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1.

Doctrina Social de la Iglesia


 Presentación
El siguiente artículo resume los contenidos desarrollados a lo largo de la
asignatura de Doctrina Social de la Iglesia (DSI).
1.El Principio del Bien Común,
un principio compartidos por todos.
Del principio de la Dignidad Humana surge, de manera espontánea,
el principio del Bien Común. No lo olvidemos: la dignidad humana es la clave orientadora
de toda la reflexión de la DSI, por lo que cada hombre es sujeto y objeto del principio del
Bien Común, es decir que cada persona debe ser reconocida como objeto de preocupación
de este principio y, a la vez, como sujeto responsable de vivirlo y practicarlo. De aquí se
entiende entonces que el bien común es “el conjunto de condiciones de la vida social que hacen
posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la
propia perfección”. No lo olvides: el principio del Bien Común exige la participación activa
de todos los hombres y de todo el hombre y así éste alcance así su más pleno desarrollo
integral1.
El principio del Bien Común destaca, de manera innata, la importancia de la convivencia
humana. Y desde esta importancia es que surge como significativo el espacio vital que le
otorga fuerza y energía de sentido a las personas: La Familia.
2. La Familia, Comunidad de Amor.
La familia es reconocida como la célula básica de la sociedad. Esto quiere decir que la
sociedad encuentra en la familia su piedra angular: si el ser humano es un ser social,
llamado a vivir en comunidad, entonces debe proceder de una experiencia de “común
unidad” lo más sólida y significativa posible. Así, es en el espacio familiar que cada
persona aprende a darse a otra persona y a otras personas2, para que, en esta donación,
la persona crezca y se fortalezca en este encuentro con los demás. Visto así, es clave
comprender que es voluntad de Dios que las personas nazcan y crezcan en una comunidad
de amor. En este punto es necesario anticipar un concepto en el que profundizaremos en
unos párrafos posteriores: el principio de la subsidiariedad, que recuerda la centralidad
de la familia, al proponer que tanto el Estado como las sociedades intermedias no pueden
sustituir a la familia en las decisiones claves de su propio quehacer. La autoridad tiene
la obligación de subsidiar a las familias, ir en su auxilio cuando esta comunidad de vida no
puede satisfacer por sí misma alguna necesidad, pero en ningún caso deben sustituir, ni
suplantar, ni menos violar sus derechos fundamentales.

La primera estructura fundamental a favor de la ecología humana3 es la familia, en cuyo


seno la persona recibe las primeras nociones sobre la verdad y el bien; aprende qué quiere
decir amar y ser amado y, por consiguiente, qué quiere decir en concreto ser una persona.
Las obligaciones de sus miembros no están limitadas por los términos de un contrato, sino
que derivan de la esencia misma de la familia, fundada sobre la voluntad de la pareja

1 Cf. Compendio de DSI, n. 4.


2 Cf. Compendio de DSI, n. 47.
3 La ecología es la ciencia de las relaciones entre los seres vivos y su medio ambiente. La ecología humana

trata de las relaciones entre las personas y el medio ambiente. El medio ambiente, en la ecología humana se
percibe como un ecosistema. Un ecosistema es todo lo que existe en un área determinada – el aire, el suelo,
el agua, los organismos vivos y las estructuras físicas, incluyendo todo lo construido por el ser humano.
2.-
conyugal de vivir su amor y desde esta experiencia constituir una comunidad de vida, que
es la familia.

Todo esto nos lleva a afirmar que la familia es la primera escuela de las virtudes y los
valores.
 3.Los valores fundamentales
de la vida en sociedad.
Si la familia es la primera escuela de las virtudes y de los valores, entonces es en este
espacio vital donde se deben aprender los valores fundamentales de la vida en sociedad:
la VERDAD, la LIBERTAD, la JUSTICIA y el Amor. Antes de profundizar en estos valores es
importante retomar un tema ya enunciado con anterioridad: la distinción entre principios y
valores.
En síntesis, los valores gobiernan las conductas de las personas, y los principios
gobiernan las consecuencias de las conductas. Ahora bien, esta distinción no provoca una
separación, sino más bien, establece una reciproca relación, ya que los principios sociales
tienen como fin el fortalecimiento del ser humano, y lo logra, por parte del hombre en
sociedad, por el ejercicio de la verdad, la libertad, la justicia y el amor, que en el Compendio
se relaciona con la caridad4, que es el nombre que se la da al mandamiento del amor.
Veamos ahora a que nos referimos con cada uno de estos valores fundamentales, extrayendo
algunas ideas del Compendio5:
o 3.1.La verdad.
Los hombres tienen una especial obligación de tender continuamente hacia la verdad,
respetarla y atestiguarla responsablemente. Vivir en la verdad tiene un importante
significado en las relaciones sociales: la convivencia de los seres humanos dentro de una
comunidad, en efecto, es ordenada, fecunda y conforme a su dignidad de personas, cuando
se funda en la verdad. Las personas y los grupos sociales cuanto más se esfuerzan por
resolver los problemas sociales según la verdad, tanto más se alejan del arbitrio y se adecúan
a las exigencias objetivas de la moralidad.
o 3.2 La Libertad.
El valor de la libertad, como expresión de la singularidad de cada persona humana, es
respetado cuando a cada miembro de la sociedad le es permitido realizar su propia
vocación personal; es decir, puede buscar la verdad y profesar las propias ideas religiosas,
culturales y políticas; expresar sus propias opiniones; decidir su propio estado de vida y,
dentro de lo posible, el propio trabajo; asumir iniciativas de carácter económico, social y
político. Todo ello debe realizarse en el marco de un sólido contexto jurídico, dentro de los
límites del bien común y del orden público y, en todos los casos, bajo el signo de la
responsabilidad.
La libertad, por otra parte, debe ejercerse también como capacidad de rechazar lo que es
moralmente negativo, cualquiera que sea la forma en que se presente, como capacidad de
desapego efectivo de todo lo que puede obstaculizar el crecimiento personal, familiar y
social. La plenitud de la libertad consiste en la capacidad de disponer de sí mismo con vistas
al auténtico bien, en el horizonte del bien común universal.
3.3.La Justicia.

4 Cf. Compendio de la DSI, n. 204 – 208.


5 Cf. Compendio, n. 197 – 203.
3.-
La justicia, según su formulación más clásica, «consiste en la constante y firme voluntad
de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido». Desde el punto de vista subjetivo, la
justicia se traduce en la actitud determinada por la voluntad de reconocer al otro como
persona, mientras que desde el punto de vista objetivo, constituye el criterio determinante
de la moralidad en el ámbito intersubjetivo y social.6
La justicia social es una exigencia vinculada con la cuestión social, que hoy se manifiesta
con una dimensión mundial; concierne a los aspectos sociales, políticos y económicos y, sobre
todo, a la dimensión estructural de los problemas y las soluciones correspondientes.
o 3.4.El amor en acción.
Que Dios es amor es una verdad para el cristiano. Y ya hemos visto que la DSI se basa
tanto en la tradición de la Iglesia como en las Sagradas Escrituras. Ambas fuentes de
revelación se sintetizan en el mandamiento del amor que es amar a Dios, amando al
prójimo. Como ya lo indicamos, en el Compendio se dedica un amplio espacio a la caridad,
que es el amor de Dios, que se expresa en el mismo Jesucristo al enseñarnos que debemos
amarnos los unos a los otros como Él mismo nos ha amado (Cf. Jn 13, 34) y que no hay amor
más grande que dar la vida por los amigos (Cf. 15, 13). De esta forma, podemos decir que la
caridad (que es el amor de Dios que cada creyente debe tener como norma) debe ser la fuerza
que anime a vivir los valores fundamentales, al punto que se debe reconocer a la caridad
como fuente de estos valores7. La vivencia de la libertad, la búsqueda de la verdad y el
ejercicio de la justicia debe estar siempre animado por la fuerza amorosa de la caridad.
 4. El trabajo humano,
fuente de realización personal.
Un adulto dedica una parte importante de su tiempo de vigilia al trabajo. Toda experiencia
laboral, por lo tanto, no debe ser considerada como algo accesorio a la vida de las personas.
Por el contrario, se debe reconocer que el trabajo humano debe ser una fuente de
realización personal y, por esto, se debe reconocer que toda actividad laboral debe estar
ordenada a reconocer la dignidad de la persona.
El trabajo tiene dos dimensiones: una dimensión subjetiva y una dimensión objetiva.

o 4.1Dimensión Subjetiva del


Trabajo.
Es la dimensión del trabajo que no muta, nunca
cambia, ya que, en cuanto subjetiva supone al
sujeto, el ser humano, dotado de una dignidad
inviolable, “es expresión esencial de la persona”8,
por lo que las cualidades del trabajo,
independiente de su valor objetivo, pertenecen al
sujeto del trabajo y no al producto que éste

6 En términos más sencillos, se puede explicar la justicia objetiva es la aplicación normativa de la justicia, es la
justicia que aparece con un antifaz enceguecedor para alcanzar el justo equilibrio, mientras que la justicia
subjetiva, podríamos decirlo metafóricamente, se aplica con los ojos bien abiertos. La primera se hace cargo de
los hechos (“usted es culpable, porque robo una manzana”), mientras que la j. subjetiva se hace cargo del
espíritu que motivó el hecho (“Robé, porque tenía hambre”).
7 Cf. Compendio de la DSI, n. 205.
8 Compendio, n. 271.
4.-
alcanza. Por todo esto es que el trabajo debe estar en orden al desarrollo del hombre, y así
pueda éste crecer en felicidad.
o 4.2.Dimensión Objetiva del Trabajo.
Son las condiciones técnicas, legales, culturales, etc. que permiten a la persona a
desarrollar su actividad laboral. Una idea a este respecto es clave para la mejor comprensión
del sentido de la dignidad humana: esta dimensión objetiva debe estar siempre subordinada
a la persona. Tanto así, que la DSI recuerda que esta dimensión objetiva debe ser “aliada” de
la dignidad que sostiene la dimensión subjetiva del trabajo y no colocarse en su contra, ya
que esto puede significar incluso que el trabajo se puede transformar en enemigo de la
dignidad humana9.

Responda las siguientes preguntas:


1. ¿Quiénes son los responsables de vivir el principio del Bien Común?
2. ¿Qué importancia tiene para la DSI la familia?
3. Explique el concepto “ecología humana.
4. Explique los conceptos dimensión objetiva del trabajo y dimensión subjetiva del
trabajo.
5. ¿Qué importancia tiene el trabajo humano?
6. Nombre y explique los valores fundamentales de la vida en sociedad

Respuestas

1. Todos los hombres, ya que se exige su participación activa.

2. Para la DSI la familia es muy importante, ya que es reconocida como la célula básica
de la sociedad, en el caso que una persona familiar no sea social, la DSI llega a
entender que es una persona de “común unidad”. Es por esto que en el espacio
familiar cada persona aprende a darse a otra persona para que la persona crezca y se
fortalezca.

3. La ecología humana es el estudio científico que hace relación de la especie humana


y los componentes y procesos del ecosistema, y su objetivo es conocer la forma en
que la sociedad conciben y afectan al medio ambiente.

9 Cf. Compendio, n. 271.

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