casi todas las funciones de nutrición se basan en ella”. Es decir, el
agua es esencial para la vida, es el elemento más abundante del organismo del ser humano y
habitualmente también en los alimentos, es una necesidad básica para que tanto el hombre
como todos los seres vivos puedan subsistir, ya que forma parte de casi el 70% del cuerpo
humano.

Un agua está contaminada cuando se ve alterada en su composición o estado, directo o

indirectamente, como consecuencia de la actividad humana, de tal modo que quede menos apta
para uno o todos los usos a que va destinada. Entonces el único culpable de la contaminación y
escasez del agua somos nosotros mismos debido al mal uso que le damos, por eso el hombre se
ha convertido con el paso del tiempo en el destructor de nuestra propia vida.

Según Arce, N. (2017) nos informa “que existe un problema de contaminación al agua generado
por la presencia de la Fundición de la Oroya, cuyas actividades dieron como resultado la
contaminación con plomo del aire y suelos de la Oroya por más de 90 años”. En este caso los
únicos culpables son las industrias ya que sin preocuparse por la salud y el bienestar del ser
humano actúan causando enfermedades y envenenamiento dañando el cerebro, los riñones, el
sistema nervioso y los glóbulos rojos.