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AGUA, INTERCULTURALIDAD E INNOVACIÓN: LA

CONVIVENCIA DE SISTEMAS DE MANEJO DE RIEGO


QUE HAN GENERADO CAMBIOS EN LAS VIDAS DE
FAMILIAS AGROPECUARIAS EN SAN ANDRÉS DE
TUPICOCHA.
Por: Juan Gómez de la Torre Barúa

1. RESUMEN
Se observó la existencia de tres sistemas de riego en el distrito de San Andrés de
Tupicocha. Dentro de estos sistemas hay relatos, historias, terminología lingüística,
formas de organización y distintos aspectos culturales. Entre los sistemas existe una
relación intercultural que permiten considerar un proceso de aculturación integradora,
en donde las innovaciones – que son vistas más como novedades tecnológicas – están
generando un proceso de aculturación asimilacionista. Estas innovaciones y el acceso al
agua han ido generando cambios en los medios de vida de las familias a quienes visité en
San Andrés de Tupicocha.

The existence of three irrigation systems in the district of San Andrés Tupicocha was
observed. Within these systems tales, stories, linguistic terminology, forms of
organization and different cultural aspects are manifested. Between these systems there
exists an intercultural relationship that allows the consideration of a cultural integration
process, where innovations - seen more as technological innovations - are generating a
process of cultural assimilation. These innovations along with a better access to water,
have generated changes in the livelihoods of the families with whom I visited in San
Andrés de Tupicocha.

Palabras Claves/Key Words: Sistemas de Riego, Aculturación de Integración y de


Asimilación, Innovaciones, Interculturalidad; Irrigation Systems, Cultural Integration
and Assimilation, Intercultural.

2. INTRODUCCIÓN
San Andrés de Tupicocha es un distrito que se encuentra camino al este de la ciudad
capital del Perú, Lima, a tres horas de distancia. Se ubica en la serranía de la provincia de
Huarochirí, Departamento de Lima, Perú. Está a 3500 msnm. La superficie total del
distrito es de aproximadamente 84km2. Fue declarado como distrito en 1943, aunque pre-
existe la Comunidad Campesina de San Andrés de Tupicocha, entidad que actualmente
tiene vigencia en la organización de las familias Tupicochanas1. Históricamente, San
Andrés de Tupicocha ha sido una zona muy seca, desprovista de agua para la agricultura
y con periodos de sequía que han generado respuestas necesarias por parte de la población
local para sobrellevar estas adversidades.

En San Andrés de Tupicocha existen diversos sistemas de manejo de Riego: las Amunas
y sus acequias, los canales comunales y sus reservorios y los manantiales particulares que
grupos familiares usufructúan. Cada una de ellas implica dinámicas que permiten
establecer paralelos entre ellas; estos paralelos muestran cosas que tienen en común y
otras que son diferentes entre los tres sistemas. Estos sistemas de riego conviven en el
distrito; esta convivencia se observa en sus prácticas, sus rituales y sus relatos que
manifiestan que en la relación que la población tiene con el agua para riego, existe la
posibilidad de cambio e innovación (Hall et al. 2005).

Para lograr entender algunos de estos cambios, se ha considerado la teoría de Medios de


Vida (Flora y Emery 2005), en tanto diferentes capitales que interactúan y establecen las
posibilidades que soportan los modos de vida de las familias - con quienes se realizó el
trabajo de campo en agosto del 2015 -. Estos cambios se pueden deber a varios factores,
pero se ha centrado en aquellos cambios asociados al acceso del agua. Es así que varios
de los entrevistados han manifestado haber obtenido una “mejora” en aspectos de sus
vidas. Esta convivencia de los diferentes sistemas de riego en Tupicocha también
manifiesta una convivencia cultural, una interculturalidad hídrica por decirlo, en donde
las tecnologías que permiten el uso de estos sistemas más bien profesan las diferencias
culturales existentes en los usos de cada uno de estos sistemas.

Este texto parte del trabajo de campo que realicé en el distrito de San Andrés de Tupicocha
en el mes de Agosto del 2015; ha sido en aras de poder recopilar información para mi
tesis de la maestría de Innovación Agraria para el Desarrollo Rural. Este primer trabajo
tratará de manifestar paralelos entre estos sistemas de riego, basándonos en que el uso y
manejo de estos sistemas implica diferencias culturales; a su vez, las posibles

1
Manejo Integral del Agua en la Cuenca e Lurín. Municipalidad Distrital de San Andrés de Tupicocha.
Lima, 2012. http://www.youblisher.com/p/263268-Manejo-integral-de-agua/
innovaciones serían vistas como una posible fuerza asimiladora que podría ir
desintegrando esta convivencia entre los sistemas, dado la necesidad de ser cada vez más
“eficientes” en el uso del agua.

3. CONTEXTO LOCAL: SAN ANDRÉS DE TUPICOCHA A NIVEL


DISTRITAL

3.1.Población
El distrito de San Andrés de Tupicocha se encuentra en la provincia de Huarochirí.
Colinda con otros 5 distritos: Por el norte con Surco y San Bartolomé, por el este con
Santiago de Tuna, por el sur con Antioquía y por el oeste con San Damián. Según el
último censo, tiene un total de 1453 pobladores (INEI 2007).

Como se observa en el siguiente gráfico, obtenido de datos también del último censo en
el 2007, la población a nivel distrital tenía un elevado número de jóvenes (niños, niñas y
adolescentes), pero un número muy bajo de población entre los 20 y 40 años de edad,
especialmente en el caso de las mujeres. Este dato va de acuerdo a varias de las entrevistas
que se ejecutaron en agosto 2015, donde los entrevistados manifestaban la existencia de
procesos de emigración, especialmente en la población entre los 20 y los 40 años de edad2.

2
Según datos del INEI, en el censo de 1993, existían 1543 personas en el distrito de Tupicocha, que
equivale a una reducción del 8% de su población total. Esta reducción se dio en las poblaciones entre los
15 y los 40 años de edad, especialmente para mujeres. De hecho, para el censo 2007, hay una ligera
ventaja en la cantidad de hombres frente al número de mujeres que viven en el distrito.
Piramide poblacional distrito San Andrés de Tupicocha
De 90 a 94 años

De 80 a 84 años

De 70 a 74 años

De 60 a 64 años

De 50 a 54 años

De 40 a 44 años

De 30 a 34 años

De 20 a 24 años

De 10 a 14 años

De 0 a 4 años

P: Según Sexo Mujer P: Según Sexo Hombres

Fuente: INEI 2007

3.2.Educación
Sobre los niveles educativos en el distrito, de un total de 1339 personas consideradas
(INEI 2007), un total de 186 personas (14% del total) dijeron que no sabían leer ni
escribir. De este total, el 58% eran mujeres (107 mujeres), lo que indica que había un
mayor número de mujeres analfabetas en Tupicocha.

A nivel de la educación primaria (de 1° a 6° grado), según datos del último censo (INEI
2007) las mujeres han tenido un mayor desempeño en los estudios primarios, en tanto que
ha habido una mayor cantidad de niñas que han podido culminar con sus estudios. A nivel
de educación secundaria, sin embargo, esta tendencia disminuye notablemente. Se
observa que son más varones quienes logran culminar con sus estudios. A la vez, casi no
existe población local que ha logrado culminar con estudios superiores, sean técnicos o
universitarios, siendo la población que no tiene nivel educativo alguno incluso más
numerosa que estos últimos.
Último nivel de estudios alcanzados por sexo

Superior Univ. completa


Superior Univ. incompleta
Superior No Univ. completa
Superior No Univ. incompleta
Secundaria
Primaria
Educación Inicial
Sin Nivel

0 50 100 150 200 250 300 350 400

Mujer Hombre

Fuente: INEI 2007

3.3.Organización e institucionalidad
La población del distrito de San Andrés de Tupicocha se asienta por caseríos, anexos y
en la capital distrital que lleva el mismo nombre que el distrito; es esta localidad donde
se realizó la primera etapa del levantamiento de información en campo el mes de agosto
del 2015. Las instituciones que conviven en este espacio son la Comunidad Campesina,
la Junta de Regantes, la Municipalidad Distrital, la Posta de Salud, el Instituto Educativo
y la Gobernación.

La Comunidad Campesina está conformada por todos los comuneros que están inscritos
en su padrón. Existe una directiva comunal, que es elegida cada 2 años y vela por el orden
institucional y es encargada de llamar a los comuneros a faenas. La directiva misma está
compuesta por un presidente, un vice-presidente, un tesorero, un secretario, un fiscal, dos
vocales y dos alcaldes de campo. La Comunidad Campesina se organiza en 10
parcialidades o ayllus, que son agrupaciones de familias adscritas a la comunidad
campesina, y son dirigidas por un presidente de parcialidad que forma parte de la directiva
comunal.

Estas 10 parcialidades son: 1) Primera Allauca, 2) Primera Satafasca, 3) Primera Huangre,


4) Chaucacolca, 5) Mojica, 6) Cacarima, 7) Segunda Allauca, 8) Segunda Satafasca, 9)
Centro Huangre y 10) Huangre Boys.
La junta de regantes, que forma parte de la comunidad campesina en San Andrés, es
manejada por una directiva con cargos similares. Todos los comuneros que forman parte
de esta junta son denominados también como regantes. La Junta de regantes organiza
listas de usuarios que indican la fecha en que al usuario regantes le toca su turno o las
horas de agua que le corresponden como miembro parte de la comunidad campesina.

La municipalidad, por su parte, es una institución estatal que es presidida por el alcalde,
sus regidores, un gerente municipal y el personal de apoyo que ahí laboran. Contempla
un espacio territorial que administra. Este es un tema que muchas veces genera
controversias en muchas partes del Perú, en donde las comunidades campesinas, como
los distritos, ambos manejan espacios territoriales que están bajo su cargo. Varias veces
se han visto comunidades que se encuentran en varios distritos, o distritos que contienen
varias comunidades campesinas a la vez. En el caso de Tupicocha, los territorios de la
comunidad, como del municipio, son muy similares por lo que no ha habido problemas
de este tipo hasta el momento.

Finalmente, de las instituciones mencionadas, la gobernación es presidida por un


gobernador distrital, apoyado por sus tenientes gobernadores. Esta entidad funge como
órgano especializado en mantener el orden y la seguridad en todo el distrito; casos que
tengan que ver con actos vandálicos o criminales, son procesados por esta institución y
sus miembros, donde el vínculo con la policía es una pieza clave para lograr la seguridad
en la zona.

3.4.Actividades productivas
Hay un total de 361 Unidades Agropecuarias3 (UA) en el distrito. De este total, el 89%
de estas UA son llevadas por varones mientras el restante 11% son llevadas por mujeres
(IV Censo Agropecuario, 2012).

El IV censo agropecuario (2011-2012) sostiene que los productos más importantes4 en la


zona son el Alfalfa, el Eucalipto, el Pino, la Tuna, el Ciruelo, la Papa Blanca, el Melocotón

3
“Se define como el terreno o conjunto de terrenos, dentro de un distrito, utilizados total o parcialmente para la
producción agropecuaria, conducido como una unidad económica por el productor agropecuario, sin considerar la
extensión, régimen de tenencia y condición jurídica.”, en
http://proyectos.inei.gob.pe/CenagroWeb/conociendoivcensodefiniciones.html
4
Importancia en base al número de UA que las producen
y el Manzano. Tal como se puede observar en el siguiente gráfico, salvo el caso del
eucalipto que recibe su agua por secano casi en su totalidad, los demás productos
mencionados están todos con un tipo de agricultura bajo riego, lo que significa que el uso
y manejo del agua en el distrito es de suma importancia para la producción agraria.

Procentaje de cultivos principales por tipo de


agricultura
100%
80%
60%
40%
20%
0%

Riego Secano

Fuente: CenAgro 2012

La producción de la alfalfa, el pino, la tuna, el ciruelo, el melocotón y el manzano, se


vende a mercados en Lima. De hecho, hay varias familias que tienen puestos de venta en
el mercado de Caquetá. De todos estos productos, los únicos dos productos que no tienen
un vínculo directo con la venta son el eucalipto (que se usa para leña) y la papa (algunas
familias la siguen consumiendo).

En términos con que las familias hoy en día se alimentan, las tiendas en Tupicocha venden
distintos productos que muchas familias ahora consumen: el arroz, los fideos, la leche
enlatada, el azúcar procesado, frutas y verduras (sobre todo las segundas, que
curiosamente anteriormente producían).

4. SISTEMAS DE AGUA PARA EL RIEGO: AMUNAS, ACEQUIAS,


CANALES, MANANTIALES, RESERVORIOS Y REPRESAS
En su libro Cubriendo Terreno: Manejo comunal del Agua y el Estado en los Andes
Peruanos, David W. Guillet (1992) manifiesta un “macro-sistema” de manejo de agua.5
Guillet anota en su obra lo que él mismo concibe como Clusters o juntas de irrigación.
No hay una definición exacta, pero por lo que se establece en el libro, estos clusters son
juntas o grupos de regantes que tienen una fuente de agua en común (entre el mismo grupo
de familias), pero se dividen por terrenos particulares cada familia.

Guillet (1992) centra su atención sobre este sistema de clusters, en tanto que parecen
establecer un punto intermedio entre lo que sería el manejo del agua a nivel individual,
con un sistema manejado a nivel comunal. Guillet establece que estos clusters son grupos
familiares que interactúan y hace uso de estas fuentes de agua según varias dinámicas que
pueden pasar por la negociación de los turnos o mitas, hasta por una simple puesta de
mano por sobre el mismo recurso (“first-come-first-served”).

Guillet menciona en su libro: “Uniendo los derechos de agua a los derechos sobre la
tierra, los miembros de un cluster de riego consideran propietario individual de los
campos que poseen sino copropietarios de las aguas subterráneas o de superficie para
el riego de ellos.”6 Esta cita describe la situación de la pertenencia de los recursos entre
los clusters familiares. Familias individuales tenían terrenos propios que ellos
usufructuaban de manera unitaria, pero el uso del agua se hacía dentro de estas
agrupaciones o clusters. Formaban el padrón de usuarios de estos reservorios para obtener
el acceso al uso del recurso7.

Lo que observé en Tupicocha no dista mucho de lo que Guillet describió en su libro. De


hecho, durante mi estancia en la capital distrital pude observar grupos de familias que
habían participado en la elaboración de reservorios de agua tenían el “derecho” de acceder
a esta agua; sólo y exclusivamente esas familias. Sin embargo, también logré observar la

5
De hecho, este concepto de macrosistema de manejo de agua es algo que particularmente considero
importante manifestar, en tanto que existen diferentes sistemas que confluyen dentro de un mismo
contexto. Esto implica un proceso histórico que denota cambios en que estos distintos sistemas se han
venido introduciendo en el contexto sociocultural de los pueblos en donde existen estos macrosistemas.
6
Cubriendo Terreno: Manejo comunal del Agua y el Estado en los Andes Peruanos; Guillet, D. 1993. Pág.
102. Traducción hecha por el autor de esta ponencia.
7
De hecho, el libro de Guillet también expresa la tensa relación existente entre estos grupos familiares,
el gobierno distrital y la ley peruana, donde existen pugnas y conflictos para poder tener acceso al
recurso.
existencia de otros dos sistemas de riego que permitían una mayor disposición de agua
para familias dedicadas a las actividades agropecuarias.

Planteo que esta conjugación o “convivencia” de sistemas de riego puede ser observada
como un “macro-sistema” de manejo de riego, en donde la población Tupicochana puede
tener acceso a ellos, fortaleciendo su acceso a agua para el riego y a la vez planteando un
diálogo intercultural entre los sistemas.

Son tres sistemas observados con distintos grupos e instituciones participando en su


organización, con historias y/o relatos particulares a cada uno, diacrónicamente ubicados
en el tiempo de manera particular y que fueron construidas con técnicas y materiales que
pueden ser similares o distarse bastante. Estos tres sistemas son a) Las Amunas, con sus
manantiales, que se maneja a nivel comunal b) las acequias, los canales y tuberías con los
manantiales y reservorios, que se manejan a nivel intra e interfamiliar y c) los canales y
tuberías con las represas, que al igual que las amunas se manejan a nivel comunal.

4.1.El Sistema de Amunas


La palabra Amuna se asocia en la localidad de San Andrés de Tupicocha, con la
“siembra/sembrío y cosecha” del agua: “La finalidad de las amunas es, como decir,
sembrar agua para mañana, filtrar esas aguas en la parte alta para que afloren (en) la
parte baja o cabecera de acá del pueblo, y esas aguas llegan a dar beneficio de diferente
manera, tanto para la agricultura y recursos humanos y animales también”.8

Según Andrés Alencastre (2006), las amunas son:

“(…) sistemas de recargas superficial localizadas


fuera de los cauces de los ríos, mediante redes de canales
asociados a campos de extensión, cuyo principio es captar
las aguas que bajan por las quebradas de las montañas,
llevarlas fuera del cauce mediante canales y extenderlas en

8
Entrevista a Bolinvo Alverco; presidente del APAFA y miembro de la GESAC (Gestión Social del Agua y
Mantenimiento de Cuencas). Poblador de San Andrés de Tupicocha, barrio de Casama.
la superficie permeable tal como un desierto, áreas de bajo
valor agrícola o zonas pedregosas de gran extensión”.9

Resalta en el texto que este sistema sea visto como prehispánico. Para este autor, las
amunas tienen un origen prehispánico (Alencastre 2006), siendo reconocidas por varios
de mis interlocutores locales como un sistema que viene “de la época de los abuelos,
mucho tiempo antes”.

El mismo término de amuna, dice Alencastre, puede tener un origen quechua o aymara.
Cita a varios estudiosos donde menciona a:

“(…) el antropólogo Gerardo Quiroz indica que


(amuna) puede ser un vocablo quechua o aymara. En una
oración quecha, se expresa ‘yacu hamunchu’ (que venga el
agua). Por otra parte, sugiere que la significación de la raíz
amu~, de procedencia aymara, hace referencia a una boca
muda, sea porque hace abluciones o bien por no haber
iniciado el acto de hablar”.

En varias entrevistas y conversaciones con pobladores locales, el término amuna es


asociado al concepto de filtrar o filtración, muchas veces refiriéndose a este proceso de
filtración como amunar; la amuna filtra el agua en las acequias, a través de la montaña,
para que “nazca” más abajo del cerro. Este proceso de filtración sucede por las
características de las acequias amuneras:

- Son hechas de tierra, no tienen revestimiento de cemento ni otra sustancia que


evitaría la filtración
- Se extienden durante un trayecto largo (varios kilómetros)
- Esta extensión no cuenta con muchas pendientes ni caídas, que haga que el agua
corra más rápido por la acequia, sino más bien sostiene la velocidad (ver imagen
a continuación)

9
Las Amunas: Recarga del acuífero en los andes; en Cambio climático, crisis del agua y adaptación en las
montañas andinas. Alencastre, A. 2006. Lima, Perú. Pág. 312
Fotografía 1: Acequia Amunadora en parte alta del distrito de San Andrés de Tupicoca

Fuente: Hidráulica Inca. Inventario Geofotográfico de la Hidráulica Inca 10

Según un entrevistado, este sistema consiste en una serie de acequias (cinco en total) que
están en las partes más altas de los cerros que rodean el pueblo de San Andrés. Estas
amunas también tienen nombres específicos: 1) Sansari, 2) Pacachi, 3) Sullaca, 4)
Marcahaira y 5) Ausuri. Si bien no he logrado obtener un significado para cada uno de
estos nombres, es interesante denotar que la toponimia para estas amunas (y para casi
todos los espacios, quebradas y lagunas en la zona), sigue el mismo patrón: son indígenas.
Este es un indicador (lingüístico) que nos va a permitir ir estableciendo vínculos culturales
con este sistema.

El trabajo con las amunas se realiza mediante faenas organizadas por la Comunidad
Campesina de San Andrés. La directiva comunal, con sus 10 parcialidades (revisar acápite

10
http://hidraulicainca.com/lima/sistema-hidraulico-amunas/
anterior sobre Contexto Local), están encargados de velar por el mantenimiento de este
sistema. Mediante la festividad denominada “champería”, se organizan los comuneros en
sus parcialidades para dar limpieza y mantenimiento a las acequias amuneras.

Fotografía 2: Los Huares. Figuras que aparecen en las festividades de agua en Tupcocha.

Fuente: Hidráulica Inca. Inventario Geofotográfico de la Hidráulica Inca 11

Esta festividad, por lo regular, se da inicio a finales de marzo o inicios de abril,


permitiendo que la comunidad campesina logre “levantar” el agua de las quebradas de
donde las desvían: “Desviar el agua de los riachuelos, en el invierno, por ejemplo, se
incrementa el volumen de agua de los riachuelos y esa agua se desvía a través de canales,
pero esos canales son como de piedra y champa nada más, y digamos, cinco kilómetros,
tres kilómetros de distancia a nivel, todo se trabaja a nivel.”12

Este sistema conlleva un conocimiento del terreno en donde se generan estas acequias
amuneras, se conoce la ubicación exacta de dónde nacen estas aguas más abajo e implica
una organización comunal-festiva para su mantenimiento. Este hecho es de suma
importancia, en tanto la Comunidad Campesina de Tupicocha es la entidad encargada de
velar por el bienestar y el cuidado de las acequias amunadoras y, por ende, del agua que
se cosechan con este sistema.

11
http://hidraulicainca.com/lima/sistema-hidraulico-amunas/
12
Entrevista a Bolinvo Alverco; presidente del APAFA y miembro de la GESAC (Gestión Social del Agua y
Mantenimiento de Cuencas). Poblador de San Andrés de Tupicocha, barrio de Casama
Fotografía 3: Trabajo comunal organizado para la limpieza de las amunas

Fuente: Hidráulica Inca. Inventario Geofotográfico de la Hidráulica Inca13

En tanto sea la Comunidad Campesina que realiza estos trabajos, el agua está disponible
para todos y cada uno de los comuneros. Si bien esta agua se hace disponible a nivel
comunal, es necesario que los comuneros participen de las faneas, en la fiesta de
champería - la limpieza de las acequias – o para el levantamiento del agua de las
quebradas que se recargan en las épocas de invierno. 14

4.2. El Sistema de Manantiales y Reservorios Familiares


El segundo sistema de riego observado en San Andrés de Tupicocha se asocia con los
llamados manantiales que se construyeron entre grupos familiares cerrados. Uno de los
entrevistados con quienes se realizaron las visitas familiares manifestó que “Los que
vienen del tiempo de ancestros, ellos se apropiaron del agua, trabajaron el reservorio y
ahí ellos usaron esa agua. Esa queda de herencia para los hijos (manantial). Para la
Comunidad Campesina no hay herencia de mitas de agua (reservorios).”

Quizás lo más interesante de esta cita está en que:


- Existe una visión histórica ligada a los antepasados, que une el derecho de acceder
al agua de estos manantiales, con las familias que trabajaron en su construcción.

13
http://hidraulicainca.com/lima/sistema-hidraulico-amunas/
14 De hecho, Alencastre (2006) sostiene: “Este sistema hidrogeológico y sociocultural, que tiene por objeto aumentar
y alargar el caudal de los manantiales, cuenta con una importante y principal característica que permite su vigencia
y funcionamiento: la participación comunitaria de los pobladores, quienes se dividen las faenas de forma organizada
y equitativa (mediante la distribución de la labor entre las 10 parcialidades que constituyen la comunidad
campesina), terminando en los tiempos establecidos y proyectados, las tareas encomendadas”. Pág. 311
- Son grupos de familias particulares que hacen uso de esta agua proveniente de
estos manantiales, por ello la posibilidad de heredar la mita.
- Se separa este sistema con los sistemas comunales, en tanto que estos últimos no
tienen la posibilidad de heredar las mitas de agua.

El manantial de San Pedro, cerca de la localidad de San Juan de Pacota, pueblo anexo a
San Andrés de Tupicocha, tiene un total de 80 familias que usufructúan de su agua. Para
repartir esta agua, se hace uso del sistema de mitas o turnos, en donde dos familias por
día acceden al agua. Lo que significa que – en este caso particular - cada cuarenta días las
mismas dos familias que hicieron uso del agua anteriormente, pueden volver a tener su
turno de uso, o mita.

El agua se reparte entre estas dos familias durante todo el día, abriendo el reservorio desde
las ocho de la mañana y culminando el turno a las cinco de la tarde. Las dos familias se
dividen el agua con el uso de piedras que colocan en los canales que transportan el agua
hasta sus terrenos. La colocación de esta piedra debe permitir o por lo menos tener la
apariencia de permitir una “correcta” división del agua para las familias que las utilizan.
Esto quiere decir que la cantidad de agua que se observa que está siendo dividida, parezca
que se reparte en cantidades equitativas. Las aguas son distribuidas a los terrenos de estas
familias mediante el uso de canales y tuberías.

Fotografía 4: Vista de un manantial familiar. San Andrés de Tupicocha.


Fuente: Propio 2015

De acuerdo a lo que sostiene Guillet (1992), en Tupicocha también parece existir un


sistema de clusters o agrupaciones familiares, relacionadas con los manantiales, que
albergan agua para un grupo determinado de familias:
“La autonomía de la agrupación de riego (clusters)
tiene sus orígenes en la gestión del agua del Incanato. Los
campos y el agua usada para su riego fueron asignados a
los miembros de un ayllu (grupo familiar) y estas
asignaciones se les permitió ser transmitida a sus
herederos.”

Según Guillet (1992), el incanato asignaba el agua a los ayllus o grupos familiares; de
hecho, estos clusters son grupos familiares (“ayllus”) que se organizaron para construir
los manantiales.

Las familias que se agrupan en torno a estos manantiales particulares, también tienen una
estructura organizativa que permite el acceso al agua y su distribución entre los
beneficiarios. Esta organización se asemeja mucho a la de las demás organizaciones
comunales (como la mesa directiva de la comunidad campesina o la junta de regantes,
por ejemplo), donde existen 7 roles que las familias de estos manantiales deben ir
ocupando cada dos años: 1) Presidente; 2) Vice-presidente; 3) Secretario; 4) Tesorero; 5-
6) 2 alguaciles (vocales); 7) Fiscal.

Este tipo de sistema de agua, en un caso particular de uno de los entrevistados con quien
tuve la oportunidad de conversar, manifestó lo siguiente: “(…) como manantial somos
dueños pues. Como comuneros sí vamos a tener agua de Willcapampa y Ururi. Si no
eres comunero, en tu manantial como regante nomás.”15 La cita manifiesta diferencias
entre los sistemas comunales de los familiares-particulares. Estos últimos no forman parte
del sistema comunal de repartición del agua, sin embargo tienen mecanismos de manejo
y organización que son muy similares a los que se establecen de manera comunal.

Lo que sostiene Guillet (1992) en el caso de los clusters de irrigación, se cumple hasta
cierto punto en Tupicocha: son entidades autónomas de gestión y manejo del agua. Sin
embargo, las asociaciones con los sistemas familiares del incanato hacen pensar que esta
forma de organización preexistía la colonia y que se sigue utilizando hasta el día de hoy,
en este caso particular, de San Andrés de Tupicocha.

Este segundo sistema de riego, el de los manantiales familiares, permite ir pensando en la


existencia de varias formas de acceder al agua para riego: sea por vía comunal, en donde
participas de las labores comunales y en turno se te otorga la posibilidad de usar agua que
se encuentran en represamientos y reservorios comunales; y/o podrías tener acceso al
agua para riego mediante manantiales que no forman parte de la comunidad campesina y
por ende no requieren de la pertenencia a esta institución.

4.3.Sistema de represas y reservorios comunales


Gutiérrez (2006) en su libro Riego Campesino y Diseño Compartido se basa sobre una
teoría que establece una serie de conceptos, entre los cuáles, lo socio-técnico cobra
relevancia. Según esta autora, esta teoría permitiría cruzar diferentes perspectivas dentro
del análisis de los sistemas de riego campesinos, y a la vez, permitir plantear estrategias
y respuestas frente a las perspectivas de desarrollo que podrían proponer proyectos de
riego.

15
Entrevista a Carlos Urbano, tesorero de la Comunidad Campesina de San Andrés de Tupicocha.
Agosto, 2015.
Esta teoría busca incluir lo social dentro de la tecnología, campos muchas veces
apartados. De hecho, Maskrey y Rochabrún (1990) mencionan que: “La tecnología
aparece como un universo cerrado, ajeno a las relaciones entre los seres humanos, los
grupos sociales, las instancias de poder económico y político, o indiferente a la cultura,
los valores o la estética de la población beneficiaria. (…) tal o cuál tecnología se
justificaría por razones eminentemente instrumentales… Pero la realidad no es tan
simple”.16

Comenzamos este apartado, más descriptivo, con esta apreciación por una razón
importante: Estos sistemas de represas y reservorios muchas veces fueron concebidas
como soluciones tecnológicas, innovaciones, que daría como resultado acceso al agua,
frente a una situación de estrés hídrico que tenía sumida en la pobreza a las familias en el
distrito de San Andrés de Tupicocha por su incapacidad de poder tener seguridad
alimentaria.

La infraestructura de las represas y reservorios embalsan el agua; los canales y tuberías


la distribuyen; y la Comunidad Campesina la administra mediante la Junta de Usuarios
de Riego. Esto significa que todos los comuneros tienen la oportunidad de hacer uso de
esta agua. Un tema a relucir es la construcción de estas represas y del canal de
Willcapampa. Ambos fueron vistos como hitos importantes en la vida de la población de
Tupicocha.

De hecho, una de las represas más conocidas en el distrito de Tupicocha, la represa de


Ururi, tiene sus inicios – según Jorge Medina, poblador de San Andrés – desde la década
de 1960 cuando su padre y otros comuneros comenzaron a generar el embalsamiento de
dicha represa. Lograron construir una pequeña laguna cuya cantidad de agua no era
suficiente para regar en la época en que no caían las lluvias, secándose incluso esta laguna
en la época de estiaje. Relata que culminó la primera etapa del embalsamiento en los años
90 del siglo pasado, pero construcción de la represa se finiquitó en 2010 con la ayuda de
maquinaria puesta por el municipio distrital.

16
Maskrey, A. y Rochabrún, G. Si Dios hizo la noche sin luz: El manejo popular de tecnologías. ITDG.
Lima, Perú. 1990. Pág. 22.
Fotografía 5: Vista de la represa de Ururi. San Andrés de Tupicocha.

Elaboración: Propio, 2015

Uno de los hitos más importantes en el distrito debido a que fue el más recordado durante
varias de las charlas sostenidas, fue la construcción del canal de Willcapampa. Este canal
actualmente alimenta varias represas continuamente durante todo el año. Esto ha
significado el aseguramiento del flujo de agua en el distrito. Existen varias represas y
reservorios de gran tamaño en el distrito que se alimentan actualmente de las aguas de
Willcapampa, no solamente la represa de Ururi.

A diferencia de los manantiales y reservorios familiares, las represas pueden albergar


grandes cantidades de agua. Actualmente, por ejemplo, la represa de Kancasica que
alimenta la zona más oriental del distrito (pegado al distrito contiguo de Santiago de
Tuna), cuenta con una cantidad de agua que bordea los 2.5 millones de litros.

Otras represas en la zona son las de Ururi, Cajantihuayque y la represa de Tuctococha -


que no pertenece al distrito de Tupicocha, pero de donde extraen agua para beneficio de
la población en la zona -. Están también los reservorios de Casama y Ausuri, y el
reservorio de Cosanchi, que es considerada por varios de los entrevistados como la obra
de embalsamiento de agua más antigua del distrito17.

La Comunidad Campesina, por intermedio de la Junta de Regantes, vela por el cuidado


de la infraestructura que distribuye esta agua. Año tras año, se realizan eventos para la
limpieza de los canales, en donde la labor de los comuneros es fundamental para su
mantenimiento.

Otro elemento de la infraestructura, fundamental para el mantenimiento de los canales,


son los “caminos de vigilancia”. Estos son caminos que viajan contiguos al canal y
permiten que personas puedan trasladarse a pie durante el trayecto que cubre esta
infraestructura; en caso exista algún desperfecto, este camino te guiará hasta ese punto
para poderlo arreglar. Estos caminos están constituidos encima de andenes, en tanto que
requieren de apoyo y fuerza para que cuando las personas viajen por ahí, la erosión del
cerro no ocasione muchos peligros (Gutiérrez 2006). Es también la Junta de Regantes que
vela por el bienestar de estos caminos.

El agua, que proviene tanto de las represas como del canal de Willcapampa, se reparte
por horas. A diferencia de las mitas (que duran el día entero, mientras exista sol), el agua
del canal y de las represas se reparte por horas exclusivamente. Esto significa que puede
existir riego de noche, como de día; una vez que tus horas han culminado, hay que esperar
hasta que vuelva a tocar el turno a la familia.

Para que eso suceda, se elabora una lista de comuneros usuarios de estas fuentes de agua;
estas listas se cuelgan en la puerta de entrada de la oficina de la Junta de Regantes en la
plaza de armas del pueblo. Por lo regular, son las personas mayores (quienes incluso están
retirados de la comunidad) que están primeros en la lista para recibir agua.

El sistema de represas comunales es visto como el que más agua trae para el distrito de
Tupicocha y del cual todos los comuneros – miembros pertenecientes a la comunidad
campesina - pueden beneficiarse de forma equitativa (Guillet, 1992). De hecho, esta

17
Jorge Medina, uno de los entrevistados, mencionó que el reservorio de Casama –particularmente –
fue construida en 1956. Me intentó mostrar en la roca que forma parte de una de sus paredes, que en
efecto el número estaba ahí inscrito. Sin embargo, no se pudo vislumbrar.
lógica es uno de los temas más importantes que diferencia a los sistemas que se gestionan
a nivel comunal, de aquellos que pertenecen a clusters familiares: mientras que los
sistemas comunales implican el acceso equitativo del recurso hídrico a todos y cada uno
de los miembros, el sistema de manantiales familiares solamente da acceso a quienes
forman parte de las familias que participaron en la elaboración del mismo manantial.

5. CAMBIOS EN EL ACCESO AL AGUA Y LA AGRICULTURA


A continuación, se presenta un pequeño análisis elaborada con data secundaria
cuantitativa que, más bien, trata de encontrar continuidades o paralelos con la información
cualitativa recopilada durante mi estadía Tupicocha. Esto se basa sobre la creencia que
esta información recogida durante mi trabajo de campo es un recuento fiel de las
experiencias de cambio en las vidas de mis interlocutores. Este cambio, especialmente en
la agricultura, fue identificada con el mayor acceso a agua de riego en la zona18.

A continuación, se tocarán dos temas que ayudarían en relacionar la llegada del agua de
Willcapampa con los cambios acontecidos en Tupicocha: Cambios en 1) Riego y 2)
Actividades productivas.

5.1. Cambios en el acceso al Riego


El acceso al riego es uno de los cambios y temas fundamentales de este trabajo. La
relación que los sistemas de riego tendrían con las variables de interculturalidad e
innovación, ayudarían en precisar ciertas relaciones que también han sucedido con
respecto a las actividades productivas agrícolas en Tupicocha.

Como se puede observar a continuación, en las siguientes dos gráficas se puede notar un
incremento en el acceso al agua para riego y la disminución del sistema de secano (por
lluvia) para las actividades agrarias en Tupicocha, entre el año 1993 y 2012, época en que
se construyeron las represas en el distrito:
Gráfico 1: Superficie Agrícola por Riego/Secano, 1993.

18
Particularmente, ha sido con la llegada del canal de Willcapampa que para muchos de mis entrevistados el cambio
se ha podido realizar.
5.0 - 9.9 Has. 31.00

4.0 - 4.9 Has. 9.00

3.0 - 3.9 Has. 17.00

2.0 - 2.9 Has. 50.00

1.0 - 1.9 Has. 81.00

0.5 - 0.9 Has. 59.00

Menores de 0.5 Has. 153.00

Superficie Agrícola 1993 Bajo Riego Superficie Agrícola 1993 En Secano


Superficie Agrícola 1993 Total

Fuente: INEI – Censo Agropecuario 1993

Gráfico 2: Superficie agrícola por Riego/Secano 2012

6,0 - 9,9 has 17.35

5,0 - 5,9 has 2.90

4,0 - 4,9 has 16.01

3,0 - 3,9 has 31.50

2,0 - 2,9 has 69.11

1,0 - 1,9 has 99.92

0,5 - 0,9 has 42.15

Menos de 0,5 has 13.33

Superficie Agrícola 2012* Bajo Riego Superficie Agrícola 2012* En Secano


Superficie Agrícola 2012* Total
Fuente: INEI – Censo Agropecuario 2012

Es notorio la disminución de la agricultura por secano en el 2012, con respecto a lo que


se observa en 1993. Hay, entonces, un claro cambio en la forma en que las personas
acceden al agua para sus terrenos agrícolas.
Según datos del III Censo Agropecuario de 1993, el total de Unidades Agropecuarias
(UA) en la zona era de 419. De este total, 371 eran pequeñas unidades de menos de 0.5has
pero que recibían riego, y a la vez 319 también recibían agua por secano. En el IV Censo
Agropecuario del 2012, el total de UA decreció a 361, con un total de 290 UA con un
rango de tierra con menos de 0.5 hasta 2.9has. Si bien ha disminuido este total, ha habido
una inversión en la cantidad de terrenos que solamente utilizan riego: hoy en día, 202
terrenos usan de forma exclusiva el riego, frente a los 52 que antes habían.

5.2.Actividades productivas
Del III Censo Agropecuario hasta la fecha, sigue habiendo una gran mayoría de
productores agropecuarios que son pequeños productores, aduciendo a que tienen entre
menos de 0.5 y 4.9 has, y buena parte de estas UA desde hace mucho tiempo tienen acceso
a sistemas de riego.

En el distrito se identificaron a 361 UA. De este total, el 89% son manejados varones
mientras el restante 11% por mujeres (IV Censo Agropecuario, 2012). Como ya se dijo
anteriormente, parece ser que la actividad agropecuaria se asocia más con una labor
masculina, que con una femenina.

De hecho, en una de las entrevistas realizadas con un miembro masculino de una de las
familias con quien se hizo la visita, esta persona mencionó que era común que los varones
salieran a trabajar el campo mientras las mujeres se quedaban en casa cuidando de los
niños; en la realidad, se observaron mujeres realizando labores en las actividades agrarias
y pecuarias en Tupicocha, de cierta forma contrastando a la opinión recibida.

Tomando en consideración el mayor acceso al riego en las UA en Tupicocha, en la


producción agrícola es notorio ver cómo en el tercer censo agropecuario, estas UA
sembraban una serie de productos que fueron reconocidas por varias de las personas con
las que tuve la oportunidad de conversar como de panllevar. Estos cultivos se asocian
más con la seguridad alimentaria de las familias en Tupicocha, produciéndose y
consumiéndose en los hogares.

En los siguientes dos gráficos, podemos ver los productos agrícolas que más se cultivaban
en el distrito en 1993, y luego en el 2012:
Gráfico 3: Total de Cultivos Principales, 1993.

3% 2% 2%
4%
5%
32%
7%
7%

10%
13% 15%

PAPA OCA
VERGEL HORTICOLA TUNA
CEBADA GRANO RUDA
HABA FLORES
OLLUCO PLANTAS AROMATICAS(HORNAMENTALES)
MAIZ AMARILLO DURO
FUENTE: INEI - III CENSO NACIONAL AGROPECUARIO 1993-1994.

Gráfico 4: Total de Cultivos Principales, 2012.

2% 2%
5%
10% 26%
14%

23%
18%

Alfalfa Eucalipto Pino Tuna


Cirolero Papa blanca Melocotonero Manzano
FUENTE: INEI - IV CENSO NACIONAL AGROPECUARIO 2011-2012

Al igual que con el acceso al riego, en la producción agriaría hay un cambio: los tipos de
cultivos que anteriormente cosechaban en el último censo agropecuario, hoy en día son
otros. De hecho, otra gran diferencia es la diversidad de productos principales que hoy en
día tienen a disposición con respecto a lo que se observa en el gráfico de 1993: 11 cultivos
principales en 1993, con un total de 22 tipos de cultivos diferentes, frente a 8 cultivos
principales en el 2012, con un total de 57 tipos de cultivos diferentes. Hoy en día hay
mayor diversidad, pero se están concentrando en una menor cantidad de tipos de cultivos.
Otro cambio que se comentó ha sido el tema del consumo de estos cultivos. En los
siguientes gráficos (1993 – 2012), se puede observar el destino principal de estos mismos
productos:

Gráfico 5: Destino de producción agrícola, 1993.

160
140 142
120
100
80
70
60
40 43 45
33 33
20 19 24 22 14 11 10
16
0 6 6 3 5 4 2 2 1 1

Venta Autoconsumo

FUENTE: INEI - III CENSO NACIONAL AGROPECUARIO 1993-1994.

Gráfico 6: Destino de producción agrícola, 2012.

120

100 100
85
80 80

60 57
40 41

20 10 10
16 5 4 4
1 6
0 0
0.05 0 1 2
1

Venta Autoconsumo Autoinsumo Alimento para sus animales


FUENTE:
INEI - IV CENSO NACIONAL AGROPECUARIO 2011-2012

Hay varias cosas de mucho interés aquí:


- La mayor parte de los productos principales en el 2012 ahora están destinados
hacia la venta (alfalfa, pino, tuna, ciruelos, manzanos y melocotones) o como
insumos para generar otros productos (eucalipto para leña y cultivo de agua),
frente a los productos principales que en 1993parecen haber servido más como
alimentos (papa, oca, mashua, habas).
- En 1993, de todas formas existía un vínculo con mercados, pero las cantidades
para esta venta eran muchos menores a las que ahora se destinan los productos
que actualmente se comercializan. Esto parece indicar que mucha de la
producción es ahora destinada hacia la venta.
- Una menor cantidad de productos ahora se cultivan para el autoconsumo, lo que
significa que esto ya no alimenta la canasta básica alimentaria de las familias en
el distrito de Tupicocha.

5. CONCLUSIONES: INTERCULTURALIDAD E INNOVACIÓN EN PUGNA


En éste último apartado, se buscará reflexionar sobre la interculturalidad y la innovación
en Tupicocha. Para ello, habría que esclarecer un poco estos conceptos, que podría
ayudarnos a ver con otros ojos las situaciones descritas anteriormente. Esto, después
ayudará en poder ver los cambios producidos en el acceso al agua y la agricultura, desde
otro enfoque.

Innovación e interculturalidad
El concepto de Innovación, actualmente, está en boga. Diferentes institutos y
organizaciones en el Perú que utilizan el término de “innovación”, se han generado o han
saltado a la luz en estos últimos años19. La especial relación de la innovación con la
ciencia y tecnología parece abrirse paso como el camino hacia el futuro, hacia el
desarrollo y hacia el cambio sostenible (mejora continua). Pero, este concepto no parece
asociarse con la interculturalidad. En ese sentido, ¿cómo podríamos entender este
concepto para que este enfoque, ahora transversal en la política peruana20, sea incluido?

Hall, Mytelka y Oyeyinka (2005), proponen un enfoque que permitiría justamente esto:

19
Algunas instituciones nacionales que promueven el tema de la innovación son el Consejo Nacional de
Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (CONCYTEC), el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) e
incluso ciertas instituciones educativas privadas (PUCP; UPC; Universidad de Lima).
20
Publicación de norma que oficializa la transversalización del enfoque intercultural en todo el sector
político peruano: http://goo.gl/tf1nom
“(…) la aplicación de conocimiento (de todo tipo) para
alcanzar el resultado social y/o económico deseado.”21

De hecho, lo que este concepto estresa en la forma de entender la innovación es que este
término hace referencia a un proceso, no a una cosa o técnica que se elabora. Se aparta de
lo que comúnmente se entiende por innovación: una cosa o artefacto tecnológico
novedoso (Edquist 2001).

La Innovación como conocimiento implica que el concepto no se queda estancada en “lo


novedoso”. Se asocia, más bien, a las posibilidades de cambio que tiene en un contexto
particular. Esto supone que la innovación también puede ser conocimiento que pasa de
una generación a otra. Así, un relato “tradicional” al ser planteada a las nuevas
generaciones o a personas foráneas al contexto sociocultural de donde se origina, se pueda
considerar como una innovación. Este conocimiento genera un cambio, cultural22 y
educativo, en tanto que tiene la posibilidad de ampliar el conocimiento de la persona que
la recibe.

Muchos de los procesos de innovación, hoy en día, se asemejan a lo que Tubino et al.
(1992) han llamado aculturación. En ese mismo sentido, la innovación como proceso
puede ser uno que adopte diferentes formas de hacer las cosas, integrando estos
conocimientos y valorando lo ya hecho por las comunidades en donde, por lo regular, se
lleva este proceso de cambio. O puede ser más bien un proceso de asimilación, en tanto
que impone cambios que se consideran como necesarios para “mejorar” las vidas de las
personas, sin prestar atención a lo que estas comunidades tienen como propio.

Se hace necesario, entonces, reconsiderar el concepto de Innovación desde un enfoque


intercultural, en tanto que estos procesos podrían generar dinámicas de aculturación
asimilacionistas. Esto también se puede ver en lo que respecta a los proyectos que
incrementan el acceso al agua a poblaciones, no porque no lo necesitan, sino desde la idea

21
Hall, A., Mytelka, L. y Oyeyinka, B. Innovation Systems: Implications for agricultural policy and
practice. ILAC. 2005.
22
En este sentido, la Innovación como proceso se puede asociar con lo cultural. Para ello, hay que
intentar definir lo que sería lo “cultural” (o por lo menos cernirnos a una de las más de 200 acepciones
del concepto); esto lo haremos a continuación.
que estos cambios técnicos y tecnológicos, son acompañados también con cambios a nivel
cultural; no se puede estar ciego frente a este fenómeno.

Innovación, Interculturalidad y Cambio en Tupicocha


Hoy en día, en Tupicocha, viene sucediendo una dinámica importante de mencionar: la
eficiencia en el uso del agua. Este uso eficiente implica un cambio en cómo los pobladores
perciben los distintos sistemas de agua que tienen a disposición. Los sistemas que no son
eficientes, en tanto sus materiales e infraestructura hidráulica, su capacidad de gestión y
organización y los resultados obtenidos en el acceso a la cantidad de agua que
proporcionarían, podrían dar paso a que ya no sean vistos como viables, precisamente por
la poca eficiencia que manifiesta su uso. Este es el caso de las amunas.

¿A qué me refiero con esto? Actualmente en Tupicocha, los tres sistemas de riego
mencionados en este texto parecen aún convivir, en tanto que “(…) la cultura indígena
(en este caso local) integra los elementos foráneos sin perder sus caracteres originales,
más bien organizando estos elementos según los modelos y valores autóctonos” (Heise et
al. 1992). Sin embargo, la inclusión de sistemas de innovación hídrica, parecen estar
cambiando esta perspectiva. No son únicamente los cambios en las técnicas que han
variado, sino la forma en que las personas ahora conciben su relación con estos sistemas.

Actualmente, la convivencia entre estos sistemas parece conllevar una continua pugna
entre diferentes sectores y agrupaciones de la localidad, en especial entre grupos de edad.
El vínculo de la identidad tupicochana con las amunas, por ejemplo, se hace manifiesto
en los discursos de estos pobladores mayores, pero se enfrenta a la eficiencia de los
nuevos sistemas de riego que se vienen implementando en la zona (las represas
comunales). Además, como se pudo observar in situ, esta pugna no solamente se ocasiona
entre agrupaciones de pobladores de la misma localidad, sino también se van incluyendo
agencias gubernamentales externas y asociaciones foráneas a la localidad (cooperación
internacional, ONG’s, la iglesia católica).

Este relacionamiento parece adscribir la posibilidad de un proceso de aculturación


asimiladora, en donde la imposición de “soluciones” innovadoras a los problemas que
tiene la población local, va dejando de lado prácticas, historia e incluso identidades
locales. Así, por ejemplo, para poder mejorar se requiere de “más agua”, esto en turno
permitiría tener “más producción”, que en turno significaría que tendría una “mejor
economía” para sustentar los gastos de sus familias. Todo esto se basa en el uso “más
eficiente” del agua, lo que implica que los sistemas que no son eficientes serían dejados
de lado. Esto podría implicar que las amunas y los canales más antiguos caerían en desuso,
ya que la tubería permite que el traslado sea – nuevamente - “más eficiente”.

El mayor acceso al agua fue pensado como una oportunidad de incrementar/mejorar su


capacidad productiva; esto se ha logrado pero los resultados no esperados ha generado lo
que ya se mencionado: se va dejando de lado la producción de cultivos que servían
directamente para la alimentación familiar; la producción ahora está enfocada en la venta
a mercados en Lima. En turno, ahora la alimentación familiar se asocia con la compra de
productos que anteriormente cultivaban: zanahorias, vegetales, papa; incluyendo nuevos
alimentos en la canasta alimentaria, como es el pollo, arroz, fideos y azúcar.

Como hipótesis, la restricción a los diferentes sistemas de riego podría afectar la


capacidad productiva de las familias; además, no todas las familias pueden cultivar los
mismos productos, dado las diferencias ecológicas existentes en el territorio
Tupicochano. Aquellas familias que sí tienen acceso al agua, pero no a terrenos con
capacidad de producción de frutales o alfalfa, solamente podrían cultivar los llamados
productos panllevar. En cambio, aquellas familias que sí tienen terrenos pero no tienen
un mejor y mayor acceso al agua, debido a que no forman parte de la comunidad o nunca
se asociaron con otras familias para construir un manantial multifamiliar, también estarían
en una situación particularmente vulnerable. Esto podría ir generando brechas más
amplias entre los grupos familiares más ricos de los más pobres.

Finalmente, se debe considerar la innovación más allá de una mera mejora tecnológica o
técnica; hay que tomar en cuenta el conocimiento y las implicancias culturales que vienen
ya incorporadas en las mismas tecnologías (Maskrey, A. Rochabrún, G. 1990). La
innovación, como proceso de cambio, debe ser considerado también como un proceso
intercultural.
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Cambio climático, crisis del agua y adaptación en las montañas andinas. Lima,
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por V. Claudín y N.C. Post Uiterweer, PARAGUAS, Justicia Hídrica. www.redandina-
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