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Ir EL ESPACIO POLITICO (©) 1. Hacer la historia de la divisién administrativa es hacer la historia de las relaciones entre el poder y el espacio. Lo que exige asumir desde el principio que tanto el poder como el espacio son realidades que tienen una historia. Referida al poder, esta ultima idea es completamente banal; no se puede decir sin embargo lo mismo respecto del espaci En efecto, y como también sucede con el tiempo, nuestra concepcién inmediata del espacio habla de una realidad natural y objetiva; se trata de una entidad inmévil y permanente, de una especie de zécalo externo e invariable de las actividades humanas. Y esto es asi hasta el punto de que cuando se consideran sus relaciones con la accién del hombre, se ven las realidades espaciales como un factor que condiciona la vida humana; pero nunca se atiende a la posibilidad inversa. En el terreno de la ciencia geogr4fica esta imagen espontdnea del espacio ha puesto en circulacién concepciones objetivistas 0 positivistas segtn las cuales el espacio poseeria caracteristicas esenciales, mas 0 menos fijas pero en cualquier caso independientes de las relaciones sociales y las representaciones espirituales sobre el mismo urdidas por los sujetos individuales o colectivos. Tales caracteristicas no s6lo eran fisicas; también las habia culturales, desde el momento en que una cierta configuracién del espacio fisico fomentaba -y asi se crefa- determinados comportamientos (la austeridad y el sentido civico de los montafieses, la creatividad de los 1. L'espace politique dans Ancien Régime, en Estudos em homenagem aos Profs. Manuel Paulo Meréa e Guitherme Braga da Cruz, Coimbra, Faculdade de Direito, 1984, pp. 1-58. 85 ANTONIO M. HESPANHA. riberefios, el monoteismo de los pueblos del desierto, etc.(2)) 0 sencillamente dificultaba el pleno desarrollo racional y cultural(3), Hoy en dia, por el contrario, también la geografia ha sido afectada por esta direccién de pensamiento que trata de problematizar, desenraizando su base psicoldgica y social, el pretendido cardcter objetivo de los denominados datos externos(4), En este campo propio de las entidades categoriales espacio y tiempo, fue esta tltima nocién la primera en ser relativizada). Y, tambaleado el tiempo, la nocién de espacio vino también a ser arrastrada por la misma corriente, subrayandose entonces este triple cardcter: (1) construido; (II) simbélico; (iii) heterogéneo. En resumidas cuentas, el espacio se considera ahora bajo el signo del "pluralismo" Una primera asuncion de la teoria geografica moderna consiste en afirmar que el espacio (es decir, la extensién organizada) es el producto de una practica cultural o simbélica. Las realidades espaciales, tal y como son “percibidas", no constituyen entidades objetivas, dadas de una vez por todas y dependientes de la textura especffica de la extensi6n misma; son al contrario el resultado de una practica estructurante del espiritu humano: éste no sélo acota de un modo ordenado y clasificado el material bruto de la extensién, sino que valora por afiadidura cada uno de los 6rdenes creados, jerarquizandolos®. 2. Descripcién y critica en P. CLAVAL, L’evoluzione storica della geografia umana, Milano 1974 (trad. it. aumentada de Essai sur I'évolution de la géographie humaine, Paris 1964) y Espace et territoire, Paris 1978; R. COMBA, “Il territorio come spazio vissuto. Richerche geographiche storiche nella genesi di un tema di storia sociale”, Societd e storia 11 (1981) 1 ss.; D. LOSCHAK, Espace et controle social, en JACQUES CHEVALIER (ed.), Centre, périphérie, territoire, Paris 1978, 3. Esta idea-fuerza de la "geopolitica’, que partfa de! determinismo geogrifico (para la geografia politica, sobre todo, F. RATZEL, Politische geographie, Miinchen/Leipzig 1897), alcanz6 su pleno desarrollo cuando se convirtié en una justificacién tedrica del expansionismo alemdn de los afios treinta (cf. K. HAUSHOFER, Grenzen in der deutschen Soziologie, Berlin 1927). 4. Sobre todo me refiero al movimiento de critica antipositivista en el campo de las ciencias humanas inaugurado por la escuela critica de Frankfurt (ver como texto fundamental Th. ADORNO, Der Positivismusstreit in der deutschen Soziologie, Frankfurt/Main 1969). 5. Seguramente es la teoria de la relatividad de A. Einstein la fuente de inspiracién, pero la introduccién de la idea en la teoria histérico-social se debe a F. BRAUDEL ("il n'y a pas un temps social d'une seule et simple couleé, mais un temps social a mille vitesses, & mille lenteurs"). Cf. La longue durée, en Ecrits pour histoire, Paris 1969. De todas maneras el tema habia sido lanzado a la reflexién sociolégica en el célebre articulo de E. DURKHEIM y M. MAUS, "De quelques formes primitives de classification”, L'année sociologique 6 (1903). 6. Sobre esta idea, més la descripcién de su progreso en las ciencias sociales, especialmente Ja geografia, ver la bibliografia citada en la nota 2 y H. LEFEBVRE, La production de l'espace, Paris 1974; M. CASTELLS, La question urbaine, Paris 1972; F. FOURQUER y L. MURARD, Les équipements du pouvoir, Paris 1976. 86 LA GRACIA DEL DERECHO Si se parte de estos presupuestos a la hora de analizar el espacio, se puede uno servir entonces de toda una serie de conceptos, modelos y estrategias desarrollados por la lingiifstica y la semidtica, especialmente en relacién con la historicidad de los cédigos simbélicos -y su hundimiento en prdcticas sociales (dimensién pragmatica de los signos)- 0 1a arbitrariedad de los signos -y su independencia respecto de las caracterfsticas del referente 0 designatum-), Para que estas nuevas corrientes no se confundan con otras tepresentaciones clasicas de la filosofia y de la epistemologia europeas para las cuales el espacio y el tiempo resultaban ser categorias formales ordenadoras de la mente, es preciso insistir en la primera de las ideas que acabamos de exponer; 0 sea, en la afirmacién de que el cédigo que organiza la extensién (bruta) transformandola en espacio (investido de significacién cultural)®) se entronca con la prdctica social de los hombres, entendiendo esta expresién como el conjunto de relaciones de los hombres entre sf y con su entorno. Estas relaciones no sélo se dan en el plano econémico. Esto hay que decirlo porque durante una cierta época la idea de que el espacio es una construccién humana ha sido constrefiida dentro de los limites de la practica econémica, con el resultado de que se ha estrechado en demasia la visién de esta prdctica humana otorgadora de sentido. Asi, y desde esta dptica, esas relaciones humanas estructuradoras del espacio serfan solamente -o sobre todo- relaciones econémicas de produccién, y el cédigo que otorga relevancia a la extensi6n el propio cédigo de valores econémicos (produccién- distribucién-consumo)), 7. Sobre la utilizaci6n del modelo semidtico en las ciencias sociales, cf. J. GREIMAS, Sémiotique et sciences sociales, Paris 1976, U. ECO, La struttura assente, Roma 1968. No es este el momento de citar toda la literatura al respecto, pero se debe apuntar que la estricta perspectiva semidtica no agota el anélisis simbélico del espacio; hay otras mas alejadas del andlisis simbélico que pueden ser aplicadas al andlisis del espacio, como, por ejemplo, las de M. FOUCAULT (sobre todo en su tiltima fase: Surveiller et punir. Naissance de la prision, Paris 1975; Histoire de la sexualité. 1. La volonté de savoir, Paris 1976); G. DELEUZE y F. GUATTARI (Capitalisme et schizophrénie. L’anti-oedipe, Paris 1972) y P. BOURDIEU (Ennwurf einer Theorie der Praxis, Frankfurt/Main 1979, trad. reformulada y aumentada de: Esquisse d'une théorie de la practique, précédée de trois études d'ethnologie Kabyle, Geneve 1972). 8. La distincién entre espacio” y extensién" es realizada por J. GREIMAS, Sémiorique..., cit., 129 ss.. En el discurso juridico, Baldus distinguia ya "espacio" y "territorio", considerando a este ultimo como la particién politica del espacio: "spatium terrae munitum et armatum iurisdictionis" 9. Hay que atribuir al marxismo, y especialmente a Lefebvre y Castells. el mérito de haber colocado la reflexién geogrifica en la via de una comprensién social del espacio; ahora bien, también el demérito de haber constrefiido de un modo economicista la perspectiva de andlisis. al hacer depender ta organizacién espacial de factores tales como la necesidad de liberar los factores de produccién (respecto a los limites espaciales)", las “exigencias planteadas por la lizacién del capital” o "el cardcter genérico y universal de la produccién de (en el contexto genético del espacio politico contempordneo). 87

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