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Mentalización.

Revista de psicoanálisis y psicoterapia, 6; Abril 2016 1


Psicosomática Hoy: Tercera Tópica Y Vulnerabilidad



Raquel Zonis de Zukerfeld

“Esta mañana pensé que mi
cuerpo, ese compañero fiel, ese amigo
más seguro y mejor conocido que mi
alma, no es más que un monstruo
solapado que acabará por devorar a su
amo.”

Marguerite Yourcenar, Memorias de Adriano

¿Podemos seguir hablando de enferme- intentado devolver el origen oculto de estas
dad psicosomática hoy en los comienzos de expresiones tampoco las resuelven.
la segunda década del siglo XXI?. Ya pasa- Surgen entonces dentro del psicoanálisis
ron más de 70 años de las primeras investi- las revisiones sobre el narcisismo y las pato-
gaciones y publicaciones que identificaban logías de déficit y en especial los importantes
las características de algunas enfermedades desarrollos de la Escuela Psicosomática de
calificadas como psicosomáticas. Fue en París, y en la medicina, los avances de las
1939 cuando Dunbar y Alexander escribie- neurociencias y la psiconeuroinmunoendo-
ron sus primeros artículos en la revista Psy- crinología que demuestran la influencia del
cosomatic Medicine inspirados en los desa- estrés en la respuesta corporal. Todos estos
rrollos freudianos sobre la histeria y las neu- desarrollos van poniendo en evidencia que
rosis . gran parte de las manifestaciones corporales
Alexander distinguía tres tipos de en- no constituyen un lenguaje sino más bien
fermedad psicosomática: la histeria de con- una de las tantas vicisitudes del acontecer
versión donde el síntoma habla, la neurosis traumático dentro de determinadas condi-
vegetativa en la que el conflicto psíquico se ciones psicosociales.
expresa en un trastorno funcional a través Si entendemos lo psicosomático como
del sistema nervioso autónomo y la enfer- una condición que expresa la indisoluble
medad psicosomática propiamente dicha. unidad entre mente y cuerpo este concepto
(Etchegoyen, 2005) hoy en día adquiere mayor relevancia, ya
Posteriores desarrollos de la teoría psi- que muchos de los desarrollos de las disci-
coanalítica intentaron dar cuenta de mani- plinas de la subjetividad y las investigaciones
festaciones clínicas en las que el modelo de dentro de los nuevos paradigmas de la medi-
la conversión no alcanza para comprender- cina (PNIE y neurociencias), así lo eviden-
las y en donde la interpretación del síntoma cian. Pero si queremos aludir a la singulari-
dad de un sujeto que padece una patología

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orgánica, pensamos que tenemos que hacer ma como hecho puntual prueba de ello son
algunas revisiones y actualizaciones que nos sus concepciones sobre las neurosis traumá-
alejan de los planteos sobre las “enfermeda- ticas y las neurosis de guerra. En 1926 cuan-
des psicosomáticas” y nos permitan una do elabora su la última teoría de la angustia
mayor comprensión del funcionamiento (Freud, 1926) nuevamente adquiere valor el
psíquico y de las recursivas influencias entre trauma como hecho fáctico. El yo desenca-
sujeto y medio ambiente. dena la señal de angustia para evitar verse
Para ello proponemos: invadido por la angustia automática que
1) Revalorización del concepto de provoca la situación traumática. Es el pasaje
trauma del trauma a la vivencia traumática.
2) Reformulación del modelo de apa- Posteriores desarrollos teóricos dentro
rato psíquico del psicoanálisis profundizarán esta discu-
3) Replanteo del concepto de psicoso- sión entre la importancia del hecho fáctico y
mática. sus consecuencias en el psiquismo, o el valor
4) Nueva nosología: vicisitudes de la del impacto pulsional como generador de
vulnerabilidad. fantasías, y la inclusión del otro significativo
como generador y/o modulador del impacto
1.- Revalorización Del Concepto De Trauma traumático.
Es interesante señalar que la definición
La noción de “trauma” está -como es sa- de trauma de Laplanche y Pontalis como
bido- en los inicios de los desarrollos freu- “acontecimiento de la vida de un sujeto ca-
dianos, y la producción analítica sobre su racterizado por su intensidad, la incapacidad
valor teórico y clínico ha sido extensa y con- del sujeto de responder a él adecuadamente
troversial. y el trastorno y los efectos patógenos dura-
Podemos observar como a lo largo de la deros que provoca en la organización psí-
obra de Freud el concepto de trauma atrave- quica”, evidencian con bastante claridad una
só distintas vicisitudes y la evolución del serie de confusiones entre el evento con sus
mismo está incluida en los cambios desarro- características y la subjetividad con sus po-
llados en su teoría. Desde los primeros mo- tenciales. Obsérvese que en esta definición
mentos el trauma está asociado a la etiología hay un evento “intenso” –es decir mundo
de las neurosis de transferencia y el enfoque externo-, hay una incapacidad interna y
es claramente económico. Posteriormente se además hay una presunción automática de
aleja de esta concepción económica, jerar- patología duradera Si no se diferencian estos
quiza el valor de los factores dinámicos y niveles el término “trauma” puede expresar
topológicos, abandona el rol atribuido a la cosas muy distintas.
realidad externa en la génesis del trauma El último aspecto de la definición de
privilegiando el valor de la realidad interna Laplanche y Pontalis es la idea de “efecto
que junto a la sexualidad infantil, las fanta- patógeno duradero” que entendemos ha
sías y el inconsciente dinámico constituyen dado lugar en el ámbito psicoanalítico a una
los pilares sobre los que se desarrolla el tendencia determinista que ha obstaculizado
cuerpo teórico del psicoanálisis. De todas desarrollos teóricos y abordajes clínicos. Es
maneras no abandona el interés por el trau- indudable que existe una relación fuerte en-

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tre patogénesis y efecto traumático de ciertos tiempo y espacio e impacta en el psiquismo


eventos disruptivos o en especial con la no- desorganizándolo pero permitiendo una
ción de entorno disruptivo, pero es impor- reorganización posterior gracias al desarro-
tante cuestionar ciertas linealidades persis- llo de mecanismos de defensa. Pero si se
tentes. sostiene en el tiempo o se repite implica dis-
En este sentido son interesantes los tress y sobrecarga adaptativa que puede de-
desarrollos de Benyakar que diferencian rivar en vivencia traumática
claramente lo disruptivo de lo traumático: En la vivencia traumática el evento y/o
“Sin embargo, una situación nunca es trau- entorno resulta irrepresentable o rompe la
mática per se, ya que traumático nombra un articulación existente entre afecto y repre-
determinado tipo de falla en la elaboración sentación y que se conserva en el psiquismo
psíquica, no vinculada a priori a ningún he- como hecho no elaborado ni elaborable
cho en especial” y más adelante: “Una situa- (quiste o introducto, Benyakar, 2005). Se
ción disruptiva habrá sido traumatogénica sostiene junto a vivencias de desamparo y/o
en la medida que haya actuado impidiendo desvalimiento y/o de vacío. En este sentido
la normal articulación entre afectos y repre- es importante señalar la dimensión relacio-
sentaciones y que, como consecuencia haya nal que adquiere el concepto de trauma, de
provocado el colapso de la relaciones entre tal manera que para que la desarticulación o
lo psíquico, los social, lo temporal y lo espa- la imposibilidad de inscripción se produzca
cial. (Benyakar, Lezica, 2005) tenemos que pensar un contexto de déficit o
Es esta diferenciación entre evento y sus ausencia tanto de objeto interno como ex-
consecuencias en el psiquismo, y entre he- terno. Se trata de una subjetividad injuriada
cho y trauma lo que nos llevó a incluir el donde el funcionamiento psíquico implica
término de adversidad. En un sentido etimo- una dinámica con predominio de la descarga
lógico este término se refiere a aquello que y la presencia de angustia automática.
se presenta como contrario a alguien o a un
determinado devenir. En términos generales 2. Reformulación del modelo de aparato
está asociado a lo que Benyakar denomina psíquico
fáctico disruptivo- aquello que está más allá
2.1. En los inicios de sus estudios psico-
de la representación psíquica- y se refiere
tanto al evento o al entorno disruptivo. Las patológicos Freud planteó con toda claridad
consecuencias que estos sucesos o entorno que en toda neurosis de transferencia existía
adverso generan en el funcionamiento psí- un núcleo de neurosis actual. Es decir: en
quico constituyen las vivencias y es lo que toda manifestación de alta jerarquía simbóli-
otorga la singularidad al suceso. La vivencia ca hay algo “inadmisible a la simbolización”,
produce la articulación entre un afecto y una es decir algo no interpretable en el sentido
representación. Implica una percepción sub- de no descifrable porque nunca se cifró. Pe-
jetiva de verbalización variable. ro los modelos freudianos del aparato psí-
Un mismo estímulo adverso puede oca- quico no parecieron incluir ese núcleo que
sionar una vivencia estresante o traumática tan tempranamente Freud había alertado en
en diferentes sujetos. En la vivencia de estrés su clínica porque en realidad hasta 1927
el evento y/o entorno está circunscrito en existió un inconsciente único basado exclu-

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sivamente en la dinámica de la represión. carencias y hay excesos Esto implica que


Esto no se modificó ni con la introducción coexistirá para siempre aquello que ingresa
del narcisismo ni con el más allá de 1920. en la órbita del deseo y la castración, es decir
Pero ya por esa fecha los desarrollos sobre la las leyes del Edipo, con aquello que queda
perversión dieron lugar a la formulación apartado, no reprimido, es decir lo que lla-
freudiana de la escisión y la coexistencia. mamos escindido.
Ahora spaltung no separa solo un “arriba de Esto implica también que existe desde el
un “abajo” sino que plantea existencias si- vamos una heterogeneidad inconsciente
multáneas en un mismo plano. radical, es decir distintos modos de proce-
Consideramos entonces que indepen- samientos inconscientes en la patología, en
dientemente de cómo se establezca su origen la salud y en la cotidianeidad de las memo-
se trata de la “coexistencia de dos posturas rias declarativas y las implícitas, del recuerdo
psíquicas” una que gira alrededor del Ideal narrado y de la memoria del cuerpo. Esta
del Yo donde opera la represión y es la fuen- coexistencia de lo reprimido con lo incons-
te de la intersubjetividad y otra – apartada, ciente escindido, es lo que entendemos co-
escindida- que es la sede de la desmentida mo “tercera tópica”. (ver Figura 1). Esta re-
radical y a su vez ha sido constituida por visión metapsicológica implica a su vez un
ella: el Yo Ideal permanente, monádico y punto de articulación posible –y complejo-
duplicante y de pura descarga que no reco- tanto con las neurociencias como con las
noce la alteridad. Y con esto queremos decir llamadas disciplinas de la subjetividad. Se
que en todo acto psíquico, en todo producto trata de una concepción teórico-clínica de
de la subjetividad y en su misma construc- tres espacios psíquicos que extiende la no-
ción, conviven constantemente el enmasca- ción de inconsciente dentro de una tópica de
ramiento represivo y la eficacia de lo no re- sesgo freudiano sosteniendo la universalidad
presentable asociado a la pregnancia inevi- y la coexistencia de procesos inconscientes
table del narcisismo tanático. Desde allí con- que determinan que todos sus productos
viene recordar que entre la primera y segun- expresen esta coexistencia. En ella además
da tópica Freud introdujo el narcisismo pero describimos tres dinamismos: el clásico de la
que este no tuvo su figuración tópica. represión (1) que determina qué accede y
“Pensamos la escisión no solo como un cómo a la conciencia, el de la escisión (2)
mecanismo de defensa, sino también como como vaivén que determina el predominio
un mecanismo estructurante y universal en la percepción de aquello expresable en el
solidario de la represión primaria. Es un orden de la palabra y/o de aquello inefable
apartamiento que permite una diferencia- propio del orden somático y del acto, y fi-
ción.” (Zukerfeld, & Zonis Zukerfeld, 2005) nalmente la dinámica vinculante de los pro-
2.2 Tanto la pulsión con su anclaje so- cesos terciarios (3) que ponen en relación a
mático, como la condición siempre injusta esos dos órdenes. Esta última dinámica
del objeto auxiliar inexorablemente generan constituye la articulación de lo representable
magnitudes no ligables que dejan huellas y la riqueza fantasmática del Prec. con lo que
activables pero no evocables. Esto significa se encuentra escindido: es justamente el
que tanto vía naturaleza y vía cultura hay campo donde se desarrolla lo que denomi-
namos el potencial heurístico del sujeto a

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través del lazo social con el otro, es decir el apartamiento o separación originaria, uni-
campo de la creación de lo nuevo. No se versal y persistente que implica la posibili-
trata aquí solo de descifrar sino de crear, de dad de puentes no reduccionistas con otras
inventar un sentido, de generar una narrati- disciplinas que se ocupan de la mente y de la
va verosímil y compartida, lo que es posible construcción de subjetividad (v.g. neuro-
solo en transferencia con un vínculo signifi- ciencias). En esta concepción no hay un cen-
cativo. La importancia -a nuestro modo de tro y por tanto no hay bordes sino que el
ver- de introducir lo escindido como fun- descentramiento y la complejidad es intrín-
dante y estructurante es jerarquizarlo como seca al funcionamiento psíquico.

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ras somáticas, transfiriendo valores afectivos


3.-Replanteo del concepto de psicosomática a las funciones somáticas. (Calatroni, M. T,
1998)
3.1. Cuerpo y psiquismo: un enlace El desarrollo individual parte de lo so-
metafórico mático para dirigirse progresivamente hacia
lo psíquico y la organización psíquica ocupa
Freud (1915), en Los instintos y sus des-
la cumbre de la jerarquía funcional. En ge-
tinos propone a la pulsión como enlace entre
neral Marty propone un dualismo pulsional
lo anímico y lo somático. Esta pulsión pro-
y una unidad psiquesoma, por eso no habla
viene del interior del cuerpo, pero cuando se
de enfermedad psicosomática porque sostie-
acerca al psiquismo adquiere el estatuto de
ne que todo el funcionamiento humano es
representante psíquico. Lo psíquico sufre la
psicosomático. Pero hay un punto donde
cantidad venida del cuerpo al que está liga-
Marty (1992) propone una ruptura en esta
do; en este sentido está al servicio de lo cor-
jerarquía funcional y es en la explicación de
poral, un esclavo al que se le impone la fuer-
las enfermedades graves (v.g. sida, enferme-
za de un amo que lo hace trabajar.
dades autoinmunes y cáncer) que se presen-
En el caso Dora propone la existencia de
tan como una organización propia alejada
una complacencia somática en la génesis del
de la jerarquía psicosomática. En estos casos
síntoma histérico, vinculándola a un órgano
el soma aparece escindido de una organiza-
o función corporal que será soporte del enla-
ción psicosomática. Pero lo que es necesario
ce simbólico inconsciente constituyendo esa
destacar en esta postura teórica es que la
particular transacción que es el síntoma
patología somática se da dentro de lo que
conversivo. Es así que el cuerpo del que ha-
ellos denominan estructura psicosomática,
bla Freud es un cuerpo que expresa y relata
caracterizada por un nivel de mentalización,
un conflicto psíquico utilizando un lenguaje
tipos de fijaciones y predominio de angus-
corporal que se presta a ser decodificado.
tias anobjetales y que demostraron en dife-
Este es el cuerpo que durante muchos años
rentes investigaciones y observaciones clíni-
interesó al psicoanálisis
cas.
3.2. La psicosomática psicoanalítica- 3.2.2. Green, (1990) menciona cuatro
Desarrollos post- freudianos mecanismos de defensa contra la regresión
fusional, los dos primeros son de cortocir-
3.2.1 Pierre Marty en los finales de la dé- cuito psíquico, uno de ellos, la exclusión
cada del 60 ha sido uno de los creadores de somática está claramente diferenciado del
este campo teórico–clínico que es la psico- mecanismo de la conversión; aquí el conflic-
somática psicoanalítica. Alejado del modelo to se disocia de la esfera psíquica, derivándo-
de la neurosis o los tipos de personalidad se al soma (y no al cuerpo libidinal) produ-
descriptos por el grupo de Chicago propone ciendo una disociación psique – soma. Su
un déficit en la mentalización que deja al resultado es una formación asimbólica,
cuerpo como único escenario pulsional. Al donde la energía libidinal se transforma en
compartir una energética común psique y energía neutralizada puramente somática
soma se posibilita que el sistema de fijación - que puede poner en riesgo la vida del sujeto.
regresión atraviese al yo y llegue a investidu- Para Green es un recurso defensivo que pro-

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tege al yo del encuentro destructivo con el mente en el camino de la no integración.


objeto, constituyendo un verdadero “acting 3.2.5. Liberman (1982) Desarrolló las condi-
out” dirigido al cuerpo no libidinal. ciones evolutivas psicológicas y ambientales
3.2.3. McDougall (1991) sostiene que el vinculadas al paciente sobreadaptado que
cuerpo psicosomático está decatectizado, sus somatiza. Con la intención de cumplir con el
mensajes no son recibidos como portadores Ideal exigente de sus padres, son pacientes
de pulsiones prohibidas como ocurre en el que presentan un tipo de “acomodación”
cuerpo neurótico, ni vividos con un senti- acelerada a la realidad externa y desapegada
miento de ajenidad como ocurre en el cuer- de la realidad psíquica, generando lo que
po psicótico. Aquí lo que sucede es que los Liberman denomina “self ambiental so-
representantes psíquicos del soma son dene- breadaptado” y “self corporal sojuzgado”. De
gados, considerados como inexistentes o esta manera para obtener su objetivo llegan a
sofocados, carentes de significación. De la la negación de las emociones que pudieran
misma manera el vínculo con los otros se poner en riesgo su logro. La hiperadaptación
torna desafectivizado, reproduciendo la mo- a la realidad externa produce la disociación
dalidad de relación que tiene con su propio de sus vivencias emocionales, restricción
cuerpo. creativa, pérdida de la capacidad de fanta-
3.2.4. Winnicott, (1982) propone el tér- sear e imaginar y en este contexto emerge el
mino “psico – somático” como un vocablo síntoma somático. El órgano enfermo es el
que describe determinados estados clínicos, intento de recuperar la unidad psicosomáti-
un guión que junta y separa no solo la mani- ca disociada.
festación sintomática del paciente sino tam- 3.2.6 Hasta aquí hemos presentado dife-
bién los dos aspectos de la práctica clínica. rentes posturas acerca de la psicosomática
Plantea la disociación del paciente que pade- donde la mayoría de los autores diferencian
ce una patología psicosomática y llega a de- el cuerpo erógeno del soma. Por un lado
cir que la verdadera enfermedad es la persis- tenemos el cuerpo con sus elementos articu-
tencia de una escisión en la organización del ladores, las pulsiones, éstas a su vez, en la
yo del paciente, “[...] La escisión, por cierto, frontera con el psiquismo se imponen como
es tal que separa el cuidado físico de la com- una exigencia de trabajo y sufrirán diferen-
prensión intelectual; y lo que es más impor- tes vicisitudes acordes con su constitución y
tante separa la atención -psique de la aten- la singularidad histórica-vivencial del sujeto,
ción –soma.” El cuerpo en la enfermedad como es sabido, clásicamente son estas vici-
psicosomática está disociado de la psiquis, a situdes las que constituyen el núcleo concep-
diferencia de las patologías funcionales don- tual etiopatogénico de las psiconeurosis. En
de el cuerpo está involucrado en procesos este breve recorrido hemos visto también
emocionales y conflictos mentales. Si la ten- cómo estos autores entienden la vinculación
dencia normal en cada individuo es lograr la psiquesoma, y el estatus que adquiere el
unidad psiquesoma, integración que se logra cuerpo en la constitución del síntoma. Lo
a partir del reforzamiento materno, la en- que vemos en común es que estos planteos
fermedad psico-somática expresa un estado son en general exclusivamente psicogenéti-
regresivo, una defensa que lo coloca nueva- cos: disociación, psiquismo aplastado, cuer-
po decatectizado, o mecanismo de defensa

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frente al dolor psíquico o al riesgo de perder expresan la unión, intercambio y transfor-


la integración yóica. La disociación cuerpo mación constante y compleja de los elemen-
erógeno del soma puede ocultar en el fondo tos que lo integran.
un pensamiento cartesiano y sostener en Por eso si tuviéramos ahora que delimi-
cierta medida un criterio “neuróticocéntri- tar a lo llamado por tradición “psicosomáti-
co” a pesar que claramente, los autores antes ca” lo centraríamos alrededor de la noción
citados diferencian lo conversivo de otros de vulnerabilidad somática, de modo tal que
mecanismos. este campo sería definido como aquél donde
En estos planteos es la mente la que in- se estudia cómo y por qué aumenta o dismi-
fluye en el cuerpo de distintos modos , pero nuye la vulnerabilidad de un sujeto a que su
¿qué pasa cuando es el cuerpo el que envía cuerpo se deteriore antes de lo que indican
mensajes -a través de las sustancias que lo las condiciones determinadas por la especie,
componen- a la mente y provoca cambios incluyendo sus secuelas y las formas de
afectivos, conductuales o ideativos?. diagnosticarlo, prevenirlo y tratarlo. Es así
Pensar la doble vía y su constante recur- que hoy en día este campo es por definición
sividad es una tarea necesaria y permanente interdisciplinario. Por otra parte es impor-
para el pensamiento psicoanalítico, tanto tante recordar cómo ha variado la constitu-
para evitar ingenuidades teóricas como para ción de la subjetividad, y también los para-
preservarse de iatrogenias no admitidas. digmas médicos en menos de un siglo con
En este sentido entendemos lo psicoso- todo lo que esto implica como representa-
mático como la vinculación entre el cuerpo y ción social de la enfermedad, en una época
la mente donde es importante tratar de donde un enfermo suele convertirse en un
comprender cómo incide el funcionamiento consumidor de servicios más que en un pro-
corporal en procesos complejos de la mente tagonista del proceso de la cura.
y cómo las funciones de la mente generan
consecuencias en el cuerpo en un feedback 3.3 Vulnerabilidad
recursivo y constante que nos aleja de postu- Es en este contexto que creemos impor-
ras deterministas y estructurales. En este tante para el psicoanálisis tener en cuenta el
sentido Bernardi (2002) cuestiona la distin- valor de la noción de vulnerabilidad como
ción entre cuerpo y psiquis “[...] cuestione- una categoría que alude a la probabilidad de
mos esta distinción postulando un cuerpo respuestas disfuncionales somáticas y com-
viviente y un psiquismo encarnado y reco- portamentales frente a factores de estrés o
nozcamos en las fronteras entre ambos la condiciones de adversidad. Es decir que
existencia de zonas de superposición y tie- existen sujetos que enferman más fácilmente
rras de nadie.” que otros o que padeciendo la misma enfer-
Por tal motivo en otro trabajo (Zonis medad tienen más complicaciones o respon-
Zukerfeld, R., 2012) utilizamos el concepto den peor a las intervenciones terapéuticas. Si
de “mente corporizada” de Riera (Riera, R, un psicoanalista supone que en el desarrollo
2011), pero lo ampliamos al de “cuerpo de una enfermedad intervienen factores psi-
mentalizado” enfatizando el concepto de un cológicos la pregunta entonces es ¿de qué
sistema abierto, funcional y cambiante que

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condiciones de funcionamiento psíquico Definido así este constructo entendemos


depende esto? que sería dependiente de tres conjuntos de
En trabajos anteriores (Zukerfeld & Zo- factores (ver Figura 2):
nis Zukerfeld, 1999) hemos planteado que a) la historia singular de acontecimien-
desde el punto de vista psicoanalítico la vul- tos traumáticos tempranos y tardíos:
nerabilidad somática podría entenderse co- es indispensable la jerarquización de
mo el resultado de la cristalización de un la noción de trauma y su relación con
modo de funcionamiento psíquico universal la angustia automática para explicar
que consideramos propio del inconsciente la vulnerabilidad. Pero esta noción
escindido , es decir de lo irrepresentable1, no debe quedar limitada a la primera
que solo consiste de huellas activables pero infancia sino que debe incluir los
no evocables producto de las vivencias eventos posteriores en especial la no-
traumáticas. (ver 2.2 y fig.1 ) Este funciona- ción de trauma acumulativo de M.
miento coexiste con el organizado alrededor Kahn.
del conflicto y la represión, que en las neu- b) la condición de calidad de vida al-
rociencias está asociado a las memorias de- canzada: todas las variables que se es-
clarativas propias del circuito hipocampo- tudian en las ciencias de la salud en
cortical. En cambio el funcionamiento es- relación con el estado objetivo de la
cindido conviene entenderlo como de pre- vida de un sujeto y en especial con la
dominio de la memoria emocional implícita percepción subjetiva de bienestar in-
del circuito amigdalino-hipotalámico Este fluyen para determinar su vulnerabi-
predominio cuando alcanza cierta cristaliza- lidad- Asociado con esto se observará
ción define lo que entendemos como vulne- la presencia, o no, de conductas salu-
rabilidad cuya expresión clínica habitual es dables que contribuyen a la calidad
la precariedad de la vida fantasmática, una de vida y que dependen también de
tendencia a la descarga y una carencia de los recursos yóicos con los que cuen-
recursos del Yo que incluye distorsiones te el sujeto.
cognitivas, dificultad en la elaboración de c) en especial las características históri-
duelos y estilos de afrontamiento inadecua- cas y actuales de la red de vínculos
dos. intersubjetivos con su valor de sostén
e identificatorio portador de los idea-
les culturales dominantes2. Esta red
vincular se percibe subjetivamente en

última instancia como apoyo o como

stress y es decisiva para considerar la
1
En toda la historia del psicoanálisis creemos que lo
que entendemos como inconsciente escindido ha
recibido distintos nombres que van desde la pantalla
2
beta de Bion hasta lo originario de Aulagnier y desde Se trataría a nuestro modo de ver de las ofertas
el teatro de lo imposible de Mc Dougall hasta lo que una determinada cultura realiza para regular la
incógnito de Rosolato, incluyendo lo negativo en autoestima de sus integrantes. Adquieren distinta
Green, Missenard y diversas e importantes ideas al relevancia si su subjetivaciónes vía Ideal del Yo o si
respecto de Botella, Kaës y Rousillon se asimilan al Yo Ideal.

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vulnerabilidad de un sujeto determi- rrencia o no con factores de tres ordenes


nado o de un grupo social. Por otra diferentes: aquellos que modernamente se
parte son la redes vinculares las que describen como biológicos (incluyen lo ge-
brindarán modelos identificatorios nético, lo congénito y lo adquirido en el
acerca del valor subjetivo de enfer- primer año de vida), los que las ciencias so-
mar, las modalidades del enfermar y ciales y el psicoanálisis pueden definir como
las conductas de autocuidado. ideales culturales dominantes y los que la
Las variables mencionadas no son facto- medicina actual define como conductas sa-
res de riesgo en el sentido médico tradicio- ludables. Los dos primeros factores otorgan
nal del término, sino más bien una constela- especificidad para determinadas patologías
ción compleja y recursiva de factores donde (ej. especificidad genética de la diabetes tipo
la enfermedad ya constituida se convierte en I o de la hipertensión; especificidad sociocul-
suceso traumático, altera la calidad de vida y tural del ideal de delgadez en la anorexia
la red vincular. Por otra parte lo que enten- nerviosa o del ideal de eficientismo en la
demos como vulnerabilidad –un predomi- patología cardíaca) y las conductas saluda-
nio psíquico- es una condición inespecífica bles cuando existen tienen que ver con la
porque no determina desarrollo hacia tal o posibilidad de recuperación y/o con la per-
cual patología. Consiste en realidad en un petuación de la enfermedad.
potencial que puede manifestarse en concu-

Figura 2 Modelo General de vulnerabilidad

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minio y cristalización de un modo de fun-


4. Nueva nosología. Vicisitudes de la cionamiento psíquico.
vulnerabilidad 4.1.2 El VA es una condición que en
principio tiene escaso sufrimiento subjetivo
4.1 Modelo categorial en el sentido de conflicto intrapsíquico,
aunque su propio funcionamiento psíquico
La introducción en la teoría de este
predominante suele implicar conflictos con
constructo permite entonces en la clínica
la realidad externa y en los vínculos inter-
una revisión de las categorías sano – enfer-
subjetivos. Desde la perspectiva médica no
mo reformuladas ahora en términos de cua-
tiene enfermedad pero puede presentar los
tro tipos: sujetos vulnerables – sintomáticos
factores que se describen como de riesgo
(VS), vulnerables – asintomáticos (VA), no (alexitimia, ansiedad difusa, depresión esen-
vulnerables –sintomáticos (NVS) y no vul- cial, sobreadaptación, etc.) Pertenece al
nerables – asintomáticos (NVA) Es impor- campo de la psicosomática desde el momen-
tante aclarar aquí que el sentido del término to que esta pertenencia se define por el pre-
“sintomático” alude a síntomas y signos que dominio de un funcionamiento psíquico
se explican médicamente3. aunque no tenga ni úlcera ni cáncer No hay
4.1.1. El VS es lo que se entiende como enfermedad, pero entendemos que para un
un sujeto que padece una condición que psicoanalista habría un enfermo.
puede considerarse como enferma para la 4.1.3 El NVS es la manera de darle nom-
medicina con o sin componentes subjetivos bre en esta categorización discreta, al pre-
de malestar, que incluyen también la repre- dominio del modo de funcionamiento orga-
sentación social de la enfermedad, pero en el nizado por lo reprimido-represor. Aquí se
que puede describirse el funcionamiento que da el fenómeno inverso del caso anterior ya
hemos caracterizado anteriormente como que habría una enfermedad y no habría un
vulnerable. Este sería para las clasificaciones “enfermo psicosomático” tanto en una mu-
tradicionales el “enfermo psicosomático”, jer con diabetes como en un hombre con
sin importar para esta caracterización el tipo hipertensión Existe sintomatología y la me-
de enfermedad diagnosticada por la medici- dicina le da la categoría de enfermedad o
na ya que aquí puede estar incluido desde un síndrome, pero en el funcionamiento psí-
hombre joven con una úlcera hasta una mu- quico no existen cristalizaciones como las
jer con cáncer de mama. Existe una enfer- descriptas en 3.3. Modernamente este con-
medad y existe un enfermo que los psicoana- junto como tal es enfocado con procedi-
listas caracterizamos como tal por el predo- mientos de educación terapéutica para las
enfermedades crónicas que suelen incluir
técnicas de automonitoreo y jerarquizar el
autocuidado responsable4. Pero la magnitud
3
No se refiere a síntoma en el sentido psicoanalítico.
Por otra parte en todas las categorías pueden haber
síntomas neuróticos como expresión independiente
4
del funcionamiento coexistente y universal de lo Como por ejemplo el modelo de Assal (1992) para
reprimido-represor. la diabetes y todos los programas

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de los síntomas, su representación social (no existencia de proyectos vitales, percepción


es lo mismo SIDA que hipertensión), su re- subjetiva de ayuda, buen humor, afronta-
lación con condiciones genéticas y con idea- miento mental del dolor y autocontrol. Este
les culturales dominantes (no es lo mismo patrón coincidió en varios aspectos con el
obesidad que asma), pueden adquirir valor obtenido por los investigadores de los aspec-
traumático, alterar la calidad de vida y la red tos psicosociales del constructo resiliencia
vincular. En la medida que esto suceda (de- definida como “el proceso o la capacidad
pendiendo de tipo de enfermedad y contex- para desarrollar una adaptación exitosa en
to) pueden activarse los mecanismos propios circunstancias asociadas con disfunción psi-
de lo escindido e incrementarse la vulnerabi- cológica y baja competencia” (Rutter, 1987;
lidad en un segundo momento pasando el Fonagy, Steele, Steele, Higgitt, &Target,
sujeto ahora a la categoría VS. 1994) y también “como la capacidad huma-
En definitiva ser vulnerable desde el na de enfrentar, sobreponerse y ser fortale-
punto de vista psicoanalítico alude a un pre- cido o transformado por experiencias de
dominio en un modo de funcionamiento adversidad” (Grotberg,2001 ) Se trata de una
psíquico que puede darse en sujetos médi- noción que fue descripta inicialmente en
camente sanos o enfermos de cualquier pa- niños que han tenido desarrollos adaptativos
tología, asumiendo que además de la evolu- exitosos pese a condiciones de contexto muy
ción intrínseca de la enfermedad existe una adversas que predecían lo contrario. Poste-
condición subjetiva singular que influye en riormente se extiende a sujetos de cualquier
su pronóstico. En principio la intervención edad en distintas condiciones contextuales.
médica tradicional tiende a eliminar, dismi- Existen distintos enfoques desde perspecti-
nuir o controlar los signos y síntomas de vas biológicas, sociales y psicológicas pero
enfermedad médica (de sintomático a asin- para la investigación psicoanalítica es parti-
tomático) y la intervención psicoterapéutica cularmente interesante el estudio ideográfico
a disminuir la vulnerabilidad de Stein, Fonagy, Ferguson y Wisman,
(2000) en el llamado caso Billy. En este caso
4.2 Resiliencia los autores demuestran la importancia de los
Pero también existen sujetos que la me- vínculos y de encontrar figuras de apego
dicina define como sanos y que en la clasifi- para el desarrollo adecuado de un niño que
cación categorial descripta corresponden a padeció abusos, que tenía un notable retraso
los NVA. En una investigación empírico y cuyo pronóstico psiquiátrico era la esqui-
sistemática realizada en la Universidad de zofrenia Por otra parte los desarrollos de
Buenos Aires, encontramos un patrón co- Fonagy et al de la noción de función reflexi-
mún en este subgrupo constituido por la va en relación con la de apego seguro impli-
ca que el sujeto perciba en el estado mental
de su cuidador (o de su vínculo significativo)
una imagen de sí mismo como deseante, con
creencias y características propias, lo que es
psicoeducacionales para enfermos crónicos que
funcionan a partir de las nociones de aceptación y
central en la constitución del self. En térmi-
recuperación de la enfermedad con énfasis en los nos generales cuando se estudian los funda-
dispositivos grupales y en la autogestión. mentos psicológicos del concepto de resi-

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liencia se privilegia la interacción con otro Marty et al– implican procesamientos que
que garantice reconocimiento y la constitu- cuando predominan constituyen un funcio-
ción de la autoestima en relación con el hu- namiento inconsciente protector. Este fun-
mor y la creatividad. (Melillo, Suarez Ojeda, cionamiento disminuye la respuesta somáti-
2001) ca, deviene además en transformador, modi-
fica la realidad hostil en relación a la fluidez
4.3 Modelo dimensional (en contraposición con la cristalización) de
En la actualidad pensamos entonces que sus dinamismos.
puede haber cierta continuidad entre vulne- 4- 3.2 Los recursos del Yo definen la
rabilidad y resiliencia que se define en reali- manera en que un sujeto evalúa y responde a
dad en tres ejes: funcionamiento mental, los sucesos vitales y las características de
recursos del Yo y vínculos intersubjeti- estas respuestas influyen en su condición de
vos.(ver Figura 3) más vulnerable o más resiliente. Aquí es
4-3.1. Desde una perspectiva de interac- donde se plantea la relación entre defensa y
ción entre el psicoanálisis moderno y las el mecanismo cognitivo comportamental
ciencias de la salud puede pensarse el fun- conocido como afrontamiento. En términos
cionamiento mental de un sujeto en un gra- generales lo que se llama defensa es incons-
diente que iría desde lo que entendemos ciente, asociado al conflicto interno y con
como funcionamientos de riesgo a lo que cierto sesgo patológico. En cambio el afron-
suponemos como funcionamientos protec- tamiento sería preconsciente-consciente,
tores y transformadores. El funcionamiento frente a un factor externo y con sesgo adap-
de riesgo corresponde clínicamente a lo que tativo-saludable. Pero esta esquemática dife-
la Escuela Psicosomática de París llama esca- renciación -e inclusive el repertorio de me-
sa o incierta mentalización y define en tér- canismos involucrados- se solapa en la teoría
minos de vida operatoria, depresión esencial y en la clínica desde el momento que la eva-
y/o alexitimia Estas serían las manifestacio- luación y los esfuerzos frente al estímulo
nes clínicas de lo que entendemos como externo están influidos por el conflicto in-
predominio de lo inconsciente escindido, terno5. De allí que como señalan Varela y
predominio que puede culminar en una cris- Bernardi (2001) citando a Vaillant “las de-
talización. En estas condiciones las respues- fensas afrontan y el afrontamiento defien-
tas del sujeto a lo que genéricamente se co- de”. Inclusive estos autores señalan que “los
nocen como factores de stress, tienden a ser mecanismos de defensa pueden ser indica-
“amigdalinas. Esto implica que un estímulo dores de psicopatología pero también tienen
que en otras condiciones provocaría una aspectos saludables y que en realidad las
señal para poner en juego los mecanismos de
defensa, en esta condición provocarían res-
puestas del orden de la angustia automática, 5
La definición de afrontamiento de Lazarus (1986) se
es decir la imposibilidad de ligadura repre-
refiere a “esfuerzos cogntivos y conductuales,
sentacional En sentido inverso la riqueza de constantemente cambiantes que se desarrollan para
la vida fantasmática y la complejidad y flui- manejar las demandas específicas externas y/o
dez del preconsciente – como describen internas que son evaluadas como excedentes o
desbordantes de los recursos del sujeto”

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defensas y el coping pueden ser considera- su historia y actualidad vincular. Podemos,


dos como procesos diferenciados dentro del en principio, partir de la caracterización que
fenómeno más vasto de la adaptación. realiza Freud del lugar del otro en la vida
Así es que en la interface psicoanálisis- subjetiva como auxiliar, modelo, objeto y
ciencias de la salud el estudio de los estilos rival. Mas modernamente entendemos que
de afrontamiento adquiere relevancia desde el otro como objeto de satisfacción y como
el momento que la respuesta somática al rival fundamenta la ambivalencia presente
stress crónico y repetido6 expresaría cierto en todos los vínculos y el otro como modelo
fracaso en poder transformar una cantidad está relacionado con los enunciados identifi-
en un proceso representacional. Por eso es catorios involucrados en los ideales cultura-
que en este modelo dimensional lo más im- les dominantes.
portante es establecer si los estilos de afron- Pero el otro como auxiliar es el que crea
tamiento son adecuados para cada suceso las posibilidades de desarrollar un apego
y/o amenaza. Por lo general lo que se puede seguro y una percepción subjetiva de sostén.
afirmar es que en realidad la escasez o la Estas serían las condiciones fundamentales
estereotipia de recursos tiende a ser patoló- específicas externas y/o internas que son
gica y la variabilidad impresiona como más evaluadas como excedentes o desbordantes
saludable o adecuada. Esto quiere decir que de los recursos del sujeto” para que un sujeto
se trata de la relación entre cristalización y con funcionamientos de riesgo –es decir
fluidez. Esta última la entendemos como vulnerable- pueda llegar a desarrollar actitu-
saludable porque significa que dependiendo des y comportamientos resilientes que sue-
del tipo de suceso, de su magnitud y de su len incluir estilos de afrontamiento adecua-
oportunidad el mecanismo en juego será dos. En la figura 3 se puede observar que el
distinto. La desmentida de las consecuencias vector vincular es el que daría la posibilidad
de un infarto cardíaco cambian su signo si de evolucionar de la vulnerabilidad a la resi-
funciona como recurso antes del infarto, en liencia. En ese sentido este modelo quiere
la sala de terapia intensiva o un mes después. poner en evidencia el valor de los vínculos
Así es que se puede plantear que la tendencia tardíos, de las figuras de apego sustitutivas y
patológica se podría evaluar aún antes de su de todo lo que significan adquisiciones en
evidencia –la sintomatología somática- por vínculos intersubjetivos significativos.
los indicadores de escasez, rigidez o falta de En este esquema se puede observar
oportunidad. además de los desarrollos resilientes y vulne-
4.3.3. La hipótesis principal que plan- rables otras dos vicisitudes: a) la Resolución
teamos es que la vulnerabilidad y la resilien- Aquiléica o “posición subjetiva aquileica
cia de un sujeto dependen principalmente de (PSA)”. Su nombre se debe al estudio psi-
coanalítico que hemos realizado sobre la
leyenda de Aquiles, el vulnerable que se

siente invulnerable, el desvalido que necesita
6
Las ideas de Mc Ewen (1998) sobre la sobrecarga de la gloria que le impone el deseo de su
alostática se relacionan con esta problemática desde
madre, la diosa contrariada Tetis.
una perspectiva fisiológica La PSA la definimos como la condición
subjetiva que implica vulnerabilidad equili-

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brada o compensada por la obediencia a rio o el modelo de cambio a intentar frente a


ideales culturales dominantes. Se trata en la la adversidad.
actualidad de armaduras de eficientismo e b) Resolución Neurótica: El término
inmediatez frente a la adversidad dominados alude genéricamente a la existencia de sín-
por un yo ideal o un ideal del yo tanático tomas que expresan conflicto, que implican
donde no existe posibilidad de transforma- resignificación y que se manifiestan de dis-
ción alguna. Estas armaduras intentan cu- tintos modos de acuerdo a la historia subje-
brirlo todo menos brindar el amparo necesa- tiva.

Figura 3. Modelo dimensional: de la vulnerabilidad a la resiliencia

Esto quiere decir que siempre hay posi- definimos tanto la presencia como la interio-
bilidades de nuevos desarrollos en condicio- rización de relaciones significativas que se
nes adversas o existiendo una historia de traducen en una percepción de apoyo y/o
adversidad, en la medida que exista lo que stress de magnitudes variables. El concepto
entendemos como red vincular. Como tal de apoyo incluye tener tanto a quien recurrir

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como en quién pensar para sentirse recon- Marrone reseña también diversos estu-
fortado o motivado e incluye aspectos emo- dios sobre los tipos de apego y su relación
cionales, informacionales y tangibles con las neurociencias y con las respuestas
(Schaefer et al, 1982); el concepto de stress neurofisiológicas y el campo de la psicoso-
incluye tanto los vínculos hostiles, exigentes mática.
o confusos como la sensación de no tener a En este sentido son interesantes los
quién recurrir. Ambos aspectos determinan aportes de Ciechanovsky et al (2001,2002)
un balance que da lugar a la percepción de quienes utilizando el RQ-RSQ plantearon
sostén. que el apego inseguro-distante o desenten-
El otro componente del vector vincular dido se asocia con menor adherencia al tra-
lo constituye las características del apego que tamiento y peores niveles de glucosa en pa-
desde las trascendentales investigaciones de cientes diabéticos, y que en pacientes con
Bowlby se refiere a la tendencia primaria a hepatitis C los sujetos con apegos inseguros
buscar contacto y apoyo y crear lazos afecti- del tipo temeroso y preocupado, tienen más
vos intensos con personas significativas, síntomas inexplicables que los que fueron
independientemente de la necesidad nutri- considerados con apego seguro
cional o el deseo sexual. Las características 4.3.4. Aplicación clínica del modelo di-
del apego se manifiestan en las modalidades mensional. Presentaré la síntesis de dos ca-
de establecimiento de vínculos, en los meca- sos clínicos que tienen en común el padeci-
nismos de defensa, en el modo de procesa- miento de una enfermedad oncológica seve-
miento de las pérdidas y en las estructuras ra con evoluciones y procesos terapéuticos
cognitivas y narrativas del sujeto. (Bowlby, distintos. Por otra parte - además de la tarea
1980). Marrone (2001) realiza una clara re- clínica habitual- se ha puesto a prueba la
seña de los tipos de apego o disposiciones impresión clínica de terapeutas y supervisor8
originales que eran tres: seguro o autónomo utilizando el modelo dimensional con el que
o equilibrado, evitativo o elusivo o distante, estudiamos vulnerabilidad y resiliencia. (ver
y preocupado o ambivalente. A partir de 4.3) Se trata de estudios de caso único donde
estudios con la Entrevista de Apego para se evalúan los procesos y los resultados tera-
Adultos se establecieron dos tipos más de péuticos desde distintas perspectivas.
apego (desorganizado e inclasificable) y pa-
ralelamente se desarrollaron diversos pro- Viñetas clínicas
gramas de investigación entre los cuales está Yuko
el desarrollo de las escalas RQ-RSQ (Bartho- Paciente de 50 años, soltera, fue operada
lomew y Horowitz,1991)7. de un cáncer de mama, vive con su madre



evitación en los vínculos ( Zukerfeld & Zonis
7
Se trata de dos escalas de apego que permiten Zukerfeld, versión en español autorizada, 2002)
8
establecer cuatro categorías de apego (seguro, Estos casos clínicos fueron supervisados en el
preocupado, evitativo o distante y temeroso) marco de talleres teóricos – clínicos por la Lic.
vinculadas con el modelo interno de uno mismo y Raquel Zonis Zukerfeld y el material clínico
del otro, y también relacionarlas con la ansiedad y la pertenece a la Dra. Lidia Rozas

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postrada desde hace años, a quien dedica posible armar una red que pudiera sostener
todo su tiempo, y un hermano menor, profe- a Yuko y su tratamiento.
sional, en una vivienda antigua donde su Muere su madre y Yuko pasa a dormir
cuarto se encuentra en un altillo aislada del en la habitación y cama que era de su madre
resto de la casa. Es una familia de origen sin modificar nada. Despide a la persona que
japonés donde nadie dice lo que siente. cuidaba a su madre, quedando aún más sola;
Yuko trabajaba en una perfumería Al no se ocupa de sí misma sino de su her-
principio estaba bien pero a medida que mano, a quien persigue y cela acentuando el
fueron tomando más personal y ampliando alejamiento, el mal trato y su sometimiento.
el negocio empezó a sentirse dejada de lado, Sus dolores no responden a los analgési-
debido a su dificultad en incorporar cono- cos y cuando se le termina la cobertura, deja
cimientos nuevos. el tratamiento. Al tiempo la psicoterapeuta
Hace menos de un año se descubre una se entera que Yuko falleció.
dureza en un pecho consulta y es intervenida Sofía
por un carcinoma de mama seguido luego Sofía es una mujer de 50 años, casada,
por radioterapia y quimioterapia. con tres hijos, dos de ellos casados. Con su
A consecuencia de este tratamiento, des- esposo tiene una buena relación, igual que
cribe dramáticamente sus desplazamientos con sus hijos y demás familiares. Tiene ami-
desde la habitación-altillo hasta el baño. gos, se siente acompañada y se considera
Como la madre no la podía ayudar y el her- una persona solidaria.
mano no la oía, permanecía tirada en el piso En la primera entrevista relata en forma
hasta que podía reponer sus fuerzas, o hasta confusa, que tuvo tres operaciones de mama,
que llegaba la persona que cuidaba de la ma- dice “en una me punzaron, en otra me saca-
dre cuando ella trabajaba. ron un cuadrante y por ultimo toda la ma-
No había un profesional responsable y ma, señala la axila y dice hasta acá.” Todavía
estable en su atención, y por lo tanto no tenía las vendas de la última operación y no
existía un interlocutor con quien el psicote- había tomado contacto con su cuerpo daña-
rapeuta pudiera compartir, o recibir mayor do. Entre las distintas intervenciones pasó
información. un año eligiendo profesionales hasta que
Relata que se sintió poco sostenida y mi- armó su propio equipo terapéutico.
rada por la madre quien puso todo su amor Es la cuarta hija de un matrimonio de
y empeño en el varón de la familia. Se acen- inmigrantes, cultos e inteligentes.
túa su abandono a los 16 años cuando muere Tiene tres hermanos varones mayores
el padre al que quería mucho pero a quien Sofía nace al poco tiempo de haber muerto
nunca se lo pudo decir. La vida de Yuko una hermana de meses; dice que la madre no
transcurrió en la oscuridad, siempre someti- la quería tener, que hizo todo lo posible por
da y dedicada a su madre. perder el embarazo. Luego lo aceptó, re-
Busca ayuda psicológica porque una ve- cuerda que le repetía constantemente que
cina se lo sugiere; no se pudo establecer un agradecía a Dios su llegada y que la hacía
vínculo terapéutico, las sesiones estaban feliz. La recuerda muy lejana, triste y poco
ocupadas por el llanto. Por otra parte no fue demostrativa.

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De su padre dice que era muy bueno pocos meses antes de la primera aparición
atento, discreto, afectivo y compañero. de su cáncer y ante la proximidad del casa-
Sofía transcurre su infancia aparente- miento de su hijo, Sofía decide comprarse
mente sin problemas era muy activa y char- un vestido con los colores que usaba su ami-
latana. Su madre tuvo varios episodios de- ga. Esta conducta es analizada como parte de
presivos, con intentos de suicidio e interna- un intenso trabajo de elaboración del duelo
ciones psiquiátricas. Cuando Sofía tenía 14 de su madre y de su amiga, en donde ella
años se enferma y la operan de un cáncer de puede hablar del miedo y la culpa que sentía
mama; la vio sufrir dolores insoportables, por seguir viva.
gritaba todo el tiempo y estos gritos tortura- Llega el día del casamiento de su hijo y
ban a Sofía quien se cubría sus oídos con la Sofía se muestra bien; sus amigos y familia-
intención de no escucharla. res manifiestan alegría y emoción al verla.
Después de la muerte de su madre Sofía Cuando se abraza a su hijo por primera vez
pasa a reemplazarla en las tareas del hogar, se permite llorar.
tratando de imitarla; continuaba con sus A lo largo de este tiempo se va desarro-
costumbres, como si nada hubiera pasado. llando el tratamiento con un abordaje inter-
A los 17 años después de terminar sus disciplinario, donde cirujano, clínico, oncó-
estudios secundarios decide trabajar. Se casa logo y psicoterapeuta se mantienen en co-
a lo 20 años y al poco tiempo nace su hija y municación. Los controles clínicos periódi-
con diferencia de tres años nacen sus hijos cos se realizan con la frecuencia establecida
varones. Cuando nace su primer hijo se le por los especialistas, coordinados por él me-
desencadena una psoriasis. dico clínico.
Cuando tenía 35 años, fallece su padre, El tratamiento psicoterapéutico se esta-
con quien tenía una relación fluida; con su blece con una frecuencia de dos veces por
pérdida siente un gran vacío. Posteriormente semana, con una tercera sesión en momen-
a este episodio baja 15 kilos. tos de crisis y al comienzo se realizan sesio-
Cuando se casa su hija, desarrolla una nes familiares. En todo este proceso estuvo
úlcera gastroduodenal. acompañada por su familia y amigos, consti-
En el momento de la consulta, tiene tuyendo una sólida red de sostén.
programado un plan de quimioterapia cada En la historia de Sofía podemos observar
21 días, que debía cumplir en un tiempo cómo se asocian la presencia de situaciones
determinado, dado que uno de sus hijos fijó traumáticas con manifestaciones somáticas
su fecha de casamiento. Asocia esta situación entre las cuales la más significativa es la apa-
con la historia de la madre quien fallece po- rición del cáncer de mama, posterior al falle-
cos meses antes del casamiento de un her- cimiento de su amiga- madre
mano de Sofía. Años después, luego del cáncer y estan-
Sofía lucha por su recuperación, pero do en tratamiento psicoterapéutico padece
por momentos teme seguir el destino de su distintos eventos traumáticos que son afron-
madre. Son meses de gran penuria con tados con mecanismos más adecuados que
avances y retrocesos. disminuyen la resonancia somática. Actual-
Recuerda a una amiga que funcionaba mente Sofía tiene una mejor calidad de vida,
como su madre, quien fallece bruscamente llevando a cabo proyectos personales y dis-

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criminados, posee una sólida e importante nuevos como el de desarrollo resiliente que
red de sostén constituida por familiares, hasta el momento no ha sido investigado
amigos y equipo terapéutico adecuadamente.
Por otra parte, existe mucho trabajo en
Comentarios la llamada psiconcología como también en
En este ejercicio clínico hemos compa- los programas de tratamiento de enferme-
rado los procesos de Yuko y Sofía tomando dades crónicas. Es así que a menudo se dis-
como indicadores las tres dimensiones desa- cute el valor y la oportunidad de la informa-
rrolladas en el modelo dimensional (4.3). En ción, la representación social y el relato cul-
el esquema (ver Figura 4) se observan el es- tural sobre la enfermedad y la manera de
tado previo y posterior al tratamiento en mejorar los recursos de afrontamiento de la
ambas pacientes. Las evoluciones son opues- misma.
tas , Yuko , se presenta al comienzo del tra- Así mismo los psicoanalistas acostum-
tamiento como una mujer carente de figuras brados a trabajar en marcos interdisciplina-
de apego y sostén, con un funcionamiento rios conocen y valoran el papel del holding y
psíquico cristalizado y sin recursos de afron- realizan intervenciones interpretativas que
tamiento (primer triángulo de puntos) Pro- tienden a despertar potenciales salutogéni-
mediando el tratamiento se realiza una eva- cos. Sin embargo una concepción como la de
luación dimensional y se observa que debido resiliencia – que agrupa una cantidad im-
a sus dificultades vinculares y transferencia- portante de experiencia clínica y de desarro-
les, las vicisitudes laborales y familiares con llos teóricos que incluyen por ejemplo ideas
sus sucesivas pérdidas y la carencia de recur- de Bowlby, Winnicott y de la escuela psico-
sos de afrontamiento, queda anclada en la somática de París- es desconocida o no es
zona de la vulnerabilidad (segundo triángulo tenida en cuenta.
de puntos). Sofía, al comienzo del tratamien- “Resiliencia” y “afrontamiento” son
to se presenta con un funcionamiento psí- términos cuyo origen están por fuera de los
quico y con recursos de afrontamiento defi- “territorios psicoanalíticos” pero que sería
citarios, pero con una buena red de sostén importante considerarlos para poder pensar
(primer triángulo de líneas) , es justamente y profundizar sobre sus alcances. De este
este vector fortalecido por la importante modo –y como parte ahora de la cotidianei-
relación transferencial con todo el equipo dad clínica- es de observar en diversos pa-
terapéutico, especialmente el trabajo con su cientes, cambios significativos a partir tanto
analista, lo que le permite desarrollar nuevos de circunstancias vitales inesperadas como
recursos de afrontamiento, resolver duelos de intervenciones o actividades fuera del
que la tenían adherida a modelos de identifi- campo analítico (grupos, cursos, lecturas,
cación patológicos, dirigiéndose de esta ma- vínculos). Sin embargo, muchas veces la
nera a la zona de la resiliencia (segundo valoración del analista de estas circunstan-
triángulo de líneas ) cias o de los recursos fuera de su dominio, es
Como observamos, la aplicación clínica escasa y muchas veces rechazada. Daría la
del modelo dimensional introduce como impresión que no está suficientemente valo-
indicadores de procesos algunos conceptos rada la posibilidad de desarrollos resilientes
clásicos del psicoanálisis y otros términos

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cuando la condición traumática es persisten- miento psíquico del paciente, de los recursos
te. con los que cuente y de la red de sostén que
En estos ejemplos clínicos pudimos ob- actuará como modulador del impacto trau-
servar que la presencia de una enfermedad mático frente a la aparición de la enferme-
grave puede desencadenar diferentes vicisi- dad.
tudes y que éstas dependerán del funciona-

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que en última instancia el médico afirmará


Conclusiones: La psicosomática en la que un sujeto tiene una enfermedad o está
actualidad. Dispositivos e intervenciones. sano (ver Figura 5) y tradicionalmente el
analista intervendrá independientemente de
La psicosomática nos coloca de plano en la definición médica de salud o enfermedad.
la interface psicoanálisis y ciencias de la sa- Pero de acuerdo a lo enunciado a lo largo de
lud. Pero frente al paciente que padece una este trabajo la especificidad de la interven-
enfermedad orgánica es importante tener en ción del psicoanalista se realizará sobre los
cuenta las distintas posiciones que adoptan sujetos –sanos o enfermos- que definimos
el médico y el psicoanalista, -como señala como vulnerables, es decir a los que les atri-
Bernardi (2002)- se trata de un único cuer- buimos un predominio o cristalización de
po, y además es necesario encontrar nocio- un modo de funcionamiento psíquico. El
nes teórico clínicas que permitan afinar pro- campo que constituyen los sujetos no vulne-
cedimientos y comparar procedimientos y rables suele hoy en día estar abarcado por la
resultados. En la práctica clínica no es el promoción de la salud y por la educación
mismo paciente el que concurre al consulto- terapéutica en sus múltiples formas que in-
rio de su médico que aquél que asiste a su cluyen médicos, psicoterapeutas y otros
sesión psicoanalítica, su relato varía, su posi- agentes de la salud. Los programas comuni-
ción subjetiva frente al profesional cambia, tarios que intentan promover los factores
Nos encontramos con diferentes lenguajes y resilientes de distintos grupos sociales pue-
posiblemente diferentes traducciones. ¿Los den también incluirse en esta amplia franja.
criterios de salud y enfermedad son los Por otra parte como se puede apreciar en la
mismos?, El problema se plantea especial- figura 5 la psicosomática actual posee zonas
mente porque el pensamiento del médico de articulación con la prevención y promo-
tiende a ser algorítmico, es decir a construir ción de la salud y con la educación terapéu-
árboles de decisión binarios para tomar de- tica.
cisiones diagnósticas o terapéuticas. Así es

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MEDICINA TRADICIONAL

PROMOCIÓN NO NO
EDUCACIÓN
DE LA SALUD VULNERABLE VULNERABLE TERAPÉUTICA

VULNERABLE VULNERABLE

PSICOSOMÁTICA

PSICOANÁLISIS

De todas maneras se mantiene perma- ción entre ciencias de la salud y psicoanálisis


nentemente la importancia de tener en se puede enriquecer en función de desarro-
cuenta las características particulares de cada llar sistemáticamente investigaciones sobre
sujeto que consulta, esta perspectiva ideo- vulnerabilidad y la resiliencia que reubican
gráfica –cercana a la noción del “caso por al psicoanalista y amplían sus posibilidades
caso” nos impulsa a tratar de conocer en un de abordaje clínico e intercambio con otros
sujeto determinado que tipo de manifesta- profesionales de la salud. La interdisciplina
ciones y respuestas predominan y de allí entonces se impone como necesaria Nos
inferir que tipo de funcionamiento psíquico encontramos con la unidad psiquesoma, una
es predominante y así considerar sus condi- unidad que alberga múltiples lenguajes, en-
ciones de vulnerabilidad y/o resiliencia mas trecruzamientos y creación de nuevas len-
allá de cualquier consideración nosológica , guas. Pensamos que reducir esta unidad y
de manifestación psicopatológica o somáti- sus complejos mecanismos a una sola lengua
ca. La forma de hacerlo va desde las tradi- es imposible. Sin embargo, para poder reali-
cionales entrevistas “en transferencia” hasta zar nuestra tarea se hace necesaria la traduc-
las entrevistas estructuradas o protocoliza- ción, pero traducir no es reducir, “traducir
das y el uso de recursos psicodiagnósticos y es comprender”. Ricoeur, dice (2009) - para-
de escalas que evalúan distintas dimensio- fraseando a George Steiner , (1980.) - “[...]
nes. En definitiva creemos que la articula- Hay, por cierto, una imposición: si se quiere

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viajar, negociar, espiar incluso, es necesario


disponer de mensajeros que hablen la lengua
de los otros.” (p. 46, la cursiva es nuestra). Y
más adelante sostiene que ninguna lengua
universal puede lograr la reconstrucción de
la diversidad indefinida.
Por otra parte, pensamos que el psicoa-
nálisis desde su propia revisión teórica pue-
de hacer importantes aportes para el desa-
rrollo de intervenciones interdisciplinarias
en el contexto social actual, que impidan que
el cuerpo devenga en aquel “monstruo sola-
pado que acabará por devorar a su amo” de
Yourcenar.

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