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1. RESUMEN
Se observó la existencia de tres sistemas de riego en el distrito de San Andrés de
Tupicocha. Dentro de estos sistemas hay relatos, historias, terminología lingüística,
formas de organización y distintos aspectos culturales. Entre los sistemas existe una
relación intercultural que permiten considerar un proceso de aculturación integradora,
en donde las innovaciones – que son vistas más como novedades tecnológicas – están
generando un proceso de aculturación asimilacionista. Estas innovaciones y el acceso al
agua han ido generando cambios en los medios de vida de las familias a quienes visité en
San Andrés de Tupicocha.
The existence of three irrigation systems in the district of San Andrés Tupicocha was
observed. Within these systems tales, stories, linguistic terminology, forms of
organization and different cultural aspects are manifested. Between these systems there
exists an intercultural relationship that allows the consideration of a cultural integration
process, where innovations - seen more as technological innovations - are generating a
process of cultural assimilation. These innovations along with a better access to water,
have generated changes in the livelihoods of the families with whom I visited in San
Andrés de Tupicocha.
2. INTRODUCCIÓN
San Andrés de Tupicocha es un distrito que se encuentra camino al este de la ciudad
capital del Perú, Lima, a tres horas de distancia. Se ubica en la serranía de la provincia de
Huarochirí, Departamento de Lima, Perú. Está a 3500 msnm. La superficie total del
distrito es de aproximadamente 84km2. Fue declarado como distrito en 1943, aunque pre-
existe la Comunidad Campesina de San Andrés de Tupicocha, entidad que actualmente
tiene vigencia en la organización de las familias Tupicochanas1. Históricamente, San
Andrés de Tupicocha ha sido una zona muy seca, desprovista de agua para la agricultura
y con periodos de sequía que han generado respuestas necesarias por parte de la población
local para sobrellevar estas adversidades.
En San Andrés de Tupicocha existen diversos sistemas de manejo de Riego: las Amunas
y sus acequias, los canales comunales y sus reservorios y los manantiales particulares que
grupos familiares usufructúan. Cada una de ellas implica dinámicas que permiten
establecer paralelos entre ellas; estos paralelos muestran cosas que tienen en común y
otras que son diferentes entre los tres sistemas. Estos sistemas de riego conviven en el
distrito; esta convivencia se observa en sus prácticas, sus rituales y sus relatos que
manifiestan que en la relación que la población tiene con el agua para riego, existe la
posibilidad de cambio e innovación (Hall et al. 2005).
Este texto parte del trabajo de campo que realicé en el distrito de San Andrés de Tupicocha
en el mes de Agosto del 2015; ha sido en aras de poder recopilar información para mi
tesis de la maestría de Innovación Agraria para el Desarrollo Rural. Este primer trabajo
tratará de manifestar paralelos entre estos sistemas de riego, basándonos en que el uso y
manejo de estos sistemas implica diferencias culturales; a su vez, las posibles
1
Manejo Integral del Agua en la Cuenca e Lurín. Municipalidad Distrital de San Andrés de Tupicocha.
Lima, 2012. http://www.youblisher.com/p/263268-Manejo-integral-de-agua/
innovaciones serían vistas como una posible fuerza asimiladora que podría ir
desintegrando esta convivencia entre los sistemas, dado la necesidad de ser cada vez más
“eficientes” en el uso del agua.
3.1.Población
El distrito de San Andrés de Tupicocha se encuentra en la provincia de Huarochirí.
Colinda con otros 5 distritos: Por el norte con Surco y San Bartolomé, por el este con
Santiago de Tuna, por el sur con Antioquía y por el oeste con San Damián. Según el
último censo, tiene un total de 1453 pobladores (INEI 2007).
Como se observa en el siguiente gráfico, obtenido de datos también del último censo en
el 2007, la población a nivel distrital tenía un elevado número de jóvenes (niños, niñas y
adolescentes), pero un número muy bajo de población entre los 20 y 40 años de edad,
especialmente en el caso de las mujeres. Este dato va de acuerdo a varias de las entrevistas
que se ejecutaron en agosto 2015, donde los entrevistados manifestaban la existencia de
procesos de emigración, especialmente en la población entre los 20 y los 40 años de edad2.
2
Según datos del INEI, en el censo de 1993, existían 1543 personas en el distrito de Tupicocha, que
equivale a una reducción del 8% de su población total. Esta reducción se dio en las poblaciones entre los
15 y los 40 años de edad, especialmente para mujeres. De hecho, para el censo 2007, hay una ligera
ventaja en la cantidad de hombres frente al número de mujeres que viven en el distrito.
Piramide poblacional distrito San Andrés de Tupicocha
De 90 a 94 años
De 80 a 84 años
De 70 a 74 años
De 60 a 64 años
De 50 a 54 años
De 40 a 44 años
De 30 a 34 años
De 20 a 24 años
De 10 a 14 años
De 0 a 4 años
3.2.Educación
Sobre los niveles educativos en el distrito, de un total de 1339 personas consideradas
(INEI 2007), un total de 186 personas (14% del total) dijeron que no sabían leer ni
escribir. De este total, el 58% eran mujeres (107 mujeres), lo que indica que había un
mayor número de mujeres analfabetas en Tupicocha.
A nivel de la educación primaria (de 1° a 6° grado), según datos del último censo (INEI
2007) las mujeres han tenido un mayor desempeño en los estudios primarios, en tanto que
ha habido una mayor cantidad de niñas que han podido culminar con sus estudios. A nivel
de educación secundaria, sin embargo, esta tendencia disminuye notablemente. Se
observa que son más varones quienes logran culminar con sus estudios. A la vez, casi no
existe población local que ha logrado culminar con estudios superiores, sean técnicos o
universitarios, siendo la población que no tiene nivel educativo alguno incluso más
numerosa que estos últimos.
Último nivel de estudios alcanzados por sexo
Mujer Hombre
3.3.Organización e institucionalidad
La población del distrito de San Andrés de Tupicocha se asienta por caseríos, anexos y
en la capital distrital que lleva el mismo nombre que el distrito; es esta localidad donde
se realizó la primera etapa del levantamiento de información en campo el mes de agosto
del 2015. Las instituciones que conviven en este espacio son la Comunidad Campesina,
la Junta de Regantes, la Municipalidad Distrital, la Posta de Salud, el Instituto Educativo
y la Gobernación.
La Comunidad Campesina está conformada por todos los comuneros que están inscritos
en su padrón. Existe una directiva comunal, que es elegida cada 2 años y vela por el orden
institucional y es encargada de llamar a los comuneros a faenas. La directiva misma está
compuesta por un presidente, un vice-presidente, un tesorero, un secretario, un fiscal, dos
vocales y dos alcaldes de campo. La Comunidad Campesina se organiza en 10
parcialidades o ayllus, que son agrupaciones de familias adscritas a la comunidad
campesina, y son dirigidas por un presidente de parcialidad que forma parte de la directiva
comunal.
La municipalidad, por su parte, es una institución estatal que es presidida por el alcalde,
sus regidores, un gerente municipal y el personal de apoyo que ahí laboran. Contempla
un espacio territorial que administra. Este es un tema que muchas veces genera
controversias en muchas partes del Perú, en donde las comunidades campesinas, como
los distritos, ambos manejan espacios territoriales que están bajo su cargo. Varias veces
se han visto comunidades que se encuentran en varios distritos, o distritos que contienen
varias comunidades campesinas a la vez. En el caso de Tupicocha, los territorios de la
comunidad, como del municipio, son muy similares por lo que no ha habido problemas
de este tipo hasta el momento.
3.4.Actividades productivas
Hay un total de 361 Unidades Agropecuarias3 (UA) en el distrito. De este total, el 89%
de estas UA son llevadas por varones mientras el restante 11% son llevadas por mujeres
(IV Censo Agropecuario, 2012).
3
“Se define como el terreno o conjunto de terrenos, dentro de un distrito, utilizados total o parcialmente para la
producción agropecuaria, conducido como una unidad económica por el productor agropecuario, sin considerar la
extensión, régimen de tenencia y condición jurídica.”, en
http://proyectos.inei.gob.pe/CenagroWeb/conociendoivcensodefiniciones.html
4
Importancia en base al número de UA que las producen
y el Manzano. Tal como se puede observar en el siguiente gráfico, salvo el caso del
eucalipto que recibe su agua por secano casi en su totalidad, los demás productos
mencionados están todos con un tipo de agricultura bajo riego, lo que significa que el uso
y manejo del agua en el distrito es de suma importancia para la producción agraria.
Riego Secano
En términos con que las familias hoy en día se alimentan, las tiendas en Tupicocha venden
distintos productos que muchas familias ahora consumen: el arroz, los fideos, la leche
enlatada, el azúcar procesado, frutas y verduras (sobre todo las segundas, que
curiosamente anteriormente producían).
Guillet (1992) centra su atención sobre este sistema de clusters, en tanto que parecen
establecer un punto intermedio entre lo que sería el manejo del agua a nivel individual,
con un sistema manejado a nivel comunal. Guillet establece que estos clusters son grupos
familiares que interactúan y hace uso de estas fuentes de agua según varias dinámicas que
pueden pasar por la negociación de los turnos o mitas, hasta por una simple puesta de
mano por sobre el mismo recurso (“first-come-first-served”).
Guillet menciona en su libro: “Uniendo los derechos de agua a los derechos sobre la
tierra, los miembros de un cluster de riego consideran propietario individual de los
campos que poseen sino copropietarios de las aguas subterráneas o de superficie para
el riego de ellos.”6 Esta cita describe la situación de la pertenencia de los recursos entre
los clusters familiares. Familias individuales tenían terrenos propios que ellos
usufructuaban de manera unitaria, pero el uso del agua se hacía dentro de estas
agrupaciones o clusters. Formaban el padrón de usuarios de estos reservorios para obtener
el acceso al uso del recurso7.
5
De hecho, este concepto de macrosistema de manejo de agua es algo que particularmente considero
importante manifestar, en tanto que existen diferentes sistemas que confluyen dentro de un mismo
contexto. Esto implica un proceso histórico que denota cambios en que estos distintos sistemas se han
venido introduciendo en el contexto sociocultural de los pueblos en donde existen estos macrosistemas.
6
Cubriendo Terreno: Manejo comunal del Agua y el Estado en los Andes Peruanos; Guillet, D. 1993. Pág.
102. Traducción hecha por el autor de esta ponencia.
7
De hecho, el libro de Guillet también expresa la tensa relación existente entre estos grupos familiares,
el gobierno distrital y la ley peruana, donde existen pugnas y conflictos para poder tener acceso al
recurso.
existencia de otros dos sistemas de riego que permitían una mayor disposición de agua
para familias dedicadas a las actividades agropecuarias.
Planteo que esta conjugación o “convivencia” de sistemas de riego puede ser observada
como un “macro-sistema” de manejo de riego, en donde la población Tupicochana puede
tener acceso a ellos, fortaleciendo su acceso a agua para el riego y a la vez planteando un
diálogo intercultural entre los sistemas.
8
Entrevista a Bolinvo Alverco; presidente del APAFA y miembro de la GESAC (Gestión Social del Agua y
Mantenimiento de Cuencas). Poblador de San Andrés de Tupicocha, barrio de Casama.
la superficie permeable tal como un desierto, áreas de bajo
valor agrícola o zonas pedregosas de gran extensión”.9
Resalta en el texto que este sistema sea visto como prehispánico. Para este autor, las
amunas tienen un origen prehispánico (Alencastre 2006), siendo reconocidas por varios
de mis interlocutores locales como un sistema que viene “de la época de los abuelos,
mucho tiempo antes”.
El mismo término de amuna, dice Alencastre, puede tener un origen quechua o aymara.
Cita a varios estudiosos donde menciona a:
9
Las Amunas: Recarga del acuífero en los andes; en Cambio climático, crisis del agua y adaptación en las
montañas andinas. Alencastre, A. 2006. Lima, Perú. Pág. 312
Fotografía 1: Acequia Amunadora en parte alta del distrito de San Andrés de Tupicoca
Según un entrevistado, este sistema consiste en una serie de acequias (cinco en total) que
están en las partes más altas de los cerros que rodean el pueblo de San Andrés. Estas
amunas también tienen nombres específicos: 1) Sansari, 2) Pacachi, 3) Sullaca, 4)
Marcahaira y 5) Ausuri. Si bien no he logrado obtener un significado para cada uno de
estos nombres, es interesante denotar que la toponimia para estas amunas (y para casi
todos los espacios, quebradas y lagunas en la zona), sigue el mismo patrón: son indígenas.
Este es un indicador (lingüístico) que nos va a permitir ir estableciendo vínculos culturales
con este sistema.
El trabajo con las amunas se realiza mediante faenas organizadas por la Comunidad
Campesina de San Andrés. La directiva comunal, con sus 10 parcialidades (revisar acápite
10
http://hidraulicainca.com/lima/sistema-hidraulico-amunas/
anterior sobre Contexto Local), están encargados de velar por el mantenimiento de este
sistema. Mediante la festividad denominada “champería”, se organizan los comuneros en
sus parcialidades para dar limpieza y mantenimiento a las acequias amuneras.
Fotografía 2: Los Huares. Figuras que aparecen en las festividades de agua en Tupcocha.
Este sistema conlleva un conocimiento del terreno en donde se generan estas acequias
amuneras, se conoce la ubicación exacta de dónde nacen estas aguas más abajo e implica
una organización comunal-festiva para su mantenimiento. Este hecho es de suma
importancia, en tanto la Comunidad Campesina de Tupicocha es la entidad encargada de
velar por el bienestar y el cuidado de las acequias amunadoras y, por ende, del agua que
se cosechan con este sistema.
11
http://hidraulicainca.com/lima/sistema-hidraulico-amunas/
12
Entrevista a Bolinvo Alverco; presidente del APAFA y miembro de la GESAC (Gestión Social del Agua y
Mantenimiento de Cuencas). Poblador de San Andrés de Tupicocha, barrio de Casama
Fotografía 3: Trabajo comunal organizado para la limpieza de las amunas
En tanto sea la Comunidad Campesina que realiza estos trabajos, el agua está disponible
para todos y cada uno de los comuneros. Si bien esta agua se hace disponible a nivel
comunal, es necesario que los comuneros participen de las faneas, en la fiesta de
champería - la limpieza de las acequias – o para el levantamiento del agua de las
quebradas que se recargan en las épocas de invierno. 14
13
http://hidraulicainca.com/lima/sistema-hidraulico-amunas/
14 De hecho, Alencastre (2006) sostiene: “Este sistema hidrogeológico y sociocultural, que tiene por objeto aumentar
y alargar el caudal de los manantiales, cuenta con una importante y principal característica que permite su vigencia
y funcionamiento: la participación comunitaria de los pobladores, quienes se dividen las faenas de forma organizada
y equitativa (mediante la distribución de la labor entre las 10 parcialidades que constituyen la comunidad
campesina), terminando en los tiempos establecidos y proyectados, las tareas encomendadas”. Pág. 311
- Son grupos de familias particulares que hacen uso de esta agua proveniente de
estos manantiales, por ello la posibilidad de heredar la mita.
- Se separa este sistema con los sistemas comunales, en tanto que estos últimos no
tienen la posibilidad de heredar las mitas de agua.
El manantial de San Pedro, cerca de la localidad de San Juan de Pacota, pueblo anexo a
San Andrés de Tupicocha, tiene un total de 80 familias que usufructúan de su agua. Para
repartir esta agua, se hace uso del sistema de mitas o turnos, en donde dos familias por
día acceden al agua. Lo que significa que – en este caso particular - cada cuarenta días las
mismas dos familias que hicieron uso del agua anteriormente, pueden volver a tener su
turno de uso, o mita.
El agua se reparte entre estas dos familias durante todo el día, abriendo el reservorio desde
las ocho de la mañana y culminando el turno a las cinco de la tarde. Las dos familias se
dividen el agua con el uso de piedras que colocan en los canales que transportan el agua
hasta sus terrenos. La colocación de esta piedra debe permitir o por lo menos tener la
apariencia de permitir una “correcta” división del agua para las familias que las utilizan.
Esto quiere decir que la cantidad de agua que se observa que está siendo dividida, parezca
que se reparte en cantidades equitativas. Las aguas son distribuidas a los terrenos de estas
familias mediante el uso de canales y tuberías.
Según Guillet (1992), el incanato asignaba el agua a los ayllus o grupos familiares; de
hecho, estos clusters son grupos familiares (“ayllus”) que se organizaron para construir
los manantiales.
Las familias que se agrupan en torno a estos manantiales particulares, también tienen una
estructura organizativa que permite el acceso al agua y su distribución entre los
beneficiarios. Esta organización se asemeja mucho a la de las demás organizaciones
comunales (como la mesa directiva de la comunidad campesina o la junta de regantes,
por ejemplo), donde existen 7 roles que las familias de estos manantiales deben ir
ocupando cada dos años: 1) Presidente; 2) Vice-presidente; 3) Secretario; 4) Tesorero; 5-
6) 2 alguaciles (vocales); 7) Fiscal.
Este tipo de sistema de agua, en un caso particular de uno de los entrevistados con quien
tuve la oportunidad de conversar, manifestó lo siguiente: “(…) como manantial somos
dueños pues. Como comuneros sí vamos a tener agua de Willcapampa y Ururi. Si no
eres comunero, en tu manantial como regante nomás.”15 La cita manifiesta diferencias
entre los sistemas comunales de los familiares-particulares. Estos últimos no forman parte
del sistema comunal de repartición del agua, sin embargo tienen mecanismos de manejo
y organización que son muy similares a los que se establecen de manera comunal.
Lo que sostiene Guillet (1992) en el caso de los clusters de irrigación, se cumple hasta
cierto punto en Tupicocha: son entidades autónomas de gestión y manejo del agua. Sin
embargo, las asociaciones con los sistemas familiares del incanato hacen pensar que esta
forma de organización preexistía la colonia y que se sigue utilizando hasta el día de hoy,
en este caso particular, de San Andrés de Tupicocha.
15
Entrevista a Carlos Urbano, tesorero de la Comunidad Campesina de San Andrés de Tupicocha.
Agosto, 2015.
Esta teoría busca incluir lo social dentro de la tecnología, campos muchas veces
apartados. De hecho, Maskrey y Rochabrún (1990) mencionan que: “La tecnología
aparece como un universo cerrado, ajeno a las relaciones entre los seres humanos, los
grupos sociales, las instancias de poder económico y político, o indiferente a la cultura,
los valores o la estética de la población beneficiaria. (…) tal o cuál tecnología se
justificaría por razones eminentemente instrumentales… Pero la realidad no es tan
simple”.16
Comenzamos este apartado, más descriptivo, con esta apreciación por una razón
importante: Estos sistemas de represas y reservorios muchas veces fueron concebidas
como soluciones tecnológicas, innovaciones, que daría como resultado acceso al agua,
frente a una situación de estrés hídrico que tenía sumida en la pobreza a las familias en el
distrito de San Andrés de Tupicocha por su incapacidad de poder tener seguridad
alimentaria.
16
Maskrey, A. y Rochabrún, G. Si Dios hizo la noche sin luz: El manejo popular de tecnologías. ITDG.
Lima, Perú. 1990. Pág. 22.
Fotografía 5: Vista de la represa de Ururi. San Andrés de Tupicocha.
Uno de los hitos más importantes en el distrito debido a que fue el más recordado durante
varias de las charlas sostenidas, fue la construcción del canal de Willcapampa. Este canal
actualmente alimenta varias represas continuamente durante todo el año. Esto ha
significado el aseguramiento del flujo de agua en el distrito. Existen varias represas y
reservorios de gran tamaño en el distrito que se alimentan actualmente de las aguas de
Willcapampa, no solamente la represa de Ururi.
El agua, que proviene tanto de las represas como del canal de Willcapampa, se reparte
por horas. A diferencia de las mitas (que duran el día entero, mientras exista sol), el agua
del canal y de las represas se reparte por horas exclusivamente. Esto significa que puede
existir riego de noche, como de día; una vez que tus horas han culminado, hay que esperar
hasta que vuelva a tocar el turno a la familia.
Para que eso suceda, se elabora una lista de comuneros usuarios de estas fuentes de agua;
estas listas se cuelgan en la puerta de entrada de la oficina de la Junta de Regantes en la
plaza de armas del pueblo. Por lo regular, son las personas mayores (quienes incluso están
retirados de la comunidad) que están primeros en la lista para recibir agua.
El sistema de represas comunales es visto como el que más agua trae para el distrito de
Tupicocha y del cual todos los comuneros – miembros pertenecientes a la comunidad
campesina - pueden beneficiarse de forma equitativa (Guillet, 1992). De hecho, esta
17
Jorge Medina, uno de los entrevistados, mencionó que el reservorio de Casama –particularmente –
fue construida en 1956. Me intentó mostrar en la roca que forma parte de una de sus paredes, que en
efecto el número estaba ahí inscrito. Sin embargo, no se pudo vislumbrar.
lógica es uno de los temas más importantes que diferencia a los sistemas que se gestionan
a nivel comunal, de aquellos que pertenecen a clusters familiares: mientras que los
sistemas comunales implican el acceso equitativo del recurso hídrico a todos y cada uno
de los miembros, el sistema de manantiales familiares solamente da acceso a quienes
forman parte de las familias que participaron en la elaboración del mismo manantial.
A continuación, se tocarán dos temas que ayudarían en relacionar la llegada del agua de
Willcapampa con los cambios acontecidos en Tupicocha: Cambios en 1) Riego y 2)
Actividades productivas.
Como se puede observar a continuación, en las siguientes dos gráficas se puede notar un
incremento en el acceso al agua para riego y la disminución del sistema de secano (por
lluvia) para las actividades agrarias en Tupicocha, entre el año 1993 y 2012, época en que
se construyeron las represas en el distrito:
Gráfico 1: Superficie Agrícola por Riego/Secano, 1993.
18
Particularmente, ha sido con la llegada del canal de Willcapampa que para muchos de mis entrevistados el cambio
se ha podido realizar.
5.0 - 9.9 Has. 31.00
5.2.Actividades productivas
Del III Censo Agropecuario hasta la fecha, sigue habiendo una gran mayoría de
productores agropecuarios que son pequeños productores, aduciendo a que tienen entre
menos de 0.5 y 4.9 has, y buena parte de estas UA desde hace mucho tiempo tienen acceso
a sistemas de riego.
En el distrito se identificaron a 361 UA. De este total, el 89% son manejados varones
mientras el restante 11% por mujeres (IV Censo Agropecuario, 2012). Como ya se dijo
anteriormente, parece ser que la actividad agropecuaria se asocia más con una labor
masculina, que con una femenina.
De hecho, en una de las entrevistas realizadas con un miembro masculino de una de las
familias con quien se hizo la visita, esta persona mencionó que era común que los varones
salieran a trabajar el campo mientras las mujeres se quedaban en casa cuidando de los
niños; en la realidad, se observaron mujeres realizando labores en las actividades agrarias
y pecuarias en Tupicocha, de cierta forma contrastando a la opinión recibida.
En los siguientes dos gráficos, podemos ver los productos agrícolas que más se cultivaban
en el distrito en 1993, y luego en el 2012:
Gráfico 3: Total de Cultivos Principales, 1993.
3% 2% 2%
4%
5%
32%
7%
7%
10%
13% 15%
PAPA OCA
VERGEL HORTICOLA TUNA
CEBADA GRANO RUDA
HABA FLORES
OLLUCO PLANTAS AROMATICAS(HORNAMENTALES)
MAIZ AMARILLO DURO
FUENTE: INEI - III CENSO NACIONAL AGROPECUARIO 1993-1994.
2% 2%
5%
10% 26%
14%
23%
18%
Al igual que con el acceso al riego, en la producción agriaría hay un cambio: los tipos de
cultivos que anteriormente cosechaban en el último censo agropecuario, hoy en día son
otros. De hecho, otra gran diferencia es la diversidad de productos principales que hoy en
día tienen a disposición con respecto a lo que se observa en el gráfico de 1993: 11 cultivos
principales en 1993, con un total de 22 tipos de cultivos diferentes, frente a 8 cultivos
principales en el 2012, con un total de 57 tipos de cultivos diferentes. Hoy en día hay
mayor diversidad, pero se están concentrando en una menor cantidad de tipos de cultivos.
Otro cambio que se comentó ha sido el tema del consumo de estos cultivos. En los
siguientes gráficos (1993 – 2012), se puede observar el destino principal de estos mismos
productos:
160
140 142
120
100
80
70
60
40 43 45
33 33
20 19 24 22 14 11 10
16
0 6 6 3 5 4 2 2 1 1
Venta Autoconsumo
120
100 100
85
80 80
60 57
40 41
20 10 10
16 5 4 4
1 6
0 0
0.05 0 1 2
1
Innovación e interculturalidad
El concepto de Innovación, actualmente, está en boga. Diferentes institutos y
organizaciones en el Perú que utilizan el término de “innovación”, se han generado o han
saltado a la luz en estos últimos años19. La especial relación de la innovación con la
ciencia y tecnología parece abrirse paso como el camino hacia el futuro, hacia el
desarrollo y hacia el cambio sostenible (mejora continua). Pero, este concepto no parece
asociarse con la interculturalidad. En ese sentido, ¿cómo podríamos entender este
concepto para que este enfoque, ahora transversal en la política peruana20, sea incluido?
Hall, Mytelka y Oyeyinka (2005), proponen un enfoque que permitiría justamente esto:
19
Algunas instituciones nacionales que promueven el tema de la innovación son el Consejo Nacional de
Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (CONCYTEC), el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) e
incluso ciertas instituciones educativas privadas (PUCP; UPC; Universidad de Lima).
20
Publicación de norma que oficializa la transversalización del enfoque intercultural en todo el sector
político peruano: http://goo.gl/tf1nom
“(…) la aplicación de conocimiento (de todo tipo) para
alcanzar el resultado social y/o económico deseado.”21
De hecho, lo que este concepto estresa en la forma de entender la innovación es que este
término hace referencia a un proceso, no a una cosa o técnica que se elabora. Se aparta de
lo que comúnmente se entiende por innovación: una cosa o artefacto tecnológico
novedoso (Edquist 2001).
Muchos de los procesos de innovación, hoy en día, se asemejan a lo que Tubino et al.
(1992) han llamado aculturación. En ese mismo sentido, la innovación como proceso
puede ser uno que adopte diferentes formas de hacer las cosas, integrando estos
conocimientos y valorando lo ya hecho por las comunidades en donde, por lo regular, se
lleva este proceso de cambio. O puede ser más bien un proceso de asimilación, en tanto
que impone cambios que se consideran como necesarios para “mejorar” las vidas de las
personas, sin prestar atención a lo que estas comunidades tienen como propio.
21
Hall, A., Mytelka, L. y Oyeyinka, B. Innovation Systems: Implications for agricultural policy and
practice. ILAC. 2005.
22
En este sentido, la Innovación como proceso se puede asociar con lo cultural. Para ello, hay que
intentar definir lo que sería lo “cultural” (o por lo menos cernirnos a una de las más de 200 acepciones
del concepto); esto lo haremos a continuación.
que estos cambios técnicos y tecnológicos, son acompañados también con cambios a nivel
cultural; no se puede estar ciego frente a este fenómeno.
¿A qué me refiero con esto? Actualmente en Tupicocha, los tres sistemas de riego
mencionados en este texto parecen aún convivir, en tanto que “(…) la cultura indígena
(en este caso local) integra los elementos foráneos sin perder sus caracteres originales,
más bien organizando estos elementos según los modelos y valores autóctonos” (Heise et
al. 1992). Sin embargo, la inclusión de sistemas de innovación hídrica, parecen estar
cambiando esta perspectiva. No son únicamente los cambios en las técnicas que han
variado, sino la forma en que las personas ahora conciben su relación con estos sistemas.
Actualmente, la convivencia entre estos sistemas parece conllevar una continua pugna
entre diferentes sectores y agrupaciones de la localidad, en especial entre grupos de edad.
El vínculo de la identidad tupicochana con las amunas, por ejemplo, se hace manifiesto
en los discursos de estos pobladores mayores, pero se enfrenta a la eficiencia de los
nuevos sistemas de riego que se vienen implementando en la zona (las represas
comunales). Además, como se pudo observar in situ, esta pugna no solamente se ocasiona
entre agrupaciones de pobladores de la misma localidad, sino también se van incluyendo
agencias gubernamentales externas y asociaciones foráneas a la localidad (cooperación
internacional, ONG’s, la iglesia católica).
Finalmente, se debe considerar la innovación más allá de una mera mejora tecnológica o
técnica; hay que tomar en cuenta el conocimiento y las implicancias culturales que vienen
ya incorporadas en las mismas tecnologías (Maskrey, A. Rochabrún, G. 1990). La
innovación, como proceso de cambio, debe ser considerado también como un proceso
intercultural.
6. BIBLIOGRAFÍA
ALENCASTRE, Andrés (2006.) Las Amunas: Recarga del acuífero en los andes; en
Cambio climático, crisis del agua y adaptación en las montañas andinas. Lima,
Perú.
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1535-1596. Instituto Riva-Agüero. Lima, Perú.
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tecnológica y gestión del agua en la comunidad campesina de Cullpe. Una experiencia
de autogestión campesina y cambio social; en Revista Andina, n° 51. Lima, Perú.
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